dimarts, 27 de desembre del 2016

JOB 16:21

“Que haya un defensor para el hombre ante Dios, como un hombre defiende a su amigo”
Los hombres somos espiritualmente débiles. Tenemos conciencia de ello e intentamos recuperar la debilidad del alma yendo al gimnasio y la práctica de deportes, cuanto más duros y más riesgo, mejor. Cuanto más sudor desprendamos, tanto mejor. Nuestro cuerpo se vigoriza y estamos en condiciones de alcanzar metas que creíamos inalcanzables.
La fuerza física no es el remedio para la debilidad del alma. La musculatura no es el antídoto para la flaqueza espiritual. Los atletas, los de musculatura de hierro, están sujetos a las mismas pasiones que el resto de las personas que revelan una personalidad decadente.
El Señor, el Creador de los cielos y de la tierra, el Todopoderoso “no desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen, pero los que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán  y no se fatigarán” (Isaías 40: 28-31).
En nuestro tiempo, principalmente en Occidente, a pesar de la miseria que se da por doquiera, se lanzan toneladas de alimentos, no sólo la clase pudiente, también entre los que se benefician de las campañas de recogida de alimentos. Esta sociedad pudiente se caracteriza a por ser una sociedad afectada por la fatiga crónica. Somos una sociedad compuesta de personas permanentemente cansadas que deben vigorizarse con las bebidas de moda que dicen levantan el ánimo decaído. Nosotros, los cristianos verdaderos, no necesitamos los reconstituyentes de invención humana, a la vez que vacían nuestros bolsillos, no cumplen lo que prometen. Siguiendo el consejo del profeta Isaías nos fortalecemos en el Señor. Jesús que es el Jehová de quien habla el profeta, nos hace esta invitación: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados (afectados por la fatiga crónica), y yo os haré descansar” (Mateo 11.28).
Las palabras de Job que encabezan este escrito están vinculadas con unos amigos que le aconsejaban hacer las paces con Dios, pues consideraban que su aflicción era el resultado de su pecado. Nuestros amigos no siempre son lo que aparentan ser. Ante Dios tenemos un Defensor que en el cumplimiento del tiempo se encarnó en la persona de Jesús, que es el Hombre fuerte que en la adversidad está nuestro lado, fortaleciéndonos para que no desfallezcamos bajo la carga del pecado que nos debilita.


JUAN 13:30

“Cuando él (judas) hubo tomado el bocado luego salió y era ya de noche”
Se aproxima el momento álgido del ministerio de Jesús: su muerte con la que pagaba nuestra cuenta pendiente con Dios. El precio de nuestra salvación es tan elevado que no lo podríamos pagar ni con todo el oro del mundo. Solamente la preciosa sangre de Jesús puede hacerlo.
Se acerca la Pascua y el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo tenía que morir tal como estaba establecido desde antes de la fundación del mundo. Unos hombres, eran quienes tenían que ofrecer el sacrificio: “Los principales sacerdotes y los escribas buscaban como matarle, porque temían al pueblo” (Lucas 22:2).
Cuando Jesús tenía dos años la Biblia registra el primer intento de Satanás de matarle por medio del rey Herodes, para evitar su muerte de cruz. A lo largo de su ministerio público el Maligno lo intentó inútilmente en diversas ocasiones. Ahora, en el momento determinado por Dios el sacrificio es inminente. A Judas, uno de los instrumentos satánicos para quitar la vida al Hijo del hombre, se le presenta la oportunidad para que tan macabro asesinato de produzca: “Y entró Satanás en Judas” (Lucas 22:3). Completada la preparación por la posesión satánica de Judas, el traidor “habló con los principales sacerdotes, y con los jefes de la guardia, de cómo se le entregaría” (v.4). “Y era de noche” cuando abandonó la sala para cometer la Gran Traición de entregar a Jesús. Sabiendo que fuimos rescatados de nuestra vana manera de vivir “con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de nosotros” (1 Pedro 1: 19,20), no quita de Judas la responsabilidad de haber entregado a Jesús por 30 monedas de plata: “A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de Él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a este hombre no haber nacido” (Marcos 1421).
“Y era de noche” cuando Judas abandonó la sala es un símil de la oscuridad espiritual que ennegrece las almas de quienes Satanás es su padre. Esta oscuridad no desaparece con la educación. Personas muy cultas son auténticos mafiosos. La oscuridad del alma por la presencia de Satanás en ella y que lleva a efectuar grandes perversidades debe reemplazarse por la luz de Cristo cuando se introduce en ella por la fe en el Nombre del Señor. Cuando esto ocurre, la luz de Cristo que resplandecen el alma, la oscuridad de la noche desaparece,  dando comienzo a un andar en novedad de vida. Las cosa viejas pasaron y han sido hechas nuevas.
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PARAISO RECUPERADO

<b>¿Es posible deshacer el entuerto cometido por Adán?</b>
Una ojeada superficial a nuestro entorno nos daremos cuenta de la suciedad que producen los desperdicios que engendra la sociedad que se considera civilizada: la erosión que desertiza el territorio, la desaparición de muchas especies animales que perjudica el equilibrio medioambiental, la destrucción de ciudades por las bombas que siembran el terror entre la población, la muerte de niños de hambre y de enfermedades que actualmente se pueden curar. Podemos alargar la lista de las cosas que afean a la Tierra. Ecologistas y científicos nos avisan de que es urgente hacer algo para evitar la destrucción del planeta que nos da cobijo. La respuesta al llamado  son buenas palabras para acallar las conciencias y poco más. Disponemos de los medios económicos y tecnológicos para hacer que la Tierra siga siendo un espacio acogedor para toda la población, ¿qué ocurre?
Vayamos al principio del relato de la creación según la Biblia. Cuando la Tierra estaba en condiciones de recibir al hombre Dios lo creó y, “tomó, pues, el Señor Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrase y lo cultivase” (Génesis 2:15). El creador lo había hecho todo muy bien, pero el mantenimiento y cuidado del huerto lo puso en manos de Adán y Eva. Todo era perfecto y el cuidado y mantenimiento del jardín no hacía sudar. Sin esperarlo sucede algo que trastorna el equilibrio idílico en el que vivían nuestros primeros padres. La permanencia del jardín idílico dependía de la obediencia de Adán y Eva a la prohibición que el Creador les había mandado. No lo hicieron y comieron “del árbol del conocimiento del bien y del mal” (2:17). Comieron y el idilio se evaporó. Adán y Eva instantáneamente murieron espiritualmente. Un abismo profundo e infranqueable se abrió que impidió la relación del hombre con su Creador. Más tarde murieron físicamente. El entorno idílico en que vivían también se vio afectado. De los labios del Creador salió la sentencia condenatoria que se merecía su rebelión. “Y al hombre dijo: por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol que te mandé diciendo: No comerás de él, maldita será la Tierra por tu causa, con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado, pues polvo eres, y al polvo volverás” (Génesis 3:17-19). Puede no gustarnos la sentencia dictada por el Creador, esta es la realidad. La tomamos o la dejamos. Depende de nuestra elección. Si no nos gusta, darnos cabezazos contra un muro no cambiará la realidad. Todo lo contrario agrava nuestra situación porque le añade el ácido que corroe nuestras entrañas. La Tierra se ha convertido en una residencia hostil. Los animales que antes eran dóciles y convivían pacíficamente con nuestros primeros padres, se hicieron enemigos. Espinos, cardos y sudor indican la hostilidad medioambiental. Además se añade la negligencia por parte del hombre de cuidar el jardín que ha sido puesto bajo su cuidado. La suciedad invade las ciudades y el medio natural, a la que deben añadirse los restos de los artefactos que el hombre deja en el espacio  cuando dejan de ser útiles. A todo ello deben añadirse las consecuencias del pecado en las relaciones humanas. Cuando Dios le preguntó a Caín dónde estaba su hermano Abel a quien había matado, respondió: “No lo sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?” (Génesis 4:9). El egoísmo ha sustituido el amor de Dios y las consecuencias nefastas de ello las tocamos diariamente. Toda la creación se ha visto afecta por la desobediencia de Adán. El pecado de Adán es el culpable de que sea imposible hacer de la Tierra una habitación segura en la que impere la justicia.
El desencanto es total. ¿Existe la posibilidad de darle la vuelta a la situación ¿ El apóstol Pablo refiriéndose al desasosiego medioambiental y social que tanto nos preocupa, escribe: “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse” Romanos 8:18). El apóstol comparte con nosotros la buena noticia que la crisis actual no es eterna, que tiene fecha de caducidad, aun cuando no nos haya sido revelada. El apóstol personifica la creación que ha sido maldecida por Dios debido al pecado de Adán, haciéndole decir: “Porque el anhelo ardiente de la creación es aguardar la manifestación de los hijos de Dios…Porque la creación misma será librada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios…”(vv. 19-24).
Los discípulos le preguntaron a Jesús cuando finalizarían las tribulaciones del tiempo presente. La respuesta que recibieron fue que sólo Dios conoce el día en que sucederá. Sabiendo con certeza que se producirá a su debido tiempo la venida gloriosa del Hijo de Dios que pondrá fin definitivamente a la situación agobiante actual, despierta en los corazones de los creyentes “la esperanza que no vemos, con paciencia la aguardamos” (v.25).
La Biblia empieza con el paraíso perdido y finaliza con el paraíso recuperado en donde: “no habrá más maldición, y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, y verán su rostro, y su Nombre estará en sus frentes. No habrá allí más noche, y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará, y reinarán por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 22.3-5).
“Estas cosas son fieles y verdaderas” (v. 6) le dijo el Señor a Juan , el redactor de Apocalipsis, revelación del Señor Jesucristo.
Octavi Pereña i Cortina


dilluns, 12 de desembre del 2016

SOCIEDAD ENFERMA

<b>La violencia del hombre contra la mujer trata de humillarla para convertirla en objeto de placer personal</b>
Una frase concisa de <b>Miguel Llorente</b>, médico forense: “La sociedad está enferma”.  Son muchas las manifestaciones de la sociedad enferma. Hoy, la dolencia que queremos examinar y recetar la medicación que puede curarla  es <i>la violencia contra la mujer</i>. Pienso que para hacer un análisis concienzudo de la dolencia debemos ir al principio, a la creación del hombre. Cuando Génesis describe la creación del hombre, dice. “No es bueno que el hombre esté solo, le haré ayuda idónea para él” (Génesis 2:18).  “Entonces el Señor Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que el Señor Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre” (vv.21,22) .
Hasta el presente Adán solamente se había relacionado con animales debido a que las condiciones idílicas del momento no se espantaban ante la presencia del hombre. Por lo que nos dice después el texto a Adán no le bastaba la compañía de los animales para sentirse completo. Necesitaba alguien que fuese compañía idónea. Dios lo sabía y no iba a dejar la creación del hombre a medio hacer. Cuando Adán despertó del sueño inducido, abrió los ojos y vio a la mujer, exclamó gozoso: “Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne” (v.23). Es muy interesante descubrir que Eva no es una creación independiente de Adán. Este hecho pone al descubierto que Eva no es una evolución a partir de alguna especie de primate, sino que Dios la forma a partir del mismo Adán.  Por esto, en el matrimonio el hombre y la mujer “son una sola carne”. No son antagonistas que se rechazan. Han sido creados el uno para el otro, para ayudarse mutuamente.
 Este  matrimonio perfecto parece ser que fue de muy corta duración. Pues con la intervención de la serpiente Adán pecó y desapareció la buena convivencia existente. A partir del momento en que entró el pecado en el hombre se presentó la lucha de género. Adán y Eva empezaron a discutir y “la mujer como vaso más frágil” (1 Pedro 3:7) siempre lleva la peor parte. Siempre tiene las de perder. Como dice <b>Montse Gatell</b>, presidenta del Instituto Catalán de la Mujer: “La violencia machista es un fenómeno universal en el que el principal factor de riesgo es el hecho de ser mujer, sin distinciones por clases sociales, étnicas, culturales ni de edad”. “En Cataluña un 24,3% de adolescentes declara que el chico con el que salen o con quien desearían salir las han intentado controlar, decidiendo por ellas hasta el detalle más pequeño. Hasta un 23,5% dicen que su pareja ha intentado aislarlas de sus amistades, en tanto que un 18,1% afirman que las han insultado y ridiculizado”, asegura  <b>Montse Gatell</b>
Relatos de esclavas sexuales describen que su pesadilla empezó cuando conocieron a un chico que era distinto de los otros por el buen trato que les daba. Cuando se dieron cuenta ya era demasiado tarde, ya se  encontraban atrapadas en una red de prostitución, ya que el <i> buen chico</i> resultó ser un proxeneta.
<i>Linda</b> dice saber porque aguantó tanto. Creía que cambiarían las cosas, que podría cambiarlo. Pensaba que no podría vivir sin él. Es como la rana en el agua que hierve. Si pones el animal en agua fría y la calientas poco a poco, cuando el agua hierve ya es demasiado tarde. “Poco a poco me aisló de mis amigos y familia. Es algo parecido a estar en una secta”. Creo que es la película <i>Tormenta en el lago</i> que describe magistralmente la mutación del novio dulce y cariñoso que una vez casado se quita la careta y muestra su personalidad machista basándose en que su esposa es propiedad suya por el matrimonio y que tiene el derecho de hacer con ella lo que le plazca.
La Universidad de Aberyawyth retirará de sus dependencias las biblias porque más de la mitad de sus alumnos consideraron que su presencia era “inaceptable y molesta” El hecho de que muchos  de sus alumnos consideraran la Biblia un libro “inaceptable y molesto”, ¿se debe a que denuncia su comportamiento? “Sólo ahora” dice <b>Martha C. Nnausbauan</b>, “comenzamos a descubrir que ha existido un grave y silenciado problema de agresiones sexuales en los campus universitarios a lo largo y ancho del país. La salida  a la luz de numerosos casos ha revelado que el problema viene de lejos y que no se denunció por tal de preservar la reputación de los centros”.
Nos peguntamos, ¿cómo puede ponerse fin a la violencia contra la mujer? Las encuestas, las investigaciones policiales y judiciales, las noticias radiadas o televisivas manifiestan la existencia de una plaga que se extiende pero que no se sabe como extirparla.  El salmista se plantea una pregunta a la que contesta él mismo: “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra” (Salmo 119:9). El pecado de maltratar a la mujer <i>el vaso mas frágil</i> nace en el corazón del hombre que es donde se forman los pensamientos que se convierten en actos violentos contra la mujer. La decisión que tomaron la mayoría de los alumnos de la  Universidad de Aberyawyth de hacer retirar la Biblia de sus dependencias indica que no se quiere que la Palabra de Dios  sea el detergente que limpie sus corazones y los induzca a tratar a las “jovencitas como hermanas, con toda pureza” (1 Timoteo 5:2).

Octavi Pereña i Cortina

LUCAS 1:47

“Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador”
¿De dónde se  ha sacado la Iglesia católica que María fue concebida sin pecado? Si todos los descendientes de Adán y María fue uno de ellos, no pudo ser concebida sin pecado. La Biblia afirma categóricamente: “Como está escrito. No hay justo ni aun uno” (Romanos 3:10). En el texto que comentamos María afirma tajantemente: “mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador”
El 8 de diciembre la Iglesia católica celebra, según ella dice, la concepción inmaculada de María. El 15 del mismo mes la cristiandad conmemora el nacimiento de Jesús, Nombre que significa: “salvará a su pueblo de sus pecados”. ¿No son incompatibles ambas celebraciones? Pueblo de Dios no lo son todos quienes se llaman cristianos. Esta población está limitada a los que son escogidos desde antes de la fundación del mundo y que en un momento de su historia, por la predicación del Evangelio y por la fe que es regalo de Dios, creen que Jesús es su Salvador, su único Salvador porque “en ningún otro hay salvación, porque no hay otro Nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4.12). Coincidiendo con el salmista: “aborrezco a los que esperan en vanidades falsas, pero yo en el Señor he esperado” (Salmo 31:6).
Salvador Giménez, Obispo de Lleida. En su escrito “La fiesta de la Inmaculada”, entre otras cosas dice: “además de contemplar y admirar las excelencias de María, sus hijos hemos de dar un paso más en la vida cristiana. El anhelo de imitarla debería ser una constante en los cristianos”. Ante el enaltecimiento que el obispo de Lleida hace de María me siento obligado a hacerle una pregunta: ¿Qué hace usted de los Diez Mandamientos? ¿Y qué del preámbulo que dice: “Yo soy el Señor tu Dios…No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen…No te inclinarás a ellas, ni las honrarás, porque yo soy el Señor tu Dios, fuerte, celoso…” (Éxodo 20: 2-6)?
En su escrito el obispo dice: “El deseo de imitarla debería ser una constante en los cristianos”. Pienso que el obispo se equivoca de modelo a imitar. A pesar que diga que “a lo largo de la historia muchos escritores, narradores, ensayistas o poetas han cantado admirablemente esta calidad de la Madre de Dios”, lo cierto es que es un modelo defectuoso a imitar. Los defectos del modelo se sobreponen a los del imitador, por lo cual, imitando a María no se alcanza “pureza, limpieza de corazón, que olvidamos la duplicidad de nuestros sentimientos, que tengamos claridad y transparencia en todos nuestros actos”, según el obispo.
El apóstol Pablo nos indica a quien debemos imitar: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo” (1 Corintios 11: 1). Pablo nos insta a imitarle en su imitación a Cristo: Jesús es el modelo perfecto. Teniéndolo como único modelo nos acercaremos a la perfección que el Padre requiere de sus hijos.


APOCALIPSIS 3:20

“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo
¿Qué tipo de puerta es la que el Señor llama? Es una puerta cerrada a cal y canto, protegida con planchas de hierro y cerrojos que la cierran herméticamente. Es una puerta que impide la entrada de cualquier influencia externa. Pero esta puerta no se puede resistir a la voluntad del Señor que la hace añicos y entra para iluminar en las tinieblas satánicas que mantienen el alma en el error y la obliga a mantenerla cerrada., Pero Jesús que es más fuerte que Satanás que esclaviza al hombre la da un puntapié y la puerta se hace añicos. El Señor se introduce en el interior del alma y la resistencia del pecador se derrite como la cera cuando se le acerca una fuente de calor.
Saulo de Tarso se recluía detrás de una puerta que protegía su alma de toda influencia externa que no fuese la que él quería escuchar. Al oír la voz que le decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?, no puede resistirse al llamado y, dice: “¿Quién eres Señor?…Él temblando y temeroso dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga?” (Hechos 9:1-6). La dulce voz del Señor cambió la dureza del corazón de Saulo en un corazón de carne sensible a la voz del Señor.
C. S. Lewis, conocido filósofo ateo británico describe como era su puerta que quería impedir que Dios pudiera ejercer influencia en su alma. “En mi vocabulario no existía una palabra que expresase el odio más profundo que el vocablo intromisión. Pero el cristianismo estaba situado en el centro de lo que a mí me parecía un intruso trascendental. No existía en las profundidades de la propia alma que no pueda rodear con un muro de alambre espino protegido con el aviso. “prohibida la entrada”, Y era lo que yo quería, un espacio aun cuando fuese pequeño, del que pudiese decir a los otros seres: “Esto es un asunto mío y sólo mío”
Si Saulo de Tarso fue derribado del caballo por la voz del Señor Jesús. Si   C. S. Lewis, eminente filósofo que había racionalizado el ateísmo tuvo que claudicar ante la brillante luz de Jesús que disipó sus razonamientos erróneos, ¿No va a poder contigo, estimado lector?

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dilluns, 5 de desembre del 2016

JUAN 1. 9-11

“Aquella luz verdadera que alumbra a todo hombre, venía a este mundo, pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le conocieron”
Un breve comentario titulado: Espíritu navideño dice: Está demostrado que la instalación de luces festivas es un buen estímulo para las ventas en un momento del año vital para la buena marcha de los negocios”. El espíritu navideño actual gira entorno a la luz artificial que sirve que las monedas tintineen en los cajones de los comerciantes. El folleto de un supermercado lleva en primera página este lema: Crea tu Navidad, que como es de suponer gira en torno al consumo.
“Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12). El Señor que es la luz del mundo que disipa las tinieblas espirituales que oscurecen los corazones, no es bien recibida por quienes necesitan que la luz divina penetre en lo más profundo de sus corazones para hacer desaparecer las tinieblas satánicas que contribuyen a cometer toda clase de acciones violentas. El pasado 25 de noviembre se celebró el día contra la violencia contra la mujer. Todo han sido actos contra dicha violencia. Los políticos y los grupos feministas se manifestaron en contra dicho tipo de violencia, que además de daños físicos y sicológicos contribuye a que muchas mujeres pierdan la vida en manos de sus agresores. Pero nadie va al corazón del problema para resolverlo.
Se celebra la Navidad con todo esplendor. En los países en que se lo pueden permitir se lanza la casa por la ventana. Las mesas se llenan hasta rebosar de todo tipo de exquisitos alimentos que satisfacen la sensualidad de los comensales. Los belenes adornan muchos hogares. Las asociaciones de pesebristas organizan concursos de belenes. Los árboles engalanados resplandecen con sus luces chispeantes. Muy pocos como los humildes pastores que al anuncio de los ángeles  o los sabios de Oriente que al contemplar la estrella anunciadora del nacimiento del Rey de los judíos se aceraron a Belén para adorar a la Luz del mundo, porque aman más a las tinieblas que la luz porque sus obras son malas (juan 3.19).
Pueden engalanarse las calles. Se pueden cantar villancicos. Pero quienes celebran la Navidad de manera tan superficial siguen permaneciendo en tinieblas. La violencia contra la mujer y oros abusos seguirán dándose porque las obras de los hombres son malas porque prefieren las tinieblas que  la luz de Dios.


PROVERBIOS 19: 15

“La pereza hace caer en profundo sueño, y el alma negligente padecerá hambre”
La pereza es mal universal. Con más o menos intensidad todos la tenemos enraizada en nuestras almas. Por la mañana damos media vuelta en la cama y nos aletargamos. Nos cuesta saltar de la cama. Justificamos nuestra modorra diciendo que estamos cansados. Que no hemos dormido bien. El plato del día es la fatiga crónica. Las farmacéuticas ven en ello un buen negocio. Se ha disparado la publicidad de productos anti fatiga. Las marcas de café promocionan sus productos diciendo que un café a primera hora hace que el mundo sea tuyo. Un café soluble incluye zinc en su composición porque este mineral fomenta la vitalidad. Con tantos añadidos en los alimentos la sociedad actual debería estar formada por héroes y heroínas que dejarían en ridículo a Sansón. Nada de esto es verdad. Los combinados de vitaminas y minerales que deberían levantarnos el ánimo no consiguen hacer desaparecer la debilidad, porque el desaliento, el desánimo, el decaimiento, salvo excepciones, no es de origen biológico sino espiritual.
La pereza nos hace remolones. Para quitarle toda connotación espiritual se la bautiza como fatiga crónica, considerada enfermedad física con que se releva de cualquier responsabilidad ética. No puedo hacer nada. Estoy enfermo. Los compuestos vitamínicos-minerales no me hacen nada. Estoy hecho trizas. Visita médica. Receta de productos vigorizantes. Nada de nada. Fumar un porro no me vendría mal. Todo sigue igual. La pereza, la modorra, persisten, haciéndonos “caer en un profundo sueño. Y por nuestra negligencia “perecemos de hambre”
¿Se puede recuperar el vigor perdido que no se debe a causas físicas sino el alma? Sí se puede. Dios es la medicina de la dolencia espiritual. Veamos lo que nos dice el profeta Isaías al respecto: “¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es el Señor, del cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen, pero los que esperan en el señor tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán” (Isaías 40: 28-31).
Con el poder de Dios no existe fatiga crónica que se resista

 





MISERICORDIA DIVINA

<b>Según los fariseos un hombre que se atribuía el poder de perdonar pecados era un blasfemo</b>
Hace un año el papa Francisco concedió a los sacerdotes poder perdonar durante el Año de la Misericordia el pecado de aborto. Finalizado el Año vuelve a hablar y prorroga a perpetuidad poder perdonar este pecado que hasta ahora había estado en manos de una autoridad superior a la del sacerdote. La pregunta que debemos hacernos es: ¿De dónde ha salido que la clerecía puede perdonar pecados? Únicamente existen dos textos en donde poder acogerse para poder defender esta posición. Uno son las palabras que Jesús dijo a sus discípulos en el mismo día de su resurrección: “A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los remitierais, les son remitidos” (Juan 20:23). Ante un auditorio más amplio Jesús dijo. “De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo” (Mateo 18.18). Los apóstoles jamás pretendieron poseer el poder de perdonar los pecados de la manera que enseña la Iglesia católica. El poder de perdonar pecados que poseían era indirecto, siendo la consecuencia de la predicación del Evangelio. Los que creían en Jesús recibían el perdón de sus pecados. La misericordia divina se manifestaba en aquellos que creían en Jesús que “salva a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1: 21).
Los apóstoles y sus discípulos y por extensión a los discípulos de los apóstoles a lo largo de la historia fueron y son vehículos de la misericordia de Dios mediante la Predicación del Evangelio. “Así que la fe es por el oír, y el oír por la Palabra de Dios” (Romanos 10:17).
A Felipe, uno de los escogidos para ayudar a los apóstoles un ángel le dijo que fuese al camino que va de Jerusalén a Gaza. Se pone en camino y se encuentra con un hombre que sentado en su carro iba leyendo al profeta Isaías, sin entender lo que leía. Felipe se acerca al lector  y éste le pide que le explique el significado del texto que está leyendo. Felipe le dice que el escrito incomprendido se refería a la muerte de Jesús para expiar los pecados de los hombres. El eunuco etíope “creyó que Jesucristo es El Hijo de Dios”. Al separarse, el recién convertido “siguió gozoso su camino” (Hechos 8: 26-39).
El evangelio de Mateo finaliza con estas palabras de Jesús: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado, y he aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mateo 28: 18-20). ¡Qué oportunidad perdida para decirles a sus discípulos que también recibían el poder de perdonar pecados!
David clama: “respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia”                          (Salmo 4:1). El salmista no cree que sea alguien sin pecado. En el salmo 51 el mismo poeta describe claramente  el sentido que tiene que el Señor sea la justicia del pecador: “Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia, conforme a la multitud de tus piedades, borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mi” (Salmo 51: 1-3).
Con lo que la Biblia nos dice de David no se le puede considerar un hombre bueno. Nos explica que fue un adúltero y que mandó asesinar al esposo de su amante. Habiendo sido perdonado por la fe en el Mesías que tenía que venir, expone: “purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve” (v.7). El lenguaje de David es simbólico y se refiere a la sangre de los corderos sacrificados sobre el altar. La sangre de los animales inmolados representaba la sangre de Jesús, el Cordero de Dios que borra el pecado del mundo. Lo que la sangre de los corderos sacrificados día tras día no conseguía porque era simbólica, la sangre de Jesús vertida en un solo sacrificio, lo obtenía. “La sangre de Jesucristo su Hijo (de Dios) nos limpia de todo pecado” (1 Juan: 7). “Justificados, pues,  por la fe, tenemos paz para con Dios  por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1). Por la fe en Jesús Dios declara justo al pecador porque Jesús en la cruz carga con el pecado del pecador  y con ello paga la deuda que el pecador tiene con Él. Hemos sido comprados para Dios al precio de la sangre de su Hijo. Por esto Dios puede hacer que David, y con él todos los pecadores arrepentidos se puedan  ver “más blancos que la nieve”. El pecador se hace suya la misericordia de Dios invocando el Nombre de Jesús que salva a los pecadores. No hace falta la participación eclesiástica  humana porque si interviene, en lugar de encontrar la misericordia de Dios prevalece la confusión espiritual. No puede continuar su camino lleno de gozo. Le falta la certeza de haberse reconciliado con Dios”
Octavi Pereña i Cortina


dilluns, 28 de novembre del 2016

1 REYES 4:20

“Judá e Israel eran muchos como la arena junto al mar en multitud, comiendo, bebiendo y alegrándose”
El texto que comentamos expresa la prosperidad que todo el pueblo disfrutaba durante el reinado de salomón. Indiscutiblemente esta prosperidad no debe entenderse de manera absoluta, pues durante el reinado de Salomón también existió mucho malestar en el pueblo y oposición política como se puso de manifiesto en el caso de Jeroboam. Lo que creo que el texto quiere decirnos es que en tanto Salomón anduvo en los caminos del Señor administrando justicia justa, en la prosperidad nacional quedaba reflejada. Durante la primera etapa del reinado de Salomón se vislumbraba lo que nos dice Proverbios 25: 4,5 “Quita las escorias de la plata, y saldrá alhaja al fundidor. Aparta al impío de la presencia del rey, y su trono se edificará en justicia”. En el momento en que Salomón se apartó del Señor  y su corazón se inclinó a los dioses de sus mujeres paganas, el reino entró en decadencia.
Al final del salmo 144 es salmista escribe: “Bienaventurado el pueblo que tiene esto (prosperidad), bienaventurado el pueblo cuyo Dios es el Señor” (v.15). ¿Qué es lo que tiene el pueblo  que es bienaventurado porque tiene al Señor? He aquí lo que dice el salmista: “Sean nuestros hijo como plantas crecidas en su juventud, nuestras hijas como esquinas labradas como las de un palacio, nuestros graneros llenos de provisiones de toda suerte de grano, nuestros ganados que se multiplican a millares y decenas de millares en nuestros campos, nuestros bueyes están fuertes para el trabajo, no tengamos asalto, ni que hacer salida, ni grito de alarma en nuestras plazas” (vv. 12-14).
La felicidad y la prosperidad que describen estas palabras afirman claramente que las naciones de hoy no tienen a Dios. Allí en donde no hay Dios todo se pervierte. Fíjese el lector en la denuncia que hace Santiago y que describe perfectamente la situación del mundo actual: “¡Vamos ahora, ricos,! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán. Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla. Vuestro oro y vuestra plata están enmohecidos, y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras casas como fuego. Habéis acumulado oro para los días postreros. He aquí clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño ha sido pagado por vosotros, y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos. Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos, habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza. Habéis condenado y dado muerte al justo y él no os hace resistencia” (5. 1-6). 
En una sociedad sin Dios cuyo único objetivo sea saciar la sensualidad, no puede existir ni justicia ni paz por más que se cacaree de ello.


JUDAS 24

“Y aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y preservaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría”
El texto que comentamos parece un contrasentido porque la evidencia pone de manifiesto que los cristianos no somos sin pecado. En ningún lugar de la Biblia encontramos que los creyentes en Cristo hayamos alcanzado la perfección a la que se nos llama  cuando dice Jesús: “Sed perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” (Mateo 5: 48). Que estemos “sin mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que seamos santos y sin mancha” (Efesios 5:27), es inalcanzable en el tiempo presente. Es una meta a la que llegaremos con la venida gloriosa de nuestro Señor Jesucristo y con la resurrección de nuestros cuerpos hoy sujetos a la muerte y a la destrucción.
El texto nos habla de preservación: “Y; aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y preservaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría”. Adán fue creado con una perfección condicionada a la obediencia de la prohibición de no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. Desobedeció y sufrió la Caída que ha afectado a toda su descendencia.  En Cristo Jesús, los creyentes somos personas salvadas, nacidas de nuevo, convertidas en hijos de Dios, filiación que no puede perderse. Puede no gozarse de ella paro no puede perderse la condición de hijo. Para quien no tenga claro que la salvación no puede perderse tal vez le ayudará a adquirir la seguridad que carece, un texto como este: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de la mano de mi Padre” (Juan 10: 27-29). Quien es un verdadero hijo de Dios la Caída individual es imposible que se dé.
Las palabras del apóstol Pablo son muy reconfortantes para el dudoso: “¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió, más aun el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?” (Romanos 8: 32-35). La respuesta es no. Nada ni nadie puede separarnos del amor de Dios que es en Cristo Jesús.
Lector, ¿sigues dudando? Pídele al Señor que aumente tu fe y que el Espíritu Santo te convenza para que puedas creer esta gran verdad de la perseverancia de los santos. Ni los engaños de Satanás te podrán separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús. ¿Es que desconoces este texto  maravilloso? “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).
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OBJETIVAR A LA MUJER

<b>En tanto no se pierda de vista el concepto de mujer-objeto no desaparecerán los abusos sexuales</b>
La argentina se moviliza debido a la brutal violación y asesinato de una joven, dice el título del escrito de <b>Robert Mur</b>. El asesinato de Lucía levantó protestas en Buenos Aires y una simbólica protesta contra la violencia contra la mujer. La fiscal <b>María Isabel Sánchez</b>que lleva la investigación del caso calificó el crimen de “agresión sexual inhumana” y lo describe muy brevemente: fue “violada vía vaginal y anal, no solamente con el pene del hombre que lo hizo, sino también utilizando un objeto romo, como puede haber sido un palo”. La sociedad intenta luchar contra la violencia contra  las mujeres con movilizaciones de protesta. Las protestas, pero, no sirven para romper la cadena que se alarga de mujeres que  mueren de manera violenta en manos de los depredadores sexuales.
<b>Susana Quadrado</b> teniendo en mente el asesinato de <b>Vanessa Ferrer</b> de Xella, País valencià, escribe: “El caso es que hoy todo son cifras que nadie se explica. Hipersexualización en el ambiente, en la adolescencia. Programas de televisión nauseabundos. Entronización de tipos (y arquetipos) indeseables en las redes. La mala educación en algunos hogares. La tolerancia hacia diversas actitudes en el instituto… ¿Qué ocurre? Buscando la respuesta exacta volvemos a  Vanessa”. En tanto se busca la respuesta a lo que está pasando, la violencia sexual no cesa de crecer  y de producirse en edades más jóvenes. La violencia contra la mujer es una lacra que nos afecta a todos  y que tiene suficiente alcance como dice la sicóloga <b>Rosa Porras</b> de “considerarla un problema de salud pública”. No podemos permanecer indiferentes ante el problema al que nos enfrentamos pensando que  a nosotros no nos va afectar un caso de agresión sexual.
La <b>María</b> nombre ficticio, madre de una joven de 16 años, maltratada por un chico de 21 años, dice: “Jamás nos habíamos imaginado que esto nos iba a ocurrir a nosotros. Somos una familia de clase media, en la que tanto él como yo creemos que tenemos una relación muy igualitaria, y esto lo transmitimos a nuestra única hija. La educamos en el respeto, en la igualdad de oportunidades, en la independencia…Pero parece que todo esto no le dejó huella. A los 16 años empezó a cambiar. Empezó a salir con un chico de 21 años, pronto dejó de hablarnos. …Hasta que un día entré en el lavabo y le vi unos morados. La maltrataba” (<b>Celeste López</b>.
No podemos evitar que niños y adolescentes se vean sometidos a “grandes impactos agresivos, misóginos, sobresexualidad e imágenes  violentas en pornografía, películas, juegos de ordenador y publicidad, seguiremos viendo como los niveles de violencia sexual contra las mujeres seguirán sin disminuir hoy. O peor” (<b>Alison Grundi</b> sicólogo clínico). <b>Josh Brown</b> jugador de rugbi de los Giants acusado de violencia doméstica por <b>Molly</b> su ex, hace unas declaraciones que aportan luz sobre lo que ocurre en el alma de los acosadores sexuales: “Durante la mayor parte de mi vida he sido un mentiroso. He tomado decisiones egoístas para utilizar y abusar mujeres desde los siete años para salir de este deseo. He objetivado a las mujeres y jamás me ha importado el dolor y el sufrimiento que les ocasionaba. Mi capacidad de conectar emocionalmente con otras personas era cero. El nivel de empatía era cero…me convertí en un acosador y perjudiqué a <b>Molly</b> físicamente, emocionalmente y verbalmente. Me veía como si fuese Dios y ella era mi esclava. Almacenaba un aplastante sentimiento de poder porque ponía el dinero por encima de Dios y lo utilizaba como instrumento de poder”. Estas palabras podrán ayudar a entender como <b>Tomás Pardo Caro</b> después de 16 años de cumplir condena por violación e intento de asesinato de Lucía, al salir de permiso vuelva a repetir el hecho con una mujer de 52 años. A pesar de la aparente buena conducta penitenciaria los sentimientos le seguían corroyendo el alma.
El comportamiento de <b>Tomás Pardo Caro</b> nos lleva a las palabras que el apóstol Pablo escribe a los cristianos en Roma. Refiriéndose a aquellos que a pesar que la creación revela el eterno poder de Dios se deciden por el ateísmo, la decisión tiene sus consecuencias morales que se traducen en un comportamiento indigno: ”Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada para hacer cosas que no convienen, estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad, llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños, malignidades…no sólo las hacen, sino también se complacen con los que las practican” (Romanos 1: 26-32).
El mismo apóstol escribiendo a los cristianos en Colosas contrasta lo que fueron antes de creer en Cristo con lo que son ahora que ha puesto la fe en Él, diciéndoles: “Haced morir, pues lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos, y avaricia que es idolatría, cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas…” (Colosenses 3: 5-15).
Antes de creer en Cristo se podía ser un objetivador de mujeres como lo fue <b>Josh Brown</b>, ahora por la fe en Jesús se va a la mujer como el vaso más débil al que hay que cuidar y proteger.

