diumenge, 8 de maig del 2022

 

EZEQUIEL 12: 27

“Hijo del hombre, he aquí que los de  la casa de Israel dicen: La visión que éste ve es para muchos días, para lejanos tiempos profetiza éste”

El Señor pone en los labios de Ezequiel palabras que anuncian cautiverio: “Hijo de hombre, tú habitas en medio de casa rebelde, los cuales tienen ojos para ver y no ven, tienen oídos para oír y no oyen, porque son casa rebele” (v. 2). Es muy triste que las personas tengan la oportunidad de escuchar el mensaje de arrepentimiento y hagan oídos sordos.

En el texto que  comentamos el Señor le hace saber a su siervo lo que pensaban los jerosolimitanos del anuncio del destierro inminente: “La visión que éste ve es para muchos días, para lejanos tiempos profetiza éste”. Creían que podían seguir viviendo sus vidas dando la espalda a Dios porque las palabras del profeta no iban dirigidas a ellos. Los destinatarios serían sus hijos y nietos. A ellos no les afectaban directamente. Podían seguir manteniendo tapados sus oídos a las palabras del profeta que anunciaban  la ira de Dios porque el mensaje no iba dirigido a ellos.

La actitud irreverente de los judíos es patrimonio  de la humanidad toda. En Hebreos el escritor sagrado recuerda a los lectores Éxodo 17: 1-7, cuando los hijos de Israel tentaron al Señor diciendo: “¿Está, pues, el Señor entre nosotros, o no?” (v. 7). El texto de Hebreos dice: “Por lo cual, como dice el Espíritu Santo si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, donde me tentaron vuestros padres, me probaron y vieron mis obras cuarenta años. A causa de lo cual me disgusté contra esta generación, y dije: Siempre andan vagando en su corazón, y no han conocido mis caminos. Por tanto juré en mi ira: No entrarán en mi reposo” (3: 7-11).

Lector estimado: si oyes la voz del Señor no endurezcas tu corazón. No hagas como los jerosolimitanos que creían que la sentencia que anunciaba el profeta no iba con ellos pues profetiza para tiempos lejanos. Si oyes hoy la voz de Dios no dejes para mañana la respuesta pues es muy posible que el mañana no te dé la oportunidad de arrepentirte de tus pecados y puedas obtener la salvación que únicamente se obtiene por la fe en el Nombre de Jesús que es el único medio de salvación establecido por Dios.

Si por medio de este mensaje Dios llama a la puerta de tu corazón ábrele la puerta para que Jesús pueda entrar en él y haga morada en él. Si Jesús mora en ti, posees la salvación eterna y el gozo te acompañará a lo largo de todos los días de tu vida.


 

1 SAMUEL 18. 7

“Y cantaban las mujeres que danzaban y decían: Saúl hirió a sus miles y David a sus diez miles”

A los dos años del reinado de Saúl el Señor se apartó de éste y las victorias bélicas empezaron a abandonarle. El Señor manda al profeta Samuel que unja a David como futuro rey de Israel. Los acontecimientos  preparan la presencia del futuro rey en el escenario público. La ocasión se presenta cuando David con una piedra lisa cogida del arroyo la lanza con su honda impactando en la frente de Goliat, el temible enemigo de Israel, causándole la muerte. A partir de este momento David entra a formar parte de los íntimos de Saúl. Pronto adquiere prestigio militar al estar el Señor con él en sus hazañas bélicas. Las mujeres recibían a Saúl y a sus soldados cuando regresaban victoriosos de sus incursiones en territorio filisteo cantando y danzando, diciendo: “Saúl hirió a sus miles y David a sus diez miles”. El elogio que daban las mujeres con sus cantos a David no agradó  a Saúl que “se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles, no le falta más que el reino. Y desde aquel día Saúl no vio con buenos ojos a David” (vv. 8, 9).

Saúl sabía que había sido desechado como rey debido a su desobediencia a Dios. La sentencia todavía no se había ejecutado. Dios en su misericordia le concede un tiempo de gracia para que pudiese arrepentirse de su pecado. No lo hace La prueba de que no se arrepintió se encuentra en la reacción que dio a los cantos de las mujeres. Poco después Saúl intenta matar a David lanzándole una jabalina. Al no conseguirlo persigue a David con el encarnecimiento con el que un sabueso persigue a su presa. Así fue hasta que le llegó la muerte al ser derrotado por los filisteos en la batalla de Gilboa.

A pesar que David era el auténtico rey de Israel por haber sido ungido como tal por el profeta Samuel jamás alzó la mano contra el rey depuesto a pesar que tuvo oportunidades para hacerlo porque dejaba en las manos del Señor la ejecución de la sentencia

La historia de Saúl y David nos enseña que los celos no son buenos en ninguna situación. La política no queda excluida. ¡Cuánto mejor nos irían las cosas si los políticos no se dejasen llevar por los celos y dejasen de jugar sucio para deshacerse de sus contrincantes! Si el Señor aparta de un cargo a un político se debería dejar en las manos del Señor la destitución del desechado. Los justicieros no son la solución a los problemas que plantean los malos políticos. Los celos son malos consejeros a la hora de la resolución de los problemas  sean políticos o personales.

 

 

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada