dimarts, 22 de desembre del 2020

 

LUZ EN LA OSCURIDAD

<b>Andar de día y de noche son dos formas de vivir que se contradicen</b>

Encontrándose Jesús sentado en el monte de los Olivos se le acercan sus discípulos diciéndole: “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y que señal habrá de tu venida, y del fin del tiempo?” (Mateo 24.3). Les responde diciéndoles: “Mirad, que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi Nombre, diciendo: Yo soy el Cristo, y a muchos engañarán” (vv. 4,5). Aparecerán muchos salvadores que conducirán a sus seguidores a la perdición. Añade Jesús: “Y oiréis de guerras y rumores de guerras, mirad no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca, pero aún no es el fin” (v.6). El drama prosigue. “Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y habrá pestes y hambres, y terremotos en distintos lugares” (v.7). Si tenemos ojos para ver percibiremos que en nuestros tiempo se dan muchas de las señales que nos indican que el fin del tiempo se acerca.. Nuestra situación  es parecida a la que el político británico <b>Sir Edward Grey</b> describió el estado en que  se encontraba Europa al inicio de la Primera Guerra Mundial, que se suponía tenía que ser la última: “Se apagan las luces por toda Europa, no las volveremos a ver encendidas mientras vivamos”. Se dice que este conflicto bélico dejó 20 millones de muertos y otros 21 millones tullidos de diversa consideración. Fue un drama terrible como también lo fue la Segunda, y como lo son todos los conflictos guerreros  locales que estallan por doquier. ¿No es verdad que compartimos la opinión de <b>Sir Edward Grey</b> ampliada porque hoy la crisis es global? “Se apagan las luces por toda Europa, no las volveremos a ver encendidas mientras vivamos”. Corremos con incertidumbre, como golpeando al aire, en el intento de salir de la situación en que nos encontramos sin saber dónde está la puerta que nos permita salir de la oscuridad que nos ciega.  Las luces se apagan porque las centrales eléctricas no funcionan. Apretamos insistentemente los interruptores  y las bombillas siguen apagadas. ¿Estamos condenados a permanecer para siempre en tinieblas? De ninguna de las maneras.

El evangelio de Juan comienza con esta sorprendente declaración: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Éste era en el principio con Dios. Todas las cosas por Él fueron hechas, y sin Él nada de lo que hay ha sido hecho, fue hecho. En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella” Juan 1: 1-5). Juan 3: 19  deja claro el motivo por el que los hombres no creen que Jesús es la luz de los hombres: “Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz porque sus obras eran malas”

En el contexto de la mujer sorprendida en adulterio, Jesús hace esta declaración: “Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8. 12).

El salmista hace esta aportación: “Tu palabra (la de Dios) es lámpara a mis pies, y es la luz en mi camino” (Salmo 119: 105). De manera clara que no da lugar a la duda, el salmista expone la manera como se puede salir de la oscuridad que lo envuelve. Sin ningún ápice de duda asegura que la Palabra de Dios es la lámpara que ilumina el camino por el que transita. Envuelto por la oscuridad de la noche  la Palabra de Dios le muestra lo que tiene delante: los agujeros que pueden hacerle tropezar y los obstáculos que dificultan su avance, Le ayuda a evitarlos y a tomar decisiones correctas que le impiden caer en las redes que insidiosamente el diablo le pone en el camino. Da la impresión que las personas maltrechas debido a los múltiples encontronazos recibidos en su andar en las tinieblas dejarían gozosos que la Palabra de Dios iluminase su camino. Desgraciadamente no es así. 

Así de clara es la Palabra de Dios: “Y los otros hombres que no fueron muertos por estas plagas, ni aun así se arrepintieron de los hechos de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra, de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar, y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de sus hurtos” (Apocalipsis 9. 20,21). Prefieren permanecer en la antigua “normalidad” que los ha llevado a la situación en que se encuentran hoy. Situación que no gusta a nadie. El texto de Apocalipsis citado nos da la solución para salir de la catastrófica situación en que hoy nos encontramos: arrepentimiento ante Dios, no ante los sacerdotes, del pecado y abandonar el estilo de vida que nos ha llevado en donde estamos.

La mano misericordiosa de Dios continúa extendida a una humanidad que le desprecia. La más alta  manifestación de la misericordia de Dios hacia nosotros la recordamos de manera especial en las épocas navideñas en que se recuerda al Verbo de Dios que se hizo hombre en la persona de Jesús con el propósito de que los hombres abandonen las tinieblas para abrazar la luz que los guiará a un glorioso futuro eterno. Pero no, la mayoría prefiere dejarse guiar por el consumismo desmesurado que los mantiene atrapados en las tinieblas que los arruinan. Permanecen  sordos al mensaje que los ángeles anunciaron a los pastores: “No temáis, porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblos, que ha nacido hoy, en la ciudad de David, el Salvador, que es Cristo el Señor”

Octavi Pereña i Cortina

 

DEUTEONOMIO, 5: 29

“¡Quien diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y que guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre!”

El texto que comentamos es el lamento del Padre celestial que sufre al ver que su pueblo se aleja de Él. Quiere  lo mejor para sus hijos, pero estos, en vez de lamentar su pecado se vuelven ansiosos hacia otros dioses que además de ser incapaces de ayudarles, al adorar a Satanás en los ídolos que fabrican con sus manos, el diablo como padre de mentira y homicida que es desde el principio, les acarrea muchos males.

Ya Adán y Eva se esconden ente los árboles del paraíso porque la vergüenza que les hacía sentir su pecado les hacía considerar indignos de hablar con su Creador. Vanamente intentan hacer desaparecer la vergüenza de verse desnudos haciéndose unos delantales cosidos con hojas de higuera. Pero la vergüenza se mantiene firme. Es el mismo Señor quien tiene que sustituir sus andrajosos vestidos con otros fabricados con las pieles de unos animales que sacrificó. La sangre de estos animales no podía borrar su pecado pero simbolizaban la de Jesús que sí borra todos los pecados. Hechas la paces con Dios por la fe en el Hijo que señalaban los animales sacrificados se restablece la comunicación con Dios que se había perdido.

Indiscutiblemente la salvación obtenida por la fe en Jesús no puede perderse. Nada ni nadie podrá separarnos del amor de Dios que es en Cristo Jesús. Ello no quita que pueda darse un infantilismo espiritual que el apóstol Pablo denuncia: “De manera que yo, hermanos, no puedo hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como niños en Cristo. Os di a beber leche y no vianda, porque aún no erías capaces, ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales, pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? (1 Corintios 3: 1-3). ¿No se dan celos, contiendas y disensiones en las iglesias? Nos comportamos como niños en Cristo a quienes se nos tiene que dar  a beber leche a pesar de los muchos años que llevamos como cristianos. No hemos madurado. Permanecemos en una anómala infancia espiritual que nos incapacita para comer vianda sólida que es la totalidad de la Palabra de Dios.

Si es esta nuestra condición ya es hora de que empecemos a reconocerlo. El procesos de abandonar la niñez espiritual y crecer hasta alcanzar la condición de adultos en la fe, se inicia con el arrepentimiento.. El reconocimiento de nuestra desnudez que nos avergüenza para que el Señor nos cubra con la túnica de lino blanco que significa que nuestros pecados has sido lavaos por la sangre de Jesús. No necesitamos volver a nacer  porque si de verdad hemos creído en Jesús como nuestro Señor y Salvador ya somos hijos de Dios aun cuando sigamos siendo pecadores. Por ello  necesitamos arrepentirnos diariamente  de nuestros pecados para no entristecer al Espíritu Santo. Si no nos arrepentimos, el Espíritu Santo no podrá fortalecernos y seguiremos siendo niños en la fe con lo que entristeceremos a nuestro Padre celestial.


 

DEUTERONOMIO 18: 11

“Ni quien consulte a los muertos”

“Cuando entres en la tierra que el Señor tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones” (v.9). el texto detalla las diversas prácticas que son abominables a los ojos del Señor. Gracias a Dios que en su misericordia la práctica de hacer pasar a los hijos por el fuego ha sido borrada de nuestra cultura. Otras, como “practicar adivinación, agorero, sortilegio, hechicería, encantador, adivino, mago “ (v. 11), persisten en nuestra sociedad. Las prácticas de consultar a los muertos están prohibidas por Dios porque son medios fraudulentos, inspirados por Satanás, el padre de la mentira, para conocer el futuro. Que Satanás es homicida desde el principio que se lo pregunten a Adán que debido a su desobediencia murió espiritualmente y más tarde físicamente. Satanás pretende que no creamos en Dios ni en su Hijo que vino al mundo para deshacer las obras del diablo.

