VIOLENCIA: ACTITUD INNATA
<b>¿Con qué llenarían el espacio
los medios de comunicación si las personas creyendo en Jesús abandonaran la
multifacética violencia? </b>
Era el último día del curso <b>Fabianne
Terral</b>, maestra de 34 años no podía imaginar que sería el último de
su vida. Una madre airada la apuñaló hasta matarla ante unos niños de 5 y 6
años. La agresora de 47 años con antecedentes policiales por haber abandonado a
una menor de 15 años. Parece ser que la causa de la agresión mortal se debió a que
la maestra había amonestado a la madre por los numerosos retrasos de su hija.
La violencia es tema de gran preocupación
hoy por su imparable incremento debido a que no se encuentra manera de ponerle
freno. Se manifiesta en las manifestaciones de fútbol base cuando los padres increpan las decisiones
arbítrales y a los entrenadores porque los hijos no juegan. Los jugadores de
elite la exponen con mordiscos y juego sucio. Desde las graderías insultando a
los jugadores por el color de la piel, por
su origen nacional y tendencias políticas. Está presente cuando se
amenaza con el envío de la Brunete y el encarcelamiento de políticos por
desafectos al Gobierno y por destruir la Democracia. En las familias cuando las
diferencias se zanjan a gritos, amenazas, golpes y en casos extremos navajazos
y, utilizando a los hijos para ponerlos de parte de uno de los progenitores y
en contra del otro. Las manifestaciones violentas son tantas y variadas que no se pueden detallar en un breve
escrito.
El activista norteamericano
<b>Malcon X</b> nos explica porque la violencia está tan extendida:
“Sé pacífico, sé cortés, obedece la ley, respeta a todos”, hasta aquí nada que
objetar. Lo que sigue sí que es bueno: “pero si alguien te pone la mano encima,
mándalo al cementerio”. Deberían ser palabras de profunda meditación las que
escribe Santiago: “¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre
vosotros? ¿No es de vuestras pasiones,
las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y
ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo
que deseáis, porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís mal, para gastar
en vuestros deleites” (4:1-3).
Refiriéndose al caso del albañil de Olot
que mató a cuatro personas, el psicólogo criminalista <b>Vicente Garrido
dijo</b>: “Una situación de enorme angustia que le provocó una ira
incontrolable y ésta se convirtió en un acto violento para destruir a las
personas que representaban el origen el mal”. Según el psicólogo, el
comportamiento indeseable del albañil fue la consecuencia de una situación
externa que le produjo la enorme angustia que le condujo a cometer el crimen
múltiple, “le produjo una ira incontrolable…”. Es decir, el responsable de los
cuatro asesinatos fue una situación externa, el albañil no es responsable de lo
que hizo. Pero la Biblia dice: “del malvado sale la maldad” (1 Samuel 24:13).
El periodista <b>Joaquín
Rog</b> le pregunta al poeta <b>Jerome Rothemberg</b>:
-¿Sigue creyendo que en todo hombre se encuentra un asesino? La respuesta que
recibió es la que sigue: “Sí. Otra de las cosas que vuelve es la glorificación
de la violencia. No me gustan estos actores de cine que el público considera
hombres muy machos cuando actúan. No es verdad, es un error y no sé porque se
da esta glorificación de la violencia”. Lo que <b> Rothemberg</b>
ignora la Biblia lo esclarece: “Y como no aprobaron tener en cuenta a Dios,
Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen,
estando atestados de toda injusticia…maldad, llenos de envidias, homicidios,
contiendas, engaños, malignidades…desleales, sin afecto natural, implacables,
sin misericordia, quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que
hacen tales cosas son dignos de muerte, no sólo lo hacen, sino que también se
complacen con los que las practican” (Romanos 1:28-32).
La evidencia es que para muchos Dios ha
muerto, no existe, y se utiliza su Nombre para hacer todo que el apóstol Pablo
denuncia en el texto bíblico citado. Dada nuestra inclinación natural a hacer
el mal no debe extrañarnos que Paulino Castells escriba: “A manera de síntesis
de estas ideas, la experiencia me confirma que las simientes de la violencia se
<i>siembran</i> en los primeros años de la vida en el seno del
hogar y después se llega a la adolescencia, etapa crucial que comparo con el
final de una melodía que se empezó a susurrar en la cuna el recién nacido),
después estas simientes se <i>cultivan</i> en un medio social que
estimula la incompatibilidad entre aspiraciones y oportunidades de los jóvenes
que <i>crecen</i> avivadas por <i>valores</i>
culturales que glorifican soluciones agresivas de los conflictos entre
personas”.
Si desde la cuna se enseñase que “con el
temor del Señor el hombre se aparta del mal” (Proverbios 16:6) las cosas nos
irían e otra manera. La prensa escrita ahorraría mucha tinta y papel.
Octavi
Pereña i Cortina
23
de febrero 2016
OBJETIVAR EL CUERPO
<b>La mujer, u hombre objeto
degrada la sexualidad y una vez obtenido el placer se los humilla publicando
imágenes que jamás deberían haberse hecho</b>
Creo que una mujer como <b>Cristal
Huyben</b> piense que “la modestia siempre ha sido importante para mí,
creo que la sexualidad es un don maravilloso de Dios, algo que debe protegerse,
no exponerla para que todos los ojos la vean”, difícilmente podrá sentirse
desolada como <b>Terelu Campos</b> por la posible comercialización
de un video con imágenes eróticas, o avergonzada como <b>Olvido
Hormigos</b> por la publicación de imágenes suyas que no deberían haberse
colgado en Internet. Según afirma la expareja de <b>Terelu
Campos</b> no se trata de imágenes robadas, sino fotos que le había
enviado la misma madrileña hacía unos años cuando su elación iba viento en
popa.
<b>Luís Izquierdo y Celeste
López</b> comentando la moda del <i>sexting</i> el envío de
fotos eróticas hechas por uno mismo, dicen: “Todo está en la red, su nombre,
sus fotos más personales, su visión del mundo, de sí mismos, sus comentarios
cotidianos más banales y también muchos muy comprometidos. Han crecido con un
móvil en las manos y el mundo sin Internet les parece un mundo de segunda
categoría…En la red desnudan su día a día sin pudor, exhibiendo su rutina o su estado emocional a través de
explicaciones, fotografías o breves secuencias. Esta realidad no dejaría de
tener una mera perspectiva sociológica si no fuese como el caso del video
sexual entre menores difundido esta semana a través de las redes sociales”.
La mayoría de los protagonistas de estas
imágenes que comprometen que han terminado viendo millares de personas buscan
un minuto de gloria para compartir en entornos reducidos. Esta puesta en escena
delante de una cámara busca también gozar de un protagonismo que normalmente no
se tiene. Sin calcular los riesgos de una difusión pública, los lamentos llegan
cuando el mal es irreparable y lo peor es que borrar estas imágenes es casi
imposible. Que se lo pregunten a los adolescentes y celebridades que en su
insensatez se han dejado fotografiar por el amor de su vida, el príncipe azul
que debería llenarlas de felicidad. Cuando el amor eterno que habían jurado
guardar se ha desvanecido porque otro amor lo ha sustituido, aparecen
públicamente las fotografías que jamás deberían haberse hecho y, en todo caso
se debería proteger la intimidad y destruirlas.
La degradación moral a la que se ha
llegado ha conducido a banalizar el sexo, rebajándolo por debajo del sexo
animal, convirtiéndolo en una relación de placer fruto de la objetivación del
otro, el cual se convierte en un objeto de usar y tirar. Convertir a las
personas en objetos es la consecuencia de que dichas personas han abandonado a
Dios. La condición de las tales se hace carnal y la consecuencia de dicha
carnalidad es: “Adulterio, fornicación, impureza lascivia” (Gálatas 5: 19). La
voluntad de Dios es nuestra santificación: “Que nos abstengamos de la
fornicación, que cada uno de nosotros sepamos poner nuestro vaso (cuerpo) en
santificación y honor, no en pasión de concupiscencia como los gentiles que no
conocen a Dios” (1 Tesalonicenses 4: 3-5).
El hombre actual ha perdido el
entendimiento. A pesar de las consecuencias negativas de objetivar a las
personas: incremento de enfermedades de transmisión sexual, rupturas conyugales
que causa mucho dolor a familiares e hijos, que engendran comportamientos como
el de la mujer a la que se refiere, se puede referir también al hombre,
Proverbios 30:20: “El proceder de la mujer adúltera (el hombre también) es así:
Come y limpia su boca y dice: no he
hecho maldad”. La ducha después del sexo ilícito no limpia la impureza moral,
da pie a seguirlo realizando ante la creencia de que el agua y el jabón la han
limpiado. Se precisa la intervención divina para que nos haga dar cuenta de que
no podemos decir: “No he hecho maldad” y nos conduzca a reconsiderar nuestros
caminos: Arrepentirnos sinceramente ante Dios por el pecado cometido y no
repetirlo. Si no se cambia de conducta, limitarnos a decir que nos hemos
equivocado al objetivar el cuerpo ajeno no sirve de nada, seguimos alimentando
la “concupiscencia como los gentiles que no conocen a Dios”.
Octavi
Pereña i Cortina
29
de febrero 2016
EUROPA EN LLAMAS
<b>París, Bruselas, en estado de
sitio. El miedo ha invadido sus calles alegres, que han sido ocupadas por los
soldados que protegen a los ciudadanos</b>
¿Qué hace posible que jóvenes
universitarios decidan un día unirse al Estado Islámico, coger un kalasxnikov y
apretar el gatillo contra unas personas sentadas tranquilamente en la terraza
de un café? ¿Qué los impulsa a ponerse un cinturón cargado de explosivos e
inmolarse en un mercado causando una carnicería? ¿Qué les impulsa a asaltar una
iglesia o mezquita causando una mortandad entre los fieles reunidos para
invocar a Dios? ¿Qué pasa en sus almas que están saturadas de un odio tan
profundo que borra el más mínimo sentimiento de amor?
<b>Joana Bonet</b> finaliza
su escrito <i>El vacío de la identidad</i>, así: “Pero al otro
lado, más escondido, se encuentran a estos jóvenes aburridos que un día deciden
arriesgar y chatear con integristas islámicos por Facebook. Ellas cambian el
flequillo y los pendientes por el burca, ellos aprenden a usar armas y
explosivos, bien lejos del abrigo de la cultura. No sé si se interrogarán sobre
el clavo al rojo vivo al que se cogían, pero lo peor es que nosotros no lo
hicimos”. Al inicio de su escrito <b>Joana Bonet</b> redacta: “En
situaciones límite” decimos que nos cogemos “a un clavo al rojo vivo”. “Es una
imagen terrible: hierro que hierve, y así y todo es el único resorte que
creemos capaz de contener nuestra desesperación”.
Me acojo al título del escrito de
<b>Joana Bonet</b>: <i>El vacío de la identidad”</i>.
cuando el alma de un joven está vacía, cuando ha perdido el sentido de la vida,
dicho vacío tiene que llenarse con lo
que sea. El ser humano que está aburrido porque no encuentra nada que le
satisfaga, busca emociones cada vez más fuertes que lo llenen. Esta es la cusa
del incivismo juvenil que llena el vacío existencial quemando contenedores,
destrozando mobiliario público, practicando violencia en los estadios,
ejerciendo opresión sobre la mujer, matando indigentes que buscan refugio
contra las inclemencias atmosféricas en los cajeros bancarios, apaleando a
personas por el color de la piel o religión… El alma no puede permanecer vacía:
la ausencia de amor debe suplirse con odio.
El odio como la droga necesita más para
alcanzar el mismo grado de satisfacción. He aquí la razón por la escalada de
violencia de la que es testigo nuestra sociedad. Si no basta con la urbana se
busca más emocionante al exterior. Pienso que esta es la razón por la que
chicos y chicas educados en nuestra cultura buscan en el islamismo radical la violencia que nuestra sociedad no
les permite. Se zambullen en una ideología carente de amor, se inoculan de anti
amor y, estos jóvenes aparentemente normales de repente se sabe que han
regresado de Siria preparados para la guerra, dispuestos a cometer una masacre.
Hacer daño por el mero placer de hacerlo.
<b>Morten Storm</b> que se
convirtió al Islam después de leer una biografía de Mahoma “que lo había
alejado de todos aquellos años de palizas propinadas por su padrastro, peleas
con bandas juveniles, drogas, reformatorios y cárceles que había conocido hasta
entonces”. Explica la causa la causa que le llevó a abrazar el yidahismo:
“Ahora que pienso en ello veo que se aprovecharon de mi debilidad. Yo era el
candidato perfecto para ser captado por aquellos tipos con barba que me
hablaban del paraíso que me esperaba en la otra vida si me comportaba como un
buen creyente. No había echado raíces en
la cultura de mi país, ni sentía que nadie de mi entorno me amase. Tampoco
arrastraba un pasado digno de orgullo. En cambio, el Islam daba sentido a mi
vida, me permitía lavar mi conciencia y mis hermanos se preocupaban de mi y
hacían que me sintiese importante”.
El antídoto contra el odio es el amor. La
filosofía <i>haz el amor y no la guerra</i> no es el amor que
inmuniza contra la violencia. Es una invitación al sexo desenfrenado que
objetiva al hombre y a la mujer con el propósito de conseguir gratificación
sexual y, una vez obtenida y calmada la pasión, si te he visto no me acuerdo.
Amor de usar y tirar.
El amor que vacuna contra la violencia no es cualquier tipo de amor. No es el amor
filosófico que enseña que debemos amar, pero que no proporciona la fuerza para
practicarlo. Este amor no sirve para poner fin a la violencia social y mucho
menos para frenar la violencia que exporta el Estado Islámico.
En Navidad se intensifica el uso de la
palabra amor. Los villancicos nos hablan de él. Al recibir regalos nos
abrazamos, besamos y decimos: te amo. Este es un amor egoísta. Te amo porque me
has dado. El amor navideño que respiramos es un amor adulterado. Es una parodia
del amor de Jesús. En nuestra cultura cristiana la Navidad está relacionada con
Jesús, a pesar de que se va paganizando a paso ligero. Decimos que nos amamos
porque es tradicional hacerlo. En el fondo no existe amor. Es un sentimiento que
el viento se lleva con la misma facilidad con que el sol disipa la niebla
matinal.
El amor que arranca de cuajo la violencia
del corazón es el amor de Dios manifestado en su Hijo Jesús que por la fe en su
Nombre lo inocula en el corazón del creyente, haciendo que el odio en él
agazapado sea substituido por el amor de Dios que busca el bien del otro. A
menudo son pequeñas cosas: un silencio que dice mucho ante un infortunio. Una
palabra de consuelo que nace ante situaciones difíciles. Sustituir el rencor
por la comprensión. La animadversión hacia Dios en amor sincero a Él.
Al final <b>Morten Storm</b> “abrió los ojos y descubrió que todo lo que le
habían explicado fue un engaño”. Al final los cristianos también descubrimos
que la Navidad materialista y paganizada que se nos vende también es un fraude.
Entonces, ¿qué? Jesús que otorga vida eterna y que vacuna contra la violencia
no se encuentra en el montaje comercial que se ha levantado alrededor de su
persona. Se le halla en la quietud y silencio en el alma que busca. Jesús
garantiza: “Quien busca encuentra”, En la persona que ha creído en Jesús la
violencia empieza a desaparecer porque ya no le satisface practicarla.
Octavi
Pereña i Cortina
1 de
diciembre 2015
VIOLENCIA INSTITUCIONALIZADA
<b>En determinadas circunstancias
todos somos capaces de cometer atrocidades porque el mal habita en nosotros.
Sólo le falta la ocasión</b>
¿Somos una sociedad violenta?, es la
pegunta que a menudo nos hacemos. ¿Puede prevenirse? ¿Son la televisión, los
videojuegos y otros chismes electrónicos los que la fomentan? Estas y otras peguntas nos las hacemos en momentos
puntuales que desgraciadamente abundan demasiado.
Las telenoticias nos saturan de violencia
con los videos de decapitaciones realizadas por el Estado Islámico. Imágenes de
los destrozos producidos por los bombardeos en la zona de Gaza. Los cuerpos
dispersados y mutilados entre los escombros en done hay conflictos bélicos. Madres
cadavéricas dando el pecho sin leche a niños escuálidos…
A todo ello hemos de añadir que los
gobernantes en nombre de la paz se preparan para la guerra incrementando el
presupuesto militar, con lo que servicios básicos como sanidad, educación,
prestaciones sociales contemplan como se restringen las partidas
presupuestarias destinadas a ellas. Con la paz conseguida con las armas se
favorece la cultura de la brutalidad, se fomentan las mafias que trafican con
el comercio ilegal de armas y de personas. ¿Existe alguna manera de poner fin a
esta locura que fomenta el terror, la miseria y la desgracia? Se dice que si
gobernasen las mujeres la política sería más humana y que se reducirían
drásticamente las injusticias. Dudo que fuese así porque “del malvado brota la
maldad” (1 Samuel 24:13). La mujer como el hombre son malvados. El resultado de
un gobierno femenino no podría ser otro que el que denunciamos.
Se dice que el ser humano es bueno por
naturaleza, si actúa injustamente se debe a que las circunstancias le obligan a
ello. Es cierto que determinadas situaciones
pueden ayudarnos a reaccionar furiosamente, pero no son las
circunstancias las responsables de nuestro comportamiento violento, sino
nuestra predisposición a hacerlo. Se dice que la ocasión hace al ladrón. Uno no
manifiesta su predisposición a robar hasta que se le presenta la oportundad de
hacerlo. En las empresas privadas, los pequeños hurtos que se dan en ellas ponen
de manifiesto el espíritu delincuente que se esconde detrás de la careta de
respetabilidad. Nos lamentamos de los escandalosos casos de corrupción que se dan en el gobierno, en
las corporaciones estatales y municipales. La honorabilidad de las personas se
pone de manifiesto cuando teniendo la oportunidad de untarse las manos de
aceite no se mete la mano en la vasija. Por lo que respecta a la violencia
ocurre algo parecido. Uno no se muestra violento hasta el momento en que se le
presenta la oportunidad. Hay niños que maltratan a sus padres y abuelos, de
hecho y con palabras. Se dan padres que ejercen violencia sobre sus hijos
provocándolos a ira. Maridos que maltratan físicamente y psicológicamente a sus esposas, llegando incluso a matarlas.
Se dan casos de esposas que matan a sus maridos. Hay personas que sin
escrúpulos se aprovechan de los ancianos que cuidan, desposeyéndolos de sus
ahorros. Podemos decir que estas cosas jamás las haremos. No olvidemos que no
podemos decir que jamás haremos tal cosa <i>”quien se crea fuerte mire
que no caiga”</i>, es el consejo que encontramos en la Biblia.
El fotógrafo brasileño <b>Sebastiao
Salgado</b> le dice a la periodista Ima Sanchís: “Cuando usted y yo nos
encontramos sentía una gran desilusión por nosotros los hombres. Yo creía que
teníamos la capacidad de amarnos los unos a los otros como dijo Jesús y
sostenían Sócrates y platón. Pero comprobé que somos una especie brutal, que
quizás nuestra verdadera naturaleza es la violencia, somos un animal
depredador, muy agresivo, no solamente con las otras especies, también contra
nosotros mismos”.
La carta a los Romanos describe la naturaleza humana sin maquillaje fruto de la desobediencia de
Adán, de quien descendemos: “Como está escrito: No hay justo ni aún uno, no hay
quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se
hicieron inútiles, no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro
abierto es su garganta, con su lengua engañan. Veneno de áspides hay
debajo de sus labios, su boca está llena
de maldición y de amargura. Sus pies se apresuran para derramar sangre,
quebranto y desventura hay en sus caminos, y no conocieron camino de paz. No
hay temor de Dios delante de sus ojos” (3: 10-18).
La descripción que hace el apóstol Pablo
del ser humano es el resultado de que no existe en el hombre temor de Dios.
Esta carencia favorece la expresión: no hay brida que lo frene. Negar a Dios el
temor que se merece por ser el Creador permite que Satanás se convierta en el
padre espiritual de los hombres, filiación que exige el cumplimiento de las
órdenes que emanan de tan malvado padre. Jesús deja bien claro que quienes no
son hijos del Padre celestial tienen al diablo por padre. El término medio no
existe: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro
padre queréis hacer” (Juan 8:44). Un ejemplo de transformación de un carácter
agresivo a pacífico lo tenemos en el endemoniado gadareno que “era tan violento
que nadie podía pasar por aquel camino” (Mateo 8:28). Se encuentra con Jesús,
cree en Él y aquel hombre terriblemente agresivo, los gadarenos lo encontraron
“sentado, vestido y en su juicio cabal” (Marcos 5:15).
El problema de la violencia creciente no
es una cuestión de moral y ética. Tampoco de educación. Ni de filosofía. La
lectura de los filósofos clásicos grecorromanos no cambia la ferocidad humana
porque deja intacta la naturaleza felina que se amaga en su corazón. Solamente
la conversión en hijos de Dios por la
fe en Cristo, al recibir una nueva naturaleza semejante a la de Dios se
invierte la tendencia porque al ser receptor del amor de Dios empieza a amar
con el amor de Dios. El amor de Dios no es agresivo. Todo lo contrario: es
pacificador, busca resolver los problemas buscando el bien del otro, a veces en
perjuicio propio, buscando la reconciliación. Esta es la gran necesidad de
nuestro tiempo: Personas guiadas por Jesucristo que busquen la reconciliación.
Octavi
Pereña i Cortina
8 de
marzo 2016
DOLOR DE ESTÓMAGO
<b>El dolor de estómago emocional
indica que se ha hecho algo moralmente incorrecto</b>
<b>Jennifer Lawrence</b> la
actriz ganadora de un Oscar, a sus 25 años gravó su primera escena de cama
durante la filmación de <i>Passengers</i>. Para la actriz fue algo
realmente extraño. Según explicó la artista tuvo que emborracharse para calmar
la fuerte ansiedad que la ahogaba. Ello la condujo a tener más ansiedad. Cuando
llegó a su casa, pensaba: “¿Qué he hecho? No lo se”. Aseguró que “fue la
primera vez que besaba a un hombre casado, y la culpa es la por sensación que
tienes en el estómago. Sabía que era mi trabajo, pero no le podía decir esto a
mi estómago”. Llamó por teléfono a su madre para preguntarle: “Podrías decirme
que está bien?…Era muy vulnerable y no sabes que es demasiado. Deseas hacerlo
bien, quieres que todo sea real, pero entonces…Ha sido la vez que me he sentido
más vulnerable en mi vida”. Cuando colgó el teléfono se peguntó: “¿Será que me
termina de decir que está bien?”
Los sentimientos de <b>Jennifer Lawrence</b>ante la
escena erótica en una película no se ajustan con la libertad sexual imperante
en nuestros días. No debe perderse de vista que la libertad sexual que hoy se
disfruta no se ha presentado por generación espontánea. La reacción de la
actriz ante el rodaje de una escena de sexo porque así lo requería el guión, es
el inicio de un proceso que la llevarán a repetir escenas lujuriosas más
fácilmente. El sentimiento de culpa que sintió la artista porque quería que la
escena pareciese como si fura real tiene un cierto parecido con el fumar. En la
adolescencia, cuando se pretende imitar a los mayores y se enciende el primer
cigarrillo, se presenta un ataque de tos, uno se escaña, es muy desagradable. A
medida que se siguen encendiendo cigarrillos va desapareciendo la sensación ingrata,
una experiencia placentera la sustituye. Inspirar con fuerza el humo hasta
hacerlo llegar a lo más hondo del pulmón, extasía. La sensación de placer es
indescriptible. Con los años aparecerán las patologías. De momento, pero,
inhalar profundamente el humo del cigarrillo es lo mejor que a uno le puede
pasar.
<b>Jennifer Lawrence</b>
tiene la valentía de confesar públicamente la mala sensación estomacal que le
produjo tener que gravar su primera escena erótica. Si en el futuro tiene que
repetirlas por las exigencias del guión, los sentimientos de culpa se
debilitarán hasta llegar a hacerlo como la cosa más natural. A pesar de ello,
lo que no está bien no lo está, aún cuando se diga todo lo contrario. La
conciencia se endurece de tal manera que casi llega a insensibilizarse del
todo. El pecado no confesado y no perdonado por Dios cobra un peaje muy caro:
Alcohol, drogas, ansiolíticos, todo ello para intentar adormecer la conciencia.
En algunos casos el sentimiento de culpabilidad es tan fuerte que se opta por
el suicido para acabar con él.
Con el paso de los años ha ido
desapareciendo el temor a Dios con lo cual se consigue que se relajen las
buenas maneras. Destaparse, la exposición del cuerpo a las miradas ajenas,
eliminado tela de los trajes de baño hasta llegar al topless. El desnudo
integral está tomando cuerpo. El ahorro de tela en la playa poco a poco se ha
ido transfiriendo a la ciudad de manera que poca piel queda cubierta.
Una cosa conduce a la otra. Ser virgen
hasta el matrimonio se lo considera como algo prehistórico. Con la filosofía
vigente de que con el cuerpo uno hace lo que le da la gana, entrego por placer
mi virginidad al primer postor que se cruza en mi camino. Si se lleva una copa de más se justifica la
inmoralidad con un: no me acuerdo. Los hechos son los que son y no puede
hacerse marcha atrás. ¿Cuántas pesadillas no son el resultado de haberse
traspasado la línea roja que protegía la virginidad?
A <b>Sally Broon</b> que ha
sido sexualmente activa no le dio reparo rectificar. Dice. “Siempre he creído
que el sexo es algo bueno, pero que debe
reservarse para el matrimonio. En la universidad era sexualmente activa, a
pesar de que era agradable siempre había en mí algo que no era correcto hacer.
Me lo podía justificar diciendo que estaba enamorada, pero el sexo antes del
matrimonio estaba reñido con mis creencias cristianas…Después del divorcio
decidí que no volvería a tener sexo excepto que me vuelva a casar. Ahora sé que
lo que siento es correcto y que procuraré vivir de esta manera. Así que he
decidido esperar hasta el matrimonio, a pesar que en el pasado he mantenido
relaciones sexuales, creo que es lo correcto”. Rectificar es de sabios.
En medio del follón moral que nos conduce
a un callejón sin salida es conveniente que nos sentemos en un banco y reflexionemos
seriamente sobre lo que está pasando. El amplio espectro de daños morales que
nos atribulan no son el resultado de factores externos a nosotros que nos hacen la puñeta, son la consecuencia
de nuestras propias decisiones incorrectas. Estamos tan
confusos que no sabemos distinguir entre lo que está bien y lo que no lo está.
Se da el caso que muy a menudo nos decidimos por aquello que nos perjudica. La
Biblia nos muestra el símil de la plomada, el cordel que en uno de sus extremos
lleva atado un objeto que pesa que suspendido por el otro extremo sirve para
indicar la verticalidad de la pared que se está levantando. Este instrumento es
indispensable en la construcción si se quiere evitar la necesidad de derribar
paredes que no se alzan en vertical. La Biblia, utilizando el símbolo de la
plomada nos muestra que si se desea vivir de manera moralmente correcta debemos contrastar nuestro
comportamiento con las enseñanzas que se encuentran en sus páginas. De la
verificación se descubrirá el grado de inclinación
con que edificamos nuestras vidas. Podemos decidir con lo que hemos averiguado,
pero si no corregimos nuestras vidas y permitimos que se alcen inclinadas como
la torre de Pisa, nos estamos lanzando al precipicio. Esto es lo que ocurre en
general: estamos edificando nuestras vidas para el desastre.
Octavi
Pereña i Cortina
8 de
diciembre 2015
ECUMENISMO NO VÁLIDO
<b>Se presenta el ecumenismo como
algo que conduce a la paz religiosa, pero si no es válido es
perjudicial</b>
¿Con que propósito el papa Francisco en
su visita a la mezquita de Bangui dijo que cristianos y musulmanes son
hermanos? Pienso que la declaración papal no sirve para facilitar la
convivencia entre musulmanes y cristianos porque deja intacto el desacuerdo
doctrinal existente entre ambas fes. La luz y las tinieblas no pueden ir
juntas. La enemistad entre Ismael e Isaac, hijos de Abraham es más que un
conflicto entre hermanos. Es una lucha entre la verdad y el error que perdurará
por los siglos porque son las cabezas de fes antagónicas que jamás se pondrán
de acuerdo.
El problema de fondo que separa a
musulmanes de cristianos se encuentra en: ¿quién es Dios? ¿Alá o el Padre de nuestro Señor Jesucristo?
Ambos no pueden ser Dios. Dos dioses que a la vez sean el Creador no se sostiene.
Uno de los dos tiene que ser un impostor. Con el presente escrito no pretendo
enzarzarme en una discusión bizantina que no conduce a nada si no es encender
los ánimos. Pretende ser una declaración de fe en la que creo.
Estoy de acuerdo con lo dicho por el
pontífice. “Juntos digamos no al odio, a la venganza, a la violencia, en
particular a la que se hace en el nombre de Dios. Dios es salam”. De lo que estoy en desacuerdo es de que en
nombre de la paz y la convivencia uno tenga, si no renunciar a su fe, si a aguarla.
No debe olvidarse que en estos tiempos de tantas bajadas de pantalones en
nombre de la paz religiosa, resuenan en nuestros oídos las palabras de Jesús:
“El siervo no es mayor que su Señor. Si a mí me han perseguido, también a
vosotros perseguirán” (Juan 15:20). Cuando los discípulos preguntaron a Jesús
por las señales que anunciarían el fin el tiempo, les dijo. “Pero mirad por
vosotros mismos, porque os entregarán a los concilios, y en las sinagogas os
azotarán, y delante de gobernadores y de reyes os llevarán por causa de mí,
para testimonio de ellos…y seréis aborrecidos de todos por causa de mi Nombre ,
mas el que persevere hasta el fin éste será salvo” (Marcos13: 9,13). En el
discurso de despedida que pronunció Jesús antes de ser entregado a los judíos
para ser crucificado, dijo: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis
paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo”
(Juan 16:3). La señal que identifica al verdadero cristiano es que por la fe en
Jesús será de una manera u otra perseguido. En la época apostólica se persiguió
a los cristianos. En el Imperio romano se les hostigó. La Inquisición española los
acosó hasta no dejar rastro de los luteranos. Durante el nacional catolicismo
de la época de Franco se les hizo a los evangélicos la vida muy dura. Con ello
no quiero decir que se deba ser masoquista para que se cumplan las palabras de
Jesús en nosotros. Lo que quiero decir es que vigilemos si todo el mundo habla
bien de nosotros, pues podría ser que de cristiano solamente se tenga el
nombre.
La fe verdadera de la que es depositaria
la iglesia, no una institución eclesial, sino la iglesia que es un edificio
espiritual cuyas paredes se levantan con piedras vivas que son los verdaderos
creyentes que desde Adán hasta nuestros días, las ha ido colocando en el lugar
adecuado el Arquitecto que la ha diseñado. Esta iglesia que perdura a lo largo
de los siglos se edifica “sobre el fundamento de los apóstoles y profetas,
siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el
edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor,
en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu” (Efesios
2: 20-22).
Desde sus inicios la iglesia ha sido
edificada sobre la Roca que es Cristo muerto y resucitado. Al principio
anunciaban dicho evento los animales que se sacrificaban según las
instrucciones dadas por Dios. Después de la muerte y resurrección del Señor ya
no es necesario el derramamiento de sangre animal porque el Cordero de Dios que
quita el pecado del mundo ya ha sido sacrificado. El Símbolo que recuerda el
sacrificio consumado del Cordero es el pan y el vino, conocido como <i>la
Cena del Señor</i> de la que participan los fieles reunidos para tal
conmemoración.
El diablo que es el padre de la mentira
procura por todos los medios que los creyentes aparten los ojos del Jesús
crucificado y los pongan en otros salvadores. Para intentar conseguirlo infiltra
en las iglesias a falsos profetas, lobos disfrazados con pieles de cordero para
que no obtengan la salvación. Debido a ello Juan escribe a las iglesias:
“Amados, no creáis todo espíritu, si no probad los espíritus si son de Dios,
porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. En esto conoced el
Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne
es de Dios, y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne,
no es de Dios, y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis
oído que viene, y que ahora ya está en el mundo” (1 Juan 4:1-3). El Islam no confiesa que
Jesucristo ha venido en carne, es decir, no cree que el Hijo de Dios se haya encarnado en la persona de
Jesús.
Respetar las creencias ajenas no
compartidas es una cosa, identificarse con ellas es otra. La declaración del
papa Francisco en la mezquita de Bangui, la Biblia la considera herética:
“Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene
a Dios, el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí que tiene al Padre y
al Hijo. Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no le recibáis en
casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido! Participa
en sus malas obras” (2 Juan: 9-11). El ecumenismo que no está basado en la Verdad,
Dios no lo prueba.
Octavi
Pereña i Cortina
6 de
enero 2016
¡JUBILEO!
<b>El júbilo se enciende en un
corazón que tiene conciencia de que sus pecados le han sido perdonados de
verdad</b>
Los fariseos no iban desencaminados
cuando considerando que Jesús no era más que un hombre como todos los otro,s
era un blasfemo cuando decía que tenía poder de perdonar pecados ya que este
poder es un atributo exclusivo de Dios. Jesús, con el propósito de demostrar
que tiene poder de perdonar pecados porque es Dios, dice a sus oponentes: “¿Qué
es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate, y anda?
Pues ara que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para
perdonar pecados, le dice al paralítico: Levántate, toma tu camilla, y vete a
tu casa” (Mateo 9: 5,6).
El tema del perdón de los pecados viene a
cuento con la celebración del año santo extraordinario de la misericordia
convocado por el papa Francisco con una bula que empieza con las palabras:
“Jesucristo es el rostro de la misericordia de Dios Padre”.
