divendres, 31 de juliol del 2020


JEREMÍAS 4. 3

“Porque así dice el Señor a todo varón de Judá y de Jerusalén: arad campo para vosotros, y no sembréis sobre espinos”
Este texto me recuerda la parábola del sembrador que salió a sembrar, parte de la simiente “cayó entre espinas, y l)as espinas crecieron juntamente con ella, la ahogaron” (Lucas 8: 7).
El texto de Jeremías que es la base de nuestra meditación nos dice. “arad campo para vosotros”. A mi entender arad implica continuidad. No dejéis de arar. Si dejáis de hacerlo vuestros campos se infectaran de malas hierbas que ahogarán los brotes de trigo que nacerán de la siembra o, las plantas  que plantéis en vuestros huertos. Los hortelanos podrán dar fe de lo que digo. Continuamente,  con la ayuda de la azada deben encobrarse hacia el suelo para arrancar las malas hierbas que crecen más vigorosas que los tomates, lechugas…De no hacerlo, las malas hierbas se comen a las buenas.
Tanto Jeremías como Jesús tienen en mente una realidad  física con el propósito de enseñar una realidad espiritual. Debido al pecado de Adán y la maldición de Dios a la tierra, ésta “espinos y cardos te producirá” (Génesis 3: 18). El agua de riego, las aves, el viento se encarga de esparcir en el terreno de cultivo las simientes de las plantas invasoras que de no extirparlas malmeterán la cosecha.
En el sentido espiritual Jeremías nos exhorta. “Arad campo para vosotros”. Tal como Jesús enseña lo que el sembrador siembra “es la Palabra de Dios”. Y la Palabra de Dios sembrada entre espinos son las personas “que oyen”, que se despreocupan de desbrozar sus corazones de las malas hierbas con lo que ahogan el tierno brote de la Palabra que germina. Refiriéndose a estas personas que desatienden su alma: “Estos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto”.
Aparentemente el oyente escuchó la Palabra pero no le prestó atención. Como no desbroza de su corazón los malos pensamientos que anidan en él, éstos ahogan la semilla de la Palabra.  En un primer momento se tiene la impresión de que la Palabra ha sido sembrada  en tierra fértil. Pero la evidencia muestra que no h sido así. ¡Cuántas no son las personas que han pasado por las iglesias, que nos han llenado de gozo creyendo que un tizón había sido arrebatado de las garras de Satanás? De la misma manera que se presentaron desaparecieron. La sangre de Jesús  no lo liberó de los tentáculos satánicos cuando públicamente dio fe de haber creído en Jesús. Un testimonio sin fe verdadera no sirve para obtener la salvación.


JEREMÍAS 8: 8

“¿Cómo decís. Nosotros somos sabios y la ley del Señor está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas”
Así dice el Señor: “Escuché y oí, no hablaron rectamente, no hay hombre que se arrepienta de su mal diciendo: ¿Qué he hecho? Cada cual se volvió a su propia carrera, como caballo que arremete con ímpetu a la batalla” (v. 6) resume el comportamiento impío de los judíos. Dice más, compara el comportamiento de las aves con el del pueblo de Dios: “Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida, pero mi pueblo no conoce el juicio del Señor” (v.7). ¡Qué vergüenza tener que escuchar que las aves del cielo son más inteligentes que nosotros pues saben el momento oportuno de sus migraciones! El pueblo de Dios no sabe discernir las señales del tiempo. Los profetas de Dios anuncian la catástrofe que les viene encima y no hacen la más mínima  señal de arrepentimiento. Es lo que ocurre en nuestros días con el Covid 19. Estamos más preocupados por la economía que por la salud de las personas. Nos anuncia que el juicio de Dios está a la puerta y ni un indicio de arrepentimiento. El Señor nos recrimina: “¿Cómo decís,: nosotros somos sabios y la Ley del Señor está con nosotros?” El pueblo en general es responsable de si sigue o no la ley de Dios. Pero el texto denuncia a los sacerdotes y profetas por haber tergiversado la Palabra de Dios: “Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas”. Desconozco si el lector conoce la denuncia que el profeta Ezequiel hace de los centinelas que no alertan a la población del peligro que se avecina. La población perecerá  pero al centinela que no ha cumplido con su obligación de alertar a la población se le pedirá la sangre de los fallecidos.
Los escritos apostólicos asimismo denuncian la presencia en las iglesias de engañadores que anuncian otro evangelio lo que no es el Evangelio transmitido por hombres inspirados por el Espíritu Santo a escribir las Sagradas Escrituras. Los engañadores recibirán el castigo por las mentiras diseminadas entre los fieles. ¿Y qué de los engañados? Perecerán por no haberse preocupado de conocer la Verdad con la que contrarrestar el engaño. Los pastores son responsables de si predican la verdad o no. Pero los feligreses tienen la responsabilidad d conocer la Verdad  y si desde el púlpito no se predica, denunciar la mentira.

 