Una explicación que nos haga comprender  porque el ocultismo,  consultar a los muertos, en sus diversas formas, está tan extendido en nuestros días. La adoración a los  santos y vírgenes, tan destacada en la Iglesia Católica y entre algunas denominaciones protestantes, a pesar de ser algo tan común y respetable, no deja de ser consultar a los muertos. La explicación la encontramos en el rey Saúl que debido a su desobediencia a Dios, Él se apartó del monarca rebelde. El texto nos dice que estando a punto de iniciarse el combate contra los filisteos, “cuando vio Saúl el campamento de los filisteos, tuvo miedo, y se turbó su corazón en gran manera. Y consultó Saúl al Señor, pero el Señor no les respondió ni por sueños, ni por Urim ni por profetas” (1 Samuel 28: 5, 6). El silencio de Dios desesperó a Saúl quien en  sus prisas por conocer de antemano el resultado de la batalla que iba a celebrase en breve dijo a sus consejeros: “Buscadme  una mujer que tenga espíritu de adivinación, para que vaya a ella y por medio de ella pregunte”  (v. 7). Encontrándose desamparado y aterrorizado, contradijo la orden que había dado de “cortar de la tierra a los evocadores y a los adivinos” (v.9). Saúl murió en la batalla. La Biblia nos dice cuál fue la causa de su muerte: “Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra el Señor, contra la palabra del Señor, la cual  no guardó, y porque consultó a una adivina” (1 Crónicas 10: 13).

El silencio de Dios debido a que el pecado corta la comunicación con Él, el medo se apodera de nosotros y pareciéndonos a Saúl buscamos en la adivinación, aun cuando sean santos y vírgenes, pero, de los labios de los adivinos, las vírgenes los santos, brotan mentiras que no desvelan  el futuro que está en las manos de Dios. En la Jerusalén celestial no entrarán “los hechiceros” (Apocalipsis 22. 15). Si los hechiceros no entran en el Reino de Dios es de suponer que tampoco entrarán los que practican cualquier tipo de adivinación. Mala decisión toman aquellos que en vez de buscar dirección en Dios, que es quien  conoce a la perfección el futuro, consultan a los muertos que no los pueden asesorar.

 

 

dilluns, 14 de desembre del 2020

 

MATEO 9:28

“Y llegado a la casa, vinieron a Él los ciegos, y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto. Ellos respondieron: Sí, Señor”

A diferencia de Bartimeo que estaba sentado al lado del camino mendigando, en  este caso, al pasar Jesús por allí le siguieron dos ciegos. Desconocemos sus nombres. Mejor que sea así para que no pensemos que la curación únicamente la realiza en personas con nombre y apellidos. La salvación es universal. Está al alcance de todo aquel que cree en Él.

Una muchedumbre sigue a Jesús, pero únicamente dos ciegos le siguen gritando: “¡Ten misericordia de nosotros Hijo de David!”(v.27). Seguro que la multitud que seguía a Jesús le vitoreaba. Tal vez estaban pensando en hacerle rey porque  había multiplicado los pocos panes  y los escasos peces, así y todo había llenado las panzas de la multitud. También había curado las enfermedades de muchos. Pero estas multitudes enfervorizadas, cuando Jesús entra triunfante en Jerusalén que cubren  con ramas de árboles la calle por la que transitaba Jesús  montado en un asno engalanado, seguro que vitoreaban: “’¡Hosana! ¡Bendito el que viene en el Nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro Padre celestial que viene! ¡Hosana en las alturas!” (Marcos 11: 9,10). ¿Eran creíbles  estas hosannas? Pienso que no. Fue una alabanza insincera. Fue el fruto de seguir la corriente de la mayoría. Si el homenaje que se le rinde a Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén hubiese sido sincero, lo que sucedió durante la parodia de juicio al que se le sometió a Jesús no hubiera sucedido. Pilato “conocía que por envidia lo habían entregado (a Jesús) los principales sacerdotes” (Marcos 15: 10). Los principales sacerdotes como los titiriteros movían los hilos que daban vida a la multitud “incitaban a la multitud  para que les soltase más bien a Barrabás” (v.11). Si Pilato hubiese sido un hombre justo no se hubiera dejado manipular por los principales sacerdotes. Al dictar sentencia hubiera lo declarado: “Inocente”. Pero como era un hombre débil, a pesar de que era el representante del poder de Roma intenta huir de su responsabilidad al dirigirse a la multitud alborotada: “¿Qué, pues, queréis, que haga del que llamáis rey de los judíos?” (v.12). la respuesta fue: “Crucifícale”  (v.13). Pilato,  después de lavarse las manos en un vano intento de liberarse de su responsabilidad, ordenó crucificarle.

Volvamos a los dos ciegos, Jesús les pregunta: “¿Creéis que puedo hacer esto?” ”La pregunta tiene la finalidad de que los ciegos manifiesten su fe. Éstos dijeron. “Sí, Señor”. Verificada la fe, Jesús “les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe sea hecho”. Ya  que “de la abundancia del corazón habla la boca“(Mateo 12: 34). A pesar de que Jesús les había prohibido que hiciesen pública su curación, “salidos ellos, divulgaron la fama de Él por toda aquella tierra”. De la abundancia del corazón habla la boca. Las multitudes que seguían a Jesús que no habían sentido sanidad, de su corazón brotó. “Crucifícale”


 

MARCOS 7: 9

“Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición”

La mayoría d los judíos dl tiempo de Jesús eran muy tradicionalistas y acusaron a los discípulos d Jesús de romper la tradición de los ancianos porque “comían con manos inmundas” (v. 5), sin habérselas lavado. Debe diferenciarse el lavamiento de manos por motivos religiosos de hacerlo por motivos sanitarios como actualmente nos hemos habituado a hacerlo debido al Covid-19.

El lavamiento de manos por motivo religioso tiene efectos contraproducentes ya que afecta a la salud espiritual de quienes lo practican porque los aleja de Dios al depender de las enseñanzas de los hombres en vez de hacerlo en la Palabra de Dios. Los preceptos religiosos que se han introducido a lo largo del tiempo se convierten en leyes más valiosas que la Ley de Dios.

Al enterarse Jesús de la acusación que los fariseos presentaban contra sus discípulos, amparado por la autoridad que tenía por ser el Hijo de Dios encarnado, con  dureza les dice: “Hipócritas, bien profetizó Isaías(v. como está escrito” (v.6). Isaías no profetizó directamente contra los fariseos porque en su tiempo no existía esta secta religiosa. Pero sí que profetizó contra aquellos falsos profetas de su tiempo que anunciaban bendiciones de Dios que Éste no había autorizado porque había decidido castigar a su pueblo. Como las profecías de Isaías están escritas en la Biblia sus enseñanzas sirven para todos los tiempos, incluso los nuestros.

Textualmente el profeta escribió: “Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honran, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado” (29: 13).

La denuncia que hace Jesús utilizando lo dicho por el profeta Isaías no la hace literalmente, pero el contenido es el mismo: No puede enseñarse como Palabra de Dios palabra de hombres. A quienes lo hacen Jesús los acusa de hipócritas por aparentar ser lo que no son. Se presentan como  siendo ángeles de luz cuando realmente son siervos de Satanás. Cuando Jesús dice que los hipócritas enseñan como Palabra de Dios mandamientos de hombres, nos está diciendo que falsean la Verdad de Dios. Dada la trascendencia que tiene el cambio y que afecta a nuestra salvación eterna, tenemos que tener mucho cuidado con las enseñanzas de los hipócritas. Para desenmascararlos debemos mantener íntima comunión con Dios reconociendo nuestra condición de pecadores necesitaos de Él. La reflexión diaria del contenido da la Biblia y la súplica de que se nos otorgue la plenitud del Espíritu Santo para  recibir sabiduría de lo alto, nos capacitará para no caer en las redes de los mensajeros de Satanás.

 

 

 

 

 

MUNDO ENFERMIZO

<B>La enfermedad requiere un médico y un tratamiento para curarla</b>

“Siquiatras y sicólogos han tratado en España los efectos de una gran crisis económica (2008) y atendido a supervivientes de atentados terroristas con decenas de muertos y consolado a padres que terminan de perder a sus hijos en una cuneta. Esta vez con el Covid-19 que provoca la tempestad perfecta. La vida dominada por la incertidumbre, la muerte sin el duelo que dejan secuelas de culpabilidad  y las angustias laborales” (<b>Joaquín Luna</b>).

El sicoterapeuta <b>Luís Muiño</b> hace la siguiente declaración: “Son diversas crisis en una. He aquí el problema. Entre los “filosóficos” aparece el hundimiento de las certidumbres. Se dan personas que carecen de tolerancia a la incerteza. Viven convencidas de que si haces esto o aquello tienes garantizada una realidad determinada. La sociedad también creía que tenía un control de todas las cosas. Y este panorama se agrava porque no tiene respuesta a cuando va a terminar esto”. El Covid-1 ha sido beneficioso en el sentido de que ha hecho tambalear  las columnas sobre las que se sostiene nuestro mundo. En tanto las cosas iban relativamente bien confiábamos en una seguridad inexistente. Creíamos que estábamos construyendo nuestro mundo sobre la roca cuando en realidad lo estábamos haciendo sobre la arena. Esto es lo que nos permite comenzar a construir de otra manera  que no sea sobre la falsa seguridad. ¿Aprovecharemos la lección?

Cada 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental. Celebrar una jornada dedicada a la salud mental significa la existencia de una carencia. Los cristianos podemos contribuir a solucionar el problema si hacemos los deberes. Los cristianos somos los primeros responsables de haber contribuido a que la sociedad no edificase sobre la Roca  porque hemos abandonado el cimiento de la fe cristiana que es la muerte de Jesús el Hijo de Dios en la cruz del Gólgota por nuestros pecados y resucitado de entre los muertos para garantizarnos la vida eterna. Hemos abandonado la Roca y sustituido por tradiciones que son arena. Por esto, cuando los vientos nos son desfavorables y soplan con fuerza, no aguantamos las embestidas y nos hundimos. De grandes males se pueden sacar grandes bienes.  Si es que tenemos ojos para ver la envergadura de lo que nos sucede.