Los años santos o jubileos se
“caracterizan por unos dones espirituales especiales, especialmente la
indulgencia plenaria o remisión de la culpa de los pecados, que es aplicable a
los fieles difuntos” (Lluís Martínez Sistach, arzobispo de Barcelona). El
jubileo católico que se inspira en la enseñanza bíblica del Antiguo Testamento
aplicable a los israelitas, se inicia con la apertura de la Puerta Santa de la
basílica de San Pedro. En el jubileo actual el papa Francisco ha establecido
“puertas santas de la misericordia” en las catedrales de todo el mundo para que
los fieles puedan ganar la “indulgencia” haciendo lo que el papa dice, con lo
cual, el fiel católico se libra de las penas temporales del Purgatorio por los
pecados no perdonados. Durante el año santo extraordinario de la misericordia,
el papa ha concedido que durante “el jubileo todos los sacerdotes puedan
perdonar en confesión el pecado de aborto” (Lluís Martínez Sistach).
En la versión que Marcos hace de la
curación del paralítico que demostraba que Jesús era Dios y que como tal tenía
poder de perdonar pecados, aclara una cuestión que es de capital importancia.
Los fariseos afirman: “Por qué habla este así? Blasfemias dice. ¿Quién puede
perdonar los pecados, sino sólo Dios? (Marcos 2:7).
La Iglesia católica interpretando Mateo
16: 18,19 fuera de su contexto inmediato y del general de la Biblia, enseña que
Jesús le dio a Pedro el poder de perdonar los pecados y, como se le considera
el primer papa, también la autoridad de conceder el poder de perdonar pecados a
sus subordinados. Así se ha llegado al absurdo de que todos los sacerdotes
puedan perdonar en confesión el pecado de aborto, pecado que casi se lo
considera como imperdonable. No es que esté en contra de que la mujer que haya
abortado no pueda recibir el perdón de Dios, si se lo pide sinceramente, ya que
la sangre que Jesús vertió en la cruz limpia todos los pecados por graves que
sean. Denuncio la usurpación que el papa hace del poder de Jesús de perdonar
pecados montando el espectáculo de perdonar los pecados en serie.
Si Jesús por el hecho de ser Dios tiene
la potestad de perdonar los pecados, la responsabilidad de la Iglesia es llevar
a los pecadores a postrarse ante los pies de Jesús para que de Él reciban el perdón que el hombre no les puede dar ya
que la sangre que Jesús derramó en la
cruz “nos limpia de todo pecado…Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y
justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1: 7,9).
Debido a que el Señor no ha traspasado al
hombre el poder de perdonar los pecados por medio de la confesión auricular a
un cura, no debe perderse de vista aquello que Jesús dijo a sus discípulos poco
antes de ascender a los cielos: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la
tierra. Por tanto, íd, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos
en el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles que
guarden todas las cosas que os he mandado, y he aquí yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:18-20).
La función de los cristianos no es
perdonar los pecados de los hombres mediante la confesión auricular a un
sacerdote, sino instruirlos en las enseñanzas apostólicas inspiradas por el
Espíritu Santo que han quedado registradas en un libro que se conoce como
Biblia o Sagradas Escrituras. El acto de instruir se conoce como evangelizar,
es decir, transmitir las buenas noticias que por la fe en Jesús muerto y
resucitado el pecador recibe el perdón de sus pecados. Si no voy errado no fue
hasta el siglo III que no se empezó a hablar de la confesión de los pecados a
un hombre. La evolución acabaría convirtiéndose en sacramento.
De muchos es conocido el hecho de que
Saulo de Tarso fue un perseguidor infatigable de los cristianos. Hallándose
metido en esta tarea indeseable, aproximándose a Damasco se vio envuelto de una
brillante luz celestial que le hizo caer del caballo, a la vez, oía una voz que
le decía: “Saulo, Saulo, ¿porque me persigues?… ”¿Quién eres?”, le pregunta
Saulo. La voz le dice. “Yo soy Jesús a
quien persigues”. Saulo, temblando y asombrado, le preguntó: “Señor,
¿qué quieres que haga?” Encontrándose Saulo en la ciudad, el señor llamó
Ananias, un judío fiel a que fuese al encuentro de Saulo para transmitirle el
mensaje que le comunicaba. (Hechos 9:1-19). Más tarde, conocido como Pablo,
detenido y a punto de ser introducido en la fortaleza y habiendo recibido del
tribuno permiso para hablar se dirige a la multitud y explica lo que le sucedió
yendo a Damasco, menciona lo que le dijo Ananias. “Ahora, pues, ¿Por qué te
detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados invocando el Nombre del
Señor” (Hechos 22.12-16). Ananias no le dijo: “Saulo, confiésame tus pecados
para que por el poder que he recibido de Dios te los perdone”. No le dijo esto,
sino: <b>“Lava tus pecados invocando el Nombre del Señor”</b>. Las
iniquidades lo abrumaban, por la fe en Jesús todos sus pecados le fueron
perdonados por Dios sin mediación humana.
Octavi
Pereña i Cortina
15 de
diciembre 2015
NIÑOS ENREDADOS
<b>La práctica que va en aumento de
enviar fotos íntimas resulta ser nociva cundo el amor de mi vida deja de
existir</b>
La policía catalana detecta dos casos por
semana de difusión de fotos de menores en Lleida. Internet, móviles,
Smartphones, Whatsaaps, son dispositivos altamente conectados que pueden
facilitarnos casi instantáneamente información. En este sentido son
herramientas que pueden darnos la información que deseamos con mucha facilidad
y sin tener que movernos de casa o de la
oficina. A la vez, tienen el peligro, ya que la información que se les
suministra prácticamente es indestructible. Debido a ellos se debe ser muy
cuidadoso a la hora de introducir información de tipo personal, sea erótica o
no.
El sargento Xavier González Espinet, responsable
de la Oficina de Relaciones con la Comunidad asegura que “uno de los problemas
más frecuentes es el caso del menor que ha enviado a una persona de su entorno
fotografías de carácter íntimo…los menores deben saber que cuando se hacen un selfie y lo cuelgan en la red pierden el control de dicha imagen.
Nos espantamos ante la alarma que se
genera cuando niños y adolescentes envían fotos íntimas que se convierten en
boomerangs que los golpean fuertemente. ¿Qué ejemplo damos los adultos a los
menores? ¿Qué tipo de modelos son los padres para los hijos? Recientemente se
ha descubierto el acoso a celebridades norteamericanas, por este motivo. En
nuestra casa tenemos los casos de Olvido
Hormigos, regidora en el ayuntamiento de Los Yemenes que gravó y envió
fotos en posturas que jamás se deberían haber producido, i de Teresa Terelu, presentadora de
televisión. ¿Qué pueden decir estas mujeres a sus hijos? ¿Cómo pueden
justificar sus inmoralidades? ¿Cómo pueden explicar a sus hijos lo peligroso
que es enviar por Internet fotos íntimas si ellas han caído en la trampa del
exhibicionismo?
En nombre de la libertad sexual y de que
somos dueños de nuestro cuerpo y que con él podemos hacer lo que nos plazca,
estamos banalizando el sexo. No debe extrañarnos, pues, que niños que nacen y
se crían en hogares en los que se habla del sexo de manera degradante y envueltos de imágenes
que objetivizan a la mujer y que de tanto repetirse llegan a la conclusión de que esta es la manera correcta de considerar a
la mujer. No debe extrañarnos que la policía catalana diga que la edad media de
menores implicados en el envío de imágenes comprometedoras sea de 12-15 años.
Hoy, con la negación masiva de Dios y de
su Ley se ha creado una sociedad carente de pudor: <i>Aversión del alma
hacia aquello que puede ofender la decencia, también la modestia</i>.
Cuando se atenta una y otra vez contra el pudor, las celebridades se encargan
de enseñar que es normal mostrar
públicamente las partes íntimas de sus cuerpos con vestidos que tapan poco y
presentándose en público con transparencias que lo enseñan todo, se crea una
adicción al sexo que es insaciable. La
palabra <i>basta</i> ya no existe. El profeta Jeremías describe así
la sociedad que vive para el sexo: “Como caballos bien alimentados, cada cual
relincha tras la mujer de su prójimo. ¿No habrá de castigar esto?, dijo el
Señor. De una nación como ésta, ¿no se habrá de vengar mi alma?” (5: 8,9).
A continuación cito unos textos bíblicos
que si son asumidos por los padres les podrán ayudar a instruir a sus hijos
sobre sexo y no esperar que sea la pornografía que aprovechándose del vacío
educativo se encargue de hacerlo de manera degradante y perjudicial para
aquellos que la reciben y acepten las instrucciones tan perjudiciales para su
salud moral.
“¿Qué hijo mío? ¿Qué hijo de mi vientre?
No des a las mujeres tu fuerza, ni tus caminos a lo que destruye a los reyes”
(Proverbios 31: 2,3)
“Honroso sea en todos el matrimonio, y el
lecho sin mancilla, pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios”
(Hebreos 13:4).
“Pues la voluntad de Dios es vuestra
santificación, que os apartéis de fornicación, que cada uno de vosotros sepa
tener su propia esposa en santidad y honor, no en pasión de concupiscencia como
los gentiles que no conocen a Dios” (1 Tesalonicenses 4: 3-5)
<b>Victoria Villamil</b>
dice: “El comportamiento sexual compulsivo también denominado
<i>trastorno hipersexual</i>, puede destruir la vida de una persona
de la misma manera como lo hacen la adicción al alcohol o a las
drogas”</i>.
<b>Valerie</b> describe su
experiencia adictiva al sexo, así: “Para muchos la adicción al sexo es una
forma de automedicación para borrar la angustia, desesperación y el miedo
paralizante que obsesiona desde la niñez. Con el propósito de aligerar la
soledad y el miedo de no ser amada, buscaba el amor en lugares equivocados.
Debido a mi adicción al sexo arruiné dos matrimonios. Perdí el trabajo y la
vivienda y me quedé en la calle”. Después de una década de travesía por el
desierto <b>Valerie</b> intentó suicidarse con una sobredosis de
medicamentos.
Banalizar el sexo y utilizarlo como
automedicación para esconder los problemas emocionales conduce a empeorar las
situación porque de las llamas se cae sobre las ascuas. Los expertos dicen que
la infelicidad creciente es la causa del envío de fotos íntimas y de la
adicción a Internet. Los afectados por
las situaciones no gratificantes que se dan en los hogares lo intentan suplir con
el sucedáneo que les ofrece la red con el resultado nefasto de hacerse adictos
al sexo en línea.
Octavi
Pereña i Cortina
10
de mayo 2016
¿QUIÉN ES SANTO?
<b>Para desespero de muchos, la
propaganda católica vende la santidad como un estado que se obtiene después de
morir. La Biblia enseña que es un estado de gracia que se disfruta en
vida</b>
Los libros <i>Avaricia</i> de
<b>Emiliano Fittipald</b>i y <i>Via Crucis</i> de <b>Giaulugi
Nuzzi</b>, “dedican largos capítulos a analizar el funcionamiento de la
Congregación para las Causas de los Santos…Según el <i>Corriere della
Sera</i>, la gendarmería vaticana investiga cuentas del Instituto para
Obras de Religión (IOR) – la banca vaticana – a raíz de la sospecha del cobro
de sobornos por parte de postuladores de causas de beatificación y canonización
para “pilotar” los procesos y agilizarlos (<b>Eusebio Vall</b>.
)Los escándalos de las canonizaciones dejan claro que a la sombra de la
fastuosidad vaticana se mueve una legión de vividores que sangran a los fieles
crédulos. Los libros mencionados denuncian que “el negocio que envuelve la
beatificación y canonización de santos, cuyos procesos depende de la cantidad
de dinero que se aporte. En este sentido constata que las diócesis más ricas
son las que más aportan para el reconocimiento de sus beatos y santos”. Dejando
a un lado la corrupción vaticana que hoy ocupa mucho espacio en los medios de
comunicación, analizaremos lo que según la Biblia es la santidad.
Lo primero que debe descubrirse es:
¿Quién es santo? El apóstol Pablo escribiendo a los cristianos en Roma, dice:
“A todos los que estáis en Roma, llamados a ser santos” (1:7). El apóstol
considera santos no a una minoría de cristianos romanos privilegiados con
características especiales de santidad, sino que dice que son santos todos los cristianos
romanos, sea cual sea su posición en la iglesia. No distingue entre unos y
otros. Sin privilegios, todos son santos.
Escribiendo a la iglesia en Corinto, el
apóstol dice: “A la iglesia de Dios , que está en Corinto, a los santificados
en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar
invocan el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro” (1:2).
Aquí el apóstol Pablo amplia la categoría de santos a <i>“todos los que
en cualquier lugar invocan el Nombre de nuestro Señor Jesucristo”</i>. No
limita la santidad a los residentes en un lugar determinado, Roma o Corinto, la
amplía a” todos los que en cualquier lugar invocan el Nombre de nuestro Señor
Jesucristo”, es decir, cualquier persona que en cualquier lugar de la Tierra invoque
el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, es santa. No se da ninguna
discriminación por motivo de características personales de quienes invocan el
Nombre de nuestro Señor Jesucristo: raciales, culturales, de sexo.
A los cristianos que residían en Colosas
el apóstol Pablo les escribe diciendo: “Y vosotros también, que erais en otro
tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha
reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros
santos y sin mancha e irreprensibles delante de Él” (1:21,22). Aquí, el apóstol
descubre la procedencia de los santos. No vienen de un entorno en que se
respirase bondad. No. Antes de ser santos eran “extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras”. No fueron
llamados a ser santos por ser buenas personas que jamás habían roto un plato.
No. Jesús no vino a buscar personas buenas sino que como Médico del alma vino a
buscar pecadores al arrepentimiento porque su sangre vertida en la cruz limpia
todos los pecados de quienes creen en Él. (1 Juan 1:7).
El lector que ha llegado hasta aquí y que
invoca el Nombre de nuestro Señor Jesucristo y que se ve como no siendo sin
mancha ni irreprensible, puede preguntarse: ¿Es que no invoco bien el Nombre de
nuestro Señor Jesucristo? Si sigue leyendo lo que el apóstol Pablo les dice a
los cristianos en Colosas, le desaparecerán las dudas: “Si en verdad
permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del
Evangelio que habéis oído, el cual se
predica en toda la creación que está debajo del cielo” (v.23). Ser
irreprensible y sin mancha no toca hoy. Nosotros que éramos extraños y enemigos
de Dios, por la fe en Jesús su Hijo nos hemos convertido en amigos de Dios,
mejor dicho: en hijos suyos. Iniciándose un proceso de santificación que
depende de si se permanece firme en la fe. Es cierto que se producen resbalones
y caídas, pero quien permanece firme en la fe se levanta y sigue andando con
los ojos puestos en Jesús, el Autor de su fe, con lo cual la mochilla que lleva
en la espalda va aligerando el peso del pecado que le agobia. Con la
perseverancia y la mochilla que aligera su peso, el andar se hace más fácil. La
imagen de Jesús de la que es portador el creyente se hace más nítida,
exponiendo con más claridad las señales de santidad sin la cual nadie verá al Señor.
La santidad no pertenece a hombres y
mujeres excepcionales a quienes los hombres declaran santos una vez fallecidos
y después de un largo proceso de investigación y muy costoso, sino a personas
que como tú y yo lamentamos nuestro pecado y a semejanza del salmista le
pedimos al Señor Jesús: “Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi
pecado” (Salmo 51:2). Santos, según la Biblia, lo son hombres y mujeres que han
depositado la fe en Jesús muerto y resucitado que en su caminar diario bregan
para ser perfectos como el Padre celestial es perfecto, conscientes de que esta
perfección absoluta no la alcanzarán hasta el día de la resurrección que será
el momento cuando se presentarán ante Dios sin ninguna mancha ni arruga que los
afeen.
Octavi
Pereña i Cortina
12
de enero 2016
BELLEZA ARTIFICIAL
<b>La manipulación fotográfica y
las pasarelas con la exhibición de modelos esqueléticos son malos educadores en
belleza corporal y en salud</b>
Los expertos en salud alertan a los
padres que el ejercicio físico excesivo puede estar relacionado con desórdenes
alimentarios en los adolescentes. La explosión de redes sociales que exponen
imágenes físicas no realistas contribuye a ello.
El modelo escuálido de belleza que se
encuentra doquiera fomenta, principalmente en los adolescentes que todavía no
tienen plenamente desarrollado el sentido crítico, el deseo de parecerse a
estas modelos reales en las pasarelas pero que son el resultado de extenuantes
ejercicios físicos y de estrictas dietas que ponen en peligro la salud física y
mental de dichas modelos.
El ejercicio físico moderado y más en una
sociedad sedentaria como la nuestra es necesario para que no se oxiden las
rótulas, impidiendo o dificultando la movilidad. Si no se tiene cuidado aquello
que es beneficioso mental y físicamente puede convertirse en grave peligro de
salud integral. Un indicador que alerta de que algo no funciona bien en la
práctica del ejercicio físico es cuando se manifiesta una tenencia a centrarse
exclusivamente en el ejercicio físico, hacerlo sintiéndose mal o lesionado o
practicándolo a deshora, ha dicho <b>Sarah Young</b>, psicóloga y
especialista en desórdenes alimentarios de la Universidad de Sydney.
La obsesión por la delgadez enfermiza que se encarga de fomentar la industria de la
moda en estrecha colaboración con las pasarelas que exhiben modelos cadavéricas,
obliga a gobiernos, como el francés, a tomar medidas que impidan la exhibición
de modelos con síntomas de enfermedad
debido a los excesivos ejercicios físicos y de una desnutrición que
favorece la languidez, a ello se añade la industria de los gimnasios que
fomentando la cultura del mantenerse en forma de manera saludable, de alguna
manera crean la adicción al ejercicio físico al despertar sentimientos de no
encontrarse bien con el cuerpo que se tiene. <b>Silvia García</b>,
de 28 años, que tiene el hábito de ir al gimnasio cinco días a la semana, dice
que se siente irascible cuando por la causa que sea pasa algunos días sin ir al
gimnasio.
Con facilidad se puede cruzar la línea
roja que separa el ejercicio saludable del enfermizo. El psicoterapeuta y
neuropsicólogo <b>Álvaro Bilbao</b>, escribe: “Cuando hacemos
deporte generamos la capacidad de calmar el enojo y de canalizar la frustración,
lo más importante es que ayuda a fabricar serotonina la hormona de la felicidad”. Esta es la causa
por la que <b>Silvia García</b> se nota irascible cuando pasa unos
días sin ir al gimnasio.
Cuando el ejercicio físico se convierte
en una prioridad su poder terapéutico se convierte en una droga tan destructiva
como lo son las químicas. “Los expertos recomiendan que la practica deportiva
debe ser siempre racional. Es decir que no debe convertirse en una obsesión que pueda poner en peligro la
relación de pareja. Hay personas realmente obsesionadas por el aspecto físico o
de la necesidad de hacer deporte, cuando esto se convierte en un fin e
interfiere en la relación de pareja podemos decir que estamos ante un problema
de salud mental. <b>Álvaro Bilbao</b>,
Las industrias de la cosmética, de la
moda, del gimnasio, nos manipulan a favor de sus intereses económicos y nos
programan para que nuestros cuerpos se
ajusten al modelo que a ellas les interesa. <i>Porque tú lo
vales</i>, la frase que de tan repetida se ha gravado en nuestro
inconsciente, nos impulsa a seguir maquinalmente las normas que se nos imponen
desde fuera. Pensamos que actuamos libremente cuando realmente actuamos condicionados. “El ejercicio ha
perdido la condición de actividad agradable y se ha convertido en otra manera
como las mujeres manipulan sus cuerpos, en otro vehículo para una tortura
narcisista. Las mujeres que consiguen el ideal de delgadez que promocionan los modelos modernos,
normalmente lo obtienen haciendo ejercicio de manera frenética y compulsiva, realizando duras y restrictivas
dietas alimentarías deficientes” (<b>Elayne A. Soltzbrg i Joan C.
Chrisler</b>.
Con el fin de evitar caer en la trampa de
la publicidad sublimal, que nos moldea a su gusto sin darnos cuenta de ello,
ante todo debemos saber quienes somos realmente. Si lo desconocemos, entonces
somos propensos a aceptar los mensajes sublimales que nos moldean sin percibirlo. El texto
bíblico escogido nos alerta de los peligros de dejarnos manipular por el deliro
de la belleza corporal efímera inexistente, y nos propone modelar nuestras
almas con la belleza que proviene de Dios y que es eterna: “Engañosa es la
gracia, y vana la hermosura, la mujer que teme al Señor, ésa será alabada”
(Proverbios 31:30).
Octavi
Pereña i Cortina
18
de mayo 2016
PEDERASTIA DEPORTIVA
<b>Los pederastas en vez de fijarse
en lo que es malo, deberían fijarse en Cristo que sabe lo que es
correcto</b>
Los abusos sexuales contra niños es uno e
los crímenes más asquerosos que se cometen contra personas que no pueden
defenderse y son la evidencia de la brutalidad extrema en que puede caer el
hombre pecador apartado de la gracia de Dios. Está documentado el turismo
sexual que tiene como objetivo principalmente a los niños de países asiáticos.
Últimamente ha salido a la luz pública los abusos sexuales contra niños en
seminarios y en centros asistenciales religiosos y del Gobierno. Ahora sale a
la superficie que la pederastia también existe en los vestuarios deportivos.
Allí en donde se encuentra el hombre es
inevitable que más pronto o más tarde aflore la corrupción que alberga el alma.
Ni la religión ni la educación lo pueden librar de tal desatino.
“Difícil es saber en que porcentaje se
está produciendo, pero se dan evidencias de que en el deporte se dan casos de
asedio y abusos sexuales con menores”, asegura la socióloga <b>Montse
Martín</b> del Grupo de Investigación del Deporte y de la Actividad
Física de la Universidad de Vic. La investigadora admite que el deporte es un
sector especialmente difícil de explorar
porque “de entrada las federaciones plantean resistencia cuando se les
propone hacer una encuesta entre los deportistas sobre este asunto”.
“La estructura jerarquizada del deporte,
en que el entrenador es una persona con mucha autoridad sobre el deportista,
impera la ley del silencio sobre los abusos sexuales, es un obstáculo para
acabar con dicha práctica”. “Muy a menudo”, dice <b>Montse
Martín</b>, “los clubes deportivos han resuelto las denuncias invitando a
los entrenadores sospechosos a marcharse, dejando el asunto como un tema
privado, sin comunicarlo a nadie, lo único que se consigue es”, dice la
investigadora, “trasladar el problema de un club a otro”.
La periodista <b>Maria Jesús
Ibáñez</b>, refiriéndose al silencio que envuelve a los clubes deportivos
sobre el tema de los abusos sexuales, le pregunta a <b>Gloria
Viseras</b>, ex gimnasta olímpica: ¿Por qué es tan importante visualizar
lo que sucede? He aquí la respuesta que da la gimnasta: “Llevamos años
ocultando que hay abusos contra niños, silenciándolos. Yo misma tardé 30 años
en poder hablar sobre ello. Este es el delito más impune que existe, es un
delito contra personas que no entienden qué ocurre y que tienden a sentir
vergüenza y culpa. Nosotras, que éramos gimnastas, deportistas de elite, lo
cargábamos todo a nuestras espaldas, teníamos un alto concepto del sacrificio y
algo de heroínas”.
<b>James Rhodes</b>,
repetidamente abusado durante cinco años, explica: “Sí, entre los seis y diez
años, el profesor de educación física. Aquellas violaciones continuas me
produjeron daños físicos, me tuvieron que operar diversas veces de la parte
baja de la espalda y mis músculos ya no me respondían y me cagaba encima. El
cuerpo no olvida nunca”. Refiriéndose a las consecuencias psicológicas,
<b>Rhodes</b> dice: “Falta de confianza en ti mismo, auto odio,
fracaso en las relaciones, deseos de
hacerte daño, tics, depresión, paranoia y vergüenza, porque piensas que fuiste
cómplice de los abusos, te sientes culpable y también de los efectos de tus
problemas mentales en los que amas”.
El infierno por el que atraviesa un niño
repetidamente violado durante años es imposible que lo entendamos quienes hemos
tenido una infancia normal. Por ello se nos hace tan difícil entender las
reacciones de los dañados por la lascivia de los adultos.
La periodista <b>Ima
Sanchís</b>le pregunta a <b>James Rhodes</b>: ¿Por qué
mantuvo relaciones destructivas con hombres mayores? La respuesta que da es
estremecedora: “A los 10 años ingresé en un internado y salí a los 18 con la
sensación de tener 68. Era un niño, y me duele decirlo, pero lo que buscaba era
afecto e intimidad y creía que lo único que podía ofrecer a los otros era sexo,
que para mí era lo más sencillo y frío como tomarte un café y lo hacía drogado”.
<b>Rhodes</b>buscaba afecto e
intimidad de manera equivocada porque no sabia buscarlo de otra manera. Los
centros religiosos y deportivos que acogen niños para educarlos son caldo de
cultivo apara asedios y violaciones. Algunos educadores en vez de tratar mejor
que los padres a los niños puestos bajo su tutela se aprovechan de las
criaturas para dar salida a sus pasiones vergonzosas. Tal vez podrá frenar la práctica
de esta perversión sexual si se pone en funcionamiento el registro de delitos
sexuales, impidiendo que cualquier persona que haya cometido un delito de tipo
sexual pueda tener contacto directo con menores en los centros de enseñanza,
sean públicos o privados.
Hecha la ley hecha la trampa. Los
depredadores sexuales de menores siempre tendrán la posibilidad de relacionarse
con menores en otros espacios. Las redes sociales son uno. Los investigadores
de delitos sexuales de la policía atrapan algunos de estos desalmados. Siempre
hay algunos de dichos perversos que siguen rapiñando impunemente. Un aviso
destinado a todas las personas, especialmente aquellas que tienen trato directo
con niños y adolescentes: “Porque vergonzoso hablar de lo que ellos hacen en
secreto. Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son
hechas manifiestas, porque la luz es lo que manifiesta todo. Por lo cual dice:
Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo”
(Efesios 5:1214). La luz de Cristo tiene el poder de hacer ver la miseria que
representa ser pederasta. En el momento en que un rayo de la luz de Dios
impacta en el corazón tenebroso de un pederasta, a éste no le queda otra opción
que abandonar su práctica sexual pecaminosa porque ya no puede seguir viviendo
en la perversidad.
Octavi
Pereña i Cortina
9 de
febrfero 2016
ACOSO
<b>Las personas deben reaccionar
ante el acoso antes de que sea demasiado tarde para encontrarle
solución</b>
El caso de Alan, el adolescente
transexual de 17 años que se suicidó el
24 de diciembre de 2015, pone de nuevo ante la opinión pública el problema del
acoso. Las proclamas políticas y sociales se hacen oír. “Pondremos todos los
recursos para evitar que vuelva a repetirse”. (<b>Ana María Martínez</b>,
alcaldesa de Rubí). “Alan se merecía el homenaje después del menosprecio por
parte de la sociedad”, afirmó <b>Natalia Aventin</b>, presidenta de
Crysallis, asociación que agrupa familiares de menores transexuales).
Para poder combatir el acoso, sea del
tipo que sea, ante todo debe saberse qué es, pues si se desconoce la
enfermedad, ¿cómo se podrá recetar el remedio adecuado? “Se considera como tal
(el acoso) toda información que se difunda por medio de e-mails, SMS,
whatsaaps, redes sociales, como Facebook, Twitter, o cualquier otro, así como
por medio de webs o comentarios que se hagan en ellas con el propósito de
difamar, vejar, acosar o constreñir a la persona que sea con ataques personales
o difundiendo contenidos íntimos no autorizados, en gran parte visuales. Sólo
el hecho de seguir enviando e-mails a alguien que ha dicho que no desea seguir
recibiendo de alguien en concreto ya se puede considerar acoso en línea”
(<b>Esther López</b>, socióloga). El acoso popularmente conocido
como <i>bullying</i> puede resumirse en una breve frase: “Falta de
amor”, no de un amor abstracto del que se habla con inconsciencia, sino del
amor que enseña a buscar el bien del prójimo y no el mal. Los psicólogos que
son especialistas en el comportamiento humano dicen que los matones que sacan
pecho ante sus compinches que acosan a quienes no les caen bien, se forman en
los hogares en que se dan modelos inconsistentes de paternidad o en los que se
dan modelos de comportamiento violento.
Lo que se respira en el hogar se reproduce en la calle. El ambiente hogareño
hace mucho para que los hijos practiquen o no el acoso. En definitiva, los
hijos reproducen en la escuela y entre sus compañeros el comportamiento que ven
en sus hogares y como lo huelen desde el nacimiento, lo consideran correcto. No
debe extrañarnos, pues, que se conviertan en acosadores.
Siendo la cosa así es imprescindible que
el modelo paterno cambie de uno que fomenta el acoso por otro que respete al
prójimo en toda su diversidad. Respetar a lo que es distinto no significa de
ninguna de las maneras renunciar a las propias convicciones, sino que manteniéndolas
inalterables, no actúa en contra de las peculiaridades del otro, sino que las
tiene en cuenta sin impedir su
manifestación. El respeto que yo quiero para mí tengo que tenerlo hacia el
otro.
El acoso es un atentado contra la
integridad del otro que debe penalizare. Desconozco si está especificado como
delito en el Código Penal, si no es así debería serlo. Pero la lucha contra el
acoso no sólo debe ser de tipo judicial y punitivo, también debe ser educativa.
La psicóloga leridana <b>Rosa Jové</b> dice que es preciso
asegurarse que las campañas a favor de la tolerancia impacten en los niños y
“hacerlas por obligación”. David y Blau, dos adolescentes que han sufrido acoso
por su orientación sexual y que han explicado en su entorno como son y cuales son
sus preferencias sexuales, añaden: “En la escuela deberían darnos más soporte”.
No estoy en contra de la educación, pedro la educación que se limita a decir
que la homosexualidad y la transexualidad están presentes en la sociedad y que
se deben respetar a las personas a las personas que escogen dichas opciones
sexuales sin cambiar los sentimientos que hierven en las profundidades del
alma, no resuelven el problema. A pesar de las campañas para fomentar la
tolerancia, el Observatorio contra la Homofobia ha detectado que los casos
homóficos en Catalunya durante el año 2014 fue de un 5% y que en la demarcación
de Lleida fue del 30%.
Antes hemos dicho que lo que se respira
en el hogar se reproduce en la calle. A pesar de ser insuficiente, la escuela
debe seguir enseñando que la tolerancia a favor del que es diferente debe ser
una prioridad. Pero debe ser la Iglesia en su diversidad denominacional la que
debe ir más allá de la escuela enseñando el mensaje liberador del pecado por
Cristo, sin quedarse en la banalidad de que el mensaje cristiano está presente
en las tradiciones populares. El mensaje de la tradición deja a los hombres en
sus delitos y pecados. No despierta las
conciencias. Las celebraciones tradicionales como las navideñas, de semana
Santa, las romerías con trasfondo religiosos distraen y despiertan
sentimientos, pero no llevan a las personas el verdadero arrepentimiento a Dios
que es la base del cambo de actitud hacia el prójimo que es distinto, sin
excluir ningún factor diferencial.
La Iglesia en su diversidad
denominacional debe hacerse suyo el mandato que Jesús dio a la iglesia
naciente antes de su ascensión a los
cielos: “Por tanto, íd y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos
en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, enseñándoles que
guarden todas las cosas que os he mandado” (Mateo 28: 19,20). Pero si quienes
dicen ser cristianos no creen en el Señor de la Iglesia, ¿cómo cumplirán el
mandato de enseñar a quienes desconocen la Verdad de Cristo que libera de la
esclavitud del pecado que origina el acoso? Si nos consideramos cristianos
debemos desterrar el prejuicio y las actitudes incorrectas que escondemos en
las profundidades de nuestras almas.
Octavi
Pereña i Cortina
EMPERADORES FAMILIARES
<b>Un concepto educativo equivocado
que renuncia a disciplinar a los hijos es el causante de que los hijos lleguen
a maltratar a sus padres</b>
Un anuncio publicitario que promociona a
una revista infantil, simula un diálogo que una madre mantiene con un siquiatra: “Mi hijo tiene de todo y se
aburre”, le dice al experto. La respuesta que recibe del especialista, es:
“Regálele la revista X”. Este anuncio da en el clavo del problema infantil
/juvenil que desemboca en la violencia adolescente. El aburrimiento es el
causante de las conductas de las que a menudo se hacen eco los medios de
comunicación y que se cometen con el propósito de deshacerse del aburrimiento.
El aburrimiento es el resultado del vacío que hay en el alma y que debe llenare
sea como sea: Asedio a los compañeros de clase, fechorías…y otras pequeñeces
que conducen hasta maltratar a los padres sicológicamente o, hasta ponerles la
mano encima.
La madre del anuncio, preocupada por el
aburrimiento de su hijo dice que el afectado tiene de todo. Con el fin de
mantener a los hijos con la boca cerrada se les da todo lo que desean. Sus
habitaciones se ven atiborradas de objetos que una vez han satisfecho el gozo
inicial, yacen desperdigados por doquier, olvidados y sustituidos por otras
novedades que recibirán el mismo premio. Es una escalada sin límites. Ya desde
la infancia se educa a los niños al consumo compulsivo tan denostado por los
especialistas en salud mental. Esta educación es gratificante para los padres
porque con orgullo pueden decir que a sus hijos no les falta nada. Con el fin
de que no se aburran se complacen todos sus caprichos. Lo importante es que no
se alboroten y les hagan pasar un mal trago. Creyendo que les hacen un bien no
se dan cuenta de que siembran en sus hijos la simiente del <i>síndrome de
emperador</i>. Los hijos e convierten en pequeños dictadores que alteran la tranquilidad de sus padres
porque se crea un malestar que los lleva al consumo de tranquilizantes,
ansiolíticos que empeoran la relación filial- paternal. La educación basada en
el tener no es la adecuada ni en la infancia ni en la adolescencia porque se
les enseña que el tener cura todos los males cuando es al revés ya que genera
daños que se agravan con el transcurso de los años. Entonces, estos padres que
han sido tan condescendientes con sus hijos, desesperados se preguntan: “¿Qué
hemos hecho mal para encontrarnos en este infierno?” La educación materialista
basada en el tener y no en el ser es la raíz de muchos males, entre ellos, en
que los hijos se conviertan en agresores de sus padres.