NARCISISMO CRISTIANO

<b>Detrás de una religiosidad de extrema dureza se esconde la debilidad de una alma que no ha encontrado la paz de Dios</b>
Jesús, viendo los déficits sociales que había entre sus oyentes, les dice: “Sed, pues, vosotros perfectos como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” (Mateo 5: 48). Se tiene que ser muy precavido a la hora de interpretar las palabras de Jesús. Si se las descifra literalmente dejando de lado el contexto general de la Biblia ,se pueden producir graves trastornos de la personalidad.
Víctor-M. Amela entrevista a la escritora bilbaína <b>Espido Freixe</b>, diciéndole: Me adelantaba que usted terminó fatal…La respuesta que llega. “Por aquellas contradicciones y porque me exigí ser la mejor…en todo lo que hacía: canto, escritora…y me invadió el vacío: Ansiedad, pensamientos negros…Y compensé aquel vacío con la comida: comía, vomitaba…bulimia y también anorexia y…trastornos de la conducta alimentaria, en resumen. …Y de hecho estaba sumida en una depresión”. El periodista le dice. ¡Pero usted ganó el premio Planeta con 25 añitos! ¿No le hizo subir la moral? “No. Aquello me empeoró… ¡Me empeñé en demostrar que lo merecía! Me esforcé, trabajé más y más…”Puedo más”, me decía. Quise disipar sospechas. Y todo esfuerzo era poco, todo triunfo era poco” ¿Cómo salió del bucle destructivo? Le pregunta Víctor-M.? “¡Fue difícil! Como mujer me esforzaba a ser más brillante que cualquier hombre. Hoy sé que cualquier mujer tiene derecho a ser tan mediocre como cualquier hombre”. <b>Espido</b> dice que le ayudó a ver la luz “la meditación primero. Y la psicoterapia de grupo, enseguida escuchas al otro, te ves reflejada, y la ayudas a relativizar sus cosas… ¡Y aprendes a relativizar las tuyas!…En otras personas es natural estar bien, en mí es pura determinación: ¡No volveré a hundir la cabeza en aquel lugar oscuro, húmedo y frío, no quiero! La depresión es una hiedra: enraíza las patitas en la pared…y lo infecta todo”. Dramática la experiencia de quien quería sobresalir en todo. Ser la número 1.
Analicemos “ser perfectos como nuestro Padre que está en los cielos es perfecto”. Esta orden Jesús no la da al hombre en general, ni a quienes se consideran cristianos porque siguen las enseñanzas de la Iglesia católica. Aceptan la enseñanza de que para alcanzar la perfección tienen que poner  sus cuerpos bajo estricta disciplina: flagelaciones, largos ayunos, cilicios, es decir, mortificando el cuerpo cuanto más mejor. No se debe dejar levantar la cabeza a las pasiones carnales. Se pretende alcanzar la perfección del Padre celestial sin conseguirlo. La tortura física  no es el camino para obtenerla.  “Ser perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto” se pide a aquellos que creen que Jesús es el Salvador, que murió por ellos en la cruz, que la sangre derramada en el Gólgota limpia todos sus pecados. Por la fe en Jesús, que es un regalo de Dios, se convierten en hijos de Dios que no han alcanzado la perfección del Padre celestial, que Jesús les pide. Se inicia un proceso que el apóstol Pablo describe de manera muy entendedora, haciéndonos ver que el narcisismo cristiano no es el camino que conduce a la perfección cristiana.
El apóstol Pablo escribiendo a los cristianos de Filipos, les dice: “Porque nosotros somos la circuncisión (verdaderos cristianos), los que en espíritu servimos a Dios, y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo  confianza en la carne” (Filipenses 3: 3). El apóstol hace un breve resumen de su vida anterior como perseguidor de los cristianos. Declara su condición de narciso al afirmar que en cuanto a su fidelidad a la Ley de Dios <i>irreprensible</b> (v.6). Ahora, el prestigio que gozaba en el judaísmo siendo fariseo orgulloso de lo que consideraba estricta observancia de la Ley de Dios, como cristiano “estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura por ganar a Cristo” (v.8).
Ahora el apóstol enseña el camino que conduce a la perfección del Padre celestial: “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto, sino que prosigo por ver si logro asir aquello para lo cual fue también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo alcanzado, pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que queda delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (vv. 12-14). Llega al final de la carrera cristiana, que describe con estas palabras: “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, el Señor Jesucristo, el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas” (vv. 20,21). El apóstol Pablo y todos los que tienen su misma fe alcanzarán la perfección del Padre celestial al encontrarse en el reino de los cielos, en donde no existe pecado, la muerte ha sido vencida por la resurrección de Jesús y la corrupción física del tiempo presente habiendo sida transformada en incorruptibilidad. ¡Ah! Y el aguijón del pecado destruido. Allí en donde no hay pecado no hay muerte.
Octavi Pereña i Cortina