Tenemos que cambiar el chip mental si es que en verdad se desea enderezar la situación actual en que nos encontramos. Hemos estado construyendo la sociedad sobre el endeble cimiento del ateísmo lo cual ha servido para deshacernos de la colaboración  del Todopoderoso. Dicho abandono ha hecho que nos convirtiésemos en dioses con pies de barro lo cual hace que lo que construimos no aguante. Aún estamos a tiempo de deshacer lo que hemos venido haciendo mal.

Los problemas de salud mental que denuncia el Día Mundial de la Salud Mental tienen una raíz espiritual. Quienes los padecen no deberían dejarse guiar por los prejuicios y considerar si sus trastornos mentales no son consecuencia de su ateísmo/agnosticismo que ha hecho que en vez de construir nuestras vidas sobre la Roca que es Cristo, se ha hecho sobre la arena de la incredulidad. Las evidencias muestran que la <i>nueva normalidad</i> no se ha desligado de la antigua.

El salmista nos enseña a buscar la estabilidad emocional en un mundo enfermizo. El salmo 102 incluye una introducción que dice: “La plegaria del afligido que desfallece, y derrama su lamento ante el Señor”. Nos indica que Él es nuestro refugio en el tiempo de la angustia, de las incertidumbres y del dolor.

Para el salmista Dios no es un concepto filosófico para debatir entre intelectuales. Para el salmista Dios es un Ser real, alguien con quien se puede comunicar. Empieza el poema con estas palabras: “Señor, escucha mi oración, y llegue a ti mi clamor. No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia, inclina a mí tu oído” (vv. 1,2). El suplicante utiliza un lenguaje antropomórfico al dirigirse a Dios. A pesar de que Dios es incorpóreo utiliza un lenguaje corporal para describir al Invisible. ¡Qué abismal diferencia entre el antropomorfismo bíblico que nos presenta a Dios como teniendo oídos, ojos, pies, manos…con las esculturas idolátricas que tienen ojos que no ven, oídos que no oyen, manos que no acarician, pies que no se mueven y necesitan ser transportadas!

El Dios eterno cuyo recuerdo permanece de generación en generación “mira la plegaria del destituido y no ha menospreciado su súplica” (v. 17). El Invisible a quien cualquier persona, sin distinción de sexo, cultura, raza, posición social puede dirigirse a Él suplicando su favor ,se hace visible en la Persona de Jesús.

El mundo que ha enfermado para morir debido al pecado y que fuera de Jesús no tiene remedio, no curará su enfermedad espiritual si no permite que el Médico del alma le dé la vida eterna y que en medio del dolor “mira la plegaria del destituido y no la menosprecia”.

Octavi Pereña i Cortina

 

 

dilluns, 7 de desembre del 2020

 

DICTADORES

<b>El poder de los dictadores se desvanece como el rocío a la salida del sol</b>

El libro Hechos de los Apóstoles describe la muerte del rey Herodes Agripa I cuando se encontraba en Cesarea. Perteneció a una familia que no se caracterizó por la justicia. Sus antecesores en el trono se mantuvieron en él gracias a las intrigas palaciegas y los asesinatos. Su abuelo Herodes el Grande intentó matar al niño Jesús por considerar que podría destronarlo. El relato dice. “Y Herodes estaba enojado contra los de Tiro y Sidón…pedían paz porque su territorio era abastecido por el rey. Y el día señalado, Herodes vestido de ropas reales, se sentó en el tribunal y los arengó. Y el pueblo aclamaba gritando: ¡Voz de Dios, no de un hombre! Al momento un ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios, y expiró comido de gusanos”                     (Hechos 12. 20-23).

El historiador judío Flavio Josefo que se puso al servicio de Roma, se refiere a Herodes Agripa I que se encontraba en Cesarea dando una fiesta en honor al emperador Claudio. Herodes vestía una túnica tejida con hilo de plata que reflejaba los rayos del sol. En medio de los aplausos de los presentes comenzó a encontrarse mal, siendo trasladado a su residencia en donde murió al cabo de cinco días.

Ambos textos coinciden en el vestido. El bíblico dice “vestido de ropas reales”, es decir no ordinarias. El de Flavio “túnica tejida con hilo de plata”. Los textos difieren en el comportamiento de los asistentes al acto. El bíblico dice: “El pueblo aclamaba gritando: “¡Voz de Dios y no de hombre!” El de Flavio: “En medio de los aplausos de los presentes”. Ambos textos coinciden en decir que Herodes murió pero no de la manera que sucedió. El texto bíblico dice: “Al momento un ángel del Señor le hirió por cuanto no dio la gloria a Dios, y expiró comido de gusanos”. El de Flavio. “Comenzó a sentirse mal, siendo trasladado a su residencia en donde murió al cabo de cinco días”. El texto bíblico dice que la muerte repentina de Herodes se debió a un acto de la justicia divina. El de Flavio que Herodes murió de muerte natural como la mayoría de las personas..

El lector que ha llegado hasta aquí se preguntará el motivo por el que he expuesto la muerte de Herodes explicada por dos fuentes. Me ha impulsado a hacerlo una breve nota d prensa que lleva por título: “Torturas y violaciones. El “inhumano” sistema de prisión en Corea del Norte”. Al texto le acompaña una fotografía del dictador Kim Jung-un ante un fondo que viene a representar un sol brillante. Todos los dictadores creen que tienen el  cargo por la “gracia de Dios” y por ello están autorizados a defender a capa y espada el cargo con toda clase de crímenes porque se sienten legitimados a cometerlos. Es cierto lo que dice el apóstol Pablo: “Sométase toda persona a las autoridades superiores, porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay por Dios han sido establecidas”. Si el texto bíblico terminas aquí podríamos entender que las autoridades están autorizadas a actuar como ancha Castilla. Hacer y deshacer a placer. Pero no, el texto sigue diciendo: “Porque las autoridades no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer a la autoridad? Haz lo bueno y tendrás alabanza de ella, porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios,  vengador para castigar al que hace lo malo” (Romanos 13: 1, 3, 4). Lo que está mal o bien no lo dictan los dictadores, lo determina la Biblia.  Las autoridades como servidores de Dios  deben gobernar guiados por los principios bíblicos de la justicia.

Debido al reyezuelo que todos llevamos dentro nos comportamos como pequeños dictadores en el hogar, convirtiéndolo en un infierno. La cosa va en aumento en la escuela haciendo muy difícil la convivencia con los compañeros por el carácter autoritario. La situación alcanza el disloque en el momento en que Dios dispone que un pequeño dictador obtenga el poder. “Estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad,  avaricia, maldad, llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños, malignidades, murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia” (Romanos 1. 29-31). Comportamiento que se manifiesta con más o menos intensidad en el ciudadano de a pie pero que se percibe de manera extrema en el dictador.

Un informe de Human Right Watch que acompaña la nota de prensa citada previamente, se puede aplicar con matices en todas las naciones, incluso en las que presumen ser “democracias consolidadas”. La investigación titulada: “Valemos menos que un animal”, habla de abusos y violaciones del debido proceso durante la detención preventiva en Corea del Norte, subrayando las lagunas del sistema penal y del marco jurídico del preso que resulta en la tortura generalizada y sistemática de aquellos que están  arrestados. El informe da varias recomendaciones al régimen para poner fin a la tortura endémica y degradante en centros de prisión preventiva e interrogatorios. Según la nota de prensa el informe es el resultado de entrevistas realizadas a 46 norte coreanos que habían sido detenidos.

A pesar de que los dictadores pueden terminar sus vidas no siendo “comidos por los gusanos” como le sucedió a Herodes Agripa I, no podrán justificar sus crímenes cometidos cuando tengan que presentarse ante el tribunal de Cristo y tengan que escuchar de los labios del Juez: “Os digo que no sé de dónde sois, apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad. Allí será el llanto y el crujir de dientes”                    (Lucas 13: 27,28). No les valdrá la excusa: “Tú nos has dado la autoridad y el poder”.

Octavi Pereña i Cortina DICTADORES

<b>El poder de los dictadores se desvanece como el rocío a la salida del sol</b>

El libro Hechos de los Apóstoles describe la muerte del rey Herodes Agripa I cuando se encontraba en Cesarea. Perteneció a una familia que no se caracterizó por la justicia. Sus antecesores en el trono se mantuvieron en él gracias a las intrigas palaciegas y los asesinatos. Su abuelo Herodes el Grande intentó matar al niño Jesús por considerar que podría destronarlo. El relato dice. “Y Herodes estaba enojado contra los de Tiro y Sidón…pedían paz porque su territorio era abastecido por el rey. Y el día señalado, Herodes vestido de ropas reales, se sentó en el tribunal y los arengó. Y el pueblo aclamaba gritando: ¡Voz de Dios, no de un hombre! Al momento un ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios, y expiró comido de gusanos”                     (Hechos 12. 20-23).