Según la fiscalía de Lleida “un total de
12 adolescentes leridanos fueron imputados en el 2013 por violencia doméstica,
es decir por maltratar física y sicológicamente a sus padres y a otros
familiares, doblando los casos que se dieron en el 2012” . Refiriéndose a los
niños que agreden a los padres <b>Cristina Sen</b> dice: “Se habla así del
síndrome de emperador, del adolescente que reina en casa, intolerante a la frustración
y que vincula el no tener con no ser”. El síndrome de emperador se da allí en
donde la educación es muy sobre protectora, que consiente a los hijos con tal
que no alboroten y que delegan a la escuela su educación ética y moral. Es una
educción muy permisiva, que trata a los hijos como amigos y no como padres que
deben disciplinarlos cuando la ocasión lo requiera.
Los padres que se precien de serlo deben
recordar que son los guardianes del futuro de sus hijos y que cuando se
esfuerzan en educarlos moralmente y esculpir sus mentes y corazones para el
bien, saben que esta instrucción incluye reglas y preceptos, haz y no hagas con
respecto a los otros. Incluye la explícita formación en buenos hábitos y, jamás
debe faltar el buen ejemplo de los padres que con su comportamiento diario
muestran a los hijos que se toman en serio la moral.
La educación que los padres deben
procurar dar a sus hijos no consiste exclusivamente en aportar un bagaje
cultural que sin duda alguna tiene su valor, en gran manera deben esforzarse en
transmitirles un equipamiento moral que es imprescindible para que sepan
comportarse como personas que caminen por la vida sembrando el bien y no el
mal.
Para que los padres puedan ser los
maestros de moral de sus hijos es necesario que previamente hayan adquirido el
título que les acredite para este oficio. A menudo los padres se quejan que su
fracaso como padres se debe a que no han recibido la formación adecuada. La
pregunta que me hago es: ¿Han manifestado interés en obtenerlo? Las respuestas
que dan no son convincentes porque evaden su responsabilidad y pretenden traspasarla,
en la escuela principalmente, con lo cual confiesan su irresponsabilidad.
Con el fin de que los padres y las madres
puedan convertirse en buenos educadores morales de sus hijos, ante todo deben
tener claro qué sentido tienen sus vidas. Si este propósito no lo ven claro
porque está envuelto de penumbras, jamás podrán enseñar a sus hijos el
auténtico sentido de la vida y por lo tanto se despreocuparan de enseñarles
ética y moral. Les enseñarán como triunfar en la vida al precio que sea, aunque para conseguirlo
deban pisotear a las personas que consideren que son un obstáculo para
conseguir subir a lo alto del podio. Para que abandonen la enseñanza
materialista de la vida para inculcarles que el verdadero sentido de la vida no
consiste en tener sino en ser, debe entrar en funcionamiento el aspecto
religioso / espiritual que normalmente queda relegado en el olvido, pero que
debe recuperarse si es que se desea enseñar correctamente a los hijos. Si no se reconoce dicho olvido y
se persiste en educar a los hijos para que obtengan cuantos más bienes
materiales mejor que mejor, no debe extrañarnos que los hijos, de pequeños
emperadores, se conviertan, cuando sean adultos en fieros dictadores que
siembren dolor allí donde vayan, empezando por los propios padres.
Octavi
Pereña i Cortina
23
de mayo 2016
¿ECUMENISMO A CUALQUIER PRECIO?
<b>Las religiones no llevan a Dios
y separan a los hombres. Sólo Jesucristo es el camino que lleva a Dios y
favorece la paz entre los hombres</b>
El problema de los falsos profetas no es
reciente. Es tan antiguo como la existencia del ángel de luz que se convirtió
en Satanás, el padre de la mentira des de su rebelión en los ámbitos
celestiales contra Dios que es la Verdad. En el campo terrenal Satanás se
convirtió en el Falso Profeta cuando introduciéndose en una serpiente que le
proporcionó cuerpo físico engañó a Adán y a Eva al despertarles dudas del amor
de Dios cuando éste les prohibió que comiesen del árbol de la ciencia del bien
y del mal porque morirían si así lo hiciesen (Génesis 2:17). Por la fe en
Cristo Dios es el Padre de todos los verdaderos cristianos. Por la fe
inconsciente en Satanás, este se convierte en el padre de todos los incrédulos
y de manera especial de los falsos profetas que se dedican a propagar la
mentira. De falsos profetas que se dedican a propagar la mentira los ha habido
en todas las épocas. Los profetas de Dios del Antiguo Testamento no se cansaron
de denunciarlos por la transmisión de mensajes engañosos que dañaban a quienes
los creían, sea individualmente, sea colectivamente.
En el Nuevo Testamento, Jesús que es la
Verdad, dice al pueblo: “Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos”
(Marcos 8:15). Los oyentes, que confunden la levadura con el pan que poco antes
habían comido, tiene que decirles: “¿Qué discutís porque no tenéis pan? ¿No
entendéis ni comprendéis? ¿Aún tenéis endurecido vuestro corazón? (v.17). Con
estas palabras Jesús recuerda a los judíos que vigilen las enseñanzas de los
dirigentes religiosos, que se guarden de las enseñanzas de los fariseos. Si no
hubiese sido por el endurecimiento de sus corazones habrían entendido que las
enseñanzas de los fariseos eran engañosas porque sabrían que la levadura era
símbolo del pecado.
Antes de ascender a los cielos Jesús encargó a sus discípulos que enseñasen a
todos los pueblos “que guardaran todas las cosas que os he mandado” (Mateo
28:20). El antídoto contra los falsos profetas es que las personas conozcan la
verdad de Dios que ha sido revelada. Desgraciadamente, mucha de la semilla que
esparcen los profetas de Dios cae al lado del camino. Es el mismo Jesús quien
explica el significado que tiene la semilla que se pierde: “Y los de junto al
camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la
palabra, para que no crean y se salven” (Lucas 8:12).
Siendo que solamente una cuarta parte de
la simiente que se esparce cae en buena tierra, “éstos son los que retienen la
palabra con corazón sincero y bueno y dan fruto con perseverancia” ((v.15). Ya que
son “muchos los llamados, mas pocos escogidos” (Mateo 20:16), la siembra de la
Palabra debe seguirse haciendo con perseverancia con la esperanza de que una
cuarta parte caiga en buena tierra. Como quiera que el hombre es responsable de
su destino eterno, el apóstol Pedro, entre otros, nos alerta de los falsos
profetas cuando escribe: “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo,
como también habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán
encubiertamente herejías destructoras, y aún negarán al Señor que los rescató,
atrayendo sobre si mismos destrucción repentina. Y muchas serán sus
disoluciones por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado” (2
Pedro 2:1,2). El apóstol Pedro dice que en el pasado hubo falsos profetas,
también nos alerta de que en la Iglesia habrá falsos maestros que tergiversarán
las enseñanzas que Jesús antes de su ascensión a los cielos mando a sus
discípulos que las sembraran en todos los pueblos (Mateo28:19,20).
13tv, la televisión de la Conferencia
Episcopal Española, popularmente conocida como la televisión de los curas, ha
difundido un video en el que el Papa con voz melosa dice: “La mayor parte de
los habitantes del planeta se declaran creyentes, esto debería provocar un
diálogo entre las religiones, no debemos dejar de orar por ellos y colaborar
con quienes piensan distinto”. A continuación, cuatro representantes de
religiones comparten su fe: “Confío en Buda”, “creo en Dios”, “creo en
Jesucristo”, “creo en Dios, Alá”. La voz papal con cadencia pausada, sigue
diciendo: “Muchos piensan distinto, sienten distinto, buscan a Dios o
encuentran a Dios de diversas maneras, en esta multitud, en este abanico de
religiones hay una sola certeza que tenemos para todos”. Después de decir:
“Todos somos hijos de Dios”, cada uno de los representantes de las cuatro
religiones dice: “Creo en el amor”. Finaliza así la disertación papal: “Confío
en vos para difundir mi petición de este mes, que el diálogo sincero entre
hombres y mujeres de diversas religiones conlleve frutos de paz y de justicia.
Confío en tu oración”.
Para los fieles católicos que desconocen
lo que dice la Biblia pueden encontrar muy bonitas las palabras del Papa porque
extasía escuchar palabras de amor universal. Pero en las Escrituras no se
encuentra el más pequeño pensamiento de que todas las religiones llevan a Dios.
Es muy taxativa: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad si los
espíritus son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.
En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo
ha venido en carne, es de Dios, y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo
ha venido en carne, no es de Dios, y este es el espíritu del Anticristo, el
cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora está en el mundo” (1 Juan
4:1-3). Solamente existe un camino para ir a Dios: Jesucristo. Cualquier
maestro, por respetable que sea, que enseñe lo contrario se convierte en un
profeta de Satanás, el padre de la mentira.
Octavi
Pereña i Cortina
SHAKESPEARE Y CORRUPCIÓN
Un comentario sobre Hamlet me ha
recordado el origen del monaquismo. Transcribo el comentario que sobre el
personaje creado por Shakespeare hace <b>Josep Maria Ruiz Simon</b> en su
escrito: La corrupción de Hamlet:
“Andrew Fitzmaurice argumentó muy persuasivamente que, a los ojos de los
contemporáneos del dramaturgo inglés, Hamlet no era un sujeto morbosamente
incapaz de actuar, sino un hombre que había decidido retirarse de una vida
cortesana podrida por la corrupción. Por una corrupción que, como había señalado
años antes <b>La Boéti</b>, tejía piramidalmente redes de intereses
que atrapaban en la servitud voluntaria aquellos que se acercaban y garantizaba
así la supervivencia del tirano. Seguir haciendo el loco para poder vivir
tranquilamente en la vida contemplativa o comprometerse políticamente
exponiéndose a luchar contra un régimen tiránico que por interés los
cortesanos hacían ver que consideraban
legítimo”.
La corrupción, especialmente la política,
está fuertemente enraizada en nuestro país y como descubren las informaciones
periodísticas el Ayuntamiento de Valencia al completo, falta la alcaldesa por
estar aforada, está imputado de corrupción. Redes mafiosas interconectan las
instituciones de manera que cuando se empieza a tirar del hilo no se sabe hasta
donde nos conducirá la investigación judicial.
Como cristianos no debemos dejarnos
atrapar en las redes de intereses clientelistas que garantizan la supervivencia
de los caciques y, de la corrupción. He dicho que el comentario que hace
<b>Josep Maria Ruiz Simon</b> de Hamlet me ha llevado a pensar en
el origen del monaquismo. El monaquismo cristiano nació en el siglo IV en
Egipto y fue fruto de un gravísimo error. Los cristianos, debido a la
degeneración de la fe, para evitar que la corrupción generalizada pudiese
corromperlos a ellos se retiraron en zonas desérticas en donde fundaron
comunidades gobernadas por estrictas normas ascéticas. No es necesario llevar
gafas para ver que la corrupción se instaló en aquellas sociedades que
pretendían eludirla, pues, el hombre, debido al pecado que es portador hace
florecer la corrupción doquiera se encuentre.
La historia del monaquismo está atiborrada de fechorías tanto o más graves que
aquellas que se cometían en los lugares que abandonaban para eludirla. Los
cristianos no debemos retirarnos a lugares solitarios por miedo de que la
corrupción social nos infecte. No es este el propósito que tiene Jesús al
llamarnos a su servicio: “Vosotros sois la luz del mundo, una ciudad asentada
sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el
candelero, y alumbra todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz
delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a
vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5: 14-16).
El cristiano no
alumbra con luz propia. Jesús lo ha dejado bien claro cuando dice: “Yo soy la
luz del mundo, el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz
de la vida” (Juan 8:12). De alguna manera el cristiano se asemeja a la luna que
refleja la luz del sol, irradia la luz del Sol de justicia que es Jesús la luz
del mundo.
Jesús dice que los cristianos son la luz
del mundo.¿Qué debe hacerse con esa luz que son? Jesús los compara con un candelero
que se coloca en un lugar elevado para que ilumine la casa y los presentes no
se encuentren a oscuras. Una persona cuando se convierte a Cristo a pesar de
que sigue estando en este mundo ya no pertenece a este mundo Lo deja en el
mismo lugar en que se encontraba en el momento de su conversión a Él para que
diga a sus familiares y amigos lo que el Señor ha hecho con él. Al compartirlo
refleja la luz divina que hay en él y así las personas de su entorno tienen la
posibilidad de convertirse a Cristo y
convertirse en candiles que alumbren en espacios que hasta aquel momento
permanecían en la oscuridad.
La corrupción no se arranca de raíz con
leyes que la prohíban. <b>Muhammed
Yanus</b>, pionero del micro crédito, fundador de Graneen Bank y Nobel de la Paz, dijo: “Todo el mundo me pedía que
hiciese un paso hacia delante e intentase servir a mi país en política. Empecé
a hacer pasos, tímidos primero, y después ya más decididos. Cuando iba a
anunciarlo oficialmente, desistí porque vi. que se llenaba de corruptos. Los
políticos deshonestos me habían envuelto buscando que mi proximidad los
rehabilitara ante la gente. Así que renuncié a fundar un partido y seguí
dedicándome a aquello que mejor sé hacer: generar oportunidades para los
ciudadanos.
Vende decir que se va a luchar contra la
corrupción. Los partidos regeneracionistas que pretenden expulsar la corrupción
de las instituciones fracasarán en el intento aún cuando sea motivado con las
más sanas intenciones porque la
corrupción es inherente en la persona no convertida a Cristo. La conversión a
Cristo hace del hombre por naturaleza corrupto una persona nueva. La persona
que era guiada por Satanás, el padre de la corrupción, en Cristo tiene como
Padre al Padre celestial y como hijo de tal Padre ama y persigue la justicia.
Vista la situación actual, los cristianos no podemos aislarnos del mundo.
Debemos vivir en él e implicarnos socialmente, actuando como candiles que
puestos en lugares altos alumbren en medio de una sociedad que vive envuelta de
espesas tinieblas espirituales e incapaces de salir de ellas si no es porque la
luz de Cristo resplandezca en sus corazones.
Octavi
Pereña i Cortina
16
de febrero 2016
ACOSO
<b>El mejor remedio contra el acoso
es refugiarse bajo las alas del Todopoderoso que protege de los
enemigos</b>
Tres niños de 9 y 10 años del colegio
infantil Alric de Cassà de la Selva fueron expulsados durante una semana del
centro por acoso de un compañero de clase. El hecho no nos debería causar
sorpresa debido a que a menudo los medios se hacen eco de este hecho. Lo que
sorprende es lo siguiente: “La expulsión de los niños no habría gustado a los
padres que amenazaron con denunciar al
centro. Las discrepancias con el equipo directivo serían más de forma que de
fondo ya que los padres entienden que los hijos se merecían una sanción”
(Silvia Oller).
Por una cuestión de forma que no de fondo
a pesar de que los padres entendían que sus hijos sí que se merecían una
sanción, estaban dispuestos a denunciar al centro. Creo que en vez de amenazar
a la escuela por la sanción impuesta a los hijos, los padres deberían haber
reforzado el castigo impuesto por la dirección del centro. Los padres son los
primeros responsables de la educación de los hijos y que no deben escamotear su
deber. Según Silvia Oller los niños no solamente acosaban a la víctima “durante
las horas lectivas sino que también lo hacían con mensajes por WhatsApp”. ¿Es
que los padres no supervisaban lo que los hijos hacían con sus whatsApps? ¿Es
que deben ser terceras personas las que deben avisarles del comportamiento
incívico de sus hijos? Es muy fácil condenar a la escuela. La escuela no es la
responsable del comportamiento de los hijos, es cuestión de crianza, de
responsabilidad de los padres. No se puede menospreciar el impacto del acoso y
más cuando en medio se encuentra WhatsApp y otros artilugios electrónicos que
permiten mandar mensajes a los acosados a deshoras, cuando las víctimas se
encuentran solas en la habitación. Este bombardeo constante de mensajes que
atentan contra la integridad de las personas puede ser devastador. De hecho, se
dan demasiados casos e intentos de suicidio. Los acosadores pueden esconderse
detrás del teclado de su WhatsApp y escribir lo que les parezca,
desentendiéndose de las consecuencias que puedan tener en los acosados. Pero el
asedio tiene un efecto bumerang. Lo que se cuelga en red prácticamente es
indeleble y más pronto o más tarde siempre pasa factura. El efecto bumerang se
puede presentar en el momento menos deseado. A veces el efecto indeseado se
presente a la hora de buscar empleo.
Enseñar autoestima es como un cuchillo de
dos filos. Por un lado puede ser positivo. Por el otro, puede provoca narcisismo.
La autoestima debe enseñarse con cordura. Los niños narcisos suelen ser los que
acosan. ¡Cuidado, pues, con el tú res el mejor!
El acoso es una forma de violencia y si
en los hogares existe violencia, ¿no es lo más lógico que el ambiente que el
niño respira en familia se refleje en sus relaciones con sus compañeros? La
nuestra es la cultura de la humillación y todos los momentos son buenos para
practicarla. “Las palabras del difamador son como bocados suaves, y penetran
hasta las entrañas” (Proverbios 18:8).
La humillación real o virtual puede
hacerse insoportable. Las víctimas necesitan soporte. Las personas allegadas a
ellas son las primeras que deben dárselo, pero, si no han sido previamente
consoladas en una situación parecida,
¿cómo podrán consolar a sus hijos que sufren? Generalmente, el consuelo que se
presta a los afectados por el acoso es parecido al que los amigos del patriarca
Job le dieron en su aflicción. En vez de consuelo lo que recibió fueron
palabras desafortunadas que incrementaron el dolor del afligido. Dado que los
consoladores humanas muchas veces fracasan en su intento de ayudar, quienes
atraviesan por momentos de aflicción deben recordar que Jesús el “Varón de
dolores” que sufrió en su propia carne, entre otras cosas el acoso por parte de
un íntimo que formó parte del grupo de los doce apóstoles y que gozó de de
profunda intimidad con Él, por experiencia propia conoce los sentimientos y el
dolor que padecen los acosados. Por el hecho de que Jesús también es Dios puede
curar las heridas que el acoso produce en el alma sin dejar cicatrices que
alarguen el sufrimiento. El salmista “que habita al abrigo del Altísimo mora
bajo la sombra del Omnipotente” (Salmo 91:1) dice que si los acosados
encuentran en el Señor el refugio y la fuerza que necesitan “no temerán el
terror nocturno, ni flecha que vuele de día, ni pestilencia que ande en
oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya” (vv. 5,6). Sin la
protección del Señor omnipotente, por excelente que pueda ser la atención
psicológica que pueda recibir el acosado, no protege como debiera de los
ataques de los crueles.
Octavi
Pereña i Cortina
21
de junio 2016
SELFIES
<b>La tecnología de la comunicación
se desarrolla rápidamente pero las personas que deben utilizarla no están en
condiciones de hacerlo debidamente</b>
Estamos inmersos en la cultura de la
imagen. Antes de aparecer la fotografía la reproducción de la imagen se hacía
de manera artesanal, siendo pocos
quienes podían tener un óleo que inmortalizaba
a la persona que se podía permitir el lujo de tenerlo. Hoy, con la
fotografía digital y la colaboración de las
nuevas tecnologías, la imagen se ha socializado y puesta al alcance de una gran
mayoría de personas a un pecio asequible para todas las economías. Este
abaratamiento, la facilidad de reproducción y de difusión de la imagen crea un
grave problema. La tecnología digital aprovechándose de la necedad humana ha
creado un monstruo que amenaza con tragarnos. La tecnología digital que puede
ser un buen medio de comunicación si se hace un buen uso, se ha convertido en
una fuente de desórdenes mentales.
Ahora se ha puesto de moda el
<i>selfie</i>, el autorretrato que uno se hace con el móvil de las
partes más diversas del cuerpo y que se envía al amigo/a. Aquí se termina la
privacidad. La foto se reenvía a círculos más amplios y si esta foto expone
intimidades corporales su difusión provoca trastornos mentales que pueden
llegar hasta la inducción al suicidio. La inconsciencia conciente suele terminar mal. Algunos tipos de fotos no
deberían haberse hecho nunca y menos enviarlas a personas por más íntimas que sean porque la amistad en general
se rompe en santiamén. Entonces, el receptor de las imágenes que comprometen
las divulga y una vez colgadas en la red es casi imposible detener su difusión.
Estas imágenes pueden ser motivo de <i>bullying</i> y de problemas
a la hora de buscar trabajo.
¿Por qué se hacen
<i>selfies<7i> y se envían? Sencillamente porque todos llevamos una
cierta dosis de narciso. La complacencia excesiva en las cualidades propias u
obras. Estas supuestas virtudes no pueden quedarse arrinconadas en la
buhardilla, se deben publicar, se les debe dar difusión. Entonces llegan los
aduladores que te dicen: ¡Qué bien has quedado! El ego se hincha y, poco a poco
los <i>selfies</i> se hacen más atrevidos y los estragos se hacen
irreparables. Personas expertas en el tema que tratamos no se cansan de repetir
que debe tenerse mucho cuidado de no enviar fotos íntimas que pueden deslumbrar a los
receptores por los encantos que reproducen del remitente.
Los <i>selfies</i> comparten
escenario con la moda, la industria de la cosmética y de la cirugía plástica
que se encargan de estimular al narciso que todos tenemos escondido en las
profundidades del alma. El retrato que puede hacerse del narciso es el de una
persona que se cree muy hermosa externamente pero que en realidad, internamente
es tan fea como los cacharros que se tienen arrinconados en la buhardilla. El
narciso es una persona obsesionada consigo mismo, que sueña grandezas, que
posee muy poca empatía porque en su interior sólo hay espacio para su ego que
por cierto crece como la espuma. Bajo la
capa de una autoestima muy exagerada, el narciso guarda sentimientos de
inseguridad y de insuficiencia que impulsan el salto hacia el resbaladizo mundo
del éxito y de la fama, siendo los <i>selfies</i un instrumento idóneo
para realizarlo.
Los <i>selfies</i> revelan la
personalidad narcisista de quien lo envía. Esta revelación pone a los niños y
adolescentes en manos de los desaprensivos que detrás de la máscara de la
amistad y con el falso propósito de ayudarlos, los incitan apoyándose en el
reconocimiento que buscan a que les manden fotos sexy hasta llegar al desnudo total.
Es entonces cuando los malhechores se quitan la careta poniendo al descubierto
suverdadera personalidad perversa. Con el material gráfico que revela las
intimidades corporales de los jóvenes incautos se quieren aprovechar de ellos
con las amenazas de colgar en la red el material gráfico de que disponen si se
niegan a seguir el juego. Perseguir la fama se ha convertido en una pesadilla.
Ser narciso es un mal compañero de viaje
ya que produce muchos quebrantos y el rechazo de las personas de su entorno. Ya
en la época apostólica la iglesia tenía conflictos internos debido al uso
indebido de los dones que el Señor le otorgaba para su correcto funcionamiento.
Se daban frecuentes escaramuzas para sobresalir de los otros. Eran muchos
quienes querían ser los números 1 en la iglesia. El apóstol Pablo en la carta que escribe a los cristianos de
Roma les dice: “Digo pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está
entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener,
sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió
a cada uno” (Romano 12:3)
El narcisismo es la consecuencia de
querer neutralizar la inseguridad íntima con la falsa imagen de la autoestima.
Dado que la autoestima no aporta seguridad interior se intensifican los
esfuerzos para conseguirla, con lo cual, la enfermedad se agrava hasta la
aparición de los casos sonados que nos muestran los medios de comunicación. Cristiano
Ronaldo es uno de ellos.
El narciso que todos llevamos dentro se
debe al pecado que provoca que tengamos “un más alto concepto de nosotros
mismos que el que debemos tener”. Volvamos a los niños y adolescentes y el
peligro que representan los <i>selfies</i>. Una correcta educación
en la fe cristiana es la medicina que curará a niños y adolescentes del narciso
que llevan dentro dada su condición de pecadores. La fe en Cristo, no en la
Iglesia, ni en sus doctrinas, es el secreto debido a que el espíritu humilde de
Jesús se desarrolla en su interior y los
libera de la imperiosa necesidad de querer destacar por encima de los otros.
Pretender ser el número 1 ya no es una necesidad. Poseyendo a Jesús les sobra
el protagonismo.
Octavi
Pereña i Cortina
28
de junio 2016
CREACIÓN SIN DIOS
<b>La inmadurez espiritual hace
creer que la maravilla de la creación es una casualidad ocurrida hace millones
de años</b>
¿Podemos hacer de la nuestra una realidad
sin Dios? <b>Ramón Drudis i Mauri</b> en su escrito <i> “La
nuestra realidad sin Dios”</i> , dice que sí se puede. De hecho, son
muchos quienes la viven. ¿A qué precio? Para muchos “si dios es un paradigma
abstracto correspondiente al medio físico, a las leyes de la naturaleza, el
dios de los filósofos, entonces no tengo ningún problema con este dios. Pero si
se trata de un ser trascendente, creador del universo, omnipotente, un
sabelotodo que te escucha cuando rezas y te castiga cuando peques, entonces
tengo un problema” (<b>Ramón Drudis i Mauri</b>), entonces no se
tiene necesidad del Dios creador y salvador. Así es como el hombre se convierte
en su propio dios.
“Puestos a pensar”, dice
<b>Drudis</b>, “cómo es posible que un Dios omnipotente, la
sustancia comuna de todos los seres y de todas las cosas, permita la muerte de
recién nacidos y jóvenes, las cruzadas, la guerra santa o jyhad y el hambre en
los países pobres?” Es la excusa del mal pagador: Dios es el culpable de
nuestros males y así pretendemos eximirnos de nuestra responsabilidad. De este
supuesto Dios cruel, asesino, responsable de todos nuestros males, ni oír
hablar de Él. <b>Ramón Drudis </b> que como astrónomo examina el
universo con la ayuda de potentes telescopios no sabe ver a Dios en la
maravilla del macro cosmos, llega a la conclusión que “es una especie de
<i>senedios</i> (sin necesidad de dios), y no porque haya probado
la inexistencia de dios, sino porque todo este esquema religioso atenta contra
mi integridad, mi libertad y mi dignidad como ser moral y autónomo”. El apóstol
Pablo dice de aquellos que viendo la creación que manifiesta la existencia de
Dios reniegan de Él: “profesando ser sabios, se hicieron necios” (Romanos
1:22).
Está claro <b>Ramón Drudis
</b> es evolucionista y por eso escribe: “Hoy las creencias religiosas
llevan miles de años de ventaja por lo cual se han adentrado en nuestra
cultura, tradiciones e instituciones. Fue en la juventud en que la humanidad
fue hechizada con la idea religiosa, ya que no había llegado la edad de la
razón”. El astrónomo nos viene a decir que quienes creemos en Dios es porque
todavía quedan en nosotros reminiscencias del pasado prehumano existente antes
de la llegada de la edad de la razón. “Dios fue creado”, dice, “a imagen del
hombre, específicamente hombres de sociedades primitivas que se espantaban por los rayos, erupciones
volcánicas, terremotos, eclipses y cometas del cielo”. Los homínidos prehumanos
que todavía no tenían la razón, para protegerse del miedo que les provocaba la
naturaleza desenfrenada se inventaron la
idea del dios protector, ¡Ay,un ser
irracional razonando porque según <b>Ramón Drudis </b> todavía no
había llegado la edad de la razón!
No señor <b>Drudis</b>, Dios
no es el invento de seres irracionales atemorizados. Dios ya existía antes de
la creación y fue Él quien creó al hombre a su imagen y semejanza aún cuando usted crea que fue el hombre quien
creó a Dios a su semejanza, es decir, con todos los defectos y pasiones como
los dioses de la mitología griega clásica. ¿Qué sentido tiene creer en un dios
que posee todas las debilidades humanas? Los dioses que se fabrican los hombres
son el resultado de que no teniendo la ayuda del Omnipotente, impulsados por la
superstición, se fabrican dioses de oro, plata, metales preciosos que poseen
ojos que no ven, oídos que no escuchan, pies que no andan y que para
desplazarse tienen que ser sujetos sobre plataformas arrastradas por los
hombres. Estos son los dioses en que creen quienes no tienen fe en el Dios
omnipotente creador de todo lo existente.
Usted señor <b>Drudis</b> no
puede creer en el Dios que revela la Biblia debido a que no puede entender que
este Dios permita las fecharías que usted denuncia. Pero usted no se da cuenta
que la razón que le ha dado Dios para poder investigar el cosmos lo ha
convertido en un no necesitado de Dios, que ha divinizado la razón que le hace
a usted un ser racional, pensante. Usted se ha convertido en un idólatra que no
adora una imagen a semejanza humana, ni al sol, ni a la luna, ni a ríos, ni a
árboles. Pero es un idólatra de algo invisible : la razón y la consecuencia de
su idolatría puesta al día no le permite entender como un Dios omnipotente
puede permitir que suceda todo aquello que denuncia.. Todo lo que usted condena
yo también lo condeno. Divergimos en su origen. Usted culpa a Dios de que
siendo omnipotente, las consiente. Yo culpo al hombre porque se ha apartado del
Creador y en vez de acatar las leyes que son fruto de su soberanía y legisladas
para el buen funcionamiento de la creación, incluso del hombre, se insubordina
contra su autoridad y, dejándose guiar por la razón defectuosa debido a su
desobediencia toma decisiones que conducen a la caótica situación en que
vivimos.
Dios no ha creado al hombre autómata. Lo
ha diseñado con la capacidad de tomar decisiones. La capacidad de decidir la
utilizó por primera vez cuando escogió comer el fruto del árbol prohibido.
Nadie le obligó a hacerlo pero el resultado fue que perdió la comunión con
Dios, siendo el resultado la siembra de la semilla de la idolatría con sus
diversas manifestaciones: burdas, artísticas, científicas.
Regresemos a la astronomía que es el tema
que ahora nos interesa: “Las cosas maravillosas de Él, su poder eterno y su
divinidad, son claramente visibles desde la creación del mundo y se entienden
por medio de las cosas creadas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo
conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que
se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios
incorruptible en semejanza de imagen…Y como ellos no aprobaron tener en cuenta
a Dios, Dios los entregó a una mete reprobada para hacer cosas que no
convienen, estando atestados de toda injusticia…” (Romanos 1:18-32). Doy la
razón a <b>Ramon Drudis</b>: Dios permite todas las cosas que describe
el texto pero no porque se desentienda del hombre. Todo lo contrario, siendo
como es un Dios justo, castiga como se merece la infracción a la ley que como
Creador ha legislado. Dios no es un Ser arbitrario.
Octavi
Pereña i Cortina
26
de abril 2016
ESCÁNDALO POLÍTICO
<b>La transparencia sin paliativos
es el elemento que falta en la actividad política</b>
España es un desgobierno y los políticos
que deberían poner orden en el desbarajuste creado se limitan a culparse
mutuamente, evitando proclamar un sincero <i>mea culpa</i> porque
todos ellos tienen un cierto grado de responsabilidad por la situación creada.
En vez de mirar la mota que hay en el
ojo del opositor, deberían hacer una mirada al propio ojo y descubrirían que en
él hay una descomunal biga. Si la responsabilidad del otro por el desbarajuste
existente es grande, la propia es monumental. ¿Qué ocurre que los políticos
tengan tan poco de entendimiento y dejen
de comportarse como niños mal criados? ¿De qué sirve sentarse en la mesa de
negociación si todo acaba en desacuerdos? ¿Tan difícil es ver los graves
problemas que tiene el país y que necesitan una solución urgente? La soluciones
a medias con el fin de contentar a las
partes que negocian, no resuelven los problemas planteados, todo lo contrario,
alargan la agonía y el bienestar social se resiente.
La mayoría de los adalides políticos son
universitarios. Poseen una esmerada educación académica, pero no han aprendido
a resolver problemas. Las soluciones que aportan agravan todavía más los embrollos
creados. Les falta cordura para deshacer los desatinos cometidos porque miran
los asuntos de Estado desde la perspectiva egoísta de los intereses personales
y de partido. Proclaman a los cuatro vientos un patriotismo en el que no creen,
cuando realmente en lo que creen es en favorecer a los lobbys que los apoyan
desde la trastienda y en conservar la poltrona. El interés por la ciudadanía
solamente son declaraciones vacías de contenido.
España sigue estando con un gobierno de transición y los
políticos que aspiran a gobernarla solamente aspiran a consolidar sus prebendas
sin importarles lo más mínimo los sacrificios a que someten a la población
debido a los recortes a que la han sometido para proteger a la banca y al
saqueo de las arcas públicas debido a la corrupción sin entrañas.
Ni el PP, el partido más corrupto de
todos, que debería entonar un sincero <i>mea culpa</i> por el
desvalijo a que ha sometido las arcas públicas, ni los partidos que optan por
alcanzar el gobierno, con su silencio respecto a este tema, dan a entender que
poco les interesa acabar con ella. Los ciudadanos tenemos la sensación de que
deberemos seguir pagando el peaje que conduce a la devaluación del estado del
bienestar: Sanidad, educación, servicios sociales…Todo ello bajo mínimos.
