EL MUNDO TRASBALSADO
<b>Si se anda en las tinieblas no se puede encontrar el
camino</b>
En su escrito <i>El mundo al revés</i>, <b>Daniel
Fernández</b>, expone: “Que nuestro sistema de valores se ha pervertido y
que el ascensor social se h encallado en alguna sima abismal”. Para ilustrar
este <i> mundo al revés</i>, dice. “Futbolistas y populistas son
los héroes de este <i>mundo al revés</i> y cuando esto se
comprende, todo es cristal. Sacamos a la calle antes los perros que a los
niños, abrimos antes los bares que las escuelas. A más de un supuesto líder es
necesario aplicarle el efecto brújula y entender que dicen todo lo contrario de
todo lo que piensan. Es una falsa simetría que explica casi todo lo que
pasa…Nos piden que conservemos la calma al mismo tiempo que se nos inocula el
pánico en dosis continuas de alarmas no siempre justificadas. Esperamos que
todo mejore en tanto nos tememos lo peor. Desconfiamos de las autoridades y nos
quejamos de la falta de autoridad. No queremos obedecer y no queremos que nos
gobiernen los tibios y los blandos de corazón. Somos un universo dislocado e
irracional. Y necesitamos que alguien nos saque de él pronto. Pero no solamente
a uno o dos, sino a todos nosotros. Es necesario empezar a despertar y asumir
que vivimos en peligro. Y es necesario estar dispuestos a enfrentarnos al mal y
distinguir los sueños de las pesadillas”.
Esta compilación del pensamiento de <b>Daniel Fernández</b>
retrata muy bien <i>el mundo al
revés</i> en que vivimos. Nos muestra una realidad que nos desvela y que
para intentar huir de ella nos atiborramos de pastillas que dice son inocuas y
que acaban por hacernos adictos a ellas. <i>El mundo al revés</i>
en que vivimos carece de brújula que nos señale el norte.
En la lucha por la supervivencia nos agarramos a un salvavidas que creemos nos
va a sacar de la confusión en que nos encontramos y que a la hora de la verdad
descubrimos que no sirve. Y persistimos
en construir un <i>un mundo al revés</i>.
La Biblia es un manual de filosofía y de manera especial lo es el libro de
Proverbios. Ahora que se reivindica la filosofía, como solución a los problema
que sufrimos, y se publican libros para acercarla a los ignorantes, no puedo
dejar de recomendar al lector su lectura
atenta. Proverbios pone al alcance de las personas interesadas en adquirir
sabiduría la sabiduría de Dios. Por medio de un padre preocupado por la
educación de su hijo da consejos que no tienen fecha de caducidad. El aviso que el padre da a su hijo es muy
adecuado para salir del <i> mundo
al revés</i>.del que nos habla <b>Daniel Fernández</b>:
“Guarda hijo mío el mandamiento de tu padre, y no dejes la enseñanza de tu
madre, átalos siempre en tu corazón, enlázalos a tu cuello, te guiarán cuando
andes, cuando duermas te guardarán, hablarán contigo cuando despiertes. Porque
el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, y camino de vida las
reprensiones que te instruyen” (Proverbios 6: 22,23).
Dios mediante la figura de un padre nos transmite la importancia que tiene
la Biblia que es palabra de Dios. Simbólicamente nos la enlazamos al cuello, es
decir se la tiene siempre presente para que pueda cumplir el oficio de ser
lámpara a nuestros pies. El salmista hace esta pregunta: “¿Con qué limpiará el
joven (cualquier persona) su camino?”, el salmista responde: “Con guardar tu
palabra” (Salmo 119: 9).
La Biblia a pesar de ser una obra humana porque los autores materiales de
haberla escrito son hombres, que la han redactado conservando el estilo de cada
uno de ellos. El Autor real es Dios que por el Espíritu Santo los guió a
redactarla. El apóstol Pablo escribe: “Toda la Escritura es inspirada por Dios,
y es útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en la
justicia, a fin de que el hombre de Dios sea completo, preparado para toda
buena obra” (2 Timoteo 3: 16,17). El hecho de que la Biblia sea un libro
divino-humano es lo que hace posible ejerza su función educadora, de guiar a
una persona cuando anda, velar por ella cuando duerme, y hablarle cuando está
despierta. Lo que merece ser destacado del texto de Proverbios citado es: “El
mandamiento es lámpara y la enseñanza es luz”. Físicamente la luz es
imprescindible para que en el caminar no andemos a tientas y no tropecemos con
los obstáculos que se pueden presentar en el camino. En la oscuridad nos
sentimos desorientados. Lo mismo ocurre en el campo espiritual. Sin Cristo que
es la luz del mundo andamos en tinieblas pero siguiéndole se dispone de la luz
de la vida (Juan 8: 12). Desgraciadamente los hombres aman más las tinieblas
que la luz y no van a la luz para que sus obras no sean reprobadas. (Juan 3:
19,20).
A pesar que por nacimiento natural todos contribuimos a levantar el
<i>mundo al revés</i>, la misericordia de Dios hace posible que
quienes no aman la luz porque no desean que su obras sean reprobadas, la luz
que resplandece en sus corazones les hace ver que son pecadores y la necesidad
de ir a Jesús que es el Médico del alma. Por la fe en Él que es regalo de Dios
reciben el Espíritu Santo que les fortalece para emprender un nuevo camino a lo
largo del cual se van desprendiendo de su pasado injusto y se van revistiendo
de la justicia divina con lo cual participan a la desconstrucción del
<i>mundo al revés</i> que tantos perjuicios nos otorga.
Octavi Pereña i Cortina
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