El historiador judío Flavio Josefo que se puso al servicio de Roma, se refiere a Herodes Agripa I que se encontraba en Cesarea dando una fiesta en honor al emperador Claudio. Herodes vestía una túnica tejida con hilo de plata que reflejaba los rayos del sol. En medio de los aplausos de los presentes comenzó a encontrarse mal, siendo trasladado a su residencia en donde murió al cabo de cinco días.

Ambos textos coinciden en el vestido. El bíblico dice “vestido de ropas reales”, es decir no ordinarias. El de Flavio “túnica tejida con hilo de plata”. Los textos difieren en el comportamiento de los asistentes al acto. El bíblico dice: “El pueblo aclamaba gritando: “¡Voz de Dios y no de hombre!” El de Flavio: “En medio de los aplausos de los presentes”. Ambos textos coinciden en decir que Herodes murió pero no de la manera que sucedió. El texto bíblico dice: “Al momento un ángel del Señor le hirió por cuanto no dio la gloria a Dios, y expiró comido de gusanos”. El de Flavio. “Comenzó a sentirse mal, siendo trasladado a su residencia en donde murió al cabo de cinco días”. El texto bíblico dice que la muerte repentina de Herodes se debió a un acto de la justicia divina. El de Flavio que Herodes murió de muerte natural como la mayoría de las personas..

El lector que ha llegado hasta aquí se preguntará el motivo por el que he expuesto la muerte de Herodes explicada por dos fuentes. Me ha impulsado a hacerlo una breve nota d prensa que lleva por título: “Torturas y violaciones. El “inhumano” sistema de prisión en Corea del Norte”. Al texto le acompaña una fotografía del dictador Kim Jung-un ante un fondo que viene a representar un sol brillante. Todos los dictadores creen que tienen el  cargo por la “gracia de Dios” y por ello están autorizados a defender a capa y espada el cargo con toda clase de crímenes porque se sienten legitimados a cometerlos. Es cierto lo que dice el apóstol Pablo: “Sométase toda persona a las autoridades superiores, porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay por Dios han sido establecidas”. Si el texto bíblico terminas aquí podríamos entender que las autoridades están autorizadas a actuar como ancha Castilla. Hacer y deshacer a placer. Pero no, el texto sigue diciendo: “Porque las autoridades no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer a la autoridad? Haz lo bueno y tendrás alabanza de ella, porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios,  vengador para castigar al que hace lo malo” (Romanos 13: 1, 3, 4). Lo que está mal o bien no lo dictan los dictadores, lo determina la Biblia.  Las autoridades como servidores de Dios  deben gobernar guiados por los principios bíblicos de la justicia.

Debido al reyezuelo que todos llevamos dentro nos comportamos como pequeños dictadores en el hogar, convirtiéndolo en un infierno. La cosa va en aumento en la escuela haciendo muy difícil la convivencia con los compañeros por el carácter autoritario. La situación alcanza el disloque en el momento en que Dios dispone que un pequeño dictador obtenga el poder. “Estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad,  avaricia, maldad, llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños, malignidades, murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia” (Romanos 1. 29-31). Comportamiento que se manifiesta con más o menos intensidad en el ciudadano de a pie pero que se percibe de manera extrema en el dictador.

Un informe de Human Right Watch que acompaña la nota de prensa citada previamente, se puede aplicar con matices en todas las naciones, incluso en las que presumen ser “democracias consolidadas”. La investigación titulada: “Valemos menos que un animal”, habla de abusos y violaciones del debido proceso durante la detención preventiva en Corea del Norte, subrayando las lagunas del sistema penal y del marco jurídico del preso que resulta en la tortura generalizada y sistemática de aquellos que están  arrestados. El informe da varias recomendaciones al régimen para poner fin a la tortura endémica y degradante en centros de prisión preventiva e interrogatorios. Según la nota de prensa el informe es el resultado de entrevistas realizadas a 46 norte coreanos que habían sido detenidos.

A pesar de que los dictadores pueden terminar sus vidas no siendo “comidos por los gusanos” como le sucedió a Herodes Agripa I, no podrán justificar sus crímenes cometidos cuando tengan que presentarse ante el tribunal de Cristo y tengan que escuchar de los labios del Juez: “Os digo que no sé de dónde sois, apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad. Allí será el llanto y el crujir de dientes”                    (Lucas 13: 27,28). No les valdrá la excusa: “Tú nos has dado la autoridad y el poder”.

Octavi Pereña i Cortina


 

DICTADORES

<b>El poder de los dictadores se desvanece como el rocío a la salida del sol</b>

El libro Hechos de los Apóstoles describe la muerte del rey Herodes Agripa I cuando se encontraba en Cesarea. Perteneció a una familia que no se caracterizó por la justicia. Sus antecesores en el trono se mantuvieron en él gracias a las intrigas palaciegas y los asesinatos. Su abuelo Herodes el Grande intentó matar al niño Jesús por considerar que podría destronarlo. El relato dice. “Y Herodes estaba enojado contra los de Tiro y Sidón…pedían paz porque su territorio era abastecido por el rey. Y el día señalado, Herodes vestido de ropas reales, se sentó en el tribunal y los arengó. Y el pueblo aclamaba gritando: ¡Voz de Dios, no de un hombre! Al momento un ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios, y expiró comido de gusanos”                     (Hechos 12. 20-23).

El historiador judío Flavio Josefo que se puso al servicio de Roma, se refiere a Herodes Agripa I que se encontraba en Cesarea dando una fiesta en honor al emperador Claudio. Herodes vestía una túnica tejida con hilo de plata que reflejaba los rayos del sol. En medio de los aplausos de los presentes comenzó a encontrarse mal, siendo trasladado a su residencia en donde murió al cabo de cinco días.

Ambos textos coinciden en el vestido. El bíblico dice “vestido de ropas reales”, es decir no ordinarias. El de Flavio “túnica tejida con hilo de plata”. Los textos difieren en el comportamiento de los asistentes al acto. El bíblico dice: “El pueblo aclamaba gritando: “¡Voz de Dios y no de hombre!” El de Flavio: “En medio de los aplausos de los presentes”. Ambos textos coinciden en decir que Herodes murió pero no de la manera que sucedió. El texto bíblico dice: “Al momento un ángel del Señor le hirió por cuanto no dio la gloria a Dios, y expiró comido de gusanos”. El de Flavio. “Comenzó a sentirse mal, siendo trasladado a su residencia en donde murió al cabo de cinco días”. El texto bíblico dice que la muerte repentina de Herodes se debió a un acto de la justicia divina. El de Flavio que Herodes murió de muerte natural como la mayoría de las personas..

El lector que ha llegado hasta aquí se preguntará el motivo por el que he expuesto la muerte de Herodes explicada por dos fuentes. Me ha impulsado a hacerlo una breve nota d prensa que lleva por título: “Torturas y violaciones. El “inhumano” sistema de prisión en Corea del Norte”. Al texto le acompaña una fotografía del dictador Kim Jung-un ante un fondo que viene a representar un sol brillante. Todos los dictadores creen que tienen el  cargo por la “gracia de Dios” y por ello están autorizados a defender a capa y espada el cargo con toda clase de crímenes porque se sienten legitimados a cometerlos. Es cierto lo que dice el apóstol Pablo: “Sométase toda persona a las autoridades superiores, porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay por Dios han sido establecidas”. Si el texto bíblico terminas aquí podríamos entender que las autoridades están autorizadas a actuar como ancha Castilla. Hacer y deshacer a placer. Pero no, el texto sigue diciendo: “Porque las autoridades no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer a la autoridad? Haz lo bueno y tendrás alabanza de ella, porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios,  vengador para castigar al que hace lo malo” (Romanos 13: 1, 3, 4). Lo que está mal o bien no lo dictan los dictadores, lo determina la Biblia.  Las autoridades como servidores de Dios  deben gobernar guiados por los principios bíblicos de la justicia.

Debido al reyezuelo que todos llevamos dentro nos comportamos como pequeños dictadores en el hogar, convirtiéndolo en un infierno. La cosa va en aumento en la escuela haciendo muy difícil la convivencia con los compañeros por el carácter autoritario. La situación alcanza el disloque en el momento en que Dios dispone que un pequeño dictador obtenga el poder. “Estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad,  avaricia, maldad, llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños, malignidades, murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia” (Romanos 1. 29-31). Comportamiento que se manifiesta con más o menos intensidad en el ciudadano de a pie pero que se percibe de manera extrema en el dictador.

Un informe de Human Right Watch que acompaña la nota de prensa citada previamente, se puede aplicar con matices en todas las naciones, incluso en las que presumen ser “democracias consolidadas”. La investigación titulada: “Valemos menos que un animal”, habla de abusos y violaciones del debido proceso durante la detención preventiva en Corea del Norte, subrayando las lagunas del sistema penal y del marco jurídico del preso que resulta en la tortura generalizada y sistemática de aquellos que están  arrestados. El informe da varias recomendaciones al régimen para poner fin a la tortura endémica y degradante en centros de prisión preventiva e interrogatorios. Según la nota de prensa el informe es el resultado de entrevistas realizadas a 46 norte coreanos que habían sido detenidos.