En tanto sufre la población, los
candidatos a gobernar España acusándose mutuamente. En un momento en que la
salud y las vidas de millones de españoles se encuentran en peligro, sobran las
buenas palabras. Lo que falta son obras. La voluntad de regenerar España se
manifiesta andando en la justicia social, no hablando de ella. Las palabras se
las lleva el viento. Estrechando las manos al salir de una negociación para la
foto, no es garantía de que se realice el acuerdo pactado. Los políticos se aprovechan
de la credulidad de los ciudadanos que siguen poniendo las papeletas en las
urnas que les da legalidad a su gestión política. España tiene los gobernantes
que se merece.
La manera de hacer política no solamente
en España. Europa también está sumergida en un lodazal de corrupción y de
incompetencia del que no se sabe como salir. La tendencia hacia la
desintegración europea deje de ser una amenaza dependerá del concepto que se
tenga del ser humano. Joan Fontrodona, dice: “La manera de dirigir será diferente
si entendemos que el ser humano es un animal evolucionado que se mueve por
instintos, o es un elemento que tiene sentido en función de un todo, o es un
ser que merece ser tratado con cierta dignidad, o incluso si es una criatura
hecha a imagen y semejanza de Dios”. Si se tuviese el concepto de que todas las
personas son creadas a imagen y semejanza de Dios se tendría una manera muy
distinta de gobernar y de dirigir las empresas ya que esto implicaría tratar a
las personas con la dignidad que se mecen.
Desgraciadamente, el concepto del ser
humano creado a imagen y semejanza de Dios hoy no es políticamente correcto o,
dicho con otras palabras, ahora no toca. A la persona se la tiene como el
resultado de la evolución con lo cual se la considera como un objeto de usar y
tirar. La explotación del hombre por el hombre es la consecuencia de dicha
filosofía. ¿Qué explicación se le da a la explotación a que se somete a los
trabajadores en las fábricas textiles y en las minas en los países
subdesarrollados que permite que sus propietarios puedan ocupar los primaros
puestos en el ranquing de las fortunas más grandes del mundo?
La tendencia de la explotación del hombre
por el hombre solamente se podrá invertir en el momento que se considere al
hombre como un ser creado a imagen y semejanza de Dios, lo cual, sólo será
posible si se deja e creer que el hombre es un producto de la evolución y que
ha sido creado por un Ser preexistente a la creación. Es sorprendente que
muchos con <b>Joan Drudis i
Mauri</b> digan que “somos una manera de sin necesidad de Dios y no
porque hayan demostrado la no existencia
de Dios”. En tanto esta sea la creencia generalizada será imposible
poner fin a la explotación del hombre por el hombre.
Octavi
Pereña i Cortina
15
de marzo 2016
¡PASCUA!
<b>La religiosidad tradicional no
es la mejor manera de ser obedientes a las instrucciones divinas</b>
Cada día es el apropiado para hablar de
Jesús porque nunca se sabe si será la última oportunidad de oír hablar de su
perdón. El mensaje que transmite la llamada Semana Santa no es realmente el
Evangelio. La verdad del Evangelio la oscurecen las tradiciones que se han ido
añadiendo a lo largo de los siglos al relato evangélico de la pasión de Jesús,
dejando a las personas que necesitan saber la verdad en una casi total
oscuridad. Vayamos al relato en que Lucas describe el momento crucial de la
vida de Jesús que es su crucifixión para perdonar los pecados del pueblo de
Dios.
Alos ojos de la muchedumbre tres
malhechores cuelgan es sus respectivas cruces rodeados de un populacho que
vociferaba sediento de sangre que se ha reunido para disfrutar viendo como tres
hombres mueren con grandes sufrimientos. No es el lugar más idóneo para
entablar una conversación y menos de carácter espiritual que tiene que ver con
la salvación. Si esta reunión la hubiesen convocado los protagonistas no
habrían escogido lugar tan impropio en que no se daba la necesaria intimidad y
rodeados de una ensordecedora multitud. Pero la reunión no la han convocado los
hombres, es Dios quien ha predeterminado
desde antes de la creación del mundo, el lugar y el momento: La Pascua en que
tenia que morir Jesús para salvación del pueblo de Dios.
Los soldados romanos que vigilaban el
escenario, que se distraían jugándose a los dados las pertenencias de Jesús
(Lucas 23:3-7) se burlaban de Él diciéndole: “Si eres el Rey de los judíos
sálvate a ti mismo”, ignorando que estaban diciendo una gran verdad: Jesús es
el rey de los judíos y, más concretamente Jesús es el Rey del Reino de Dios
cuyos ciudadanos lo son tanto judíos como gentiles que le reconocen como Rey.
Es posible que tanto el mensaje escrito y
clavado en la cruz sobre la cabeza de Jesús como las palabras de los soldados
llegasen a oídos de los dos malhechores estimulase a uno de ellos a dirigirse a
Jesús de manera ultrajante, diciéndole: “Si tu eres el Cristo sálvate a ti
mismo y a nosotros” (v. 31). El escenario pone de manifiesto lo misterioso que
son los caminos del Señor. Uno de los
crucificados se burla de Jesús en tato que el otro reprende a su compañero de
fechorías, diciéndole: “¿Ni aún temes a Dios, estando en la misma condenación?”
(v.40). El Espíritu Santo que de manera imperceptible rearguye los pecados le
inspira a confesar su condición de pecador: “Nosotros, a la verdad justamente
padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos, mas éste ningún
mal hizo”(v.41). ¡Qué admirable es la gracia de Dios que en un segundo cambia la manera de pensar de un hombre! Un
bandido acostumbrado a la violencia y que es muy posible que la justificase con
“se lo merecía”, a punto de morir reconoce que el terrible sufrimiento que retorcía su cuerpo se lo merecía por sus
hechos delictivos cometidos.
Es más, reconoce que sus fechorías no las
cometió únicamente contra los hombres. Admite que previamente las había
realizado contra Dios. Aquel hombre que nunca había admitido haber hecho nada
malo se humilla ante Jesús y le ruega. “Señor, acuérdate de mí cuando vengas en
tu reino” (v.42). El mismo Jesús que había dicho: “Los sanos no tienen
necesidad de médico, sino los enfermos…Porque no he venido a llamar justos,
sino a pecadores al arrepentimiento” (Mateo 9: 12,13), ¿no perdonará a aquel
hombre que sufre a su lado y que humildemente le pide: “Señor, acuérdate de mi
cuando vengas en tu reino”? Jesús le responde garantizándole su salvación
eterna: “En verdad te digo: Hoy estarán conmigo en el paraíso” (v.43).
No todos los pecadores que se acercan a
Jesús lo hacen poco antes de exhalar el último aliento. Muchos lo hacen años
antes de su fallecimiento, pero a todos que le piden que se acuerde de ellos
cuando venga en su reino, reciben la misma respuesta: “Estarás conmigo en el
paraíso”.
A lo largo de los siglos se ha ido
degradando la celebración de la Pascua, haciéndolo con mucha bulla religiosa,
pero ignorando su significado. El apóstol Pablo nos dice que no debe celebrarse
dejando que la “levadura leude toda la masa” (1 Corintios 5:6), es decir, que
el pecado sin haber sido perdonado por la sangre de Jesús presida la
celebración: “Limpiaos, pues de la vieja levadura, para que seáis nueva masa,
sin levadura como sois, porque nuestra Pascua que es Cristo, ya fue sacrificada
por nosotros. Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la
levadura de malicia y maldad, sino con panes
sin levadura, de sinceridad y de verdad” (vv. 7,8). El apóstol nos dice: si
Cristo ha muerto por nuestros pecados, ¿cómo podemos seguir viviendo en ellos?
Nuestra vidas deben ser ázimas, es decir, panes sin levadura proclamando al
mundo que la sangre que Jesús derramó estando colgado en la cruz verdaderamente
“ha lavado nuestros pecados” (Apocalipsis 1:5).
Si no se da la evidencia de que Jesús ha
lavado todos nuestros pecados con su sangre, no debe extrañarnos que sean
muchos quienes al ver nuestro comportamiento tan poco edificante tomen la
decisión de no querer saber nada del Jesús que anunciamos con nuestros labios y
que negamos con nuestros hechos. “¡Ay de aquellos que hacen tropezar a uno de
estos pequeñitos!” (Lucas 7:2).
Octavi
Pereña i Cortina
23
de marzo 2016
EDUCACIÓN PARA LA CONVIVENCIA
<b>Los actos cometidos en Madrid
por algunos seguidores del club holandés PSV Eindhoven son el resultado de una
educación carente de valores morales y éticos</b>
¿Qué fue primero el huevo o la gallina?
Si creemos que la gallina y su compañero el gallo son creación de Dios es
lógico pensar que primero fue la gallina y después el huevo fecundado por el
gallo que permite su reproducción. ¿Qué tiene que ver la gallina y el huevo en
un escrito que tiene el propósito de reflexionar sobre la educación para la
convivencia? Pienso que tiene algo que decirnos.
¿Por qué existe la violencia? ¿Por qué se
dan casos de acoso físico y sexual en edad cada vez más primeriza y que se
alarga hasta el final del peregrinaje por este mundo? ¿Qué hace que el ser
humano se incline hacia la violencia desde que es un bebé? Desconozco si el
lector se ha hecho alguna vez estas preguntas. De todos modos intentaré darles
respuesta.
El hombre ha sido creado por Dios a su
imagen y semejanza. Primero creó a Adán y de éste Eva. Esto quiere decir que
toda la humanidad desciende de Adán. La teoría de que el hombre aparece en
diversos lugares de la Tierra sin mantener ningún vínculo entre ellos, no ayuda
a comprender el problema de la violencia generalizada por doquier. Debido a que
según la Biblia todos descendemos de Adán, su descendencia debería ser a su
imagen y semejanza, es decir, inclinada a hacer el bien. Antes de que naciese
su primer hijo que fuese semejante a ellos sucedió algo que alteró la
naturaleza humana inclinada a hacer el bien.
Por instigación de Satanás y la mediación
de Eva, Adán de quien procede toda la humanidad comió el fruto del árbol que
Dios le había prohibido comer. Su desobediencia a Dios tuvo unas consecuencias
desastrosas para toda su descendencia que no refleja la bondad inicial en que
fue creado sino que le transmite una nueva naturaleza maligna. El primer acto
violento que se dio en la Tierra fue el de Caín matando a su hermano Abel. Este
fratricidio que fue motivado por cuestión religiosa fue la primera guerra de la
religión que se ha venido repitiendo hasta nuestros días.
La gallina (el varón) se reproduce según
su naturaleza inclinada al mal. Dios, el ofendido por la desobediencia de Adán tenía
previsto darle la vuelta a la tortilla. La amistad con Dios perdida por la
desobediencia se puede recuperar si se hace caso al plan previsto por Dios.
Dios mata a unos animales con cuyas pieles cubre la desnudez que avergonzaba a
Adán y Eva. Estos animales representan a Jesús que muere en la cruz, la sangre
del cual limpia todos los pecados de quienes creen en Él. A partir de aquí se
pone a disposición del hombre la posibilidad de recuperar la imagen y semejanza
con Dios que se había perdido. Desde la conversión a Cristo se inicia el
proceso hacia la recuperación de la perfección del Padre celestial que
alcanzará su plenitud en el día de la resurrección con el retorno de Jesús
glorioso para llevarse a los suyos al Reino celestial.
Volvamos al presente. La gallina (el
varón) por reproducción fisiológica sigue llevando al mundo descendientes
inclinados a hacer el mal. Como seres racionales que son los humanos Dios les
ha dado la posibilidad de cambiar la manera de ser sus descendientes. Esto es
posible conseguirlo si los padres enseñan a sus hijos la buena noticia de que
por la fe en Jesús muerto y resucitado pueden recuperar la naturaleza divina
perdida que inclina a hacer el bien a la persona que la posee.
La buena educación es imprescindible en
la lucha para erradicar la violencia que se manifiesta en las diversas etapas
de la vida.
Dos jóvenes de Linyola, pueblo de la
provincia de Lleida, de 15 y 18 años
agredieron con una barra de hierro a un profesor del IES Ermegol IV de
Bellcaire d’Urgell. Los hechos se remontan al día anterior cuando el docente
riñó a una alumna de 4º de ESO “por haber molestado durante el ejercicio de una
actividad”. Al finalizar las clases el padre de la adolescente se presentó en el centro escolar y provocó un alboroto
con el maestro, a quien llegó también a agredir. La manera de educar de dicho
padre no fue la correcta. Se comportó como un padre no convertido a Cristo que
reproduce su naturaleza mala inclinada a la violencia. Este caso del padre que
arremete contra un maestro por haber reñido a su hijo/a no es el primero.
Desgraciadamente tampoco será el último.
Se da mucha educación envenenada debido a
que los padres transmiten a sus hijos las inclinaciones perversas que hay en
ellos. En palabras de Jesús tienen como padre el diablo y sus deseos quieren
hacer (Juan 8:44). En la educación de los hijos los padres no convertidos a Cristo transmiten
el espíritu homicida y mentiroso de su padre el diablo que se cobija en sus
almas.
El hijo, la hija es una promesa que se
puede cumplir o descarriar. Cuando vemos a un bebé durmiendo placidamente en su
cunita acostumbramos a decir: ¡Qué guapo es, si se parece a un angelito! Pasan
los días, los meses, los años y el angelito se convierte en un/a adolescente de 15 ó 18 años que con una
barra de hiero arremete contra un maestro que se atreve a reñir a su amigo/a
que había estorbado el desarrollo de la clase. La evolución de ángel a demonio
debería de ser tema de sincera reflexión. La educación basada en la filosofía
que nace de la idea de que no existe ni Dios ni Satanás no es la más adecuada
para combatir la violencia que tantos disgustos nos causa.
Los padres convertidos a Cristo educan a
sus hijos en la fe cristiana. Les inculcan la necesidad de convertirse a
Cristo, hecho que los convertirá en nuevas criaturas que facilitará su
educación porque serán sensibles a la Palabra de Dios. Éstos son los padres que
no se limitan con dar vida biológica ya que enseñan a sus hijos a vivir la vida
abundante que se recibe de Cristo. Este es el modelo de educación que falta en
la lucha contra la violencia de las mil caras. Las características que los
niños deben poseer para poder la sociedad de mañana no se adquieren
casualmente, son el resultado de unos padres diligentes en la educación y
piadosos en su manera de vivir.
Octavi
Pereña i cortina
5 de
abril 2016
¿QUÉ ES EL OTRO?
<b>¿Es el otro un animal que por
evolución ha alcanzado la apariencia humana? ¿O es un verdadero hombre como
yo?</b>
Refiriéndose a los hechos acaecidos en
Madrid cuando un grupo de seguidores del PSC Einhoven humillaron a unas mujeres
rumanas de raza gitana que mendigaban, <b>Gerardo Carrete</b> de
SOS Racismo, dijo: “Desgraciadamente no es una novedad que seguidores del
fútbol y de otros deportes tengan actitudes racistas en forma de cánticos en
los estadios, pancartas e incluso
agresiones que se han dado en algún momento”.
El racismo es un intento de deshumanizar
al otro. Los zulúes consideran a los miembros de las otras tribus
<i>animales</i> y se reservan para ellos el titulo de
<i>hombres</i>. Los narcisos que se consideran a sí mismos ser los mejores consideran el genocidio de los aborígenes
de las américas como seres sin alma a
los que se les puede explotar inhumanamente. Con la misma excusa se ha
justificado la esclavitud, la humillación de la mujer, la persecución de las
lenguas minoritarias en nombre de la unidad de la Patria. No existe
justificación válida para poder considerar al otro como un ser inferior si por creación divina todas las razas proceden
de un antepasado común: Adán. El apóstol Pablo dirigiéndose a los
atenienses reunidos en el Areópago,
refiriéndose a Dios “que ha hecho el mundo y todas las cosas que hay en él”,
les dice: “Pues Él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas. Y de
una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre la
faz de la tierra, y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de
su habitación” (Hechos 17: 25,26).
<b>Pere
Ayguadé</b>, a partir de lo sucedido en Madrid escribe: “Estas imágenes
nos demuestran que unas personas muy instruidas no necesariamente estén bien
educadas y que nuestro sistema educativo tiene un evidente fallo de base…, pero
podemos ver como muchos otros Breiviks, organizados en diferentes partidos de
ultraderecha, xenófobos, corruptos y con todas las otras lacras de la
humanidad, forman parte de diversos gobiernos europeos. <b>Pere Ayguadé</b> en su escrito
<i>Estremécete</i> resume el escandaloso problema el racismo
generalizado en la sociedad actual y concentrado en los partidos de ultraderecha
que van escalando posiciones en los gobiernos europeos. Dichos gobiernos, pero,
siguen sin cambiar sus políticas sociales que en parte son las causantes de la
creciente xenofobia política.
<b
>Mariano Rajoy</b>, comentando los hechos de Madrid dijo: “Se debería proceder por vía judicial contra estos auténticos bárbaros que a veces
hacen dudar a uno sobre la bondad de a especie humana, es repugnante”. Tiene
razón <b>Pere Ayguadé</b> cuando dice: “Nuestro sistema educativo
tiene un evidente fallo de base”, le falta el ingrediente espiritual que debe
contener toda buena educación. También la tiene <b >Mariano
Rajoy</b> cuando afirma que los seguidores del PSC Eindhoven que
cometieron el altercado en Madrid son “auténticos bárbaros que a veces hacen
dudar a uno sobre la bondad de la especie humana”. No lo dude señor
<b>Rajoy</b>, la especie humana no es buena. No son las
circunstancias las responsables de que los seres humanos se comporten como
“auténticos bárbaros”. Es la barbarie almacenada en las personas que aparentan
ser angelitos inocentes que circunstancias propicias facilitan la erupción del odio almacenado en
lo hondo del alma. Expresión de barbarie es el drama de los refugiados que se
quiere solucionar abocando millones de euros en Turquía para que se haga cargo
de los refugiados que no quiere Europa,
no siendo el gobierno turco uno que se
caracterice por el respeto a los derechos humanos. <b >Mariano
Rajoy</b> se olvida de que existe barbarie de cuello blanco que no se
expresa de manera grosera como lo han hecho los seguidores del PSC Eindhoven,
saino que se fragua en las lonjas de los
estadios y en los lujosos y confortables despachos de las chancillerías
europeas. <i>”pero vergonzoso es aún hablar de lo que ellos hacen en
secreto”</i> (Efesios 5:12). Siembra vientos y recogerás tempestades. La
simiente del drama que hoy vive Europa
se sembró hace más de cien años con las políticas egoístas europeas en
esta región que debido a ello se
convertido en una olla a presión a punto de estallar porque la válvula
de seguridad está estropeada y no se repara.
Si realmente
se desea terminar el racismo creciente debe dejarse de considerar el otro, sea
cual sea el color de su piel, la lengua que habla, el estatus social que
sea,……, como un ser inferior. Comentado los horrores de la guerra de los
Balcanes <b>Rorti</b>,
escribe: “Los asesinos y violadores serbios no creen que violen los derechos
humanos. Porque ellos no hacen estas cosas a otros seres humanos, sino a
musulmanes. Ellos no son inhumanos sino que discriminan entre los verdaderos
humanos y los pseudohumanos”. ¡No se encuentra un cierto paralelismo con los
zulúes que llaman <i>animales</i> a los miembros de las otras
tribus y se reservan para ellos el título de <i>hombres</i>!
El odio a
quien es distinto es la causa del
racismo y de las guerras que se justifican como defensa propia. No importa que
mueran centenares de miles de personas. Lo realmente importante es vengar el
orgullo nacional ultrajado. Sobran los eufemismos. Cada cosa debe llamarse por
su nombre. El primer acto violento que registra la Historia y la primera guerra de religión es el
asesinato de Abel por su hermano Caín. Por el odio que éste sentía hacia la fe
de él. Cuando el Señor le preguntó a Caín. “Dónde está tu hermano Abel?” , la
respuesta que recibió fue: “No lo sé. ¿Soy yo quizás el guardián de mi
hermano?” (Génesis 4:9). El mandamiento de “Dios es bien claro: “Amarás a tu
prójimo como a ti mismo”. Si hacemos como los serbios que consideraban a los
musulmanes como <i>pseudohumanos</i, nos justificamos como Caín ante
Dios: “Soy yo quizás el guardián de mi hermano?” Dios no se traga la presunta
inocencia de Caín y le dice. “¿qué has hecho?
“La voz de la sangre de tu hermano clama a mi desde la tierra” (v.10).
El otro, sea quien sea es alguien a quien se le debe amar como a uno mismo.
Ante Dios no funcionan las excusas. Aún cuando matemos al otro espiritualmente
y lo hayamos matado sin derramamiento de sangre, Dios nos dice: “¿Qué has
hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra”.
Octavi Pereña i Cortina
30 de marzo 2016
SOCIEDAD ENFERMA
<b>La violencia del hombre contra
la mujer trata de humillarla para convertirla en objeto de placer
personal</b>
Una frase concisa de <b>Miguel
Llorente</b>, médico forense: “La sociedad está enferma”. Son muchas las manifestaciones de la sociedad
enferma. Hoy, la dolencia que queremos examinar y recetar la medicación que
puede curarla es <i>la violencia
contra la mujer</i>. Pienso que para hacer un análisis concienzudo de la
dolencia debemos ir al principio, a la creación del hombre. Cuando Génesis
describe la creación del hombre, dice. “No es bueno que el hombre esté solo, le
haré ayuda idónea para él” (Génesis 2:18).
“Entonces el Señor Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras
éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la
costilla que el Señor Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al
hombre” (vv.21,22) .
Hasta el presente Adán solamente se había
relacionado con animales debido a que las condiciones idílicas del momento no
se espantaban ante la presencia del hombre. Por lo que nos dice después el
texto a Adán no le bastaba la compañía de los animales para sentirse completo.
Necesitaba alguien que fuese compañía idónea. Dios lo sabía y no iba a dejar la
creación del hombre a medio hacer. Cuando Adán despertó del sueño inducido,
abrió los ojos y vio a la mujer, exclamó gozoso: “Esto es ahora hueso de mis
huesos y carne de mi carne” (v.23). Es muy interesante descubrir que Eva no es
una creación independiente de Adán. Este hecho pone al descubierto que Eva no
es una evolución a partir de alguna especie de primate, sino que Dios la forma
a partir del mismo Adán. Por esto, en el
matrimonio el hombre y la mujer “son una sola carne”. No son antagonistas que
se rechazan. Han sido creados el uno para el otro, para ayudarse mutuamente.
Este matrimonio perfecto parece ser que fue de muy
corta duración. Pues con la intervención de la serpiente Adán pecó y
desapareció la buena convivencia existente. A partir del momento en que entró
el pecado en el hombre se presentó la lucha de género. Adán y Eva empezaron a
discutir y “la mujer como vaso más frágil” (1 Pedro 3:7) siempre lleva la peor
parte. Siempre tiene las de perder. Como dice <b>Montse Gatell</b>,
presidenta del Instituto Catalán de la Mujer: “La violencia machista es un
fenómeno universal en el que el principal factor de riesgo es el hecho de ser
mujer, sin distinciones por clases sociales, étnicas, culturales ni de edad”.
“En Cataluña un 24,3% de adolescentes declara que el chico con el que salen o
con quien desearían salir las han intentado controlar, decidiendo por ellas
hasta el detalle más pequeño. Hasta un 23,5% dicen que su pareja ha intentado
aislarlas de sus amistades, en tanto que un 18,1% afirman que las han insultado
y ridiculizado”, asegura <b>Montse
Gatell</b>
Relatos de esclavas sexuales describen
que su pesadilla empezó cuando conocieron a un chico que era distinto de los
otros por el buen trato que les daba. Cuando se dieron cuenta ya era demasiado
tarde, ya se encontraban atrapadas en
una red de prostitución, ya que el <i> buen chico</i> resultó ser
un proxeneta.
<i>Linda</b> dice saber
porque aguantó tanto. Creía que cambiarían las cosas, que podría cambiarlo.
Pensaba que no podría vivir sin él. Es como la rana en el agua que hierve. Si
pones el animal en agua fría y la calientas poco a poco, cuando el agua hierve
ya es demasiado tarde. “Poco a poco me aisló de mis amigos y familia. Es algo
parecido a estar en una secta”. Creo que es la película <i>Tormenta en el
lago</i> que describe magistralmente la mutación del novio dulce y
cariñoso que una vez casado se quita la careta y muestra su personalidad
machista basándose en que su esposa es propiedad suya por el matrimonio y que
tiene el derecho de hacer con ella lo que le plazca.
La Universidad de Aberyawyth retirará de
sus dependencias las biblias porque más de la mitad de sus alumnos consideraron
que su presencia era “inaceptable y molesta” El hecho de que muchos de sus alumnos consideraran la Biblia un
libro “inaceptable y molesto”, ¿se debe a que denuncia su comportamiento? “Sólo
ahora” dice <b>Martha C. Nnausbauan</b>, “comenzamos a descubrir
que ha existido un grave y silenciado problema de agresiones sexuales en los
campus universitarios a lo largo y ancho del país. La salida a la luz de numerosos casos ha revelado que
el problema viene de lejos y que no se denunció por tal de preservar la
reputación de los centros”.
Nos peguntamos, ¿cómo puede ponerse fin a
la violencia contra la mujer? Las encuestas, las investigaciones policiales y
judiciales, las noticias radiadas o televisivas manifiestan la existencia de
una plaga que se extiende pero que no se sabe como extirparla. El salmista se plantea una pregunta a la que
contesta él mismo: “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu
palabra” (Salmo 119:9). El pecado de maltratar a la mujer <i>el vaso mas
frágil</i> nace en el corazón del hombre que es donde se forman los
pensamientos que se convierten en actos violentos contra la mujer. La decisión
que tomaron la mayoría de los alumnos de la
Universidad de Aberyawyth de hacer retirar la Biblia de sus dependencias
indica que no se quiere que la Palabra de Dios
sea el detergente que limpie sus corazones y los induzca a tratar a las
“jovencitas como hermanas, con toda pureza” (1 Timoteo 5:2).
Octavi
Pereña i Cortina
HUMANIDAD CAÓTICA
<b>El caos y la confusión son el
menú diario de nuestra sociedad, ¿tiene solución?</b>
<b>Pilar Rahola</b> comienza
su escrito <i>Dios</i>, así: “Podría hacer mío el dilema de
<b>García Marquez</b>, cuando aseguró que le desconcertaba tanto
pensar que Dios existiese como que no existiese. A pesar de que <b>Jean
Anouilh</b>, rebuscando en las entrañas, añadió que lo más terrible de
Dios es que no se sabe si es truco del diablo. Lo cierto es que la gran
pregunta de <b>Nietzsche</b>, “es el hombre nada más que un fallo
de Dios, o es Dios solamente un fallo del hombre”, se mantiene eternamente
abierta, especialmente cuando la barbarie extiende su maldad y cuesta entender
el horror después de la tragedia. La pregunta que se hacían los judíos en los
campos de exterminio “donde está Dios”, y la misma que deben haberse hecho
todos aquellos que han sufrido, en su propia carne la maldad extrema”. La
confusión en que se encuentra <b>Pilar Rahola</b> la sigue
expresando cuando escribe: “No creo que hacer una pregunta como ésta, en tales
circunstancias, tenga respuesta posible, lo cual no evita que la pregunta se
formule una vez y otra, como la letanía de la desesperación”.
Encontrándose <b>Pilar
Rahola</b> en el mar del desconcierto, sigue escribiendo:
“Personalmente estoy convencida de que
Dios es una idea humana, un clavo en el que agarrarse para aceptar la
inevitable finitud de la vida, y les aseguro que este convencimiento es una
pesada piedra en la propia mochila. Pero este convencimiento no me ha impedido
–probablemente envidiar- a los que tienen un fe sólida en Dios, cuando esta fe
fortalece su humanidad”.
Quisiera creer que la envidia que
<b>Pilar Rahola</b> siente por los que tienen una fe sólida en Dios
que fortalece la humanidad de los que la tienen, sea sincera. Si fuese así,
estaría a un paso de obtenerla. Antes, pero, debería desprenderse del concepto
plural que tiene de Dios ya que habla de “dioses luminosos” y “dioses del mal”,
finalizando su escrito con estas palabras:”Para terminar, feliz Semana Santa a
todos los dioses de la luz y a los creyentes que los honran”. El concepto de la
pluralidad de dioses lo ha heredado de las mitologías griega y romana, dioses
que ciertamente fueron hechos con los vicios y pasiones de los hombres que los
diseñaron. Sólo hay un Dios nos advierte el primer versículo de la Biblia: “En
el principio creó Dios el cielo y la tierra”. Este Dios creador afirma que todo
lo hizo bien. También nos dice el texto inspirado por el Espíritu Santo que un
ángel creado por Dios quiso destronar al Creador de su trono, sublevándose
contra su autoridad, lo cual le convirtió en Satanás y, éste, poseyendo a una
serpiente hizo caer a Adán en la trampa de la desobediencia a Dios, con lo cual se introduce el mal en el
ser humano, de ahí los “dioses del mal, estos truenos de muerte que inspiran el
odio y a la violencia”, al decir de <b>Pilar Rahola</b>.
Dios que no quiere dejar abandonado al
hombre al trágico destino en que se encuentra por propia decisión, declara: “Y
pondré enemistad entre ti (la serpiente) y la mujer, y entre tu simiente y la
simiente suya, ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el talón” (Génesis
3:15). Esta es la primera profecía que anuncia la muerte de Jesús para que el
hombre pueda recuperar su amistad con Dios perdida en la desobediencia de Adán.
En palabras de Jesús: “Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no andará en
tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12). Si <b>Pilar
Rahola</b> desea saber la verdad sobre el problema del mal, si desea
desprenderse de la confusión que impregnan sus palabras debe empezar a buscar.
El Señor promete que el buscador sincero encontrará la luz que hará desaparecer
la incertidumbre.
“En estos tiempos de días oscuros…qué
debemos hacer con estos dioses del mal, estos truenos de muerte que inspiran
odio y violencia”? Debemos frenar su actividad.
Le pregunto a <b>Pilar
Rahola</b>, ¿le preocupa verdaderamente la proliferación del mal que se
hace en Nombre de Dios? Si le importa de verdad y la afronta sin prejuicios,
escuchará lo que Dios tiene que decirle. Si presta atención a Cristo que es la
luz del mundo, dicha luz resplandecerá en su corazón y la confusión que le
acompaña creada por las tinieblas espirituales que lo envuelven, desaparecerán
y las dudas que la embargan desaparecerán.
La declaración de Dios: “En el principio
creó Dios el cielo y la tierra” no es creída y se la sustituye por la atea que
afirma que la creación es obra de un azaroso Big Bang y una imprevisible
evolución. Esto no es lo que enseña la Biblia, libro inspirado por el Espíritu
Santo que es el Espíritu de verdad:
“Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.
Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen
claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de
las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Romanos 1:19,20). Pero el ser
humano en su obstinación no quiere reconocerlo: “Profesando ser sabios se
hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de
hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles” (vv. 22,23).
Este cambio no autorizado tiene sus consecuencias:
“Y como no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente
reprobada, para hacer cosas que no convienen” (v.28). Acto seguido el texto da
una lista de cosas impropias que viéndolas hacen que la periodista se pregunte:
“¿Dónde está Dios”? El detalle es el que sigue: “Estando atestados de toda
injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad, llenos de envidia,
homicidios, contiendas, engaños, malignidades, murmuradores, detractores,
aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males,
desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables,
sin misericordia” (vv. 29-31).
La epístola a los Romanos se escribió
hace 2.000 años y describe con detalle la sociedad actual. ¿No debería ser un
motivo de reflexión para todos aquellos que verdaderamente están preocupados
por la situación caótica en la que nos encontramos y que no se sabe como poder
salir de ella?
Octavi
Pereña i Cortina
11
de abril 2016
RESPETO A LAS PESCATERAS
<b>Una palabra sazonada con sal
dicha en el momento oportuno, ¡cuántos incendios no evitaría!</b>
La polémica iniciada por <b>Félix
de Azúa</b>, académico de la Real Academia Española, menospreciando a la
alcaldesa de Barcelona Ada Colau diciéndole que “debería estar vendiendo
pescado en un puesto de pescado” porque “no tiene preparación para dirigir una
ciudad de cuatro millones de habitantes”, es una muestra de cómo las palabras
se esgrimen para herir a las personas que no nos caen bien. No es propio de un
académico de la R.A.E., ni de ninguna persona por inculta que pueda ser en el
aspecto académico porque las palabras siempre deben usarse para edificar al
otro, no para ridiculizarlo, ni herirlo en su dignidad. El otro, por humilde o
ignorante que pueda ser jamás deja de ser una persona a la que se debe amar
como a uno mismo.
La sociedad occidental, cristianizada de
cara a la galería, pero pagana en el fondo poco a poco va perdiendo su
compostura porque faltándole la verdadera fe cristiana va dando entrada a la
barbarie que produce su ausencia.
<b>Félix de Azúa</b> puede ser un académico de prestigio. No lo sé.
Ahora bien, sus palabras cargadas de menosprecio hacia Ada Colau porque no le
cae bien la ideología política de la alcaldesa ponen de manifiesto la ausencia
de erudición ética del académico. Según <b>Isabel Bugallal</b>,
<b>Félix de Azúa</b> junto con su esposa e hija se <i>exilió
en Madrid</i> porque “no está dispuesto a que su hija sea esclavizada
enseñándosele odio a los españoles”. <b>de Azúa</b> por su condición
de padre debería enseñarle a su hija valores éticos. ¿Qué valores le podrá
transmitir de primera mano cuando manifiesta un rechazo tan furibundo contra una persona con la que no comparte su
manera de pensar y cuando miente diciendo que el sistema educativo catalán
siembra el odio hacia los españoles? Desconozco la formación cristiana que haya
podido recibir <b>Félix de Azúa</b>. Por el hecho de ser académico
de la R.A.E. bien seguro que conoce las palabras de Jesús: “Amarás a tu prójimo
como a ti mismo” y “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan
con vosotros, así también haced vosotros con ellos” (Mateo 7:12). Pienso que el
contenido ético de estos textos es insuperable.
Me imagino, por lo que dice el apóstol
Pedro: “El que quiere amar la vida y ver días buenos, , refrene su lengua de
mal, y sus labios no hablen engaño” (1 Pedro 3:10), que <b>Félix de
Azúa</b> no es feliz. “Si tu boca quieres guardar/ de tropiezos y males/
cinco cosas mirarás/ a quien hablas, de quien hablas/ y la manera y el tiempo y
el lugar”. <b>Thomas Watson</b>, comentado este texto bíblico: “No
hablarás contra tu prójimo falso testimonio” (Éxodo 20:16), dice: “Dios ha
puesto dos barreras naturales a la lengua: los dientes y los labios, y este
mandamiento es una tercera barrera para ella: <i>No acuses a nadie
falsamente”</i>.
Dedicado especialmente a <b>Félix
de Azúa</b>, pero apropiado para todas las personas, la Biblia tiene
mucho que decir con respecto a la lengua, especialmente este: “Hermanos míos,
no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor
condenación. Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en
palabra, éste es varón perfecto, capaz de refrenar también todo su cuerpo…Así
también la lengua es un miembro pequeño pero que se jacta de grandes cosas. He
aquí, ¡cuán grande fuego enciende un pequeño fuego! Y la lengua contamina todo
el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el
infierno…” (Santiago 3: 1-12).
“Quien mucho habla mucho yerra” dice el
refrán popular. Atribuido a Diógenes: “Tener dos orejas y una sola lengua, para
escuchar más y hablar menos” El escritor norteamericano Marck Twain que en
nuestra infancia nos hizo pasar momentos deliciosos con la lectura de sus
libros ha dejado escrito: “Es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido,
que abrirla y disipar la duda”. ¡Qué difícil es mantener la boca cerrada!
La Biblia contiene un escondrijo de
perlas muy valiosas que el explorador debe ir descubriendo con paciencia ya que
a veces nos pasan desapercibidas y que son necesarias dos o tres lecturas para
percibir su belleza y valor. He aquí una de valor incalculable y de belleza
exquisita, muy adecuada al tema que comentamos: “Venid, hijos, oídme, el temor
del Señor os enseñaré. ¿Quién es el hombre que desea vida, que desea muchos
días para ver el bien? Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.
Apártate del mal y haz el bien, busca la paz y síguela” (Salmo 34:11-14).
¡Cuántos fuegos inútiles dejarían de encenderse si se tuviesen en cuenta los
secretos que esconde la Biblia que llevarían paz y bienestar a nuestra sociedad
tan doliente.
Octavi
Pereña i Cortina
19
de abril 2016
SOLEDAD ENFERMIZA
<b>El absurdo de la vida lleva a
una soledad angustiosa que en ocasiones acaba en suicidio</b>
Los suicidios doblaron el 2014 las
muertes por accidentes de tráfico. Los suicidios son la principal causa de
muerte no natural. El <b>Dr. Santiago Durán-Sindreu</b>, psiquiatra
especialista en el Hospital Sant Pau de Barcelona, dice: “Parece ser que este
fenómeno ha llegado para quedarse. Sea cual sea la causa – y decir que
solamente ha influido la crisis
económica es un argumento muy
reduccionista- el incremento de casos es
de suficiente magnitud como para que las instituciones públicas trabajen en
planes de prevención”.
Si el promedio de suicidios es
especialmente pronunciado en la franja de edad que va de los 85 a los 89 años, el
<b>Dr. Durán-Sindreu</b>, explica: “En estas edades son pérdida:
pérdida de autonomía, aparición de enfermedades crónicas…Todos estos factores
incrementan los síntomas depresivos, que en ocasiones llevan al suicidio”.
Los suicidios que se van extendiendo como
una mancha de aceite ponen de manifiesto la incapacidad de las personas de
confrontar situaciones adversas. Se han medicalizado los sentimientos y se
pretende esconderlos con las pastillas. La industria farmacéutica,
aparentemente tiene solución para todos los problemas: padeces insomnio, una
pastilla de color verde. Sufres ansiedad, una de coloreada. Estás deprimido,
una de blanca. Te sientes decaído, un compuesto vitamínico-mineral, y el mundo
será tuyo. Pero los suicidios van en aumento y los planes de prevención fallan.
El filósofo <b>Norbert
Bilbeny</b> dice que el suicidio que nos estremece se debe a que
“perdemos la capacidad de afrontar la adversidad”. La solución que propone el
filosofo: “Somos animales sociales: sin comunicación agonizamos. Enseñemos a
los niños a comunicar. El suicidio no es una patología médica, es una patología
comunicacional” ¿Qué solución se encuentra a la falta de comunicación? Como nos
da miedo el trato directo y nos espanta mirar a los ojos de nuestro
interlocutor, para evitar el trato directo con las personas que nos asustan,
los amantes de la comunicación, los técnicos en telecomunicaciones, inventan
cachivaches cada vez más sofisticados, con más prestaciones que no sabemos
utilizar, con el resultado que las
personas no saben comunicarse.
<b>Norbert Bilbeny</b>
explica un caso real: “Una señora recibe en su casa la visita de una hija, la
joven abre la ventana para expulsar un abejorro que revoloteaba por la
habitación. La madre le dice a su hija: “¡Déjalo
que me hace compañía!” Con todos los modernos medios de comunicación a su
alcance la mujer encuentra compañía en el zum-zum del abejorro que la distrae.
Por más que se nos quiera vender el valor terapéutico de las mascotas para
vencer la soledad tan perniciosa, esta
solución solamente es un parche en la solución del problema porque no llega a
la raíz del mal de la incomunicación y, como el parche no funciona se deben ir
innovando las técnicas de comunicación que no funcionan. En tanto se van
mejorando las técnicas de comunicación para vencer la soledad el zum-zum del
abejorro sigue siendo la medicina.
Vayamos al meollo del la cuestión de la
incomunicación: Cuando Dios creó a Adán vio que no era bueno que estuviese
solo, que no tuviese una compañía idónea. Los animales con los que alternaba no
respondían a sus a sus necesidades psicológicas y espirituales como ser humano.
Se encontraba solo y necesitaba una compañía auténtica, no un placebo. De una
de las costillas que Dios extrajo de Adán hizo a Eva. A partir de este hecho,
el ser humano que ha sido creado para ser un ser social tiene la posibilidad de
poder expresar su sociabilidad. Un contratiempo se produce que afecta a las
relaciones conyugales y, a medida que la población se multiplica, las sociales.
Adán y Eva han perdido la inocencia debido al pecado. Se disparan los reproches
mutuos. Se rompió la buena comunicación y el problema persistirá a no ser que
se encuentre solución, hasta el final de la Historia.
El problema de la soledad como muy bien
dice <b>Norbert Bilbeny</b> “no es una patología médica” que puede
resolverse con pastillas. También es más “que una patología comunicacional”. No
basta con decir que la gente hablando se entiende. Lo cierto es que la gente no
se entiende hablando porque practica un diálogo de sordos. El problema de la
incomunicación es de carácter espiritual y por lo tanto debe solucionarse de
manera espiritual. La soledad humana es de tal envergadura que por falta de
solución se contenta con el zum-zum que hace el abejorro revoloteando por la
habitación. Pero dicha compañía no es la adecuada para vencer la soledad
asfixiante. El pecado de Adán hace que toda su descendencia por generación
natural nazca alejada de Dios. El ser humano huérfano de Padre celestial se
encuentra solo en medio de la multitud. Este es el grave problema que no se
puede solucionar en tanto los que sufren soledad culpen a Dios de su
sufrimiento, o nieguen su existencia.
El problema de la soledad se empezará a
solucionar cuando quien la padece pueda pronunciar una plegaria de este estilo:
“Señor, ayuda a mi incredulidad. Dame fe para que pueda creer en Jesús, que
murió por mí en la cruz para borrar con su sangre mi pecado”. Si una oración
con este contenido se pronuncia con sinceridad, Dios deja de ser un dios
desconocido al hacer sentir su presencia en la intimidad del alma. A partir de
este momento, a pesar de que se pueda seguir padeciendo soledad social, ésta
deja de ser un problema porque la presencia de Dios en el alma suple con creces
todas las carencias humanas porque en Él no le falta nada.
Octavi
Preña i Cortina
ES LA HORA DEL CAMBIO
<b>Los ojos de los españoles están
puestos en los políticos que proclaman el cambio, pero que no están a la altura
del momento</b>
Una cosa extraña está pasando en el mundo
de la política española. Todos los líderes, excepto los del PP que pasan de
puntillas el tema de la corrupción, ponen mucho énfasis en la regeneración
política para hacer frente al oleaje de corrupción que sacude a la política.
Todos los partidos de alguna manera consideran que debe reformarse la
Constitución y algunas leyes porque consideran que el cambio que requiere la
situación actual del país debe empezar por la ley. Desgraciadamente ningún
político entona un <i>mea culpa</i> en reconocimiento que antes que
nada es imprescindible la reforma de las personas que hacen política
institucional.
Dos textos bíblicos que pueden aplicarse
perfectamente al tema que hoy nos ocupa: “Todos los caminos del hombre son
limpios en su propia opinión, pero el Señor pesa los espíritus…Hay camino que
parece recto al hombre, pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 16: 2,25).
La causa del caos político en el que
estamos inmersos se debe principalmente a la corrupción que se da en los
políticos y que produje el desbarajuste del que somos testigos. Los políticos
reclaman cambio porque se dan cuenta de que la situación se hace insostenible,
pero cada uno de ellos se sacude de encima la parte de la responsabilidad que
tiene por el lío creado y la envía a
engordar la responsabilidad de los otros.
Si no hay gobierno en Madrid se debe a que los otros no han estado a la
altura de la situación y no querer hacer el sacrificio de retirar una parte del
ideario para que se pueda llegar a un acuerdo de gobierno.
El dedo siempre señalando al TÚ, pero no
una mirada introspectiva para ver la biga que hay en el ojo propio. Los
ciudadanos estamos hartos de oír la monótona y aburrida cancioncilla: “Son
tiempos de cambio” porque a pesar de tanta repetición de cambio político,
nuestros ojos no pueden vislumbrar en el horizonte ninguna señal que indique
que el cambio se comienza a producir. Oír el disparo que dé la señal de salida
a la carrera por el cambio político no cambiará la situación actual si lo que
se persigue es un maquillaje de la Constitución y de las leyes sin tocar la
naturaleza corrupta en las personas que deben de propiciar el cambio.
Para regenerar la política se precisa
regenerar antes que nada la condición espiritual de los ciudadanos porque es de
entre la ciudadanía de donde surgen las personas a las que se les encomienda la
tarea de gobernar y de que lo hagan
bien. Sin ánimo de lucro excesivo, sino con el espíritu de servicio para
trabajar para el bien de la comunidad que los ha escogido. Durante las campañas
electorales todos los aspirantes a gobernar
se presentan como salvadores de la Patria porque son los mejores.
Desconfiemos de estas buenísimas personas
porque de bueno solamente hay uno: Jesucristo que a la vez que hombre es
Dios. El resto de los mortales todos hemos sido concebidos en pecado y con la
posibilidad de pode cometer la barbaridad más perversa si Dios en su misericordia
no frena nuestros instintos malvados: “Porque la raíz de todos los males es el
amor al dinero, el cual codiciando algunos, extraviándose de la fe y fueron
traspasados de muchos dolores” (1 Timoteo 6:10).
No podemos fiarnos de nuestra bondad. No
debemos hacer como aquellas multitudes que iban a Juan el Bautista para bautizare sin previo arrepentimiento de
sus pecados. A esta multitud de buenas personas el Bautista les dice: “¡Oh
generación de víboras! ¿Quién os envió a huir de la ira venidera? Haced, pues,
frutos de arrepentimiento” (Lucas 8: 7,8).
A punto de finalizar el ministerio del Bautista, Jesús empieza el suyo diciendo
a la multitud que se le acercaba para escucharle: “arrepentíos y creed en el
evangelio” (Marcos 1:4). Sin arrepentimiento a Dios de los propios pecados y
sin el firme propósito de depender de la misericordia de Dios para abandonar el
estilo de vida corrupto previo a la
conversión a Cristo, el ser humano no puede convertirse en una persona
inclinada a hacer las buenas obras que deben caracterizar a los políticos.
El apóstol Pablo explica como la
corrupción que todos llevamos dentro por ser descendientes de Adán deje de ser
la norma del estilo de vida de ciudadanos y políticos. A partir de la
conversión a Cristo el ser humano es recreado en un hombre nuevo “creado según
Dios en la justicia y santidad de la verdad” (Efesios 4:24). El apóstol, a
aquel hombre nuevo que es en Jesucristo le dice: “En cuanto a la pasada manera
de vivir, despojaos del viejo hombre que está viciado conforme a los deseos
engañosos, y renovaos en el espíritu de
vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la
justicia y santidad de la verdad” (vv.
22-24).
Pretender eliminar de la esfera política
la corrupción sin que el político se haya convertido en un hombre o mujer
nuevos es como perseguir el viento: “Vanidad y aflicción de espíritu”
Octavi
Pereña i Cortina
3 de
mayo 2016
JUBILACIÓN ILUSIONADA
<b>Es una bendición de Dios que las
facultades físicas y mentales se conserven durante la vejez</b>
La periodista <b>Herme
Cerezo</b> le preguntó a <b>Leopoldo Abadía</b>, que tiene 82
años: ¿Resulta fácil mantener la mente siempre joven? La respuesta que da el
“viejo”. “Que un joven tenga ilusiones es muy fácil, que las tenga un viejo es
algo más difícil. Por esto estoy
empeñado en que cuando la gente se jubile, la misma tarde de su jubilación se
busque otro empleo, aunque ese empleo consista simplemente en acudir a un
museo, ver el cuadro de un pintor y convertirse en la persona que más sabe de
ese artista, por muy malo que sea. El peligro de la vejez es volverse inútil,
morir de aburrimiento. Siempre hay que hacer algo, aunque sea pensar”. La falta
de ilusión es el inicio del declive.
<b>Leopoldo Abadía</b> en un
sentido hace diana cuando afirma que un jubilado debe mantenerse ilusionado. Se
refiere a un sentido espiritual, mental. Es cierto, es muy importante la
actividad mental porque ayuda a ralentizar el proceso del deterioramiento
físico porque la ilusión impulsa a vivir, a no convertirse en un inútil, a no morir de aburrimiento.
Una persona ilusionada es una persona
inquieta, activa, que no se conforma con lo que tiene, busca superarse. No la
encontrarás sentada en el “banco del si no fuese”. Si no fuese el reuma. Si no
fuese el corazón. Si no fuese esa incapacidad. Si no fuese……La persona
ilusionada abandona el “banco del si no fuese” que sea con los ojos puestos en
la meta a alcanzar. Un “viejo” con ideales, con propósitos, no necesitará de
talleres que enseñan a activar y entrenar la mente ni a moverse porque su
ilusión le mantiene activa la actividad mental que ayuda a conservar la
actividad física que evitan en general, la decrepitud prematura. No puede
evitarse el proceso degenerativo mental y físico. Es ley de vida física. La
ilusión conservada a lo largo del proceso de envejecimiento no puede robar la
dignidad del “viejo” que a pesar de su vejez avanzada es un referente para las
personas que le conocen personalmente y para aquellos que saben de él de oídas.
Un “viejo” ilusionado puede despertar ilusión a un recién llegado en el mundo
de los jubilados que creen que acabada su vida laboral ya no les queda nada que
valga la pena hacer, si no es vegetar. Una chispa de un modelo de ilusión puede
despertar en él la ilusión que promoverá la actividad mental y física a lo
largo de su proceso de envejecimiento.
Surge una pregunta. El autor del libro de
Eclesiastés, el rey Salomón, habla de sus obras realizadas y de la sabiduría
adquirida a lo largo de su vida, llegando a la conclusión que todo ello “es
vanidad y aflicción de espíritu”. Para llegar a esta conclusión, ¿ha valido la
pena mantenerse a lo largo de toda su vida activado mentalmente y físicamente?
No tiene porque ser así. Existe un camino mejor que trasciende la existencia
temporal.
El apóstol Pablo escribiendo a los
cristinos en Corinto, les dice: “Sabiendo que el que resucitó al señor Jesús, a
nosotros también nos resucitará en Jesús” (2 Corintios 4:14). A pesar de que eran cristianos los destinatarios
de la carta, siempre les era bueno recordar los cimientos de la fe cristiana
porque el diablo el enemigo de Dios y de su pueble se mantiene muy activo
sembrando la semilla de la duda por medio de sus falsos pastores introducidos
entre el pueblo de Dios. No sea que caigamos en el mismo error que cometieron
Adán y Eva en su inocencia. El relato de Génesis se encuentra en la Biblia para
nuestra instrucción en la verdad de Dios. Esta actividad perversa de Satanás
por medio de sus siervos también la ejerce entre aquellos que no son pueblo de
Dios porque si consigue mantener a los incrédulos en la creencia e que no hay
nada más allá de la muerte física los tendrá bien cogidos en sus dominios
infernales por toda la eternidad futura. Por ello es tan importante saber y
recordar que la resurrección corporal está garantizada por el hecho de que
Jesús fue resucitado de entre los muertos por Dios y que la tumba en donde se
depositó su cuerpo no se vació porque su cuerpo fuese robado, según propagaron
los enemigos de Jesús. “Por tanto” (los que esperan ser resucitados en el día
final), “no desmayamos, antes aunque este nuestro hombre exterior” (el cuerpo)
“se va desgastando, el interior” (el alma) “no obstante se renueva de día en
día” (v.16). La renovación del hombre interior por la fuerza que le infunde el
Espíritu de Cristo da fuerza al cuerpo que se va desgastando: “Porque esta leve
tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno
peso de gloria” (v.17). La experiencia de la presencia del Espíritu de Cristo
en el creyente hace: “No mirando las cosas que se ven, sino las que no se ven,
porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”
(v.18).
El Espíritu que habita en el interior del
jubilado que tiene fe en Jesús le da la fuerza para trabajar en las cosas que
no se ven que son eternas, lo cual da sentido a todo lo que hace porque ya no
es un perseguir al viento que es vanidad y aflicción de espíritu, sino como
dice la Biblia: “Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en
el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras
con ellos siguen” (Apocalipsis14:13). Es ilusionante ser un jubilado cristiano
porque todo lo que hace le acompañará durante toda la eternidad. Su vida
temporal no habrá sido un fracaso.
Octavi
Pereña i Cortina
DISCIPLINA
<b>La ausencia de disciplina
convierte a la sociedad en un zarzal que dificulta la buena
convivencia</b>
Dos hechos ocurridos el mismo día. El uno
en Barcelona por un joven de 24 años que junto con su amigo que gravó en video
la gamberrada de darle un puntapié a una mujer que estaba parada en un paso
cebra haciéndola caer en el suelo, produciéndole un esquince en la pierna. El
otro sucedió en Lleida. Un niño de 14 años lanzó una piedra a una mujer que
estaba esperando para subir en el ascensor que hay en la plaza del Escorxador,
produciéndole una herida que precisó de 10 puntos de sutura para cerrarla.
Estos dos hechos solamente son la punta del iceberg de la violencia que se da
diariamente en el mundo. El hecho de que se produzcan estos actos de violencia
indeseables se debe a que algo no
funciona en la educación que se imparte a los niños.
“La educación sin religión” escribió C.
S. Lewis, profesor universitario inglés, “por útil que sea sirve más bien para
hacer del hombre un diablo más astuto”. Cuando cito a Lewis no lo hago en el
sentido que apruebo el deseo del gobierno de Madrid de que se enseñe religión
en la escuela pública. Me refiero a la
necesidad que tienen los padres de hacerse suyos los principios éticos que se
conservan en las páginas de la Biblia en espera de que se descubran para
aplicarlos en la educación de los niños. Estos principios tan valiosos para la
formación de los niños para que se conviertan en adultos amantes del bien se
pierden porque a pesar de que la Biblia es el best seller más vendido a la vez
es el menos leído por lo que las perlas educativas que contienen sus páginas se
pierden en el olvido.
En el caso de Mario, el joven de Talavera
de la Reina que utilizó las piernas de una mujer como si
fuesen pelotas de fútbol pretendiendo imitar la violencia de Pepe, el jugador
del Madrid y que su amigo inmortalizó en un video que al colgarlo en la
red parece ser que ha dado la vuelta al
mundo, sentían poco respeto por las personas. La fechoría parece ser que fue
premeditada a pesar de que en su declaración Mario dijo que estaba borracho. La
borrachera no le exime de su responsabilidad.
No hay regla sin excepción. De una
educación esmerada en la que no le falta una sana educación religiosa puede salir
un hijo que sea un perfecto granuja. Pero el problema actual no reside en una
educación esmerada, todo lo contrario, sino en una educación descuidada que se
despreocupa de la formación de los hijos y traspasa la responsabilidad a la
escuela pública o concertada. Dicha despreocupación tiene sus consecuencias.
Desatender la obligación que los padres tienen de educar a sus hijos paga un
precio muy elevado ya que en muchos casos junto a un hijo delincuente suelen
encontrarse padres excesivamente permisivos que no frenaron las inclinaciones
de sus hijos a hacer el mal. La pregunta que nos es lícita hacer es: Los padres
de los protagonistas de las salvajadas descritas, ¿abortaron las primeras
manifestaciones agresivas haciéndoles ver que la violencia jamás es
recomendable.
El titular de prensa dice: “Condena
europea a Francia por las zurras y los bofetones a los niños”. En letra pequeña
se lee: “El Consejo de Europa quiere penalizar aquello que el 80% de los
franceses aprueba”. Encuentro muy apropiado que se quiera extirpar la crueldad
que en muchos casos se ejerce a los niños y que se penalice dicho
comportamiento, pero una zurra bien dada en el momento oportuno porque los
razonamientos no sirven puede evitar que el hijo se convierta en un pequeño
dictador que sea la vergüenza de sus padres y en la adolescencia se convierta
en un peligro social. La irresponsabilidad educativa de los padres explica las
excesivas conductas antisociales de adolescentes y preadolescentes.
“la necedad está ligada en el corazón del
muchacho, mas la vara de la corrección la alejarán de él” (Proverbios 22:15).
Textos parecidos a este pueden hacer pensar que la Biblia aprueba la violencia
educativa. Aparecen otros que limitan el
uso de la vara para disciplinar: “Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza,
mas no se apresure tu alma a destruirlo” (Proverbios 19:18). “Y vosotros
padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos,
sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6.4).
Se ha llegado a un consenso de que la
educación permisiva no es buena para los hijos y que la disciplina debe entrar a formar parte de la educación. La
Biblia se hace eco del desagrado que produce la palabra
<i>disciplina</i> pero también nos informa de sus beneficios: “Y
habéis oído la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío,
no menosprecies la disciplina el Señor, ni desmayes cuando res reprendido por
Él, porque el Señor al que ama disciplina, y azota a todo el que recibe por
hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos, porque, ¿qué hijo
es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si os deja sin disciplina, de la
cual todos habéis sido participantes, entonces sois bastardos, no hijos. Por
otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los
reverenciábamos. ¿Por qué no obedecemos mucho mejor al padre de los espíritus y
viviremos? Y aquellos, ciertamente por pocos días como a ellos les parecía,
pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de sus santidad.
Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de
tristeza, pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido
ejercitaos” (Hebreos 12. 5-11). No nos vendría mal a pesar de la imperfección
humana una dosis más grande de disciplina en la educación de los hijos.
Octavi
Pereña i Cortina
BANQUETE DE BODAS
<b>Creación y evolución: dos fes
antagónicas como la luz y la oscuridad</b>
La periodista <b>Gemma
Tramullas</b> entrevista a <b>Marta Salguero</b> que estudia
cuarto de matemáticas en la Universidad de Barcelona. A la vez coordina el
Grupo Bíblico Universitario del campus central de la UB, en donde expuso su fe
en las jornadas <interroga a un cristiano</i>.
La periodista le pregunta a
<b>Marta</b>: - Usted es matemática. ¿No cree que la ciencia y la
fe en Dios se llevan mal? Respuesta. “Alguien dijo que un poco de ciencia te
aleja de Dios, pero que mucha ciencia te acerca. Yo como matemática busco la
verdad científica, y ha sido precisamente la verdad científica la que me ha
acercado a Dios.
Entrevistadora. - ¿Cuál es esta evidencia? <b>Marta
Salguero</b> responde: “No digo que sea demostrable al cien por cien
científicamente, porque no hay nada que lo se al cien por cien. Pero se sabe que la
probabilidad de que haya vida compleja en la Tierra es de 10 elevada a la
potencia -123. Demasiados ceros le dice <b>Tramullas</b>, para
alguien de letras. Aclaración: “Es un 0 seguido de un punto, 122 ceros y un 1,
esto y nada es casi lo mismo. Ante esto existen dos opciones: creer que venimos
de la nada, o bien que una mente
inteligente ha diseñado este universo a nuestra medida”.
La redactora le dice a la matemática: - Y
usted cree en la segunda. La respuesta que le da la estudiante de matemáticas:
“El cristianismo es la explicación más coherente del ser humano, de la sociedad y de nuestros problemas. El ser
humano se ha alejado del diseño original de Dios, somos defectuosos, estamos
rotos por dentro y necesitamos que Dios nos restaure”.
¿Sus padres son creyentes?, pregunta la
periodista a <b>Marta Salguero</b>. Ésta, muy coherente con lo que
dice el apóstol Juan: “Todos los que le recibieron (Jesús), los que creen en su
Nombre, les dio potestad de ser hijos de Dios, los cuales no son engendrados de
sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios” (Juan
1:12,13). Es decir la fe no es una herencia que se transmite de padres a hijos.
Es una decisión personal con la intervención de Dios que quita la venda que
tapa los ojos que impide ver la realidad. Por esto, la estudiante de
matemáticas da esta respuesta: “la madre es bautista y el padre no. Pero el
cristianismo es una relación personal con Dios, pero entendí que debía volver”.
<b>Marta Salguero</b> de alguna manera se comporta como el hijo
pródigo de la parábola. En vez de seguir en la fe que le transmitía su madre se
fue a una “tierra lejana” que tenía muy cerca: “Iba al instituto y eran años de
mucha presión: los compañeros no piensan como tú, sales más de casa, ves más
opciones. Entonces tenía otros dioses. El tenis era un gran dios, la música,
los estudios…Intentaba hacerlo todo bien por mi misma, encontraba la fuerza en
mi para solucionar los problemas, pero a primero de carrera estos dioses me
cayeron”. Las algarrobas que le daba el mundo no satisfacían el apetito que
sentía su alma. El agua salada que le daban a beber sus dioses intensificaba la
sed de su alma. “Buscaba un sentido más
profundo en mi vida”, afirma la estudiante. Dice que un profesor católico la
impactó por su serenidad. Pensó. “Quiero lo que tiene este hombre”. Igual que
el hijo pródigo <b>Marta Salguero</b> “volvió en si y se dijo…Me
levantaré e iré a mi padre y le diré: Padre he pecado contra el cielo y contra
ti. Ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo, hazme como a uno de tus
jornaleros” (Lucas 15:17-19). “Regresé a las raíces de la Biblia” dice
<b>Marta Salguero</b>, “a buscar personalmente a Dios. Y lo
encontré. Antes quería solucionar las cosas a mi manera y no podía, ahora es
Dios quien me dice lo que puedo y lo que he de hacer”.
El pródigo abandonó la “tierra lejana” y
emprendió el regreso a casa. “Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue
movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello y lo besó. Y el hijo
le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, ya no soy digno de ser
llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y
vestidle, y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el
becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta” (vv.20-23).
El pecado alejó al hijo de la casa de su
padre, pero el arrepentimiento lo devolvió al hogar que en su necedad había
abandonado. Esto es lo que le sucede a cualquier persona que habiendo
abandonado a Dios creador del cielo y de
la Tierra que vuelve en si y confiesa su pecado. Dios, el Padre de nuestro
Señor Jesucristo, viendo en la lejanía que su hijo prodigo regresa a su casa
empieza a correr para apresurar el encuentro para poder abrazarlo y con júbilo
introducirlo en el banquete de bodas que se celebra en su honor. En los cielos
hay una gran alegría por un pecador que se arrepiente.
Octavi
Pereña i cortina
31
de mayo 2016
¿CÓMO SE SOSTIENEN LAS ESTRELLAS?
<b>Dios sostiene el universo con el
poder de su palabra</b>
Al astrofísico <b>Kike
Herrero</b> del Instituto de Estudios Espaciales de Catalunya,
<b>Joseph Corbella</b> lo interroga: - ¿Una pregunta para la cual
no tenga respuesta? La réplica que recibe: “¿Cómo se sostienen las estrellas en
el cielo? Me lo preguntó una niña de cinco años. A ver como le respondes con
rigor y sencillez”. Esta pregunta que hace una niña es la misma que nos hacemos
los adultos pero que quizás no nos atrevemos a hacerla en público para que no
nos tilden de ignorantes. “Sólo con que tengamos ojos para ver y orejas para
escuchar descubriremos que toda la naturaleza nos habla de la elocuencias de
Dios” (<b>Van Der Puy</b>).
Con el estilo poético propio de la
literatura hebrea el salmista expresa su fe en Dios creador en un lenguaje que
tanto adultos como niños pueden entender a no ser que los prejuicios cubran los
ojos para no ver y taponen los oídos para no oír como toda la creación alaba al
Creador. El salmista se expresa así: “Alabad al Señor desde los cielos,
alabadle en las alturas. Alabadle vosotros todos sus ejércitos, alabadle sol y
luna, alabadle vosotras todas, lucientes estrellas. Alabadle cielos de los
cielos, y las aguas que están sobre los cielos. Alaben el Nombre del Señor,
porque Él mandó y fueron creados. Los hizo eternamente y para siempre, les puso
ley que no será quebrantada” (Salmo 148: 1-6).
En un momento determinado los discípulos
le preguntaron a Jesús: “¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? Y
llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo,
que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los
cielos” (Mateo 18:1-3). Con los años la simplicidad infantil se complica. Si a
un niño de cinco años se le dice que las estrellas se sostienen por el poder de
la palabra de Dios que las creó, lo creerá. Mas adelante hará preguntas más
complejas. Si sus oídos no han perdido la capacidad de oír y los ojos no han
perdido posibilidad de ver, seguirá encontrando respuestas satisfactorias a sus
interrogantes.
El origen del universo con todo lo que
contiene es un misterio que no se puede resolver si no es por la fe en Dios
creador. Las teorías científicas que quieren desvelarlo no satisfacen y dicha
insatisfacción abre las puertas a nuevas teorías que tampoco complacen. Seamos,
pues, modestos y admitamos que el origen del universo es un misterio que la
filosofía científica no puede desvelar. El hecho de que el Consejo de Europa
invite a sus 47 miembros a “oponerse con fuerza a la enseñanza del creacionismo
como disciplina científica” no da respuesta a las preguntas que se hace el ser humano: ¿Quién soy? ¿De
dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Cómo se sostienen las estrellas en el firmamento?
Los partidarios del Big Bang que con
dogmatismo afirman que un hecho azaroso formó el embrión del universo y que la
evolución ha hecho el resto, se les podría hacer la pregunta que Dios le hizo a Job: “¿Dónde estabas tú
cuando yo fundaba la Tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia. ¿Quién
ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿Quién extendía sobre ella cordel? ¿Sobre qué
están fundadas sus basas? ¿O quién puso su piedra angular?…” (Job 38: 4-12).
Proverbios que es otro de los libros
poéticos que contiene la Biblia personifica la sabiduría de Dios en lenguaje
poético entendedor: “El Señor me poseía al principio de su camino: Antes de sus
obras, desde entonces fui ungida, desde el principio, antes de que existiese la Tierra, cuando
todavía no había abismo, fui alumbrada…cuando todavía Él no había hecho la
Tierra ni los campos, ni el principio del polvo del mundo. Yo era allí cuando
Él formó los cielos…Entonces yo era a su lado ordenándolo todo, y era cada día
sus delicias, deleitándome siempre en su presencia, gozándome en el mundo
habitado de su Tierra, y mis delicias estaban con los hijos de Adán”
(Proverbios 8: 22-31).
Sin abandonar su carácter poético
Proverbios presenta a la Sabiduría que es Cristo que es “digno de recibir la
gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y por tu
voluntad existen y fueron creadas” (Apocalipsis 4:11): “En las alturas junto al
camino, en las encrucijadas de las veredas se para, en el lugar de las puertas,
a la entrada de la ciudad, a la entrada de las puertas da voces: Oh hombres a vosotros clamo…Oíd,
porque hablaré cosas excelentes, y abriré mis labios para cosas rectas. Porque
mi boca hablará verdad…Todas ellas son rectas al que entiende, y razonables a
los que han hallado sabiduría…”(Proverbios 8: 1-17).
La sabiduría es anunciada a todos los
hombres desde plazas y calles de las ciudades, En las encrucijadas de los caminos:
“El que tiene oídos para oír, oiga”, dice Jesús.