diumenge, 26 de juliol del 2020


VIGENCIA DE LOS MANDAMIENTOS

<b>Los mandamientos de Dios sirven para que los caminos de los hombres sean rectos</b>
“Lo que aconteció el 4 de octubre de este año 2019 en los jardines del Vaticano y posteriormente en la basílica de San Pedro en relación al culto idolátrico celebrado en honor de la diosa Pacha Mama y en connivencia  de los más altos cargos de la curia romana incluido su representante máximo el Papa Francisco, pasará a la historia como un punto de inflexión dentro de esa Iglesia. Con la absorción de unos rituales paganos propios de la cultura amazónica, Roma ha expresado lo que interiormente llevaba conociéndose hace mucho tiempo, el acomodamiento a todas las culturas y formas de religión con miras a no ofender a nadie y aglutinar en su seno el eclecticismo más obsceno e inimaginable” (Carlos Rodríguez).
Es interesante conocer quién es esa diosa Pacha Mama: “La Pacha Mama es una diosa reverenciada por los indígenas de los Andes. Pacha Mama acostumbra a traducirse  como “Madre Tierra”. La Pacha Mama y el Inti eran las dos deidades más benevolentes y adoradas en el Imperio Tahuantisuyo…Las celebraciones en honor a la Pacha Mama incluyen ofrendas de manjares, objetos y flores. En la antigüedad se sacrificaban llamas para pedirle buenas cosechas para el año que empezaba…En lo que se llama sincretismo religioso, con la llegada de los colonizadores que intentaban impone su cultura y religión, las tradiciones de ambas culturas se entremezclaban y producían nuevas divinidades, fiestas y tradiciones que cogían un poco de cada origen”.
Monseñor Felipe Arizmendi, obispo emérito de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México, en su escrito: <i> ¿Es diosa la Pacha Mama?</i>, niega que lo que ocurrió el 4 de octubre de 2019 hubiese sido un acto idolátrico: “Nada de eso hubo. No son dioses, no fue un culto idolátrico. Son símbolos de realidades y vivencias amazónicas, con motivaciones no solo culturales, sino también religiosas, pero no de adoración, pues esta se debe solo a Dios” ¿La Iglesia católica rinde culto únicamente a Dios? La evidencia dice que no. ¿Qué son todas estas vírgenes, santos y cristos bajo cuya advocación se someten naciones, ciudades, pueblos? ¿No son actos de idolatría invocar a los santos patrones nacionales y locales?
El artículo 2131 del Catecismo de la Iglesia Católica finaliza con esta declaración: “El Hijo de Dios al encarnarse inauguró una nueva “economía” de las imágenes”. Con esta declaración prepara al lector a aceptar lo que dice el artículo que le sigue: “El culto cristiano de las imágenes no es contrario al primer mandamiento que prohíbe los ídolos. En efecto el honor que tributamos a una imagen se refiere al modelo original, y el que venera a una imagen, venera la persona que representa. El honor que damos a las sagradas imágenes es una “veneración respetuosa”, no una adoración que solamente se debe a Dios. El culto de la religión no se dirige a las imágenes por ellas mismas como realidades, sino que se las mira bajo un aspecto propio de imágenes que nos llevan al Dios encarnado. El movimiento que se dirige a la imagen como tal, no se detiene, ya que llega a la realidad representada por la imagen”.
El resumen que hace el Catecismo en el artículo 2141, dice: “El culto de las sagradas imágenes se basa en el misterio de la encarnación del Verbo de Dios”. ¿No es contrario al primer mandamiento? Ahora resulta ser que Jesús es el responsable de la magnitud idólatra que se da en la Iglesia católica desde los pies a la cabeza. ¿No la prohíbe con claridad el Nuevo Testamento? Es taxativo en este sentido: “¿No sabéis que ni los…idólatras …heredarán el reino de los cielos” (1 Corintios 6: 9,10). Como coletilla añade: “Y esto erais algunos, mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido purificados, ya habéis sido perdonados en el Nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios” (v.11). La idolatría es injustificable.
Monseñor Felipe Arizmendi dice: “Es mucho atrevimiento condenar al Papa como idólatra, pues nunca lo ha sido ni lo será”. Si el Papa no es idólatra, porque fue a la iglesia de San Marcello para interceder ante el  milagroso crucifijo que se guarda allí recordando los milagros que supuestamente hizo para que termine la pandemia del coronavirus?
¿Qué es sino idolatría la plegaria  del papa Francisco que difunde el llamado <i>video del Papa</b>: “Bajo tu protección nos acogemos, santa María Madre de Dios, no rechaces las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, mas bien líbranos de todo peligro, oh siempre Virgen gloriosa y bendita” ¿Es que Jesús no resucitó y que ahora se encuentra en la diestra del Padre intercediendo por nosotros? ¿Es que el Espíritu Santo no nos enseña a orar cómo debemos? ¿Es que el Padre no escucha el Padrenuestro cuando nos dirigimos a Él? ¿Es que la Trinidad duerme y se precisan intercesores humanos para despertarla?
Según la martingala del Catecismo la Iglesia católica no es idólatra. Sí, según las palabras de Jesús: “No penséis que he venido a abrogar la Ley o los profetas, no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la Ley, hasta que todo se haya cumplido” (Mateo 5: 17,18). Según Jesús el mandamiento: “No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen ni ninguna semejanza…No te inclinarás a ellas, ni las honrarás” (Éxodo 20: 3-5), sigue vigente en el siglo XXI porque todavía no se ha cumplido todo.
Octavi Pereña i Cortina


ISAÍAS 42. 8

“Yo, el Señor, este es mi Nombre, y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas”
¡Con cuanta claridad el Señor condena la idolatría! “Yo el Señor, este es mi Nombre, y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas”. Los hombres en su necedad se hacen becerros de oro, imágenes labradas cubiertas de vestiduras con filigranas de oro y piedras preciosas, pensando que con semejantes majaderías podrán conseguir que el Invisible escuche sus peticiones. El Dios tres veces santo no puede dar su gloria ni su alabanza a los ídolos que fabrican los hombres en el vano intento de relacionarse con Él. La Biblia está salpicada de múltiples referencias que ponen en conocimiento nuestro que Dios no se complace con los adoradores de imágenes. ¡Que el Señor nos haga comprender la insensatez que es postrarnos ante una imagen fabricada con nuestras manos y que la obra tallada artísticamente pueda tener más poder que las manos que la han esculpida.
Dado que el pecado impide que el hombre pueda presentarse ante el Dios tres veces santo, la idolatría es un sustituto de los vestidos que Adán y Eva cosieron con hojas de higuera para esconder su desnudez. La artimaña no funcionó y Dios tuvo que sacrificar unos animales con las pieles de los cuales cubrió su desnudez. Sin el derramamiento de sangre, la de Jesús, no hay perdón de los pecados y, sin este sacrificio una brecha insondable nos separa de Dios.
Con los vestidos cosidos con hojas de higuera Adán y Eva creyeron que no tendrían que dar cuenta a dios de sus pecados. La idolatría no anula la inmundicia humana y tampoco sirve para que podamos prescindir de arrepentirnos de nuestros pecados y confesarlos a Jesús para que nos los perdone. La idolatría es una huida de la realidad.
Los adoradores de imágenes creen en un dios inexistente y en unos mediadores que no sirven para acercarlos al Dios único y verdadero. La idolatría es un engaño satánico que los idólatras descubrirán cuando abran los ojos en la eternidad y se encuentren en el infierno sufriendo los horrores del fuego eterno. Será inútil suplicar a un amigo o familiar que sepan que goza de la salvación eterna, que moje la punta de un dedo en agua para que moje sus labios resecos por el ardor. Será demasiado tarde para implorar misericordia
Hoy, todavía está el lector a tiempo de arrepentirse del pecado de la idolatría y pedirle al Señor perdón de sus pecados, el de la idolatría en concreto,  para empezar a gozar ahora las primicias de la vida eterna.


JUAN 16. 32

“He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por un lado, y me dejaréis solo, mas no estoy solo porque el Padre está conmigo”
Se acerca la hora en que Jesús como el Buen Pastor que es, dé su vida por las ovejas. Por un lado su muerte en la cruz pone al descubierto la maldad de los hombres que para poder conservar sus privilegios terrenales están dispuestos a matar a un hombre con una muerte tan terrible como lo es morir crucificado. Pero todavía es más terrible si el crucificado es el Hijo de Dios encarnado. Pero  la muerte de Jesús no debe convertirse en un espectáculo supersticioso como ocurre manifiestamente durante la llamada Semana Santa con los pasos de Jesús yaciente, rodeado de legionarios que marcan el paso, de penitentes arrastrando pesadas  cadenas o flagelándose las espaldas. La muerte de Jesús se ha convertido en un espectáculo que produce cuantiosos beneficios, que es lo importante. De coincidir la Semana santa con el confinamiento debido al corona virus y la imposibilidad de celebrar las procesiones con la asistencia de muchedumbres sin guardar la distancia de seguridad, todo sería lamentaciones porque los negocios se habrían quedado  sin ingresos. Es decir, lo que verdaderamente importa no es la muerte de Jesús para perdón de los pecados, sino “celebrarla” (?) como negocio.
El verdadero creyente en Cristo recuerda  la muerte de Jesús siguiendo las indicaciones que el Señor impartió en la última cena con sus discípulos y que el apóstol Pablo de manera muy entendedora imparte instrucciones para su correcto recordatorio. (1 Corintios 11: 23-33).
La muerte de Jesús no es un motivo de tristeza para el creyente porque el abandono al que lo sometieron sus discípulos es una fuente de bendición porque sin su muerte y resurrección  es la respuesta a su oración al Padre de darnos “otro Consolador, para que esté con nosotros para siempre… No os dejaré huérfanos, vendré a vosotros” (Juan 15: 20).
En el texto que comentamos Jesús dijo a sus discípulos que lo abandonarían dejándolo solo, pero les dice que “el Padre está conmigo”. Pero clavado en la cruz, dirigiéndose a su Padre, le dice. “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Marcos 15. 34). En el momento crucial de producirse el perdón de los pecados del pueblo de Dios, porque esto es lo que significa en Nombre Jesús (Mateo 1:21), Jesús tenía que estar solo. La salvación del pueblo de Dios era una labor exclusivamente suya.
Antes de la resurrección de Jesús el conocimiento que los discípulos tenían era muy limitado y difuso. No entendían las Escrituras. Con la muerte y resurrección de Jesús  y con la recepción del Espíritu Santo, los apóstoles y el resto de los discípulos experimentaron un cambio: Estaban en condiciones de interpretar correctamente las Sagradas Escrituras.
Jesús dijo a la samaritana: “la hora viene, y ahora es cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque el Padre tales adoradores busca que le adoren” (Juan 4: 23).



diumenge, 19 de juliol del 2020


SALMO 37:1

“No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad”
 Bendición A veces confundimos prosperidad como señal de bendición divina. En ocasiones lo es, pero no siempre. El texto que comentamos nos dice que la prosperidad de los impíos no es señal de que los tales reciban el favor de Dios. No desees la prosperidad de los impíos nos dice David porque su duración es efímera. “Porque como hierba serán pronto cortados, y como la hierba verde se secarán” (v.2). El   esplendor de los impíos es efímero. Dan la impresión de que son alguien y de repente desaparecen de nuestra vista.  El hombre rico de la parábola almacenó muchos bienes, despreocupándose de la salud de su alma. Todo su empeño estaba volcado a darse la buena vida que su dinero le facilitaba. Para él, el alma no existía porque no la podía tocar. Su cuerpo sí que lo podía palpar y podía experimentar el placer que le producía satisfacer sus exigencias. Pero desde el cielo le llegó un mensaje que le dijo: “Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma, y todo lo que has provisto, ¿de quién será? La reflexión de Jesús: “Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios” (Lucas 12: 21,22). Las riquezas de los potentados se hacen alas y desaparecen de su vida dejándolos desnudos. Si la existencia se acabase con la muerte podríamos decir que los amasadores de fortunas han sido muy afortunados y que han disfrutado de la vida. ¿Qué le ocurrió al rico cuando abrió los ojos en la eternidad y se encontró con la realidad del infierno que menospreció en vida? Clamó: “Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque la lengua, porque estoy atormentado en esta llama” (Lucas 16: 14). ¡Toda la eternidad suplicando que alguien moje la punta de su dedo para refrescar la lengua ardiente! ¡Menuda recompensa proporciona una vida de placeres en este  mundo!
No nos dejemos deslumbrar por el oropel de los ricos y no deseemos poseer sus riquezas que se desvanecen. En este tiempo presente podremos pasar estrecheces, pero “encomienda al Señor tu camino, y espera en Él, y Él hará. Exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía. Guarda silencio ante el Señor y espera en Él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, por el hombre que hace maldades” (vv.5-7).
¡Merece la pena una temporada de placeres a cambio de una eternidad de sufrimiento!


MATEO 5: 5

“Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad”

¿Quiénes son los mansos? Creo que la mejor respuesta que pueda darse es el concepto que Jesús tiene de sí mismo: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón” (Mateo 11:29). Cuando Jesús en el Sermón de la Montaña dice que los mansos heredarán la tierra por heredad se está refiriendo a aquellas personas que se asemejan a Jesús. Ello requiere la previa conversión a Jesús sin la cual nadie podrá entrar en el Reino de los cielos. Con la conversión a Jesús se recibe al Espíritu Santo, con lo que el creyente se convierte en templo de Dios. El Espíritu Santo pone en marcha el espíritu de santificación con lo cual la semejanza a Jesús se va perfeccionando a cada día que transcurre. Este proceso culminará con la muerte y se completará en el día de la resurrección cuando la muerte será sorbida por la victoria, y, el creyente íntegro, es decir, su cuerpo y su alma totalmente despojados de pecado podrá contemplar la gloria de Dios. La calidad de manso no es una meta alcanzada sino un objetivo a alcanzar con plena seguridad. Con la conversión a Jesús se empieza a andar en el camino de la humildad hasta alcanzarla plenamente en el día de la resurrección. Hoy los mansos tienen los ojos puestos en la meta.
Hoy, los mansos no viven en una sociedad perfecta. El salmista hace la distinción cuando escribe: “Los malignos serán destrozados, pero los que esperan en el Señor (los mansos) heredarán la tierra” (Salmo 37: 9).
El mismo salmista nos dice que el hombre todavía no ha cumplido el mandato de Dios de dominar la tierra, cuando escribe: “Espera en el Señor, y guarda tu camino, y Él te exaltará para heredar la tierra” (v. 34). No desfallezcamos cuando brotes de mal genio aparezcan por nuestra condición de pecadores. Reconozcámosla. No permitamos que el pecado tome posesión de nuestro cuerpo y esperemos el momento de ser exaltados para tomar posesión de la heredad que el Señor nos ha prometido.



LA BIBLIA: LA LUZ DEL MUNDO

<b>Una enseñanza exhaustiva de la Biblia vale más que una educación universitaria</b>
Las protestas antirracistas no solamente se han extendido a lo largo y ancho de Estados Unidos, también se han esparcido por todo el mundo. La indignación por la muerte de <b>George Floyd</b> en las manos de un policía que evidenciaba que el deceso no fue fortuito, sino deliberado, ha evidenciado nuevamente el racismo institucional existente en estados Unidos. El mismo presidente <b>Donald Trump</b> con sus palabras dando soporte a la violencia de la policía no ayuda a calmar la ira de la población negra.
En medio del alud de protestas,  la negativa de los militares de poner al ejército a sofocar las protestas, <b>Donald Trump</b> se planta ante la iglesia de Saint John con la actitud teatral de cara de pocos amigos esgrimiendo una Biblia. Tal escena tiene el propósito de complacer a los evangélicos norteamericanos. Se acercan las elecciones y la popularidad del presidente <b>Trump<</b> se desploma. El uso de la Biblia como arma electoral puede complacer a un sector de los evangélicos que confraternizan con el racismo, pero no gusta a Dios que no apoya la violencia injustificada.
Vayamos a la Biblia. El cristianismo evangélico llegó a Estados Unidos con los primeros colonos ingleses que huyendo de la persecución religiosa en su país embarcaron en el May Flower para desembarcar en la costa este de lo que sería Estados Unidos. Llegaron otras oleadas de inmigrantes procedentes de otros países europeos que abandonaban sus hogares porque los reyes católicos, lacayos del papa, no los dejaban vivir y, como herejes que se les consideraba  que merecían morir.
La base religiosa de las colonias que con el tiempo se convertirían en Estados Unidos fue protestante y la Biblia era la roca sobre la que se sustentaba su fe. Es por ello que la Biblia jugó un papel tan importante en la construcción de la nueva Nación.
Cuando <b>Trump</b>, personaje de dudosa calidad moral, utiliza la Biblia como arma propagandista puede tener consecuencias electorales. Lo cierto es que no complace al Espíritu Santo que inspiró a los autores humanos a escribir los libros que contiene la Biblia. Es por ello que la Biblia es la Palabra de Dios. El Libro de los cristianos contiene duras amenazas para quienes menosprecian su contenido y se comportan de manera contraria a sus enseñanzas.
KAP, en una viñeta nos muestra a <b>Trump</b> mostrando la Biblia en su mano. A la imagen le acompaña el pensamiento que KAP atribuye al presidente norteamericano: “¿Alguien me puede decir para qué sirve esto y para quién le sirve?” La duda que KAP atribuye a <b>Trump</b> no la tenían los fundadores de las colonias ni los primeros presidentes de la nueva nación.
Quienes creen de verdad en el Padre de nuestro Señor Jesucristo consideran que la Biblia es el pan espiritual de cada día que alimenta sus almas. No es un pastal que se ingiere en celebraciones puntuales. Por decirlo de otra manera es el Libro que se tiene en la mesita de noche para tenerlo siempre a mano.
La Biblia bien leída y entendida es el tesoro más valioso que pueda tener una persona y una nación, las saca del oscurantismo, de la superstición y de la inmoralidad. La oscuridad espiritual en que se encuentran sumergidas las personas y las naciones les hace pensar que el progreso de los pueblos depende de una economía saneada y de una tecnología avanzada. La realidad nos muestra que ni la tecnología puntera ni la economía sana dan respuesta a la necesidad que tienen las personas de ser felices. Ningún texto constitucional puede garantizarla. Cualquier intento de apagar la luz que irradia la Biblia, se han hecho muchos a lo largo de la historia, se convierte en un crimen contra la humanidad.
<b>George Washington</b>, que fue el primer presidente de Estados Unidos dijo: “Es imposible gobernar el mundo con justicia sin Dios y la Biblia”. El presidente especifica: “Gobernar el mundo con justicia”. Hay muchos gobernantes en el mundo, ¿en qué nación brilla la justicia? “La justicia enaltece la nación, pero el pecado es el oprobio de los pueblos” (Proverbios 13: 34). El proverbio contrasta pecado con justicia. Ambos no pueden ir juntos. Cuando el pecado desaparece de las naciones la justicia social brilla en las mismas. Si tenemos ojos para ver lo que sucede en nuestro entorno nos daremos cuenta de la preeminencia del pecado en sus diversas manifestaciones: Injusticia social, guerras interminables, conductas antisociales, violencia de género, pederastia, robos…Lo que hace que un pueblo sea distinto y que sobresalga del resto de las naciones es si la justicia es su marca de identidad.  ¿Qué es lo que hace  que la reina de Saba tuviese interés en viajar a Jerusalén para entrevistarse con el rey Salomón?  La gloria y la fama que iban con él. Más tarde se fue apartando de la justicia que le daba renombre. Comenzó la decadencia de su reino hasta su destrucción por Nabucodonosor rey de Babilonia.
Hay muchos problemas que acaparan la atención de los gobernantes. <b>Guttemberg</b> que puso a disposición de los alemanes  la nueva tecnología de la imprenta, el primer libro que imprimió fue la Biblia. Refiriéndose a la nueva técnica de impresión, dijo: “Por medio de ella Dios sembrará su Palabra y una primavera de verdad nacerá de ella y una nueva estrella hará desaparecer la oscuridad de la ignorancia y proveerá la luz entre los hombres”. Es una pena que algunos gobernantes utilicen la Biblia como arma de propaganda política.
Octavi Pereña i Cortina



diumenge, 12 de juliol del 2020


MATEO 15: 6

Ya no ha de honrar a su padre o asa su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición”
En cierta ocasión ciertos escribas y fariseos se acercan a Jesús para quejarse que sus discípulos quebrantaban la tradición de los ancianos “porque no se lavan las manos cuando comen pan”. Esto da lugar a que Jesús ponga sobre la mesa el problema de las tradiciones religiosas.
Según Jesús, las tradiciones religiosas de  piedad popular´, según nuestra manera de decir actual, “quebrantan el mandamiento de Dios por vuestra tradición”. Esta denuncia de Jesús debería hacer reflexionar a las jerarquías religiosas que las fomentan. A los que lo hacen Jesús los culpa de falsos  pastores que en vez de pastorear a las ovejas por verdes prados y guiarlas a aguas frescas y cristalinas las conducen al matadero para que mueran eternamente.
Santiago es claro: “Cualquiera que guarde la Ley, pero ofende en un punto, se hace culpable de todos” (2: 10). Los escribas y fariseos en esta ocasión  estaban preocupados por la infracción que cometían los discípulos por no lavarse las manos antes de comer pan. En otras ocasiones, que fueron muchas, odiaban a muerte a Jesús porque quebrantaba el descanso sabático ya que en sábado hacía curaciones. Para ellos, “amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo”, ni importaba. Lo imprescindible antes que la Ley de Dios  era guardar las enseñanzas de los antiguos, que prevalecían por encima de “honrar a tu padre y a tu madre”, con lo que invalidaban “el mandamiento de Dios por vuestra tradición” (V.6).
Jesús a los sacerdotes y fariseos que infringían la Ley de Dios con sus tradiciones, les dice. “Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías cuando dijo: “Este pueblo de labios me honra, mas su corazón Está lejos de mí, pues en vano me honran enseñando como doctrinas mandamientos de hombres” (VV. 7-9).
Los católicos tienen muy señaladas tradiciones que marcan las vidas de muchas personas. Los evangélicos no con tanta publicidad, también nos dejamos guiar por las costumbres. Tal vez no lo tengamos claro. Tanto los unos como los otros no podemos evitar ser tradicionalistas. Lo negamos, pero lo cierto que es así. No tenemos que olvidar lo que Jesús dice a los tradicionalistas: “HIPÓCRITAS”. Velemos que esta acusación de Jesús no siga vigente en el día de nuestra muerte, pues, de no ser así, tal vez no tengamos entrada en el Reino de Dios.


SALMO 119: 136

“Ríos de agua descendieron de mis ojos, porque no guardaban tu Ley”
El salmista con estas  palabras desmiente el concepto erróneo que los fariseos tenían de sí mismos de ser fieles observantes de la Ley de Moisés, que es la de Dios. La Ley de Dios utilizada legítimamente sirve para engrandecer el pecado y conducirnos a Jesús que con su sangre derramada en la cruz del Gólgota nos limpia todos nuestros pecados, si creemos en Él. Ello no significa que nos haya hecho perfectos como nuestro Padre celestial es  perfecto. Lo que hace es introducirnos en el camino que nos lleva a alcanzarla en el día de la resurrección cuando el pecado será exterminado del todo de nosotros. Hasta que esto no suceda, los ojos de los hijos de Dios por adopción por la fe en Jesús, ríos de agua tienen que descender de nuestros ojos por no guardar la Ley de Dios.
No creamos aquellos que nos vienen con el cuento de que  podemos ser hacedores de la Ley de Dios. Si así fuera, el Hijo de Dios no habría tenido necesidad de encarnarse en la Persona de Jesús para salvar a los hijos de Dios de sus pecados.
No creamos aquellos que nos dicen que podemos ser hacedores de la Ley de Dios porque nos quieren imponer una carga imposible de llevar. Pretenderlo nos lleva la frustración ya que no garantiza la seguridad de la salvación.
Como hijos de Dios tal vez no seamos adúlteros como David. Dios en el profeta Natán como instrumento,  le hizo ver la enormidad  de su pecado,  y escribió el Salmo 51. Entre otras cosas dice: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí” (v.10).
Tal vez el lector dirá que no ha cometido pecado tan horroroso, pero sí en su corazón ha cometido adulterio y todos  los pecados que denuncia el Decálogo. Además debemos recordar el consentido “pecado venial”, según los católicos, cometerlo tiene el poder de infringir toda la Ley. No existen excusas para que nuestros ojos no derramen ríos de lágrimas por haber infringido la Ley de Dios.




POLITICOS CALVINISTAS

<b>La regeneración política depende de la regeneración espiritual</b>
<b>Francesc de Carreras</b> comienza así su escrito <i>Holandés y calvinista</i>: “Hace unos días en el curso de una videoconferencia familiar un hijo mío nos hizo soltar a todos una carcajada cuando dijo con cara muy seria que a la vista del “personal político que tenemos en España, la única solución era que viniesen los <i>hombres de negro</i>, se pusiesen al frente de cada uno de los ministerios y designaran presidente del Gobierno a un holandés calvinista”. Es curioso que un joven español proponga como solución del desbarajuste político en nuestro país, debido a la incompetencia  de los políticos, un Presidentes calvinista.
¿Quién fue <b>Juan Calvino?</b> Un reformador francés nacido en Noyon y fallecido en Ginebra (1514-1564). Su enseñanza se basaba exclusivamente en la soberanía  absoluta de Dios y la autoridad suprema de la Biblia como Palabra de Dios que es. Esta enseñanza hizo mella en Holanda y en los políticos. Allí en donde la Biblia brilla con fuerza las personas y las naciones salen del oscurantismo y de la superstición religiosa.
En la escala de valores los calvinistas ponen en primer lugar a Dios y que el ser humano tiene que relacionarse directamente con Él. Difiriéndose del catolicismo romano que intercala entre Dios y el hombre a la Iglesia como mediadora principal y como medidores secundarios la numerosa cohorte de santos y vírgenes, que autoriza ejerzan su papel de medidores. Cuando la Iglesia se engrandece se empequeñece a Dios. La Iglesia usurpa las funciones de Dios y lo situ en un lugar secundario. La Iglesia se alza en la parte alta del podio. El protagonismo que adquiere la Iglesia   hace, entre otras cosas, auto concederse el poder de perdonar los pecados. Jesús afirma que tiene poder de perdonar los pecados porque es Dios. Con la relevancia que adquiere la Iglesia, Jesús no es necesario. Teniendo el fiel católico a un confesor a quien ve, ¿qué necesidad tiene de Jesús a quien no ve? Mas vale pájaro en  mano que cien volando.  ¿Y si se diese el caso de que Jesús sea un mito como muchos aseguran?  Cojamos lo que vemos. A pesar de que los fieles católicos tienen el Nombre de Dios a flor de labios, realmente no creen en Él. La Iglesia le ha quitado a Dios la potestad de perdonar los pecados y la ha traspasado al hombre.
El calvinista no creen en la mediación de la Iglesia, ni en la de santos y vírgenes. Tampoco que el hombre posea el poder de perdonar los pecados como se atribuye la Iglesia. Para él solamente “hay un único Dios, y un único Mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre” (1 Timoteo 2:5). “La sangre de Jesús su Hijo (de Dios) nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1: 7). Nos deja limpios como una patena. Ocurre algo parecido a lo que le sucede a una camisa blanca tendida en el balcón. No sé por qué, pero muy a menudo  le cae una mota en el cuello, el lugar más visible de la prenda, suceso que irrita a las mujeres. La persona cuya alma ha sido blanqueada por la sangre de Jesús no puede soportar la presencia de tan pequeño como lo que se considera pecado venial. No puede permitirlo porque su comisión significa que se ha transgredido toda la Ley de Dios (Santiago 2: 10). Este motivo espiritual hace que el hijo de <b>Francesc de Carreras</b> aporte como solución al desbarajuste político español que los <i>hombres de negro</i> pongan como Presidente del Gobierno a un calvinista.
El apóstol Pablo escribiendo a la iglesia en Roma dice que la autoridad “es un servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme, porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios vengador para castigar al que hace lo malo”                           (Romanos 13: 4).  El que verdaderamente es calvinista se toma al pie de la letra su condición de “servidor de Dios”, de que es un representante suyo para gobernar a su país. Si la característica de Dios es ser justo en su máxima expresión, el ciudadano calvinista o el que ejerce un  cargo público, ambos, en sus respectivas áreas de responsabilidad, desean que se refleje en ellos de la mejor manera posible la santidad de Dios.
El político calvinista forma parte de la membresía de una iglesia local que se reúne para adorar a Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo y deja ante la puerta  del templo los honores públicos que goza. Junto con sus hermanos en la fe celebra la Cena del Señor, que es el recordatorio de la muerte vicaria de Jesús en favor de los pecadores. Lo hace con el espíritu que enseña el apóstol Pablo: “Así pues, todas las veces que coméis este pan y bebéis esta copa la muerte del Señor anunciáis hasta que Él venga. De manera que cualquiera que coma este pan o beba esta copa del Señor  indignamente será culpado del cuerpo y sangre del Señor. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y como así del pan y beba de la copa. Porque el que come y bebe indignamente sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí” (1 Corintios 11: 23-30).
El político calvinista ante el pan y el vino que simbolizan la muerte de Jesús  para perdón de sus pecados, el reconocimiento de su condición de pecador arrepentido y perdonado fortalece su fe y la capacidad  de aplicar la justicia de Dios en el desempeño de su responsabilidad política. El hijo de Francesc de Carreras, aun cuando sea inconscientemente, desea que un político calvinista ocupe la presidencia del Gobierno de España.
Octavi Pereña i Cortina

diumenge, 5 de juliol del 2020


ACTIVIDADES DIABÓLICAS

<b>Si el diablo es un mito, ¿quién es el  causante de los males que padecemos?</b>
Según El País, el exministro de Interior <b>Jorge Fernández Díaz</b> se entrevistó con el papa emérito Benedicto XVI el 17 de junio de 2020 en el monasterio <i>Mater Eclessiae</i> situado en los jardines del Vaticano. Hablaron de los problemas políticos por los que atraviesa España, poniendo especial énfasis en la situación en Cataluña. Según <b> Fernández Díaz</b> Benedicto XVI le aseguró que “el diablo quiere destruir España por los servicios prestados por el país a la Iglesia de Cristo”. Según el exministro el papa emérito le dijo que  “el diablo ataca más a los mejores por esto ataca especialmente a España”. Asimismo el político compartió con los jóvenes la fórmula que según le dio el papa para vencer al diablo en la batalla contra el independentismo catalán. “Humildad, plegaria, sufrimiento y devoción a la Santísima Virgen”.
La pegunta que me hago es: Jorge Fernández Díaz ¿es católico apostólico romano i opusdeista o cristiano? Ambas cosas a la vez no puede serlo.
La afirmación que el político le dijo Benedicto XXI “que el diablo ataca a los mejores y por esto ataca especialmente a España” por mucho que lo haya dicho un papa, n o es cierto. Si España no va bien no se debe al independentismo catalán. No va bien debido a la corrupción política que la infecta desde la cabeza a los pies. Sabe muy bien el exministro que el partido al que está afiliado ha alcanzado cotas muy altas de corrupción. “La justicia enaltece a la nación, pero el pecado es el oprobio de los pueblos” (Proverbios 14. 34). Cuando la Biblia se refiere a la justicia es a la de Dios, no a la de los hombres que tienen un concepto muy distorsionado de ella.
Se tiene que separar el trigo de la paja. <b>Antoni Puigverd</b> en su escrito <i>Satanás y los corsarios</i> que trata del supuesto encuentro entre <b>Jorge Fernández Díaz</b> y <b>Benedicto XVI</b>, escribe. “cualquiera que haya coincidido con Fernández Díaz en una cena (me tocó hace años  en una boda) sabe que este hombre habla por los codos de santos, demonios, ángeles y conquistas españolas en América”. Los servicios que España ha hecho a la Iglesia católica, no los ha prestado a Cristo, debido a que la evangelización se hace predicando la Palabra de Cristo, no con la coacción de la espada.
No señor Fernández Díaz, si España no va bien se debe a la religiosidad supersticiosa de su población y por descontado la de sus dirigentes políticos. Me imagino que el político está empapado de <i>El Camino</i> de monseñor Escrivá de Balaguer, pero sus conocimientos bíblicos brillan por su ausencia. Si tuviese, aunque fuesen pocos, sabría que la decadencia de los pueblos y España es uno de ellos, no se debe a que el diablo tenga un interés en especial en destruirla por ser la mejor nación del mundo. Fernández Díaz le brinda excesivo protagonismo al diablo y se lo niega al hombre que desgraciadamente lo tiene por haber abandonado a Dios y por no haberse arrepentido de sus pecados. Habiéndose despojada de toda la armadura de Dios, no puede resistir las asechanzas del diablo (Efesios 6: 11). El hombre desprovisto de la protección de Dios se encuentra desnudo ante el diablo  lo que hace que le abra la puerta de su corazón de par en par con lo que el diablo toma posesión de él y lo incita a hacer el mal.
Puede parecer una tontería pero no lo es. La religiosidad disfrazada de cristiana no garantiza que quienes la practican sean cristianos. Basta con un ejemplo que Jesús expone. El Maestro tenía muchos encontronazos con los fariseos y los sacerdotes. Saulo de Tarso que más tarde se le conocería como el apóstol Pablo, después de su conversión a Jesús, confiesa que fue un fanático fariseo: “En cuanto a la Ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la Ley, irreprensible” (Filipenses 3: 5,6). Confiesa su legalismo extremo que le impulsó a perseguir a muerte a los cristianos. El fariseísmo estricto al que perteneció Pablo condujo a condenar a muerte al Mesías que el pueblo de Israel esperaba.
En uno de los encuentros de Jesús con los fariseos sale a relucir el tema del diablo que según Fernández Díaz quiere destruir España. Jesús dice al auditorio que había creído en Él: “Si vosotros permanecéis en mi palabra seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres…Así que si el Hijo os libera, seréis verdaderamente libres” (Juan 8:32, 32, 36). Como respuesta le dicen que son hijos de Abraham. Jesús les responde diciéndoles que si fuesen hijos de Abraham las obras de su padre Abraham harían y no desearíais matarme. A partir de ahora la disputa se centra en el diablo. Jesús les dice: “Vosotros sois de  vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer.  Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla, porque es mentiroso y padre de mentira” (v.44). El Roto, en una de sus viñetas, hablando en nombre de muchos, le hace decir a un rostro de aspecto diabólico: “¡No seáis crédulos! ¡El diablo no existe!” Esto quisiera él, que lo transformemos en un bufón de fiesta mayor. Jesús nos lo pinta tal cual es realmente.
El apóstol Pablo detalla las obras que hacen aquellos que tienen como padre espiritual al diablo: “Adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, hechicería, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas acerca de las cuales os amonesto” (Gálatas 5: 19-21).
¡Quién es que destruye España? Las personas que se ponen al servicio del diablo y éste les hace cometer las fechorías que hacen. La súplica que el apóstol Pablo hace a favor de quienes están atrapados en las redes del diablo que: “escapen del lazo del diablo, en que están cautivos  a voluntad de él” (2 Timoteo: 2: 26). España necesita personas que rompan las redes del diablo para levantarla de la decadencia.
Octavi Pereña i Cortina