LUZ U OSCURIDAD?
<b>El imperio de la
mentira indica que somos hijos del diablo el padre de la mentira</b>
<b>Victor
Kubik</b> es su escrito <i>Putin i Rusia que pugna por el
poder</i>, citamdo a <i>The Economist</i> dice que
<b>Vladimir Putin</b>, presidente de Rusia “encabeza lo que
denomina <i>mendocrazy</i> (Democracia apedazada), una sociedad
gobernada por mentirosos”.
El Roto, en una de sus viñetas presenta a un
hombre ante muro muy alto y negro que por sus extremos se alargan hasta el
infinito, dialogando consigo mismo, diciendo: “Tranquilo vivimos en la era de
las comunicaciones”. “Sí, menos mal”. Quizás el lector se preguntará que tiene
que ver la <i>mendocrazy</i> de <i>The
Economist</i> y el descomunal muro
negro de El Rato. La <i>mendocrazy</i> está relacionada con la
mentira y esta democracia apedazada está
encabezada por <b>Putin</b>. Putin no es el único embustero, es
la cabeza de una sarta de mentirosos que
apedazan la Democracia sin darle brillo. Una carretera con la finura del
asfalto salpicada por infinidad de parches, es muy fea. Así es la Democracia
parcheada por la mentira.
La mentira se opone a la
verdad. Jesús descubre la paternidad de la mentira cuando dice a los religiosos
que le interpelaban: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo…y no se mantuvo
en la verdad porque en él no hay verdad. Cuando habla la mentira, de suyo
habla, porque en él no hay verdad” (Juan 8: 44). Jesús que es la verdad dice a
los religiosos que trataban de confundirle: “Y a mí porque digo la verdad, no
me creéis” (v. 45). Las palabras de Jesús denotan el enfrentamiento entre Dios
y el diablo. Entre la verdad y la mentira. Entre la luz y las tinieblas. Dos
extremos que jamás se encuentran.
En Jesús “estaba la vida,
y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las
tinieblas no prevalecieron contra ella” (Juan 1: 4,5), palabras que evidencian
el abismo infranqueable que separa la verdad de la mentira, la luz de las
tinieblas. La luz y las tinieblas que tratamos en este escrito nada tienen que
ver con la materia. Es una cuestión estrictamente espiritual Antes he citado
las palabras de Jesús: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo…Cuando habla
mentira de suyo habla, porque en él no hay verdad”. Ahora que nos encontramos
en la era de la posverdad, con Putin encabezando “una sociedad gobernada por
mentirosos”, debemos abandonar el concepto de diablo como bufón que nos
divierte con sus payasadas en los pastorcillos navideños o en los pasacalles
lúdicos. El diablo como padre de mentira que es, desea que lo veamos así para
que no nos enfrentemos a él con el poder de Dios para que huya de nosotros y
nos deje en paz.
Por concepción biológica todos nacemos teniendo
el diablo como padre espiritual. Es muy posible que el lector piense que exagero
demasiado. Si tenemos los ojos bien abiertos y sin prejuicios observamos lo que
sucede a nuestro alrededor, nos daremos cuenta que la mentira que se manifiesta
por doquier se atisba a partir de la más tierna infancia, sin necesidad que a
los pequeños se les enseñe a mentir. ¿No es una evidencia bien clara que todos
sin distinción venimos a este mundo siendo hijos del diablo, nuestro padre
espiritual? Ante esta evidencia irrefutable, el apóstol Pablo a los efesios que
se habían convertido a Cristo, les escribe: “Porque en otro tiempo eráis
tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor, andad como hijos de luz” (Efesios 5:
8). El creyente en Cristo es eternamente salvado. Por la fe en Jesús se
convierte en un hijo de Dios, filiación que no puede perder. Todos sus pecados
han sido borrados por la sangre de Jesús. Esto es una certidumbre que da
confianza total al creyente. También es verdad que todavía no es lo que será.
La plena salvación se obtendrá en el día de la resurrección, cuando el pecado
será definitivamente extirpado de su vida y el diablo, con todas sus artimañas, lanzado a las
profundidades del infierno sin posibilidad de seguir tentándolo con sus
embustes. Siendo así la cosa, debemos seguir enfrentándonos al diablo con el
poder de Dios. El apóstol Pablo recomienda a los cristianos de Éfeso y con
ellos a los cristianos de todos los tiempos hasta la venida gloriosa de Jesús:
“Porque no tenemos lucha contra sangre ni carne, sino contra principados,
contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo,
contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:
12).
Como puede ver el lector
que no desea seguir viviendo en las tinieblas espirituales que le envuelven y
dejar de ser un mentiroso empedernido, tiene que luchar contra un enemigo que
no es una filosofía, sino una persona espiritual de extremada maldad que
comparada con nosotros es infinitamente superior en poder. El consejo
apostólico es: “Tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el
día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes” (v.13). Es una lucha
espiritual parecida a la que sostuvo el adolescente David con Goliat, al que
venció fortalecido por el poder de Dios. Nosotros también seremos capaces de
vencer a nuestro gigantesco enemigo fortalecidos por el poder del Señor. Con la
victoria nos despojamos de la mentira, expresión de las tinieblas espirituales
para empezar a andar por un camino nuevo iluminado por Jesús, la luz del mundo.
Octavi Pereña i Cortina
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