Octavi Pereña i Cortina

dilluns, 21 de novembre del 2016

DINERO FACIL

<b>A  José Borrell, ex secretario de Hacienda le han hecho una jugarreta los hackers</b>
“Un país con 700.000 apostantes” es el título del escrito en  que <b>Antonia Laborde</b> trata el tema de la ludopatía, adicción que engendra muchos problemas  personales y familiares por las deudas que crea. Engancharse al juego puede acaecer de manera accidental como le sucedió a <b>Francisco José Andrés</b> que haciendo tiempo en un bar insertó una moneda en la máquina tragaperras y ganó 10.000 pesetas. Esta ganancia inesperada fue el inicio de una carrera que le condujo a la adicción a las máquinas tragaperras. Rehabilitado dice: “Al insertar una moneda me cogía una bombolla y no conocía nada. Me evadía por completo”.
También puede propiciar iniciarse en la ludopatía escuchar la publicidad que para la trampa de conseguir dinero fácil con el eslogan: “No tenemos sueños baratos”. Con la lotería se puede conseguir que lo sueños que no son baratos se hagan realidad un  coche de gama alta, un lujoso piso, un viaje a la tierra de las mil maravillas…Pero con demasiada frecuencia los sueños se convierten en pesadillas. Lo lastimoso es que las pesadillas se producen cada vez más en edad más primerizas. Según<b>José Jiménez</b> presidente de la Asociación Sevillana de Jugadores de Azar Rehabilitados, “resulta alarmante la cantidad de jóvenes que se inician en edades más primerizas en estos tipos de juegos”.
Es preocupante que los gobiernos con la excusa que todos ganamos fomentan los juegos de azar diciendo que las ganancias que se obtienen se destinan a bienestar  social. Sean los gobiernos, sean los ciudadanos, lo cierto es que el dinero está metido en el meollo. “Porque la raíz de todos los males  es el amor al dinero” (1 Timoteo 6:10). Es una sentencia bíblica que la realidad confirma su veracidad. Por un lado la adicción que consciente o inconsciente produce muchos daños personales, familiares y sociales. Por el otro, el amor al dinero es el causante de la macro corrupción política que creyendo si Dios existe no se preocupa por lo que pasa en la tierra, con lo cual se creen exentos de  toda responsabilidad. Pero Dios observa desde los cielos todo lo que pasa en la tierra y nada pasa desapercibido a sus ojos escrutadores y en su día pasará factura de todo lo que hayan hecho y no podrán justificar su indigno comportamiento.
Permitamos que la Biblia nos hable al corazón. Si esto ocurre empezaremos a pensar sensatamente. El apóstol Pablo escribiendo a su discípulo Timoteo, le dice: “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento” (1 Timoteo 6:6). La piedad a la que se refiere el apóstol Pablo no s la religiosidad de pandereta. La piedad a la que se refiere es la que nace de la fe en Jesucristo que hace que el creyente esté contento con lo que tiene, sea poco o mucho lo que el Señor le da y que se obtiene con el esfuerzo digno. ¿Para qué tanta codicia si al fin y al cabo lo que se ha conseguido oprimiendo al pobre, hoy vienen a buscar tu alma y, lo que has almacenado, ¿para quién será? ¿Cuán necesario es entender que “nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar” (v.7). Esto lo sabemos pero nos falta el convencimiento de lo que hay más allá de la muerte física. Evidentemente los cuerpos descansan en el sepulcro o las cenizas esparcidas se convierten en nutrientes para las plantas. Mañana, en el día de la resurrección, porque habrá resurrección de los muertos, dos destinos claramente diferenciados: salvación o condena eterna. Si estamos convencidos de que la cosa es así no nos comportaremos con la necedad del rico de la parábola que para poder almacenar los muchos bienes adquiridos tuvo necesidad de ampliar los almacenes. Tanta codicia, ¿para qué? ¿Para su perdición eterna? La codicia del rico insensato no fue una buena inversión.
Una buena filosofía que evitaría caer en la trampa del amor al dinero que conduce a la ludopatía y a la corrupción política es. “teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición” (vv. 8,9). No el dinero, sino la codicia es la trampa que destruye a quienes caen en ella. ¿Para qué amasar fortunas y convertirse en las personas más ricas del mundo a costa del sufrimiento de los trabajadores sin los cuales no las podrían amasar? ¿Para qué explotar a mujeres y niños que trabajan como esclavos en las factorías textiles?¿Qué provecho se saca no velando por la salud y la seguridad de los mineros si al final no podrán llevarse nada de este mundo, y lo peor es que les aguarda la condenación eterna? Los capitalistas que invierten en la explotación del hombre no han aprendido a invertir sobre seguro. Jesús les dice donde se han equivocado: “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde los ladrones minas y hurtan, sino haceos tesoros en el cielo donde ni la polilla y el orín corrompen, y donde los ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro allí estará también vuestro corazón” (Mateo 6: 19-21).
Octavi Pereña i Cortina




1 JUAN, 2. 22,23

¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús sea el Cristo? Éste es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre”
Negar a Cristo no es cosa liviana porque significa negar su divinidad y rebajarlo a la condición de un simple mortal como lo somos todos nosotros. No. Cristo es Dios y hombre a la vez. En el momento establecido por Dios el Padre, en un pueblo de Judea el Hijo de Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros para que la luz de Dios brillase entre los hombres  para hacer desaparecer las tinieblas espirituales que envuelven el corazón humano, pero los hombres no lo reconocen y prefieren vivir en tinieblas. Negar la divinidad de Jesús no es “una mentirilla piadosa” significa decir la “gran mentira”. Tan enorme es esta falsedad que quien la dice se convierte en un anticristo, en un hijo de Satanás, que es el padre de la mentira que cuando abre la boca es para decir mentiras. Lo más grave es negar la divinidad de Jesús.
Los Testigos de Jehová  dicen que Jesús es un dios. Los mahometanos que es un profeta inferior a Mahoma, Negar a Jesús su condición de Dios significa que el que tiene a flor de labios el Nombre de Dios, no tiene a Dios. El texto que comentamos lo deja bien claro: “Todo aquel que niega al Hijo tampoco tiene al Pare” .Es el anticristo. “El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre”. Jesús no da opción. Es categórico cuando dice: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida, nadie viene al Padre, si no es por mi” (jun 14.6).
En el mundo existen infinidad de religiones, de entre todas ellas, ¿cuál es la verdadera?  ¡Ninguna! Todas son falsas porque ninguna es el camino que lleva a Dios. Aun la iglesia que predica fielmente la verdad de la Biblia, no es el camino, únicamente señala al Camino: “Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro Nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (hechos 4: 11,12)
No podemos mirarnos al ombligo y presumir de ser la iglesia verdadera. Quien presuma de ser fuerte mire que no caiga. Cada creyente en Cristo debe ser consciente de que posee la Verdad y mantenerse firme en ella, a pesar de que ser tildado de orgulloso al afirmar con contundencia que Jesús es el único camino de salvación.
Hoy, la humanidad está sujeta a una terrible confusión  porque se edifica sobre la arena. Jesús es la Roca  sobre la que debe edificarse la casa. Haciéndolo así las tempestades no le impedirán llegar a Dios.


1 TIMOTEO 2:5

“Porque hay un solo ·Dios, y un solo Mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”
A Jesús porque se atribuía el poder de perdonar los pecados, los escribas que le oyeron decir esta declaración, decían: “¿Por qué habla este así? ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?” (Marcos 2:7). Los judíos cuando acusaban a Jesús de blasfemo porque siendo un hombre se atribuían un poder que sólo pertenece a Dios, estaban en lo cierto si no fuese Dios al mismo tempo. Dios encarnado en la Persona de Jesús, que como el nombre indica “salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1:21). El ángel que reveló a José el origen del niño engendrado en María, refiriéndose a la profecía de Isaías, dice: “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y llamará su nombre Emanuel(7:14), continuando el ángel dice el significado de Emanuel: “Dios con nosotros” 8v.23).
El hecho de que solamente Dios tiene la potestad de perdonar los pecados nos lleva a tener que considerar que aquellos que se apropian de lo que es exclusividad de Dios “son aquellos que han entrado encubiertamente, los que desde antes habían  sido destinados para condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo”  (Judas 4).Estos hipócritas que se presentan en las iglesias predicando a otro Jesús actúan del mismo modo como la hizo la serpiente que con su astucia engañó a Eva.
Jesús no alerta de los tales cuando dice: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces” (Mateo 7:15). La Escritura nos alerta  a guardarnos de los lobos vestidos de ovejas: ”Porque estos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que no es extraño  si sus ministros se disfrazan como ministros de justicia, cuyo fin será como sus obras” (2 corintios 11:13-15). Todo aquel que enseña que se puede recibir el perdón de los pecados por otros medios que no sean Jesucristo: confesión auricular, ser miembro de la que se considera iglesia verdadera, intercesión de santos y vírgenes, peregrinaciones a lugares santos…predican otro evangelio que no es el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, el único Mediador entre el hombre y Dios.
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dilluns, 14 de novembre del 2016

LEVÍTICO 18:3

“No haréis como hacen en la tierra de Egipto, en la cual morasteis, como hacen en la tierra de Canaán, a la cual yo os conduzco, ni andaréis en sus estatutos”
 Israel no vivió nunca en un ambiente espiritualmente estéril, limpio de contaminación espiritual. En Egipto convivió con el paganismo propio de la cultura egipcia. En Canaán, la propia de los pueblos  canaanitas.
Israel fue un pueblo santo, apartado por Dios para serle testimonio en medio de civilizaciones que le eran contrarias. Porque los israelitas eran distintos tenían que vivir de manera distinta a la de los pueblos con los que convivían. Durante su estancia en Egipto la cultura egipcia influyó en ellos. Es por ello que Moisés tenga que decirles: “No haréis como hacen en la tierra de Egipto”. Vosotros como pueblo de Dios estáis reñidos con la cultura egipcia. Ello incluye únicamente a las fantasías religiosas que son contrarias al único Dios Creador de todo lo existente. “Examinadlo todo, retened lo bueno”. Si actuáis como lo hicisteis en Egipto os olvidaréis de mí que os saqué con mano fuerte de las espesas tinieblas espirituales en que se encuentran. Caminad en novedad de vida.
De Egipto a Canaán. No deben dejar ni rastro de los canaanitas. No cumplen el mandato de Señor y dejan supervivientes aunque sea para que hagan tareas serviles. Estos supervivientes son como aguijones para los israelitas que los influyen a que sigan las prácticas religiosas que le son abominables al Señor. El resultado es incontables males que  al final los condujo a su destrucción total como nación. Desatender la Ley de Dios siempre tiene fatales consecuencias.
El texto que comentamos no fue escrito para que quede recluido en una Biblia olvidada en un oscuro cajón de la cómoda del comedor. Fue compuesto para que nos acordemos de él y lo tengamos en cuenta en nuestra vida diaria. Fue  redactado para nosotros los cristianos del siglo XXI. Dios nos ha escogido para que seamos luz en medio  de la cultura pagana de nuestro  tiempo y no debemos seguir sus estatutos. Desgraciadamente en vez de influir para bien de los paganos, el paganismo nos influye a nosotros, con lo cual nos convertimos en sal que ha perdido sus propiedades, incapaz de frenar la corrupción moral que amenaza a nuestros pueblos a convertirse en nuevos Sodomas y Gomorras que deben ser destruidas por el fuego divino.
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JUAN 7: 15,16

“Y se maravillaban los judíos diciendo: ¿Cómo sabe este letras, sin haber estudiado? Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de Aquel que me envió”
Indiscutiblemente existe una diferencia abismal entre Jesús y nosotros. Jesús es el Hijo unigénito de Dios encarnado en quien habita el Espíritu Santo sin medida. Los cristianos comparados con Jesús estamos a miles de años luz de poseer la plenitud del Espíritu. Si somos personas realmente convertidas a Cristo y que poseemos el don de la fe que es obra del Espíritu Santo, tenemos el Espíritu Santo aun cuando sea en escasa medida. Siendo poseedores del Espíritu del Señor, su presencia nos ayuda a investigar las profundidades de Dios, lo cual hace posible que cristianos sencillos, sin estudios teológicos de alto nivel académico, desconocedores de las lenguas originales en que fue escrita la Biblia, eso sí, poseyendo a mano un ejemplar de ella debidamente traducida, se podrá llegar a decir de nosotros: “¿Cómo sabe este letras, sin haber estudiado?”.
La Biblia como libro de texto básico y la ayuda de algunos comentarios realizados por cristianos de sana doctrina, podemos, eso sí, guardando la debida distancia, reproducir los que se decía de Jesús: “Crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres” (Lucas 2:52).
En el momento de la conversión a Jesús una persona nace de nuevo como hijo de Dios. En el campo biológico el recién nacido es una persona viva y como ser vivo que es, crece, se desarrolla, adquiere habilidades, aprende. En el campo espiritual sucede algo parecido. El recién nacido como hijo de Dios tiene muchas carencias. Tiene que empezar ingiriendo leche espiritual. Poco a poco va masticando comida sólida, triturada en un principio, hasta que aprende a coger el tenedor, la cuchara y el cuchillo. Ha alcanzado la independencia respecto a sus padres.
El apóstol Pablo se ve obligado  a amonestar a los cristianos de Corinto por su estancamiento en su crecimiento espiritual, con estas palabras: “De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda, porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía” (1 Corintios 3. 1,2). Debemos preguntarnos ¿qué síntoma es el que descubre que permanecemos en la niñez cristiana a pesar de que llevamos años siendo cristianos? El apóstol Pablo no da la respuesta: “Porque aún sois carnales, pues habiendo entre vosotros celos, contiendas, discusiones, ¿no sois carnales y andáis como hombres? (v.3). Si andamos como hombres carnales, no se podrá decir de nosotros: “¿Cómo saben estos letras, si no han estudiado?”




EUTANASIA

<b>Hay personas que desando morir se quitan la vida porque desconocen Quien es la Vida</b>
Hace años, recuerdo haber visto una película cuyo nombre no recuerdo una escena que me impactó. Una larga cola de personas se forma ante un edificio de moderna arquitectura en el que se practica la eutanasia sin restricciones legales. Quienes deseaban morir podían hacerlo a su gusto. Es posible que la nueva ley que se gesta en Holanda sea un paso más hacia la eutanasia sin restricciones que pronosticaba la película en cuestión.
Holanda plantea llevar más lejos la ley el 2002 permitiendo que las personas  que “ya han completado su vida”, puedan tener acceso al suicidio asistido. La idea del Gobierno es que las personas mayores con un fuerte deseo de morir, aun cuando no estén sujetas a un fuerte sufrimiento físico o sicológico insoportable,  puedan recibir ayuda profesional para hacerlo de manera digna. La propuesta de la ley holandesa “se refiere a personas mayores que ya no sienten deseos de continuar con sus vidas, que tienen dificultades para aceptar el final de su autonomía personal o la movilidad reducida o que se sienten solas por la pérdida de un ser querido”. La proposición de ley no concreta la edad a la que se podrá acceder a la ayuda para morir, pero indica que debería hacerse “bajo estrictas condiciones”.
“La frase la han dicho muchos familiares de personas mayores: “Hace tiempo que está así, quiera Dios que se lo lleve pronto”. Algunas de aquellas personas la vida de las cuales ya no importa ni por quienes más las aman consiguen explicar este deseo por sí mismas, terminan con ”escuche, doctor, ya está”. “No es que deseen que se las mate, que se les quite la vida, pero sí que explican que por su parte ya se ha terminado”.
Es interesante lo que dice el <b>Dr. Germán Diestre</b>, médico responsable de sicogeriatría del centro socio sanitario Albada, en el hospital Pare Taulí de Sabadell: “La extensión del derecho de quienes no son enfermos terminales pero que desean poner fin a su vida porque les resulta insoportable por otros motivos, como su deterioro, su dependencia o su salud, sería más difícil resolverlo jurídicamente. Pero es un deseo real que no necesariamente se soluciona tratándolo como una depresión”.
El problema de vivir o morir es un motivo de fe. Se puede dar el caso que algún creyente en Cristo de débil fe desee que se le aplique la eutanasia o “suicidio asistido”. Quien posea una fe firme en Jesús, capaz de decir: “Yo sé en quien he creído”, rechazará quitarse la vida aun cuando sea de manera legal. ¿Por qué no lo hará? Porque su fe en Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo le dará la fuerza necesaria en los momentos de extrema debilidad. La fe en Cristo otorga una esperanza que no se marchita porque la vida eterna que da no se deshace como un bolado. La certeza de la vida eterna no quita que durante la estancia en este mundo de pecado el creyente en Cristo pase por situaciones verdaderamente dramáticas.
<b>David Ropero</b> esperaba ansioso el día de su jubilación para poder disfrutar de sus hobbys. Dice: “Una combinación de factores adversos y una neuropatía me puso a empujar un caminador. No puedo hacer senderismo. No puedo pescar. No puedo hacer muchas de las cosas que me producían placer…No tengo idea de lo que Dios tiene preparado para ti y para mí, no debería preocuparnos. Nuestro deber es aceptar las cosas tal como son, sabiendo que el amor, sabiduría y providencia de Dios esta situación es tan buena como pueda serlo cualquier otra”.
El Salmo 102 es la <i>oración del que sufre, cuando está angustiado, y delante del Señor derrama su lamento</i>. Indiscutiblemente para sacar provecho de las enseñanzas que aportan este poema es preciso creer en Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues, si no se cree en Él, ¿cómo se le podrá implorar su socoro en tiempo de angustia?
“Señor, escucha mi oración, y llegue a Ti mi clamor. No escondas de mí tu rostro en el momento de mi angustia, inclina a mí tu oído, apresúrate a responderme en el día que te invoque” (vv. 1,2). Una de las causas de la eutanasia es la soledad. Uno puede encontrarse rodeado de personas y morirse de aburrimiento porque no tiene con quien hablar. Aun cuando se tenga alguien con quien hacerlo el interlocutor no puede llegar al fondo del alma que es donde está enraizada la aflicción que al no creyente le hace decir: “Quiero morir”, “no puedo más”. “Mi corazón está herido y seco como la hierba, por lo cual me olvido de comer mi pan” (v. 4). El poeta reconoce que su aflicción no es algo externo, físico, es su corazón el que está herido y esta aflicción del alma lleva al salmista a “olvidarse de comer su pan”. ¿No es cierto que ante la angustia muchos son quienes pierden el apetito?
El salmista no es de los que creen en Dios de labios y su corazón está atrapado por las cosas materiales. Por esto puede escribir: “Porque miró desde lo alto de su santuario, el Señor miró desde los cielos a la tierra, para oír el gemido de los presos para soltar a los sentenciados a muerte” (vv. 19,20). Es totalmente imposible erradicar el sufrimiento en su diversidad de tonalidades. El pecado de Adán es el causante de su existencia y nosotros, sus descendientes somos sus herederos. Por qué unos sufren mucho y otros poco no está en nuestras manos resolverlo. Lo que sí podemos afirmar es que en el momento oportuno recibimos el socoro que necesitamos. De lo que no hay duda alguna es que los creyentes en Cristo, hayan sufrido mucho o poco aquí en el tiempo gozaremos plenamente de la presencia de Dios en el cielo, lugar en donde no habrá muerte, ni sufrimiento, ni injusticia, ni de cualquier otra cosa de las que hoy nos dañan. El paraíso perdido en Edén será recuperado para no perderlo jamás estando en la gloria de Dios.
Para quien hoy sufre el dolor es una realidad. En la oscuridad de la adversidad puede encontrar consuelo saber que el Señor Jesucristo, por el Espíritu Santo no nos ha abandonado dejándonos huérfanos. Habita en lo profundo de nuestra alma recordándonos que en la cruz fue abandonado por el Padre para que nosotros en nuestro dolor podamos sr consolados por Él.
Octavi Pereña i Cortina


VIOLENCIA: ACTITUD INNATA

<b>¿Con qué llenarían el espacio los medios de comunicación si las personas creyendo en Jesús abandonaran la multifacética violencia? </b>
Era el último día del curso <b>Fabianne Terral</b>, maestra de 34 años no podía imaginar que sería el último de su vida. Una madre airada la apuñaló hasta matarla ante unos niños de 5 y 6 años. La agresora de 47 años con antecedentes policiales por haber abandonado a una menor de 15 años. Parece ser que la causa de la agresión mortal se debió a que la maestra había amonestado a la madre por los numerosos retrasos de su hija.
La violencia es tema de gran preocupación hoy por su imparable incremento debido a que no se encuentra manera de ponerle freno. Se manifiesta en las manifestaciones de fútbol base  cuando los padres increpan las decisiones arbítrales y a los entrenadores porque los hijos no juegan. Los jugadores de elite la exponen con mordiscos y juego sucio. Desde las graderías insultando a los jugadores por el color de la piel, por  su origen nacional y tendencias políticas. Está presente cuando se amenaza con el envío de la Brunete y el encarcelamiento de políticos por desafectos al Gobierno y por destruir la Democracia. En las familias cuando las diferencias se zanjan a gritos, amenazas, golpes y en casos extremos navajazos y, utilizando a los hijos para ponerlos de parte de uno de los progenitores y en contra del otro. Las manifestaciones violentas son tantas y variadas   que no se pueden detallar en un breve escrito.
El activista norteamericano <b>Malcon X</b> nos explica porque la violencia está tan extendida: “Sé pacífico, sé cortés, obedece la ley, respeta a todos”, hasta aquí nada que objetar. Lo que sigue sí que es bueno: “pero si alguien te pone la mano encima, mándalo al cementerio”. Deberían ser palabras de profunda meditación las que escribe Santiago: “¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros?  ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites” (4:1-3).
Refiriéndose al caso del albañil de Olot que mató a cuatro personas, el psicólogo criminalista <b>Vicente Garrido dijo</b>: “Una situación de enorme angustia que le provocó una ira incontrolable y ésta se convirtió en un acto violento para destruir a las personas que representaban el origen el mal”. Según el psicólogo, el comportamiento indeseable del albañil fue la consecuencia de una situación externa que le produjo la enorme angustia que le condujo a cometer el crimen múltiple, “le produjo una ira incontrolable…”. Es decir, el responsable de los cuatro asesinatos fue una situación externa, el albañil no es responsable de lo que hizo. Pero la Biblia dice: “del malvado sale la maldad” (1 Samuel 24:13).
El periodista <b>Joaquín Rog</b> le pregunta al poeta <b>Jerome                                             Rothemberg</b>: -¿Sigue creyendo que en todo hombre se encuentra un asesino? La respuesta que recibió es la que sigue: “Sí. Otra de las cosas que vuelve es la glorificación de la violencia. No me gustan estos actores de cine que el público considera hombres muy machos cuando actúan. No es verdad, es un error y no sé porque se da esta glorificación de la violencia”. Lo que <b> Rothemberg</b> ignora la Biblia lo esclarece: “Y como no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen, estando atestados de toda injusticia…maldad, llenos de envidias, homicidios, contiendas, engaños, malignidades…desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia, quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que hacen tales cosas son dignos de muerte, no sólo lo hacen, sino que también se complacen con los que las practican” (Romanos 1:28-32).
La evidencia es que para muchos Dios ha muerto, no existe, y se utiliza su Nombre para hacer todo que el apóstol Pablo denuncia en el texto bíblico citado. Dada nuestra inclinación natural a hacer el mal no debe extrañarnos que Paulino Castells escriba: “A manera de síntesis de estas ideas, la experiencia me confirma que las simientes de la violencia se <i>siembran</i> en los primeros años de la vida en el seno del hogar y después se llega a la adolescencia, etapa crucial que comparo con el final de una melodía que se empezó a susurrar en la cuna el recién nacido), después estas simientes se <i>cultivan</i> en un medio social que estimula la incompatibilidad entre aspiraciones y oportunidades de los jóvenes que <i>crecen</i> avivadas por <i>valores</i> culturales que glorifican soluciones agresivas de los conflictos entre personas”.
Si desde la cuna se enseñase que “con el temor del Señor el hombre se aparta del mal” (Proverbios 16:6) las cosas nos irían e otra manera. La prensa escrita ahorraría mucha tinta y papel.
Octavi Pereña i Cortina
23 de febrero 2016


OBJETIVAR EL CUERPO

<b>La mujer, u hombre objeto degrada la sexualidad y una vez obtenido el placer se los humilla publicando imágenes que jamás deberían haberse hecho</b>
Creo que una mujer como <b>Cristal Huyben</b> piense que “la modestia siempre ha sido importante para mí, creo que la sexualidad es un don maravilloso de Dios, algo que debe protegerse, no exponerla para que todos los ojos la vean”, difícilmente podrá sentirse desolada como <b>Terelu Campos</b> por la posible comercialización de un video con imágenes eróticas, o avergonzada como <b>Olvido Hormigos</b> por la publicación de imágenes suyas que no deberían haberse colgado en Internet. Según afirma la expareja de <b>Terelu Campos</b> no se trata de imágenes robadas, sino fotos que le había enviado la misma madrileña hacía unos años cuando su elación iba viento en popa.
<b>Luís Izquierdo y Celeste López</b> comentando la moda del <i>sexting</i> el envío de fotos eróticas hechas por uno mismo, dicen: “Todo está en la red, su nombre, sus fotos más personales, su visión del mundo, de sí mismos, sus comentarios cotidianos más banales y también muchos muy comprometidos. Han crecido con un móvil en las manos y el mundo sin Internet les parece un mundo de segunda categoría…En la red desnudan su día a día sin pudor, exhibiendo su rutina  o su estado emocional a través de explicaciones, fotografías o breves secuencias. Esta realidad no dejaría de tener una mera perspectiva sociológica si no fuese como el caso del video sexual entre menores difundido esta semana a través de las redes sociales”.
La mayoría de los protagonistas de estas imágenes que comprometen que han terminado viendo millares de personas buscan un minuto de gloria para compartir en entornos reducidos. Esta puesta en escena delante de una cámara busca también gozar de un protagonismo que normalmente no se tiene. Sin calcular los riesgos de una difusión pública, los lamentos llegan cuando el mal es irreparable y lo peor es que borrar estas imágenes es casi imposible. Que se lo pregunten a los adolescentes y celebridades que en su insensatez se han dejado fotografiar por el amor de su vida, el príncipe azul que debería llenarlas de felicidad. Cuando el amor eterno que habían jurado guardar se ha desvanecido porque otro amor lo ha sustituido, aparecen públicamente las fotografías que jamás deberían haberse hecho y, en todo caso se debería proteger la intimidad y destruirlas.
La degradación moral a la que se ha llegado ha conducido a banalizar el sexo, rebajándolo por debajo del sexo animal, convirtiéndolo en una relación de placer fruto de la objetivación del otro, el cual se convierte en un objeto de usar y tirar. Convertir a las personas en objetos es la consecuencia de que dichas personas han abandonado a Dios. La condición de las tales se hace carnal y la consecuencia de dicha carnalidad es: “Adulterio, fornicación, impureza lascivia” (Gálatas 5: 19). La voluntad de Dios es nuestra santificación: “Que nos abstengamos de la fornicación, que cada uno de nosotros sepamos poner nuestro vaso (cuerpo) en santificación y honor, no en pasión de concupiscencia como los gentiles que no conocen a Dios” (1 Tesalonicenses 4: 3-5).
El hombre actual ha perdido el entendimiento. A pesar de las consecuencias negativas de objetivar a las personas: incremento de enfermedades de transmisión sexual, rupturas conyugales que causa mucho dolor a familiares e hijos, que engendran comportamientos como el de la mujer a la que se refiere, se puede referir también al hombre, Proverbios 30:20: “El proceder de la mujer adúltera (el hombre también) es así: Come y limpia su boca  y dice: no he hecho maldad”. La ducha después del sexo ilícito no limpia la impureza moral, da pie a seguirlo realizando ante la creencia de que el agua y el jabón la han limpiado. Se precisa la intervención divina para que nos haga dar cuenta de que no podemos decir: “No he hecho maldad” y nos conduzca a reconsiderar nuestros caminos: Arrepentirnos sinceramente ante Dios por el pecado cometido y no repetirlo. Si no se cambia de conducta, limitarnos a decir que nos hemos equivocado al objetivar el cuerpo ajeno no sirve de nada, seguimos alimentando la “concupiscencia como los gentiles que no conocen a Dios”.
Octavi Pereña i Cortina
29 de febrero 2016


EUROPA EN LLAMAS

<b>París, Bruselas, en estado de sitio. El miedo ha invadido sus calles alegres, que han sido ocupadas por los soldados que protegen a los ciudadanos</b>
¿Qué hace posible que jóvenes universitarios decidan un día unirse al Estado Islámico, coger un kalasxnikov y apretar el gatillo contra unas personas sentadas tranquilamente en la terraza de un café? ¿Qué los impulsa a ponerse un cinturón cargado de explosivos e inmolarse en un mercado causando una carnicería? ¿Qué les impulsa a asaltar una iglesia o mezquita causando una mortandad entre los fieles reunidos para invocar a Dios? ¿Qué pasa en sus almas que están saturadas de un odio tan profundo que borra el más mínimo sentimiento de amor?  
<b>Joana Bonet</b> finaliza su escrito <i>El vacío de la identidad</i>, así: “Pero al otro lado, más escondido, se encuentran a estos jóvenes aburridos que un día deciden arriesgar y chatear con integristas islámicos por Facebook. Ellas cambian el flequillo y los pendientes por el burca, ellos aprenden a usar armas y explosivos, bien lejos del abrigo de la cultura. No sé si se interrogarán sobre el clavo al rojo vivo al que se cogían, pero lo peor es que nosotros no lo hicimos”. Al inicio de su escrito <b>Joana Bonet</b> redacta: “En situaciones límite” decimos que nos cogemos “a un clavo al rojo vivo”. “Es una imagen terrible: hierro que hierve, y así y todo es el único resorte que creemos capaz de contener nuestra desesperación”.
Me acojo al título del escrito de <b>Joana Bonet</b>: <i>El vacío de la identidad”</i>. cuando el alma de un joven está vacía, cuando ha perdido el sentido de la vida, dicho vacío tiene que llenarse  con lo que sea. El ser humano que está aburrido porque no encuentra nada que le satisfaga, busca emociones cada vez más fuertes que lo llenen. Esta es la cusa del incivismo juvenil que llena el vacío existencial quemando contenedores, destrozando mobiliario público, practicando violencia en los estadios, ejerciendo opresión sobre la mujer, matando indigentes que buscan refugio contra las inclemencias atmosféricas en los cajeros bancarios, apaleando a personas por el color de la piel o religión… El alma no puede permanecer vacía: la ausencia de amor debe suplirse con odio.
El odio como la droga necesita más para alcanzar el mismo grado de satisfacción. He aquí la razón por la escalada de violencia de la que es testigo nuestra sociedad. Si no basta con la urbana se busca más emocionante al exterior. Pienso que esta es la razón por la que chicos y chicas educados en nuestra cultura buscan en el islamismo  radical la violencia que nuestra sociedad no les permite. Se zambullen en una ideología carente de amor, se inoculan de anti amor y, estos jóvenes aparentemente normales de repente se sabe que han regresado de Siria preparados para la guerra, dispuestos a cometer una masacre. Hacer daño por el mero placer de hacerlo.
<b>Morten Storm</b> que se convirtió al Islam después de leer una biografía de Mahoma “que lo había alejado de todos aquellos años de palizas propinadas por su padrastro, peleas con bandas juveniles, drogas, reformatorios y cárceles que había conocido hasta entonces”. Explica la causa la causa que le llevó a abrazar el yidahismo: “Ahora que pienso en ello veo que se aprovecharon de mi debilidad. Yo era el candidato perfecto para ser captado por aquellos tipos con barba que me hablaban del paraíso que me esperaba en la otra vida si me comportaba como un buen creyente. No había echado  raíces en la cultura de mi país, ni sentía que nadie de mi entorno me amase. Tampoco arrastraba un pasado digno de orgullo. En cambio, el Islam daba sentido a mi vida, me permitía lavar mi conciencia y mis hermanos se preocupaban de mi y hacían que me sintiese importante”.
El antídoto contra el odio es el amor. La filosofía <i>haz el amor y no la guerra</i> no es el amor que inmuniza contra la violencia. Es una invitación al sexo desenfrenado que objetiva al hombre y a la mujer con el propósito de conseguir gratificación sexual y, una vez obtenida y calmada la pasión, si te he visto no me acuerdo. Amor de usar y tirar.
El amor que vacuna contra la violencia  no es cualquier tipo de amor. No es el amor filosófico que enseña que debemos amar, pero que no proporciona la fuerza para practicarlo. Este amor no sirve para poner fin a la violencia social y mucho menos para frenar la violencia que exporta el Estado Islámico.
En Navidad se intensifica el uso de la palabra amor. Los villancicos nos hablan de él. Al recibir regalos nos abrazamos, besamos y decimos: te amo. Este es un amor egoísta. Te amo porque me has dado. El amor navideño que respiramos es un amor adulterado. Es una parodia del amor de Jesús. En nuestra cultura cristiana la Navidad está relacionada con Jesús, a pesar de que se va paganizando a paso ligero. Decimos que nos amamos porque es tradicional hacerlo. En el fondo no existe amor. Es un sentimiento que el viento se lleva con la misma facilidad con que el sol disipa la niebla matinal.
El amor que arranca de cuajo la violencia del corazón es el amor de Dios manifestado en su Hijo Jesús que por la fe en su Nombre lo inocula en el corazón del creyente, haciendo que el odio en él agazapado sea substituido por el amor de Dios que busca el bien del otro. A menudo son pequeñas cosas: un silencio que dice mucho ante un infortunio. Una palabra de consuelo que nace ante situaciones difíciles. Sustituir el rencor por la comprensión. La animadversión hacia Dios en amor sincero a Él.
Al final <b>Morten Storm</b>  “abrió los ojos y descubrió que todo lo que le habían explicado fue un engaño”. Al final los cristianos también descubrimos que la Navidad materialista y paganizada que se nos vende también es un fraude. Entonces, ¿qué? Jesús que otorga vida eterna y que vacuna contra la violencia no se encuentra en el montaje comercial que se ha levantado alrededor de su persona. Se le halla en la quietud y silencio en el alma que busca. Jesús garantiza: “Quien busca encuentra”, En la persona que ha creído en Jesús la violencia empieza a desaparecer porque ya no le satisface practicarla.
Octavi Pereña i Cortina
1 de diciembre 2015


VIOLENCIA INSTITUCIONALIZADA

<b>En determinadas circunstancias todos somos capaces de cometer atrocidades porque el mal habita en nosotros. Sólo le falta la ocasión</b>
¿Somos una sociedad violenta?, es la pegunta que a menudo nos hacemos. ¿Puede prevenirse? ¿Son la televisión, los videojuegos y otros chismes electrónicos los que la fomentan? Estas y  otras peguntas nos las hacemos en momentos puntuales que desgraciadamente abundan demasiado.
Las telenoticias nos saturan de violencia con los videos de decapitaciones realizadas por el Estado Islámico. Imágenes de los destrozos producidos por los bombardeos en la zona de Gaza. Los cuerpos dispersados y mutilados entre los escombros en done hay conflictos bélicos. Madres cadavéricas dando el pecho sin leche a niños escuálidos…
A todo ello hemos de añadir que los gobernantes en nombre de la paz se preparan para la guerra incrementando el presupuesto militar, con lo que servicios básicos como sanidad, educación, prestaciones sociales contemplan como se restringen las partidas presupuestarias destinadas a ellas. Con la paz conseguida con las armas se favorece la cultura de la brutalidad, se fomentan las mafias que trafican con el comercio ilegal de armas y de personas. ¿Existe alguna manera de poner fin a esta locura que fomenta el terror, la miseria y la desgracia? Se dice que si gobernasen las mujeres la política sería más humana y que se reducirían drásticamente las injusticias. Dudo que fuese así porque “del malvado brota la maldad” (1 Samuel 24:13). La mujer como el hombre son malvados. El resultado de un gobierno femenino no podría ser otro que el que denunciamos.
Se dice que el ser humano es bueno por naturaleza, si actúa injustamente se debe a que las circunstancias le obligan a ello. Es cierto que determinadas situaciones  pueden ayudarnos a reaccionar furiosamente, pero no son las circunstancias las responsables de nuestro comportamiento violento, sino nuestra predisposición a hacerlo. Se dice que la ocasión hace al ladrón. Uno no manifiesta su predisposición a robar hasta que se le presenta la oportundad de hacerlo. En las empresas privadas, los pequeños hurtos que se dan en ellas ponen de manifiesto el espíritu delincuente que se esconde detrás de la careta de respetabilidad. Nos lamentamos de los escandalosos casos  de corrupción que se dan en el gobierno, en las corporaciones estatales y municipales. La honorabilidad de las personas se pone de manifiesto cuando teniendo la oportunidad de untarse las manos de aceite no se mete la mano en la vasija. Por lo que respecta a la violencia ocurre algo parecido. Uno no se muestra violento hasta el momento en que se le presenta la oportunidad. Hay niños que maltratan a sus padres y abuelos, de hecho y con palabras. Se dan padres que ejercen violencia sobre sus hijos provocándolos a ira. Maridos que maltratan físicamente y psicológicamente   a sus esposas, llegando incluso a matarlas. Se dan casos de esposas que matan a sus maridos. Hay personas que sin escrúpulos se aprovechan de los ancianos que cuidan, desposeyéndolos de sus ahorros. Podemos decir que estas cosas jamás las haremos. No olvidemos que no podemos decir que jamás haremos tal cosa <i>”quien se crea fuerte mire que no caiga”</i>, es el consejo que encontramos en la Biblia.
El fotógrafo brasileño <b>Sebastiao Salgado</b> le dice a la periodista Ima Sanchís: “Cuando usted y yo nos encontramos sentía una gran desilusión por nosotros los hombres. Yo creía que teníamos la capacidad de amarnos los unos a los otros como dijo Jesús y sostenían Sócrates y platón. Pero comprobé que somos una especie brutal, que quizás nuestra verdadera naturaleza es la violencia, somos un animal depredador, muy agresivo, no solamente con las otras especies, también contra nosotros mismos”.
La carta a los Romanos  describe la naturaleza humana  sin maquillaje fruto de la desobediencia de Adán, de quien descendemos: “Como está escrito: No hay justo ni aún uno, no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles, no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta, con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo  de sus labios, su boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se apresuran para derramar sangre, quebranto y desventura hay en sus caminos, y no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos” (3: 10-18).
La descripción que hace el apóstol Pablo del ser humano es el resultado de que no existe en el hombre temor de Dios. Esta carencia favorece la expresión: no hay brida que lo frene. Negar a Dios el temor que se merece por ser el Creador permite que Satanás se convierta en el padre espiritual de los hombres, filiación que exige el cumplimiento de las órdenes que emanan de tan malvado padre. Jesús deja bien claro que quienes no son hijos del Padre celestial tienen al diablo por padre. El término medio no existe: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer” (Juan 8:44). Un ejemplo de transformación de un carácter agresivo a pacífico lo tenemos en el endemoniado gadareno que “era tan violento que nadie podía pasar por aquel camino” (Mateo 8:28). Se encuentra con Jesús, cree en Él y aquel hombre terriblemente agresivo, los gadarenos lo encontraron “sentado, vestido y en su juicio cabal” (Marcos 5:15).
El problema de la violencia creciente no es una cuestión de moral y ética. Tampoco de educación. Ni de filosofía. La lectura de los filósofos clásicos grecorromanos no cambia la ferocidad humana porque deja intacta la naturaleza felina que se amaga en su corazón. Solamente la conversión en hijos de Dios   por la fe en Cristo, al recibir una nueva naturaleza semejante a la de Dios se invierte la tendencia porque al ser receptor del amor de Dios empieza a amar con el amor de Dios. El amor de Dios no es agresivo. Todo lo contrario: es pacificador, busca resolver los problemas buscando el bien del otro, a veces en perjuicio propio, buscando la reconciliación. Esta es la gran necesidad de nuestro tiempo: Personas guiadas por Jesucristo que busquen la reconciliación.
Octavi Pereña i Cortina
8 de marzo 2016


DOLOR DE ESTÓMAGO

<b>El dolor de estómago emocional indica que se ha hecho algo moralmente incorrecto</b>
<b>Jennifer Lawrence</b> la actriz ganadora de un Oscar, a sus 25 años gravó su primera escena de cama durante la filmación de <i>Passengers</i>. Para la actriz fue algo realmente extraño. Según explicó la artista tuvo que emborracharse para calmar la fuerte ansiedad que la ahogaba. Ello la condujo a tener más ansiedad. Cuando llegó a su casa, pensaba: “¿Qué he hecho? No lo se”. Aseguró que “fue la primera vez que besaba a un hombre casado, y la culpa es la por sensación que tienes en el estómago. Sabía que era mi trabajo, pero no le podía decir esto a mi estómago”. Llamó por teléfono a su madre para preguntarle: “Podrías decirme que está bien?…Era muy vulnerable y no sabes que es demasiado. Deseas hacerlo bien, quieres que todo sea real, pero entonces…Ha sido la vez que me he sentido más vulnerable en mi vida”. Cuando colgó el teléfono se peguntó: “¿Será que me termina de decir que está bien?”
Los sentimientos de  <b>Jennifer Lawrence</b>ante la escena erótica en una película no se ajustan con la libertad sexual imperante en nuestros días. No debe perderse de vista que la libertad sexual que hoy se disfruta no se ha presentado por generación espontánea. La reacción de la actriz ante el rodaje de una escena de sexo porque así lo requería el guión, es el inicio de un proceso que la llevarán a repetir escenas lujuriosas más fácilmente. El sentimiento de culpa que sintió la artista porque quería que la escena pareciese como si fura real tiene un cierto parecido con el fumar. En la adolescencia, cuando se pretende imitar a los mayores y se enciende el primer cigarrillo, se presenta un ataque de tos, uno se escaña, es muy desagradable. A medida que se siguen encendiendo cigarrillos va desapareciendo la sensación ingrata, una experiencia placentera la sustituye. Inspirar con fuerza el humo hasta hacerlo llegar a lo más hondo del pulmón, extasía. La sensación de placer es indescriptible. Con los años aparecerán las patologías. De momento, pero, inhalar profundamente el humo del cigarrillo es lo mejor que a uno le puede pasar.
<b>Jennifer Lawrence</b> tiene la valentía de confesar públicamente la mala sensación estomacal que le produjo tener que gravar su primera escena erótica. Si en el futuro tiene que repetirlas por las exigencias del guión, los sentimientos de culpa se debilitarán hasta llegar a hacerlo como la cosa más natural. A pesar de ello, lo que no está bien no lo está, aún cuando se diga todo lo contrario. La conciencia se endurece de tal manera que casi llega a insensibilizarse del todo. El pecado no confesado y no perdonado por Dios cobra un peaje muy caro: Alcohol, drogas, ansiolíticos, todo ello para intentar adormecer la conciencia. En algunos casos el sentimiento de culpabilidad es tan fuerte que se opta por el suicido para acabar con él.
Con el paso de los años ha ido desapareciendo el temor a Dios con lo cual se consigue que se relajen las buenas maneras. Destaparse, la exposición del cuerpo a las miradas ajenas, eliminado tela de los trajes de baño hasta llegar al topless. El desnudo integral está tomando cuerpo. El ahorro de tela en la playa poco a poco se ha ido transfiriendo a la ciudad de manera que poca piel queda cubierta.
Una cosa conduce a la otra. Ser virgen hasta el matrimonio se lo considera como algo prehistórico. Con la filosofía vigente de que con el cuerpo uno hace lo que le da la gana, entrego por placer mi virginidad al primer postor que se cruza en mi camino. Si  se lleva una copa de más se justifica la inmoralidad con un: no me acuerdo. Los hechos son los que son y no puede hacerse marcha atrás. ¿Cuántas pesadillas no son el resultado de haberse traspasado la línea roja que protegía la virginidad?
A <b>Sally Broon</b> que ha sido sexualmente activa no le dio reparo rectificar. Dice. “Siempre he creído que el sexo es algo  bueno, pero que debe reservarse para el matrimonio. En la universidad era sexualmente activa, a pesar de que era agradable siempre había en mí algo que no era correcto hacer. Me lo podía justificar diciendo que estaba enamorada, pero el sexo antes del matrimonio estaba reñido con mis creencias cristianas…Después del divorcio decidí que no volvería a tener sexo excepto que me vuelva a casar. Ahora sé que lo que siento es correcto y que procuraré vivir de esta manera. Así que he decidido esperar hasta el matrimonio, a pesar que en el pasado he mantenido relaciones sexuales, creo que es lo correcto”. Rectificar es de sabios.
En medio del follón moral que nos conduce a un callejón sin salida es conveniente que nos sentemos en un banco y reflexionemos seriamente sobre lo que está pasando. El amplio espectro de daños morales que nos atribulan no son el resultado de factores externos a nosotros   que nos hacen la puñeta, son la consecuencia de nuestras   propias decisiones incorrectas. Estamos tan confusos que no sabemos distinguir entre lo que está bien y lo que no lo está. Se da el caso que muy a menudo nos decidimos por aquello que nos perjudica. La Biblia nos muestra el símil de la plomada, el cordel que en uno de sus extremos lleva atado un objeto que pesa que suspendido por el otro extremo sirve para indicar la verticalidad de la pared que se está levantando. Este instrumento es indispensable en la construcción si se quiere evitar la necesidad de derribar paredes que no se alzan en vertical. La Biblia, utilizando el símbolo de la plomada nos muestra que si se desea vivir de manera  moralmente correcta debemos contrastar nuestro comportamiento con las enseñanzas que se encuentran en sus páginas. De la verificación  se descubrirá el grado de inclinación con que edificamos nuestras vidas. Podemos decidir con lo que hemos averiguado, pero si no corregimos nuestras vidas y permitimos que se alcen inclinadas como la torre de Pisa, nos estamos lanzando al precipicio. Esto es lo que ocurre en general: estamos edificando nuestras vidas para el desastre.
Octavi Pereña i Cortina
8 de diciembre 2015



ECUMENISMO NO VÁLIDO

<b>Se presenta el ecumenismo como algo que conduce a la paz religiosa, pero si no es válido es perjudicial</b>
¿Con que propósito el papa Francisco en su visita a la mezquita de Bangui dijo que cristianos y musulmanes son hermanos? Pienso que la declaración papal no sirve para facilitar la convivencia entre musulmanes y cristianos porque deja intacto el desacuerdo doctrinal existente entre ambas fes. La luz y las tinieblas no pueden ir juntas. La enemistad entre Ismael e Isaac, hijos de Abraham es más que un conflicto entre hermanos. Es una lucha entre la verdad y el error que perdurará por los siglos porque son las cabezas de fes antagónicas que jamás se pondrán de acuerdo.
El problema de fondo que separa a musulmanes de cristianos se encuentra en: ¿quién es Dios?  ¿Alá o el Padre de nuestro Señor Jesucristo? Ambos no pueden ser Dios. Dos dioses que a la vez sean el Creador no se sostiene. Uno de los dos tiene que ser un impostor. Con el presente escrito no pretendo enzarzarme en una discusión bizantina que no conduce a nada si no es encender los ánimos. Pretende ser una declaración de fe en la que creo.
Estoy de acuerdo con lo dicho por el pontífice. “Juntos digamos no al odio, a la venganza, a la violencia, en particular a la que se hace en el nombre de Dios. Dios es salam”.  De lo que estoy en desacuerdo es de que en nombre de la paz y la convivencia uno tenga, si no renunciar a su fe, si a aguarla. No debe olvidarse que en estos tiempos de tantas bajadas de pantalones en nombre de la paz religiosa, resuenan en nuestros oídos las palabras de Jesús: “El siervo no es mayor que su Señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros perseguirán” (Juan 15:20). Cuando los discípulos preguntaron a Jesús por las señales que anunciarían el fin el tiempo, les dijo. “Pero mirad por vosotros mismos, porque os entregarán a los concilios, y en las sinagogas os azotarán, y delante de gobernadores y de reyes os llevarán por causa de mí, para testimonio de ellos…y seréis aborrecidos de todos por causa de mi Nombre , mas el que persevere hasta el fin éste será salvo” (Marcos13: 9,13). En el discurso de despedida que pronunció Jesús antes de ser entregado a los judíos para ser crucificado, dijo: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:3). La señal que identifica al verdadero cristiano es que por la fe en Jesús será de una manera u otra perseguido. En la época apostólica se persiguió a los cristianos. En el Imperio romano se les hostigó. La Inquisición española los acosó hasta no dejar rastro de los luteranos. Durante el nacional catolicismo de la época de Franco se les hizo a los evangélicos la vida muy dura. Con ello no quiero decir que se deba ser masoquista para que se cumplan las palabras de Jesús en nosotros. Lo que quiero decir es que vigilemos si todo el mundo habla bien de nosotros, pues podría ser que de cristiano solamente se tenga el nombre.
La fe verdadera de la que es depositaria la iglesia, no una institución eclesial, sino la iglesia que es un edificio espiritual cuyas paredes se levantan con piedras vivas que son los verdaderos creyentes que desde Adán hasta nuestros días, las ha ido colocando en el lugar adecuado el Arquitecto que la ha diseñado. Esta iglesia que perdura a lo largo de los siglos se edifica “sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor, en quien vosotros también sois juntamente edificados  para morada de Dios en el Espíritu” (Efesios 2: 20-22).
Desde sus inicios la iglesia ha sido edificada sobre la Roca que es Cristo muerto y resucitado. Al principio anunciaban dicho evento los animales que se sacrificaban según las instrucciones dadas por Dios. Después de la muerte y resurrección del Señor ya no es necesario el derramamiento de sangre animal porque el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo ya ha sido sacrificado. El Símbolo que recuerda el sacrificio consumado del Cordero es el pan y el vino, conocido como <i>la Cena del Señor</i> de la que participan los fieles reunidos para tal conmemoración.
El diablo que es el padre de la mentira procura por todos los medios que los creyentes aparten los ojos del Jesús crucificado y los pongan en otros salvadores. Para intentar conseguirlo infiltra en las iglesias a falsos profetas, lobos disfrazados con pieles de cordero para que no obtengan la salvación. Debido a ello Juan escribe a las iglesias: “Amados, no creáis todo espíritu, si no probad los espíritus si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne es de Dios, y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios, y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo”       (1 Juan 4:1-3). El Islam no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es decir, no cree que el Hijo de  Dios se haya encarnado en la persona de Jesús.
Respetar las creencias ajenas no compartidas es una cosa, identificarse con ellas es otra. La declaración del papa Francisco en la mezquita de Bangui, la Biblia la considera herética: “Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios, el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí que tiene al Padre y al Hijo. Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no le recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido! Participa en sus malas obras” (2 Juan: 9-11). El ecumenismo que no está basado en la Verdad, Dios no lo prueba.
Octavi Pereña i Cortina
6 de enero 2016


¡JUBILEO!

<b>El júbilo se enciende en un corazón que tiene conciencia de que sus pecados le han sido perdonados de verdad</b>
Los fariseos no iban desencaminados cuando considerando que Jesús no era más que un hombre como todos los otro,s era un blasfemo cuando decía que tenía poder de perdonar pecados ya que este poder es un atributo exclusivo de Dios. Jesús, con el propósito de demostrar que tiene poder de perdonar pecados porque es Dios, dice a sus oponentes: “¿Qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate, y anda? Pues ara que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados, le dice al paralítico: Levántate, toma tu camilla, y vete a tu casa” (Mateo 9: 5,6).
El tema del perdón de los pecados viene a cuento con la celebración del año santo extraordinario de la misericordia convocado por el papa Francisco con una bula que empieza con las palabras: “Jesucristo es el rostro de la misericordia de Dios Padre”.
Los años santos o jubileos se “caracterizan por unos dones espirituales especiales, especialmente la indulgencia plenaria o remisión de la culpa de los pecados, que es aplicable a los fieles difuntos” (Lluís Martínez Sistach, arzobispo de Barcelona). El jubileo católico que se inspira en la enseñanza bíblica del Antiguo Testamento aplicable a los israelitas, se inicia con la apertura de la Puerta Santa de la basílica de San Pedro. En el jubileo actual el papa Francisco ha establecido “puertas santas de la misericordia” en las catedrales de todo el mundo para que los fieles puedan ganar la “indulgencia” haciendo lo que el papa dice, con lo cual, el fiel católico se libra de las penas temporales del Purgatorio por los pecados no perdonados. Durante el año santo extraordinario de la misericordia, el papa ha concedido que durante “el jubileo todos los sacerdotes puedan perdonar en confesión el pecado de aborto” (Lluís Martínez Sistach).
En la versión que Marcos hace de la curación del paralítico que demostraba que Jesús era Dios y que como tal tenía poder de perdonar pecados, aclara una cuestión que es de capital importancia. Los fariseos afirman: “Por qué habla este así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar los pecados, sino sólo Dios? (Marcos 2:7).
La Iglesia católica interpretando Mateo 16: 18,19 fuera de su contexto inmediato y del general de la Biblia, enseña que Jesús le dio a Pedro el poder de perdonar los pecados y, como se le considera el primer papa, también la autoridad de conceder el poder de perdonar pecados a sus subordinados. Así se ha llegado al absurdo de que todos los sacerdotes puedan perdonar en confesión el pecado de aborto, pecado que casi se lo considera como imperdonable. No es que esté en contra de que la mujer que haya abortado no pueda recibir el perdón de Dios, si se lo pide sinceramente, ya que la sangre que Jesús vertió en la cruz limpia todos los pecados por graves que sean. Denuncio la usurpación que el papa hace del poder de Jesús de perdonar pecados montando el espectáculo de perdonar los pecados en serie.
Si Jesús por el hecho de ser Dios tiene la potestad de perdonar los pecados, la responsabilidad de la Iglesia es llevar a los pecadores a postrarse ante los pies de Jesús para que de Él reciban  el perdón que el hombre no les puede dar ya que la sangre  que Jesús derramó en la cruz “nos limpia de todo pecado…Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”                    (1 Juan 1: 7,9).
Debido a que el Señor no ha traspasado al hombre el poder de perdonar los pecados por medio de la confesión auricular a un cura, no debe perderse de vista aquello que Jesús dijo a sus discípulos poco antes de ascender a los cielos: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, íd, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado, y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:18-20).
La función de los cristianos no es perdonar los pecados de los hombres mediante la confesión auricular a un sacerdote, sino instruirlos en las enseñanzas apostólicas inspiradas por el Espíritu Santo que han quedado registradas en un libro que se conoce como Biblia o Sagradas Escrituras. El acto de instruir se conoce como evangelizar, es decir, transmitir las buenas noticias que por la fe en Jesús muerto y resucitado el pecador recibe el perdón de sus pecados. Si no voy errado no fue hasta el siglo III que no se empezó a hablar de la confesión de los pecados a un hombre. La evolución acabaría convirtiéndose en sacramento.
De muchos es conocido el hecho de que Saulo de Tarso fue un perseguidor infatigable de los cristianos. Hallándose metido en esta tarea indeseable, aproximándose a Damasco se vio envuelto de una brillante luz celestial que le hizo caer del caballo, a la vez, oía una voz que le decía: “Saulo, Saulo, ¿porque me persigues?… ”¿Quién eres?”, le pregunta Saulo. La voz le dice. “Yo soy Jesús a  quien persigues”. Saulo, temblando y asombrado, le preguntó: “Señor, ¿qué quieres que haga?” Encontrándose Saulo en la ciudad, el señor llamó Ananias, un judío fiel a que fuese al encuentro de Saulo para transmitirle el mensaje que le comunicaba. (Hechos 9:1-19). Más tarde, conocido como Pablo, detenido y a punto de ser introducido en la fortaleza y habiendo recibido del tribuno permiso para hablar se dirige a la multitud y explica lo que le sucedió yendo a Damasco, menciona lo que le dijo Ananias. “Ahora, pues, ¿Por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados invocando el Nombre del Señor” (Hechos 22.12-16). Ananias no le dijo: “Saulo, confiésame tus pecados para que por el poder que he recibido de Dios te los perdone”. No le dijo esto, sino: <b>“Lava tus pecados invocando el Nombre del Señor”</b>. Las iniquidades lo abrumaban, por la fe en Jesús todos sus pecados le fueron perdonados por Dios sin mediación humana.
Octavi Pereña i Cortina
15 de diciembre 2015


NIÑOS ENREDADOS

<b>La práctica que va en aumento de enviar fotos íntimas resulta ser nociva cundo el amor de mi vida deja de existir</b>
La policía catalana detecta dos casos por semana de difusión de fotos de menores en Lleida. Internet, móviles, Smartphones, Whatsaaps, son dispositivos altamente conectados que pueden facilitarnos casi instantáneamente información. En este sentido son herramientas que pueden darnos la información que deseamos con mucha facilidad y sin tener que movernos  de casa o de la oficina. A la vez, tienen el peligro, ya que la información que se les suministra prácticamente es indestructible. Debido a ellos se debe ser muy cuidadoso a la hora de introducir información de tipo personal, sea erótica o no.
El sargento Xavier González Espinet, responsable de la Oficina de Relaciones con la Comunidad asegura que “uno de los problemas más frecuentes es el caso del menor que ha enviado a una persona de su entorno fotografías de carácter íntimo…los menores deben saber que cuando se hacen un selfie y lo cuelgan en la red pierden  el control de dicha imagen.
Nos espantamos ante la alarma que se genera cuando niños y adolescentes envían fotos íntimas que se convierten en boomerangs que los golpean fuertemente. ¿Qué ejemplo damos los adultos a los menores? ¿Qué tipo de modelos son los padres para los hijos? Recientemente se ha descubierto el acoso a celebridades norteamericanas, por este motivo. En nuestra casa tenemos los casos de Olvido Hormigos, regidora en el ayuntamiento de Los Yemenes que gravó y envió fotos en posturas que jamás se deberían haber producido, i de Teresa Terelu, presentadora de televisión. ¿Qué pueden decir estas mujeres a sus hijos? ¿Cómo pueden justificar sus inmoralidades? ¿Cómo pueden explicar a sus hijos lo peligroso que es enviar por Internet fotos íntimas si ellas han caído en la trampa del exhibicionismo?
En nombre de la libertad sexual y de que somos dueños de nuestro cuerpo y que con él podemos hacer lo que nos plazca, estamos banalizando el sexo. No debe extrañarnos, pues, que niños que nacen y se crían en hogares en los que se habla del sexo  de manera degradante y envueltos de imágenes que objetivizan a la mujer y que de tanto repetirse llegan a la conclusión de  que esta es la manera correcta de considerar a la mujer. No debe extrañarnos que la policía catalana diga que la edad media de menores implicados en el envío de imágenes comprometedoras sea de 12-15 años.
Hoy, con la negación masiva de Dios y de su Ley se ha creado una sociedad carente de pudor: <i>Aversión del alma hacia aquello que puede ofender la decencia, también la modestia</i>. Cuando se atenta una y otra vez contra el pudor, las celebridades se encargan de enseñar que es normal  mostrar públicamente las partes íntimas de sus cuerpos con vestidos que tapan poco y presentándose en público con transparencias que lo enseñan todo, se crea una adicción al sexo que es insaciable.  La palabra <i>basta</i> ya no existe. El profeta Jeremías describe así la sociedad que vive para el sexo: “Como caballos bien alimentados, cada cual relincha tras la mujer de su prójimo. ¿No habrá de castigar esto?, dijo el Señor. De una nación como ésta, ¿no se habrá de vengar mi alma?” (5: 8,9).
A continuación cito unos textos bíblicos que si son asumidos por los padres les podrán ayudar a instruir a sus hijos sobre sexo y no esperar que sea la pornografía que aprovechándose del vacío educativo se encargue de hacerlo de manera degradante y perjudicial para aquellos que la reciben y acepten las instrucciones tan perjudiciales para su salud moral.
“¿Qué hijo mío? ¿Qué hijo de mi vientre? No des a las mujeres tu fuerza, ni tus caminos a lo que destruye a los reyes” (Proverbios 31: 2,3)
“Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla, pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios” (Hebreos 13:4).
“Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación, que os apartéis de fornicación, que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor, no en pasión de concupiscencia como los gentiles que no conocen a Dios”                    (1 Tesalonicenses 4: 3-5)
<b>Victoria Villamil</b> dice: “El comportamiento sexual compulsivo también denominado <i>trastorno hipersexual</i>, puede destruir la vida de una persona de la misma manera como lo hacen la adicción al alcohol o a las drogas”</i>.
<b>Valerie</b> describe su experiencia adictiva al sexo, así: “Para muchos la adicción al sexo es una forma de automedicación para borrar la angustia, desesperación y el miedo paralizante que obsesiona desde la niñez. Con el propósito de aligerar la soledad y el miedo de no ser amada, buscaba el amor en lugares equivocados. Debido a mi adicción al sexo arruiné dos matrimonios. Perdí el trabajo y la vivienda y me quedé en la calle”. Después de una década de travesía por el desierto <b>Valerie</b> intentó suicidarse con una sobredosis de medicamentos.
Banalizar el sexo y utilizarlo como automedicación para esconder los problemas emocionales conduce a empeorar las situación porque de las llamas se cae sobre las ascuas. Los expertos dicen que la infelicidad creciente es la causa del envío de fotos íntimas y de la adicción a Internet.  Los afectados por las situaciones no gratificantes que se dan en los hogares lo intentan suplir con el sucedáneo que les ofrece la red con el resultado nefasto de hacerse adictos al sexo en línea.
Octavi Pereña i Cortina
10 de mayo 2016


¿QUIÉN ES SANTO?

<b>Para desespero de muchos, la propaganda católica vende la santidad como un estado que se obtiene después de morir. La Biblia enseña que es un estado de gracia que se disfruta en vida</b>
Los libros <i>Avaricia</i> de <b>Emiliano Fittipald</b>i y <i>Via Crucis</i> de <b>Giaulugi Nuzzi</b>, “dedican largos capítulos a analizar el funcionamiento de la Congregación para las Causas de los Santos…Según el <i>Corriere della Sera</i>, la gendarmería vaticana investiga cuentas del Instituto para Obras de Religión (IOR) – la banca vaticana – a raíz de la sospecha del cobro de sobornos por parte de postuladores de causas de beatificación y canonización para “pilotar” los procesos y agilizarlos (<b>Eusebio Vall</b>. )Los escándalos de las canonizaciones dejan claro que a la sombra de la fastuosidad vaticana se mueve una legión de vividores que sangran a los fieles crédulos. Los libros mencionados denuncian que “el negocio que envuelve la beatificación y canonización de santos, cuyos procesos depende de la cantidad de dinero que se aporte. En este sentido constata que las diócesis más ricas son las que más aportan para el reconocimiento de sus beatos y santos”. Dejando a un lado la corrupción vaticana que hoy ocupa mucho espacio en los medios de comunicación, analizaremos lo que según la Biblia es la santidad.
Lo primero que debe descubrirse es: ¿Quién es santo? El apóstol Pablo escribiendo a los cristianos en Roma, dice: “A todos los que estáis en Roma, llamados a ser santos” (1:7). El apóstol considera santos no a una minoría de cristianos romanos privilegiados con características especiales de santidad, sino que  dice que son santos todos los cristianos romanos, sea cual sea su posición en la iglesia. No distingue entre unos y otros. Sin privilegios, todos son santos.
Escribiendo a la iglesia en Corinto, el apóstol dice: “A la iglesia de Dios , que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro” (1:2). Aquí el apóstol Pablo amplia la categoría de santos a <i>“todos los que en cualquier lugar invocan el Nombre de nuestro Señor Jesucristo”</i>. No limita la santidad a los residentes en un lugar determinado, Roma o Corinto, la amplía a” todos los que en cualquier lugar invocan el Nombre de nuestro Señor Jesucristo”, es decir, cualquier persona que en cualquier lugar de la Tierra invoque el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, es santa. No se da ninguna discriminación por motivo de características personales de quienes invocan el Nombre de nuestro Señor Jesucristo: raciales, culturales, de sexo.
A los cristianos que residían en Colosas el apóstol Pablo les escribe diciendo: “Y vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de Él” (1:21,22). Aquí, el apóstol descubre la procedencia de los santos. No vienen de un entorno en que se respirase bondad. No. Antes de ser santos eran “extraños y enemigos en  vuestra mente, haciendo malas obras”. No fueron llamados a ser santos por ser buenas personas que jamás habían roto un plato. No. Jesús no vino a buscar personas buenas sino que como Médico del alma vino a buscar pecadores al arrepentimiento porque su sangre vertida en la cruz limpia todos los pecados de quienes creen en Él. (1 Juan 1:7).
El lector que ha llegado hasta aquí y que invoca el Nombre de nuestro Señor Jesucristo y que se ve como no siendo sin mancha ni irreprensible, puede preguntarse: ¿Es que no invoco bien el Nombre de nuestro Señor Jesucristo? Si sigue leyendo lo que el apóstol Pablo les dice a los cristianos en Colosas, le desaparecerán las dudas: “Si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del Evangelio que habéis oído,  el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo” (v.23). Ser irreprensible y sin mancha no toca hoy. Nosotros que éramos extraños y enemigos de Dios, por la fe en Jesús su Hijo nos hemos convertido en amigos de Dios, mejor dicho: en hijos suyos. Iniciándose un proceso de santificación que depende de si se permanece firme en la fe. Es cierto que se producen resbalones y caídas, pero quien permanece firme en la fe se levanta y sigue andando con los ojos puestos en Jesús, el Autor de su fe, con lo cual la mochilla que lleva en la espalda va aligerando el peso del pecado que le agobia. Con la perseverancia y la mochilla que aligera su peso, el andar se hace más fácil. La imagen de Jesús de la que es portador el creyente se hace más nítida, exponiendo con más claridad las señales de santidad sin la  cual nadie verá al Señor.
La santidad no pertenece a hombres y mujeres excepcionales a quienes los hombres declaran santos una vez fallecidos y después de un largo proceso de investigación y muy costoso, sino a personas que como tú y yo lamentamos nuestro pecado y a semejanza del salmista le pedimos al Señor Jesús: “Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado” (Salmo 51:2). Santos, según la Biblia, lo son hombres y mujeres que han depositado la fe en Jesús muerto y resucitado que en su caminar diario bregan para ser perfectos como el Padre celestial es perfecto, conscientes de que esta perfección absoluta no la alcanzarán hasta el día de la resurrección que será el momento cuando se presentarán ante Dios sin ninguna mancha ni arruga que los afeen.
Octavi Pereña i Cortina
12 de enero 2016


BELLEZA ARTIFICIAL

<b>La manipulación fotográfica y las pasarelas con la exhibición de modelos esqueléticos son malos educadores en belleza corporal y en salud</b>
Los expertos en salud alertan a los padres que el ejercicio físico excesivo puede estar relacionado con desórdenes alimentarios en los adolescentes. La explosión de redes sociales que exponen imágenes físicas no realistas contribuye a ello.
El modelo escuálido de belleza que se encuentra doquiera fomenta, principalmente en los adolescentes que todavía no tienen plenamente desarrollado el sentido crítico, el deseo de parecerse a estas modelos reales en las pasarelas pero que son el resultado de extenuantes ejercicios físicos y de estrictas dietas que ponen en peligro la salud física y mental de dichas modelos.
El ejercicio físico moderado y más en una sociedad sedentaria como la nuestra es necesario para que no se oxiden las rótulas, impidiendo o dificultando la movilidad. Si no se tiene cuidado aquello que es beneficioso mental y físicamente puede convertirse en grave peligro de salud integral. Un indicador que alerta de que algo no funciona bien en la práctica del ejercicio físico es cuando se manifiesta una tenencia a centrarse exclusivamente en el ejercicio físico, hacerlo sintiéndose mal o lesionado o practicándolo a deshora, ha dicho <b>Sarah Young</b>, psicóloga y especialista en desórdenes alimentarios de la Universidad de Sydney.
La obsesión por la delgadez enfermiza  que se encarga de fomentar la industria de la moda en estrecha colaboración con las pasarelas que exhiben modelos cadavéricas, obliga a gobiernos, como el francés, a tomar medidas que impidan la exhibición de modelos con síntomas de enfermedad  debido a los excesivos ejercicios físicos y de una desnutrición que favorece la languidez, a ello se añade la industria de los gimnasios que fomentando la cultura del mantenerse en forma de manera saludable, de alguna manera crean la adicción al ejercicio físico al despertar sentimientos de no encontrarse bien con el cuerpo que se tiene. <b>Silvia García</b>, de 28 años, que tiene el hábito de ir al gimnasio cinco días a la semana, dice que se siente irascible cuando por la causa que sea pasa algunos días sin ir al gimnasio.
Con facilidad se puede cruzar la línea roja que separa el ejercicio saludable del enfermizo. El psicoterapeuta y neuropsicólogo <b>Álvaro Bilbao</b>, escribe: “Cuando hacemos deporte generamos la capacidad de calmar el enojo y de canalizar la frustración, lo más importante es que ayuda a fabricar serotonina  la hormona de la felicidad”. Esta es la causa por la que <b>Silvia García</b> se nota irascible cuando pasa unos días sin ir al gimnasio.
Cuando el ejercicio físico se convierte en una prioridad su poder terapéutico se convierte en una droga tan destructiva como lo son las químicas. “Los expertos recomiendan que la practica deportiva debe ser siempre racional. Es decir que no debe convertirse   en una obsesión que pueda poner en peligro la relación de pareja. Hay personas realmente obsesionadas por el aspecto físico o de la necesidad de hacer deporte, cuando esto se convierte en un fin e interfiere en la relación de pareja podemos decir que estamos ante un problema de salud mental.  <b>Álvaro Bilbao</b>,
Las industrias de la cosmética, de la moda, del gimnasio, nos manipulan a favor de sus intereses económicos y nos programan para que nuestros cuerpos  se ajusten al modelo que a ellas les interesa. <i>Porque tú lo vales</i>, la frase que de tan repetida se ha gravado en nuestro inconsciente, nos impulsa a seguir maquinalmente las normas que se nos imponen desde fuera. Pensamos que actuamos libremente cuando realmente  actuamos condicionados. “El ejercicio ha perdido la condición de actividad agradable y se ha convertido en otra manera como las mujeres manipulan sus cuerpos, en otro vehículo para una tortura narcisista. Las mujeres que consiguen el ideal de delgadez  que promocionan los modelos modernos, normalmente lo obtienen haciendo ejercicio de manera frenética  y compulsiva, realizando duras y restrictivas dietas alimentarías deficientes” (<b>Elayne A. Soltzbrg i Joan C. Chrisler</b>.
Con el fin de evitar caer en la trampa de la publicidad sublimal, que nos moldea a su gusto sin darnos cuenta de ello, ante todo debemos saber quienes somos realmente. Si lo desconocemos, entonces somos propensos a aceptar los mensajes sublimales  que nos moldean sin percibirlo. El texto bíblico escogido nos alerta de los peligros de dejarnos manipular por el deliro de la belleza corporal efímera inexistente, y nos propone modelar nuestras almas con la belleza que proviene de Dios y que es eterna: “Engañosa es la gracia, y vana la hermosura, la mujer que teme al Señor, ésa será alabada” (Proverbios 31:30).
Octavi Pereña i Cortina
18 de mayo 2016


PEDERASTIA DEPORTIVA

<b>Los pederastas en vez de fijarse en lo que es malo, deberían fijarse en Cristo que sabe lo que es correcto</b>
Los abusos sexuales contra niños es uno e los crímenes más asquerosos que se cometen contra personas que no pueden defenderse y son la evidencia de la brutalidad extrema en que puede caer el hombre pecador apartado de la gracia de Dios. Está documentado el turismo sexual que tiene como objetivo principalmente a los niños de países asiáticos. Últimamente ha salido a la luz pública los abusos sexuales contra niños en seminarios y en centros asistenciales religiosos y del Gobierno. Ahora sale a la superficie que la pederastia también existe en los vestuarios deportivos. Allí   en donde se encuentra el hombre es inevitable que más pronto o más tarde aflore la corrupción que alberga el alma. Ni la religión ni la educación lo pueden librar de tal desatino.
“Difícil es saber en que porcentaje se está produciendo, pero se dan evidencias de que en el deporte se dan casos de asedio y abusos sexuales con menores”, asegura la socióloga <b>Montse Martín</b> del Grupo de Investigación del Deporte y de la Actividad Física de la Universidad de Vic. La investigadora admite que el deporte es un sector especialmente difícil de explorar  porque “de entrada las federaciones plantean resistencia cuando se les propone hacer una encuesta entre los deportistas sobre este asunto”.
“La estructura jerarquizada del deporte, en que el entrenador es una persona con mucha autoridad sobre el deportista, impera la ley del silencio sobre los abusos sexuales, es un obstáculo para acabar con dicha práctica”. “Muy a menudo”, dice <b>Montse Martín</b>, “los clubes deportivos han resuelto las denuncias invitando a los entrenadores sospechosos a marcharse, dejando el asunto como un tema privado, sin comunicarlo a nadie, lo único que se consigue es”, dice la investigadora, “trasladar el problema de un club a otro”.
La periodista <b>Maria Jesús Ibáñez</b>, refiriéndose al silencio que envuelve a los clubes deportivos sobre el tema de los abusos sexuales, le pregunta a <b>Gloria Viseras</b>, ex gimnasta olímpica: ¿Por qué es tan importante visualizar lo que sucede? He aquí la respuesta que da la gimnasta: “Llevamos años ocultando que hay abusos contra niños, silenciándolos. Yo misma tardé 30 años en poder hablar sobre ello. Este es el delito más impune que existe, es un delito contra personas que no entienden qué ocurre y que tienden a sentir vergüenza y culpa. Nosotras, que éramos gimnastas, deportistas de elite, lo cargábamos todo a nuestras espaldas, teníamos un alto concepto del sacrificio y algo de heroínas”.
<b>James Rhodes</b>, repetidamente abusado durante cinco años, explica: “Sí, entre los seis y diez años, el profesor de educación física. Aquellas violaciones continuas me produjeron daños físicos, me tuvieron que operar diversas veces de la parte baja de la espalda y mis músculos ya no me respondían y me cagaba encima. El cuerpo no olvida nunca”. Refiriéndose a las consecuencias psicológicas, <b>Rhodes</b> dice: “Falta de confianza en ti mismo, auto odio, fracaso en las relaciones,  deseos de hacerte daño, tics, depresión, paranoia y vergüenza, porque piensas que fuiste cómplice de los abusos, te sientes culpable y también de los efectos de tus problemas mentales en los que amas”.
El infierno por el que atraviesa un niño repetidamente violado durante años es imposible que lo entendamos quienes hemos tenido una infancia normal. Por ello se nos hace tan difícil entender las reacciones de los dañados por la lascivia de los adultos.
La periodista <b>Ima Sanchís</b>le pregunta a <b>James Rhodes</b>: ¿Por qué mantuvo relaciones destructivas con hombres mayores? La respuesta que da es estremecedora: “A los 10 años ingresé en un internado y salí a los 18 con la sensación de tener 68. Era un niño, y me duele decirlo, pero lo que buscaba era afecto e intimidad y creía que lo único que podía ofrecer a los otros era sexo, que para mí era lo más sencillo y frío como tomarte un café y lo hacía drogado”.
<b>Rhodes</b>buscaba afecto e intimidad de manera equivocada porque no sabia buscarlo de otra manera. Los centros religiosos y deportivos que acogen niños para educarlos son caldo de cultivo apara asedios y violaciones. Algunos educadores en vez de tratar mejor que los padres a los niños puestos bajo su tutela se aprovechan de las criaturas para dar salida a sus pasiones vergonzosas. Tal vez podrá frenar la práctica de esta perversión sexual si se pone en funcionamiento el registro de delitos sexuales, impidiendo que cualquier persona que haya cometido un delito de tipo sexual pueda tener contacto directo con menores en los centros de enseñanza, sean públicos o privados.
Hecha la ley hecha la trampa. Los depredadores sexuales de menores siempre tendrán la posibilidad de relacionarse con menores en otros espacios. Las redes sociales son uno. Los investigadores de delitos sexuales de la policía atrapan algunos de estos desalmados. Siempre hay algunos de dichos perversos que siguen rapiñando impunemente. Un aviso destinado a todas las personas, especialmente aquellas que tienen trato directo con niños y adolescentes: “Porque vergonzoso hablar de lo que ellos hacen en secreto. Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas, porque la luz es lo que manifiesta todo. Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo” (Efesios 5:1214). La luz de Cristo tiene el poder de hacer ver la miseria que representa ser pederasta. En el momento en que un rayo de la luz de Dios impacta en el corazón tenebroso de un pederasta, a éste no le queda otra opción que abandonar su práctica sexual pecaminosa porque ya no puede seguir viviendo en la perversidad.
Octavi Pereña i Cortina
9 de febrfero 2016



ACOSO

<b>Las personas deben reaccionar ante el acoso antes de que sea demasiado tarde para encontrarle solución</b>
El caso de Alan, el adolescente transexual  de 17 años que se suicidó el 24 de diciembre de 2015, pone de nuevo ante la opinión pública el problema del acoso. Las proclamas políticas y sociales se hacen oír. “Pondremos todos los recursos para evitar que vuelva a repetirse”. (<b>Ana María Martínez</b>, alcaldesa de Rubí). “Alan se merecía el homenaje después del menosprecio por parte de la sociedad”, afirmó <b>Natalia Aventin</b>, presidenta de Crysallis, asociación que agrupa familiares de menores transexuales).
Para poder combatir el acoso, sea del tipo que sea, ante todo debe saberse qué es, pues si se desconoce la enfermedad, ¿cómo se podrá recetar el remedio adecuado? “Se considera como tal (el acoso) toda información que se difunda por medio de e-mails, SMS, whatsaaps, redes sociales, como Facebook, Twitter, o cualquier otro, así como por medio de webs o comentarios que se hagan en ellas con el propósito de difamar, vejar, acosar o constreñir a la persona que sea con ataques personales o difundiendo contenidos íntimos no autorizados, en gran parte visuales. Sólo el hecho de seguir enviando e-mails a alguien que ha dicho que no desea seguir recibiendo de alguien en concreto ya se puede considerar acoso en línea” (<b>Esther López</b>, socióloga). El acoso popularmente conocido como <i>bullying</i> puede resumirse en una breve frase: “Falta de amor”, no de un amor abstracto del que se habla con inconsciencia, sino del amor que enseña a buscar el bien del prójimo y no el mal. Los psicólogos que son especialistas en el comportamiento humano dicen que los matones que sacan pecho ante sus compinches que acosan a quienes no les caen bien, se forman en los hogares en que se dan modelos inconsistentes de paternidad o en los que se dan modelos de  comportamiento violento. Lo que se respira en el hogar se reproduce en la calle. El ambiente hogareño hace mucho para que los hijos practiquen o no el acoso. En definitiva, los hijos reproducen en la escuela y entre sus compañeros el comportamiento que ven en sus hogares y como lo huelen desde el nacimiento, lo consideran correcto. No debe extrañarnos, pues, que se conviertan en acosadores.
Siendo la cosa así es imprescindible que el modelo paterno cambie de uno que fomenta el acoso por otro que respete al prójimo en toda su diversidad. Respetar a lo que es distinto no significa de ninguna de las maneras renunciar a las propias convicciones, sino que manteniéndolas inalterables, no actúa en contra de las peculiaridades del otro, sino que las tiene en cuenta  sin impedir su manifestación. El respeto que yo quiero para mí tengo que tenerlo hacia el otro.
El acoso es un atentado contra la integridad del otro que debe penalizare. Desconozco si está especificado como delito en el Código Penal, si no es así debería serlo. Pero la lucha contra el acoso no sólo debe ser de tipo judicial y punitivo, también debe ser educativa. La psicóloga leridana <b>Rosa Jové</b> dice que es preciso asegurarse que las campañas a favor de la tolerancia impacten en los niños y “hacerlas por obligación”. David y Blau, dos adolescentes que han sufrido acoso por su orientación sexual y que han explicado en su entorno como son y cuales son sus preferencias sexuales, añaden: “En la escuela deberían darnos más soporte”. No estoy en contra de la educación, pedro la educación que se limita a decir que la homosexualidad y la transexualidad están presentes en la sociedad y que se deben respetar a las personas a las personas que escogen dichas opciones sexuales sin cambiar los sentimientos que hierven en las profundidades del alma, no resuelven el problema. A pesar de las campañas para fomentar la tolerancia, el Observatorio contra la Homofobia ha detectado que los casos homóficos en Catalunya durante el año 2014 fue de un 5% y que en la demarcación de Lleida fue del 30%.
Antes hemos dicho que lo que se respira en el hogar se reproduce en la calle. A pesar de ser insuficiente, la escuela debe seguir enseñando que la tolerancia a favor del que es diferente debe ser una prioridad. Pero debe ser la Iglesia en su diversidad denominacional la que debe ir más allá de la escuela enseñando el mensaje liberador del pecado por Cristo, sin quedarse en la banalidad de que el mensaje cristiano está presente en las tradiciones populares. El mensaje de la tradición deja a los hombres en sus delitos y pecados. No despierta  las conciencias. Las celebraciones tradicionales como las navideñas, de semana Santa, las romerías con trasfondo religiosos distraen y despiertan sentimientos, pero no llevan a las personas el verdadero arrepentimiento a Dios que es la base del cambo de actitud hacia el prójimo que es distinto, sin excluir ningún factor diferencial.
La Iglesia en su diversidad denominacional debe hacerse suyo el mandato que Jesús dio a la iglesia naciente  antes de su ascensión a los cielos: “Por tanto, íd y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado” (Mateo 28: 19,20). Pero si quienes dicen ser cristianos no creen en el Señor de la Iglesia, ¿cómo cumplirán el mandato de enseñar a quienes desconocen la Verdad de Cristo que libera de la esclavitud del pecado que origina el acoso? Si nos consideramos cristianos debemos desterrar el prejuicio y las actitudes incorrectas que escondemos en las profundidades de nuestras almas.
Octavi Pereña i Cortina

 


EMPERADORES FAMILIARES

<b>Un concepto educativo equivocado que renuncia a disciplinar a los hijos es el causante de que los hijos lleguen a maltratar a sus padres</b>
Un anuncio publicitario que promociona a una revista infantil, simula un diálogo que una madre mantiene  con un siquiatra: “Mi hijo tiene de todo y se aburre”, le dice al experto. La respuesta que recibe del especialista, es: “Regálele la revista X”. Este anuncio da en el clavo del problema infantil /juvenil que desemboca en la violencia adolescente. El aburrimiento es el causante de las conductas de las que a menudo se hacen eco los medios de comunicación y que se cometen con el propósito de deshacerse del aburrimiento. El aburrimiento es el resultado del vacío que hay en el alma y que debe llenare sea como sea: Asedio a los compañeros de clase, fechorías…y otras pequeñeces que conducen hasta maltratar a los padres sicológicamente o, hasta ponerles la mano encima.
La madre del anuncio, preocupada por el aburrimiento de su hijo dice que el afectado tiene de todo. Con el fin de mantener a los hijos con la boca cerrada se les da todo lo que desean. Sus habitaciones se ven atiborradas de objetos que una vez han satisfecho el gozo inicial, yacen desperdigados por doquier, olvidados y sustituidos por otras novedades que recibirán el mismo premio. Es una escalada sin límites. Ya desde la infancia se educa a los niños al consumo compulsivo tan denostado por los especialistas en salud mental. Esta educación es gratificante para los padres porque con orgullo pueden decir que a sus hijos no les falta nada. Con el fin de que no se aburran se complacen todos sus caprichos. Lo importante es que no se alboroten y les hagan pasar un mal trago. Creyendo que les hacen un bien no se dan cuenta de que siembran en sus hijos la simiente del <i>síndrome de emperador</i>. Los hijos e convierten en pequeños dictadores  que alteran la tranquilidad de sus padres porque se crea un malestar que los lleva al consumo de tranquilizantes, ansiolíticos que empeoran la relación filial- paternal. La educación basada en el tener no es la adecuada ni en la infancia ni en la adolescencia porque se les enseña que el tener cura todos los males cuando es al revés ya que genera daños que se agravan con el transcurso de los años. Entonces, estos padres que han sido tan condescendientes con sus hijos, desesperados se preguntan: “¿Qué hemos hecho mal para encontrarnos en este infierno?” La educación materialista basada en el tener y no en el ser es la raíz de muchos males, entre ellos, en que los hijos se conviertan en agresores de sus padres.
Según la fiscalía de Lleida “un total de 12 adolescentes leridanos fueron imputados en el 2013 por violencia doméstica, es decir por maltratar física y sicológicamente a sus padres y a otros familiares, doblando los casos que se dieron en el 2012”. Refiriéndose a los niños que agreden a los padres <b>Cristina  Sen</b> dice: “Se habla así del síndrome de emperador, del adolescente que reina en casa, intolerante a la frustración y que vincula el no tener con no ser”. El síndrome de emperador se da allí en donde la educación es muy sobre protectora, que consiente a los hijos con tal que no alboroten y que delegan a la escuela su educación ética y moral. Es una educción muy permisiva, que trata a los hijos como amigos y no como padres que deben disciplinarlos cuando la ocasión lo requiera.
Los padres que se precien de serlo deben recordar que son los guardianes del futuro de sus hijos y que cuando se esfuerzan en educarlos moralmente y esculpir sus mentes y corazones para el bien, saben que esta instrucción incluye reglas y preceptos, haz y no hagas con respecto a los otros. Incluye la explícita formación en buenos hábitos y, jamás debe faltar el buen ejemplo de los padres que con su comportamiento diario muestran a los hijos que se toman en serio la moral.
La educación que los padres deben procurar dar a sus hijos no consiste exclusivamente en aportar un bagaje cultural que sin duda alguna tiene su valor, en gran manera deben esforzarse en transmitirles un equipamiento moral que es imprescindible para que sepan comportarse como personas que caminen por la vida sembrando el bien y no el mal.
Para que los padres puedan ser los maestros de moral de sus hijos es necesario que previamente hayan adquirido el título que les acredite para este oficio. A menudo los padres se quejan que su fracaso como padres se debe a que no han recibido la formación adecuada. La pregunta que me hago es: ¿Han manifestado interés en obtenerlo? Las respuestas que dan no son convincentes porque evaden su responsabilidad y pretenden traspasarla, en la escuela principalmente, con lo cual confiesan su irresponsabilidad.
Con el fin de que los padres y las madres puedan convertirse en buenos educadores morales de sus hijos, ante todo deben tener claro qué sentido tienen sus vidas. Si este propósito no lo ven claro porque está envuelto de penumbras, jamás podrán enseñar a sus hijos el auténtico sentido de la vida y por lo tanto se despreocuparan de enseñarles ética y moral. Les enseñarán como triunfar en la vida  al precio que sea, aunque para conseguirlo deban pisotear a las personas que consideren que son un obstáculo para conseguir subir a lo alto del podio. Para que abandonen la enseñanza materialista de la vida para inculcarles que el verdadero sentido de la vida no consiste en tener sino en ser, debe entrar en funcionamiento el aspecto religioso / espiritual que normalmente queda relegado en el olvido, pero que debe recuperarse si es que se desea enseñar correctamente  a los hijos. Si no se reconoce dicho olvido y se persiste en educar a los hijos para que obtengan cuantos más bienes materiales mejor que mejor, no debe extrañarnos que los hijos, de pequeños emperadores, se conviertan, cuando sean adultos en fieros dictadores que siembren dolor allí donde vayan, empezando por los propios padres.
Octavi Pereña i Cortina
23 de mayo 2016


¿ECUMENISMO A CUALQUIER PRECIO?

<b>Las religiones no llevan a Dios y separan a los hombres. Sólo Jesucristo es el camino que lleva a Dios y favorece la paz entre los hombres</b>
El problema de los falsos profetas no es reciente. Es tan antiguo como la existencia del ángel de luz que se convirtió en Satanás, el padre de la mentira des de su rebelión en los ámbitos celestiales contra Dios que es la Verdad. En el campo terrenal Satanás se convirtió en el Falso Profeta cuando introduciéndose en una serpiente que le proporcionó cuerpo físico engañó a Adán y a Eva al despertarles dudas del amor de Dios cuando éste les prohibió que comiesen del árbol de la ciencia del bien y del mal porque morirían si así lo hiciesen (Génesis 2:17). Por la fe en Cristo Dios es el Padre de todos los verdaderos cristianos. Por la fe inconsciente en Satanás, este se convierte en el padre de todos los incrédulos y de manera especial de los falsos profetas que se dedican a propagar la mentira. De falsos profetas que se dedican a propagar la mentira los ha habido en todas las épocas. Los profetas de Dios del Antiguo Testamento no se cansaron de denunciarlos por la transmisión de mensajes engañosos que dañaban a quienes los creían, sea individualmente, sea colectivamente.
En el Nuevo Testamento, Jesús que es la Verdad, dice al pueblo: “Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos” (Marcos 8:15). Los oyentes, que confunden la levadura con el pan que poco antes habían comido, tiene que decirles: “¿Qué discutís porque no tenéis pan? ¿No entendéis ni comprendéis? ¿Aún tenéis endurecido vuestro corazón? (v.17). Con estas palabras Jesús recuerda a los judíos que vigilen las enseñanzas de los dirigentes religiosos, que se guarden de las enseñanzas de los fariseos. Si no hubiese sido por el endurecimiento de sus corazones habrían entendido que las enseñanzas de los fariseos eran engañosas porque sabrían que la levadura era símbolo del pecado.
Antes de ascender a los cielos Jesús   encargó a sus discípulos que enseñasen a todos los pueblos “que guardaran todas las cosas que os he mandado” (Mateo 28:20). El antídoto contra los falsos profetas es que las personas conozcan la verdad de Dios que ha sido revelada. Desgraciadamente, mucha de la semilla que esparcen los profetas de Dios cae al lado del camino. Es el mismo Jesús quien explica el significado que tiene la semilla que se pierde: “Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven” (Lucas 8:12).
Siendo que solamente una cuarta parte de la simiente que se esparce cae en buena tierra, “éstos son los que retienen la palabra con corazón sincero y bueno y dan fruto con perseverancia” ((v.15). Ya que son “muchos los llamados, mas pocos escogidos” (Mateo 20:16), la siembra de la Palabra debe seguirse haciendo con perseverancia con la esperanza de que una cuarta parte caiga en buena tierra. Como quiera que el hombre es responsable de su destino eterno, el apóstol Pedro, entre otros, nos alerta de los falsos profetas cuando escribe: “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como también habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aún negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre si mismos destrucción repentina. Y muchas serán sus disoluciones por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado” (2 Pedro 2:1,2). El apóstol Pedro dice que en el pasado hubo falsos profetas, también nos alerta de que en la Iglesia habrá falsos maestros que tergiversarán las enseñanzas que Jesús antes de su ascensión a los cielos mando a sus discípulos que las sembraran en todos los pueblos (Mateo28:19,20).
13tv, la televisión de la Conferencia Episcopal Española, popularmente conocida como la televisión de los curas, ha difundido un video en el que el Papa con voz melosa dice: “La mayor parte de los habitantes del planeta se declaran creyentes, esto debería provocar un diálogo entre las religiones, no debemos dejar de orar por ellos y colaborar con quienes piensan distinto”. A continuación, cuatro representantes de religiones comparten su fe: “Confío en Buda”, “creo en Dios”, “creo en Jesucristo”, “creo en Dios, Alá”. La voz papal con cadencia pausada, sigue diciendo: “Muchos piensan distinto, sienten distinto, buscan a Dios o encuentran a Dios de diversas maneras, en esta multitud, en este abanico de religiones hay una sola certeza que tenemos para todos”. Después de decir: “Todos somos hijos de Dios”, cada uno de los representantes de las cuatro religiones dice: “Creo en el amor”. Finaliza así la disertación papal: “Confío en vos para difundir mi petición de este mes, que el diálogo sincero entre hombres y mujeres de diversas religiones conlleve frutos de paz y de justicia. Confío en tu oración”.
Para los fieles católicos que desconocen lo que dice la Biblia pueden encontrar muy bonitas las palabras del Papa porque extasía escuchar palabras de amor universal. Pero en las Escrituras no se encuentra el más pequeño pensamiento de que todas las religiones llevan a Dios. Es muy taxativa: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad si los espíritus son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios, y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios, y este es el espíritu del Anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora está en el mundo” (1 Juan 4:1-3). Solamente existe un camino para ir a Dios: Jesucristo. Cualquier maestro, por respetable que sea, que enseñe lo contrario se convierte en un profeta de Satanás, el padre de la mentira.
Octavi Pereña i Cortina  


SHAKESPEARE Y CORRUPCIÓN


Un comentario sobre Hamlet me ha recordado el origen del monaquismo. Transcribo el comentario que sobre el personaje creado por Shakespeare hace <b>Josep Maria Ruiz Simon</b> en su  escrito: La corrupción de Hamlet: “Andrew Fitzmaurice argumentó muy persuasivamente que, a los ojos de los contemporáneos del dramaturgo inglés, Hamlet no era un sujeto morbosamente incapaz de actuar, sino un hombre que había decidido retirarse de una vida cortesana podrida por la corrupción. Por una corrupción que, como había señalado años antes <b>La Boéti</b>, tejía piramidalmente redes de intereses que atrapaban en la servitud voluntaria aquellos que se acercaban y garantizaba así la supervivencia del tirano. Seguir haciendo el loco para poder vivir tranquilamente en la vida contemplativa o comprometerse políticamente exponiéndose a luchar contra un régimen tiránico que por interés los cortesanos  hacían ver que consideraban legítimo”.
La corrupción, especialmente la política, está fuertemente enraizada en nuestro país y como descubren las informaciones periodísticas el Ayuntamiento de Valencia al completo, falta la alcaldesa por estar aforada, está imputado de corrupción. Redes mafiosas interconectan las instituciones de manera que cuando se empieza a tirar del hilo no se sabe hasta donde nos conducirá la investigación judicial.
Como cristianos no debemos dejarnos atrapar en las redes de intereses clientelistas que garantizan la supervivencia de los caciques y, de la corrupción. He dicho que el comentario que hace <b>Josep Maria Ruiz Simon</b> de Hamlet me ha llevado a pensar en el origen del monaquismo. El monaquismo cristiano nació en el siglo IV en Egipto y fue fruto de un gravísimo error. Los cristianos, debido a la degeneración de la fe, para evitar que la corrupción generalizada pudiese corromperlos a ellos se retiraron en zonas desérticas en donde fundaron comunidades gobernadas por estrictas normas ascéticas. No es necesario llevar gafas para ver que la corrupción se instaló en aquellas sociedades que pretendían eludirla, pues, el hombre, debido al pecado que es portador hace florecer la corrupción doquiera se  encuentre. La historia del monaquismo está atiborrada de fechorías tanto o más graves que aquellas que se cometían en los lugares que abandonaban para eludirla. Los cristianos no debemos retirarnos a lugares solitarios por miedo de que la corrupción social nos infecte. No es este el propósito que tiene Jesús al llamarnos a su servicio: “Vosotros sois la luz del mundo, una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz  y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5: 14-16).
El cristiano no alumbra con luz propia. Jesús lo ha dejado bien claro cuando dice: “Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12). De alguna manera el cristiano se asemeja a la luna que refleja la luz del sol, irradia la luz del Sol de justicia que es Jesús la luz del mundo.
Jesús dice que los cristianos son la luz del mundo.¿Qué debe hacerse con esa luz que son? Jesús los compara con un candelero que se coloca en un lugar elevado para que ilumine la casa y los presentes no se encuentren a oscuras. Una persona cuando se convierte a Cristo a pesar de que sigue estando en este mundo ya no pertenece a este mundo Lo deja en el mismo lugar en que se encontraba en el momento de su conversión a Él para que diga a sus familiares y amigos lo que el Señor ha hecho con él. Al compartirlo refleja la luz divina que hay en él y así las personas de su entorno tienen la posibilidad  de convertirse a Cristo y convertirse en candiles que alumbren en espacios que hasta aquel momento permanecían en la oscuridad.
La corrupción no se arranca de raíz con leyes que la prohíban.  <b>Muhammed Yanus</b>, pionero del micro crédito, fundador de Graneen Bank y Nobel de la Paz, dijo: “Todo el mundo me pedía que hiciese un paso hacia delante e intentase servir a mi país en política. Empecé a hacer pasos, tímidos primero, y después ya más decididos. Cuando iba a anunciarlo oficialmente, desistí porque vi. que se llenaba de corruptos. Los políticos deshonestos me habían envuelto buscando que mi proximidad los rehabilitara ante la gente. Así que renuncié a fundar un partido y seguí dedicándome a aquello que mejor sé hacer: generar oportunidades para los ciudadanos.
Vende decir que se va a luchar contra la corrupción. Los partidos regeneracionistas que pretenden expulsar la corrupción de las instituciones fracasarán en el intento aún cuando sea motivado con las más sanas  intenciones porque la corrupción es inherente en la persona no convertida a Cristo. La conversión a Cristo hace del hombre por naturaleza corrupto una persona nueva. La persona que era guiada por Satanás, el padre de la corrupción, en Cristo tiene como Padre al Padre celestial y como hijo de tal Padre ama y persigue la justicia. Vista la situación actual, los cristianos no podemos aislarnos del mundo. Debemos vivir en él e implicarnos socialmente, actuando como candiles que puestos en lugares altos alumbren en medio de una sociedad que vive envuelta de espesas tinieblas espirituales e incapaces de salir de ellas si no es porque la luz de Cristo resplandezca en sus corazones.
Octavi Pereña i Cortina
16 de febrero 2016

  


ACOSO

<b>El mejor remedio contra el acoso es refugiarse bajo las alas del Todopoderoso que protege de los enemigos</b>
Tres niños de 9 y 10 años del colegio infantil Alric de Cassà de la Selva fueron expulsados durante una semana del centro por acoso de un compañero de clase. El hecho no nos debería causar sorpresa debido a que a menudo los medios se hacen eco de este hecho. Lo que sorprende es lo siguiente: “La expulsión de los niños no habría gustado a los padres que  amenazaron con denunciar al centro. Las discrepancias con el equipo directivo serían más de forma que de fondo ya que los padres entienden que los hijos se merecían una sanción” (Silvia Oller).
Por una cuestión de forma que no de fondo a pesar de que los padres entendían que sus hijos sí que se merecían una sanción, estaban dispuestos a denunciar al centro. Creo que en vez de amenazar a la escuela por la sanción impuesta a los hijos, los padres deberían haber reforzado el castigo impuesto por la dirección del centro. Los padres son los primeros responsables de la educación de los hijos y que no deben escamotear su deber. Según Silvia Oller los niños no solamente acosaban a la víctima “durante las horas lectivas sino que también lo hacían con mensajes por WhatsApp”. ¿Es que los padres no supervisaban lo que los hijos hacían con sus whatsApps? ¿Es que deben ser terceras personas las que deben avisarles del comportamiento incívico de sus hijos? Es muy fácil condenar a la escuela. La escuela no es la responsable del comportamiento de los hijos, es cuestión de crianza, de responsabilidad de los padres. No se puede menospreciar el impacto del acoso y más cuando en medio se encuentra WhatsApp y otros artilugios electrónicos que permiten mandar mensajes a los acosados a deshoras, cuando las víctimas se encuentran solas en la habitación. Este bombardeo constante de mensajes que atentan contra la integridad de las personas puede ser devastador. De hecho, se dan demasiados casos e intentos de suicidio. Los acosadores pueden esconderse detrás del teclado de su WhatsApp y escribir lo que les parezca, desentendiéndose de las consecuencias que puedan tener en los acosados. Pero el asedio tiene un efecto bumerang. Lo que se cuelga en red prácticamente es indeleble y más pronto o más tarde siempre pasa factura. El efecto bumerang se puede presentar en el momento menos deseado. A veces el efecto indeseado se presente a la hora de buscar empleo.
Enseñar autoestima es como un cuchillo de dos filos. Por un lado puede ser positivo. Por el otro, puede provoca narcisismo. La autoestima debe enseñarse con cordura. Los niños narcisos suelen ser los que acosan. ¡Cuidado, pues, con el tú res el mejor!
El acoso es una forma de violencia y si en los hogares existe violencia, ¿no es lo más lógico que el ambiente que el niño respira en familia se refleje en sus relaciones con sus compañeros? La nuestra es la cultura de la humillación y todos los momentos son buenos para practicarla. “Las palabras del difamador son como bocados suaves, y penetran hasta las entrañas” (Proverbios 18:8).
La humillación real o virtual puede hacerse insoportable. Las víctimas necesitan soporte. Las personas allegadas a ellas son las primeras que deben dárselo, pero, si no han sido previamente consoladas  en una situación parecida, ¿cómo podrán consolar a sus hijos que sufren? Generalmente, el consuelo que se presta a los afectados por el acoso es parecido al que los amigos del patriarca Job le dieron en su aflicción. En vez de consuelo lo que recibió fueron palabras desafortunadas que incrementaron el dolor del afligido. Dado que los consoladores humanas muchas veces fracasan en su intento de ayudar, quienes atraviesan por momentos de aflicción deben recordar que Jesús el “Varón de dolores” que sufrió en su propia carne, entre otras cosas el acoso por parte de un íntimo que formó parte del grupo de los doce apóstoles y que gozó de de profunda intimidad con Él, por experiencia propia conoce los sentimientos y el dolor que padecen los acosados. Por el hecho de que Jesús también es Dios puede curar las heridas que el acoso produce en el alma sin dejar cicatrices que alarguen el sufrimiento. El salmista “que habita al abrigo del Altísimo mora bajo la sombra del Omnipotente” (Salmo 91:1) dice que si los acosados encuentran en el Señor el refugio y la fuerza que necesitan “no temerán el terror nocturno, ni flecha que vuele de día, ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya” (vv. 5,6). Sin la protección del Señor omnipotente, por excelente que pueda ser la atención psicológica que pueda recibir el acosado, no protege como debiera de los ataques de los crueles.
Octavi Pereña i Cortina
21 de junio 2016


SELFIES

<b>La tecnología de la comunicación se desarrolla rápidamente pero las personas que deben utilizarla no están en condiciones de hacerlo debidamente</b>
Estamos inmersos en la cultura de la imagen. Antes de aparecer la fotografía la reproducción de la imagen se hacía de manera artesanal, siendo  pocos quienes podían tener un óleo que inmortalizaba  a la persona que se podía permitir el lujo de tenerlo. Hoy, con la fotografía digital  y la colaboración de las nuevas tecnologías, la imagen se ha socializado y puesta al alcance de una gran mayoría de personas a un pecio asequible para todas las economías. Este abaratamiento, la facilidad de reproducción y de difusión de la imagen crea un grave problema. La tecnología digital aprovechándose de la necedad humana ha creado un monstruo que amenaza con tragarnos. La tecnología digital que puede ser un buen medio de comunicación si se hace un buen uso, se ha convertido en una fuente de desórdenes mentales.
Ahora se ha puesto de moda el <i>selfie</i>, el autorretrato que uno se hace con el móvil de las partes más diversas del cuerpo y que se envía al amigo/a. Aquí se termina la privacidad. La foto se reenvía a círculos más amplios y si esta foto expone intimidades corporales su difusión provoca trastornos mentales que pueden llegar hasta la inducción al suicidio. La inconsciencia conciente  suele terminar mal. Algunos tipos de fotos no deberían haberse hecho nunca y menos enviarlas a personas por más  íntimas que sean porque la amistad en general se rompe en santiamén. Entonces, el receptor de las imágenes que comprometen las divulga y una vez colgadas en la red es casi imposible detener su difusión. Estas imágenes pueden ser motivo de <i>bullying</i> y de problemas a la hora de buscar trabajo.
¿Por qué se hacen <i>selfies<7i> y se envían? Sencillamente porque todos llevamos una cierta dosis de narciso. La complacencia excesiva en las cualidades propias u obras. Estas supuestas virtudes no pueden quedarse arrinconadas en la buhardilla, se deben publicar, se les debe dar difusión. Entonces llegan los aduladores que te dicen: ¡Qué bien has quedado! El ego se hincha y, poco a poco los <i>selfies</i> se hacen más atrevidos y los estragos se hacen irreparables. Personas expertas en el tema que tratamos no se cansan de repetir que debe tenerse mucho cuidado de no enviar fotos  íntimas que pueden deslumbrar a los receptores por los encantos que reproducen del remitente.
Los <i>selfies</i> comparten escenario con la moda, la industria de la cosmética y de la cirugía plástica que se encargan de estimular al narciso que todos tenemos escondido en las profundidades del alma. El retrato que puede hacerse del narciso es el de una persona que se cree muy hermosa externamente pero que en realidad, internamente es tan fea como los cacharros que se tienen arrinconados en la buhardilla. El narciso es una persona obsesionada consigo mismo, que sueña grandezas, que posee muy poca empatía porque en su interior sólo hay espacio para su ego que por cierto crece como la espuma.  Bajo la capa de una autoestima muy exagerada, el narciso guarda sentimientos de inseguridad y de insuficiencia que impulsan el salto hacia el resbaladizo mundo del éxito y de la fama, siendo los <i>selfies</i un instrumento idóneo para realizarlo.
Los <i>selfies</i> revelan la personalidad narcisista de quien lo envía. Esta revelación pone a los niños y adolescentes en manos de los desaprensivos que detrás de la máscara de la amistad y con el falso propósito de ayudarlos, los incitan apoyándose en el reconocimiento que buscan a que les manden fotos sexy hasta llegar al desnudo total. Es entonces cuando los malhechores se quitan la careta poniendo al descubierto suverdadera personalidad perversa. Con el material gráfico que revela las intimidades corporales de los jóvenes incautos se quieren aprovechar de ellos con las amenazas de colgar en la red el material gráfico de que disponen si se niegan a seguir el juego. Perseguir la fama se ha convertido en una pesadilla.
Ser narciso es un mal compañero de viaje ya que produce muchos quebrantos y el rechazo de las personas de su entorno. Ya en la época apostólica la iglesia tenía conflictos internos debido al uso indebido de los dones que el Señor le otorgaba para su correcto funcionamiento. Se daban frecuentes escaramuzas para sobresalir de los otros. Eran muchos quienes querían ser los números 1 en la iglesia. El apóstol Pablo  en la carta que escribe a los cristianos de Roma les dice: “Digo pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno” (Romano 12:3)
El narcisismo es la consecuencia de querer neutralizar la inseguridad íntima con la falsa imagen de la autoestima. Dado que la autoestima no aporta seguridad interior se intensifican los esfuerzos para conseguirla, con lo cual, la enfermedad se agrava hasta la aparición de los casos sonados que nos muestran los medios de comunicación. Cristiano Ronaldo es uno de ellos.
El narciso que todos llevamos dentro se debe al pecado que provoca que tengamos “un más alto concepto de nosotros mismos que el que debemos tener”. Volvamos a los niños y adolescentes y el peligro que representan los <i>selfies</i>. Una correcta educación en la fe cristiana es la medicina que curará a niños y adolescentes del narciso que llevan dentro dada su condición de pecadores. La fe en Cristo, no en la Iglesia, ni en sus doctrinas, es el secreto debido a que el espíritu humilde de Jesús se desarrolla en su interior  y los libera de la imperiosa necesidad de querer destacar por encima de los otros. Pretender ser el número 1 ya no es una necesidad. Poseyendo a Jesús les sobra el protagonismo.
Octavi Pereña i Cortina
28 de junio 2016


CREACIÓN SIN DIOS

<b>La inmadurez espiritual hace creer que la maravilla de la creación es una casualidad ocurrida hace millones de años</b>
¿Podemos hacer de la nuestra una realidad sin Dios? <b>Ramón Drudis i Mauri</b> en su escrito <i> “La nuestra realidad sin Dios”</i> , dice que sí se puede. De hecho, son muchos quienes la viven. ¿A qué precio? Para muchos “si dios es un paradigma abstracto correspondiente al medio físico, a las leyes de la naturaleza, el dios de los filósofos, entonces no tengo ningún problema con este dios. Pero si se trata de un ser trascendente, creador del universo, omnipotente, un sabelotodo que te escucha cuando rezas y te castiga cuando peques, entonces tengo un problema” (<b>Ramón Drudis i Mauri</b>), entonces no se tiene necesidad del Dios creador y salvador. Así es como el hombre se convierte en su propio dios.
“Puestos a pensar”, dice <b>Drudis</b>, “cómo es posible que un Dios omnipotente, la sustancia comuna de todos los seres y de todas las cosas, permita la muerte de recién nacidos y jóvenes, las cruzadas, la guerra santa o jyhad y el hambre en los países pobres?” Es la excusa del mal pagador: Dios es el culpable de nuestros males y así pretendemos eximirnos de nuestra responsabilidad. De este supuesto Dios cruel, asesino, responsable de todos nuestros males, ni oír hablar de Él. <b>Ramón Drudis </b> que como astrónomo examina el universo con la ayuda de potentes telescopios no sabe ver a Dios en la maravilla del macro cosmos, llega a la conclusión que “es una especie de <i>senedios</i> (sin necesidad de dios), y no porque haya probado la inexistencia de dios, sino porque todo este esquema religioso atenta contra mi integridad, mi libertad y mi dignidad como ser moral y autónomo”. El apóstol Pablo dice de aquellos que viendo la creación que manifiesta la existencia de Dios reniegan de Él: “profesando ser sabios, se hicieron necios” (Romanos 1:22).
Está claro <b>Ramón Drudis </b> es evolucionista y por eso escribe: “Hoy las creencias religiosas llevan miles de años de ventaja por lo cual se han adentrado en nuestra cultura, tradiciones e instituciones. Fue en la juventud en que la humanidad fue hechizada con la idea religiosa, ya que no había llegado la edad de la razón”. El astrónomo nos viene a decir que quienes creemos en Dios es porque todavía quedan en nosotros reminiscencias del pasado prehumano existente antes de la llegada de la edad de la razón. “Dios fue creado”, dice, “a imagen del hombre, específicamente hombres de sociedades primitivas  que se espantaban por los rayos, erupciones volcánicas, terremotos, eclipses y cometas del cielo”. Los homínidos prehumanos que todavía no tenían la razón, para protegerse del miedo que les provocaba la naturaleza desenfrenada  se inventaron la idea del dios  protector, ¡Ay,un ser irracional razonando porque según <b>Ramón Drudis </b> todavía no había llegado la edad de la razón!
No señor <b>Drudis</b>, Dios no es el invento de seres irracionales atemorizados. Dios ya existía antes de la creación y fue Él quien creó al hombre a su imagen y semejanza  aún cuando usted crea que fue el hombre quien creó a Dios a su semejanza, es decir, con todos los defectos y pasiones como los dioses de la mitología griega clásica. ¿Qué sentido tiene creer en un dios que posee todas las debilidades humanas? Los dioses que se fabrican los hombres son el resultado de que no teniendo la ayuda del Omnipotente, impulsados por la superstición, se fabrican dioses de oro, plata, metales preciosos que poseen ojos que no ven, oídos que no escuchan, pies que no andan y que para desplazarse tienen que ser sujetos sobre plataformas arrastradas por los hombres. Estos son los dioses en que creen quienes no tienen fe en el Dios omnipotente creador de todo lo existente.
Usted señor <b>Drudis</b> no puede creer en el Dios que revela la Biblia debido a que no puede entender que este Dios permita las fecharías que usted denuncia. Pero usted no se da cuenta que la razón que le ha dado Dios para poder investigar el cosmos lo ha convertido en un no necesitado de Dios, que ha divinizado la razón que le hace a usted un ser racional, pensante. Usted se ha convertido en un idólatra que no adora una imagen a semejanza humana, ni al sol, ni a la luna, ni a ríos, ni a árboles. Pero es un idólatra de algo invisible : la razón y la consecuencia de su idolatría puesta al día no le permite entender como un Dios omnipotente puede permitir que suceda todo aquello que denuncia.. Todo lo que usted condena yo también lo condeno. Divergimos en su origen. Usted culpa a Dios de que siendo omnipotente, las consiente. Yo culpo al hombre porque se ha apartado del Creador y en vez de acatar las leyes que son fruto de su soberanía y legisladas para el buen funcionamiento de la creación, incluso del hombre, se insubordina contra su autoridad y, dejándose guiar por la razón defectuosa debido a su desobediencia toma decisiones que conducen a la caótica situación en que vivimos.
Dios no ha creado al hombre autómata. Lo ha diseñado con la capacidad de tomar decisiones. La capacidad de decidir la utilizó por primera vez cuando escogió comer el fruto del árbol prohibido. Nadie le obligó a hacerlo pero el resultado fue que perdió la comunión con Dios, siendo el resultado la siembra de la semilla de la idolatría con sus diversas manifestaciones: burdas, artísticas, científicas.
Regresemos a la astronomía que es el tema que ahora nos interesa: “Las cosas maravillosas de Él, su poder eterno y su divinidad, son claramente visibles desde la creación del mundo y se entienden por medio de las cosas creadas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen…Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mete reprobada para hacer cosas que no convienen, estando atestados de toda injusticia…” (Romanos 1:18-32). Doy la razón a <b>Ramon Drudis</b>: Dios permite todas las cosas que describe el texto pero no porque se desentienda del hombre. Todo lo contrario, siendo como es un Dios justo, castiga como se merece la infracción a la ley que como Creador ha legislado. Dios no es un Ser arbitrario.
Octavi Pereña i Cortina
26 de abril 2016


ESCÁNDALO POLÍTICO

<b>La transparencia sin paliativos es el elemento que falta en la actividad política</b>
España es un desgobierno y los políticos que deberían poner orden en el desbarajuste creado se limitan a culparse mutuamente, evitando proclamar un sincero <i>mea culpa</i> porque todos ellos tienen un cierto grado de responsabilidad por la situación creada. En vez de mirar la mota  que hay en el ojo del opositor, deberían hacer una mirada al propio ojo y descubrirían que en él hay una descomunal biga. Si la responsabilidad del otro por el desbarajuste existente es grande, la propia es monumental. ¿Qué ocurre que los políticos tengan tan  poco de entendimiento y dejen de comportarse como niños mal criados? ¿De qué sirve sentarse en la mesa de negociación si todo acaba en desacuerdos? ¿Tan difícil es ver los graves problemas que tiene el país y que necesitan una solución urgente? La soluciones a medias con el fin de contentar a las  partes que negocian, no resuelven los problemas planteados, todo lo contrario, alargan la agonía y el bienestar social se resiente.
La mayoría de los adalides políticos son universitarios. Poseen una esmerada educación académica, pero no han aprendido a resolver problemas. Las soluciones que aportan agravan todavía más los embrollos creados. Les falta cordura para deshacer los desatinos cometidos porque miran los asuntos de Estado desde la perspectiva egoísta de los intereses personales y de partido. Proclaman a los cuatro vientos un patriotismo en el que no creen, cuando realmente en lo que creen es en favorecer a los lobbys que los apoyan desde la trastienda y en conservar la poltrona. El interés por la ciudadanía solamente son declaraciones vacías de contenido.
España sigue   estando con un gobierno de transición y los políticos que aspiran a gobernarla solamente aspiran a consolidar sus prebendas sin importarles lo más mínimo los sacrificios a que someten a la población debido a los recortes a que la han sometido para proteger a la banca y al saqueo de las arcas públicas debido a la corrupción sin entrañas.
Ni el PP, el partido más corrupto de todos, que debería entonar un sincero <i>mea culpa</i> por el desvalijo a que ha sometido las arcas públicas, ni los partidos que optan por alcanzar el gobierno, con su silencio respecto a este tema, dan a entender que poco les interesa acabar con ella. Los ciudadanos tenemos la sensación de que deberemos seguir pagando el peaje que conduce a la devaluación del estado del bienestar: Sanidad, educación, servicios sociales…Todo ello bajo mínimos.
En tanto sufre la población, los candidatos a gobernar España acusándose mutuamente. En un momento en que la salud y las vidas de millones de españoles se encuentran en peligro, sobran las buenas palabras. Lo que falta son obras. La voluntad de regenerar España se manifiesta andando en la justicia social, no hablando de ella. Las palabras se las lleva el viento. Estrechando las manos al salir de una negociación para la foto, no es garantía de que se realice el acuerdo pactado. Los políticos se aprovechan de la credulidad de los ciudadanos que siguen poniendo las papeletas en las urnas que les da legalidad a su gestión política. España tiene los gobernantes que se merece.
La manera de hacer política no solamente en España. Europa también está sumergida en un lodazal de corrupción y de incompetencia del que no se sabe como salir. La tendencia hacia la desintegración europea deje de ser una amenaza dependerá del concepto que se tenga del ser humano. Joan Fontrodona, dice: “La manera de dirigir será diferente si entendemos que el ser humano es un animal evolucionado que se mueve por instintos, o es un elemento que tiene sentido en función de un todo, o es un ser que merece ser tratado con cierta dignidad, o incluso si es una criatura hecha a imagen y semejanza de Dios”. Si se tuviese el concepto de que todas las personas son creadas a imagen y semejanza de Dios se tendría una manera muy distinta de gobernar y de dirigir las empresas ya que esto implicaría tratar a las personas con la dignidad que se mecen.
Desgraciadamente, el concepto del ser humano creado a imagen y semejanza de Dios hoy no es políticamente correcto o, dicho con otras palabras, ahora no toca. A la persona se la tiene como el resultado de la evolución con lo cual se la considera como un objeto de usar y tirar. La explotación del hombre por el hombre es la consecuencia de dicha filosofía. ¿Qué explicación se le da a la explotación a que se somete a los trabajadores en las fábricas textiles y en las minas en los países subdesarrollados que permite que sus propietarios puedan ocupar los primaros puestos en el ranquing de las fortunas más grandes del mundo?
La tendencia de la explotación del hombre por el hombre solamente se podrá invertir en el momento que se considere al hombre como un ser creado a imagen y semejanza de Dios, lo cual, sólo será posible si se deja e creer que el hombre es un producto de la evolución y que ha sido creado por un Ser preexistente a la creación. Es sorprendente que muchos  con <b>Joan Drudis i Mauri</b> digan que “somos una manera de sin necesidad de Dios y no porque hayan demostrado la no existencia  de Dios”. En tanto esta sea la creencia generalizada será imposible poner fin a la explotación del hombre por el hombre.

Octavi Pereña i Cortina
15 de marzo 2016


¡PASCUA!

<b>La religiosidad tradicional no es la mejor manera de ser obedientes a las instrucciones divinas</b>
Cada día es el apropiado para hablar de Jesús porque nunca se sabe si será la última oportunidad de oír hablar de su perdón. El mensaje que transmite la llamada Semana Santa no es realmente el Evangelio. La verdad del Evangelio la oscurecen las tradiciones que se han ido añadiendo a lo largo de los siglos al relato evangélico de la pasión de Jesús, dejando a las personas que necesitan saber la verdad en una casi total oscuridad. Vayamos al relato en que Lucas describe el momento crucial de la vida de Jesús que es su crucifixión para perdonar los pecados del pueblo de Dios.
Alos ojos de la muchedumbre tres malhechores cuelgan es sus respectivas cruces rodeados de un populacho que vociferaba sediento de sangre que se ha reunido para disfrutar viendo como tres hombres mueren con grandes sufrimientos. No es el lugar más idóneo para entablar una conversación y menos de carácter espiritual que tiene que ver con la salvación. Si esta reunión la hubiesen convocado los protagonistas no habrían escogido lugar tan impropio en que no se daba la necesaria intimidad y rodeados de una ensordecedora multitud. Pero la reunión no la han convocado los hombres, es Dios quien  ha predeterminado desde antes de la creación del mundo, el lugar y el momento: La Pascua en que tenia que morir Jesús para salvación del pueblo de Dios.
Los soldados romanos que vigilaban el escenario, que se distraían jugándose a los dados las pertenencias de Jesús (Lucas 23:3-7) se burlaban de Él diciéndole: “Si eres el Rey de los judíos sálvate a ti mismo”, ignorando que estaban diciendo una gran verdad: Jesús es el rey de los judíos y, más concretamente Jesús es el Rey del Reino de Dios cuyos ciudadanos lo son tanto judíos como gentiles que le reconocen como Rey.
Es posible que tanto el mensaje escrito y clavado en la cruz sobre la cabeza de Jesús como las palabras de los soldados llegasen a oídos de los dos malhechores estimulase a uno de ellos a dirigirse a Jesús de manera ultrajante, diciéndole: “Si tu eres el Cristo sálvate a ti mismo y a nosotros” (v. 31). El escenario pone de manifiesto lo misterioso que son los caminos del Señor.  Uno de los crucificados se burla de Jesús en tato que el otro reprende a su compañero de fechorías, diciéndole: “¿Ni aún temes a Dios, estando en la misma condenación?” (v.40). El Espíritu Santo que de manera imperceptible rearguye los pecados le inspira a confesar su condición de pecador: “Nosotros, a la verdad justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos, mas éste ningún mal hizo”(v.41). ¡Qué admirable es la gracia de Dios que en un segundo  cambia la manera de pensar de un hombre! Un bandido acostumbrado a la violencia y que es muy posible que la justificase con “se lo merecía”, a punto de morir reconoce que el terrible sufrimiento  que retorcía su cuerpo se lo merecía por sus hechos delictivos cometidos.
Es más, reconoce que sus fechorías no las cometió únicamente contra los hombres. Admite que previamente las había realizado contra Dios. Aquel hombre que nunca había admitido haber hecho nada malo se humilla ante Jesús y le ruega. “Señor, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino” (v.42). El mismo Jesús que había dicho: “Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos…Porque no he venido a llamar justos, sino a pecadores al arrepentimiento” (Mateo 9: 12,13), ¿no perdonará a aquel hombre que sufre a su lado y que humildemente le pide: “Señor, acuérdate de mi cuando vengas en tu reino”? Jesús le responde garantizándole su salvación eterna: “En verdad te digo: Hoy estarán conmigo en el paraíso” (v.43).
No todos los pecadores que se acercan a Jesús lo hacen poco antes de exhalar el último aliento. Muchos lo hacen años antes de su fallecimiento, pero a todos que le piden que se acuerde de ellos cuando venga en su reino, reciben la misma respuesta: “Estarás conmigo en el paraíso”.
A lo largo de los siglos se ha ido degradando la celebración de la Pascua, haciéndolo con mucha bulla religiosa, pero ignorando su significado. El apóstol Pablo nos dice que no debe celebrarse dejando que la “levadura leude toda la masa” (1 Corintios 5:6), es decir, que el pecado sin haber sido perdonado por la sangre de Jesús presida la celebración: “Limpiaos, pues de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois, porque nuestra Pascua que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia  y maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad” (vv. 7,8). El apóstol nos dice: si Cristo ha muerto por nuestros pecados, ¿cómo podemos seguir viviendo en ellos? Nuestra vidas deben ser ázimas, es decir, panes sin levadura proclamando al mundo que la sangre que Jesús derramó estando colgado en la cruz verdaderamente “ha lavado nuestros pecados” (Apocalipsis 1:5).
Si no se da la evidencia de que Jesús ha lavado todos nuestros pecados con su sangre, no debe extrañarnos que sean muchos quienes al ver nuestro comportamiento tan poco edificante tomen la decisión de no querer saber nada del Jesús que anunciamos con nuestros labios y que negamos con nuestros hechos. “¡Ay de aquellos que hacen tropezar a uno de estos pequeñitos!” (Lucas 7:2).
Octavi Pereña i Cortina
23 de marzo 2016


EDUCACIÓN PARA LA CONVIVENCIA

<b>Los actos cometidos en Madrid por algunos seguidores del club holandés PSV Eindhoven son el resultado de una educación carente de valores morales y éticos</b>
¿Qué fue primero el huevo o la gallina? Si creemos que la gallina y su compañero el gallo son creación de Dios es lógico pensar que primero fue la gallina y después el huevo fecundado por el gallo que permite su reproducción. ¿Qué tiene que ver la gallina y el huevo en un escrito que tiene el propósito de reflexionar sobre la educación para la convivencia? Pienso que tiene algo que decirnos.
¿Por qué existe la violencia? ¿Por qué se dan casos de acoso físico y sexual en edad cada vez más primeriza y que se alarga hasta el final del peregrinaje por este mundo? ¿Qué hace que el ser humano se incline hacia la violencia desde que es un bebé? Desconozco si el lector se ha hecho alguna vez estas preguntas. De todos modos intentaré darles respuesta.
El hombre ha sido creado por Dios a su imagen y semejanza. Primero creó a Adán y de éste Eva. Esto quiere decir que toda la humanidad desciende de Adán. La teoría de que el hombre aparece en diversos lugares de la Tierra sin mantener ningún vínculo entre ellos, no ayuda a comprender el problema de la violencia generalizada por doquier. Debido a que según la Biblia todos descendemos de Adán, su descendencia debería ser a su imagen y semejanza, es decir, inclinada a hacer el bien. Antes de que naciese su primer hijo que fuese semejante a ellos sucedió algo que alteró la naturaleza humana inclinada a hacer el bien.
Por instigación de Satanás y la mediación de Eva, Adán de quien procede toda la humanidad comió el fruto del árbol que Dios le había prohibido comer. Su desobediencia a Dios tuvo unas consecuencias desastrosas para toda su descendencia que no refleja la bondad inicial en que fue creado sino que le transmite una nueva naturaleza maligna. El primer acto violento que se dio en la Tierra fue el de Caín matando a su hermano Abel. Este fratricidio que fue motivado por cuestión religiosa fue la primera guerra de la religión que se ha venido repitiendo hasta nuestros días.
La gallina (el varón) se reproduce según su naturaleza inclinada al mal. Dios, el ofendido por la desobediencia de Adán tenía previsto darle la vuelta a la tortilla. La amistad con Dios perdida por la desobediencia se puede recuperar si se hace caso al plan previsto por Dios. Dios mata a unos animales con cuyas pieles cubre la desnudez que avergonzaba a Adán y Eva. Estos animales representan a Jesús que muere en la cruz, la sangre del cual limpia todos los pecados de quienes creen en Él. A partir de aquí se pone a disposición del hombre la posibilidad de recuperar la imagen y semejanza con Dios que se había perdido. Desde la conversión a Cristo se inicia el proceso hacia la recuperación de la perfección del Padre celestial que alcanzará su plenitud en el día de la resurrección con el retorno de Jesús glorioso para llevarse a los suyos al Reino celestial.
Volvamos al presente. La gallina (el varón) por reproducción fisiológica sigue llevando al mundo descendientes inclinados a hacer el mal. Como seres racionales que son los humanos Dios les ha dado la posibilidad de cambiar la manera de ser sus descendientes. Esto es posible conseguirlo si los padres enseñan a sus hijos la buena noticia de que por la fe en Jesús muerto y resucitado pueden recuperar la naturaleza divina perdida que inclina a hacer el bien a la persona que la posee.
La buena educación es imprescindible en la lucha para erradicar la violencia que se manifiesta en las diversas etapas de la vida.
Dos jóvenes de Linyola, pueblo de la provincia de Lleida,  de 15 y 18 años agredieron con una barra de hierro a un profesor del IES Ermegol IV de Bellcaire d’Urgell. Los hechos se remontan al día anterior cuando el docente riñó a una alumna de 4º de ESO “por haber molestado durante el ejercicio de una actividad”. Al finalizar las clases el padre de la adolescente se presentó  en el centro escolar y provocó un alboroto con el maestro, a quien llegó también a agredir. La manera de educar de dicho padre no fue la correcta. Se comportó como un padre no convertido a Cristo que reproduce su naturaleza mala inclinada a la violencia. Este caso del padre que arremete contra un maestro por haber reñido a su hijo/a no es el primero. Desgraciadamente tampoco será el último.
Se da mucha educación envenenada debido a que los padres transmiten a sus hijos las inclinaciones perversas que hay en ellos. En palabras de Jesús tienen como padre el diablo y sus deseos quieren hacer (Juan 8:44). En la educación de los hijos  los padres no convertidos a Cristo transmiten el espíritu homicida y mentiroso de su padre el diablo que se cobija en sus almas.
El hijo, la hija es una promesa que se puede cumplir o descarriar. Cuando vemos a un bebé durmiendo placidamente en su cunita acostumbramos a decir: ¡Qué guapo es, si se parece a un angelito! Pasan los días, los meses, los años y el angelito se convierte en  un/a adolescente de 15 ó 18 años que con una barra de hiero arremete contra un maestro que se atreve a reñir a su amigo/a que había estorbado el desarrollo de la clase. La evolución de ángel a demonio debería de ser tema de sincera reflexión. La educación basada en la filosofía que nace de la idea de que no existe ni Dios ni Satanás no es la más adecuada para combatir la violencia que tantos disgustos nos causa.
Los padres convertidos a Cristo educan a sus hijos en la fe cristiana. Les inculcan la necesidad de convertirse a Cristo, hecho que los convertirá en nuevas criaturas que facilitará su educación porque serán sensibles a la Palabra de Dios. Éstos son los padres que no se limitan con dar vida biológica ya que enseñan a sus hijos a vivir la vida abundante que se recibe de Cristo. Este es el modelo de educación que falta en la lucha contra la violencia de las mil caras. Las características que los niños deben poseer para poder la sociedad de mañana no se adquieren casualmente, son el resultado de unos padres diligentes en la educación y piadosos en su manera de vivir.
Octavi Pereña i cortina
5 de abril 2016


¿QUÉ ES EL OTRO?

<b>¿Es el otro un animal que por evolución ha alcanzado la apariencia humana? ¿O es un verdadero hombre como yo?</b>
Refiriéndose a los hechos acaecidos en Madrid cuando un grupo de seguidores del PSC Einhoven humillaron a unas mujeres rumanas de raza gitana que mendigaban, <b>Gerardo Carrete</b> de SOS Racismo, dijo: “Desgraciadamente no es una novedad que seguidores del fútbol y de otros deportes tengan actitudes racistas en forma de cánticos en los estadios, pancartas e incluso  agresiones que se han dado en algún momento”.
El racismo es un intento de deshumanizar al otro. Los zulúes consideran a los miembros de las otras tribus <i>animales</i> y se reservan para ellos el titulo de <i>hombres</i>. Los narcisos que se consideran a  sí mismos ser los mejores  consideran el genocidio de los aborígenes de  las américas como seres sin alma a los que se les puede explotar inhumanamente. Con la misma excusa se ha justificado la esclavitud, la humillación de la mujer, la persecución de las lenguas minoritarias en nombre de la unidad de la Patria. No existe justificación válida para poder considerar al otro como un ser inferior si  por creación divina todas las razas proceden de un antepasado común: Adán. El apóstol Pablo dirigiéndose a los atenienses  reunidos en el Areópago, refiriéndose a Dios “que ha hecho el mundo y todas las cosas que hay en él”, les dice: “Pues Él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas. Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre la faz de la tierra, y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación” (Hechos 17: 25,26).
<b>Pere Ayguadé</b>, a partir de lo sucedido en Madrid escribe: “Estas imágenes nos demuestran que unas personas muy instruidas no necesariamente estén bien educadas y que nuestro sistema educativo tiene un evidente fallo de base…, pero podemos ver como muchos otros Breiviks, organizados en diferentes partidos de ultraderecha, xenófobos, corruptos y con todas las otras lacras de la humanidad, forman parte de diversos gobiernos europeos.  <b>Pere Ayguadé</b> en su escrito <i>Estremécete</i> resume el escandaloso problema el racismo generalizado en la sociedad actual y concentrado en los partidos de ultraderecha que van escalando posiciones en los gobiernos europeos. Dichos gobiernos, pero, siguen sin cambiar sus políticas sociales que en parte son las causantes de la creciente xenofobia política.
<b >Mariano Rajoy</b>, comentando los hechos de Madrid dijo:  “Se debería proceder por vía judicial  contra estos auténticos bárbaros que a veces hacen dudar a uno sobre la bondad de a especie humana, es repugnante”. Tiene razón <b>Pere Ayguadé</b> cuando dice: “Nuestro sistema educativo tiene un evidente fallo de base”, le falta el ingrediente espiritual que debe contener toda buena educación. También la tiene <b >Mariano Rajoy</b> cuando afirma que los seguidores del PSC Eindhoven que cometieron el altercado en Madrid son “auténticos bárbaros que a veces hacen dudar a uno sobre la bondad de la especie humana”. No lo dude señor <b>Rajoy</b>, la especie humana no es buena. No son las circunstancias las responsables de que los seres humanos se comporten como “auténticos bárbaros”. Es la barbarie almacenada en las personas que aparentan ser angelitos inocentes que circunstancias propicias  facilitan la erupción del odio almacenado en lo hondo del alma. Expresión de barbarie es el drama de los refugiados que se quiere solucionar abocando millones de euros en Turquía para que se haga cargo de los refugiados que no quiere  Europa, no siendo el gobierno turco uno que se  caracterice por el respeto a los derechos humanos. <b >Mariano Rajoy</b> se olvida de que existe barbarie de cuello blanco que no se expresa de manera grosera como lo han hecho los seguidores del PSC Eindhoven, saino que se fragua en las lonjas  de los estadios y en los lujosos y confortables despachos de las chancillerías europeas. <i>”pero vergonzoso es aún hablar de lo que ellos hacen en secreto”</i> (Efesios 5:12). Siembra vientos y recogerás tempestades. La simiente del drama que hoy vive Europa  se sembró hace más de cien años con las políticas egoístas europeas en esta región que debido a ello se  convertido en una olla a presión a punto de estallar porque la válvula de seguridad está estropeada y no se repara.
Si realmente se desea terminar el racismo creciente debe dejarse de considerar el otro, sea cual sea el color de su piel, la lengua que habla, el estatus social que sea,……, como un ser inferior. Comentado los horrores de la guerra de los Balcanes  <b>Rorti</b>, escribe: “Los asesinos y violadores serbios no creen que violen los derechos humanos. Porque ellos no hacen estas cosas a otros seres humanos, sino a musulmanes. Ellos no son inhumanos sino que discriminan entre los verdaderos humanos y los pseudohumanos”. ¡No se encuentra un cierto paralelismo con los zulúes que llaman <i>animales</i> a los miembros de las otras tribus y se reservan para ellos el título de <i>hombres</i>!
El odio a quien es distinto  es la causa del racismo y de las guerras que se justifican como defensa propia. No importa que mueran centenares de miles de personas. Lo realmente importante es vengar el orgullo nacional ultrajado. Sobran los eufemismos. Cada cosa debe llamarse por su nombre. El primer acto violento que registra la Historia  y la primera guerra de religión es el asesinato de Abel por su hermano Caín. Por el odio que éste sentía hacia la fe de él. Cuando el Señor le preguntó a Caín. “Dónde está tu hermano Abel?” , la respuesta que recibió fue: “No lo sé. ¿Soy yo quizás el guardián de mi hermano?” (Génesis 4:9). El mandamiento de “Dios es bien claro: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Si hacemos como los serbios que consideraban a los musulmanes como <i>pseudohumanos</i, nos justificamos como Caín ante Dios: “Soy yo quizás el guardián de mi hermano?” Dios no se traga la presunta inocencia de Caín y le dice. “¿qué has hecho?  “La voz de la sangre de tu hermano clama a mi desde la tierra” (v.10). El otro, sea quien sea es alguien a quien se le debe amar como a uno mismo. Ante Dios no funcionan las excusas. Aún cuando matemos al otro espiritualmente y lo hayamos matado sin derramamiento de sangre, Dios nos dice: “¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra”.
Octavi Pereña i Cortina
30 de marzo 2016


SOCIEDAD ENFERMA

<b>La violencia del hombre contra la mujer trata de humillarla para convertirla en objeto de placer personal</b>
Una frase concisa de <b>Miguel Llorente</b>, médico forense: “La sociedad está enferma”.  Son muchas las manifestaciones de la sociedad enferma. Hoy, la dolencia que queremos examinar y recetar la medicación que puede curarla  es <i>la violencia contra la mujer</i>. Pienso que para hacer un análisis concienzudo de la dolencia debemos ir al principio, a la creación del hombre. Cuando Génesis describe la creación del hombre, dice. “No es bueno que el hombre esté solo, le haré ayuda idónea para él” (Génesis 2:18).  “Entonces el Señor Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que el Señor Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre” (vv.21,22) .
Hasta el presente Adán solamente se había relacionado con animales debido a que las condiciones idílicas del momento no se espantaban ante la presencia del hombre. Por lo que nos dice después el texto a Adán no le bastaba la compañía de los animales para sentirse completo. Necesitaba alguien que fuese compañía idónea. Dios lo sabía y no iba a dejar la creación del hombre a medio hacer. Cuando Adán despertó del sueño inducido, abrió los ojos y vio a la mujer, exclamó gozoso: “Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne” (v.23). Es muy interesante descubrir que Eva no es una creación independiente de Adán. Este hecho pone al descubierto que Eva no es una evolución a partir de alguna especie de primate, sino que Dios la forma a partir del mismo Adán.  Por esto, en el matrimonio el hombre y la mujer “son una sola carne”. No son antagonistas que se rechazan. Han sido creados el uno para el otro, para ayudarse mutuamente.
 Este  matrimonio perfecto parece ser que fue de muy corta duración. Pues con la intervención de la serpiente Adán pecó y desapareció la buena convivencia existente. A partir del momento en que entró el pecado en el hombre se presentó la lucha de género. Adán y Eva empezaron a discutir y “la mujer como vaso más frágil” (1 Pedro 3:7) siempre lleva la peor parte. Siempre tiene las de perder. Como dice <b>Montse Gatell</b>, presidenta del Instituto Catalán de la Mujer: “La violencia machista es un fenómeno universal en el que el principal factor de riesgo es el hecho de ser mujer, sin distinciones por clases sociales, étnicas, culturales ni de edad”. “En Cataluña un 24,3% de adolescentes declara que el chico con el que salen o con quien desearían salir las han intentado controlar, decidiendo por ellas hasta el detalle más pequeño. Hasta un 23,5% dicen que su pareja ha intentado aislarlas de sus amistades, en tanto que un 18,1% afirman que las han insultado y ridiculizado”, asegura  <b>Montse Gatell</b>
Relatos de esclavas sexuales describen que su pesadilla empezó cuando conocieron a un chico que era distinto de los otros por el buen trato que les daba. Cuando se dieron cuenta ya era demasiado tarde, ya se  encontraban atrapadas en una red de prostitución, ya que el <i> buen chico</i> resultó ser un proxeneta.
<i>Linda</b> dice saber porque aguantó tanto. Creía que cambiarían las cosas, que podría cambiarlo. Pensaba que no podría vivir sin él. Es como la rana en el agua que hierve. Si pones el animal en agua fría y la calientas poco a poco, cuando el agua hierve ya es demasiado tarde. “Poco a poco me aisló de mis amigos y familia. Es algo parecido a estar en una secta”. Creo que es la película <i>Tormenta en el lago</i> que describe magistralmente la mutación del novio dulce y cariñoso que una vez casado se quita la careta y muestra su personalidad machista basándose en que su esposa es propiedad suya por el matrimonio y que tiene el derecho de hacer con ella lo que le plazca.
La Universidad de Aberyawyth retirará de sus dependencias las biblias porque más de la mitad de sus alumnos consideraron que su presencia era “inaceptable y molesta” El hecho de que muchos  de sus alumnos consideraran la Biblia un libro “inaceptable y molesto”, ¿se debe a que denuncia su comportamiento? “Sólo ahora” dice <b>Martha C. Nnausbauan</b>, “comenzamos a descubrir que ha existido un grave y silenciado problema de agresiones sexuales en los campus universitarios a lo largo y ancho del país. La salida  a la luz de numerosos casos ha revelado que el problema viene de lejos y que no se denunció por tal de preservar la reputación de los centros”.
Nos peguntamos, ¿cómo puede ponerse fin a la violencia contra la mujer? Las encuestas, las investigaciones policiales y judiciales, las noticias radiadas o televisivas manifiestan la existencia de una plaga que se extiende pero que no se sabe como extirparla.  El salmista se plantea una pregunta a la que contesta él mismo: “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra” (Salmo 119:9). El pecado de maltratar a la mujer <i>el vaso mas frágil</i> nace en el corazón del hombre que es donde se forman los pensamientos que se convierten en actos violentos contra la mujer. La decisión que tomaron la mayoría de los alumnos de la  Universidad de Aberyawyth de hacer retirar la Biblia de sus dependencias indica que no se quiere que la Palabra de Dios  sea el detergente que limpie sus corazones y los induzca a tratar a las “jovencitas como hermanas, con toda pureza” (1 Timoteo 5:2).
Octavi Pereña i Cortina


HUMANIDAD CAÓTICA

<b>El caos y la confusión son el menú diario de nuestra sociedad, ¿tiene solución?</b>
<b>Pilar Rahola</b> comienza su escrito <i>Dios</i>, así: “Podría hacer mío el dilema de <b>García Marquez</b>, cuando aseguró que le desconcertaba tanto pensar que Dios existiese como que no existiese. A pesar de que <b>Jean Anouilh</b>, rebuscando en las entrañas, añadió que lo más terrible de Dios es que no se sabe si es truco del diablo. Lo cierto es que la gran pregunta de <b>Nietzsche</b>, “es el hombre nada más que un fallo de Dios, o es Dios solamente un fallo del hombre”, se mantiene eternamente abierta, especialmente cuando la barbarie extiende su maldad y cuesta entender el horror después de la tragedia. La pregunta que se hacían los judíos en los campos de exterminio “donde está Dios”, y la misma que deben haberse hecho todos aquellos que han sufrido, en su propia carne la maldad extrema”. La confusión en que se encuentra <b>Pilar Rahola</b> la sigue expresando cuando escribe: “No creo que hacer una pregunta como ésta, en tales circunstancias, tenga respuesta posible, lo cual no evita que la pregunta se formule una vez y otra, como la letanía de la desesperación”.
Encontrándose <b>Pilar Rahola</b> en el mar del desconcierto, sigue escribiendo: “Personalmente  estoy convencida de que Dios es una idea humana, un clavo en el que agarrarse para aceptar la inevitable finitud de la vida, y les aseguro que este convencimiento es una pesada piedra en la propia mochila. Pero este convencimiento no me ha impedido –probablemente envidiar- a los que tienen un fe sólida en Dios, cuando esta fe fortalece su humanidad”.
Quisiera creer que la envidia que <b>Pilar Rahola</b> siente por los que tienen una fe sólida en Dios que fortalece la humanidad de los que la tienen, sea sincera. Si fuese así, estaría a un paso de obtenerla. Antes, pero, debería desprenderse del concepto plural que tiene de Dios ya que habla de “dioses luminosos” y “dioses del mal”, finalizando su escrito con estas palabras:”Para terminar, feliz Semana Santa a todos los dioses de la luz y a los creyentes que los honran”. El concepto de la pluralidad de dioses lo ha heredado de las mitologías griega y romana, dioses que ciertamente fueron hechos con los vicios y pasiones de los hombres que los diseñaron. Sólo hay un Dios nos advierte el primer versículo de la Biblia: “En el principio creó Dios el cielo y la tierra”. Este Dios creador afirma que todo lo hizo bien. También nos dice el texto inspirado por el Espíritu Santo que un ángel creado por Dios quiso destronar al Creador de su trono, sublevándose contra su autoridad, lo cual le convirtió en Satanás y, éste, poseyendo a una serpiente hizo caer a Adán en la trampa de la desobediencia a  Dios, con lo cual se introduce el mal en el ser humano, de ahí los “dioses del mal, estos truenos de muerte que inspiran el odio y a la violencia”, al decir de <b>Pilar Rahola</b>.
Dios que no quiere dejar abandonado al hombre al trágico destino en que se encuentra por propia decisión, declara: “Y pondré enemistad entre ti (la serpiente) y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya, ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el talón” (Génesis 3:15). Esta es la primera profecía que anuncia la muerte de Jesús para que el hombre pueda recuperar su amistad con Dios perdida en la desobediencia de Adán. En palabras de Jesús: “Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12). Si <b>Pilar Rahola</b> desea saber la verdad sobre el problema del mal, si desea desprenderse de la confusión que impregnan sus palabras debe empezar a buscar. El Señor promete que el buscador sincero encontrará la luz que hará desaparecer la incertidumbre.
“En estos tiempos de días oscuros…qué debemos hacer con estos dioses del mal, estos truenos de muerte que inspiran odio y violencia”? Debemos frenar su actividad.
Le pregunto a <b>Pilar Rahola</b>, ¿le preocupa verdaderamente la proliferación del mal que se hace en Nombre de Dios? Si le importa de verdad y la afronta sin prejuicios, escuchará lo que Dios tiene que decirle. Si presta atención a Cristo que es la luz del mundo, dicha luz resplandecerá en su corazón y la confusión que le acompaña creada por las tinieblas espirituales que lo envuelven, desaparecerán y las dudas que la embargan desaparecerán.
La declaración de Dios: “En el principio creó Dios el cielo y la tierra” no es creída y se la sustituye por la atea que afirma que la creación es obra de un azaroso Big Bang y una imprevisible evolución. Esto no es lo que enseña la Biblia, libro inspirado por el Espíritu Santo  que es el Espíritu de verdad: “Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Romanos 1:19,20). Pero el ser humano en su obstinación no quiere reconocerlo: “Profesando ser sabios se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles” (vv. 22,23). Este  cambio no autorizado tiene sus consecuencias: “Y como no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen” (v.28). Acto seguido el texto da una lista de cosas impropias que viéndolas hacen que la periodista se pregunte: “¿Dónde está Dios”? El detalle es el que sigue: “Estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad, llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños, malignidades, murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia” (vv. 29-31).
La epístola a los Romanos se escribió hace 2.000 años y describe con detalle la sociedad actual. ¿No debería ser un motivo de reflexión para todos aquellos que verdaderamente están preocupados por la situación caótica en la que nos encontramos y que no se sabe como poder salir de ella?
Octavi Pereña i Cortina
11 de abril 2016


RESPETO A LAS PESCATERAS

<b>Una palabra sazonada con sal dicha en el momento oportuno, ¡cuántos incendios no evitaría!</b>
La polémica iniciada por <b>Félix de Azúa</b>, académico de la Real Academia Española, menospreciando a la alcaldesa de Barcelona Ada Colau diciéndole que “debería estar vendiendo pescado en un puesto de pescado” porque “no tiene preparación para dirigir una ciudad de cuatro millones de habitantes”, es una muestra de cómo las palabras se esgrimen para herir a las personas que no nos caen bien. No es propio de un académico de la R.A.E., ni de ninguna persona por inculta que pueda ser en el aspecto académico porque las palabras siempre deben usarse para edificar al otro, no para ridiculizarlo, ni herirlo en su dignidad. El otro, por humilde o ignorante que pueda ser jamás deja de ser una persona a la que se debe amar como a uno mismo.
La sociedad occidental, cristianizada de cara a la galería, pero pagana en el fondo poco a poco va perdiendo su compostura porque faltándole la verdadera fe cristiana va dando entrada a la barbarie que produce su  ausencia. <b>Félix de Azúa</b> puede ser un académico de prestigio. No lo sé. Ahora bien, sus palabras cargadas de menosprecio hacia Ada Colau porque no le cae bien la ideología política de la alcaldesa ponen de manifiesto la ausencia de erudición ética del académico. Según <b>Isabel Bugallal</b>, <b>Félix de Azúa</b> junto con su esposa e hija se <i>exilió en Madrid</i> porque “no está dispuesto a que su hija sea esclavizada enseñándosele odio a los españoles”. <b>de Azúa</b> por su condición de padre debería enseñarle a su hija valores éticos. ¿Qué valores le podrá transmitir de primera mano cuando manifiesta un rechazo tan furibundo  contra una persona con la que no comparte su manera de pensar y cuando miente diciendo que el sistema educativo catalán siembra el odio hacia los españoles? Desconozco la formación cristiana que haya podido recibir <b>Félix de Azúa</b>. Por el hecho de ser académico de la R.A.E. bien seguro que conoce las palabras de Jesús: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” y “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos” (Mateo 7:12). Pienso que el contenido ético de estos textos es insuperable.
Me imagino, por lo que dice el apóstol Pedro: “El que quiere amar la vida y ver días buenos, , refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño” (1 Pedro 3:10), que <b>Félix de Azúa</b> no es feliz. “Si tu boca quieres guardar/ de tropiezos y males/ cinco cosas mirarás/ a quien hablas, de quien hablas/ y la manera y el tiempo y el lugar”. <b>Thomas Watson</b>, comentado este texto bíblico: “No hablarás contra tu prójimo falso testimonio” (Éxodo 20:16), dice: “Dios ha puesto dos barreras naturales a la lengua: los dientes y los labios, y este mandamiento es una tercera barrera para ella: <i>No acuses a nadie falsamente”</i>.
Dedicado especialmente a <b>Félix de Azúa</b>, pero apropiado para todas las personas, la Biblia tiene mucho que decir con respecto a la lengua, especialmente este: “Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz de refrenar también todo su cuerpo…Así también la lengua es un miembro pequeño pero que se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande fuego enciende un pequeño fuego! Y la lengua contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno…” (Santiago 3: 1-12).
“Quien mucho habla mucho yerra” dice el refrán popular. Atribuido a Diógenes: “Tener dos orejas y una sola lengua, para escuchar más y hablar menos” El escritor norteamericano Marck Twain que en nuestra infancia nos hizo pasar momentos deliciosos con la lectura de sus libros ha dejado escrito: “Es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido, que abrirla y disipar la duda”. ¡Qué difícil es mantener la boca cerrada!
La Biblia contiene un escondrijo de perlas muy valiosas que el explorador debe ir descubriendo con paciencia ya que a veces nos pasan desapercibidas y que son necesarias dos o tres lecturas para percibir su belleza y valor. He aquí una de valor incalculable y de belleza exquisita, muy adecuada al tema que comentamos: “Venid, hijos, oídme, el temor del Señor os enseñaré. ¿Quién es el hombre que desea vida, que desea muchos días para ver el bien? Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño. Apártate del mal y haz el bien, busca la paz y síguela” (Salmo 34:11-14). ¡Cuántos fuegos inútiles dejarían de encenderse si se tuviesen en cuenta los secretos que esconde la Biblia que llevarían paz y bienestar a nuestra sociedad tan doliente.
Octavi Pereña i Cortina
19 de abril 2016



SOLEDAD ENFERMIZA

<b>El absurdo de la vida lleva a una soledad angustiosa que en ocasiones acaba en suicidio</b>
Los suicidios doblaron el 2014 las muertes por accidentes de tráfico. Los suicidios son la principal causa de muerte no natural. El <b>Dr. Santiago Durán-Sindreu</b>, psiquiatra especialista en el Hospital Sant Pau de Barcelona, dice: “Parece ser que este fenómeno ha llegado para quedarse. Sea cual sea la causa – y decir que solamente  ha influido la crisis económica  es un argumento muy reduccionista-  el incremento de casos es de suficiente magnitud como para que las instituciones públicas trabajen en planes de prevención”.
Si el promedio de suicidios es especialmente pronunciado en la franja de edad que va de los 85 a los 89 años, el <b>Dr. Durán-Sindreu</b>, explica: “En estas edades son pérdida: pérdida de autonomía, aparición de enfermedades crónicas…Todos estos factores incrementan los síntomas depresivos, que en ocasiones llevan al suicidio”.
Los suicidios que se van extendiendo como una mancha de aceite ponen de manifiesto la incapacidad de las personas de confrontar situaciones adversas. Se han medicalizado los sentimientos y se pretende esconderlos con las pastillas. La industria farmacéutica, aparentemente tiene solución para todos los problemas: padeces insomnio, una pastilla de color verde. Sufres ansiedad, una de coloreada. Estás deprimido, una de blanca. Te sientes decaído, un compuesto vitamínico-mineral, y el mundo será tuyo. Pero los suicidios van en aumento y los planes de prevención fallan.
El filósofo <b>Norbert Bilbeny</b> dice que el suicidio que nos estremece se debe a que “perdemos la capacidad de afrontar la adversidad”. La solución que propone el filosofo: “Somos animales sociales: sin comunicación agonizamos. Enseñemos a los niños a comunicar. El suicidio no es una patología médica, es una patología comunicacional” ¿Qué solución se encuentra a la falta de comunicación? Como nos da miedo el trato directo y nos espanta mirar a los ojos de nuestro interlocutor, para evitar el trato directo con las personas que nos asustan, los amantes de la comunicación, los técnicos en telecomunicaciones, inventan cachivaches cada vez más sofisticados, con más prestaciones que no sabemos utilizar, con el resultado  que las personas no saben comunicarse.
<b>Norbert Bilbeny</b> explica un caso real: “Una señora recibe en su casa la visita de una hija, la joven abre la ventana para expulsar un abejorro que revoloteaba por la habitación. La madre le dice a su hija: “¡Déjalo que me hace compañía!” Con todos los modernos medios de comunicación a su alcance la mujer encuentra compañía en el zum-zum del abejorro que la distrae. Por más que se nos quiera vender el valor terapéutico de las mascotas para vencer la soledad tan perniciosa,  esta solución solamente es un parche en la solución del problema porque no llega a la raíz del mal de la incomunicación y, como el parche no funciona se deben ir innovando las técnicas de comunicación que no funcionan. En tanto se van mejorando las técnicas de comunicación para vencer la soledad el zum-zum del abejorro sigue siendo la medicina.
Vayamos al meollo del la cuestión de la incomunicación: Cuando Dios creó a Adán vio que no era bueno que estuviese solo, que no tuviese una compañía idónea. Los animales con los que alternaba no respondían a sus a sus necesidades psicológicas y espirituales como ser humano. Se encontraba solo y necesitaba una compañía auténtica, no un placebo. De una de las costillas que Dios extrajo de Adán hizo a Eva. A partir de este hecho, el ser humano que ha sido creado para ser un ser social tiene la posibilidad de poder expresar su sociabilidad. Un contratiempo se produce que afecta a las relaciones conyugales y, a medida que la población se multiplica, las sociales. Adán y Eva han perdido la inocencia debido al pecado. Se disparan los reproches mutuos. Se rompió la buena comunicación y el problema persistirá a no ser que se encuentre solución, hasta el final de la Historia.
El problema de la soledad como muy bien dice <b>Norbert Bilbeny</b> “no es una patología médica” que puede resolverse con pastillas. También es más “que una patología comunicacional”. No basta con decir que la gente hablando se entiende. Lo cierto es que la gente no se entiende hablando porque practica un diálogo de sordos. El problema de la incomunicación es de carácter espiritual y por lo tanto debe solucionarse de manera espiritual. La soledad humana es de tal envergadura que por falta de solución se contenta con el zum-zum que hace el abejorro revoloteando por la habitación. Pero dicha compañía no es la adecuada para vencer la soledad asfixiante. El pecado de Adán hace que toda su descendencia por generación natural nazca alejada de Dios. El ser humano huérfano de Padre celestial se encuentra solo en medio de la multitud. Este es el grave problema que no se puede solucionar en tanto los que sufren soledad culpen a Dios de su sufrimiento, o nieguen su existencia.
El problema de la soledad se empezará a solucionar cuando quien la padece pueda pronunciar una plegaria de este estilo: “Señor, ayuda a mi incredulidad. Dame fe para que pueda creer en Jesús, que murió por mí en la cruz para borrar con su sangre mi pecado”. Si una oración con este contenido se pronuncia con sinceridad, Dios deja de ser un dios desconocido al hacer sentir su presencia en la intimidad del alma. A partir de este momento, a pesar de que se pueda seguir padeciendo soledad social, ésta deja de ser un problema porque la presencia de Dios en el alma suple con creces todas las carencias humanas porque en Él no le falta nada.
Octavi Preña i Cortina




                  ES LA HORA DEL CAMBIO

<b>Los ojos de los españoles están puestos en los políticos que proclaman el cambio, pero que no están a la altura del momento</b>
Una cosa extraña está pasando en el mundo de la política española. Todos los líderes, excepto los del PP que pasan de puntillas el tema de la corrupción, ponen mucho énfasis en la regeneración política para hacer frente al oleaje de corrupción que sacude a la política. Todos los partidos de alguna manera consideran que debe reformarse la Constitución y algunas leyes porque consideran que el cambio que requiere la situación actual del país debe empezar por la ley. Desgraciadamente ningún político entona un <i>mea culpa</i> en reconocimiento que antes que nada es imprescindible la reforma de las personas que hacen política institucional.
Dos textos bíblicos que pueden aplicarse perfectamente al tema que hoy nos ocupa: “Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión, pero el Señor pesa los espíritus…Hay camino que parece recto al hombre, pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 16: 2,25).
La causa del caos político en el que estamos inmersos se debe principalmente a la corrupción que se da en los políticos y que produje el desbarajuste del que somos testigos. Los políticos reclaman cambio porque se dan cuenta de que la situación se hace insostenible, pero cada uno de ellos se sacude de encima la parte de la responsabilidad que tiene   por el lío creado y la envía a engordar la responsabilidad de los otros.  Si no hay gobierno en Madrid se debe a que los otros no han estado a la altura de la situación y no querer hacer el sacrificio de retirar una parte del ideario para que se pueda llegar a un acuerdo de gobierno.
El dedo siempre señalando al TÚ, pero no una mirada introspectiva para ver la biga que hay en el ojo propio. Los ciudadanos estamos hartos de oír la monótona y aburrida cancioncilla: “Son tiempos de cambio” porque a pesar de tanta repetición de cambio político, nuestros ojos no pueden vislumbrar en el horizonte ninguna señal que indique que el cambio se comienza a producir. Oír el disparo que dé la señal de salida a la carrera por el cambio político no cambiará la situación actual si lo que se persigue es un maquillaje de la Constitución y de las leyes sin tocar la naturaleza corrupta en las personas que deben de propiciar el cambio.
Para regenerar la política se precisa regenerar antes que nada la condición espiritual de los ciudadanos porque es de entre la ciudadanía de donde surgen las personas a las que se les encomienda la tarea de gobernar  y de que lo hagan bien. Sin ánimo de lucro excesivo, sino con el espíritu de servicio para trabajar para el bien de la comunidad que los ha escogido. Durante las campañas electorales todos los aspirantes a gobernar  se presentan como salvadores de la Patria porque son los mejores. Desconfiemos de estas buenísimas personas  porque de bueno solamente hay uno: Jesucristo que a la vez que hombre es Dios. El resto de los mortales todos hemos sido concebidos en pecado y con la posibilidad de pode cometer la barbaridad más perversa si Dios en su misericordia no frena nuestros instintos malvados: “Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, extraviándose de la fe y fueron traspasados de muchos dolores” (1 Timoteo 6:10).
No podemos fiarnos de nuestra bondad. No debemos hacer como aquellas multitudes que iban a Juan el Bautista  para bautizare sin previo arrepentimiento de sus pecados. A esta multitud de buenas personas el Bautista les dice: “¡Oh generación de víboras! ¿Quién os envió a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos de arrepentimiento” (Lucas 8: 7,8).
A punto de finalizar el ministerio   del Bautista, Jesús empieza el suyo diciendo a la multitud que se le acercaba para escucharle: “arrepentíos y creed en el evangelio” (Marcos 1:4). Sin arrepentimiento a Dios de los propios pecados y sin el firme propósito de depender de la misericordia de Dios para abandonar el estilo de vida corrupto  previo a la conversión a Cristo, el ser humano no puede convertirse en una persona inclinada a hacer las buenas obras que deben caracterizar a los políticos.
El apóstol Pablo explica como la corrupción que todos llevamos dentro por ser descendientes de Adán deje de ser la norma del estilo de vida de ciudadanos y políticos. A partir de la conversión a Cristo el ser humano es recreado en un hombre nuevo “creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad” (Efesios 4:24). El apóstol, a aquel hombre nuevo que es en Jesucristo le dice: “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre que está viciado conforme a los deseos engañosos,  y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia  y santidad de la verdad” (vv. 22-24).
Pretender eliminar de la esfera política la corrupción sin que el político se haya convertido en un hombre o mujer nuevos es como perseguir el viento: “Vanidad y aflicción de espíritu”
Octavi Pereña i Cortina
3 de mayo 2016


JUBILACIÓN ILUSIONADA

<b>Es una bendición de Dios que las facultades físicas y mentales se conserven durante la vejez</b>
La periodista <b>Herme Cerezo</b> le preguntó a <b>Leopoldo Abadía</b>, que tiene 82 años: ¿Resulta fácil mantener la mente siempre joven? La respuesta que da el “viejo”. “Que un joven tenga ilusiones es muy fácil, que las tenga un viejo es algo más difícil.  Por esto estoy empeñado en que cuando la gente se jubile, la misma tarde de su jubilación se busque otro empleo, aunque ese empleo consista simplemente en acudir a un museo, ver el cuadro de un pintor y convertirse en la persona que más sabe de ese artista, por muy malo que sea. El peligro de la vejez es volverse inútil, morir de aburrimiento. Siempre hay que hacer algo, aunque sea pensar”. La falta de ilusión es el inicio del declive.
<b>Leopoldo Abadía</b> en un sentido hace diana cuando afirma que un jubilado debe mantenerse ilusionado. Se refiere a un sentido espiritual, mental. Es cierto, es muy importante la actividad mental porque ayuda a ralentizar el proceso del deterioramiento físico porque la ilusión impulsa a vivir, a no convertirse en un inútil,  a no morir de aburrimiento.
Una persona ilusionada es una persona inquieta, activa, que no se conforma con lo que tiene, busca superarse. No la encontrarás sentada en el “banco del si no fuese”. Si no fuese el reuma. Si no fuese el corazón. Si no fuese esa incapacidad. Si no fuese……La persona ilusionada abandona el “banco del si no fuese” que sea con los ojos puestos en la meta a alcanzar. Un “viejo” con ideales, con propósitos, no necesitará de talleres que enseñan a activar y entrenar la mente ni a moverse porque su ilusión le mantiene activa la actividad mental que ayuda a conservar la actividad física que evitan en general, la decrepitud prematura. No puede evitarse el proceso degenerativo mental y físico. Es ley de vida física. La ilusión conservada a lo largo del proceso de envejecimiento no puede robar la dignidad del “viejo” que a pesar de su vejez avanzada es un referente para las personas que le conocen personalmente y para aquellos que saben de él de oídas. Un “viejo” ilusionado puede despertar ilusión a un recién llegado en el mundo de los jubilados que creen que acabada su vida laboral ya no les queda nada que valga la pena hacer, si no es vegetar. Una chispa de un modelo de ilusión puede despertar en él la ilusión que promoverá la actividad mental y física a lo largo de su proceso de envejecimiento.
Surge una pregunta. El autor del libro de Eclesiastés, el rey Salomón, habla de sus obras realizadas y de la sabiduría adquirida a lo largo de su vida, llegando a la conclusión que todo ello “es vanidad y aflicción de espíritu”. Para llegar a esta conclusión, ¿ha valido la pena mantenerse a lo largo de toda su vida activado mentalmente y físicamente? No tiene porque ser así. Existe un camino mejor que trasciende la existencia temporal.
El apóstol Pablo escribiendo a los cristinos en Corinto, les dice: “Sabiendo que el que resucitó al señor Jesús, a nosotros también nos resucitará en Jesús” (2 Corintios 4:14).  A pesar de que eran cristianos los destinatarios de la carta, siempre les era bueno recordar los cimientos de la fe cristiana porque el diablo el enemigo de Dios y de su pueble se mantiene muy activo sembrando la semilla de la duda por medio de sus falsos pastores introducidos entre el pueblo de Dios. No sea que caigamos en el mismo error que cometieron Adán y Eva en su inocencia. El relato de Génesis se encuentra en la Biblia para nuestra instrucción en la verdad de Dios. Esta actividad perversa de Satanás por medio de sus siervos también la ejerce entre aquellos que no son pueblo de Dios porque si consigue mantener a los incrédulos en la creencia e que no hay nada más allá de la muerte física los tendrá bien cogidos en sus dominios infernales por toda la eternidad futura. Por ello es tan importante saber y recordar que la resurrección corporal está garantizada por el hecho de que Jesús fue resucitado de entre los muertos por Dios y que la tumba en donde se depositó su cuerpo no se vació porque su cuerpo fuese robado, según propagaron los enemigos de Jesús. “Por tanto” (los que esperan ser resucitados en el día final), “no desmayamos, antes aunque este nuestro hombre exterior” (el cuerpo) “se va desgastando, el interior” (el alma) “no obstante se renueva de día en día” (v.16). La renovación del hombre interior por la fuerza que le infunde el Espíritu de Cristo da fuerza al cuerpo que se va desgastando: “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria” (v.17). La experiencia de la presencia del Espíritu de Cristo en el creyente hace: “No mirando las cosas que se ven, sino las que no se ven, porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas” (v.18).
El Espíritu que habita en el interior del jubilado que tiene fe en Jesús le da la fuerza para trabajar en las cosas que no se ven que son eternas, lo cual da sentido a todo lo que hace porque ya no es un perseguir al viento que es vanidad y aflicción de espíritu, sino como dice la Biblia: “Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen” (Apocalipsis14:13). Es ilusionante ser un jubilado cristiano porque todo lo que hace le acompañará durante toda la eternidad. Su vida temporal no habrá sido un fracaso.
Octavi Pereña i Cortina




DISCIPLINA

<b>La ausencia de disciplina convierte a la sociedad en un zarzal que dificulta la buena convivencia</b>
Dos hechos ocurridos el mismo día. El uno en Barcelona por un joven de 24 años que junto con su amigo que gravó en video la gamberrada de darle un puntapié a una mujer que estaba parada en un paso cebra haciéndola caer en el suelo, produciéndole un esquince en la pierna. El otro sucedió en Lleida. Un niño de 14 años lanzó una piedra a una mujer que estaba esperando para subir en el ascensor que hay en la plaza del Escorxador, produciéndole una herida que precisó de 10 puntos de sutura para cerrarla. Estos dos hechos solamente son la punta del iceberg de la violencia que se da diariamente en el mundo. El hecho de que se produzcan estos actos de violencia indeseables  se debe a que algo no funciona en la educación que se imparte a los niños.
“La educación sin religión” escribió C. S. Lewis, profesor universitario inglés, “por útil que sea sirve más bien para hacer del hombre un diablo más astuto”. Cuando cito a Lewis no lo hago en el sentido que apruebo el deseo del gobierno de Madrid de que se enseñe religión en la escuela pública.  Me refiero a la necesidad que tienen los padres de hacerse suyos los principios éticos que se conservan en las páginas de la Biblia en espera de que se descubran para aplicarlos en la educación de los niños. Estos principios tan valiosos para la formación de los niños para que se conviertan en adultos amantes del bien se pierden porque a pesar de que la Biblia es el best seller más vendido a la vez es el menos leído por lo que las perlas educativas que contienen sus páginas se pierden en el olvido.
En el caso de Mario, el joven de Talavera de la Reina  que  utilizó las piernas de una mujer como si fuesen pelotas de fútbol pretendiendo imitar la violencia de Pepe, el jugador del Madrid y que su amigo inmortalizó en un video que al colgarlo en la red  parece ser que ha dado la vuelta al mundo, sentían poco respeto por las personas. La fechoría parece ser que fue premeditada a pesar de que en su declaración Mario dijo que estaba borracho. La borrachera no le exime de su responsabilidad.
No hay regla sin excepción. De una educación esmerada en la que no le falta una sana educación religiosa puede salir un hijo que sea un perfecto granuja. Pero el problema actual no reside en una educación esmerada, todo lo contrario, sino en una educación descuidada que se despreocupa de la formación de los hijos y traspasa la responsabilidad a la escuela pública o concertada. Dicha despreocupación tiene sus consecuencias. Desatender la obligación que los padres tienen de educar a sus hijos paga un precio muy elevado ya que en muchos casos junto a un hijo delincuente suelen encontrarse padres excesivamente permisivos que no frenaron las inclinaciones de sus hijos a hacer el mal. La pregunta que nos es lícita hacer es: Los padres de los protagonistas de las salvajadas descritas, ¿abortaron las primeras manifestaciones agresivas haciéndoles ver que la violencia jamás es recomendable.
El titular de prensa dice: “Condena europea a Francia por las zurras y los bofetones a los niños”. En letra pequeña se lee: “El Consejo de Europa quiere penalizar aquello que el 80% de los franceses aprueba”. Encuentro muy apropiado que se quiera extirpar la crueldad que en muchos casos se ejerce a los niños y que se penalice dicho comportamiento, pero una zurra bien dada en el momento oportuno porque los razonamientos no sirven puede evitar que el hijo se convierta en un pequeño dictador que sea la vergüenza de sus padres y en la adolescencia se convierta en un peligro social. La irresponsabilidad educativa de los padres explica las excesivas conductas antisociales de adolescentes y preadolescentes.
“la necedad está ligada en el corazón del muchacho, mas la vara de la corrección la alejarán de él” (Proverbios 22:15). Textos parecidos a este pueden hacer pensar que la Biblia aprueba la violencia educativa.  Aparecen otros que limitan el uso de la vara para disciplinar: “Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza, mas no se apresure tu alma a destruirlo” (Proverbios 19:18). “Y vosotros padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos,  sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6.4).
Se ha llegado a un consenso de que la educación permisiva no es buena para los hijos y que la disciplina debe  entrar a formar parte de la educación. La Biblia se hace eco del desagrado que produce la palabra <i>disciplina</i> pero también nos informa de sus beneficios: “Y habéis oído la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina el Señor, ni desmayes cuando res reprendido por Él, porque el Señor al que ama disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos, porque, ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si os deja sin disciplina, de la cual todos habéis sido participantes, entonces sois bastardos, no hijos. Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los reverenciábamos. ¿Por qué no obedecemos mucho mejor al padre de los espíritus y viviremos? Y aquellos, ciertamente por pocos días como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de sus santidad. Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza, pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitaos” (Hebreos 12. 5-11). No nos vendría mal a pesar de la imperfección humana una dosis más grande de disciplina en la educación de los hijos.

Octavi Pereña i Cortina


BANQUETE DE BODAS

<b>Creación y evolución: dos fes antagónicas como la luz y la oscuridad</b>
La periodista <b>Gemma Tramullas</b> entrevista a <b>Marta Salguero</b> que estudia cuarto de matemáticas en la Universidad de Barcelona. A la vez coordina el Grupo Bíblico Universitario del campus central de la UB, en donde expuso su fe en las jornadas <interroga a un cristiano</i>.
La periodista le pregunta  a <b>Marta</b>: - Usted es matemática. ¿No cree que la ciencia y la fe en Dios se llevan mal? Respuesta. “Alguien dijo que un poco de ciencia te aleja de Dios, pero que mucha ciencia te acerca. Yo como matemática busco la verdad científica, y ha sido precisamente la verdad científica la que me ha acercado a Dios.
Entrevistadora. - ¿Cuál es esta evidencia? <b>Marta Salguero</b> responde: “No digo que sea demostrable al cien por cien científicamente, porque no hay nada que lo se al  cien por cien. Pero se sabe que la probabilidad de que haya vida compleja en la Tierra es de 10 elevada a la potencia -123. Demasiados ceros le dice <b>Tramullas</b>, para alguien de letras. Aclaración: “Es un 0 seguido de un punto, 122 ceros y un 1, esto y nada es casi lo mismo. Ante esto existen dos opciones: creer que venimos de la nada, o bien  que una mente inteligente ha diseñado este universo a nuestra medida”.
La redactora le dice a la matemática: - Y usted cree en la segunda. La respuesta que le da la estudiante de matemáticas: “El cristianismo es la explicación más coherente del ser humano, de la  sociedad y de nuestros problemas. El ser humano se ha alejado del diseño original de Dios, somos defectuosos, estamos rotos por dentro y necesitamos que Dios nos restaure”.
¿Sus padres son creyentes?, pregunta la periodista a <b>Marta Salguero</b>. Ésta, muy coherente con lo que dice el apóstol Juan: “Todos los que le recibieron (Jesús), los que creen en su Nombre, les dio potestad de ser hijos de Dios, los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios” (Juan 1:12,13). Es decir la fe no es una herencia que se transmite de padres a hijos. Es una decisión personal con la intervención de Dios que quita la venda que tapa los ojos que impide ver la realidad. Por esto, la estudiante de matemáticas da esta respuesta: “la madre es bautista y el padre no. Pero el cristianismo es una relación personal con Dios, pero entendí que debía volver”. <b>Marta Salguero</b> de alguna manera se comporta como el hijo pródigo de la parábola. En vez de seguir en la fe que le transmitía su madre se fue a una “tierra lejana” que tenía muy cerca: “Iba al instituto y eran años de mucha presión: los compañeros no piensan como tú, sales más de casa, ves más opciones. Entonces tenía otros dioses. El tenis era un gran dios, la música, los estudios…Intentaba hacerlo todo bien por mi misma, encontraba la fuerza en mi para solucionar los problemas, pero a primero de carrera estos dioses me cayeron”. Las algarrobas que le daba el mundo no satisfacían el apetito que sentía su alma. El agua salada que le daban a beber sus dioses intensificaba la sed de su alma.  “Buscaba un sentido más profundo en mi vida”, afirma la estudiante. Dice que un profesor católico la impactó por su serenidad. Pensó. “Quiero lo que tiene este hombre”. Igual que el hijo pródigo <b>Marta Salguero</b> “volvió en si y se dijo…Me levantaré e iré a mi padre y le diré: Padre he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo, hazme como a uno de tus jornaleros” (Lucas 15:17-19). “Regresé a las raíces de la Biblia” dice <b>Marta Salguero</b>, “a buscar personalmente a Dios. Y lo encontré. Antes quería solucionar las cosas a mi manera y no podía, ahora es Dios quien me dice lo que puedo y lo que he de hacer”.
El pródigo abandonó la “tierra lejana” y emprendió el regreso a casa. “Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello y lo besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle, y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta” (vv.20-23).
El pecado alejó al hijo de la casa de su padre, pero el arrepentimiento lo devolvió al hogar que en su necedad había abandonado. Esto es lo que le sucede a cualquier persona que habiendo abandonado a Dios  creador del cielo y de la Tierra que vuelve en si y confiesa su pecado. Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, viendo en la lejanía que su hijo prodigo regresa a su casa empieza a correr para apresurar el encuentro para poder abrazarlo y con júbilo introducirlo en el banquete de bodas que se celebra en su honor. En los cielos hay una gran alegría por un pecador que se arrepiente.
Octavi Pereña i cortina
31 de mayo 2016


¿CÓMO SE SOSTIENEN LAS ESTRELLAS?

<b>Dios sostiene el universo con el poder de su palabra</b>
Al astrofísico <b>Kike Herrero</b> del Instituto de Estudios Espaciales de Catalunya, <b>Joseph Corbella</b> lo interroga: - ¿Una pregunta para la cual no tenga respuesta? La réplica que recibe: “¿Cómo se sostienen las estrellas en el cielo? Me lo preguntó una niña de cinco años. A ver como le respondes con rigor y sencillez”. Esta pregunta que hace una niña es la misma que nos hacemos los adultos pero que quizás no nos atrevemos a hacerla en público para que no nos tilden de ignorantes. “Sólo con que tengamos ojos para ver y orejas para escuchar descubriremos que toda la naturaleza nos habla de la elocuencias de Dios” (<b>Van Der Puy</b>).
Con el estilo poético propio de la literatura hebrea el salmista expresa su fe en Dios creador en un lenguaje que tanto adultos como niños pueden entender a no ser que los prejuicios cubran los ojos para no ver y taponen los oídos para no oír como toda la creación alaba al Creador. El salmista se expresa así: “Alabad al Señor desde los cielos, alabadle en las alturas. Alabadle vosotros todos sus ejércitos, alabadle sol y luna, alabadle vosotras todas, lucientes estrellas. Alabadle cielos de los cielos, y las aguas que están sobre los cielos. Alaben el Nombre del Señor, porque Él mandó y fueron creados. Los hizo eternamente y para siempre, les puso ley que no será quebrantada” (Salmo 148: 1-6).
En un momento determinado los discípulos le preguntaron a Jesús: “¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos” (Mateo 18:1-3). Con los años la simplicidad infantil se complica. Si a un niño de cinco años se le dice que las estrellas se sostienen por el poder de la palabra de Dios que las creó, lo creerá. Mas adelante hará preguntas más complejas. Si sus oídos no han perdido la capacidad de oír y los ojos no han perdido posibilidad de ver, seguirá encontrando respuestas satisfactorias a sus interrogantes.
El origen del universo con todo lo que contiene es un misterio que no se puede resolver si no es por la fe en Dios creador. Las teorías científicas que quieren desvelarlo no satisfacen y dicha insatisfacción abre las puertas a nuevas teorías que tampoco complacen. Seamos, pues, modestos y admitamos que el origen del universo es un misterio que la filosofía científica no puede desvelar. El hecho de que el Consejo de Europa invite a sus 47 miembros a “oponerse con fuerza a la enseñanza del creacionismo como disciplina científica” no da respuesta a las preguntas  que se hace el ser humano: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Cómo se sostienen las estrellas en el firmamento?
Los partidarios del Big Bang que con dogmatismo afirman que un hecho azaroso formó el embrión del universo y que la evolución ha hecho el resto, se les podría hacer la pregunta que   Dios le hizo a Job: “¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la Tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia. ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿Quién extendía sobre ella cordel? ¿Sobre qué están fundadas sus basas? ¿O quién puso su piedra angular?…” (Job 38: 4-12).
Proverbios que es otro de los libros poéticos que contiene la Biblia personifica la sabiduría de Dios en lenguaje poético entendedor: “El Señor me poseía al principio de su camino: Antes de sus obras, desde entonces fui ungida, desde el principio,  antes de que existiese la Tierra, cuando todavía no había abismo, fui alumbrada…cuando todavía Él no había hecho la Tierra ni los campos, ni el principio del polvo del mundo. Yo era allí cuando Él formó los cielos…Entonces yo era a su lado ordenándolo todo, y era cada día sus delicias, deleitándome siempre en su presencia, gozándome en el mundo habitado de su Tierra, y mis delicias estaban con los hijos de Adán”                                         (Proverbios 8: 22-31).
Sin abandonar su carácter poético Proverbios presenta a la Sabiduría que es Cristo que es “digno de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas” (Apocalipsis 4:11): “En las alturas junto al camino, en las encrucijadas de las veredas se para, en el lugar de las puertas, a la entrada de la ciudad, a la entrada de las puertas  da voces: Oh hombres a vosotros clamo…Oíd, porque hablaré cosas excelentes, y abriré mis labios para cosas rectas. Porque mi boca hablará verdad…Todas ellas son rectas al que entiende, y razonables a los que han hallado sabiduría…”(Proverbios 8: 1-17).
La sabiduría es anunciada a todos los hombres desde plazas y calles de las ciudades, En las encrucijadas de los caminos: “El que tiene oídos para oír, oiga”, dice Jesús.
Octavi Pereña i Cortina
7 de junio 2016



ECONOMIA SIN ÉTICA

<b>Los banqueros son unas personas que te dejan un paraguas cuando hace sol y te lo piden cuando empieza a llover</b> (<b>Mark Twain</b>)
¿Por qué los populismos están ganado el favor electoral de los perdedores de la crisis? Porque la pregunta que se hacen no es si las políticas son eficaces, sino si son buenas o malas, es decir, si introducen consideraciones éticas. Pero los economistas y <i>playmakers</i> consideran que todos los populismos caen en el bonismo y no toman en consideración las restricciones financieras”.
Existe un reconocimiento generalizado de que la causa de la crisis económica que golpea al mundo en general y a Europa en particular se debe a la falta de ética en la dirección de bancos, empresas y no hace falta decir: gobiernos.
<b>Joan Fontrodona</b>, profesor del Iese de la Universidad de Navarra, escribió: “Chester Bernard, en un libro que se ha convertido en un clásico  en la dirección de empresas, afirma que “lo que se entiende por dirigir depende de la idea que se tenga del ser humano. La manera de dirigir será distinta si se entiende que el ser humano es un animal evolucionado que se mueve por instinto, o un elemento que tienen sentido en función de un todo, o un ser que merece ser tratado con cierta dignidad, o incluso si es una criatura hecha a imagen y semejanza de Dios…Y de aquí se extrae una idea concreta qué es una empresa: Una comunidad de personas unidas por un objetivo común, que es el desarrollo de quienes forman esta empresa  y el desarrollo de las sociedades con las que la empresa opera…Las propuestas del humanismo cristiano no son sólo para los cristianos, sino para todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Este es el reto: ¿Qué pasaría si se dirigiesen las empresas (y los gobiernos) como si Dios existiese?”
Una buena pregunta la que plantea <b>Joan Fontrodona</b>. El mundo de las financias, de la economía y de la política saben como funcionan y cual es el resultado de su gestión desde la perspectiva de que Dios no existe, o de que ha muerto y como mucho la existencia de un Dios creador  que se desentiende de la creación y de sus criaturas. En dichas circunstancias no existe un código ético que sea merecedor de dicho nombre. La ética que impera es una ética que permite que cada uno haga lo que le plazca. No existen principios morales que perduren en el tiempo. Las reglas del juego ético sin Dios son efímeras y se cambian al gusto el consumidor y por lo tanto no aportan seguridad.
¿Qué pasaría si la economía, las financias y la política fuesen dirigidas por personas que creen en Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo que es quien ha dictado las normas éticas que pondrán orden en el desbarajuste que se ha creado ya que si no hay Dios que gobierne cada uno hace lo que mejor le parece a sus propios ojos? Tal experiencia no se ha dado nunca porque jamás se ha permitido que Dios participase directamente en los asuntos terrenales. El resultado de un mundo sin Dios lo sabemos. Deberíamos creer en las promesas de bendiciones que Él  dice derramará sobre los hombres si acatan su dirección. Esta es una experiencia de la que desconocemos su resultado. No perderíamos nada y en cambio tenemos mucho a ganar si le pedimos que sea Él el guía de nuestras vidas.
Nos acercamos a unas nuevas elecciones en España y los cuatro partidos que esperan gobernarla se limitan a acusarse mutuamente sin presentar propuestas concretas para solucionar el caos imperante, debido a su políticas erróneas. Al paso que vamos los populismos que tanto desagradan a los partidos tradicionales irán creciendo. No todos los planteamientos que presentan los partidos populistas son descabellados, de alguna manera son la conciencia de los consolidados que por haber jugado con la alternancia se han ido tapando mutuamente las tropelías   y creando unas redes de  intereses deshonestos que con la aparición de los nuevos partidos que fiscalizan la acción política ya no las pueden seguir manteniendo ocultas. En lugar de reconocer la corrupción que han creado con sus redes de amiguismos, culpan a los partidos emergentes de atentar contra la estabilidad y del buen gobierno que dicen haber realizado durante su mandato. ¿Qué estabilidad? ¿Qué buen gobierno? ¿La de la estabilidad que ofrece la ley mordaza que impide a la ciudadanía manifestarse contra la corrupción y que impone el silencio a los políticos <i>díscolos</i> que se convierten en críticos de lo que ocurre en las entrañas de los partidos y que se ven obligados a abandonarlos porque la regeneración es imposible?
La ausencia de la ética bíblica que nace de la conversión  a Cristo ha engendrado una codicia excesiva que no solamente es una mala moral, también una pésima economía. El resultado es bien palpable ante el empobrecimiento colectivo al que nos ha llevado la ausencia de la ética que tiene su origen en Dios. <b>Thomas Jefferson</b> que fue el tercer presidente de Estados Unidos, anticipó el caos actual al escribir: “Pienso que nuestras instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que ejércitos completos listos para el combate. Si el pueblo americano permite un día que los bancos privados controlen la moneda, todas las instituciones que florecerán alrededor de los bancos quitarán a las personas todas sus posesiones, primero mediante la inflación, a continuación por la recesión, hasta el día que sus hijos se despertarán sin casa y sin techo, sobre la tierra que sus padres conquistaron”.
Sin duda alguna la codicia de algunos ha llevado a una pésima economía.
Octavi Pereña i Cortina
14 de junio 2016







EUCACIÓN VIARIA

<b>Las calles y las carreteras necesitan conductores sensatos que alejen los accidentes de circulación</b>
Los vehículos van provistos de intermitentes que sirven para indicar a los automovilistas que les siguen que se va a efectuar un cambio de carril. Este aviso sirve para que el conductor afectado tome la precaución conveniente. Este chisme que es muy útil para hacer más seguro el transito parece ser que se haya perdido en algún lugar desconocido porque un buen número de conductores parecen ignorar su existencia.
El intermitente, en general no se utiliza debido a la desidia provocada por la deshumanización del conductor. Cuando él o ella sube al vehículo sucede algo parecido a lo que ocurre cuando se está en un campo de futbol o en un pabellón deportivo. La persona educada, risueña, de buen porte, se convierte como por arte de magia en un energúmeno que no teniendo suficiente con vociferar al árbitro y a los jugadores, los insulta con palabras tan groseras que no pueden repetirse en un escrito.
Bien, volvamos a nuestro conductor que no utiliza los intermitentes para avisar a quienes le siguen que va efectuar un cambio de sentido. ¿Por qué no lo hace? No es un movimiento que exige un gran esfuerzo. Consiste en una suave presión sobre una palanca adosada al volante y al alcance de la mano. No es un problema de dificultad, es una cuestión de empatía, de no saberse poner en la piel de los conductores a quienes les puede afectar el cambio de dirección que se propone efectuar. En dicho comportamiento que ignora a los otros conductores se encuentra un cierto grado de narcisismo, esta complacencia excesiva en uno mismo que le impide sentir afecto hacia los conductores que pueden sentirse incómodos por los cambios efectuados sin avisar. El narcisismo en la carretera no solamente provoca molestias, sino daños personales y materiales en los conductores afectados por la negligencia de haber utilizado el intermitente.
Situémonos en una rotonda. Espero porque hay vehículos que entran en ella. Los intermitentes siguiendo la mala costumbre permanecen inactivos. Sigues esperando. El vehículo que entra en la rotonda o sale de ella si hubiese puesto el intermitente habría indicado el movimiento que iba a hacer. Los conductores en estado de espera podrían moverse en consecuencia. La circulación sería más fluida. Disminuiría el estrés y se evitarían accidentes.
Los valores del cristianismo son útiles tanto para la circulación urbana como para la interurbana. La fe en Cristo proporciona el amor, la empatía que se necesita para identificarse con los otros conductores para nuestra manera de conducir no los afecte negativamente. El día que se produzca un accidente los medios de comunicación se lamentarán del incivismo que se da cuando se conduce. El tema del intermitente es uno de los que afectan a la buena convivencia. Resolverlo no es una cuestión de normas, de sanciones. Es un problema del corazón del que nacen de manera permanente los sentimientos, sean buenos o malos que afectan al comportamiento.
Los fruticultores saben muy bien la importancia de cultivar buenas variedades de fruta con el fin de conseguir frutos de buena calidad para que tengan buena aceptación en el mercado. Pues bien, el comportamiento humano es parecido al símil del frutal. Según sea el corazón así serán las obras que producirá. Palabras de Jesús: “Haced el árbol bueno y su fruto será bueno, o haced el árbol malo y su fruto será malo: porque el árbol se conoce por su fruto…El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca cosas buenas, y el hombre malo, del mal tesoro saca cosas malas” (Mateo 12:33,35).
Según Jesús el comportamiento humano no depende de las normas y de las sanciones, sino de la calidad del corazón. Según la ilustración que emplea Jesús de si se es árbol bueno o malo los fruticultores saben como transformar un árbol malo en uno bueno por medio del injerto. Lo que crece a partir del injerto es un árbol que dará buenos frutos. El corazón del hombre básicamente es malo y según esta condición da frutos. El comportamiento social es una evidencia de la maldad existente en el corazón humano. De acuerdo al tema que tratamos en este escrito, el fruto de un corazón malo es una conducción, temeraria, que no respeta las normas de circulación y así ocurre lo que ocurre. Necesitamos tener corazones buenos que generen pensamientos de amor, de empatía hacia los otros conductores para que a todos ellos les resulte más tranquila la conducción.
Bien seguro que si es Cristo quien gobierna los corazones de los conductores  disminuirán los accidentes porque se conducirá de manera más sensata.
La pregunta que debemos hacernos es: ¿Cómo se hace bueno un corazón malo? La Biblia nos dice que la fe en Jesús es quien obra la transformación. Cristo es quien hace bueno el corazón malo y que mediante el Espíritu Santo hace que el corazón produzca las obras, las acciones buenas El uso del intermitente que hace más agradable la circulación, tanto en las vías urbanas como en las interurbanas, sería una muestra de un corazón bueno.
Octavi Pereña i cortina


REFORMA EN PROFUNDIDAD

<b>Un Parlamento que impide que un ministro del Gobierno dé explicaciones de su actuación dudosa es un Parlamento que atenta contra la Democracia y fomenta la corrupción política</b>
<b>Juan José Omella</b>, arzobispo de Barcelona en un escrito publicado en La Vanguardia el 26/06/2016, coincidiendo con las elecciones generales, invocando a san Tomás Moro, escribe: “Pedimos a este santo que interceda por todos nosotros, hombres y mujeres que tenemos responsabilidad pública de vivir más  en coherencia con aquello que somos y que configura nuestras vidas, pero es necesario que lo vivamos con gran respeto a los otros. Que lo que nos dicte la conciencia prevalezca por encima de los intereses de partido, e incluso de los nuestros personales”.
Con la Biblia abierta el arzobispo barcelonés se equivoca invocando a Tomás Moro para que interceda a favor de quienes tienen responsabilidad pública para que “lo que nos dicte la conciencia prevalezca por encima de los intereses de partido, e incluso de los intereses personales”. No es invocando a un hombre como se cambiará la conciencia de las personas que tienen cargos de responsabilidad pública.
En la plegaria que el rey Salomón pronunció durante la ceremonia de inauguración del templo que había construido y que en el lugar santísimo se colocaría el arca del pacto que simbolizaba la presencia de Dios entre su pueblo, entre otras cosas dijo: “Tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y perdonarás, y actuarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, cuyo corazón tú conoces, porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres” (1 Reyes 8:39). Existen dos maneras de invocar la bendición de Dios sobres los hombres, Juan José Omella hace la incorrecta porque invocando a un hombre, por más bueno que haya sido en el transcurso de su vida terrenal, no deja de ser una persona frágil y con todas las miserias que conlleva ser pecador. La tal persona no puede cambiar la conciencia de otro ser humano. “El hiero es igual al hierro y un hombre es igual a otro hombre” (Proverbios 27:17). El texto nos dice que todos los hombres somos iguales. Como descendientes de Adán que somos todos somos pecadores. No hay ningún justo. “El hombre es un lobo para el hombre” (Thomas Hobbes), y, “la simiente de todos los pecados más viles y peores, está en el mejor de los hombres” (Thomas Brooks).
El pueblo de Israel tenía al alcance de su mano la Ley de Moisés y todo lo que los profetas les decían en Nombre del Señor y no le hicieron caso. El resultado fue un vaivén entre obediencia y desobediencia a Dios que  acabó con  un generalizado desconocimiento de la Palabra de Dios. La conciencia de los prohombres de Judá y del pueblo llano estaba oscurecida por el desconocimiento de la Palabra que es la luz que ilumina la conciencia, lo cual condujo al descalabro nacional.
Las tinieblas envolvían a Judá y en decimoctavo aniversario del rey Josias se inició la reparación del majestuoso templo de Salomón que se encontraba en pésimas condiciones. La situación del   edificio era un reflejo de la condición del  pueblo. En tanto se efectuaban las obras de reparación se encontró un ejemplar del  Libro de la Ley, que se leyó al rey, quien, al oír el mensaje de Dios, “hizo pacto delante del Señor, de que irían en pos del Señor, y guardarían sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos, con todo el corazón y con toda el alma, y que cumplirían las palabras del pacto que estaban escritas en aquel libro. Todo el pueblo confirmó el pacto” (2 Reyes 23:3). La conciencia de un pueblo  que no es iluminada por la luz de la Palabra de Dios los condujo a una situación en la cada cual hacía lo que mejor le parecía. La reforma emprendida por el rey Josías momentáneamente paró el declive espiritual que al reiniciarse condujo  al colapso total.
La reforma iniciada por Martín Lutero en el siglo XVI fue posible cuando el monje descubrió que el hombre se salva por la fe en  Cristo y su obra redentora y no por obras de justicia propia que era la enseñanza prevaleciente es su época. Este descubrimiento no le dejó indiferente ante las necesidades espirituales del pueblo alemán. Emprendió la traducción de la Biblia al alemán con lo que puso al alcance de la mano de la ciudadanía la verdad de Dios. El oscurantismo de la época se hizo evidente cuando la luz de la palabra de Dios iluminó las conciencias. La conciencia de un hombre o de una mujer iluminada por la Palabra de Dios no puede seguir practicando las obras injustas de las tinieblas.
Para regenerar la política española cuya conciencia se niega a aceptar la comparecencia del ministro de Interior en el Parlamento para que explique las conversaciones  mantenidas con el director de la Oficina Antifraude de Catalunya, alegando que el Parlamento está en funciones, cuando poco antes el Tribunal Constitucional sentenció que un Gobierno en funciones debe informar a un Parlamento también en funciones. ¿Es esta la conciencia de los diputados en el Congreso de Madrid que debe regenerar la política española. No deseando escuchar las explicaciones que debía dar el ministro del Gobierno sobre su comportamiento oscuro, ¿es así como se regenera la política que todos con la lengua gritan que lucharán para regenerarla? Con esta conciencia vamos por mal camino. Los diputados en el Congreso en Madrid han podido votar según les ha dictado su conciencia, pero, ¿es esta una conciencia iluminada por la Palabra de Dios que rechaza la injusticia? “Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad, pero un hombre de verdad, ¿quién lo encontrará”? (Proverbios 20:6).
Octavi Pereña i Cortina
5 de julio 2016



INFANCIA ENFERMA

<b>Las enfermedades mentales infantiles, ¿necesitan  tratamiento espiritual?</b>
Unos datos que alertan del drama que se aproxima: “La cifra de menores visitados en los centros de salud mental infantil ha crecido un 28% en los últimos cinco años en Catalunya. Los centros de desarrollo infantil y atención precoz atendieron en el año pasado (2015) el doble de niños de 0 a 6 años que hace diez años. El 7,1% de los menores de 15 años visitaban el sicólogo en 2014 ante el 4,1% que lo hicieron el 2010”
(<b>Mayte Rius</b>). El informe sobre la salud mental infantil y adolescente en Catalunya elaborado por la Fundación Pere Tarrés y la Federación Salud Mental Catalunya de la que provienen los datos aportados por <b>Mayte Rius</b>también dice: “De hecho, la pobreza figura como uno de los factores que aumentan el riesgo de padecer trastornos  mentales, igual que las rupturas y los conflictos familiares”. El entorno parece ser que es uno de los factores que contribuye al incremento de trastornos mentales en una infancia cada vez más joven. El entorno es el que es y no se ve la posibilidad de cambiarlo a corto plazo. Debemos aprender a convivir con él porque la falta de recursos públicos para atender la salud mental infantil hace imposible que todos los afectados puedan recibir la atención que necesitan. El informe señala la crisis que genera pobreza como un factor que genera trastornos mentales en niños cada vez más pequeños. Este factor no está en las manos de los padres afectados cambiarlo. Pero se resaltan otros: ·Las rupturas y los conflictos familiares”. Estos problemas que contribuyen a generar trastornos mentales en los hijos, su curación no depende de la salud pública y por lo tanto no se puede justificar su presencia a la falta de recursos públicos destinados a atender la salud mental de los menores.
La actriz <b>Melanie Griffith</b> envía un mensaje a los padres cuando dice: “A los diez años bebía como si fuese un refresco. Me estaba medicando para huir de mi dolor y de mis inseguridades”. No especifica quien o que le provocaba el dolor y las inseguridades. Creo que es lícito extraer las causas de lo que pasa en las familias en general. Los niños no respiran en sus hogares un ambiente saludable. Las relaciones de los padres son conflictivas a matar que de rebote afectan a los hijos. La prole contempla como los padres ahogan sus penas en el alcohol y las drogas. Cuando la situación ha llegado al límite: la separación o el divorcio es inevitable. Esto provoca dolor e inseguridad en los hijos que se refleja en los trastornos mentales que se medican. Este círculo vicioso debe romperse en los padres que son una de las causas del aumento de los trastornos mentales infantiles que son motivo de preocupación de la salud pública. ¿Qué es lo que hace que se produzcan altercados que son causa de graves problemas domésticos? Es evidente que muchos padres desconocen a Dios, por lo tanto, es lógico que no se le tenga en cuenta a la hora de solucionarlos. No tienen a su alcance unos hombros fuertes en que descargar los problemas que los afligen. Erróneamente los esconden en el alcohol, drogas, antidepresivos, ansiolíticos, viajes, la diversidad de ocio que la sociedad pone al servicio de los sufrientes para hacer desaparecer las penas. No lo consiguen. Todo lo contrario. Con del paso del tiempo las cargas se hacen más pesadas y asfixiantes. La <i>desesperación tranquila</i> como alguien ha bautizado la situación, es la  característica de muchos hogares. Con receta o sin ella, en el intento de hacer desaparecer el infierno en que viven se utilizan las pastillas que algunos expertos en salud mental consideran que son pegotes que no solucionan el problema de la salud mental infantil.
Se me ha dicho que termino los escritos haciendo referencia a Jesús. Si debo proponer la solución a un problema de carácter espiritual necesariamente debo terminarlos de esta manera. La misma clase médica afirma que las pastillas no son la solución a los trastornos mentales infantiles. El Real Colegio Australiano y de Nueva Zelanda de psiquiatría, avisa: “Es alarmante que cualquier antidepresivo se administre a los niños”. Por su parte el <b>Dr. Joe Tucci</b>, asegura: “No veo un buen motivo para que a un niño de seis o menos, se le trate con antidepresivos. Creo que esto crece porque se usa la medicación para tratar los síntomas pero no la causa”.
Un toque de atención a los padres. Alguien ha dicho: “Enojado, niños infelices se enojan, adultos infelices, El tratamiento de la salud mental cuesta billones de dólares en nuestra sociedad, no solamente en el aspecto sanitario, sino también en el aspecto de servicios educativos, de justicia y prisiones. ¿De dónde crees que vienen estos problemas? La mayoría comienzan en la infancia”.
Jesús debe estar presente en los hogares, no como personaje histórico que yace sobre la mesa del forense para ser estudiado, sino como el Cristo viviente que es el Camino que conduce al Padre celestial. Cuando Jesús se convierte en el Salvador de alguien  sus pecados han sido borrados y la relación con Dios se ha restablecido, entonces la plegaria que el Espíritu Santo pone en su corazón, el padre atribulado por la dolencia mental de su hijo, es el instrumento que sirve para descargar sobre la espalda de Jesús la pesada carga del trastorno mental de su hijo. Si Jesús se hace presente en un hogar porque los padres creen en Él puede ser el inicio de la curación mental de los hijos porque allí en donde todo se solucionaba a la tremenda se ha implantado la paz de Cristo que excede a la comprensión humana y, esta paz divina es el bálsamo que tranquiliza la inestabilidad infantil.
Felipe le dijo a Natanael: “Hemos encontrado a Jesús de Nazaret”. Natanael le dice: “¿De Nazaret puede salir algo bueno?” Felipe le responde: “Ven y lo verás”                 (Juan 1. 45,46). Si el lector está harto de gastar dinero en médicos que no le resuelven el problema de la salud mental de sus hijos, no le hagas caso de lo que se dice de Jesús para denigrarlo. Acude a Él sin dilación y descubrirás quien es realmente.
Octavi Pereña i Cortina




LA IMAGEN DE DIOS

<b>Algunos evolucionistas en su necedad se imaginan a Dios como un mono que gruñe y que ha evolucionado a lo largo de millones de años hasta hacerse inteligente</b>
El periodista <b>Josep Corbella</b> entrevista a <b>Palmira Saladié</b>, entre otras cosas le pregunta: ¿Qué piensa que es cierto aún cuando no pueda demostrarlo? La respuesta fue: “Que los australopitecos, antecesores de los humanos, eran capaces de cazar y de hacer herramientas”. Los australopitecos, según los evolucionistas fueron un género de primates homínidos que vivieron en África  entre cuatro a dos millones de años. La <b>Palmira</b> se merece un elogio porque dice que no pude demostrar lo que hacían los “antecesores de los humanos”.
No puedo elogiar a  <b>Emilia Cerezo Moedano</b>, autora de los libros <i> ¿Evolución? Sí, para todos</i> y <i>Darwin preescolar</i> porque afirma cosas sobre Dios que no puede demostrar. El periodista que la entrevista hace este comentario: “Un libro donde lleva al límite el darwinismo y no sólo afirma que el hombre viene del mono, sino que Dios también procede de un dios mono anterior”. A lo largo de la entrevista publicada en El País Semanal (26/06/2016) <b>Emilia Cerezo</b> dice alguna cosas sobre Dios que ignoro cómo puede decirlas una persona culta pero que Dios asegura que se debe a su necedad. Distinguiéndose de <b>Palmira Saladié</b> que no puede demostrar lo que sucedió entre cuatro y dos millones de años, <b>Emilia Cerezo</b> afirma con rotundidad lo que sucedió hace millones y millones de años: Dios “viene de un dios mono anterior que se comunicaba gruñendo y estaba completamente cubierto de pelo. Dios es el producto de una evolución constante durante millones de años…Sí (Dios creó el universo), pero tardó muchísimo. Evolucionó durante millones de años…Dios empezó a ser inteligente al cabo de muchísimo tiempo. Al principio tenía un cerebro del tamaño de un cacahuete…” Refiriéndose a Jesús dice: “Le diré que lo primero que hicieron los monos al desarrollar un pulgar oponible fue agarrar unas piedras y unos palos y crucificar al mesías mono para expiar nuestros pecados de mono…”. Si Dios es como se lo imagina <b>Emilia Cerezo</b> y que no aporta pruebas para demostrar su proceso evolutivo, no debe extrañarnos que el hombre llegue al extremo de barbarie como la del llamado Estado Islámico o de los Estados que se consideran civilizados. Estas tropelías son el resultado de que el hombre ha abandonado al Creador con lo que se ha inclinado a la idolatría. Estas fechorías nada tienen que ver con la evolución, sino con el pecado.
El Dios eterno e inmutable no se parece en nada con el dios que <b>Emilia Cerezo</b> describe con tanto detalle. El Dios de la Biblia no lo ha visto ningún mortal. Es el Invisible. Algunos mortales vieron una teofanía, una manifestación sensible de la Divinidad. Cuando Moisés le pidió a Dios: “Te ruego que me manifiestes tu gloria” (Éxodo 33:18). La respuesta que recibió fue: “No podrás ver mi rostro, porque no me verá hombre y vivirá. Y dijo aún el Señor: He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña, y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. Después apartaré mi mano  y verás mis espaldas, pero no se verá mi rostro” (vv. 20-23). Por esto el mandamiento: “No te harás ninguna imagen…” (Éxodo 20:4). El apóstol Pablo explica como <b>Emilia Cerezo</b>puede llegar a convertir al Dios invisible en la semejanza de un mono “que se comunicaba gruñendo y estaba totalmente cubierto de pelo”, cuando escribe: “Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad se hicieron claramente visibles desde la creación del mundo” (Romanos 1:20). Quienes no desean ver las cosas invisibles de Él, manifiestas en la creación, “profesando ser sabios se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles” (vv, 22,23).
Jesús antes de dejar este mundo anuncia a sus discípulos que se va a preparar un lugar para ellos: “Para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:13). Los discípulos que todavía no habían recibido el Espíritu Santo encontraron muy extrañas dichas palabras porque no las entendían. Es cierto que conocían a Jesús pero no con la claridad con que lo harían a parir de Pentecostés cuando se convirtieron en morada del Espíritu Santo. Durante la conversación que mantuvo Jesús con sus discípulos se produjo un diálogo muy interesante: “Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais, y desde ahora le conocéis y le habéis visto. Felipe le dijo: Señor, muéstranos al Padre y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo que estoy con vosotros y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí ha visto al Padre: ¿Cómo, pues dices tú: muéstranos el Padre?” (Juan 14:7-9).
Jesús “que es el esplendor de su gloria (de Dios) y la expresión de su esencia” (Hebreos 1:3), descubre al Dios invisible que se muestra en la obra de la creación (Romanos 1: 19,20). Siendo Jesús “la expresión exacta de la esencia de Dios” nos muestra la ternura y el amor infinito que el Padre siente por sus criaturas que en su necedad le convierten  en un mono gruñón cubierto de pelo, imagen grosera de Dios que amando de tal manera al mundo ha dado a su Hijo unigénito para que cualquiera que crea en Él no se pierda mas tenga vida eterna (Juan 3:16).
Octavi Pereña i Cortina
8 de agosto 2016




¿A QUIÉN SE DEBE TEMER?

<b >Cundo se tiene miedo de alguien es porque a este alguien le hemos concedido poder sobre nosotros</b> (Hermann Hesse)
El terrorismo islámico ha conseguido inyectar una psicosis colectiva que altera la realidad. No puede ponerse en duda que el llamado Estado Islámico golpea allí en donde puede conseguir más resonancia mediática con lo cual la población ve fantasmas por doquiera. Una muestra de la psicosis colectiva la encontramos en lo ocurrido en Platja d’Aro. El Periódico del 3 de agosto de 2016 publica una reseña de lo sucedido: “Precisamente, anoche se registraron unas escenas de pánico en Platja d’Aro cuando a las diez de la noche un grupo de turistas se presentaron en el centro de la población con la intención de realizar un < i>flash mob</i>, o lo que es lo mismo una acción en la que se perseguían entre ellos simbolizando la persecución de un personaje famoso”. Los testigos de la escenificación al ver la corrida de los actores lo relacionaron con un ataque terrorista que “sembró el pánico en la población. Centenares de personas se recluyeron en comercios y discotecas y mensajes de alerta en las redes sociales. El Sistema de Emergencias atendieron a varias personas con ataques de ansiedad”.
Unas palabras de <b>Jennifer Bensen</b>: “La próxima vez que el miedo se apodere de ti, no dejes entrar el pánico. Puedes incluso confiar en Dios en la oscuridad”. El salmista nos reconforta con estas palabras: “En el día que temo, yo en ti (Dios) confío” (Salmo 56:3). El alma que no guarda a Dios en su interior  es como una ciudad sin murallas, está desprotegida del enemigo y el miedo se introduce rápidamente en ella produciendo estragos. Quien clama al Señor, Él le escucha, da respuesta y lo libra de todos sus miedos.
En estos momentos de manera muy machacona, los informativos dan preferencia a las noticias que tienen que ver con el terrorismo que hace estallar explosivos y dispara indiscriminadamente contra grupos de personas que tranquilamente se toman un refresco en la terraza de una cafetería o comprando en un área comercial. El miedo se apodera de nosotros  y, el movimiento de una hoja  nos asusta. Emocionalmente nos sentimos desprotegidos y el miedo como un ladrón se introduce furtivamente en nuestra alma, empezando a extender el virus del pánico. Nos encontramos indefensos ante el miedo que nace instintivamente en nuestras almas. Con urgencia necesitamos un escudo que nos proteja del sobresalto.
Somos miopes. Únicamente nos interesa el cuerpo que contemplamos y nos olvidamos del alma que es invisible. Debido a nuestra ceguera únicamente valoramos el cuerpo, la parte más frágil de nuestra persona porque en el mismo instante de nacer ya iniciamos la carrera hacia la muerte, y descuidamos el alma que tiene duración eterna sea en la salvación o la condenación. Al alma, debido a su condición espiritual no la valoramos. Únicamente apreciamos a los sentidos y, como dice un anuncio publicitario: <i >Excítalos</i>. Nunca es tarde para rectificar. El refrán popular dice: “De sabios es rectificar”. ¡A ver si somos capaces de mostrar que lo somos!
Jesús nos hace una advertencia: “Mas os digo, amigos míos: no temáis a los que matan el cuerpo, y después nada pueden hacer” (Lucas 12.4). Estas palabras pronunciadas  hace más de dos mil años parecen como si hubiesen sido dichas especialmente para nuestra generación. No, estas palabras fueron pronunciadas y conservadas impresas sobre papel porque son útiles para las personas de todas las épocas porque todas las generaciones han sido marcadas por la violencia: La institucional, con los poderosos que movidos por el egoísmo desmesurado que no vacila a la hora de iniciar guerras a sabiendas de que en los campos de batalla muchos hombres perderán la vida o quedarán lisiados para siempre. A la vez la población civil sufrirá las consecuencias de los mal llamados <i>daños colaterales</i> debido a los abusos de las tropas invasoras. Además es un hecho documentado la presencia de los bandoleros que asaltaban a los caminantes para despojarles de sus bienes y a menudo de sus vidas. Las palabras de Jesús no tienen fecha de caducidad.
Jesús pretende abrirnos los ojos para que sepamos a quien debemos temer: “Pero yo os enseñaré a quien debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno, sí, os digo, a este temed” (v.5). “Dicen que la gente, cuando pone el ojo en el visor del telescopio (del Observatorio Fabra), la gente suele musitar: “¡Dios mío, Dios mío!” Esta no es una declaración de fe al contemplar la maravilla de la creación, sino una reacción instintiva ante contemplar algo tan asombroso y es un pronunciar en vano el Nombre de Dios. La realidad sigue siendo la indiferencia ante el mundo del espíritu.
Por inferencia, sin ser nombrado, nos dice que aquel a quien debemos temer es Satanás, el Diablo. Está claro que éste, con sus artimañas ha conseguido que no lo temamos porque se ha presentado con una imagen burlesca. ¿Qué es esto sino los diablos en los pasacalles que hacen pasar la mar de bien a los espectadores, sean adultos o niños? ¿Qué diremos del diablo que con sus ocurrencias provoca la alegría de los espectadores en las representaciones navideñas de los pastorcillos? No es de este diablo de fábula de quien nos alerta Jesús. Se refiere a este ser espiritual a quien llama: “Padre de mentira y homicida desde el principio”. De este espíritu maligno es de quien debemos tener miedo porque además de podernos matar físicamente por medio de un ataque terrorista, “tiene la potestad de lanzarnos al infierno”, a la condenación eterna. Es al diablo a quien debemos temer. Debemos reconocer que no le podemos plantar cara porque al ser muy superior en fuerza que nosotros, en un santiamén nos destrozaría. Debemos buscar cobijo bajo las alas protectoras de Jesús porque con su muerte y resurrección al tercer día ha vencido al Diablo. El diablo ya no tiene poder sobre los que han creído en Jesús como a su Salvador. Siendo Jesús “nuestro Dios para siempre y eternamente: nos guiará más allá de la muerte” (Salmo 48:14).
Octavi Pereña i Cortina
6 de septiembre 2016



INESTABILIDAD SOCIAL

<b>El estado del bienestar se desmorona por falta de justicia social</b>
“El daño más grande y la peor crisis del siglo XXI es la ansiedad, la incertidumbre y la angustia del presente. El futuro apenas cuenta. En estos momentos, cuando el hombre posee más medios para conocerse, más parece que se desconoce. La información es instantánea y global, los descubrimientos de toda índole avanzan y se sobreponen a gran velocidad…Y?” (<b>Joan-Pere Viladecans</b>, pintor. El Y? del artista es un interrogante que abre la puerta a las dudas que expone en su escrito <i>Epidemia de patologías mentales</i>.
El mundo actual está afectado por un capitalismo sin entrañas que desea conseguir los máximos beneficios a muy corto plazo. Este dinero de fácil obtener se consigue a base de recortes salariales hasta el extremo de sueldos de hambre, contratos laborales basura, largas y extenuantes jornadas laborales…Hoy ya se habla de la restauración de la esclavitud en el llamado Primer Mundo o Occidente. El desmantelamiento del estado del bienestar con la implantación de la precariedad como sistema tiene un coste social: la proliferación de trastornos mentales que comienzan a manifestarse en edades cada vez más jóvenes.
Esta situación puede provocar dos respuestas. Una es levantar los puños hacia el cielo y culpar a Dios de la situación existente. “Si existes” se acostumbra a decir, “por qué lo permites?” “Si eres un Dios tan bueno” como suelen decir los cristianos, “por qué permites que los seres humanos  sufran de manera tan cruel como los medios de comunicación se encargan de visualizarlo?” Esta postura de odio hacia Dios agrava la situación de las personas que sufren debido a la opresión a que los someten los poderosos que se han convertido en esbirros que Satanás utiliza para llevar a cabo sus instintos homicidas. Reaccionar con odio hacia Dios por la realidad que nos toca vivir contribuye a aumentar la  miseria porque esta actitud atiza el consumo de fármacos para combatir el estrés, la ansiedad y otras dolencias mentales emparentadas que además de esclavizarnos a la química, esquilman nuestros bolsillos empobreciéndonos con el regocijo de las farmacéuticas que ven como sus beneficios se incrementan exponencialmente.
La otra reacción ante el desmantelamiento del estado del bienestar con todos los perjuicios sociales que le acompaña no es agresividad contra Dios culpándole de los males que nos aquejan. Consiste, aunque no lo parezca, que Dios es quien controla la situación, que no se le ha escapado de sus manos y que permitiendo, no que las cometa,  que las cosas sean tal como son es porque desea enseñarnos algo para nuestro bien. Pienso que sin dejarnos llevar por la ofuscación debemos hacernos una pregunta: ¿Cómo es mi relación con Dios? Ya sé que somos de aquellas personas que con el puño en alto culpamos a Dios de nuestros males. Si resulta que Dios no es el enemigo que disfruta haciéndonos sufrir, todo lo contrario, desea nuestro bien, y que la situación catastrófica en que estamos inmersos la tolera porque desea enseñarnos algo que será para nuestro beneficio. Si se niega la soberanía de Dios en todos los acontecimientos, el resultado es que al prescindir de su autoridad soberana las cosas nos van de mal a peor. ¿No nos damos cuenta de que al prescindir de Dios y dejarnos guiar por los dictados de nuestros corazones perversos nos ha llevado al caos que estamos viviendo? “Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero terminan siendo senderos de muerte”      (Proverbios 14:12).

Como personas rebeldes que somos Dios tiene que disciplinarnos con el fin de que nos pongamos en el lugar que nos corresponde por ser criaturas suyas. La realidad es que la desobediencia a Dios y no dejarnos guiar por sus mandamientos nos a llevado a la situación actual y sin saber cómo salir de ella.  ¡Cuánto más pretendemos solucionarla más enfangados nos encontramos! A pesar de nuestra rebeldía Dios se nos dirige en estos términos: “No menosprecies, hijo mío, el castigo del Señor, ni te fatigues de su corrección, porque el Señor a quien ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere” (Proverbios 3:11,12). “El principio de la sabiduría es el temor del Señor” (Proverbios 1:7). La segunda parte de este versículo dice: “Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza”. Una reflexión sincera nos ayudará a comprender que alzar los puños contra Dios descubre nuestra necedad y que nuestra insensatez por falta de sabiduría nos ha llevado a la desgracia que las noticias evidencian y al consumo desorbitado de antidepresivos i ansiolíticos.
El autor de Proverbios sigue escribiendo: “Feliz el hombre que encuentra la sabiduría, y que obtiene la inteligencia, porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus frutos más que el oro fino. Más valiosa que las piedras preciosas, y todo lo que puedas desear, no se puede comparar a ella” (vv.13-15).El texto nos dice que la sabiduría divina es más valiosa que los bienes materiales más apreciados. Estos podemos perderlos en un parpadear. De hecho, con la actual crisis son muchos quienes los han perdido y muchos que vivían en la holganza han caído en la pobreza. En cambio, quien posee la sabiduría divina tiene un tesoro mucho más valioso que el ladrón más experto no le podrá robar. Los anuncios de las empresas de seguridad que avivan el miedo a los ladrones para hacer negocio no van con los ricos en la sabiduría divina.
El autor de Proverbios prosigue dándonos buenas noticias que contradicen los estereotipos que se dan del aburrimiento que ocasiona tomarse en serio la fe cristiana. He aquí la recompensa que acompaña poseer la sabiduría que proviene del temor de Dios: “Largura de días está en su mano derecha, en su izquierda riquezas y honra. Sus caminos son senderos deleitosos, y todas sus veredas paz. Ella es árbol de vida a los que de ella echan mano, y felices son los que la retienen” (vv.16-18).
Al finalizar su artículo <b>Viladecans</b> escribe: “Pero a la gente, hoy, más que a la muerte, la angustia sobrevive y ver el horizonte como una línea trazada a lápiz, así: sin más. Sin futuro. Quizás lo que más nos cuesta es volver a creer en el mundo y en el hombre”. ¡Qué contraste entre la sabiduría humana y la divina!
Octavi Pereña i Cortina



LOS DEDOS DE DIOS

<b>La pregunta que la Ciencia no sabe dar razón, la Biblia la responde: “En el principio creó Dios los cielos y la Tierra” (Génesis 1:1</b>
Auguste Compte se le puede considerar el padre del radicalismo científico basado en una fe ciega en la capacidad de la ciencia para responder a todas las preguntas y resolver todos los problemas, y constituido como una nueva religión. Compte divide la historia en tres estadios: el teológico, en que se postulan dioses invisibles que explican los acontecimientos; el metafísico, en que los dioses se convierten en abstracciones para explicar el origen de las cosas; y el científico, en que se busca la descripción y el control de la Naturaleza, y donde <i>la religión de la humanidad</i> suplanta al cristianismo…El origen del Cosmos sigue tan lejos de ser explicado como en tiempos de Ptolomeo. Lo que se está investigando no es el origen de la nada, sino el proceso que va desde el Big Bang hasta la actualidad. El origen está antes, y las preguntas esenciales nada tienen que ver con leptones, borlones o bosones, que se están descubriendo, son preguntas más simples: ¿¿Qué o quién desencadenó el Big Bang? ¿Con qué propósito?” <b>Miguel Ángel Munárriz Casajús, doctor ingeniero del ICAI). Es precisamente estas cuestiones a las que no llega la ciencia son de las que se ocupa la Biblia para darles respuesta: “En el principio creó Dios los cielos y la Tierra”  (Génesis 1:1). Una vez la Tierra estuvo lista para recibir al hombre: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” (v.26).
<b>Miguel Ángel Munárriz Casajús</b>  se pregunta: “¿Qué o quién desencadenó el Big Bng? “¿Con qué propósito? La Ciencia responde con el silencio.
“Alzando la cabeza hacia la cúpula celeste y nos admiramos de su belleza natural como si fuese un espectáculo preparado especialmente para placer de nuestra especie. La noche estrellada siempre es magnífica. Millones de personas se gozan en estos meses estivales del hemisferio norte. Con los Perseidos se añade un nuevo aliciente y este año la noche será más intensa…Durante el verano el Observatorio Fabra organiza cenas bajo las estrellas…Los comensales pueden subir hasta la cúpula del edificio en donde se guarda el telescopio que apunta a Saturno. Dicen que cuando la gente pone el ojo en el visor del telescopio, suele musitar: ¡Dios mío, Dios mío!” La verdad de nuestra fragilidad cósmica se hace evidente con una ojeada al universo por medio de una lente de aumento. Tanta inmensidad nos hace humildes, no somos el centro del universo, ni tan sólo es la nuestra la única galaxia…” (<b>Carina Farreras</b>.
Ni con la ayuda del telescopio que acerca la inmensidad sideral el ser humano es capaz de darse cuenta que no está solo en el espacio infinito. Tiene ojos para ver pero ni con la ayuda del telescopio puede darse cuenta que detrás del cielo estrellado que tanto excita sus sentidos se encuentra el Creador que por medio de la creación revela “las cosas invisibles de Él, su poder eterno y su divinidad” (Romanos 1:20). Es una lástima porque se pierde la oportunidad de disfrutar de un gozo que trasciende el tiempo. Ver la creación desde la perspectiva exclusivamente material crea sensaciones de corta duración que deben irse renovando periódicamente para que las “buenas vibraciones” no se pierdan. Creo que de aquí nace el frenesí por la investigación espacial que no da respuesta a las preguntas existenciales que se hace el hombre.
El salmista que sin la ayuda del visor de un telescopio, con el ojo desnudo contempla en la noche estrellada la inmensidad del Cosmos en miniatura pero intuyendo por la fe su infinitud, exclama: “Cuando veo tus cielos obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tu formaste, digo: ¿Qué es el hombre para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre para que lo visites?” (Salmo 8: 3,4).
Una de las finalidades de la exploración espacial es averiguar si existen vestigios de vida en algún remoto rincón del Cosmos. Se gastan miles de millones de dólares para intentar descubrir si los hay. Este descubrimiento hasta el presente no se ha conseguido. En caso de que algún día se llegase a revelar  huella de vida, este encuentro no aportaría luz sobre su origen. Los asistentes a las cenas estivales bajo las estrellas que organiza el Observatorio Fabra consigue que quienes ponen el ojo en el visor del telescopio, admirados por la dimensión de la visión celeste, digan: “¡Dios mío, Dios mío!” Esta no es una declaración de fe. En el fondo de la incredulidad persiste viva la creencia de la existencia de Dios. La mirada de fe del salmista le permite dirigirse al Creador con la humildad que exige la distancia existente entre la magnitud del Creador y la insignificancia de la criatura: “¿Qué es el hombre para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre para que lo visites?” Detrás de la creación no hay nada, sino el propósito de su existencia: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos” (Salmo 19:1).
Quien tiene ojos para ver la realidad de la creación descubre la existencia de un Dios personal que además de Creador, por las exigencias del pecado también es Salvador. El hombre no se encuentra solo en medio de la infinitud sideral. Tiene la posibilidad de conversar con el Creador-Salvador que es Jesús. El salmista por la fe que es un regalo de Dios pone de manifiesto que es posible relacionarse con el Creador. La fe es la ventana por la que llega la respuesta a las preguntas que plantea <b>Miguel Ángel Munárriz Casajús</b>: “¿Qué o quién desencadenó el Big Bang? ¿Con qué propósito?”
Octavi Pereña i Cortina
23 de agosto 2016



PLACER CON SUFRIMIENTO

<b>La mujer no es un objeto de placer para el hombre sino una persona que ante Dios está en el mismo plano de igualdad </b>
Durante los Sanfermines del 2016 se dieron cinco casos de agresiones sexuales. La más destacada consistió en la violación de una joven de 19 años por cinco hombres. La violación fue grabada en vídeo que reproduce el diálogo que mantuvieron con el resto del grupo que no viajó a Pamplona conocido como <i>Manada</i>.
La periodista <b<Pilar Rahola</b> comentando este hecho en su escrito <i>La masa</i> redacta: “Al contrario, no existe nada más patético que un individuo sumergido en el magma de la multitud, convertido en trasto viejo de carne que bebe, grita, mea y conjuga el resto de verbos primarios, sin otro sonido que el sonido de la masa. Cuando esto sucede, el único trazo de humanidad que le queda es el sudor del sobaco… ¿Cuántos de estos chulos que manosean senos, culos e incluso llegan al abuso, harían lo mismo en solitario? Es posible que sea gente normal, con sus vidas, con sus novias, sus historias, sin otro esplendor que lo grisáceo de la cotidianidad. Pero llegan a la fiesta en manada, se sienten machos alfa liberados y convencidos que la multitud otorga invisibilidad, se olvidan de que son seres humanos”.
Los ayuntamientos de diversos municipios toman nota de lo sucedido en Pamplona y, aun cuando en sus localidades no se haya presentado el asedio sexual a mujeres durante las fiestas locales, preparan campañas de concienciación porque es preferible prevenir que curar. La editorial de SEGRE (24/08/2016) hace una lectura muy crítica de los Sanfermines al decir: “Parece ser que en los últimos tiempos por lo que hace respetar los derechos de las mujeres, el machismo más rancio y atávico está remontando preocupadamente con un ímpetu nada conforme a la presunta evolución de nuestra sociedad. Basta con mirar algunas fotos y algunos titulares de los Juegos Olímpicos de Rio sobre mujeres atletas, que poco tienen que ver con el deporte  y sí con su aspecto físico. Hace unos meses todo un candidato a la presidencia filipina, cargo para el cual finalmente fue elegido, hacía broma sobre la violación y asesinato hace unos años de una monja en una prisión de su país. Con un incomprensible sentido del humor, el polémico <b>Rodrigo Dutarte</b> justificó el ataque que sufrió una mujer diciendo que “como era tan guapa…” A la vez que se lamentaba que él, como alcalde que era en aquella época “no fuese el primero en violarla”.
<b>Miguel Lorente</b> afirma: “La sociedad está enferma”. La enfermedad a la que se refiere es síquica pero profundizando más en la lacra social se encuentra que la raíz del problema está en el alma en donde sicólogos y siquiatras no tienen nada que hacer. El resultado de dicha impotencia es afrontar la situación con campañas de  concienciación y el incremento de la presencia policial para impedir los asedios sexuales con violación.
La escritora <b>Dacia Maraini</b> desea profundizar en el tema cuando escribe: “No deberíamos llamarla mediática en el sentido de que el hombre no nace así, sino que se hace por culpa de una cultura mediática que incita violencia”. Según <b>Dacia Maraini</b>, el acosador sexual, el violador, no es responsable de sus actos. El culpable es la <i>cultura mediática</i> y, esta cultura ¿quién la forja? Personas que como <b>Rodrigo Dutarte</b>, el flamante presidente de Filipinas lamentaba que por ser tan guapa no hubiese sido él el primero en violarla. La cultura mediática no es anónima. La forman personas con nombres y apellidos. Tanto los forjadores de la <i>cultura mediática</i> como los que la ejecutan son responsables de sus actos.
Hace uno o dos años en un estadio de futbol apareció en una pancarta en la que se podía leer: <i>“Shakira es de todos”</i>. Esto significa que esta mujer es propiedad de la masa de espectadores que en aquellos momentos estaban en el estadio y, por extensión a todos los hombres. La mujer no es propiedad de ningún hombre. Ni de su marido si está casada. La mujer es un ser humano que como vaso más frágil el hombre, empezando por su esposo debe protegerla, Creer que la mujer X es propiedad de un individuo o  de un colectivo justifica que el macho ejerza violencia contra ella al considerarla un ser inferior que tal vez no tiene alma, que debe doblarse a los deseos de una persona c colectivo que puede llamarse <i>Manada</i>, como el que violó a la joven de 19 años durante los Sanfermines 2016.
La necedad de pensar que Dios no existe y que por lo tanto se puede vivir pensando que nadie lo ve, que los necios crean que nadie va a pedirles cuenta de su comportamiento inmoral, van muy equivocados, “Dios los entregará a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonrarán entre sí sus propios cuerpos…Por esto Dios los entregará a pasiones vergonzosas…Y como ellos no aprueban tener en cuenta a Dios, Dios los entrega a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen” (Romanos 1: 24-32).
Los violadores se lo pasan bomba como lo exponen explícitamente los mensajes que los cinco miembros de la <i>Manada</i> intercambiaron con el resto del grupo que no viajó a Pamplona. Es un placer con sufrimiento porque si no se da el arrepentimiento y el cambio de conducta, a la hora de tener que presentarse, no podrán eludir la comparecencia, ante el tribunal de Cristo deberán oír de labios de quien se encarnó para salvar a los hombres de sus pecados: “No sé de donde sois, apartaos de mí todos los que obráis injusticia. Allí será el lloro y el crujir de dientes” (Lucas 13: 27,28).
Octavi Pereña i Cortina
30 de agosto 2016
                                 


BELLEZA NATURAL

<b>Los escultores que desgracian los cuerpos de las  mujeres que confían en ellos son culpables de los destrozos emocionales que les causan</b>
<b>Jordi Labanda</b> en una de sus críticas gráficas presenta a una joven vestida de manera informal que  luce en su camiseta este mensaje: “Las mujeres reales no son perfectas. Las mujeres perfectas no son reales”. Este mensaje es muy apropiado en nuestros días en que abunda la manía de la clonación física siguiendo el modelo de belleza que marcan las pasarelas y la publicidad con sus retoques fotográficos que alteran la fisonomía de las/los modelos.
El mensaje de <b>Labanda</b> hace diana: “Las mujeres reales no son perfectas”. Hace años un carpintero de un pueblo de la Franja me enseñaba el trabajo que estaba realizando en una casa antigua que se estaba acondicionando. Al fijarme en los capiteles que coronaban la parte superior del marco de una puerta, le dije: “Las tallas no son iguales”. Por respuesta me dijo: “En artesanía no se encuentran dos piezas iguales”. Esta respuesta la tengo gravada en mi mente y en más de una ocasión la he utilizado. La opinión que me dio el carpintero aragonés se puede aplicar perfectamente en el caso de la belleza de la mujer. Cada una de ellas es una creación artesanal de Dios y no pueden encontrarse dos que sean iguales. Incluso en el caso de los gemelos que pueden ser muy parecidos cuesta distinguirlos, porque tienen detalles que los diferencian. En este sentido “las mujeres reales no son perfectas”.
La segunda parte del mensaje que transmite <b>Labanda</b>: “Las mujeres perfectas no son reales”, y el deseo de alcanzar una perfección inexistente creada por los retoques fotográficos las lleva a padecer trastornos síquicos, a la extralimitación en el ejercicio físico y a trastornos de la alimentación por seguir dietas muy estrictas.
Supongamos que una mujer consigue el cuerpo ideal y que esté satisfecha con él. Si en ella no hay nada más, la Biblia la describe así: “Como pendiente de oro en el hocico de un cerdo, es la mujer hermosa apartada de razón” (Proverbios 11.22). Refiriéndose a <b>Cher</b>, la actriz, el periodista <b>Josep Sandoval</b> escribe: “La multidisciplinaria artista cumple hoy 65 aparentes primaveras a copia de unas veinte cirugías y un dispendio importante en cremas, latas de bótox y siliconas de toda aplicación. La cara es impecable: si no la mueve parece joven y fresca, el que debe ser terrible es verla de cerca, gesticulando o forzando alguna mueca…Podría decirse que la fotografía de <b>Cher</b es excelente, tal vez la radiografía detallaría determinadas pérdidas y alguna de ellas, quizás la dentadura, contemplaríamos aplicaciones de silicona y algunos otros añadidos que la han convertido en un ejemplar digno de estudio y que se sitúa por méritos propios en el segundo lugar detrás del difunto <b>Michael Jackson</b> en la lista de personajes más aficionados a pasar por las manos de cirujanos plásticos”.
Otra <i>celebrety</i>, <b>Heidi Montag</b> que también buscaba la perfección corporal, el cuerpo ideal con el que podía estar contenta, <i>porque se lo valía</i>, en el año 2009 se sometió a diez intervenciones de cirugía plástica. Salió de los quirófanos desfigurada, cosa que le recuerda el gran error cometido: No me gusta ser una <i>chica de plástico</i> o como se lo quiera llamar. La cirugía ha arruinado mi carrera y mi vida personal y me ha llevado mucho negativismo en mi mundo. Desearía subir en la máquina del tiempo y dar marcha atrás. Además me pareceré para siempre a <b>Edward Scissorhands</b> (personaje cinematográfico creado a parir de un robot que por la muerte de su creador quedó inacabado y que en vez de manos tenía unas tijeras).
El escultor de cuerpos <b>Frank Ryan</b< murió. <b>Heidi Montag</b> anda por Costa Rica buscando a un cirujano que le retoque los desperfectos: “no me hablo con mi familia, y no me quedan amigos en Hollywood “. Reconoce: “Mi matrimonio se echó a perder porque fue demasiada la presión sobre <b>Spencer</b>. Nadie aguanta tanto tiempo con una mujer que parece ha sido atropellada por un camión, y así fue por largos meses. Él no quería que me operase”. Quien busca ser la mujer de cuerpo perfecto se convirtió en una <i>chica e plástico</i> que no encaja en un mundo de “mujeres reales que no son perfectas”.
<b>Riviere y Dexeus</b> llegan a la conclusión que la única manera de alcanzar la belleza procede del interior, de la capacidad de superar el miedo a la muerte, resistiendo el despotismo de un cuidado crispado y exagerado de nuestra apariencia física, darle una excesiva importancia al cuerpo es un error que siempre cobra peaje”.
Algunas mujeres, entre ellas la cantante <b>Alicia Keys</b> quince veces ganadora del <i>Premio Grammy</i>, dice: “Antes de empezar mi nuevo álbum, escribí una lista de cosas que me hacen sentir mal. Una fue el lavado de cerebro a que se somete a las mujeres haciéndonos creer que tenemos que ser delgadas, o sexy, o atractivas, o perfectas. Una de las muchas cosas de las que estoy harta es el juicio constante a que se somete a las mujeres. El estereotipamiento constante por todos los medios de comunicación que nos hace pensar que siendo de talla normal es anormal y, ¡Dios no quiera!, si eres de talla grande, o el mensaje constante que para ser sexy debes desnudarte”
Si el Nuevo Testamento se hubiese escrito en el siglo XXI es muy posible que tratase de manera explícita la obsesión por el cuerpo y la cirugía plástica. Refiriéndose a las mujeres cristianas, las que no lo son seguramente lo encontrarán carca, pero va a la raíz del problema de la obsesión por el cuerpo perfecto, dice: “Considerando vuestra conducta casta y respetuosa. Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios”                                 (1 Pedro 3:2-4).
Octavi Pereña i Cortina


AUTORIDAD ECLESIÁSTICA

<b>La iglesia no es democrática, la autoridad suprema reside en Dios y en los pastores delegados que se guían por la Biblia</b>
El dibujo <i>Un mundo de locos</i> describe una Biblia monumental que sirve de pedestal sobre el que se alza un obispo en postura arrogante. Un hombre se aproxima al clerigo y al llegar cerca le hace una reverencia.
Desconozco el sentido que el dibujante da a su obra. Yo haré una interpretación que intentaré compartir con el lector. Si no se siguen las reglas de interpretación de textos a la Biblia se le pueden hacer decir todas las barbaridades que se les acudan a los intérpretes. Hay un texto que se puede relacionar a la reflexión que hacemos. “Así dice el Señor: maldito el hombre que confía en el ser humano, y pone en la carne su fuerza, y su corazón se aparta del Señor (Jeremías 17:5) Este texto como otros arecidos que se encuentran en las Sagradas Escrituras cristianas nos viene a decir que la persona que confía de manera servil en otro ser humano, el resultado es que “su corazón se aparta del Señor”.
El racionalismo ha conseguido que se lea la Biblia de la misma manera como se lee cualquier otro libro, es decir, sin la dirección del Espíritu Santo que inspiró a los hombres escogidos para escribirla. Esto hace que el hombre se ponga por encima de Dios, se esconda su significado a los fieles y la interpretación carnal que se hace de ella excluya su origen sobrenatural. El resultado es que Dios, que debe ser el centro  de la religión, se sustituye por el hombre. En este caso sí que el orden de los factores afecta el producto. En estas condiciones el hombre se queda sin guía espiritual fiable. La ética y la moral varían según la dirección en que sople el viento. Sin la ayuda del Espíritu Santo que colabora en la interpretación del texto bíblico el hombre se queda sin guía espiritual fiable. Al quedar el ser humano sin luz navega de noche bajo un cielo oscuro que impide la visión de las estrellas que le pueden orientar. La Biblia es la lámpara que ilumina el camino del peregrino lo cual le permite sortear los obstáculos se le presentan en su andadura.
Según dicen algunos doctores en Teología el apóstol Pedro fue nombrado por Jesús primer papa a quien  el hombre le ha atribuido el don de la infalibilidad cuando habla ex cátedra. Este privilegio lo convierte en un superhombre que debe ser escuchado, venerado y obedecido. Los fieles deben aceptar sin protestar si las enseñanzas que imparte se ajustan a las de la Biblia o no. Pero no, el hombre no debe ponerse por encima del resto de los seres humanos. Todas las personas deben permanecer en el mismo nivel ante Dios.  El Señor distribuye  dones en la Iglesia   a su antojo, que es una en la diversidad, como el cuerpo que tiene diversos miembros pero todos ellos forman parte del mismo cuerpo. Distribuye dones que tienen más impacto público. Esta distinción no es motivo de privilegios, pero sí de responsabilidad. Quien más ha recibido más se le pedirá.
Volvamos al apóstol Pedro que de Jesús recibió la triple orden de pastorear a sus ovejas (Juan 25: 15-17). ¿Cómo reacciono el apóstol al ser nombrado pastor delegado de las ovejas del Buen Pastor? La Biblia nos da la respuesta. El apóstol recibió de Jesús el encargo de anunciar el Evangelio Cornelio, un centurión romano. En un principio se resiste al llamado porque el contacto con un pagano significaba contaminación espiritual para un judío. Vencida la resistencia, Pedro emprende camino hacia Cesarea en donde residía el romano. Al llegar a su destino “salió Cornelio a recibirle, y postrándose  a sus pies, adoró” (Hechos 10:25). ¿Cómo reaccionó Pedro ante la adoración que le hacía Cornelio? “Pedro le levantó, diciendo: levántate, pues yo mismo también soy hombre” (v.26). A pesar de que Pedro fue enviado por Jesús a casa de un gentil para que le hablase del camino de salvación que hay en Él, el privilegio recibido no le hizo pensar que fuese un superhombre: “Pues, yo mismo también soy hombre”. Soy igual que tú. No aceptó de ninguna de las maneras que se le pusiese encima de un pedestal. Se limitó a comportarse como un sirviente al servicio de su Señor. Jesús debía ser adorado por Cornelio y Pedro recompensado por su fidelidad.
La ilustración de <i>Un mundo de locos</i> pone la Biblia monumental como pedestal para el obispo. La realidad no es así.: “Edificados sobre el fundamento de los de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo  Jesucristo mismo, en quien todo el edificio (la Iglesia), bien coordinado va creciendo para ser un templo (espiritual) santo en el Señor, en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu” (Efesios 2: 20-22). La Iglesia de Cristo tiene como cimiento principal a Jesucristo y sobre éste se coloca la Biblia que es la Palabra de Dios revelada por el Espíritu Santo a los profetas y a los apóstoles y, sobre la Palabra se van colocando las piedras vivas que son los creyentes y que levantan la Iglesia el cuerpo de Cristo del cual Él es la Cabeza. Si se procede de esta manera la acusación de Flavia Company: “La imposición de la religión judeocristiana que tanto mal ha hecho a nuestras conciencias” no tendría razón de ser. En tanto la jerarquía eclesiástica persista en situarse por encima de Cristo  y de su Palabra  muchas personas seguirán reprochando a la iglesia institucional con razón.
Octavi Pereña i Cortina
13 de septiembre 2016


SABIDURÍA, ¿DÓNDE ESTÁS?

<b>El súmmum de la estupidez es aprender para después olvidar” (Erasmo de Rotterdam</b>
¿Dónde encontrar solución a los graves problemas de hoy que van desde los micro problemas individuales a los macro globales? <b>Mayte Rius</b> en su trabajo <i>¡Consultad al filósofo</i> desea dar solución a la pregunta que planteamos, cuando escribe: “Si dudáis entre separaros o no, o si no sabéis hacia donde enfocar vuestra carrera profesional, si estáis hartos de no dormir dando vueltas a los problemas sin encontrar una salida, si estáis hartos de la vida, si tenéis dilemas éticos sobre el cuidado de familiares mayores, hablad con un filósofo. Habéis leído bien: con un filósofo”.
Filosofía es sinónimo de sabiduría. Existen dos maneras de adquirir sabiduría: La Filosofía que estudia el pensamiento de los grandes hombres y la Teología que estudia a Dios. La Filosofía es el esfuerzo humano para adquirir la sabiduría necesaria para vivir mejor, para dar respuesta a los interrogantes que nos plantea  <b>Mayte Rius</b>. La Teología es la investigación de Dios en el intento de dar respuesta a los interrogantes que envuelven el misterio de la Divinidad. La Filosofía como esfuerzo humano que es, su alcance es muy limitado porque a pesar de la excelencia del trabajo de los grandes pensadores el recorrido hacia la adquisición de sabiduría tan solo ha empezado. Por lo que hace a la Teología si es el hombre quien inicia la investigación de Dios, el resultado es que en vez de aportar luz que desvele el misterio de Dios lo que consigue es crear más interrogantes debido que por descubrir tal multitud de dioses, es un problema saber cuál de ellos es el verdadero, ¿Cómo puedo saber si el dios que  elijo es real o es un espejismo que me conduce a la nada? Tanto las investigaciones de los filósofos como las de los teólogos nos llevan a un callejón sin salida: la <i>incertidumbre</i>.
<b>Brunello Cucinelli</b> dice: “rezar significa hablar contigo mismo”. Si hablas contigo mismo los conocimientos que adquieras no irán más allá de donde te lleve la razón. No adquirirás la sabiduría de Dios. El dicho de un desconocido aporta luz al tema que tratamos de encontrar sabiduría: “bien, yo no sé como ser salvo, pero dedico mucho tiempo a la plegaria”. Este personaje anónimo por lo que dice se intuye que no hablaba consigo mismo porque conociendo que no es sabio no cometería la estupidez de ir a buscar sabiduría allí donde sabe que no está. Por deducción esta persona la buscaba en Dios. Esto lleva a hacernos una pregunta: ¿Dónde encontrar a Dios? Los razonamientos no nos ayudan a encontrarlo. Las cosas de los hombres no las conoce nadie más que el espíritu del hombre que está dentro de sí mismo, “así también nadie conoce las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido” (1 Corintios 2: 11,12). El hombre llega a la convicción de la existencia de Dios gracias al Espíritu Santo que le proporciona dicha certidumbre. Poseyendo el Espíritu de Dios por la fe en el Nombre de Jesús el creyente se convierte en un hijo de Dios por adopción, cosa que le permite llamar a Dios: “Abba, Padre” (Gálatas 4:5,6), expresión infantil de llamar Padre a Dios con la familiaridad que un niño llama padre a su padre. Con el Espíritu de Cristo en el creyente Dios ha dejado de ser un concepto intelectual para pasar a ser experimental. Habiendo conocido a Dios por experiencia se está en condiciones de ir a buscar la sabiduría eterna que se esconde en Él.
El libro de Proverbios personifica la sabiduría divina y como Persona que es hace este anuncio: “¿No clama la sabiduría, y da su voz la inteligencia?” (8:1). La sabiduría no pregona su mensaje en el vacío  en donde nadie pueda oírlo: “Oh hombres, a vosotros clamo, dirijo mi voz a los hijos de los hombres” (v.4). “Oíd porque hablaré cosas excelentes, y abriré mis labios para cosas rectas” (v.6). Según Dios la sabiduría que proclaman sus labios “mejor es la sabiduría que las perlas, y todo cuanto se pueda desear, no es de compararse con ella” (v.11). “Mejor es mi fruto que el oro, y que el oro refinado, y mi rédito mejor que la plata escogida” (v.9). “Ahora, pues, hijos, oídme, y bienaventurados los que guardan mis caminos. Atended al consejo y sed sabios, y no lo menospreciéis. Bienaventurado el hombre que me escucha, velando a mis puertas cada día, aguardando a los postes de mis puertas. Porque el que me encuentra, encontrará la vida, y alcanzará el favor del Señor” (vv. 32-35).
En forma de parábola Jesús que es la Sabiduría encarnada dice a quienes tienen oídos para oír: “También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que habiendo encontrado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la  compró” (Mateo 13: 45,46). El mercader invirtió para la vida eterna.
El apóstol Pablo que adquirió sabiduría religiosa a los pies de Gamaliel, un erudito de su tiempo, cuando encontró la sabiduría que es Cristo, dice de su antes y presente: “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo” (Filipenses 3: 7,8). Antes basura, en Cristo la perla preciosa.
Octavi Pereña i Cortina
19 de septiembre 2016


PARAISO RECUPERADO

<b>¿Es posible deshacer el entuerto cometido por Adán?</b>
Una ojeada superficial a nuestro entorno nos daremos cuenta de la suciedad que producen los desperdicios que engendra la sociedad que se considera civilizada: la erosión que desertiza el territorio, la desaparición de muchas especies animales que perjudica el equilibrio medioambiental, la destrucción de ciudades por las bombas que siembran el terror entre la población, la muerte de niños de hambre y de enfermedades que actualmente se pueden curar. Podemos alargar la lista de las cosas que afean a la Tierra. Ecologistas y científicos nos avisan de que es urgente hacer algo para evitar la destrucción del planeta que nos da cobijo. La respuesta al llamado  son buenas palabras para acallar las conciencias y poco más. Disponemos de los medios económicos y tecnológicos para hacer que la Tierra siga siendo un espacio acogedor para toda la población, ¿qué ocurre?
Vayamos al principio del relato de la creación según la Biblia. Cuando la Tierra estaba en condiciones de recibir al hombre Dios lo creó y, “tomó, pues, el Señor Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrase y lo cultivase” (Génesis 2:15). El creador lo había hecho todo muy bien, pero el mantenimiento y cuidado del huerto lo puso en manos de Adán y Eva. Todo era perfecto y el cuidado y mantenimiento del jardín no hacía sudar. Sin esperarlo sucede algo que trastorna el equilibrio idílico en el que vivían nuestros primeros padres. La permanencia del jardín idílico dependía de la obediencia de Adán y Eva a la prohibición que el Creador les había mandado. No lo hicieron y comieron “del árbol del conocimiento del bien y del mal” (2:17). Comieron y el idilio se evaporó. Adán y Eva instantáneamente murieron espiritualmente. Un abismo profundo e infranqueable se abrió que impidió la relación del hombre con su Creador. Más tarde murieron físicamente. El entorno idílico en que vivían también se vio afectado. De los labios del Creador salió la sentencia condenatoria que se merecía su rebelión. “Y al hombre dijo: por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol que te mandé diciendo: No comerás de él, maldita será la Tierra por tu causa, con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado, pues polvo eres, y al polvo volverás” (Génesis 3:17-19). Puede no gustarnos la sentencia dictada por el Creador, esta es la realidad. La tomamos o la dejamos. Depende de nuestra elección. Si no nos gusta, darnos cabezazos contra un muro no cambiará la realidad. Todo lo contrario agrava nuestra situación porque le añade el ácido que corroe nuestras entrañas. La Tierra se ha convertido en una residencia hostil. Los animales que antes eran dóciles y convivían pacíficamente con nuestros primeros padres, se hicieron enemigos. Espinos, cardos y sudor indican la hostilidad medioambiental. Además se añade la negligencia por parte del hombre de cuidar el jardín que ha sido puesto bajo su cuidado. La suciedad invade las ciudades y el medio natural, a la que deben añadirse los restos de los artefactos que el hombre deja en el espacio  cuando dejan de ser útiles. A todo ello deben añadirse las consecuencias del pecado en las relaciones humanas. Cuando Dios le preguntó a Caín dónde estaba su hermano Abel a quien había matado, respondió: “No lo sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?” (Génesis 4:9). El egoísmo ha sustituido el amor de Dios y las consecuencias nefastas de ello las tocamos diariamente. Toda la creación se ha visto afecta por la desobediencia de Adán. El pecado de Adán es el culpable de que sea imposible hacer de la Tierra una habitación segura en la que impere la justicia.
El desencanto es total. ¿Existe la posibilidad de darle la vuelta a la situación ¿ El apóstol Pablo refiriéndose al desasosiego medioambiental y social que tanto nos preocupa, escribe: “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse” Romanos 8:18). El apóstol comparte con nosotros la buena noticia que la crisis actual no es eterna, que tiene fecha de caducidad, aun cuando no nos haya sido revelada. El apóstol personifica la creación que ha sido maldecida por Dios debido al pecado de Adán, haciéndole decir: “Porque el anhelo ardiente de la creación es aguardar la manifestación de los hijos de Dios…Porque la creación misma será librada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios…”(vv. 19-24).
Los discípulos le preguntaron a Jesús cuando finalizarían las tribulaciones del tiempo presente. La respuesta que recibieron fue que sólo Dios conoce el día en que sucederá. Sabiendo con certeza que se producirá a su debido tiempo la venida gloriosa del Hijo de Dios que pondrá fin definitivamente a la situación agobiante actual, despierta en los corazones de los creyentes “la esperanza que no vemos, con paciencia la aguardamos” (v.25).
La Biblia empieza con el paraíso perdido y finaliza con el paraíso recuperado en donde: “no habrá más maldición, y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, y verán su rostro, y su Nombre estará en sus frentes. No habrá allí más noche, y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará, y reinarán por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 22.3-5).
“Estas cosas son fieles y verdaderas” (v. 6) le dijo el Señor a Juan , el redactor de Apocalipsis, revelación del Señor Jesucristo.
Octavi Pereña i Cortina



AMIGOS DE NOVEDADES

<b>Las novedades en el campo espiritual no significa mejorar el conocimiento sino el regreso al obscurantismo</b>
Parece ser que la Real Academia Española deberá añadir una en su Diccionario la palabra <i>neofilia</i>, obsesión de algunas personas por conseguir la última novedad. “No se trata de una enfermedad”, dice <b>Josep Fita</b>, “más bien es una tendencia desmesurada, casi obsesiva, para tener lo más nuevo en el mercado”.
Los <i>neófilos</i>, los amigos de las novedades se encuentran en todas partes. Es muy punzante la declaración de <b>Tim Cook</b>, consejero delegado de Apple: “Con el iPhone7 te daremos las cosas sin las cuales no puedes vivir y que hoy no sabes que necesitas”. Poseer es una de nuestra características, de nuestra manera de ser y ahora de poseer aquellas novedades que ignoramos necesitamos. Sean teléfonos inteligentes, ropa y otras cosas tangibles que tanto no ilusionan, sin dejar de lado las novedades filosóficas y religiosas. Ser amigo de novedades comporta el peligro, a menudo grave, porque si no se posee el dinero para adquirirlas los daños psicológicos pueden ser devastadores, a menudo irreversibles los daños psicológicos.
Sin menospreciar la neofília por las cosas tangibles, lo que hoy nos interesa es la neofília espiritual porque ser amante de las novedades que se presenten como espirituales que invaden el mercado religioso, indiscutiblemente conducen a transitar por el camino ancho que conduce a la condenación eterna.
El apóstol Pablo encontrándose en Atenas esperando a sus colaboradores, la abundancia del amor de Dios que almacenaba su corazón le impulsaba a reunirse “en la sinagoga con los judíos y piadosos (gentiles atraídos por el judaísmo). Y cada día en el Ágora con los que estaban allí. Y algunos de los filósofos epicúreos y estoicos discutían con él, y unos decían: ¿Qué querrá decir este palabrero? Y otros: Parece que es predicador de nuevos dioses, porque les predicaba el evangelio de Jesús y de la resurrección. Y tomándole, le trajeron al Areópago, diciendo: ¿Podremos saber qué es esta nueva enseñanza de que hablas? Pues traes a nuestros oídos cosas extrañas. Queremos saber qué quiere decir esto. (Porque todos los atenienses y los extranjeros residiendo allí, en ninguna otra cosa se interesaban sino en decir u oír algo nuevo” (Hechos 17: 17-21).
Interesarse por las novedades religiosas no significa preocuparse por la salvación del alma. Parece ser que a los atenienses les gustaba reunirse en el Areópago para debatir cuestiones filosóficas-religiosas por el placer del debate nada más. Entre otras cosas el apóstol les dice: "Pero “Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de la ignorancia, ahora manda a todos los hombres  en todo lugar, que se arrepientan, por cuanto ha establecido un día  en el cual juzgará el mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos” (vv. 30,31).
Pablo no aceptó la invitación de ir al Areópago con el propósito de mantener un combate dialéctico sobre temas filosófico-religiosos, sino para despertar sus conciencias con la verdad del Evangelio. ¿Cómo reaccionaron los atenienses amantes de las novedades ante el anuncio del Evangelio? Lo hicieron así: “Pero cuando oyeron lo de la resurrección de los muertos, unos se burlaban, y otros decían: Ya te oiremos acerca de esto otra vez” (v.32). Los atenienses tenían oídos para oír, pero no oían.
En el antiguo Testamento el reino de Judá estaba pasando por una grave crisis político-social-religiosa por haberse sublevado contra el Rey que les había dado el reino en vasallaje desde el tiempo de Moisés. Por medio del profeta Jeremías el Rey les dice: “Paraos en los caminos, y mirad, preguntad por las sendas antiguas,  cual sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos” (6:16).
Pablo, a los atenienses; Jeremías, a los judíos, ambos dicen a sus oyentes el Evangelio eterno, el misterio escondido en el corazón de Dios que en su momento fue revelado por los profetas y en el cumplimiento del tiempo por el unigénito Hijo de Dios encarnado en la persona de Jesús. Tanto a unos como a los otros, el rechazo los destruyó como naciones. Lo mismo ocurre hoy. La grave crisis multifacética que nos aflige se debe al rechazo que la sociedad actual hace a Jesús el Hijo de Dios que se hizo hombre para salvar al mundo de sus pecados. Debido al rechazo de Jesús de la sociedad actual nos vemos inmersos en la grave crisis política-social-religiosa  de la que no sabemos cómo salir de ella.
Octavi Pereña i Cortina
4 de octubre 2016



LA VIGA EN EL OJO

<b>”Si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas” (Mateo 6:22</b>
Durante la misa que el papa Francisco ofició en recuerdo del cura francés <b<Jacques Hamel</b> que fue degollado el 26 de septiembre de 2016 por dos jóvenes terroristas, hizo una afirmación categórica que podemos compartir: “Matar en el nombre de Dios es satánico”. Quienes asesinan tienen como padre a Satanás que es homicida desde el principio” (Juan 8:44). No creo que el papa Francisco esté en condiciones de hacer una declaración de este calado debido a que la Iglesia católica ha creado ríos de sangre de los cuales no tengo constancia que se haya arrepentido de manera creíble.
El papa Francisco ha destituido de manera fulminante al obispo de Mallorca por sus relaciones sexuales con su secretaria. Esta actuación tan rápida bien seguro que tiene que ver con la publicidad que le han dado al caso los medios de comunicación. La cuestión sexual que tiene que ver con el clericato católico, hoy es tema muy sensible. Volviendo al satanismo religioso, en Chiapas, México, a menudo son noticia los ataques que sectores católicos emprenden contra los cristianos evangélicos. Las agencias de noticias no informan sobre estos hechos y como lo que no sale en la tele ni en las portadas de los periódicos no existe, se deja que la cosa siga como está. El papa Francisco no destituye de manera inmediata ni al obispo ni a los clérigos responsables de inducir  los ataques contra los evangélicos de la zona. Es hipocresía señalar a quienes matan a cristianos como siendo agentes de Satanás. La acusación es verdadera porque Satanás “es homicida desde el principio”. Pero la declaración papal ignora las palabras de Jesús: “¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo?  ¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame sacar la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga que está en tu ojo?” Hipócrita, saca primero la viga de tu  propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano” (Lucas 6: 41,42).
Quien quiera sacar la paja del ojo de su  hermano debe comenzar por sacar la viga incrustada en el propio. Quien se vea la viga en su propio ojo intentará quitar la paja del ojo de su hermano con delicadeza, consciente de su propia miopía. Cuando el papa Francisco declara de la manera como lo hace: “matar en el nombre de Dios es satánico”, afirmación que es cierta, se coloca en un plano de superioridad, hecho que merece la reprensión del apóstol Pablo: “Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, cualquiera que seas tú que juzgas, pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo, porque tú que juzgas haces lo mismo…¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios?” (Romanos 2: 1,3).
La declaración papal que comentamos nos lleva a Juan el Bautista que predicaba un bautismo de arrepentimiento: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado…y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia alrededor del Jordán,  y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados” (Mateo 3: 1-6). Entre la multitud que se acercaba a Juan para ser bautizada se encontraban algunos religiosos, a los cuales, leyendo Juan lo que había en sus corazones, les dijo: “¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento” (vv. 7,8). El ciego de nacimiento que había sido curado y que defendía a su Sanador ante los fariseos, éstos, despreciándole le dijeron: “Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y lo expulsaron” (Juan 9:34).
En la parábola del fariseo y el publicano, Jesús describe la personalidad de los fariseos cuando le hace decir al fariseo del relato. “Dios, te doy gracias  porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aún como este publicano, ayuno dos veces a la semana doy diezmos de todo lo que gano” (Lucas 18:11,12). Los fariseos, por su narcisismo bien se merecían lo que el Bautista les dijo: “¡Generación de víboras!”
<bGirolano Savoranola</b> (1452-1498) que denunciaba la corrupción papal  fue quemado y las cenizas lanzadas al río Arno. Una larga lista de hombres y de mujeres de toda Europa fueron asesinados por la Inquisición papal. En España la represión inquisitorial contra los llamados luteranos fue tan cruel que el cristianismo evangélico desapareció por completo de la católica España. No debemos olvidarnos de los judíos y de los moros. Recientemente durante el nacionalcatolicismo de Franco ¿Puede el papa Francisco erigirse en juez de la crueldad islamista? Más le valdría callar  y entonar un sincero <i>mea culpa</i>.
El mensaje de arrepentimiento proclamado por los profetas, el Bautista, Jesús y sus seguidores a lo largo de la Historia, debe recuperarse en el siglo XXI, si es que la Iglesia en su diversidad institucional, quiere ser la luz del mundo que atraiga a los pecadores a arrepentirse de sus pecados  y que por la fe en Jesús se conviertan en personas justas que huyan de la ira venidera. Debe andar en la santidad  que acredita la bondad del Evangelio que anuncia. El árbol bueno da buen fruto. La luz de Cristo que brilla en la cima del monte se ve desde la lejanía.
Octavi Pereña i Cortina
27 de septiembre 2016


¿POR QUÉ EL ENVEJECIMIENTO?

<b>La vida es el constante acercamiento hacia la muerte. La muerte solamente puede ser una bendición cuando deja de ser algo terrible</b>
El periodista <b>Josep Corbella</b>le hace una pregunta a <b>Salvador Aznar-Benitah</b>, director del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona interesándose  por una pregunta  por la cual no tenga respuesta. El científico le contesta: “Muchas. Por ejemplo, ¿Cómo y por qué saben nuestros tejidos que forma y tamaño han de adoptar? ¿Qué regula nuestra capacidad de hablar? ¿Cuál es la principal causa del envejecimiento? Quienes no somos científicos tal vez no nos hemos planteado nunca las dos primeras preguntas que se hace <b>Salvador Aznar-Benitah</b> que forman parte del misterio de la vida porque se considera normal que las cosas sucedan tal como ocurren. La tercera, por ser evidente en el día a día y por plantearnos una incógnita de cara al futuro, es una pregunta que no tiene respuesta y que nos hemos hecho muchas veces.
Después de estudiar el cosmos, ¿tiene más claro el misterio de a vida? Le pregunta el periodista a <b>Natalia Larrea Brito</b>, ingeniera aeroespacial. La respuesta que da la científica: “La verdad es que no, cuanto más sabes, más preguntas te haces. Espero encontrar alguna respuesta. Tampoco es contradictorio que convivan en uno el científico y el espiritual”.
“A medida que los bioquímicos  vayan descubriendo cada vez más la complejidad de la vida, es evidente que la posibilidad de que se haya originado por accidente es tan remota que puede en efecto quedar totalmente descartada. No es posible que la vida se haya producido simplemente por accidente” (<b>Fred Hoyle</b>, astrofísico).
<b>Kayleen Scherciber</b> nos hace esta reflexión: “Como científica debo aceptar que no tenemos todas las respuestas, pero debemos seguir creciendo en la comprensión de la verdad. Es por esto que la Palabra de Dios es tan confortadora y tan crítica. Existe una cosa de la que debemos estar bien seguros. Dios no nos da respuesta a todas las preguntas pero nos da suficiente información para que podamos tener vidas de éxito y crecer en carácter y esperanza por el futuro. Como se nos dice: “y la paz de Dios que excede todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Jesucristo” (Filipenses 4.7)”.
Retrocedamos a las dos primeras preguntas que para <b>Salvador Aznar-Benitah</b> no tienen respuesta. Sin entrar en los detalles que la Bioquímica nos aporta, el salmista manifestando una fe profunda en el Creador, escribe: “Porque tú formaste mis entrañas, tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré, porque formidables, maravillosas son tus obras, estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro están escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas. ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! Si los enumero se multiplican más que la arena" (Sa”mo 139: 13-18).
<b>Salvador Aznar-Benitah</b> ignora “cómo y por qué saben nuestros tejidos que forma y tamaño han de adoptar”. Salomón nos abre los ojos a las interioridades físicas del ser humano: “Como tú no sabes cuál es el camino del viento, o como crecen los huesos en el vientre de la mujer embarazada, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas” (Salmo 119:73). Dios no nos da respuesta a todas nuestras preguntas, pero la fe en el Señor Jesucristo nos da la fuerza para andar con confianza, esperando el día en que todas las preguntas que hoy no tienen respuesta se nos esclarecerán.
La tercera pregunta por la que <b>Salvador Aznar-Benitah</b> no tiene respuesta es: “¿Cuál es la principal causa del envejecimiento? El envejecimiento es el efecto natural que manifiesta desde el nacimiento que la muerte se acerca. La pegunta que nos inquieta es: ¿Por qué existe la muerte?. La Biblia lo declara: “Por cuanto la muerte entró por un hombre” (1 Corintios 15:21). Esta afirmación nos transporta al jardín de Edén. En el momento que Adán comió el ruto del árbol prohibido, la muerte se instaló en él y en toda su descendencia. La Biblia también aporta luz para que podamos saber cómo se vence la muerte: “Y el postrer enemigo que será vencido es la muerte” (v.26). La victoria definitiva sobre la muerte será en el día de la resurrección. “Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? Ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la Ley. Más gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo” (vv.54-56). Jesucristo es la respuesta a la principal causa del envejecimiento y a todas las dudas que se nos presentan sobre la vida porque Él es “la resurrección y la vida”.
Octavi Pereña i Cortina
25 de octubre 2016

 


REGENERACIÓ POLÍTICA

<b>Regenerar es hacer nuevo, no apedazar a los políticos para que persisten en sus corruptelas</b>
Los últimos acontecimientos políticos que en el momento de redactar el borrador de este escrito amenazan con desgarrar al PSOE, ponen de manifiesto la existencia de una enfermedad espiritual profundamente enraizada en el alma: animosidad hacia el prójimo y el placer que produce ver como el antagonista cae en desgracia. Este deleitarse en la desventura ajena no es un sentimiento inocuo. El veneno que contiene la satisfacción que produce ver la desgracia ajena la descubre Dios cuando en el Antiguo Testamento, los pueblos vecinos al reino de Judá se alegraban de su desdicha al ver como Nabucodonosor, rey de Babilonia destruía a Jerusalén i quemaba el templo que era el orgullo nacional de los judíos. A los países que se gozaban viendo como su enemigo desaparecía del mapa, el Señor les dice que su gozo se convertirá en desdicha porque recibirán el mismo deshonor. Podemos, pues, considerar que alegrarse del dolor ajeno es como un bumerang  que se volverá contra quien lo lance, provocándole intenso dolor.
La salud del alma de una persona se pone de manifiesto cuando se busca el bien del prójimo, aun cuando este no nos caiga bien. Cuando las fuerzas se utilizan para levantar a quien le desagrada, en vez de pensar “se lo merece”, lo cogemos de la mano y lo ayudamos  a salir del pozo. Puede ser que la desgracia sea bien merecida. A pesar de ello se le debe ayudar en la medida de lo posible. Según sea la reacción ante la desgracia ajena pone al descubierto la salud o enfermedad del alma.
La animosidad  hacia el prójimo que es sinónimo de aversión, rencor, hostilidad, odio, se manifiesta en todos los ámbitos sociales. La política que está dirigida por personas de la misma naturaleza que el resto de los ciudadanos, la animosidad está bien representada en ella. Las distintas formaciones políticas, por ser partidistas, se envidian mutuamente y utilizan maneras de comportarse que rompen las normas éticas y morales más elementales. Cuando el presidente Felipe González  dijo que la Democracia se consolidaba en las cloacas del Estado, estaba diciendo que todos los medios son legítimos para conseguir un fin. Cuando el ministro de Interior y el director de la Oficina Antifraude de Catalunya se reunieron para maquinar contra políticos catalanes independentistas, estaban afirmando que todo es válido para destruir al enemigo político. El caos político actual nos está diciendo que no todo es lícito en política.
Se dice que los valores cristianos que impiden que la animosidad se haga virulenta no sirven en política. Las enseñanzas de la Biblia sirven para todas las situaciones. Aportan luz a un mundo que está envuelto por una espesa oscuridad espiritual en que las personas no saben distinguir el bien del mal, que les hace decir que el mal está bien y que el bien está mal. Negar el valor de la Biblia que es lámpara que ilumina el camino de las personas nos ha llevado a la situación caótica actual tanto en lo privado, lo nacional y el internacional. Sin la luz que desprende la Biblia es totalmente imposible tomar decisiones correctas.
Los cristianos, si atienden las instrucciones de la Biblia y siguen a Jesús de cerca, no andarán en la oscuridad. Los cristianos, pero, que se mueven en un mundo envuelto de tinieblas espirituales pueden permitir que las tinieblas oscurezcan la luz de Cristo que hay en sus corazones y con ellos se conviertan en sal que ha perdido sus propiedades de frenar la corrupción que se despliega por doquier. A los cristianos que afirman ser <i>creyentes no practicantes</i> o que declaran que <i>la fe pertenece al ámbito de lo privado</i>, Jesús desmiente estas afirmaciones cuando dice: “Vosotros sois la luz del mundo, una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de una medida, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5: 14-16).
Cuando alguien se convierte a Cristo el Señor no se lo lleva con Él, lo deja en el mismo lugar en que se produjo el encuentro para que ilumine a los que están en la casa: familia, amigos, compañeros de trabajo, relaciones sociales…Hasta el presente había estado empleando armas carnales en sus relaciones domésticas, laborales, sociales, políticas…que habían aportado malestar en la familia, la empresa, el partido político, al país. Para el cristiano las armas carnales son cosa del pasado. A los cristianos en general sin excluir a ningún sector, el apóstol Pablo les da este toque de atención: “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne, porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para destrucción de fortalezas, debilitando argumentos y toda altivez que se levante contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Corintios 10. 3-5).
Hoy se habla mucho de regeneración política. A la hora de tomar medidas regeneradoras sigue imperando la vieja política. La regeneración soñada solamente será posible cuando los administradores públicos dejen de utilizar las armas carnales que nos han llevado al desbarajuste actual. Sin Cristo es imposible la regeneración política que nos preocupa.
Octavi Pereña i Cortina
11 de octubre 2016



DESCONCIERTO

<b>Voces influyentes nos incitan a rebelarnos contra Dios porque le acusan de ser el causante de nuestros males</b>
No podemos entender lo que pasa en el mundo si no comprendemos el significado de los tres primeros capítulos de la Biblia. <b>Salvador Oliva</b> en su escrito <i>Adán y Eva</i> los interpreta desde la incredulidad y acusa a Dios de ser el culpable de todo lo que nos acontece. El comentarista, separando el texto de su contexto inmediato, escribe: “Pero lo más interesante de esta historia, creo yo, es que el árbol de la ciencia proporciona conocimiento y se ve que a Jahvé no le gusta que Adán y Eva se hicieran demasiado sabios”.
Creo que para poder entender los tres primeros capítulos de Génesis tenemos que tener presente la palabra <i>vasallaje</i> que en esencia es la protección que el señor feudal otorga a sus súbditos a cambio de obediencia. Si esta no se guarda el señor se reserva el derecho de castigar a los rebeldes. Este mismo tipo de relación es la que existe entre el Creador y sus criaturas, con la diferencia de que la relación de vasallaje entre el Señor y su pueblo no está manchada por el pecado. Esta es la gran diferencia que existe entre el señor feudal  y sus súbditos humanos afectada por el pecado y la que se da entre el Creador y su pueblo.
Dios como Creador tiene el derecho de imponer las leyes que deben regir entre las personas y la que debe darse entre ellas y Él. La crítica que se hace contra Dios se debe a que no se reconoce el vasallaje que se le debe. El apóstol Pablo lo expone con estas palabras: “Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú para que alterques con Dios?  ¿Dirá el vaso de barro al que le formó: ¿por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el baro, para hacer de una misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? (Romanos 9: 20,21).
En el momento en que la tierra estuvo a punto para recibir al hombre, Dios lo creó “y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase” (Génesis 2:15). Las condiciones del huerto eran idílicas. Todo estaba disponible al hombre excepto “el árbol del conocimiento del bien y del mal, porque el día que comas, ciertamente morirás” (v.17). El Alfarero tiene potestad sobre el vaso que ha modelado con sus manos. La prohibición que Dios hace al hombre de que no como del árbol del conocimiento del bien y del mal ha despertado polémica. El vaso discute con el Alfarero porque ha hecho las cosas tal como ha creído conveniente.  El vasallo se levanta contra el Señor.
Por creación el Alfarero tiene el derecho de imponer a la obra de sus manos las condiciones que deben regular la relación con Él: “Del árbol del conocimiento del bien y del mal no comas, porque el día que comas, ciertamente morirás”. La prohibición incluye la capacidad del hombre para decidir su futuro. Dios no creó un robot. Satanás, poseyendo a una serpiente  se acerca a Eva y le despierta la duda cuando le dice: “No moriréis, sino sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal” (3:4,5). Hasta ahora no se habían fijado en el árbol. Ahora que la mujer por instigación satánica vio que “el árbol que era bueno para comer y que era agradable a los ojos, y el árbol codiciable para alcanzar sabiduría, y tomó de su fruto y dio también a su marido, el cual comió así como ella” (v.6). Al comer la pareja se les abrieron los ojos y contemplaron la fealdad en que se habían convertido. Se cosieron delantales con hojas de higuera para esconder su fealdad. Se avergonzaban de ella.
Para <b>Salvador Oliva</b> el que dios prohibiese a Adán y Eva comer del árbol del conocimiento del bien y del mal se debe a que no le gustaba al Señor que sus vasallos fuesen sabios. Antes de la desobediencia conocían únicamente el bien. Ahora conocen el mal por experiencia. Han ampliado el conocimiento a costa  de su felicidad. La ira del Señor se encendió contra sus vasallos rebeldes. Pero Dios, a la vez que es justicia es misericordiosos y expone su misericordia “haciéndoles túnicas de pieles, y los vistió” (v.21). Así se restableció la comunión con el Creador que se había roto con el pecado. Caín no acepto el perdón de Dios y persistió en su rebelión contra Él, de la misma manera como lo harían los israelitas. Dios da las leyes con el propósito que sean cumplidas, pero dijeron: NO. La rebelión contra Dios llevó a Caín a matar a su hermano Abel. Y así ha sido a lo largo de los siglos hasta nuestros días: el hombre derramando la sangre del hombre. Rebelarse contra Dios lleva a   anticipar el infierno en la tierra.
De manera privada los vasallos rebeldes podemos recuperar el favor de Dios si dejamos de hacer oídos sordos a las palabras de perdón que van acompañadas de volver a la obediencia a Él. “Danos socorro, contra el adversario, porque vana es la ayuda del hombre” (Salmo 108:12). Volvámonos a Él y Él se volverá a nosotros. El Creador-Salvador está esperando nuestra decisión para poder bendecirnos. Nuestro destino presente y futuro depende de cómo reaccionamos a la mano misericordiosa que El Señor ofendido nos tiende.
Octavi Pereña i Cortina
9 de noviembre 2016




PALABRAS GROSERAS

<b>El mal hablado es una persona que ha perdido el favor de Dios</b>
<b>Donald Trump</b>, candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos  es un buen ejemplo del dicho popular: “Por la boca muere el pez”. Los exabruptos del político   contra todo el mundo y de manera concreta contra las mujeres, le pasan factura. Personas importantes de su parido le niegan soporte y evitan aparecer juntos en las fotografías, porque no desean que se les vincule a persona tan grosera. Entre nosotros <b>García Albiol</b>, candidato del PP a la presidencia de la Generalitat de Catalunya, le traicionaron los sentimientos cuando despectivamente se refirió al sudor del sobaco de <b>Anna Gabriel</b>, portavoz de la CUP en el Parlamento de Catalunya. Se ve que a determinados políticos no les gustan las mujeres. ¿Tienen miedo que les pasen la mano por la cara y que su presencia activa en política les haga sentir menos machos? Llegará la hora que la misoginia de los políticos les pasará factura porque el voto femenino representa aproximadamente el 50% del electorado.
<b>Donald Trump</b> es un representante destacado del político mentiroso. La mentira forma parte del quehacer político. A corto plazo es posible que dé buenos resultados electorales. A medio y a largo plazo se convierte en un bumerang que se revuelve contra quien lo lanza, hiriéndolo gravemente. Se dice que los políticos <i>son muy políticos</i>, es una manera de decir que son dados a la mentira, que son expertos en el arte del engaño al electorado. Para conservar el voto de los suyos y conseguir el de los indecisos, son muy halagadores. Aseguran que mantendrán el poder adquisitivo de los jubilados y se limitan a subir las pensiones un 0,25% que es lo mínimo legal. Que se crearan centenares de miles de puestos de trabajo y lo que se consigue son trabajos temporales con salarios de hambre. Que se mantendrá la asistencia social, la educación y la sanidad pública y se realizan recortes presupuestarios que impiden ofrecer buenos servicios. En el momento en que se sientan en la butaca del poder miran hacia otro lado cuando llega la hora de cumplir las promesas electorales, eso sí, no les tiembla el pulso a la hora de poner a los suyos que están afectados por la corrupción en cargos políticos muy bien remunerados. Excusas de mal pagador son las justificaciones por el incumplimiento de las promesas electorales. Mienten sistemáticamente. Entonces se quejan, al menos en apariencia, de que la ciudadanía se desentienda de la política y que muchas personas consideran ir a votar una pérdida de tiempo. Si es para que todo siga igual o peor, ¿por qué votar? Prometen combatir las causas del desinterés. Las promesas se las lleva el viento. Pronto vuelven a tropezar en la misma piedra y el clientelismo reflota. Si no se produce un cambio en el corazón de quienes se meten en política, no cambiará la manera de hacerla.
David que mató al gigante Goliat y yerno del rey Saúl tuvo que huir precipitadamente porque los celos del suegro le llevaron a intentar matarlo. En sus idas y venidas para deshacerse de sus perseguidores se encuentra con los pastores de las ovejas de Nabal. Durante el tiempo que pastores y fugitivos convivieron no se perdió ninguna oveja. Llegado el tiempo de la esquila Nabal celebra un banquete. Sabiéndolo David envía diez de sus hombres para informarle de la protección que se le prestó a sus pastores. A la vez para pedirle comida. La respuesta fue iracunda: “¿Quién es David, y quién el hijo de Isaí? Muchos siervos hay hoy que huyen de sus señores. ¿He de tomar yo ahora mi pan, mi agua y la carne que he preparado para mis esquiladores, y darla a hombres que no sé de donde son? (1 Samuel 25: 10,11). Uno de los testigos de la reacción iracunda de Nabal avisa a Abigail, la esposa de su señor, de lo sucedido. Abigail se apresura a cargar unos asnos con comida y parte para encontrarse con David. Cuando se ven la mujer le dice al fugitivo y futuro rey de Israel: “No haga caso ahora mi señor de ese hombre perverso, de Nabal, porque conforme a su nombre, así es. Él se llama Nabal, y la insensatez está con él” (v.25).
En un mundo en que la palabra a menudo se utiliza como arma para destruir al otro, nosotros debemos utilizarla como instrumento de edificación del prójimo. En concreto, cuando las personas se meten en política no deben ser insensatas como Nabal. Todo lo contrario, en personas humildes, conscientes de la responsabilidad adquirida al convertirse en servidores de los ciudadanos que los han votado. Los políticos que se consideran amos del país se convierten en unos insensatos como Nabal que al saber lo que su esposa había hecho “desmayó su corazón en él, y se quedó como una piedra” (v.37). Diez días después murió. Su insensatez le mató.
El Señor Jesús avisa a los ciudadanos, sin excluir a los políticos: “a que no sean insensatos como Nabal dejando brotar de sus corazones pensamientos que se convierten en lenguaje grosero: “Pero yo os digo que toda palabra inútil que digan los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado” (Mateo 12:36,37). “Es posible curar una herida de bala, pero una herida causada por la lengua nunca cicatriza” (proverbio persa).
Octavi Pereña i Cortina
18 de octubre 2016



EL MISTERIO DE LA MUERTE

<b>No se piensa con sensatez en la muerte porque se desconoce la gloria que en Jesús espera al otro lado del río</b>
Una estrofa de un poema de <b>Josep Satorres</b> publicado en un recordatorio, dice: “La asistencia a un funeral/ nos invita a meditar/ que, este mundo terrenal/ un día deberemos dejar”.
Se dan dos estados distintos en la existencia humana. Uno, vivir sin pensar en la muerte. Dos, vivir con la idea de que te acercas a la muerte en cada hora de vida que transcurre. A pesar de que en cada funeral que asistimos se nos recuerda “que, este mundo terrenal/  un día deberemos dejar”, vivimos como si la muerte nada tuviera que ver con nosotros. Está establecido que el hombre muera una sola vez, después, ¿qué? A pesar que no hay ninguna generación que haya sobrevivido a la muerte, nos comportamos como si no existiese. Pero ahí está, agazapada en la esquina con la guadaña bien afilada para segar nuestra vida.
Creer que el hombre es un animal evolucionado, que es el producto de la casualidad, rebaja, a quien cree en ello, que su existencia acaba como la de un animal que se le cubre de tierra, dejando que la corrupción destruya el cuerpo inerte que estando vivos se le ha cuidado con tanto esmero, es tener un concepto muy equivocado de lo que uno es. El instinto, en general nos impulsa a resistir la llegada de la muerte. Los avances médicos, con la longevidad que han aportado nos hacen creer que llegará un día en que venceremos a la muerte. Esta creencia se disipa cuando la muerte nos cubre con su hedor. En el momento que el último aliento ha salido por la boca, ¿qué?
<b>William Shakaspeare</b>, en una época en que la medicina se encontraba muy lejos de los progresos actuales, escribió: “La vida puede alargarse con la medicina, pero la muerte se apodera también del médico”. Es decir, quienes trabajan para conservar la salud de sus pacientes no pueden impedir que la muerte también los alcance. Conservar la vida no está al alcance del hombre. Pero deseamos vivir. Aun cuando nos consideramos animales evolucionados, en el fondo no queremos morir como animales. Aun cuando no sabemos qué, deseamos algo más. El anhelo de querer ser más que un animal es lo que hace que la muerte nos provoque profunda inquietud y desconcierto. Nos resistimos a ser como el perro de <b>José Saramago</b> “que murió hace dos meses”.
Quien busca, encuentra, dijo Jesús. Pero debemos buscar en el lugar apropiado para poder hallar lo que anhelamos. La vida es como el oro, debe buscarse allí en donde se encuentra. ¿Dónde ir a buscar la vida? Jesús lo deja bien claro: “Yo soy la resurrección y la vida, quien cree en mí, aun cuando muera vivirá, y todo el que cree en mí no morirá” (Juan 11: 25,26). Terminado de decir estas palabras, Jesús le pregunta a Marta con quien hablaba: “¿Crees esto?” A la pegunta Marta responde: “Sí, señor, yo sé que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo” (v.23). Esta conversación Jesús la mantuvo con una mujer que hacía cuatro días había enterrado a su hermano lázaro. Cuando Jesús ordena que se quite la piedra que cerraba el acceso al interior de la tumba en donde yacía el difunto, Marta le dice: Señor, hiede, porque es de cuatro días” (v. 39). En el instante que se quitó la piedra el hedor de la corrupción llegó a las narices de los asistentes. Luego, Jesús gritó con voz fuerte: “Lázaro, ven fuera” (v.43). La muerte no pudo resistirse a la orden de Jesús: “Y el que había muerto salió atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario” 44).
La muerte y resurrección de Jesús es la garantía de que “sorbida es la muerte en victoria” (1 Corintios 15:54). Debido a ello el apóstol Pablo puede hacer unas preguntas que resuelven el misterio que envuelve la muerte que tanto nos angustia: “¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? Ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la Ley. Pero gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo” (vv. 55-57).
Los asistentes a un funeral escuchan como el mosén de turno habla de la resurrección de los muertos y de la vida eterna que hay en Jesús. Desgraciadamente los asistentes a los funerales lo hacen por deber social. Tienen oídos que oyen pero no escuchan porque cuestiones   banales tienen prioridad. Es así como dejan escapar la oportunidad de resolver el misterio de la muerte que tanto les angustia.
Octavi Pereña i cortina
1 de noviembre 2016




EUTANASIA

<b>Hay personas que desando morir se quitan la vida porque desconocen Quien es la Vida</b>
Hace años, recuerdo haber visto una película cuyo nombre no recuerdo una escena que me impactó. Una larga cola de personas se forma ante un edificio de moderna arquitectura en el que se practica la eutanasia sin restricciones legales. Quienes deseaban morir podían hacerlo a su gusto. Es posible que la nueva ley que se gesta en Holanda sea un paso más hacia la eutanasia sin restricciones que pronosticaba la película en cuestión.
Holanda plantea llevar más lejos la ley el 2002 permitiendo que las personas  que “ya han completado su vida”, puedan tener acceso al suicidio asistido. La idea del Gobierno es que las personas mayores con un fuerte deseo de morir, aun cuando no estén sujetas a un fuerte sufrimiento físico o sicológico insoportable,  puedan recibir ayuda profesional para hacerlo de manera digna. La propuesta de la ley holandesa “se refiere a personas mayores que ya no sienten deseos de continuar con sus vidas, que tienen dificultades para aceptar el final de su autonomía personal o la movilidad reducida o que se sienten solas por la pérdida de un ser querido”. La proposición de ley no concreta la edad a la que se podrá acceder a la ayuda para morir, pero indica que debería hacerse “bajo estrictas condiciones”.
“La frase la han dicho muchos familiares de personas mayores: “Hace tiempo que está así, quiera Dios que se lo lleve pronto”. Algunas de aquellas personas la vida de las cuales ya no importa ni por quienes más las aman consiguen explicar este deseo por sí mismas, terminan con ”escuche, doctor, ya está”. “No es que deseen que se las mate, que se les quite la vida, pero sí que explican que por su parte ya se ha terminado”.
Es interesante lo que dice el <b>Dr. Germán Diestre</b>, médico responsable de sicogeriatría del centro socio sanitario Albada, en el hospital Pare Taulí de Sabadell: “La extensión del derecho de quienes no son enfermos terminales pero que desean poner fin a su vida porque les resulta insoportable por otros motivos, como su deterioro, su dependencia o su salud, sería más difícil resolverlo jurídicamente. Pero es un deseo real que no necesariamente se soluciona tratándolo como una depresión”.
El problema de vivir o morir es un motivo de fe. Se puede dar el caso que algún creyente en Cristo de débil fe desee que se le aplique la eutanasia o “suicidio asistido”. Quien posea una fe firme en Jesús, capaz de decir: “Yo sé en quien he creído”, rechazará quitarse la vida aun cuando sea de manera legal. ¿Por qué no lo hará? Porque su fe en Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo le dará la fuerza necesaria en los momentos de extrema debilidad. La fe en Cristo otorga una esperanza que no se marchita porque la vida eterna que da no se deshace como un bolado. La certeza de la vida eterna no quita que durante la estancia en este mundo de pecado el creyente en Cristo pase por situaciones verdaderamente dramáticas.
<b>David Ropero</b> esperaba ansioso el día de su jubilación para poder disfrutar de sus hobbys. Dice: “Una combinación de factores adversos y una neuropatía me puso a empujar un caminador. No puedo hacer senderismo. No puedo pescar. No puedo hacer muchas de las cosas que me producían placer…No tengo idea de lo que Dios tiene preparado para ti y para mí, no debería preocuparnos. Nuestro deber es aceptar las cosas tal como son, sabiendo que el amor, sabiduría y providencia de Dios esta situación es tan buena como pueda serlo cualquier otra”.
El Salmo 102 es la <i>oración del que sufre, cuando está angustiado, y delante del Señor derrama su lamento</i>. Indiscutiblemente para sacar provecho de las enseñanzas que aportan este poema es preciso creer en Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues, si no se cree en Él, ¿cómo se le podrá implorar su socoro en tiempo de angustia?
“Señor, escucha mi oración, y llegue a Ti mi clamor. No escondas de mí tu rostro en el momento de mi angustia, inclina a mí tu oído, apresúrate a responderme en el día que te invoque” (vv. 1,2). Una de las causas de la eutanasia es la soledad. Uno puede encontrarse rodeado de personas y morirse de aburrimiento porque no tiene con quien hablar. Aun cuando se tenga alguien con quien hacerlo el interlocutor no puede llegar al fondo del alma que es donde está enraizada la aflicción que al no creyente le hace decir: “Quiero morir”, “no puedo más”. “Mi corazón está herido y seco como la hierba, por lo cual me olvido de comer mi pan” (v. 4). El poeta reconoce que su aflicción no es algo externo, físico, es su corazón el que está herido y esta aflicción del alma lleva al salmista a “olvidarse de comer su pan”. ¿No es cierto que ante la angustia muchos son quienes pierden el apetito?
El salmista no es de los que creen en Dios de labios y su corazón está atrapado por las cosas materiales. Por esto puede escribir: “Porque miró desde lo alto de su santuario, el Señor miró desde los cielos a la tierra, para oír el gemido de los presos para soltar a los sentenciados a muerte” (vv. 19,20). Es totalmente imposible erradicar el sufrimiento en su diversidad de tonalidades. El pecado de Adán es el causante de su existencia y nosotros, sus descendientes somos sus herederos. Por qué unos sufren mucho y otros poco no está en nuestras manos resolverlo. Lo que sí podemos afirmar es que en el momento oportuno recibimos el socoro que necesitamos. De lo que no hay duda alguna es que los creyentes en Cristo, hayan sufrido mucho o poco aquí en el tiempo gozaremos plenamente de la presencia de Dios en el cielo, lugar en donde no habrá muerte, ni sufrimiento, ni injusticia, ni de cualquier otra cosa de las que hoy nos dañan. El paraíso perdido en Edén será recuperado para no perderlo jamás estando en la gloria de Dios.
Para quien hoy sufre el dolor es una realidad. En la oscuridad de la adversidad puede encontrar consuelo saber que el Señor Jesucristo, por el Espíritu Santo no nos ha abandonado dejándonos huérfanos. Habita en lo profundo de nuestra alma recordándonos que en la cruz fue abandonado por el Padre para que nosotros en nuestro dolor podamos sr consolados por Él.
Octavi Pereña i Cortina