Octavi
Pereña i Cortina
7 de
junio 2016
ECONOMIA SIN ÉTICA
<b>Los banqueros son unas personas
que te dejan un paraguas cuando hace sol y te lo piden cuando empieza a
llover</b> (<b>Mark Twain</b>)
¿Por qué los populismos están ganado el
favor electoral de los perdedores de la crisis? Porque la pregunta que se hacen
no es si las políticas son eficaces, sino si son buenas o malas, es decir, si
introducen consideraciones éticas. Pero los economistas y <i>playmakers</i>
consideran que todos los populismos caen en el bonismo y no toman en
consideración las restricciones financieras”.
Existe un reconocimiento generalizado de
que la causa de la crisis económica que golpea al mundo en general y a Europa
en particular se debe a la falta de ética en la dirección de bancos, empresas y
no hace falta decir: gobiernos.
<b>Joan Fontrodona</b>,
profesor del Iese de la Universidad de Navarra, escribió: “Chester Bernard, en
un libro que se ha convertido en un clásico
en la dirección de empresas, afirma que “lo que se entiende por dirigir
depende de la idea que se tenga del ser humano. La manera de dirigir será
distinta si se entiende que el ser humano es un animal evolucionado que se
mueve por instinto, o un elemento que tienen sentido en función de un todo, o
un ser que merece ser tratado con cierta dignidad, o incluso si es una criatura
hecha a imagen y semejanza de Dios…Y de aquí se extrae una idea concreta qué es
una empresa: Una comunidad de personas unidas por un objetivo común, que es el
desarrollo de quienes forman esta empresa
y el desarrollo de las sociedades con las que la empresa opera…Las
propuestas del humanismo cristiano no son sólo para los cristianos, sino para
todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Este es el reto: ¿Qué pasaría si
se dirigiesen las empresas (y los gobiernos) como si Dios existiese?”
Una buena pregunta la que plantea
<b>Joan Fontrodona</b>. El mundo de las financias, de la economía y
de la política saben como funcionan y cual es el resultado de su gestión desde
la perspectiva de que Dios no existe, o de que ha muerto y como mucho la
existencia de un Dios creador que se
desentiende de la creación y de sus criaturas. En dichas circunstancias no
existe un código ético que sea merecedor de dicho nombre. La ética que impera
es una ética que permite que cada uno haga lo que le plazca. No existen
principios morales que perduren en el tiempo. Las reglas del juego ético sin
Dios son efímeras y se cambian al gusto el consumidor y por lo tanto no aportan
seguridad.
¿Qué pasaría si la economía, las
financias y la política fuesen dirigidas por personas que creen en Dios Padre
de nuestro Señor Jesucristo que es quien ha dictado las normas éticas que
pondrán orden en el desbarajuste que se ha creado ya que si no hay Dios que
gobierne cada uno hace lo que mejor le parece a sus propios ojos? Tal
experiencia no se ha dado nunca porque jamás se ha permitido que Dios
participase directamente en los asuntos terrenales. El resultado de un mundo
sin Dios lo sabemos. Deberíamos creer en las promesas de bendiciones que
Él dice derramará sobre los hombres si
acatan su dirección. Esta es una experiencia de la que desconocemos su
resultado. No perderíamos nada y en cambio tenemos mucho a ganar si le pedimos
que sea Él el guía de nuestras vidas.
Nos acercamos a unas nuevas elecciones en
España y los cuatro partidos que esperan gobernarla se limitan a acusarse
mutuamente sin presentar propuestas concretas para solucionar el caos
imperante, debido a su políticas erróneas. Al paso que vamos los populismos que
tanto desagradan a los partidos tradicionales irán creciendo. No todos los
planteamientos que presentan los partidos populistas son descabellados, de
alguna manera son la conciencia de los consolidados que por haber jugado con la
alternancia se han ido tapando mutuamente las tropelías y creando unas redes de intereses deshonestos que con la aparición de
los nuevos partidos que fiscalizan la acción política ya no las pueden seguir
manteniendo ocultas. En lugar de reconocer la corrupción que han creado con sus
redes de amiguismos, culpan a los partidos emergentes de atentar contra la
estabilidad y del buen gobierno que dicen haber realizado durante su mandato.
¿Qué estabilidad? ¿Qué buen gobierno? ¿La de la estabilidad que ofrece la ley
mordaza que impide a la ciudadanía manifestarse contra la corrupción y que
impone el silencio a los políticos <i>díscolos</i> que se
convierten en críticos de lo que ocurre en las entrañas de los partidos y que
se ven obligados a abandonarlos porque la regeneración es imposible?
La ausencia de la ética bíblica que nace
de la conversión a Cristo ha engendrado
una codicia excesiva que no solamente es una mala moral, también una pésima
economía. El resultado es bien palpable ante el empobrecimiento colectivo al
que nos ha llevado la ausencia de la ética que tiene su origen en Dios.
<b>Thomas Jefferson</b> que fue el tercer presidente de Estados
Unidos, anticipó el caos actual al escribir: “Pienso que nuestras instituciones
bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que ejércitos completos
listos para el combate. Si el pueblo americano permite un día que los bancos
privados controlen la moneda, todas las instituciones que florecerán alrededor
de los bancos quitarán a las personas todas sus posesiones, primero mediante la
inflación, a continuación por la recesión, hasta el día que sus hijos se
despertarán sin casa y sin techo, sobre la tierra que sus padres conquistaron”.
Sin duda alguna la codicia de algunos ha
llevado a una pésima economía.
Octavi
Pereña i Cortina
14
de junio 2016
EUCACIÓN VIARIA
<b>Las calles y las carreteras
necesitan conductores sensatos que alejen los accidentes de
circulación</b>
Los vehículos van provistos de
intermitentes que sirven para indicar a los automovilistas que les siguen que
se va a efectuar un cambio de carril. Este aviso sirve para que el conductor
afectado tome la precaución conveniente. Este chisme que es muy útil para hacer
más seguro el transito parece ser que se haya perdido en algún lugar
desconocido porque un buen número de conductores parecen ignorar su existencia.
El intermitente, en general no se utiliza
debido a la desidia provocada por la deshumanización del conductor. Cuando él o
ella sube al vehículo sucede algo parecido a lo que ocurre cuando se está en un
campo de futbol o en un pabellón deportivo. La persona educada, risueña, de
buen porte, se convierte como por arte de magia en un energúmeno que no
teniendo suficiente con vociferar al árbitro y a los jugadores, los insulta con
palabras tan groseras que no pueden repetirse en un escrito.
Bien, volvamos a nuestro conductor que no
utiliza los intermitentes para avisar a quienes le siguen que va efectuar un
cambio de sentido. ¿Por qué no lo hace? No es un movimiento que exige un gran
esfuerzo. Consiste en una suave presión sobre una palanca adosada al volante y
al alcance de la mano. No es un problema de dificultad, es una cuestión de
empatía, de no saberse poner en la piel de los conductores a quienes les puede
afectar el cambio de dirección que se propone efectuar. En dicho comportamiento
que ignora a los otros conductores se encuentra un cierto grado de narcisismo,
esta complacencia excesiva en uno mismo que le impide sentir afecto hacia los
conductores que pueden sentirse incómodos por los cambios efectuados sin
avisar. El narcisismo en la carretera no solamente provoca molestias, sino
daños personales y materiales en los conductores afectados por la negligencia
de haber utilizado el intermitente.
Situémonos en una rotonda. Espero porque
hay vehículos que entran en ella. Los intermitentes siguiendo la mala costumbre
permanecen inactivos. Sigues esperando. El vehículo que entra en la rotonda o
sale de ella si hubiese puesto el intermitente habría indicado el movimiento
que iba a hacer. Los conductores en estado de espera podrían moverse en
consecuencia. La circulación sería más fluida. Disminuiría el estrés y se
evitarían accidentes.
Los valores del cristianismo son útiles
tanto para la circulación urbana como para la interurbana. La fe en Cristo
proporciona el amor, la empatía que se necesita para identificarse con los
otros conductores para nuestra manera de conducir no los afecte negativamente.
El día que se produzca un accidente los medios de comunicación se lamentarán del
incivismo que se da cuando se conduce. El tema del intermitente es uno de los que
afectan a la buena convivencia. Resolverlo no es una cuestión de normas, de
sanciones. Es un problema del corazón del que nacen de manera permanente los
sentimientos, sean buenos o malos que afectan al comportamiento.
Los fruticultores saben muy bien la
importancia de cultivar buenas variedades de fruta con el fin de conseguir
frutos de buena calidad para que tengan buena aceptación en el mercado. Pues
bien, el comportamiento humano es parecido al símil del frutal. Según sea el
corazón así serán las obras que producirá. Palabras de Jesús: “Haced el árbol
bueno y su fruto será bueno, o haced el árbol malo y su fruto será malo: porque
el árbol se conoce por su fruto…El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón
saca cosas buenas, y el hombre malo, del mal tesoro saca cosas malas” (Mateo
12:33,35).
Según Jesús el comportamiento humano no
depende de las normas y de las sanciones, sino de la calidad del corazón. Según
la ilustración que emplea Jesús de si se es árbol bueno o malo los fruticultores
saben como transformar un árbol malo en uno bueno por medio del injerto. Lo que
crece a partir del injerto es un árbol que dará buenos frutos. El corazón del
hombre básicamente es malo y según esta condición da frutos. El comportamiento
social es una evidencia de la maldad existente en el corazón humano. De acuerdo
al tema que tratamos en este escrito, el fruto de un corazón malo es una
conducción, temeraria, que no respeta las normas de circulación y así ocurre lo
que ocurre. Necesitamos tener corazones buenos que generen pensamientos de
amor, de empatía hacia los otros conductores para que a todos ellos les resulte
más tranquila la conducción.
Bien seguro que si es Cristo quien
gobierna los corazones de los conductores
disminuirán los accidentes porque se conducirá de manera más sensata.
La pregunta que debemos hacernos es:
¿Cómo se hace bueno un corazón malo? La Biblia nos dice que la fe en Jesús es
quien obra la transformación. Cristo es quien hace bueno el corazón malo y que
mediante el Espíritu Santo hace que el corazón produzca las obras, las acciones
buenas El uso del intermitente que hace más agradable la circulación, tanto en
las vías urbanas como en las interurbanas, sería una muestra de un corazón
bueno.
Octavi
Pereña i cortina
REFORMA EN PROFUNDIDAD
<b>Un Parlamento que impide que un
ministro del Gobierno dé explicaciones de su actuación dudosa es un Parlamento
que atenta contra la Democracia y fomenta la corrupción política</b>
<b>Juan José Omella</b>,
arzobispo de Barcelona en un escrito publicado en La Vanguardia el 26/06/2016,
coincidiendo con las elecciones generales, invocando a san Tomás Moro, escribe:
“Pedimos a este santo que interceda por todos nosotros, hombres y mujeres que
tenemos responsabilidad pública de vivir más
en coherencia con aquello que somos y que configura nuestras vidas, pero
es necesario que lo vivamos con gran respeto a los otros. Que lo que nos dicte
la conciencia prevalezca por encima de los intereses de partido, e incluso de
los nuestros personales”.
Con la Biblia abierta el arzobispo
barcelonés se equivoca invocando a Tomás Moro para que interceda a favor de
quienes tienen responsabilidad pública para que “lo que nos dicte la conciencia
prevalezca por encima de los intereses de partido, e incluso de los intereses
personales”. No es invocando a un hombre como se cambiará la conciencia de las
personas que tienen cargos de responsabilidad pública.
En la plegaria que el rey Salomón
pronunció durante la ceremonia de inauguración del templo que había construido
y que en el lugar santísimo se colocaría el arca del pacto que simbolizaba la
presencia de Dios entre su pueblo, entre otras cosas dijo: “Tú oirás en los
cielos, en el lugar de tu morada, y perdonarás, y actuarás, y darás a cada uno
conforme a sus caminos, cuyo corazón tú conoces, porque sólo tú conoces el
corazón de todos los hijos de los hombres” (1 Reyes 8:39). Existen dos maneras
de invocar la bendición de Dios sobres los hombres, Juan José Omella hace la
incorrecta porque invocando a un hombre, por más bueno que haya sido en el
transcurso de su vida terrenal, no deja de ser una persona frágil y con todas
las miserias que conlleva ser pecador. La tal persona no puede cambiar la
conciencia de otro ser humano. “El hiero es igual al hierro y un hombre es
igual a otro hombre” (Proverbios 27:17). El texto nos dice que todos los
hombres somos iguales. Como descendientes de Adán que somos todos somos
pecadores. No hay ningún justo. “El hombre es un lobo para el hombre” (Thomas
Hobbes), y, “la simiente de todos los pecados más viles y peores, está en el
mejor de los hombres” (Thomas Brooks).
El pueblo de Israel tenía al alcance de
su mano la Ley de Moisés y todo lo que los profetas les decían en Nombre del
Señor y no le hicieron caso. El resultado fue un vaivén entre obediencia y
desobediencia a Dios que acabó con
un generalizado desconocimiento de la Palabra de Dios. La conciencia de
los prohombres de Judá y del pueblo llano estaba oscurecida por el desconocimiento
de la Palabra que es la luz que ilumina la conciencia, lo cual condujo al
descalabro nacional.
Las tinieblas envolvían a
Judá y en decimoctavo aniversario del rey Josias se inició la reparación del
majestuoso templo de Salomón que se encontraba en pésimas condiciones. La
situación del edificio era un reflejo
de la condición del pueblo. En tanto se
efectuaban las obras de reparación se encontró un ejemplar del Libro de la Ley, que se leyó al rey, quien,
al oír el mensaje de Dios, “hizo pacto delante del Señor, de que irían en pos
del Señor, y guardarían sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos, con
todo el corazón y con toda el alma, y que cumplirían las palabras del pacto que
estaban escritas en aquel libro. Todo el pueblo confirmó el pacto” (2 Reyes
23:3). La conciencia de un pueblo que no
es iluminada por la luz de la Palabra de Dios los condujo a una situación en la
cada cual hacía lo que mejor le parecía. La reforma emprendida por el rey Josías
momentáneamente paró el declive espiritual que al reiniciarse condujo al colapso total.
La reforma iniciada por
Martín Lutero en el siglo XVI fue posible cuando el monje descubrió que el
hombre se salva por la fe en Cristo y su
obra redentora y no por obras de justicia propia que era la enseñanza
prevaleciente es su época. Este descubrimiento no le dejó indiferente ante las
necesidades espirituales del pueblo alemán. Emprendió la traducción de la
Biblia al alemán con lo que puso al alcance de la mano de la ciudadanía la
verdad de Dios. El oscurantismo de la época se hizo evidente cuando la luz de
la palabra de Dios iluminó las conciencias. La conciencia de un hombre o de una
mujer iluminada por la Palabra de Dios no puede seguir practicando las obras
injustas de las tinieblas.
Para regenerar la
política española cuya conciencia se niega a aceptar la comparecencia del
ministro de Interior en el Parlamento para que explique las conversaciones mantenidas con el director de la Oficina
Antifraude de Catalunya, alegando que el Parlamento está en funciones, cuando
poco antes el Tribunal Constitucional sentenció que un Gobierno en funciones
debe informar a un Parlamento también en funciones. ¿Es esta la conciencia de
los diputados en el Congreso de Madrid que debe regenerar la política española.
No deseando escuchar las explicaciones que debía dar el ministro del Gobierno
sobre su comportamiento oscuro, ¿es así como se regenera la política que todos
con la lengua gritan que lucharán para regenerarla? Con esta conciencia vamos
por mal camino. Los diputados en el Congreso en Madrid han podido votar según
les ha dictado su conciencia, pero, ¿es esta una conciencia iluminada por la
Palabra de Dios que rechaza la injusticia? “Muchos hombres proclaman cada uno
su propia bondad, pero un hombre de verdad, ¿quién lo encontrará”? (Proverbios
20:6).
Octavi Pereña i Cortina
5 de julio 2016
INFANCIA ENFERMA
<b>Las enfermedades mentales
infantiles, ¿necesitan tratamiento
espiritual?</b>
Unos datos que alertan del drama que se
aproxima: “La cifra de menores visitados en los centros de salud mental
infantil ha crecido un 28% en los últimos cinco años en Catalunya. Los centros
de desarrollo infantil y atención precoz atendieron en el año pasado (2015) el
doble de niños de 0 a 6 años que hace diez años. El 7,1% de los menores de 15
años visitaban el sicólogo en 2014 ante el 4,1% que lo hicieron el 2010”
(<b>Mayte
Rius</b>). El informe sobre la salud mental infantil y adolescente en
Catalunya elaborado por la Fundación Pere Tarrés y la Federación Salud Mental
Catalunya de la que provienen los datos aportados por <b>Mayte
Rius</b>también dice: “De hecho, la pobreza figura como uno de los
factores que aumentan el riesgo de padecer trastornos mentales, igual que las rupturas y los
conflictos familiares”. El entorno parece ser que es uno de los factores que
contribuye al incremento de trastornos mentales en una infancia cada vez más
joven. El entorno es el que es y no se ve la posibilidad de cambiarlo a corto
plazo. Debemos aprender a convivir con él porque la falta de recursos públicos
para atender la salud mental infantil hace imposible que todos los afectados
puedan recibir la atención que necesitan. El informe señala la crisis que
genera pobreza como un factor que genera trastornos mentales en niños cada vez
más pequeños. Este factor no está en las manos de los padres afectados
cambiarlo. Pero se resaltan otros: ·Las rupturas y los conflictos familiares”.
Estos problemas que contribuyen a generar trastornos mentales en los hijos, su
curación no depende de la salud pública y por lo tanto no se puede justificar
su presencia a la falta de recursos públicos destinados a atender la salud
mental de los menores.
La actriz <b>Melanie
Griffith</b> envía un mensaje a los padres cuando dice: “A los diez años
bebía como si fuese un refresco. Me estaba medicando para huir de mi dolor y de
mis inseguridades”. No especifica quien o que le provocaba el dolor y las
inseguridades. Creo que es lícito extraer las causas de lo que pasa en las
familias en general. Los niños no respiran en sus hogares un ambiente
saludable. Las relaciones de los padres son conflictivas a matar que de rebote
afectan a los hijos. La prole contempla como los padres ahogan sus penas en el
alcohol y las drogas. Cuando la situación ha llegado al límite: la separación o
el divorcio es inevitable. Esto provoca dolor e inseguridad en los hijos que se
refleja en los trastornos mentales que se medican. Este círculo vicioso debe
romperse en los padres que son una de las causas del aumento de los trastornos
mentales infantiles que son motivo de preocupación de la salud pública. ¿Qué es
lo que hace que se produzcan altercados que son causa de graves problemas
domésticos? Es evidente que muchos padres desconocen a Dios, por lo tanto, es
lógico que no se le tenga en cuenta a la hora de solucionarlos. No tienen a su
alcance unos hombros fuertes en que descargar los problemas que los afligen.
Erróneamente los esconden en el alcohol, drogas, antidepresivos, ansiolíticos,
viajes, la diversidad de ocio que la sociedad pone al servicio de los
sufrientes para hacer desaparecer las penas. No lo consiguen. Todo lo
contrario. Con del paso del tiempo las cargas se hacen más pesadas y
asfixiantes. La <i>desesperación tranquila</i> como alguien ha
bautizado la situación, es la
característica de muchos hogares. Con receta o sin ella, en el intento
de hacer desaparecer el infierno en que viven se utilizan las pastillas que
algunos expertos en salud mental consideran que son pegotes que no solucionan
el problema de la salud mental infantil.
Se me ha dicho que termino los escritos
haciendo referencia a Jesús. Si debo proponer la solución a un problema de
carácter espiritual necesariamente debo terminarlos de esta manera. La misma
clase médica afirma que las pastillas no son la solución a los trastornos
mentales infantiles. El Real Colegio Australiano y de Nueva Zelanda de
psiquiatría, avisa: “Es alarmante que cualquier antidepresivo se administre a
los niños”. Por su parte el <b>Dr. Joe Tucci</b>, asegura: “No veo
un buen motivo para que a un niño de seis o menos, se le trate con
antidepresivos. Creo que esto crece porque se usa la medicación para tratar los
síntomas pero no la causa”.
Un toque de atención a los padres.
Alguien ha dicho: “Enojado, niños infelices se enojan, adultos infelices, El
tratamiento de la salud mental cuesta billones de dólares en nuestra sociedad,
no solamente en el aspecto sanitario, sino también en el aspecto de servicios
educativos, de justicia y prisiones. ¿De dónde crees que vienen estos
problemas? La mayoría comienzan en la infancia”.
Jesús debe estar presente en los hogares,
no como personaje histórico que yace sobre la mesa del forense para ser
estudiado, sino como el Cristo viviente que es el Camino que conduce al Padre
celestial. Cuando Jesús se convierte en el Salvador de alguien sus pecados han sido borrados y la relación
con Dios se ha restablecido, entonces la plegaria que el Espíritu Santo pone en
su corazón, el padre atribulado por la dolencia mental de su hijo, es el instrumento
que sirve para descargar sobre la espalda de Jesús la pesada carga del
trastorno mental de su hijo. Si Jesús se hace presente en un hogar porque los
padres creen en Él puede ser el inicio de la curación mental de los hijos
porque allí en donde todo se solucionaba a la tremenda se ha implantado la paz
de Cristo que excede a la comprensión humana y, esta paz divina es el bálsamo
que tranquiliza la inestabilidad infantil.
Felipe le dijo a Natanael: “Hemos
encontrado a Jesús de Nazaret”. Natanael le dice: “¿De Nazaret puede salir algo
bueno?” Felipe le responde: “Ven y lo verás” (Juan 1. 45,46). Si el lector
está harto de gastar dinero en médicos que no le resuelven el problema de la
salud mental de sus hijos, no le hagas caso de lo que se dice de Jesús para
denigrarlo. Acude a Él sin dilación y descubrirás quien es realmente.
Octavi
Pereña i Cortina
LA IMAGEN DE DIOS
<b>Algunos evolucionistas en su
necedad se imaginan a Dios como un mono que gruñe y que ha evolucionado a lo
largo de millones de años hasta hacerse inteligente</b>
El periodista <b>Josep
Corbella</b> entrevista a <b>Palmira Saladié</b>, entre otras
cosas le pregunta: ¿Qué piensa que es cierto aún cuando no pueda demostrarlo?
La respuesta fue: “Que los australopitecos, antecesores de los humanos, eran
capaces de cazar y de hacer herramientas”. Los australopitecos, según los
evolucionistas fueron un género de primates homínidos que vivieron en
África entre cuatro a dos millones de
años. La <b>Palmira</b> se merece un elogio porque dice que no pude
demostrar lo que hacían los “antecesores de los humanos”.
No puedo elogiar a <b>Emilia Cerezo Moedano</b>,
autora de los libros <i> ¿Evolución? Sí, para
todos</i> y <i>Darwin preescolar</i> porque afirma cosas sobre Dios que no puede demostrar. El periodista que la entrevista
hace este comentario: “Un libro donde lleva al límite el darwinismo y no sólo
afirma que el hombre viene del mono, sino que Dios también procede de un dios
mono anterior”. A lo largo de la entrevista publicada en El País Semanal
(26/06/2016) <b>Emilia Cerezo</b> dice alguna cosas sobre Dios que
ignoro cómo puede decirlas una persona culta pero que Dios asegura que se debe
a su necedad. Distinguiéndose de <b>Palmira Saladié</b> que no
puede demostrar lo que sucedió entre cuatro y dos millones de años,
<b>Emilia Cerezo</b> afirma con rotundidad lo que sucedió hace
millones y millones de años: Dios “viene de un dios mono anterior que se
comunicaba gruñendo y estaba completamente cubierto de pelo. Dios es el
producto de una evolución constante durante millones de años…Sí (Dios creó el
universo), pero tardó muchísimo. Evolucionó durante millones de años…Dios
empezó a ser inteligente al cabo de muchísimo tiempo. Al principio tenía un
cerebro del tamaño de un cacahuete…” Refiriéndose a Jesús dice: “Le diré que lo
primero que hicieron los monos al desarrollar un pulgar oponible fue agarrar
unas piedras y unos palos y crucificar al mesías mono para expiar nuestros
pecados de mono…”. Si Dios es como se lo imagina <b>Emilia
Cerezo</b> y que no aporta pruebas para demostrar su proceso evolutivo,
no debe extrañarnos que el hombre llegue al extremo de barbarie como la del
llamado Estado Islámico o de los Estados que se consideran civilizados. Estas
tropelías son el resultado de que el hombre ha abandonado al Creador con lo que
se ha inclinado a la idolatría. Estas fechorías nada tienen que ver con la
evolución, sino con el pecado.
El Dios eterno e inmutable no se parece
en nada con el dios que <b>Emilia Cerezo</b> describe con tanto
detalle. El Dios de la Biblia no lo ha visto ningún mortal. Es el Invisible.
Algunos mortales vieron una teofanía, una manifestación sensible de la
Divinidad. Cuando Moisés le pidió a Dios: “Te ruego que me manifiestes tu
gloria” (Éxodo 33:18). La respuesta que recibió fue: “No podrás ver mi rostro,
porque no me verá hombre y vivirá. Y dijo aún el Señor: He aquí un lugar junto
a mí, y tú estarás sobre la peña, y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una
hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. Después
apartaré mi mano y verás mis espaldas,
pero no se verá mi rostro” (vv. 20-23). Por esto el mandamiento: “No te harás
ninguna imagen…” (Éxodo 20:4). El apóstol Pablo explica como <b>Emilia
Cerezo</b>puede llegar a convertir al Dios invisible en la semejanza de
un mono “que se comunicaba gruñendo y estaba totalmente cubierto de pelo”,
cuando escribe: “Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad se
hicieron claramente visibles desde la creación del mundo” (Romanos 1:20).
Quienes no desean ver las cosas invisibles de Él, manifiestas en la creación,
“profesando ser sabios se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios
incorruptible en semejanza de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de
reptiles” (vv, 22,23).
Jesús antes de dejar este mundo anuncia a
sus discípulos que se va a preparar un lugar para ellos: “Para que donde yo
estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:13). Los discípulos que todavía no
habían recibido el Espíritu Santo encontraron muy extrañas dichas palabras
porque no las entendían. Es cierto que conocían a Jesús pero no con la claridad
con que lo harían a parir de Pentecostés cuando se convirtieron en morada del
Espíritu Santo. Durante la conversación que mantuvo Jesús con sus discípulos se
produjo un diálogo muy interesante: “Si me conocieseis, también a mi Padre
conoceríais, y desde ahora le conocéis y le habéis visto. Felipe le dijo:
Señor, muéstranos al Padre y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo que estoy
con vosotros y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí ha visto al
Padre: ¿Cómo, pues dices tú: muéstranos el Padre?” (Juan 14:7-9).
Jesús “que es el esplendor de su gloria
(de Dios) y la expresión de su esencia” (Hebreos 1:3), descubre al Dios
invisible que se muestra en la obra de la creación (Romanos 1: 19,20). Siendo
Jesús “la expresión exacta de la esencia de Dios” nos muestra la ternura y el
amor infinito que el Padre siente por sus criaturas que en su necedad le
convierten en un mono gruñón cubierto de
pelo, imagen grosera de Dios que amando de tal manera al mundo ha dado a su
Hijo unigénito para que cualquiera que crea en Él no se pierda mas tenga vida
eterna (Juan 3:16).
Octavi
Pereña i Cortina
8 de
agosto 2016
¿A QUIÉN SE DEBE TEMER?
<b >Cundo se tiene miedo de alguien
es porque a este alguien le hemos concedido poder sobre nosotros</b>
(Hermann Hesse)
El terrorismo islámico ha conseguido
inyectar una psicosis colectiva que altera la realidad. No puede ponerse en
duda que el llamado Estado Islámico golpea allí en donde puede conseguir más
resonancia mediática con lo cual la población ve fantasmas por doquiera. Una
muestra de la psicosis colectiva la encontramos en lo ocurrido en Platja d’Aro.
El Periódico del 3 de agosto de 2016 publica una reseña de lo sucedido:
“Precisamente, anoche se registraron unas escenas de pánico en Platja d’Aro
cuando a las diez de la noche un grupo de turistas se presentaron en el centro
de la población con la intención de realizar un < i>flash mob</i>,
o lo que es lo mismo una acción en la que se perseguían entre ellos simbolizando
la persecución de un personaje famoso”. Los testigos de la escenificación al
ver la corrida de los actores lo relacionaron con un ataque terrorista que
“sembró el pánico en la población. Centenares de personas se recluyeron en
comercios y discotecas y mensajes de alerta en las redes sociales. El Sistema
de Emergencias atendieron a varias personas con ataques de ansiedad”.
Unas palabras de <b>Jennifer
Bensen</b>: “La próxima vez que el miedo se apodere de ti, no dejes
entrar el pánico. Puedes incluso confiar en Dios en la oscuridad”. El salmista
nos reconforta con estas palabras: “En el día que temo, yo en ti (Dios) confío”
(Salmo 56:3). El alma que no guarda a Dios en su interior es como una ciudad sin murallas, está
desprotegida del enemigo y el miedo se introduce rápidamente en ella
produciendo estragos. Quien clama al Señor, Él le escucha, da respuesta y lo
libra de todos sus miedos.
En estos momentos de manera muy
machacona, los informativos dan preferencia a las noticias que tienen que ver
con el terrorismo que hace estallar explosivos y dispara indiscriminadamente
contra grupos de personas que tranquilamente se toman un refresco en la terraza
de una cafetería o comprando en un área comercial. El miedo se apodera de
nosotros y, el movimiento de una
hoja nos asusta. Emocionalmente nos
sentimos desprotegidos y el miedo como un ladrón se introduce furtivamente en
nuestra alma, empezando a extender el virus del pánico. Nos encontramos
indefensos ante el miedo que nace instintivamente en nuestras almas. Con
urgencia necesitamos un escudo que nos proteja del sobresalto.
Somos miopes. Únicamente nos interesa el
cuerpo que contemplamos y nos olvidamos del alma que es invisible. Debido a
nuestra ceguera únicamente valoramos el cuerpo, la parte más frágil de nuestra
persona porque en el mismo instante de nacer ya iniciamos la carrera hacia la
muerte, y descuidamos el alma que tiene duración eterna sea en la salvación o
la condenación. Al alma, debido a su condición espiritual no la valoramos.
Únicamente apreciamos a los sentidos y, como dice un anuncio publicitario:
<i >Excítalos</i>. Nunca es tarde para rectificar. El refrán
popular dice: “De sabios es rectificar”. ¡A ver si somos capaces de mostrar que
lo somos!
Jesús nos hace una advertencia: “Mas os
digo, amigos míos: no temáis a los que matan el cuerpo, y después nada pueden
hacer” (Lucas 12.4). Estas palabras pronunciadas hace más de dos mil años parecen como si
hubiesen sido dichas especialmente para nuestra generación. No, estas palabras
fueron pronunciadas y conservadas impresas sobre papel porque son útiles para
las personas de todas las épocas porque todas las generaciones han sido
marcadas por la violencia: La institucional, con los poderosos que movidos por
el egoísmo desmesurado que no vacila a la hora de iniciar guerras a sabiendas
de que en los campos de batalla muchos hombres perderán la vida o quedarán
lisiados para siempre. A la vez la población civil sufrirá las consecuencias de
los mal llamados <i>daños colaterales</i> debido a los abusos de
las tropas invasoras. Además es un hecho documentado la presencia de los
bandoleros que asaltaban a los caminantes para despojarles de sus bienes y a
menudo de sus vidas. Las palabras de Jesús no tienen fecha de caducidad.
Jesús pretende abrirnos los ojos para que
sepamos a quien debemos temer: “Pero yo os enseñaré a quien debéis temer: Temed
a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el
infierno, sí, os digo, a este temed” (v.5). “Dicen que la gente, cuando pone el
ojo en el visor del telescopio (del Observatorio Fabra), la gente suele
musitar: “¡Dios mío, Dios mío!” Esta no es una declaración de fe al contemplar
la maravilla de la creación, sino una reacción instintiva ante contemplar algo
tan asombroso y es un pronunciar en vano el Nombre de Dios. La realidad sigue
siendo la indiferencia ante el mundo del espíritu.
Por inferencia, sin ser nombrado, nos
dice que aquel a quien debemos temer es Satanás, el Diablo. Está claro que
éste, con sus artimañas ha conseguido que no lo temamos porque se ha presentado
con una imagen burlesca. ¿Qué es esto sino los diablos en los pasacalles que
hacen pasar la mar de bien a los espectadores, sean adultos o niños? ¿Qué
diremos del diablo que con sus ocurrencias provoca la alegría de los espectadores
en las representaciones navideñas de los pastorcillos? No es de este diablo de
fábula de quien nos alerta Jesús. Se refiere a este ser espiritual a quien
llama: “Padre de mentira y homicida desde el principio”. De este espíritu
maligno es de quien debemos tener miedo porque además de podernos matar
físicamente por medio de un ataque terrorista, “tiene la potestad de lanzarnos
al infierno”, a la condenación eterna. Es al diablo a quien debemos temer.
Debemos reconocer que no le podemos plantar cara porque al ser muy superior en
fuerza que nosotros, en un santiamén nos destrozaría. Debemos buscar cobijo
bajo las alas protectoras de Jesús porque con su muerte y resurrección al
tercer día ha vencido al Diablo. El diablo ya no tiene poder sobre los que han
creído en Jesús como a su Salvador. Siendo Jesús “nuestro Dios para siempre y
eternamente: nos guiará más allá de la muerte” (Salmo 48:14).
Octavi
Pereña i Cortina
6 de
septiembre 2016
INESTABILIDAD SOCIAL
<b>El estado del bienestar se
desmorona por falta de justicia social</b>
“El daño más grande y la peor crisis del
siglo XXI es la ansiedad, la incertidumbre y la angustia del presente. El
futuro apenas cuenta. En estos momentos, cuando el hombre posee más medios para
conocerse, más parece que se desconoce. La información es instantánea y global,
los descubrimientos de toda índole avanzan y se sobreponen a gran velocidad…Y?”