A pesar de que los dictadores pueden terminar sus vidas no siendo “comidos por los gusanos” como le sucedió a Herodes Agripa I, no podrán justificar sus crímenes cometidos cuando tengan que presentarse ante el tribunal de Cristo y tengan que escuchar de los labios del Juez: “Os digo que no sé de dónde sois, apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad. Allí será el llanto y el crujir de dientes”                    (Lucas 13: 27,28). No les valdrá la excusa: “Tú nos has dado la autoridad y el poder”.

Octavi Pereña i Cortina

 

 

 

JUDAS 24,25

Y Aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria i majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén

La necesidad de buscar ayuda fuera de uno mismo pienso que se encuentra en todas las personas. Muchos que no creen en Dios buscan ayuda en el hombre y en los avances tecnológicos de nuestro tiempo. Otros que creen en el mundo de los espíritus la buscan en videntes que dicen ser capaces de ponernos en comunicación con los muertos y pedirles ayuda. Otros que creen en Dios pero que tienen una idea muy vaga de quien es debido a la mala información que han recibido de sus maestros espirituales, la buscan por medio de santos y vírgenes.  El texto que comentamos se desentiende de los intermediarios mencionados en donde se va buscar ayuda, y nos presenta al Único que verdaderamente puede oír nuestras súplicas y darles respuesta de la manera más conveniente para quienes se la piden. Es la alabanza a Dios que Judas, no el Iscariote que traicionó a Jesús,  pone al final de su breve escrito. Es a Dios a quien tenemos que implorar directamente sin necesidad de intermediarios.

La fragilidad del ser humano es inmensa. Lo malo es que no queremos reconocerlo. Judas es uno de los pocos que lo reconocen. Es por esto que la doxología con la que termina su breve escrito nos lleva  a Aquel que es poderoso para guardarnos sin caída” .Aun cuando en nuestra debilidad podemos tropezar y caer y hacernos daño, la misericordia del Señor es tan grande que nos tiende la mano, nos levanta y vuelve a ponernos en el amino estrecho que nos lleva a Él.

Algo muy importante que nos preocupa  y que nos consume. La cuestión del pecado. Excepto Jesús, no ha existido ningún ser humano exento de pecado. La mitología católica puede presentarnos a María la madre de Jesús como concebida sin pecado original. Es pura mitología que no tiene ningún parecido con la realidad. El pecado nos impide presentarnos ante la presencia de Dios tres veces santo, pero la sangre de Jesús derramada en la cruz limpia todos nuestros pecados. Es por ello que Aquel que es poderoso puede “presentarnos sin mancha delante de su gloria con gran alegría”. El encuentro por fe con Jesús restablece nuestra comunicación con Dios es lo que hace que dejemos tirada en la cuneta la tristeza que nos agobia y prosigamos gozosos el camino.

Para el verdadero cristiano hay un Único y Sabio Dios y un único Salvador y un único Espíritu Santo que grava en el corazón la verdad de la doxología que comentamos: “Sea (a Él) gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén”.

Quiera el Señor  que el lector crea plenamente la  verdad de las palabras de Judas. La gloria a Dios lo requiere y nuestra salvación lo exige. No se puede creer a medias. Eso sí, aquello no. Se cree o no se cree. El término medio no existe.


 

NÚMEROS 27: 15-17

“Entonces respondió Moisés al Señor, diciendo: Ponga el Señor, Dios de los espíritus de toda carne, un varón sobre la congregación, que salga delante de ellos y que ande delante de ellos, que los saque y que los introduzca para que la congregación del Señor no sea como ovejas sin pastor”

Esta súplica Moisés la hace cuando el Señor le hizo subir al monte Aboim desde el cual podría contemplar la Tierra Prometida que no le fue permitido pisarla. Entiende que ha llegado el momento de dejar este mundo para ir a la presencia de Dios a quien había servido durante tantos años. Moisés, a pesar de tantos quebraderos de cabeza que le había dado aquel pueblo duro de cerviz, que por el poder de Dios había sacado de Egipto y había guiado durante cuarenta años en la travesía por el desierto, a pesar de ello, lo amaba.

El profundo amor que Moisés sentía por su pueblo le impulsa a pronunciar la oración que sirve de base a esta meditación. Los pastores que tienen que pastorear a las iglesias no son eternos. Cuando llega la hora establecida por Dios de tener que dejar este mundo para partir hacia la presencia del Señor. Otros, por distintos motivos, tienen que dejar las iglesias en estado de “sede vacante”.  Desgraciadamente, con demasiada frecuencia se hace la sustitución un tanto a la ligera. Se busca consejo a instituciones para producir el relevo. O se le pide al pastor saliente que facilite el nombre de un sustituto. ¡Quién mejor que él que conoce el mercado para ayudar! Se olvida buscar ayuda en quien conoce los corazones de las personas para que haga ver cuál es la persona adecuada para ocupar el púlpito vacante.

Moisés imploró la dirección del Señor y Éste le respondió indicándole quien era la persona que Él había escogido para sustituirle: “Toma a Josué, hijo de Nun, en el cual hay espíritu y pondrás tu mano sobre él” (v. 18).  La imposición de la mano no significa transmisión del Espíritu Santo, sino el reconocimiento de alguien que se considera escogido por Dios para pastorear a la iglesia.

Al inicio de la iglesia cristiana se presentó el problema de tener que cubrir la vacante que se había producido en el grupo de los 12 apóstoles, la de  Judas que había traicionado a Jesús. De entre el grupo de creyentes se escogieron dos nombres. ¿Quién de ellos tenía que ser el sustituto de Judas? El texto nos dice: ”Y orando dijeron: Tú Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos has escogido” (Hechos 1: 21). El modo de hacer la elección es lo de menos. Lo importante es que sea el Señor que por el Espíritu Santo haga la elección y lo muestre a la iglesia. Votar, según nos enseña el sistema político democrático no es la manera de escoger a los pastores y dirigentes de las iglesias. No debe perderse jamás de vista que el gobierno de las iglesias es teocrático, es decir que es Dios quien las gobierna, no el hombre.

 

 

 

 

dilluns, 30 de novembre del 2020

 

1 TIMOTEO 1:15

“Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero”

El diario británico The London Times planteó esta pregunta entre sus lectores: ¿Qué va mal en este mundo? La redacción del rotativo recibió muchas respuestas. De entre todas ellas sobresale  la que envió el poeta y filósofo británica G. K. Chesterton. La mayoría de las respuestas escurrían el bulto. Según Chesterton, el motivo por el que el mundo no va bien  se debe a los políticos porque no cumplen  con sus obligaciones y solamente piensan en conservar la butaca.Del sistema educativo porque no enseña como es debido. De los padres de los otros hijos porque no los educan como debería ser. Los consienten y los convierten en pequeños tiranos que les amargan la vida y se transforman en delincuentes juveniles y cuando son adultos se convierten en carne de presidio, aun cuando sean delincuentes de cuello blanco. Chesterton hace diana cuando  la respuesta a la pregunta que plantea el The London Times tiene solo cuatro palabras: “Queridos señores, soy yo”.

Siglos anteriores de que Chesterton viese la luz de este mundo, Saulo de Tarso que se le conoce como el apóstol Pablo, antes de convertirse a Cristo fue un fariseo que cegado por el odio se convirtió en un feroz perseguidor de los cristianos para llevarlos a las autoridades religiosas para que fuesen encarcelados e incluso apedrearlos hasta morir. La actitud de Saulo nos enseña que el celo religioso puede convertir a las personas en peores que las bestias salvajes. El desmedido celo religioso ciega el entendimiento y la ofuscación y convierte en criminales a pesar de que las fechorías se hagan en el Nombre de Dios. En España queda el triste recuerdo de la criminalidad del celo religioso en la llamada Santa Inquisición que quemaba en las hogueras a los creyentes en Jesús que consideraban herejes. ¡Cuántos crímenes no se cometen al amparo de la religión!

Saulo se dirige furioso hacia Damasco para dar su merecido a los herejes cristianos que vivían en aquella ciudad. Antes de llegar a destino, Saulo tiene un dramático encuentro con Jesús cuando iba en persecución de los cristianos. El perseguidor de cristianos se convierte en una nueva persona. El muy conocido apóstol Pablo. Éste, escribiendo a su discípulo Timoteo y refiriéndose a su pasado de perseguidor de cristianos, responde la pregunta que plantea el periódico  británico: ¿Qué va mal en este mundo? “Habiendo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador, mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia en mi necedad. Pero la gracia de nuestro Señor Jesucristo fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús. Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primeo. Pero por esto fui recibido a misericordia para que Jesús mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habían de creer en Él para vida eterna” (1 Timoteo 1:13-16).

El peor de los criminales, por la gracia de Dios puede convertirse de ser un problema a ser la solución.


 

ISAÍAS 55. 3

Inclinad vuestro oído, y venid a mí, oíd y vivirá vuestra alma”

“Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Romanos 1. 20). La creación descubre a Dios.

La pequeña ciudad de Green Bush, Virginia, EUA, se la considera la ciudad más tranquila de Estados Unidos. Esta es la razón por la que se halla instalado en esta zona el Green Bank Observatorio en donde se ha instalado el radio telescopio más grande del mundo para escuchar las ondas de radio que emiten los astros en su deambular por el universo. Se ha escogido la zona de Green Bush porque está libre de ondas electromagnéticas que interfieran la extrema sensibilidad del radio telescopio. La preocupación que tienen los científicos es que a la hora de escuchar la voz que emite el universo no se produzcan interferencias. Es un aviso que hacen a los cristianos a la hora de inclinar nuestros oídos para escuchar la voz de Dios que vivifica nuestras almas.

El Señor nos avisa de que cuando queramos ir a Él en oración tenemos que aislarnos del mundanal ruido que dificulta oír la voz de Dios, “el silbo apacible”. ¿Parece apropiado leer la Palaba de Dios teniendo la radio o el televisor encendidos? Las voces, la música, indiscutiblemente distraen  y hacen que no se preste atención a lo que Dios quiere decirnos cuando nos habla por medio de su Palabra.

He aquí el sabio consejo que Jesús nos da: ”Mas tú, cuando ores, entra en tu habitación, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público” (Mateo 6: 6). El Señor nos viene a decir que nuestros momentos devocionales no deben caracterizarse por la rutina, sino por la intencionalidad de prestar la máxima atención a lo que él quiere decirnos en la lectura. La predisposición a encerrarse en la habitación no solamente tiene que aislarnos de los medios de comunicación, también de la propia familia. Ninguna interferencia, sea de los medios de comunicación, sea de la familia, deben estorbar los momentos íntimos que pasamos en comunicación con el Señor

 

 

EL MUNDO TRASBALSADO

<b>Si se anda en las tinieblas no se puede encontrar el camino</b>

En su escrito <i>El mundo al revés</i>, <b>Daniel Fernández</b>, expone: “Que nuestro sistema de valores se ha pervertido y que el ascensor social se h encallado en alguna sima abismal”. Para ilustrar este <i> mundo al revés</i>, dice. “Futbolistas y populistas son los héroes de este <i>mundo al revés</i> y cuando esto se comprende, todo es cristal. Sacamos a la calle antes los perros que a los niños, abrimos antes los bares que las escuelas. A más de un supuesto líder es necesario aplicarle el efecto brújula y entender que dicen todo lo contrario de todo lo que piensan. Es una falsa simetría que explica casi todo lo que pasa…Nos piden que conservemos la calma al mismo tiempo que se nos inocula el pánico en dosis continuas de alarmas no siempre justificadas. Esperamos que todo mejore en tanto nos tememos lo peor. Desconfiamos de las autoridades y nos quejamos de la falta de autoridad. No queremos obedecer y no queremos que nos gobiernen los tibios y los blandos de corazón. Somos un universo dislocado e irracional. Y necesitamos que alguien nos saque de él pronto. Pero no solamente a uno o dos, sino a todos nosotros. Es necesario empezar a despertar y asumir que vivimos en peligro. Y es necesario estar dispuestos a enfrentarnos al mal y distinguir los sueños de las pesadillas”.

Esta compilación del pensamiento de <b>Daniel Fernández</b> retrata muy bien  <i>el mundo al revés</i> en que vivimos. Nos muestra una realidad que nos desvela y que para intentar huir de ella nos atiborramos de pastillas que dice son inocuas y que acaban por hacernos adictos a ellas. <i>El mundo al revés</i> en que vivimos carece de brújula que nos señale el norte.

En la lucha por la supervivencia nos agarramos a un salvavidas que creemos nos va a sacar de la confusión en que nos encontramos y que a la hora de la verdad descubrimos que no sirve. Y  persistimos en construir un <i>un mundo al revés</i>.

La Biblia es un manual de filosofía y de manera especial lo es el libro de Proverbios. Ahora que se reivindica la filosofía, como solución a los problema que sufrimos, y se publican libros para acercarla a los ignorantes, no puedo dejar de recomendar  al lector su lectura atenta. Proverbios pone al alcance de las personas interesadas en adquirir sabiduría la sabiduría de Dios. Por medio de un padre preocupado por la educación de su hijo da consejos que no tienen fecha de caducidad.  El aviso que el padre da a su hijo es muy adecuado para salir del  <i> mundo al revés</i>.del que nos habla <b>Daniel Fernández</b>: “Guarda hijo mío el mandamiento de tu padre, y no dejes la enseñanza de tu madre, átalos siempre en tu corazón, enlázalos a tu cuello, te guiarán cuando andes, cuando duermas te guardarán, hablarán contigo cuando despiertes. Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, y camino de vida las reprensiones que te instruyen” (Proverbios 6: 22,23).

Dios mediante la figura de un padre nos transmite la importancia que tiene la Biblia que es palabra de Dios. Simbólicamente nos la enlazamos al cuello, es decir se la tiene siempre presente para que pueda cumplir el oficio de ser lámpara a nuestros pies. El salmista hace esta pregunta: “¿Con qué limpiará el joven (cualquier persona) su camino?”, el salmista responde: “Con guardar tu palabra” (Salmo 119: 9).

La Biblia a pesar de ser una obra humana porque los autores materiales de haberla escrito son hombres, que la han redactado conservando el estilo de cada uno de ellos. El Autor real es Dios que por el Espíritu Santo los guió a redactarla. El apóstol Pablo escribe: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y es útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea completo, preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3: 16,17). El hecho de que la Biblia sea un libro divino-humano es lo que hace posible ejerza su función educadora, de guiar a una persona cuando anda, velar por ella cuando duerme, y hablarle cuando está despierta. Lo que merece ser destacado del texto de Proverbios citado es: “El mandamiento es lámpara y la enseñanza es luz”. Físicamente la luz es imprescindible para que en el caminar no andemos a tientas y no tropecemos con los obstáculos que se pueden presentar en el camino. En la oscuridad nos sentimos desorientados. Lo mismo ocurre en el campo espiritual. Sin Cristo que es la luz del mundo andamos en tinieblas pero siguiéndole se dispone de la luz de la vida (Juan 8: 12). Desgraciadamente los hombres aman más las tinieblas que la luz y no van a la luz para que sus obras no sean reprobadas. (Juan 3: 19,20).

A pesar que por nacimiento natural todos contribuimos a levantar el <i>mundo al revés</i>, la misericordia de Dios hace posible que quienes no aman la luz porque no desean que su obras sean reprobadas, la luz que resplandece en sus corazones les hace ver que son pecadores y la necesidad de ir a Jesús que es el Médico del alma. Por la fe en Él que es regalo de Dios reciben el Espíritu Santo que les fortalece para emprender un nuevo camino a lo largo del cual se van desprendiendo de su pasado injusto y se van revistiendo de la justicia divina con lo cual participan a la desconstrucción del <i>mundo al revés</i> que tantos perjuicios nos otorga.

Octavi Pereña i Cortina


dilluns, 23 de novembre del 2020

 

2 SAMUEL 12: 16

“Entonces David rogó a Dios por el niño, y ayunó David, y entró y pasó la noche acostado en tierra”

El niño por el que ruega David es el fruto del adulterio cometido con Betsabé, esposa de Urias heteo a quien el rey mandó matar para encubrir su pecado. Ante la amonestación del profeta Natán, David se arrepintió de su pecado. A pesar de que Dios le concede el perdón, las consecuencias del pecado no desaparecen, son el castigo de Dios por el pecado cometido. El profeta le dice al rey: “Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada, por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urias heteo para que fuese tu mujer. Así ha dicho el Señor: He aquí yo haré levantar el mal sobre ti, de tu misma casa, y tomaré tus mujeres, y las daré tu prójimo el cual yacerá con tus mujeres a la vista del sol. Porque lo hiciste en secreto, mas yo harté esto mismo delante de todo Israel y a pleno sol…Mas por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos del Señor, el hijo que te ha nacido ciertamente morirá” (vv. 10-12, 14).

Este relato de la vida de David pone al descubierto que tal vez mucho del sufrimiento que se da en el mundo es una consecuencia del pecado de los hombres. Se vive sin tener en cuenta a Dios y a su Ley. La transgredimos porque decimos que Dios no existe y si existe no ve lo que hacemos en secreto. Por muy escondido que hagamos algo, Dios lo ve y no puede considerar inocente al culpable. Todo pecado tiene sus consecuencias. Y, cuando se aplica la sentencia debido a nuestro pecado, exclamamos. “¿Por qué a mí?” “No es justo lo que me ocurre”. Nos comportamos de manera parecida a como lo hacen  los niños que cuando los padres los reprenden, cogen una rabieta y patalean. Con tal actitud, la situación empeora. Para combatir el trastorno mental que ocasiona las consecuencias del pecado nos atiborramos de pastillas que nos esclavizan.

El texto que comentamos tiene que ver con el niño que nació fruto del adulterio y que Dios sentenció a morir. David pudo enojarse contra Dios diciéndole: ¿Qué culpa tiene el niño? Es inocente. Pero no lo hace. Reconoce su culpabilidad en lo que sucede. Humildemente acepta las consecuencia de sui pecado: “Y el Señor hirió al  niño que la mujer de Urias había dado a David y enfermó gravemente” (v.15). David suplicó a Dios por la salud del niño como enseña el texto que sirve de base de esta meditación. Suplicó intensamente por su salud. Pero la sentencia dictada por Dios tenía que cumplirse. “Y al séptimo día murió el niño” (v.18). Conocido el desenlace, el comportamiento de David cambia por completo. El rey explica a qué se debe el cambio de actitud: “Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Dios tendrá compasión de mí, y vivirá mi hijo? Mas ahora que ha muerto, ¿por qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerlo volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí” (22,23). David acepto la voluntad de Dios, no se resistió a ella y el dolor del alma desapareció.


 

SALMO 143: 8

“Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado, hazme saber el camino por dónde ande, porque a ti he elevado mi alma”

Este texto nos enseña algo muy importante: ¿cuál debe ser el primer pensamiento que nazca en nuestra mente al despertar por la mañana? El Salmo 143 lo escribió el rey David. Es de suponer que en su cabeza hervían urgentes problemas de estado que debían resolverse. No pide directamente por ellos. Suplica la misericordia de Dios. Su favor. Su bendición. ¿Por qué hace esta petición?  Nos lo dice cuando escribe: “Porque en ti he confiado”. Para David Dios no era un Dios lejano que sabía de Él de oídas. No era un conocimiento intelectual fruto de los razonamientos. No era este el conocimiento que David tenía de Dios. Tenía intimidad con Él. Imploraba por la mañana la misericordia divina porque en Dios confiaba.

¿Qué va a traernos un nuevo día? Nadie lo sabe. Las situaciones cambian cada dos por tres. Hacemos planes que de repente se hacen inútiles. No debe extrañarnos que los gobernantes vayan perdidos con el Covid-19. Sea en el aspecto nacional o personal nos encontramos en continua confusión. La situación en que nos encontramos se debe a el ateísmo o la incredulidad nos hacen dudar de la existencia de Dios. ¿Cómo le vamos a pedir por la mañana su misericordia si nuestro dios es un dios desconocido?  ¡Oh incredulidad, cuántos daños no nos ocasionas?

La confusión ambiental nos perjudica porque estamos envueltos en ella. Si no sabemos cómo salir del lodazal en el que nos hundimos, ha llegado la hora de que le pidamos a Dios que nos ayude en nuestra incredulidad. Que nos de fe necesaria para confiar en Él para pedirle misericordia y nos haga saber en cada momento el camino que hemos de seguir.

Quiera el Señor, querido lector, que puedas llegar a decir: “Yo sé en quien he creído”. Que tengas al Señor afincado en tu corazón y que el Espíritu Santo, al abrir los ojos por la mañana haga brotar de tu corazón la súplica de David: “Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado, hazme saber el camino por donde ande, porque a ti he elevado mi alma”.

 

 

EN EL PUNTO DE MIRA

<b>La corrupción en la Iglesia Católica es una piedra de molino atada en su cuello que no le permite alzar el vuelo</b>

<b>Josep Miró i Ardevol en su escrito <i>Iglesia: una idea equivocada<i/> argumenta que el mundo quiere que  la Iglesia Católica se le parezca. Lo hace en estos términos: “A raíz de las palabras de Francisco se produce un reiterado tipo de comentario, formulado ante cualquier iniciativa por parte de la Iglesia. Consiste en exigir que se parezca mucho más al “mundo”, a la sociedad, asumiendo sus cambios, y el reconocimiento de sus nuevas instituciones, prácticas, costumbres y pasiones. En este caso al matrimonio homosexual, pero igual sirve para razonar sobre el aborto, la eutanasia, el sacerdocio femenino, y muchos más temas”.

La pregunta que me ha movido a comentar el escrito de Josep Miró es: ¿Qué ha provocado el descredito que la Iglesia Católica tiene hoy? No es que el mundo pretenda asimilarla. Al revés. Es la Iglesia la que asimila al mundo. Este proceso tiene una causa. La Biblia la expone con nitidez. Es responsabilidad de quienes se consideran católicos analizarla.

Los avisos que reiteradamente hacían los profetas al pueblo de Israel es que debían  mantenerse apartados de los paganos que convivían con ellos. Si esta separación no se producía  las costumbres religiosas de los paganos los infectarían. El resultado fue el abandono de Dios que los liberó de la esclavitud egipcia y que los introdujo en la Tierra Prometida. Por  mano de Josué entraron a poseer la heredad que el Señor les había prometido. Pero no expulsaron a los habitantes de la tierra. El contacto con ellos contaminó la fe de los israelitas. En vez de atraer los israelitas a los paganos a Dios fueron éstos los que atrajeron a los israelitas a adorar a sus dioses. Esto pudo ser así debido al vacío que se había producido en el corazón de los israelitas por haber abandonado a Dios. El vacío se compensó con las creencias religiosas de los paganos que convivían con ellos.

El Antiguo Testamento no se escribió únicamente para proporcionar conocimientos históricos. El propósito principal es que los lectores aprendan de los éxitos y fracasos del pueblo de Dios para que no se repitan los fracasos. Adquieran la sabiduría de Dios que almacenan sus páginas.

“Esta manera de razonar” dice <b>Josep Miró>/b>, “la del “mundo”, expresa un desconocimiento grande de la misión de la Iglesia, aquello que da sentido a su existencia desde Pentecostés del año primero”. El libro d los Hechos de los Apóstoles que es de donde extrae <b>Josep Miró</b> la palabra Pentecostés, muestra cómo era la iglesia apostólica. La fe de aquellos primeros cristianos. De sus luchas para mantenerla viva en un entorno pagano que les era hostil. La situación siguió siendo la misma hasta que en el año 313, con la publicación del Edicto de Milán que concedió a los cristianos los mismos derechos que gozaban las otras religiones. “La iglesia estaba libre de persecuciones. Su firmeza, su fe, y su organización la habían sacado a flote en medio de tantos peligros. Pero al obtener la libertad de sus enemigos, había caído en gran parte bajo el dominio dl trono imperial de Roma. Había empezado una fatal unión con el estado” (<b>Williston Walker</b>). La unión con del estado hizo que los emperadores participasen en el gobierno de la iglesia. Convocasen concilios. Ello fue fatal para la salud espiritual de la iglesia. Se abrió de par en par la puerta para que el paganismo contaminase la fe de la iglesia. Por lo que hace al cristianismo occidental cayó bajo la autoridad del papa de Roma que se convirtió en el único interlocutor con el estado. Este maridaje ha sido fatal para la Iglesia Católica y lo sigue siendo hoy. 

<b>Josep Miró</b> no tiene motivo para quejarse de que el “mundo” tenga una idea equivocada de la Iglesia. Pienso que debería reflexionar sobre la causa  que la ha llevado a ser lo que hoy es y que no tiene ningún parecido con la iglesia que nació en el primer Pentecostés. Que queda reflejada en el libro de los Hechos de los Apóstoles.

Hoy la Iglesia Católica se ha convertido en la multinacional de la religión, corrompida de los pies  a la cabeza. La corrupción que los medios de comunicación se encargan de hacerla pública se debe a que la fe que enseña y su nueva evangelización no tienen ningún parecido con el de la iglesia apostólica. Su alejamiento de la fe del Nuevo Testamento impide que pueda reformarse según Dios. Si no se produce un auténtico arrepentimiento cualquier intento de reforma será como lo ha sido en otros intentos  pasado. Agua de borrajas Podrá reaccionar con otra Contrarreforma que tampoco no servirá  de nada.

La Iglesia Católica está en el punto de mira del mundo debido a su corrupción. Jesús dijo a Pilato: “Mi reino no es de este mundo” (Juan 18: 36). En el momento en que la iglesia empezó a festejar con el estado y se fue a la cama con él, el reino que tenía que el de los cielos  se ha convertido en el reino de este mundo. Para resolver este conflicto de intereses que tanto desprestigio  causa a la Iglesia Católica sería conveniente que tuviese en cuenta estas palabras de Jesús: “Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperan y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, <i>mintiendo</i>. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros”                      (Mateo 5: 11,12).

Octavi Pereña i Cortina

 

dilluns, 9 de novembre del 2020

 

EL VIRUS QUE CORROMPE  A LAS NACIONES

<b>¿Existe vacuna contra el virus de la corrupción?</b>

<b>Antonio Muñoz Molina</b> finaliza su escrito <i> La otra pandemia</i> así: “No sé, sinceramente qué podemos hacer los ciudadanos normales, los no contagiados de odio, los que quisiéramos ver  la vida política regida por los mismos principios de pragmatismo y concordia por los que casi todo el mundo se guía en la vida diaria. Nos ponemos la mascarilla, guardamos distancias, salimos poco, nos lavamos las manos, hacemos nuestro trabajo lo mejor que podemos. Si no hacemos algo más esta gente (los políticos) va a hundirnos a todos”.

El autor del escrito que menciono creo que hace una crítica muy sensata de la situación política, sanitaria y educativa actual. Termina su realista escrito manifestando su impotencia ante la caótica situación actual que  se desborda provocando que tanto la clase política y la ciudadana anden a tientas para no darse cabezazos contra un muro.

“A cada momento”, dice <b>Antonio Muñoz</b>, “la política española se va volviendo más y más tóxica que el virus de la pandemia. El aumento de los contagios y las muertes los hemos visto agravados por el espectáculo cochambroso de la discordia política, de la ineficacia aliada al sectarismo de la irresponsabilidad frívola que poco a poco va mutando en negligencia criminal. La política española es tan destructiva como el virus. Contra el virus llegará la vacuna e irán mejorando los tratamientos paliativos, contra el veneno español de la baja política no parece que haya remedio”. La situación actual, política, social y económica de España la describe muy bien  <b>Antonio Muñoz</b> al decir “si no hacemos algo más esa gente va a hundirnos a todos”.

