LA BIBLIA: LA LUZ DEL MUNDO
<b>Una enseñanza exhaustiva de la
Biblia vale más que una educación universitaria</b>
Las protestas antirracistas no solamente
se han extendido a lo largo y ancho de Estados Unidos, también se han esparcido
por todo el mundo. La indignación por la muerte de <b>George
Floyd</b> en las manos de un policía que evidenciaba que el deceso no fue
fortuito, sino deliberado, ha evidenciado nuevamente el racismo institucional
existente en estados Unidos. El mismo presidente <b>Donald
Trump</b> con sus palabras dando soporte a la violencia de la policía no
ayuda a calmar la ira de la población negra.
En medio del alud de protestas, la negativa de los militares de poner al
ejército a sofocar las protestas, <b>Donald Trump</b> se planta
ante la iglesia de Saint John con la actitud teatral de cara de pocos amigos
esgrimiendo una Biblia. Tal escena tiene el propósito de complacer a los
evangélicos norteamericanos. Se acercan las elecciones y la popularidad del
presidente <b>Trump<</b> se desploma. El uso de la Biblia como
arma electoral puede complacer a un sector de los evangélicos que confraternizan
con el racismo, pero no gusta a Dios que no apoya la violencia injustificada.
Vayamos a la Biblia. El cristianismo
evangélico llegó a Estados Unidos con los primeros colonos ingleses que huyendo
de la persecución religiosa en su país embarcaron en el May Flower para
desembarcar en la costa este de lo que sería Estados Unidos. Llegaron otras
oleadas de inmigrantes procedentes de otros países europeos que abandonaban sus
hogares porque los reyes católicos, lacayos del papa, no los dejaban vivir y,
como herejes que se les consideraba que
merecían morir.
La base religiosa de las colonias que con
el tiempo se convertirían en Estados Unidos fue protestante y la Biblia era la
roca sobre la que se sustentaba su fe. Es por ello que la Biblia jugó un papel
tan importante en la construcción de la nueva Nación.
Cuando <b>Trump</b>,
personaje de dudosa calidad moral, utiliza la Biblia como arma propagandista
puede tener consecuencias electorales. Lo cierto es que no complace al Espíritu
Santo que inspiró a los autores humanos a escribir los libros que contiene la
Biblia. Es por ello que la Biblia es la Palabra de Dios. El Libro de los
cristianos contiene duras amenazas para quienes menosprecian su contenido y se
comportan de manera contraria a sus enseñanzas.
KAP, en una viñeta nos muestra a
<b>Trump</b> mostrando la Biblia en su mano. A la imagen le
acompaña el pensamiento que KAP atribuye al presidente norteamericano:
“¿Alguien me puede decir para qué sirve esto y para quién le sirve?” La duda
que KAP atribuye a <b>Trump</b> no la tenían los fundadores de las
colonias ni los primeros presidentes de la nueva nación.
Quienes creen de verdad en el Padre de
nuestro Señor Jesucristo consideran que la Biblia es el pan espiritual de cada
día que alimenta sus almas. No es un pastal que se ingiere en celebraciones
puntuales. Por decirlo de otra manera es el Libro que se tiene en la mesita de
noche para tenerlo siempre a mano.
La Biblia bien leída y entendida es el
tesoro más valioso que pueda tener una persona y una nación, las saca del
oscurantismo, de la superstición y de la inmoralidad. La oscuridad espiritual
en que se encuentran sumergidas las personas y las naciones les hace pensar que
el progreso de los pueblos depende de una economía saneada y de una tecnología
avanzada. La realidad nos muestra que ni la tecnología puntera ni la economía
sana dan respuesta a la necesidad que tienen las personas de ser felices.
Ningún texto constitucional puede garantizarla. Cualquier intento de apagar la
luz que irradia la Biblia, se han hecho muchos a lo largo de la historia, se
convierte en un crimen contra la humanidad.
<b>George Washington</b>, que
fue el primer presidente de Estados Unidos dijo: “Es imposible gobernar el
mundo con justicia sin Dios y la Biblia”. El presidente especifica: “Gobernar
el mundo con justicia”. Hay muchos gobernantes en el mundo, ¿en qué nación
brilla la justicia? “La justicia enaltece la nación, pero el pecado es el
oprobio de los pueblos” (Proverbios 13: 34). El proverbio contrasta pecado con
justicia. Ambos no pueden ir juntos. Cuando el pecado desaparece de las
naciones la justicia social brilla en las mismas. Si tenemos ojos para ver lo
que sucede en nuestro entorno nos daremos cuenta de la preeminencia del pecado
en sus diversas manifestaciones: Injusticia social, guerras interminables,
conductas antisociales, violencia de género, pederastia, robos…Lo que hace que
un pueblo sea distinto y que sobresalga del resto de las naciones es si la
justicia es su marca de identidad. ¿Qué
es lo que hace que la reina de Saba
tuviese interés en viajar a Jerusalén para entrevistarse con el rey
Salomón? La gloria y la fama que iban
con él. Más tarde se fue apartando de la justicia que le daba renombre. Comenzó
la decadencia de su reino hasta su destrucción por Nabucodonosor rey de
Babilonia.
Hay muchos problemas que acaparan la
atención de los gobernantes. <b>Guttemberg</b> que puso a
disposición de los alemanes la nueva
tecnología de la imprenta, el primer libro que imprimió fue la Biblia. Refiriéndose
a la nueva técnica de impresión, dijo: “Por medio de ella Dios sembrará su
Palabra y una primavera de verdad nacerá de ella y una nueva estrella hará
desaparecer la oscuridad de la ignorancia y proveerá la luz entre los hombres”.
Es una pena que algunos gobernantes utilicen la Biblia como arma de propaganda
política.
Octavi
Pereña i Cortina
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