(<b>Joan-Pere Viladecans</b>, pintor. El Y?
del artista es un interrogante que abre la puerta a las dudas que expone en su
escrito <i>Epidemia de patologías mentales</i>.
El mundo actual está afectado por un
capitalismo sin entrañas que desea conseguir los máximos beneficios a muy corto
plazo. Este dinero de fácil obtener se consigue a base de recortes salariales
hasta el extremo de sueldos de hambre, contratos laborales basura, largas y
extenuantes jornadas laborales…Hoy ya se habla de la restauración de la
esclavitud en el llamado Primer Mundo o Occidente. El desmantelamiento del
estado del bienestar con la implantación de la precariedad como sistema tiene
un coste social: la proliferación de trastornos mentales que comienzan a
manifestarse en edades cada vez más jóvenes.
Esta situación puede provocar dos
respuestas. Una es levantar los puños hacia el cielo y culpar a Dios de la situación
existente. “Si existes” se acostumbra a decir, “por qué lo permites?” “Si eres
un Dios tan bueno” como suelen decir los cristianos, “por qué permites que los
seres humanos sufran de manera tan cruel
como los medios de comunicación se encargan de visualizarlo?” Esta postura de
odio hacia Dios agrava la situación de las personas que sufren debido a la
opresión a que los someten los poderosos que se han convertido en esbirros que
Satanás utiliza para llevar a cabo sus instintos homicidas. Reaccionar con odio
hacia Dios por la realidad que nos toca vivir contribuye a aumentar la miseria porque esta actitud atiza el consumo
de fármacos para combatir el estrés, la ansiedad y otras dolencias mentales
emparentadas que además de esclavizarnos a la química, esquilman nuestros
bolsillos empobreciéndonos con el regocijo de las farmacéuticas que ven como
sus beneficios se incrementan exponencialmente.
La otra reacción ante el desmantelamiento
del estado del bienestar con todos los perjuicios sociales que le acompaña no
es agresividad contra Dios culpándole de los males que nos aquejan. Consiste,
aunque no lo parezca, que Dios es quien controla la situación, que no se le ha
escapado de sus manos y que permitiendo, no que las cometa, que las cosas sean tal como son es porque
desea enseñarnos algo para nuestro bien. Pienso que sin dejarnos llevar por la
ofuscación debemos hacernos una pregunta: ¿Cómo es mi relación con Dios? Ya sé
que somos de aquellas personas que con el puño en alto culpamos a Dios de
nuestros males. Si resulta que Dios no es el enemigo que disfruta haciéndonos
sufrir, todo lo contrario, desea nuestro bien, y que la situación catastrófica
en que estamos inmersos la tolera porque desea enseñarnos algo que será para
nuestro beneficio. Si se niega la soberanía de Dios en todos los
acontecimientos, el resultado es que al prescindir de su autoridad soberana las
cosas nos van de mal a peor. ¿No nos damos cuenta de que al prescindir de Dios
y dejarnos guiar por los dictados de nuestros corazones perversos nos ha
llevado al caos que estamos viviendo? “Hay caminos que al hombre le parecen
rectos, pero terminan siendo senderos de muerte” (Proverbios 14:12).
Como personas rebeldes que somos Dios
tiene que disciplinarnos con el fin de que nos pongamos en el lugar que nos
corresponde por ser criaturas suyas. La realidad es que la desobediencia a Dios
y no dejarnos guiar por sus mandamientos nos a llevado a la situación actual y
sin saber cómo salir de ella. ¡Cuánto
más pretendemos solucionarla más enfangados nos encontramos! A pesar de nuestra
rebeldía Dios se nos dirige en estos términos: “No menosprecies, hijo mío, el
castigo del Señor, ni te fatigues de su corrección, porque el Señor a quien ama
castiga, como el padre al hijo a quien quiere” (Proverbios 3:11,12). “El
principio de la sabiduría es el temor del Señor” (Proverbios 1:7). La segunda
parte de este versículo dice: “Los insensatos desprecian la sabiduría y la
enseñanza”. Una reflexión sincera nos ayudará a comprender que alzar los puños
contra Dios descubre nuestra necedad y que nuestra insensatez por falta de
sabiduría nos ha llevado a la desgracia que las noticias evidencian y al
consumo desorbitado de antidepresivos i ansiolíticos.
El autor de Proverbios sigue escribiendo:
“Feliz el hombre que encuentra la sabiduría, y que obtiene la inteligencia,
porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus frutos más que
el oro fino. Más valiosa que las piedras preciosas, y todo lo que puedas
desear, no se puede comparar a ella” (vv.13-15).El texto nos dice que la
sabiduría divina es más valiosa que los bienes materiales más apreciados. Estos
podemos perderlos en un parpadear. De hecho, con la actual crisis son muchos
quienes los han perdido y muchos que vivían en la holganza han caído en la pobreza.
En cambio, quien posee la sabiduría divina tiene un tesoro mucho más valioso
que el ladrón más experto no le podrá robar. Los anuncios de las empresas de
seguridad que avivan el miedo a los ladrones para hacer negocio no van con los
ricos en la sabiduría divina.
El autor de Proverbios prosigue dándonos
buenas noticias que contradicen los estereotipos que se dan del aburrimiento
que ocasiona tomarse en serio la fe cristiana. He aquí la recompensa que
acompaña poseer la sabiduría que proviene del temor de Dios: “Largura de días
está en su mano derecha, en su izquierda riquezas y honra. Sus caminos son
senderos deleitosos, y todas sus veredas paz. Ella es árbol de vida a los que
de ella echan mano, y felices son los que la retienen” (vv.16-18).
Al finalizar su artículo
<b>Viladecans</b> escribe: “Pero a la gente, hoy, más que a la
muerte, la angustia sobrevive y ver el horizonte como una línea trazada a
lápiz, así: sin más. Sin futuro. Quizás lo que más nos cuesta es volver a creer
en el mundo y en el hombre”. ¡Qué contraste entre la sabiduría humana y la
divina!
Octavi
Pereña i Cortina
LOS DEDOS DE DIOS
<b>La pregunta que la Ciencia no
sabe dar razón, la Biblia la responde: “En el principio creó Dios los cielos y
la Tierra” (Génesis 1:1</b>
Auguste Compte se le puede considerar el
padre del radicalismo científico basado en una fe ciega en la capacidad de la
ciencia para responder a todas las preguntas y resolver todos los problemas, y
constituido como una nueva religión. Compte divide la historia en tres estadios:
el teológico, en que se postulan dioses invisibles que explican los
acontecimientos; el metafísico, en que los dioses se convierten en
abstracciones para explicar el origen de las cosas; y el científico, en que se
busca la descripción y el control de la Naturaleza, y donde <i>la
religión de la humanidad</i> suplanta al cristianismo…El origen del
Cosmos sigue tan lejos de ser explicado como en tiempos de Ptolomeo. Lo que se
está investigando no es el origen de la nada, sino el proceso que va desde el
Big Bang hasta la actualidad. El origen está antes, y las preguntas esenciales
nada tienen que ver con leptones, borlones o bosones, que se están
descubriendo, son preguntas más simples: ¿¿Qué o quién desencadenó el Big Bang?
¿Con qué propósito?” <b>Miguel Ángel Munárriz Casajús, doctor ingeniero
del ICAI). Es precisamente estas cuestiones a las que no llega la ciencia son
de las que se ocupa la Biblia para darles respuesta: “En el principio creó Dios
los cielos y la Tierra” (Génesis 1:1).
Una vez la Tierra estuvo lista para recibir al hombre: “Entonces dijo Dios:
Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” (v.26).
<b>Miguel Ángel Munárriz
Casajús</b> se pregunta: “¿Qué o
quién desencadenó el Big Bng? “¿Con qué propósito? La Ciencia responde con el
silencio.
“Alzando la cabeza hacia la cúpula
celeste y nos admiramos de su belleza natural como si fuese un espectáculo
preparado especialmente para placer de nuestra especie. La noche estrellada
siempre es magnífica. Millones de personas se gozan en estos meses estivales
del hemisferio norte. Con los Perseidos se añade un nuevo aliciente y este año
la noche será más intensa…Durante el verano el Observatorio Fabra organiza
cenas bajo las estrellas…Los comensales pueden subir hasta la cúpula del
edificio en donde se guarda el telescopio que apunta a Saturno. Dicen que
cuando la gente pone el ojo en el visor del telescopio, suele musitar: ¡Dios
mío, Dios mío!” La verdad de nuestra fragilidad cósmica se hace evidente con
una ojeada al universo por medio de una lente de aumento. Tanta inmensidad nos
hace humildes, no somos el centro del universo, ni tan sólo es la nuestra la
única galaxia…” (<b>Carina Farreras</b>.
Ni con la ayuda del telescopio que acerca
la inmensidad sideral el ser humano es capaz de darse cuenta que no está solo
en el espacio infinito. Tiene ojos para ver pero ni con la ayuda del telescopio
puede darse cuenta que detrás del cielo estrellado que tanto excita sus
sentidos se encuentra el Creador que por medio de la creación revela “las cosas
invisibles de Él, su poder eterno y su divinidad” (Romanos 1:20). Es una
lástima porque se pierde la oportunidad de disfrutar de un gozo que trasciende
el tiempo. Ver la creación desde la perspectiva exclusivamente material crea
sensaciones de corta duración que deben irse renovando periódicamente para que
las “buenas vibraciones” no se pierdan. Creo que de aquí nace el frenesí por la
investigación espacial que no da respuesta a las preguntas existenciales que se
hace el hombre.
El salmista que sin la ayuda del visor de
un telescopio, con el ojo desnudo contempla en la noche estrellada la
inmensidad del Cosmos en miniatura pero intuyendo por la fe su infinitud,
exclama: “Cuando veo tus cielos obra de tus dedos, la luna y las estrellas que
tu formaste, digo: ¿Qué es el hombre para que tengas de él memoria, y el hijo
del hombre para que lo visites?” (Salmo 8: 3,4).
Una de las finalidades de la exploración
espacial es averiguar si existen vestigios de vida en algún remoto rincón del
Cosmos. Se gastan miles de millones de dólares para intentar descubrir si los
hay. Este descubrimiento hasta el presente no se ha conseguido. En caso de que
algún día se llegase a revelar huella de
vida, este encuentro no aportaría luz sobre su origen. Los asistentes a las
cenas estivales bajo las estrellas que organiza el Observatorio Fabra consigue
que quienes ponen el ojo en el visor del telescopio, admirados por la dimensión
de la visión celeste, digan: “¡Dios mío, Dios mío!” Esta no es una declaración
de fe. En el fondo de la incredulidad persiste viva la creencia de la
existencia de Dios. La mirada de fe del salmista le permite dirigirse al
Creador con la humildad que exige la distancia existente entre la magnitud del
Creador y la insignificancia de la criatura: “¿Qué es el hombre para que tengas
de él memoria, y el hijo del hombre para que lo visites?” Detrás de la creación
no hay nada, sino el propósito de su existencia: “Los cielos cuentan la gloria
de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos” (Salmo 19:1).
Quien tiene ojos para ver la realidad de
la creación descubre la existencia de un Dios personal que además de Creador,
por las exigencias del pecado también es Salvador. El hombre no se encuentra
solo en medio de la infinitud sideral. Tiene la posibilidad de conversar con el
Creador-Salvador que es Jesús. El salmista por la fe que es un regalo de Dios
pone de manifiesto que es posible relacionarse con el Creador. La fe es la
ventana por la que llega la respuesta a las preguntas que plantea <b>Miguel
Ángel Munárriz Casajús</b>: “¿Qué o quién desencadenó el Big Bang? ¿Con
qué propósito?”
Octavi
Pereña i Cortina
23
de agosto 2016
PLACER CON SUFRIMIENTO
<b>La mujer no es un objeto de
placer para el hombre sino una persona que ante Dios está en el mismo plano de
igualdad </b>
Durante los Sanfermines del 2016 se
dieron cinco casos de agresiones sexuales. La más destacada consistió en la
violación de una joven de 19 años por cinco hombres. La violación fue grabada
en vídeo que reproduce el diálogo que mantuvieron con el resto del grupo que no
viajó a Pamplona conocido como <i>Manada</i>.
La periodista <b<Pilar
Rahola</b> comentando este hecho en su escrito <i>La masa</i>
redacta: “Al contrario, no existe nada más patético que un individuo sumergido
en el magma de la multitud, convertido en trasto viejo de carne que bebe,
grita, mea y conjuga el resto de verbos primarios, sin otro sonido que el
sonido de la masa. Cuando esto sucede, el único trazo de humanidad que le queda
es el sudor del sobaco… ¿Cuántos de estos chulos que manosean senos, culos e
incluso llegan al abuso, harían lo mismo en solitario? Es posible que sea gente
normal, con sus vidas, con sus novias, sus historias, sin otro esplendor que lo
grisáceo de la cotidianidad. Pero llegan a la fiesta en manada, se sienten
machos alfa liberados y convencidos que la multitud otorga invisibilidad, se
olvidan de que son seres humanos”.
Los ayuntamientos de diversos municipios
toman nota de lo sucedido en Pamplona y, aun cuando en sus localidades no se
haya presentado el asedio sexual a mujeres durante las fiestas locales,
preparan campañas de concienciación porque es preferible prevenir que curar. La
editorial de SEGRE (24/08/2016) hace una lectura muy crítica de los Sanfermines
al decir: “Parece ser que en los últimos tiempos por lo que hace respetar los
derechos de las mujeres, el machismo más rancio y atávico está remontando
preocupadamente con un ímpetu nada conforme a la presunta evolución de nuestra
sociedad. Basta con mirar algunas fotos y algunos titulares de los Juegos
Olímpicos de Rio sobre mujeres atletas, que poco tienen que ver con el
deporte y sí con su aspecto físico. Hace
unos meses todo un candidato a la presidencia filipina, cargo para el cual
finalmente fue elegido, hacía broma sobre la violación y asesinato hace unos
años de una monja en una prisión de su país. Con un incomprensible sentido del
humor, el polémico <b>Rodrigo Dutarte</b> justificó el ataque que
sufrió una mujer diciendo que “como era tan guapa…” A la vez que se lamentaba
que él, como alcalde que era en aquella época “no fuese el primero en
violarla”.
<b>Miguel Lorente</b> afirma:
“La sociedad está enferma”. La enfermedad a la que se refiere es síquica pero
profundizando más en la lacra social se encuentra que la raíz del problema está
en el alma en donde sicólogos y siquiatras no tienen nada que hacer. El
resultado de dicha impotencia es afrontar la situación con campañas de concienciación y el incremento de la
presencia policial para impedir los asedios sexuales con violación.
La escritora <b>Dacia
Maraini</b> desea profundizar en el tema cuando escribe: “No deberíamos
llamarla mediática en el sentido de que el hombre no nace así, sino que se hace
por culpa de una cultura mediática que incita violencia”. Según <b>Dacia
Maraini</b>, el acosador sexual, el violador, no es responsable de sus
actos. El culpable es la <i>cultura mediática</i> y, esta cultura
¿quién la forja? Personas que como <b>Rodrigo Dutarte</b>, el
flamante presidente de Filipinas lamentaba que por ser tan guapa no hubiese
sido él el primero en violarla. La cultura mediática no es anónima. La forman
personas con nombres y apellidos. Tanto los forjadores de la <i>cultura
mediática</i> como los que la ejecutan son responsables de sus actos.
Hace uno o dos años en un estadio de
futbol apareció en una pancarta en la que se podía leer: <i>“Shakira es
de todos”</i>. Esto significa que esta mujer es propiedad de la masa de
espectadores que en aquellos momentos estaban en el estadio y, por extensión a
todos los hombres. La mujer no es propiedad de ningún hombre. Ni de su marido
si está casada. La mujer es un ser humano que como vaso más frágil el hombre,
empezando por su esposo debe protegerla, Creer que la mujer X es propiedad de
un individuo o de un colectivo justifica
que el macho ejerza violencia contra ella al considerarla un ser inferior que
tal vez no tiene alma, que debe doblarse a los deseos de una persona c
colectivo que puede llamarse <i>Manada</i>, como el que violó a la
joven de 19 años durante los Sanfermines 2016.
La necedad de pensar que Dios no existe y
que por lo tanto se puede vivir pensando que nadie lo ve, que los necios crean
que nadie va a pedirles cuenta de su comportamiento inmoral, van muy
equivocados, “Dios los entregará a la inmundicia, en las concupiscencias de sus
corazones, de modo que deshonrarán entre sí sus propios cuerpos…Por esto Dios
los entregará a pasiones vergonzosas…Y como ellos no aprueban tener en cuenta a
Dios, Dios los entrega a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen”
(Romanos 1: 24-32).
Los violadores se lo pasan bomba como lo
exponen explícitamente los mensajes que los cinco miembros de la
<i>Manada</i> intercambiaron con el resto del grupo que no viajó a
Pamplona. Es un placer con sufrimiento porque si no se da el arrepentimiento y
el cambio de conducta, a la hora de tener que presentarse, no podrán eludir la
comparecencia, ante el tribunal de Cristo deberán oír de labios de quien se
encarnó para salvar a los hombres de sus pecados: “No sé de donde sois,
apartaos de mí todos los que obráis injusticia. Allí será el lloro y el crujir
de dientes” (Lucas 13: 27,28).
Octavi
Pereña i Cortina
30
de agosto 2016
BELLEZA NATURAL
<b>Los escultores que desgracian
los cuerpos de las mujeres que confían
en ellos son culpables de los destrozos emocionales que les causan</b>
<b>Jordi Labanda</b> en una
de sus críticas gráficas presenta a una joven vestida de manera informal
que luce en su camiseta este mensaje:
“Las mujeres reales no son perfectas. Las mujeres perfectas no son reales”.
Este mensaje es muy apropiado en nuestros días en que abunda la manía de la
clonación física siguiendo el modelo de belleza que marcan las pasarelas y la
publicidad con sus retoques fotográficos que alteran la fisonomía de las/los
modelos.
El mensaje de <b>Labanda</b>
hace diana: “Las mujeres reales no son perfectas”. Hace años un carpintero de
un pueblo de la Franja me enseñaba el trabajo que estaba realizando en una casa
antigua que se estaba acondicionando. Al fijarme en los capiteles que coronaban
la parte superior del marco de una puerta, le dije: “Las tallas no son
iguales”. Por respuesta me dijo: “En artesanía no se encuentran dos piezas
iguales”. Esta respuesta la tengo gravada en mi mente y en más de una ocasión
la he utilizado. La opinión que me dio el carpintero aragonés se puede aplicar
perfectamente en el caso de la belleza de la mujer. Cada una de ellas es una
creación artesanal de Dios y no pueden encontrarse dos que sean iguales.
Incluso en el caso de los gemelos que pueden ser muy parecidos cuesta
distinguirlos, porque tienen detalles que los diferencian. En este sentido “las
mujeres reales no son perfectas”.
La segunda parte del mensaje que
transmite <b>Labanda</b>: “Las mujeres perfectas no son reales”, y
el deseo de alcanzar una perfección inexistente creada por los retoques
fotográficos las lleva a padecer trastornos síquicos, a la extralimitación en
el ejercicio físico y a trastornos de la alimentación por seguir dietas muy
estrictas.
Supongamos que una mujer consigue el
cuerpo ideal y que esté satisfecha con él. Si en ella no hay nada más, la
Biblia la describe así: “Como pendiente de oro en el hocico de un cerdo, es la
mujer hermosa apartada de razón” (Proverbios 11.22). Refiriéndose a
<b>Cher</b>, la actriz, el periodista <b>Josep Sandoval</b>
escribe: “La multidisciplinaria artista cumple hoy 65 aparentes primaveras a
copia de unas veinte cirugías y un dispendio importante en cremas, latas de
bótox y siliconas de toda aplicación. La cara es impecable: si no la mueve
parece joven y fresca, el que debe ser terrible es verla de cerca, gesticulando
o forzando alguna mueca…Podría decirse que la fotografía de <b>Cher</b
es excelente, tal vez la radiografía detallaría determinadas pérdidas y alguna
de ellas, quizás la dentadura, contemplaríamos aplicaciones de silicona y
algunos otros añadidos que la han convertido en un ejemplar digno de estudio y
que se sitúa por méritos propios en el segundo lugar detrás del difunto
<b>Michael Jackson</b> en la lista de personajes más aficionados a
pasar por las manos de cirujanos plásticos”.
Otra <i>celebrety</i>,
<b>Heidi Montag</b> que también buscaba la perfección corporal, el
cuerpo ideal con el que podía estar contenta, <i>porque se lo
valía</i>, en el año 2009 se sometió a diez intervenciones de cirugía
plástica. Salió de los quirófanos desfigurada, cosa que le recuerda el gran
error cometido: No me gusta ser una <i>chica de plástico</i> o como
se lo quiera llamar. La cirugía ha arruinado mi carrera y mi vida personal y me
ha llevado mucho negativismo en mi mundo. Desearía subir en la máquina del
tiempo y dar marcha atrás. Además me pareceré para siempre a <b>Edward
Scissorhands</b> (personaje cinematográfico creado a parir de un robot
que por la muerte de su creador quedó inacabado y que en vez de manos tenía
unas tijeras).
El escultor de cuerpos <b>Frank
Ryan</b< murió. <b>Heidi Montag</b> anda por Costa Rica
buscando a un cirujano que le retoque los desperfectos: “no me hablo con mi
familia, y no me quedan amigos en Hollywood “. Reconoce: “Mi matrimonio se echó
a perder porque fue demasiada la presión sobre <b>Spencer</b>.
Nadie aguanta tanto tiempo con una mujer que parece ha sido atropellada por un
camión, y así fue por largos meses. Él no quería que me operase”. Quien busca
ser la mujer de cuerpo perfecto se convirtió en una <i>chica e
plástico</i> que no encaja en un mundo de “mujeres reales que no son
perfectas”.
<b>Riviere y Dexeus</b>
llegan a la conclusión que la única manera de alcanzar la belleza procede del
interior, de la capacidad de superar el miedo a la muerte, resistiendo el
despotismo de un cuidado crispado y exagerado de nuestra apariencia física,
darle una excesiva importancia al cuerpo es un error que siempre cobra peaje”.
Algunas mujeres, entre ellas la cantante
<b>Alicia Keys</b> quince veces ganadora del <i>Premio
Grammy</i>, dice: “Antes de empezar mi nuevo álbum, escribí una lista de
cosas que me hacen sentir mal. Una fue el lavado de cerebro a que se somete a
las mujeres haciéndonos creer que tenemos que ser delgadas, o sexy, o
atractivas, o perfectas. Una de las muchas cosas de las que estoy harta es el
juicio constante a que se somete a las mujeres. El estereotipamiento constante
por todos los medios de comunicación que nos hace pensar que siendo de talla
normal es anormal y, ¡Dios no quiera!, si eres de talla grande, o el mensaje
constante que para ser sexy debes desnudarte”
Si el Nuevo Testamento se hubiese escrito
en el siglo XXI es muy posible que tratase de manera explícita la obsesión por
el cuerpo y la cirugía plástica. Refiriéndose a las mujeres cristianas, las que
no lo son seguramente lo encontrarán carca, pero va a la raíz del problema de
la obsesión por el cuerpo perfecto, dice: “Considerando vuestra conducta casta
y respetuosa. Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de
adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el
incorruptible de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante
de Dios”
(1 Pedro 3:2-4).
Octavi
Pereña i Cortina
AUTORIDAD ECLESIÁSTICA
<b>La iglesia no es democrática, la
autoridad suprema reside en Dios y en los pastores delegados que se guían por
la Biblia</b>
El dibujo <i>Un mundo de
locos</i> describe una Biblia monumental que sirve de pedestal sobre el que
se alza un obispo en postura arrogante. Un hombre se aproxima al clerigo y al
llegar cerca le hace una reverencia.
Desconozco el sentido que el dibujante da
a su obra. Yo haré una interpretación que intentaré compartir con el lector. Si
no se siguen las reglas de interpretación de textos a la Biblia se le pueden
hacer decir todas las barbaridades que se les acudan a los intérpretes. Hay un
texto que se puede relacionar a la reflexión que hacemos. “Así dice el Señor:
maldito el hombre que confía en el ser humano, y pone en la carne su fuerza, y
su corazón se aparta del Señor (Jeremías 17:5) Este texto como otros arecidos
que se encuentran en las Sagradas Escrituras cristianas nos viene a decir que
la persona que confía de manera servil en otro ser humano, el resultado es que
“su corazón se aparta del Señor”.
El racionalismo ha conseguido que se lea
la Biblia de la misma manera como se lee cualquier otro libro, es decir, sin la
dirección del Espíritu Santo que inspiró a los hombres escogidos para
escribirla. Esto hace que el hombre se ponga por encima de Dios, se esconda su
significado a los fieles y la interpretación carnal que se hace de ella excluya
su origen sobrenatural. El resultado es que Dios, que debe ser el centro de la religión, se sustituye por el hombre.
En este caso sí que el orden de los factores afecta el producto. En estas
condiciones el hombre se queda sin guía espiritual fiable. La ética y la moral
varían según la dirección en que sople el viento. Sin la ayuda del Espíritu
Santo que colabora en la interpretación del texto bíblico el hombre se queda
sin guía espiritual fiable. Al quedar el ser humano sin luz navega de noche
bajo un cielo oscuro que impide la visión de las estrellas que le pueden
orientar. La Biblia es la lámpara que ilumina el camino del peregrino lo cual
le permite sortear los obstáculos se le presentan en su andadura.
Según dicen algunos doctores en Teología
el apóstol Pedro fue nombrado por Jesús primer papa a quien el hombre le ha atribuido el don de la
infalibilidad cuando habla ex cátedra. Este privilegio lo convierte en un
superhombre que debe ser escuchado, venerado y obedecido. Los fieles deben
aceptar sin protestar si las enseñanzas que imparte se ajustan a las de la
Biblia o no. Pero no, el hombre no debe ponerse por encima del resto de los
seres humanos. Todas las personas deben permanecer en el mismo nivel ante
Dios. El Señor distribuye dones en la Iglesia a su antojo, que es una en la diversidad,
como el cuerpo que tiene diversos miembros pero todos ellos forman parte del
mismo cuerpo. Distribuye dones que tienen más impacto público. Esta distinción
no es motivo de privilegios, pero sí de responsabilidad. Quien más ha recibido
más se le pedirá.
Volvamos al apóstol Pedro que de Jesús
recibió la triple orden de pastorear a sus ovejas (Juan 25: 15-17). ¿Cómo
reacciono el apóstol al ser nombrado pastor delegado de las ovejas del Buen
Pastor? La Biblia nos da la respuesta. El apóstol recibió de Jesús el encargo
de anunciar el Evangelio Cornelio, un centurión romano. En un principio se
resiste al llamado porque el contacto con un pagano significaba contaminación
espiritual para un judío. Vencida la resistencia, Pedro emprende camino hacia
Cesarea en donde residía el romano. Al llegar a su destino “salió Cornelio a recibirle,
y postrándose a sus pies, adoró” (Hechos
10:25). ¿Cómo reaccionó Pedro ante la adoración que le hacía Cornelio? “Pedro
le levantó, diciendo: levántate, pues yo mismo también soy hombre” (v.26). A
pesar de que Pedro fue enviado por Jesús a casa de un gentil para que le
hablase del camino de salvación que hay en Él, el privilegio recibido no le
hizo pensar que fuese un superhombre: “Pues, yo mismo también soy hombre”. Soy
igual que tú. No aceptó de ninguna de las maneras que se le pusiese encima de un
pedestal. Se limitó a comportarse como un sirviente al servicio de su Señor.
Jesús debía ser adorado por Cornelio y Pedro recompensado por su fidelidad.
La ilustración de <i>Un mundo de
locos</i> pone la Biblia monumental como pedestal para el obispo. La
realidad no es así.: “Edificados sobre el fundamento de los de los apóstoles y
profetas, siendo la principal piedra del ángulo
Jesucristo mismo, en quien todo el edificio (la Iglesia), bien
coordinado va creciendo para ser un templo (espiritual) santo en el Señor, en
quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el
Espíritu” (Efesios 2: 20-22). La Iglesia de Cristo tiene como cimiento
principal a Jesucristo y sobre éste se coloca la Biblia que es la Palabra de
Dios revelada por el Espíritu Santo a los profetas y a los apóstoles y, sobre
la Palabra se van colocando las piedras vivas que son los creyentes y que
levantan la Iglesia el cuerpo de Cristo del cual Él es la Cabeza. Si se procede
de esta manera la acusación de Flavia Company: “La imposición de la religión
judeocristiana que tanto mal ha hecho a nuestras conciencias” no tendría razón
de ser. En tanto la jerarquía eclesiástica persista en situarse por encima de
Cristo y de su Palabra muchas personas seguirán reprochando a la
iglesia institucional con razón.
Octavi
Pereña i Cortina
13
de septiembre 2016
SABIDURÍA, ¿DÓNDE ESTÁS?
<b>El súmmum de la estupidez es
aprender para después olvidar” (Erasmo de Rotterdam</b>
¿Dónde encontrar solución a los graves
problemas de hoy que van desde los micro problemas individuales a los macro
globales? <b>Mayte Rius</b> en su trabajo <i>¡Consultad al
filósofo</i> desea dar solución a la pregunta que planteamos, cuando
escribe: “Si dudáis entre separaros o no, o si no sabéis hacia donde enfocar
vuestra carrera profesional, si estáis hartos de no dormir dando vueltas a los
problemas sin encontrar una salida, si estáis hartos de la vida, si tenéis
dilemas éticos sobre el cuidado de familiares mayores, hablad con un filósofo.
Habéis leído bien: con un filósofo”.
Filosofía es sinónimo de sabiduría.
Existen dos maneras de adquirir sabiduría: La Filosofía que estudia el
pensamiento de los grandes hombres y la Teología que estudia a Dios. La
Filosofía es el esfuerzo humano para adquirir la sabiduría necesaria para vivir
mejor, para dar respuesta a los interrogantes que nos plantea <b>Mayte Rius</b>. La Teología es
la investigación de Dios en el intento de dar respuesta a los interrogantes que
envuelven el misterio de la Divinidad. La Filosofía como esfuerzo humano que
es, su alcance es muy limitado porque a pesar de la excelencia del trabajo de
los grandes pensadores el recorrido hacia la adquisición de sabiduría tan solo
ha empezado. Por lo que hace a la Teología si es el hombre quien inicia la investigación
de Dios, el resultado es que en vez de aportar luz que desvele el misterio de
Dios lo que consigue es crear más interrogantes debido que por descubrir tal
multitud de dioses, es un problema saber cuál de ellos es el verdadero, ¿Cómo
puedo saber si el dios que elijo es real
o es un espejismo que me conduce a la nada? Tanto las investigaciones de los
filósofos como las de los teólogos nos llevan a un callejón sin salida: la
<i>incertidumbre</i>.
<b>Brunello Cucinelli</b>
dice: “rezar significa hablar contigo mismo”. Si hablas contigo mismo los
conocimientos que adquieras no irán más allá de donde te lleve la razón. No
adquirirás la sabiduría de Dios. El dicho de un desconocido aporta luz al tema
que tratamos de encontrar sabiduría: “bien, yo no sé como ser salvo, pero
dedico mucho tiempo a la plegaria”. Este personaje anónimo por lo que dice se
intuye que no hablaba consigo mismo porque conociendo que no es sabio no
cometería la estupidez de ir a buscar sabiduría allí donde sabe que no está.
Por deducción esta persona la buscaba en Dios. Esto lleva a hacernos una
pregunta: ¿Dónde encontrar a Dios? Los razonamientos no nos ayudan a
encontrarlo. Las cosas de los hombres no las conoce nadie más que el espíritu
del hombre que está dentro de sí mismo, “así también nadie conoce las cosas de
Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del
mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos
ha concedido” (1 Corintios 2: 11,12). El hombre llega a la convicción de la
existencia de Dios gracias al Espíritu Santo que le proporciona dicha
certidumbre. Poseyendo el Espíritu de Dios por la fe en el Nombre de Jesús el
creyente se convierte en un hijo de Dios por adopción, cosa que le permite
llamar a Dios: “Abba, Padre” (Gálatas 4:5,6), expresión infantil de llamar
Padre a Dios con la familiaridad que un niño llama padre a su padre. Con el
Espíritu de Cristo en el creyente Dios ha dejado de ser un concepto intelectual
para pasar a ser experimental. Habiendo conocido a Dios por experiencia se está
en condiciones de ir a buscar la sabiduría eterna que se esconde en Él.
El libro de Proverbios personifica la
sabiduría divina y como Persona que es hace este anuncio: “¿No clama la
sabiduría, y da su voz la inteligencia?” (8:1). La sabiduría no pregona su
mensaje en el vacío en donde nadie pueda
oírlo: “Oh hombres, a vosotros clamo, dirijo mi voz a los hijos de los hombres”
(v.4). “Oíd porque hablaré cosas excelentes, y abriré mis labios para cosas
rectas” (v.6). Según Dios la sabiduría que proclaman sus labios “mejor es la
sabiduría que las perlas, y todo cuanto se pueda desear, no es de compararse
con ella” (v.11). “Mejor es mi fruto que el oro, y que el oro refinado, y mi
rédito mejor que la plata escogida” (v.9). “Ahora, pues, hijos, oídme, y
bienaventurados los que guardan mis caminos. Atended al consejo y sed sabios, y
no lo menospreciéis. Bienaventurado el hombre que me escucha, velando a mis
puertas cada día, aguardando a los postes de mis puertas. Porque el que me encuentra,
encontrará la vida, y alcanzará el favor del Señor” (vv. 32-35).
