dissabte, 11 d’octubre del 2025

 

PROVERBIOS 30: 8

“Dos cosas te he pedido, no me las niegues antes que muera: Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí”

En una sociedad en la que impera el ateísmo es lógico que impere el narcisismo. Si persistimos en el yo, yo, llegará un momento en que el sistema colapsará. Si todos nos miramos a nuestro ombligo, el colectivo dejará de funcionar y provocará que el castillo se derrumbe.

El salmista es consciente de su debilidad y se gira hacia Dios que es el único que puede fortalecerle. El apóstol Pablo escribiendo a los cristianos de Éfeso, les dice: “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza” (Efesios 6: 10). Detrás del narcisismo imperante den nuestros días, del cual es una muestra el presidente Donald Trump, prosigamos con lo que el apóstol Pablo escribe a los efesios: “Vestíos con toda la armadura de Dios, parra que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra carne y sangre, sino contra principados,  contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado estar firmes” (vv. 11-13).

El diablo no es este personaje burlesco de feria, vestido de rojo, con cuernos, cola, tridente en la mano, que su boca vomita fuego, que es el deleite de niños y adultos en las fiestas mayores de los pueblos. El diablo se frota las manos con deleite viendo como la gente anda tan desencaminada respecto a su persona porque así puede  seguir manteniéndonos en el error.

El salmista reconociendo su debilidad, con el fin de impedir que el diablo tome el control de su vida le pide a Dios: “No me des pobreza ni riquezas, mantenme del pan necesario, no sea que me sacie, y te niegue y diga: ¿Quién es el Señor? O que siendo pobre, hurte, y blasfeme el Nombre de mi Dios” (vv. 8, 9).


 

DEUTERONOMIO 4: 2

“No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos del Señor vuestro Dios que yo os ordeno”

El versículo 6 añade: “Guardadlos, pues, y ponedlos por obra, porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de todos los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta”. Cierto es que “por gracia sois salvos, por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios, no por obras para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2: 8-10).

La fe del creyente en Cristo tiene que ser viva. Santiago escribe: “La fe sin obras está muerta” (2: 26). Quienes afirman que son salvos exclusivamente por la fe y que las obras no tienen ningún valor, están totalmente equivocados. ¿Qué es lo que acredita el valor de un árbol? El fruto que da (Mateo 12: 33). Los impíos dan los frutos propios de tener como padre al diablo. Los que son hijos de Dios por la fe en Jesús tienen que dar los frutos que acrediten que son árbol bueno.

El apóstol Pablo dirigiéndose a su discípulo Timoteo, escribe: “Que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, refutar, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea preparado, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3: 15-17).

El cristiano/a ha sido salvado exclusivamente por la fe en Jesús lo cual hace que el árbol malo que era se convierta en uno de bueno que da frutos excelentes. El nuevo creyente por haberse convertido en árbol bueno tiene que alimentarse con las Sagradas Escrituras “para que el hombre de Dios sea perfecto enteramente preparado para toda buena obra”. La baja   calidad de los frutos que dan muchos cristianos, ¿no será debido a que las Sagradas Escrituras no son el alimento que fortalece su fe?

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