BELLEZA ARTIFICIAL
<b>La
manipulación fotográfica y las pasarelas con la exhibición de modelos
esqueléticos son malos educadores en belleza corporal y en salud</b>
Los
expertos en salud alertan a los padres que el ejercicio físico excesivo puede
estar relacionado con desórdenes alimentarios en los adolescentes. La explosión
de redes sociales que exponen imágenes físicas no realistas contribuye a ello.
El
modelo escuálido de belleza que se encuentra doquiera fomenta, principalmente
en los adolescentes que todavía no tienen plenamente desarrollado el sentido
crítico, el deseo de parecerse a estas modelos reales en las pasarelas pero que
son el resultado de extenuantes ejercicios físicos y de estrictas dietas que
ponen en peligro la salud física y mental de dichas modelos.
El
ejercicio físico moderado y más en una sociedad sedentaria como la nuestra es
necesario para que no se oxiden las rótulas, impidiendo o dificultando la
movilidad. Si no se tiene cuidado aquello que es beneficioso mental y
físicamente puede convertirse en grave peligro de salud integral. Un indicador
que alerta de que algo no funciona bien en la práctica del ejercicio físico es
cuando se manifiesta una tenencia a centrarse exclusivamente en el ejercicio
físico, hacerlo sintiéndose mal o lesionado o practicándolo a deshora, ha dicho
<b>Sarah Young</b>, psicóloga y especialista en desórdenes
alimentarios de la Universidad de Sydney.
La
obsesión por la delgadez enfermiza que
se encarga de fomentar la industria de la moda en estrecha colaboración con las
pasarelas que exhiben modelos cadavéricas, obliga a gobiernos, como el francés,
a tomar medidas que impidan la exhibición de modelos con síntomas de
enfermedad debido a los excesivos
ejercicios físicos y de una desnutrición que favorece la languidez, a ello se
añade la industria de los gimnasios que fomentando la cultura del mantenerse en
forma de manera saludable, de alguna manera crean la adicción al ejercicio
físico al despertar sentimientos de no encontrarse bien con el cuerpo que se
tiene. <b>Silvia García</b>, de 28 años, que tiene el hábito de ir
al gimnasio cinco días a la semana, dice que se siente irascible cuando por la
causa que sea pasa algunos días sin ir al gimnasio.
Con
facilidad se puede cruzar la línea roja que separa el ejercicio saludable del
enfermizo. El psicoterapeuta y neuropsicólogo <b>Álvaro Bilbao</b>,
escribe: “Cuando hacemos deporte generamos la capacidad de calmar el enojo y de
canalizar la frustración, lo más importante es que ayuda a fabricar serotonina la hormona de la felicidad”. Esta es la causa
por la que <b>Silvia García</b> se nota irascible cuando pasa unos
días sin ir al gimnasio.
Cuando
el ejercicio físico se convierte en una prioridad su poder terapéutico se
convierte en una droga tan destructiva como lo son las químicas. “Los expertos
recomiendan que la practica deportiva debe ser siempre racional. Es decir que
no debe convertirse en una obsesión que
pueda poner en peligro la relación de pareja. Hay personas realmente
obsesionadas por el aspecto físico o de la necesidad de hacer deporte, cuando
esto se convierte en un fin e interfiere en la relación de pareja podemos decir
que estamos ante un problema de salud mental.
<b>Álvaro Bilbao</b>,
Las
industrias de la cosmética, de la moda, del gimnasio, nos manipulan a favor de
sus intereses económicos y nos programan para que nuestros cuerpos se ajusten al modelo que a ellas les
interesa. <i>Porque tú lo vales</i>, la frase que de tan repetida
se ha gravado en nuestro inconsciente, nos impulsa a seguir maquinalmente las
normas que se nos imponen desde fuera. Pensamos que actuamos libremente cuando
realmente actuamos condicionados. “El
ejercicio ha perdido la condición de actividad agradable y se ha convertido en
otra manera como las mujeres manipulan sus cuerpos, en otro vehículo para una
tortura narcisista. Las mujeres que consiguen el ideal de delgadez que promocionan los modelos modernos,
normalmente lo obtienen haciendo ejercicio de manera frenética y compulsiva, realizando duras y restrictivas
dietas alimentarías deficientes” (<b>Elayne A. Soltzbrg i Joan C.
Chrisler</b>.
Con el
fin de evitar caer en la trampa de la publicidad sublimal, que nos moldea a su
gusto sin darnos cuenta de ello, ante todo debemos saber quienes somos
realmente. Si lo desconocemos, entonces somos propensos a aceptar los mensajes
sublimales que nos moldean sin
percibirlo. El texto bíblico escogido nos alerta de los peligros de dejarnos
manipular por el deliro de la belleza corporal efímera inexistente, y nos
propone modelar nuestras almas con la belleza que proviene de Dios y que es
eterna: “Engañosa es la gracia, y vana la hermosura, la mujer que teme al
Señor, ésa será alabada” (Proverbios 31:30).
Octavi Pereña i Cortina
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