<b>Antonio Muñoz</b> ve así el panorama español: “El buen gobierno, la justicia social, necesitan lo primero de todo de una administración honesta y eficiente. Las mejores intenciones naufragan en la nada o en el despropósito si no hay estructuras eficaces y flexibles y funcionarios capaces que las mantienen en marcha”.

Se dice de <b>Diógenes</b>, el filósofo griego que iba por la calle a pleno sol llevando un candil encendido. Alejandro el Grande que lo vio, se extraña de este comportamiento tan peculiar. Se le acerca y le dice: “¿Por qué vas por la calle con un candil encendido?” La respuesta que le da el sabio es “Busco un hombre”. Esta respuesta pone de relieve que en siglo IV a.C. ya tambaleaban las estructuras políticas. Bamboleaban anteriormente y  seguirán haciéndolo en el futuro. El hombre en su condición de ser caído ha perdido la noción de qué es la justicia y se comporta de manera totalmente opuesta a la Ley de Dios.

“La justicia” (resumiendo consiste en comportarse a la manera de Dios),”enaltece a la nación, pero el pecado es el oprobio de los pueblos” (Proverbios 14: 34). La Biblia nos habla de personas justas. Estas personas no son seres perfectos. Son hombres y mujeres cuyos pecados han sido perdonados  y lavados por la sangre de Jesús derramada en la cruz y que por la fe en su Nombre se han convertido en personas nuevas. No son perfectos. Han nacido de nuevo por el Espíritu Santo cuya presencia los impulsa a abandonar el comportamiento injusto que los dominaba antes de la conversión a Cristo. Se sienten motivados a hacer aquello que le place al Dios totalmente justo. Yendo por la calle a plena luz del sol no van a encontrarse con ningún hombre ni con ninguna mujer que arregle el desbarajuste social que  nos lleva a la miseria. Los cristianos tienen que salir a la calle no a buscar personas justas que nos saquen del lodazal en que estamos metidos, sino proclamando el Evangelio de Jesús que es la luz del mundo. Cada persona que cree en Jesús,  resplandece en su corazón la luz de Dios, resplandor que le hace ver lo que realmente es. Este conocimiento con la ayuda del Espíritu Santo facilita abandonar lo que se era antes de la conversión a Cristo e impulsa a vivir la ética de la Ley de Dios. Estos son los hombres y mujeres que nos ayudarán a salir del peligro en que nos encontramos si se cree el mensaje de la Biblia de la cual son heraldos.

Abandonar la política que es tanto o más destructiva que el Covid-19 en un mundo maldecido por Dios debido al pecado de Adán no se conseguirá ni que toda la humanidad estuviese formada por personas verdaderamente convertidas a Jesús. Que mejoraría mucho la condición en que nos encontramos, evidentemente. Pero una sociedad que reuniese esta condición no sería la ideal porque la justicia no brillaría en todo su esplendor.

Si una cosa tenemos que aprender de la Historia es que las naciones, los imperios, nacen y la corrupción los destruye. Los nacionalismos exacerbados se envuelven con banderas para intentar esconder la corrupción que hay en ellos. El intento no funciona: “el pecado es el oprobio de los pueblos”.

Nabucodonosor rey de Babilonia vio en un sueño una estatua de grandes dimensiones de aspecto terrible. El profeta Daniel interpreta el significado de la descomunal imagen. A partir del imperio babilónico otros imperios nacerán y desaparecerán sucesivamente hasta el fin del tiempo: “Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo, desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre. De la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano la cual desmenuzó (la estatua). El gran Dios ha mostrado al rey (Nabucodonosor) lo que ha de acontecer en lo porvenir, y el sueño es verdadero y fiel la interpretación” (Daniel 2: 1-45). Esta es la esperanza del cristiano: ser ciudadano del reino de Dios eterno en done la justicia resplandecerá en todo su esplendor y. “enjugará Dios toda lagrima de los ojos de ellos, y que no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor porque las primeras cosas pasaron” (las que ocurren en el mundo actual) (Apocalipsis 21: 4).

Octavi Pereña i Cortina

 

 

MATEO 6: 31

“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas esta cosas os serán añadidas”

Alguien escribió: “No somos nada más que pequeñitos, pequeños, infinitesimales temporales en la cronología de la historia. ¿Importamos?” La respuesta que demos a la pregunta que se hace el autor desconocido de la sentencia es de trascendental importancia porque  según sea la respuesta que demos nos hará entender  si nuestra vida tiene sentido o no.

Moisés escribe en el salmo 90: “Los días de nuestra edad son setenta años, y en los más robustos son ochenta años, con todo su fortaleza es molestia y trabajo, porque pronto pasan y volamos” (vv. 9,10). Moisés destaca la pequeñez e insignificancia del ser humano. Lo cual nos lleva a preguntarnos: ¿De verdad importamos? Sí. Importamos porque importamos a Dios. El hecho de que Dios nos tenga en cuenta permite que nos podamos dirigir a Él tal como Moisés lo hace: “De mañana sácianos de tu misericordia, y cantaremos y  nos alegraremos todos nuestros días” (v. 14). De tal manera Dios nos h amado que ha dado a su Hijo para que todos los que creen en Él tengan vida eterna.

Importamos porque aunque nuestra vida temporal sea muy breve, el poco tiempo de que disponemos podemos emplearlo para compartir con aquellos cuyas vidas no tienen sentido el amor de Dios y así sus vidas tengan valor si aceptan el perdón de sus pecados que les es dado por la fe  en el Nombre de Jesús.

A pesar de que somos pelegrinos, que estamos de paso sobre la tierra, los creyentes en Cristo gozamos de la vida eterna. La garantía de que la poseemos, que no es una suposición, sino que es una certeza, se debe a que Jesús murió para salvar al pueblo de Dios de sus pecados y resucitó para darle vida eterna.

Somos de gran valor para Dios porque ha pagado un elevado precio para que podamos ser salvos: La muerte de su Hijo en la cruz del Gólgota. Aunque se nos pueda despreciar. y se nos acuse de fanáticos porque ponemos a Dios Padre y a su Hijo en primer lugar y con ello nos distingamos del resto del mundo, tenemos en Jesús el tesoro de gran valor que los ladrones no nos podrán robar ni el orín corromper. Es más, nos lo llevaremos con nosotros en nuestro viaje hacia la Jerusalén celestial.


 

MARCOS 10. 50

“Él entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús”

El texto identifica a una persona con nombre y apellidos: Bartimeo el ciego, hijo de Timeo. Profesión: Mendigo. Local comercial: Junto al camino. En aquella época ser ciego equivalía a pobreza extrema. La única manera de poder malvivir era mendigar. Hoy, al menos en España, los ciegos pueden llevar una vida digna vendiendo cupones de lotería de la organización ONCE. Podemos disentir de la bondad de los juegos de azar. Pero los ciegos adheridos a ONCE  pueden llevar una vida decente.

Volvamos a nuestro Bartimeo. De repente oye un fuerte clamor de una multitud que se acercaba al lugar en que estaba mendigando. Se entera que el ruido anómalo que escucha  lo producía una multitud que seguía a Jesús. Lo más probable fuese que Bartimeo hubiese oído hablar de los milagros que hacía Jesús. Su ceguera le impedía acudir a los lugares en los que Jesús obraba milagros. De oídas conocía a Jesús, es lo más probable. Por lo que nos dice el texto, da la impresión de que Bartimeo tenía un fuerte deseo de salir al encuentro de Jesús para que le curase la ceguera. Al darse cuenta de que Jesús está pasando cerca de él, Bartimeo se pone a gritar con fuerza: “Jesús, hijo de David, ten misericordia de mí. Los ultra defensores del orden que respete  el derecho de los ciudadanos  a que no se los moleste con gritos, reprenden a Bartimeo para que se calle. Bartimeo sin hacer caso de la prohibición: “Clamaba mucho más: ¡hijo de David, ten misericordia de mí! La imperiosa necesidad que tenía Bartimeo de recuperar la visión impulsaba a Bartimeo a comportarse como si fuese un mal educado.

En el sentido espiritual tenemos ojos para ver y no vemos. No somos conscientes de nuestra ceguera. No sentimos necesidad de gritar a viva voz: “¡Jesús, hijo de David ten misericordia de mí!” los gritos de Bartimeo atraen la atención de Jesús que, deteniéndose “mandó llamarle”. La multitud que quería que el alborotador se callase, le dicen al ciego. “Ten confianza, levántate, te llama”. Bartimeo, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús”. No perdió el tiempo. Abandonando la capa se acercó a Jesús que le dijo: “¿Qué quieres que te haga?” Como  era de suponer la prioridad del ciego era recuperar la vista. Le dijo a Jesús: “Maestro, que recobre la vista”. Es muy posible que el lector sea un ciego espiritual que viviendo en un país que se considera cristiano por fuerza ha tenido que oír hablar de Jesús. Si se le acercase, ¿se  levantaría corriendo del sitio en donde esté para decirle: “Señor Jesús, ayuda mi incredulidad, ten misericordia de mí. Dame fe para que pueda creer en Ti”. Si esta suposición se hiciese realidad,  no dude el lector que de los labios de Jesús oiría estas palabras: “Vete en paz, tu fe te ha salvado”. Y como hizo Bartimeo seguiría a Jesús en el camino