diumenge, 10 de juliol del 2022

 

JOSUÉ 1: 7

“Solamente esfuérzate y sé valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la Ley que mi siervo Moisés te mandó, no te apartes de ella  ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas”

Con la muerte de Moisés Josué se convierte en el nuevo dirigente. Moisés había cumplido con su deber de guiar a Israel en su travesía por el desierto hasta el Jordán que los separaba de la Tierra Prometida. Ahora es Josué quien tiene que introducir a Israel en la heredad prometida por Dios a Abraham, Isaac y Jacob. Antes de cruzar el Jordán la heredad ya pertenecía a Israel. Dios que es el verdadero propietario de la Tierra ya se la había dado. Sólo tenían que ocuparla y desalojar de ella a quienes no les pertenecía.

Israel tenía que ocupar palmo a palmo el territorio que ya era suyo. Ha llegado la hora de la verdad. El Señor habla con Josué para animarle: “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida, como estuve con Moisés, estaré contigo, no te dejaré ni te desampararé” (v. 5).

El Señor le encarga a Josué una misión concreta que tiene sus riesgos y que como humano que era podía sentirse incapacitado para realizarla. Por ello necesitaba la fuerza del Señor: “como estuve con Moisés, estaré contigo, no te dejaré ni te desampararé”. Con respecto a Josué, hoy el pueblo de Dios tiene un conocimiento mucho más profundo de lo que significa que Dios está con su pueblo: “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” (1 Corintios  3: 16). “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? (1 Corintios 6: 19).

En el Antiguo Testamento simbólicamente Dios estaba presente en medo de su pueblo, primero en el tabernáculo y posteriormente en el templo en Jerusalén. Hoy el templo de Dios aquí en la Tierra no es necesario irlo a buscar en algún lugar determinado. Jesús se lo hizo saber a la samaritana cuando habló con ella junto al pozo de Jacob. Hoy el templo de Dios entre los hombres se encuentra allí donde se halla un cristiano ungido por el Espíritu Santo. Cada cristiano verdadero se ha convertido en una piedra viva del templo espiritual que es la Iglesia de Dios que es el cuerpo místico de Jesús. Como piedras vivas de este templo espiritual cada cristiano tiene responsabilidades que ejecutar. El Señor las va revelando a medida que lo cree conveniente. No pongamos peros a lo que el Señor nos encarga. Ya que el Señor siempre está con nosotros allí donde estemos. A pesar de la maravillosa presencia del Señor en nuestros cuerpos seguimos siendo humanos, el ánimo que le dio a Josué nos los da a nosotros: “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida, como estuve con Moisés, estaré contigo, no te dejaré ni te desampararé”. Guardemos en el fondo de nuestras almas estas palabras para no desanimarnos en nuestro peregrinaje hacia el reino de Dios celestial.


 

PROVERBIOS 29: 6

Muchos buscan el favor del príncipe, mas del Señor viene el juicio de cada uno”

El profeta Jeremías escribe: “Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por brazo, y su corazón se aparta del Señor” (17: 5).Este texto aparentemente contradice a los se refieren a los consejeros y la importancia que tienen los que son buenos y los que tratan de la amistad. No existe ninguna contradicción.

Este texto de Proverbios en que se basa esta reflexión no está en contra de la amistad y de buscar consejo en personas sabias. Claramente prohíbe buscar el favor del príncipe. No dice que no se pueda tener amistad con políticos ni con personas influyentes. Buscar el “favor del príncipe” significa hacer tratos con él para conseguir ganancias ilícitas. El príncipe que se vende a cambio de conseguir comisiones es un corrupto que fomenta la corrupción. En las tribunas de los estadios y en la intimidad de los despachos se forjan muchos contratos comerciales corruptos. La corrupción degrada la democracia y fomenta la pobreza de los pueblos. “La justicia engrandece la nación” (Proverbios 14: 34).

Quienes buscan los favores de los príncipes para realizar transacciones delictiva piensan que sus delitos a pesar que se forjan en el secretismo de los despachos  y que las confabulaciones de alto nivel van a permanecer ocultas. Tal vez desde el punto de vista humano puede suceder que nunca vean la luz pública. Los confabulados para realizar transacciones delictivas debido a su amor al dinero tienen sus mentes entenebrecidas, cosa que les impide  ver el resultado de sus acciones en toda su perspectiva. No entienden que sus actividades conducen a perjudicarse a sí mismos. La parábola del rico opulento y del pobre Lázaro que narra Jesús enseña que la historia del rico no termina viviendo feliz y comiendo perdices como acaban los cuentos. Al fallecer el potentado opulento y abrir los ojos en la eternidad no lo hizo en un paraíso en donde gratificaba su sensualidad exponencialmente. Se encuentra en un triste destino: “En el infierno en medio de tormentos ve al mendigo Lázaro gozando del reino de Dios. Con vehemencia pide que Lázaro moje la punta de su dedo en agua y refresque su lengua porque estoy atormentado en esta llama (Lucas 19: 31). Como dice el proverbio que comentamos: “del Señor  viene el juicio de cada uno”

 

 

 

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