En forma de parábola Jesús que es la
Sabiduría encarnada dice a quienes tienen oídos para oír: “También el reino de
los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que habiendo
encontrado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró” (Mateo 13: 45,46). El mercader
invirtió para la vida eterna.
El apóstol Pablo que adquirió sabiduría
religiosa a los pies de Gamaliel, un erudito de su tiempo, cuando encontró la
sabiduría que es Cristo, dice de su antes y presente: “Pero cuantas cosas eran
para mí ganancia, las he estimado como pérdida por la excelencia del
conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y
lo tengo por basura, para ganar a Cristo” (Filipenses 3: 7,8). Antes basura, en
Cristo la perla preciosa.
Octavi
Pereña i Cortina
19
de septiembre 2016
PARAISO RECUPERADO
<b>¿Es posible deshacer el entuerto
cometido por Adán?</b>
Una ojeada superficial a nuestro entorno nos
daremos cuenta de la suciedad que producen los desperdicios que engendra la
sociedad que se considera civilizada: la erosión que desertiza el territorio,
la desaparición de muchas especies animales que perjudica el equilibrio
medioambiental, la destrucción de ciudades por las bombas que siembran el
terror entre la población, la muerte de niños de hambre y de enfermedades que
actualmente se pueden curar. Podemos alargar la lista de las cosas que afean a
la Tierra. Ecologistas y científicos nos avisan de que es urgente hacer algo
para evitar la destrucción del planeta que nos da cobijo. La respuesta al
llamado son buenas palabras para acallar
las conciencias y poco más. Disponemos de los medios económicos y tecnológicos
para hacer que la Tierra siga siendo un espacio acogedor para toda la
población, ¿qué ocurre?
Vayamos al principio del relato de la
creación según la Biblia. Cuando la Tierra estaba en condiciones de recibir al
hombre Dios lo creó y, “tomó, pues, el Señor Dios al hombre, y lo puso en el
huerto de Edén, para que lo labrase y lo cultivase” (Génesis 2:15). El creador
lo había hecho todo muy bien, pero el mantenimiento y cuidado del huerto lo
puso en manos de Adán y Eva. Todo era perfecto y el cuidado y mantenimiento del
jardín no hacía sudar. Sin esperarlo sucede algo que trastorna el equilibrio
idílico en el que vivían nuestros primeros padres. La permanencia del jardín
idílico dependía de la obediencia de Adán y Eva a la prohibición que el Creador
les había mandado. No lo hicieron y comieron “del árbol del conocimiento del
bien y del mal” (2:17). Comieron y el idilio se evaporó. Adán y Eva
instantáneamente murieron espiritualmente. Un abismo profundo e infranqueable
se abrió que impidió la relación del hombre con su Creador. Más tarde murieron físicamente.
El entorno idílico en que vivían también se vio afectado. De los labios del
Creador salió la sentencia condenatoria que se merecía su rebelión. “Y al
hombre dijo: por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol
que te mandé diciendo: No comerás de él, maldita será la Tierra por tu causa,
con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos
producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu frente comerás el
pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado, pues polvo
eres, y al polvo volverás” (Génesis 3:17-19). Puede no gustarnos la sentencia
dictada por el Creador, esta es la realidad. La tomamos o la dejamos. Depende
de nuestra elección. Si no nos gusta, darnos cabezazos contra un muro no
cambiará la realidad. Todo lo contrario agrava nuestra situación porque le
añade el ácido que corroe nuestras entrañas. La Tierra se ha convertido en una
residencia hostil. Los animales que antes eran dóciles y convivían
pacíficamente con nuestros primeros padres, se hicieron enemigos. Espinos,
cardos y sudor indican la hostilidad medioambiental. Además se añade la
negligencia por parte del hombre de cuidar el jardín que ha sido puesto bajo su
cuidado. La suciedad invade las ciudades y el medio natural, a la que deben
añadirse los restos de los artefactos que el hombre deja en el espacio cuando dejan de ser útiles. A todo ello deben
añadirse las consecuencias del pecado en las relaciones humanas. Cuando Dios le
preguntó a Caín dónde estaba su hermano Abel a quien había matado, respondió:
“No lo sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?” (Génesis 4:9). El egoísmo ha
sustituido el amor de Dios y las consecuencias nefastas de ello las tocamos
diariamente. Toda la creación se ha visto afecta por la desobediencia de Adán.
El pecado de Adán es el culpable de que sea imposible hacer de la Tierra una
habitación segura en la que impere la justicia.
El desencanto es total. ¿Existe la
posibilidad de darle la vuelta a la situación ¿ El apóstol Pablo refiriéndose
al desasosiego medioambiental y social que tanto nos preocupa, escribe: “Pues
tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con
la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse” Romanos 8:18). El
apóstol comparte con nosotros la buena noticia que la crisis actual no es
eterna, que tiene fecha de caducidad, aun cuando no nos haya sido revelada. El
apóstol personifica la creación que ha sido maldecida por Dios debido al pecado
de Adán, haciéndole decir: “Porque el anhelo ardiente de la creación es
aguardar la manifestación de los hijos de Dios…Porque la creación misma será
librada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de
Dios…”(vv. 19-24).
Los discípulos le preguntaron a Jesús
cuando finalizarían las tribulaciones del tiempo presente. La respuesta que
recibieron fue que sólo Dios conoce el día en que sucederá. Sabiendo con
certeza que se producirá a su debido tiempo la venida gloriosa del Hijo de Dios
que pondrá fin definitivamente a la situación agobiante actual, despierta en
los corazones de los creyentes “la esperanza que no vemos, con paciencia la
aguardamos” (v.25).
La Biblia empieza con el paraíso perdido
y finaliza con el paraíso recuperado en donde: “no habrá más maldición, y el
trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, y verán
su rostro, y su Nombre estará en sus frentes. No habrá allí más noche, y no
tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los
iluminará, y reinarán por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 22.3-5).
“Estas cosas son fieles y verdaderas” (v.
6) le dijo el Señor a Juan , el redactor de Apocalipsis, revelación del Señor
Jesucristo.
Octavi
Pereña i Cortina
AMIGOS DE NOVEDADES
<b>Las novedades en el campo
espiritual no significa mejorar el conocimiento sino el regreso al
obscurantismo</b>
Parece ser que la Real Academia Española
deberá añadir una en su Diccionario la palabra <i>neofilia</i>,
obsesión de algunas personas por conseguir la última novedad. “No se trata de
una enfermedad”, dice <b>Josep Fita</b>, “más bien es una tendencia
desmesurada, casi obsesiva, para tener lo más nuevo en el mercado”.
Los <i>neófilos</i>, los
amigos de las novedades se encuentran en todas partes. Es muy punzante la
declaración de <b>Tim Cook</b>, consejero delegado de Apple: “Con
el iPhone7 te daremos las cosas sin las cuales no puedes vivir y que hoy no
sabes que necesitas”. Poseer es una de nuestra características, de nuestra
manera de ser y ahora de poseer aquellas novedades que ignoramos necesitamos.
Sean teléfonos inteligentes, ropa y otras cosas tangibles que tanto no
ilusionan, sin dejar de lado las novedades filosóficas y religiosas. Ser amigo
de novedades comporta el peligro, a menudo grave, porque si no se posee el
dinero para adquirirlas los daños psicológicos pueden ser devastadores, a
menudo irreversibles los daños psicológicos.
Sin menospreciar la neofília por las
cosas tangibles, lo que hoy nos interesa es la neofília espiritual porque ser
amante de las novedades que se presenten como espirituales que invaden el
mercado religioso, indiscutiblemente conducen a transitar por el camino ancho
que conduce a la condenación eterna.
El apóstol Pablo encontrándose en Atenas
esperando a sus colaboradores, la abundancia del amor de Dios que almacenaba su
corazón le impulsaba a reunirse “en la sinagoga con los judíos y piadosos
(gentiles atraídos por el judaísmo). Y cada día en el Ágora con los que estaban
allí. Y algunos de los filósofos epicúreos y estoicos discutían con él, y unos
decían: ¿Qué querrá decir este palabrero? Y otros: Parece que es predicador de
nuevos dioses, porque les predicaba el evangelio de Jesús y de la resurrección.
Y tomándole, le trajeron al Areópago, diciendo: ¿Podremos saber qué es esta
nueva enseñanza de que hablas? Pues traes a nuestros oídos cosas extrañas.
Queremos saber qué quiere decir esto. (Porque todos los atenienses y los
extranjeros residiendo allí, en ninguna otra cosa se interesaban sino en decir
u oír algo nuevo” (Hechos 17: 17-21).
Interesarse por las novedades religiosas
no significa preocuparse por la salvación del alma. Parece ser que a los
atenienses les gustaba reunirse en el Areópago para debatir cuestiones
filosóficas-religiosas por el placer del debate nada más. Entre otras cosas el
apóstol les dice: "Pero “Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de la
ignorancia, ahora manda a todos los hombres
en todo lugar, que se arrepientan, por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará el mundo con justicia, por
aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los
muertos” (vv. 30,31).
Pablo no aceptó la invitación de ir al
Areópago con el propósito de mantener un combate dialéctico sobre temas
filosófico-religiosos, sino para despertar sus conciencias con la verdad del
Evangelio. ¿Cómo reaccionaron los atenienses amantes de las novedades ante el
anuncio del Evangelio? Lo hicieron así: “Pero cuando oyeron lo de la
resurrección de los muertos, unos se burlaban, y otros decían: Ya te oiremos
acerca de esto otra vez” (v.32). Los atenienses tenían oídos para oír, pero no
oían.
En el antiguo Testamento el reino de Judá
estaba pasando por una grave crisis político-social-religiosa por haberse
sublevado contra el Rey que les había dado el reino en vasallaje desde el
tiempo de Moisés. Por medio del profeta Jeremías el Rey les dice: “Paraos en
los caminos, y mirad, preguntad por las sendas antiguas, cual sea el buen camino, y andad por él, y
hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos” (6:16).
Pablo, a los atenienses; Jeremías, a los
judíos, ambos dicen a sus oyentes el Evangelio eterno, el misterio escondido en
el corazón de Dios que en su momento fue revelado por los profetas y en el
cumplimiento del tiempo por el unigénito Hijo de Dios encarnado en la persona de
Jesús. Tanto a unos como a los otros, el rechazo los destruyó como naciones. Lo
mismo ocurre hoy. La grave crisis multifacética que nos aflige se debe al
rechazo que la sociedad actual hace a Jesús el Hijo de Dios que se hizo hombre
para salvar al mundo de sus pecados. Debido al rechazo de Jesús de la sociedad
actual nos vemos inmersos en la grave crisis política-social-religiosa de la que no sabemos cómo salir de ella.
Octavi
Pereña i Cortina
4 de
octubre 2016
LA VIGA EN EL OJO
<b>”Si tu ojo es maligno, todo tu
cuerpo estará en tinieblas” (Mateo 6:22</b>
Durante la misa que el papa Francisco
ofició en recuerdo del cura francés <b<Jacques Hamel</b> que fue
degollado el 26 de septiembre de 2016 por dos jóvenes terroristas, hizo una
afirmación categórica que podemos compartir: “Matar en el nombre de Dios es
satánico”. Quienes asesinan tienen como padre a Satanás que es homicida desde
el principio” (Juan 8:44). No creo que el papa Francisco esté en condiciones de
hacer una declaración de este calado debido a que la Iglesia católica ha creado
ríos de sangre de los cuales no tengo constancia que se haya arrepentido de
manera creíble.
El papa Francisco ha destituido de manera
fulminante al obispo de Mallorca por sus relaciones sexuales con su secretaria.
Esta actuación tan rápida bien seguro que tiene que ver con la publicidad que
le han dado al caso los medios de comunicación. La cuestión sexual que tiene
que ver con el clericato católico, hoy es tema muy sensible. Volviendo al
satanismo religioso, en Chiapas, México, a menudo son noticia los ataques que
sectores católicos emprenden contra los cristianos evangélicos. Las agencias de
noticias no informan sobre estos hechos y como lo que no sale en la tele ni en
las portadas de los periódicos no existe, se deja que la cosa siga como está.
El papa Francisco no destituye de manera inmediata ni al obispo ni a los
clérigos responsables de inducir los
ataques contra los evangélicos de la zona. Es hipocresía señalar a quienes matan
a cristianos como siendo agentes de Satanás. La acusación es verdadera porque
Satanás “es homicida desde el principio”. Pero la declaración papal ignora las
palabras de Jesús: “¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y
no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano,
déjame sacar la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga que está en tu
ojo?” Hipócrita, saca primero la viga de tu
propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo
de tu hermano” (Lucas 6: 41,42).
Quien quiera sacar la paja del ojo de
su hermano debe comenzar por sacar la
viga incrustada en el propio. Quien se vea la viga en su propio ojo intentará
quitar la paja del ojo de su hermano con delicadeza, consciente de su propia
miopía. Cuando el papa Francisco declara de la manera como lo hace: “matar en
el nombre de Dios es satánico”, afirmación que es cierta, se coloca en un plano
de superioridad, hecho que merece la reprensión del apóstol Pablo: “Por lo cual
eres inexcusable, oh hombre, cualquiera que seas tú que juzgas, pues en lo que
juzgas a otro, te condenas a ti mismo, porque tú que juzgas haces lo mismo…¿Y
piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo,
que tú escaparás del juicio de Dios?” (Romanos 2: 1,3).
La declaración papal que comentamos nos
lleva a Juan el Bautista que predicaba un bautismo de arrepentimiento:
“Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado…y salía a él
Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia alrededor del Jordán, y eran bautizados por él en el Jordán,
confesando sus pecados” (Mateo 3: 1-6). Entre la multitud que se acercaba a
Juan para ser bautizada se encontraban algunos religiosos, a los cuales,
leyendo Juan lo que había en sus corazones, les dijo: “¡Generación de víboras!
¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de
arrepentimiento” (vv. 7,8). El ciego de nacimiento que había sido curado y que
defendía a su Sanador ante los fariseos, éstos, despreciándole le dijeron: “Tú
naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y lo expulsaron” (Juan
9:34).
En la parábola del fariseo y el
publicano, Jesús describe la personalidad de los fariseos cuando le hace decir
al fariseo del relato. “Dios, te doy gracias
porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni
aún como este publicano, ayuno dos veces a la semana doy diezmos de todo lo que
gano” (Lucas 18:11,12). Los fariseos, por su narcisismo bien se merecían lo que
el Bautista les dijo: “¡Generación de víboras!”
<bGirolano Savoranola</b>
(1452-1498) que denunciaba la corrupción papal
fue quemado y las cenizas lanzadas al río Arno. Una larga lista de
hombres y de mujeres de toda Europa fueron asesinados por la Inquisición papal.
En España la represión inquisitorial contra los llamados luteranos fue tan
cruel que el cristianismo evangélico desapareció por completo de la católica
España. No debemos olvidarnos de los judíos y de los moros. Recientemente
durante el nacionalcatolicismo de Franco ¿Puede el papa Francisco erigirse en
juez de la crueldad islamista? Más le valdría callar y entonar un sincero <i>mea
culpa</i>.
El mensaje de arrepentimiento proclamado
por los profetas, el Bautista, Jesús y sus seguidores a lo largo de la
Historia, debe recuperarse en el siglo XXI, si es que la Iglesia en su
diversidad institucional, quiere ser la luz del mundo que atraiga a los
pecadores a arrepentirse de sus pecados
y que por la fe en Jesús se conviertan en personas justas que huyan de
la ira venidera. Debe andar en la santidad
que acredita la bondad del Evangelio que anuncia. El árbol bueno da buen
fruto. La luz de Cristo que brilla en la cima del monte se ve desde la lejanía.
Octavi
Pereña i Cortina
27
de septiembre 2016
¿POR QUÉ EL ENVEJECIMIENTO?
<b>La vida es el constante
acercamiento hacia la muerte. La muerte solamente puede ser una bendición
cuando deja de ser algo terrible</b>
El periodista <b>Josep
Corbella</b>le hace una pregunta a <b>Salvador
Aznar-Benitah</b>, director del Instituto de Investigación Biomédica de
Barcelona interesándose por una
pregunta por la cual no tenga respuesta.
El científico le contesta: “Muchas. Por ejemplo, ¿Cómo y por qué saben nuestros
tejidos que forma y tamaño han de adoptar? ¿Qué regula nuestra capacidad de
hablar? ¿Cuál es la principal causa del envejecimiento? Quienes no somos
científicos tal vez no nos hemos planteado nunca las dos primeras preguntas que
se hace <b>Salvador Aznar-Benitah</b> que forman parte del misterio
de la vida porque se considera normal que las cosas sucedan tal como ocurren.
La tercera, por ser evidente en el día a día y por plantearnos una incógnita de
cara al futuro, es una pregunta que no tiene respuesta y que nos hemos hecho
muchas veces.
Después de estudiar el cosmos, ¿tiene más
claro el misterio de a vida? Le pregunta el periodista a <b>Natalia
Larrea Brito</b>, ingeniera aeroespacial. La respuesta que da la
científica: “La verdad es que no, cuanto más sabes, más preguntas te haces.
Espero encontrar alguna respuesta. Tampoco es contradictorio que convivan en
uno el científico y el espiritual”.
“A medida que los bioquímicos vayan descubriendo cada vez más la
complejidad de la vida, es evidente que la posibilidad de que se haya originado
por accidente es tan remota que puede en efecto quedar totalmente descartada.
No es posible que la vida se haya producido simplemente por accidente”
(<b>Fred Hoyle</b>, astrofísico).
<b>Kayleen Scherciber</b> nos
hace esta reflexión: “Como científica debo aceptar que no tenemos todas las
respuestas, pero debemos seguir creciendo en la comprensión de la verdad. Es
por esto que la Palabra de Dios es tan confortadora y tan crítica. Existe una
cosa de la que debemos estar bien seguros. Dios no nos da respuesta a todas las
preguntas pero nos da suficiente información para que podamos tener vidas de
éxito y crecer en carácter y esperanza por el futuro. Como se nos dice: “y la
paz de Dios que excede todo entendimiento, guardará vuestros corazones y
vuestros pensamientos en Jesucristo” (Filipenses 4.7)”.
Retrocedamos a las dos primeras preguntas
que para <b>Salvador Aznar-Benitah</b> no tienen respuesta. Sin
entrar en los detalles que la Bioquímica nos aporta, el salmista manifestando
una fe profunda en el Creador, escribe: “Porque tú formaste mis entrañas, tú me
hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré, porque formidables, maravillosas
son tus obras, estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto
de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más
profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro están escritas
todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas. ¡Cuán
preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!
Si los enumero se multiplican más que la arena" (Sa”mo 139: 13-18).
<b>Salvador Aznar-Benitah</b>
ignora “cómo y por qué saben nuestros tejidos que forma y tamaño han de
adoptar”. Salomón nos abre los ojos a las interioridades físicas del ser
humano: “Como tú no sabes cuál es el camino del viento, o como crecen los
huesos en el vientre de la mujer embarazada, así ignoras la obra de Dios, el
cual hace todas las cosas” (Salmo 119:73). Dios no nos da respuesta a todas
nuestras preguntas, pero la fe en el Señor Jesucristo nos da la fuerza para
andar con confianza, esperando el día en que todas las preguntas que hoy no
tienen respuesta se nos esclarecerán.
La tercera pregunta por la que
<b>Salvador Aznar-Benitah</b> no tiene respuesta es: “¿Cuál es la
principal causa del envejecimiento? El envejecimiento es el efecto natural que
manifiesta desde el nacimiento que la muerte se acerca. La pegunta que nos
inquieta es: ¿Por qué existe la muerte?. La Biblia lo declara: “Por cuanto la
muerte entró por un hombre” (1 Corintios 15:21). Esta afirmación nos transporta
al jardín de Edén. En el momento que Adán comió el ruto del árbol prohibido, la
muerte se instaló en él y en toda su descendencia. La Biblia también aporta luz
para que podamos saber cómo se vence la muerte: “Y el postrer enemigo que será
vencido es la muerte” (v.26). La victoria definitiva sobre la muerte será en el
día de la resurrección. “Y cuando esto corruptible se haya vestido de
incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se
cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde
está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? Ya que el
aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la Ley. Más gracias
sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor
Jesucristo” (vv.54-56). Jesucristo es la respuesta a la principal causa del
envejecimiento y a todas las dudas que se nos presentan sobre la vida porque Él
es “la resurrección y la vida”.
Octavi
Pereña i Cortina
25
de octubre 2016
REGENERACIÓ POLÍTICA
<b>Regenerar es hacer nuevo, no
apedazar a los políticos para que persisten en sus corruptelas</b>
Los últimos acontecimientos políticos que
en el momento de redactar el borrador de este escrito amenazan con desgarrar al
PSOE, ponen de manifiesto la existencia de una enfermedad espiritual
profundamente enraizada en el alma: animosidad hacia el prójimo y el placer que
produce ver como el antagonista cae en desgracia. Este deleitarse en la
desventura ajena no es un sentimiento inocuo. El veneno que contiene la
satisfacción que produce ver la desgracia ajena la descubre Dios cuando en el
Antiguo Testamento, los pueblos vecinos al reino de Judá se alegraban de su
desdicha al ver como Nabucodonosor, rey de Babilonia destruía a Jerusalén i
quemaba el templo que era el orgullo nacional de los judíos. A los países que
se gozaban viendo como su enemigo desaparecía del mapa, el Señor les dice que
su gozo se convertirá en desdicha porque recibirán el mismo deshonor. Podemos,
pues, considerar que alegrarse del dolor ajeno es como un bumerang que se volverá contra quien lo lance,
provocándole intenso dolor.
La salud del alma de una persona se pone
de manifiesto cuando se busca el bien del prójimo, aun cuando este no nos caiga
bien. Cuando las fuerzas se utilizan para levantar a quien le desagrada, en vez
de pensar “se lo merece”, lo cogemos de la mano y lo ayudamos a salir del pozo. Puede ser que la desgracia
sea bien merecida. A pesar de ello se le debe ayudar en la medida de lo
posible. Según sea la reacción ante la desgracia ajena pone al descubierto la
salud o enfermedad del alma.
La animosidad hacia el prójimo que es sinónimo de aversión,
rencor, hostilidad, odio, se manifiesta en todos los ámbitos sociales. La
política que está dirigida por personas de la misma naturaleza que el resto de
los ciudadanos, la animosidad está bien representada en ella. Las distintas
formaciones políticas, por ser partidistas, se envidian mutuamente y utilizan
maneras de comportarse que rompen las normas éticas y morales más elementales.
Cuando el presidente Felipe González
dijo que la Democracia se consolidaba en las cloacas del Estado, estaba
diciendo que todos los medios son legítimos para conseguir un fin. Cuando el
ministro de Interior y el director de la Oficina Antifraude de Catalunya se
reunieron para maquinar contra políticos catalanes independentistas, estaban
afirmando que todo es válido para destruir al enemigo político. El caos
político actual nos está diciendo que no todo es lícito en política.
Se dice que los valores cristianos que
impiden que la animosidad se haga virulenta no sirven en política. Las
enseñanzas de la Biblia sirven para todas las situaciones. Aportan luz a un
mundo que está envuelto por una espesa oscuridad espiritual en que las personas
no saben distinguir el bien del mal, que les hace decir que el mal está bien y
que el bien está mal. Negar el valor de la Biblia que es lámpara que ilumina el
camino de las personas nos ha llevado a la situación caótica actual tanto en lo
privado, lo nacional y el internacional. Sin la luz que desprende la Biblia es
totalmente imposible tomar decisiones correctas.
Los cristianos, si atienden las
instrucciones de la Biblia y siguen a Jesús de cerca, no andarán en la
oscuridad. Los cristianos, pero, que se mueven en un mundo envuelto de tinieblas
espirituales pueden permitir que las tinieblas oscurezcan la luz de Cristo que
hay en sus corazones y con ellos se conviertan en sal que ha perdido sus
propiedades de frenar la corrupción que se despliega por doquier. A los
cristianos que afirman ser <i>creyentes no practicantes</i> o que
declaran que <i>la fe pertenece al ámbito de lo privado</i>, Jesús
desmiente estas afirmaciones cuando dice: “Vosotros sois la luz del mundo, una
ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y
se pone debajo de una medida, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los
que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que
vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los
cielos” (Mateo 5: 14-16).
Cuando alguien se convierte a Cristo el
Señor no se lo lleva con Él, lo deja en el mismo lugar en que se produjo el
encuentro para que ilumine a los que están en la casa: familia, amigos,
compañeros de trabajo, relaciones sociales…Hasta el presente había estado
empleando armas carnales en sus relaciones domésticas, laborales, sociales,
políticas…que habían aportado malestar en la familia, la empresa, el partido
político, al país. Para el cristiano las armas carnales son cosa del pasado. A
los cristianos en general sin excluir a ningún sector, el apóstol Pablo les da
este toque de atención: “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la
carne, porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en
Dios para destrucción de fortalezas, debilitando argumentos y toda altivez que
se levante contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento
a la obediencia a Cristo” (2 Corintios 10. 3-5).
Hoy se habla mucho de regeneración
política. A la hora de tomar medidas regeneradoras sigue imperando la vieja
política. La regeneración soñada solamente será posible cuando los
administradores públicos dejen de utilizar las armas carnales que nos han
llevado al desbarajuste actual. Sin Cristo es imposible la regeneración
política que nos preocupa.
Octavi
Pereña i Cortina
11
de octubre 2016
DESCONCIERTO
<b>Voces influyentes nos incitan a
rebelarnos contra Dios porque le acusan de ser el causante de nuestros
males</b>
No podemos entender lo que pasa en el
mundo si no comprendemos el significado de los tres primeros capítulos de la
Biblia. <b>Salvador Oliva</b> en su escrito <i>Adán y
Eva</i> los interpreta desde la incredulidad y acusa a Dios de ser el
culpable de todo lo que nos acontece. El comentarista, separando el texto de su
contexto inmediato, escribe: “Pero lo más interesante de esta historia, creo
yo, es que el árbol de la ciencia proporciona conocimiento y se ve que a Jahvé
no le gusta que Adán y Eva se hicieran demasiado sabios”.
Creo que para poder entender los tres
primeros capítulos de Génesis tenemos que tener presente la palabra
<i>vasallaje</i> que en esencia es la protección que el señor
feudal otorga a sus súbditos a cambio de obediencia. Si esta no se guarda el
señor se reserva el derecho de castigar a los rebeldes. Este mismo tipo de
relación es la que existe entre el Creador y sus criaturas, con la diferencia
de que la relación de vasallaje entre el Señor y su pueblo no está manchada por
el pecado. Esta es la gran diferencia que existe entre el señor feudal y sus súbditos humanos afectada por el pecado
y la que se da entre el Creador y su pueblo.
Dios como Creador tiene el derecho de
imponer las leyes que deben regir entre las personas y la que debe darse entre
ellas y Él. La crítica que se hace contra Dios se debe a que no se reconoce el
vasallaje que se le debe. El apóstol Pablo lo expone con estas palabras: “Mas
antes, oh hombre, ¿quién eres tú para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que le formó: ¿por
qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el baro, para
hacer de una misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? (Romanos 9:
20,21).
En el momento en que la tierra estuvo a
punto para recibir al hombre, Dios lo creó “y lo puso en el huerto de Edén,
para que lo labrara y lo guardase” (Génesis 2:15). Las condiciones del huerto
eran idílicas. Todo estaba disponible al hombre excepto “el árbol del
conocimiento del bien y del mal, porque el día que comas, ciertamente morirás”
(v.17). El Alfarero tiene potestad sobre el vaso que ha modelado con sus manos.
La prohibición que Dios hace al hombre de que no como del árbol del
conocimiento del bien y del mal ha despertado polémica. El vaso discute con el
Alfarero porque ha hecho las cosas tal como ha creído conveniente. El vasallo se levanta contra el Señor.
Por creación el Alfarero tiene el derecho
de imponer a la obra de sus manos las condiciones que deben regular la relación
con Él: “Del árbol del conocimiento del bien y del mal no comas, porque el día
que comas, ciertamente morirás”. La prohibición incluye la capacidad del hombre
para decidir su futuro. Dios no creó un robot. Satanás, poseyendo a una
serpiente se acerca a Eva y le despierta
la duda cuando le dice: “No moriréis, sino sabe Dios que el día que comáis de
él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el
mal” (3:4,5). Hasta ahora no se habían fijado en el árbol. Ahora que la mujer
por instigación satánica vio que “el árbol que era bueno para comer y que era
agradable a los ojos, y el árbol codiciable para alcanzar sabiduría, y tomó de
su fruto y dio también a su marido, el cual comió así como ella” (v.6). Al
comer la pareja se les abrieron los ojos y contemplaron la fealdad en que se
habían convertido. Se cosieron delantales con hojas de higuera para esconder su
fealdad. Se avergonzaban de ella.
Para <b>Salvador Oliva</b> el
que dios prohibiese a Adán y Eva comer del árbol del conocimiento del bien y
del mal se debe a que no le gustaba al Señor que sus vasallos fuesen sabios.
Antes de la desobediencia conocían únicamente el bien. Ahora conocen el mal por
experiencia. Han ampliado el conocimiento a costa de su felicidad. La ira del Señor se encendió
contra sus vasallos rebeldes. Pero Dios, a la vez que es justicia es
misericordiosos y expone su misericordia “haciéndoles túnicas de pieles, y los
vistió” (v.21). Así se restableció la comunión con el Creador que se había roto
con el pecado. Caín no acepto el perdón de Dios y persistió en su rebelión
contra Él, de la misma manera como lo harían los israelitas. Dios da las leyes
con el propósito que sean cumplidas, pero dijeron: NO. La rebelión contra Dios
llevó a Caín a matar a su hermano Abel. Y así ha sido a lo largo de los siglos
hasta nuestros días: el hombre derramando la sangre del hombre. Rebelarse contra
Dios lleva a anticipar el infierno en
la tierra.
De manera privada los vasallos rebeldes
podemos recuperar el favor de Dios si dejamos de hacer oídos sordos a las
palabras de perdón que van acompañadas de volver a la obediencia a Él. “Danos
socorro, contra el adversario, porque vana es la ayuda del hombre” (Salmo
108:12). Volvámonos a Él y Él se volverá a nosotros. El Creador-Salvador está
esperando nuestra decisión para poder bendecirnos. Nuestro destino presente y
futuro depende de cómo reaccionamos a la mano misericordiosa que El Señor
ofendido nos tiende.
Octavi
Pereña i Cortina
9 de
noviembre 2016
PALABRAS GROSERAS
<b>El mal hablado es una persona
que ha perdido el favor de Dios</b>
<b>Donald Trump</b>,
candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos es un buen ejemplo del dicho popular: “Por la
boca muere el pez”. Los exabruptos del político contra todo el mundo y de manera concreta
contra las mujeres, le pasan factura. Personas importantes de su parido le
niegan soporte y evitan aparecer juntos en las fotografías, porque no desean
que se les vincule a persona tan grosera. Entre nosotros <b>García
Albiol</b>, candidato del PP a la presidencia de la Generalitat de
Catalunya, le traicionaron los sentimientos cuando despectivamente se refirió
al sudor del sobaco de <b>Anna Gabriel</b>, portavoz de la CUP en
el Parlamento de Catalunya. Se ve que a determinados políticos no les gustan
las mujeres. ¿Tienen miedo que les pasen la mano por la cara y que su presencia
activa en política les haga sentir menos machos? Llegará la hora que la
misoginia de los políticos les pasará factura porque el voto femenino
representa aproximadamente el 50% del electorado.
<b>Donald Trump</b> es un
representante destacado del político mentiroso. La mentira forma parte del
quehacer político. A corto plazo es posible que dé buenos resultados
electorales. A medio y a largo plazo se convierte en un bumerang que se
revuelve contra quien lo lanza, hiriéndolo gravemente. Se dice que los
políticos <i>son muy políticos</i>, es una manera de decir que son
dados a la mentira, que son expertos en el arte del engaño al electorado. Para
conservar el voto de los suyos y conseguir el de los indecisos, son muy
halagadores. Aseguran que mantendrán el poder adquisitivo de los jubilados y se
limitan a subir las pensiones un 0,25% que es lo mínimo legal. Que se crearan
centenares de miles de puestos de trabajo y lo que se consigue son trabajos
temporales con salarios de hambre. Que se mantendrá la asistencia social, la
educación y la sanidad pública y se realizan recortes presupuestarios que
impiden ofrecer buenos servicios. En el momento en que se sientan en la butaca
del poder miran hacia otro lado cuando llega la hora de cumplir las promesas
electorales, eso sí, no les tiembla el pulso a la hora de poner a los suyos que
están afectados por la corrupción en cargos políticos muy bien remunerados.
Excusas de mal pagador son las justificaciones por el incumplimiento de las
promesas electorales. Mienten sistemáticamente. Entonces se quejan, al menos en
apariencia, de que la ciudadanía se desentienda de la política y que muchas
personas consideran ir a votar una pérdida de tiempo. Si es para que todo siga
igual o peor, ¿por qué votar? Prometen combatir las causas del desinterés. Las
promesas se las lleva el viento. Pronto vuelven a tropezar en la misma piedra y
el clientelismo reflota. Si no se produce un cambio en el corazón de quienes se
meten en política, no cambiará la manera de hacerla.
David que mató al gigante Goliat y yerno
del rey Saúl tuvo que huir precipitadamente porque los celos del suegro le
llevaron a intentar matarlo. En sus idas y venidas para deshacerse de sus
perseguidores se encuentra con los pastores de las ovejas de Nabal. Durante el
tiempo que pastores y fugitivos convivieron no se perdió ninguna oveja. Llegado
el tiempo de la esquila Nabal celebra un banquete. Sabiéndolo David envía diez
de sus hombres para informarle de la protección que se le prestó a sus
pastores. A la vez para pedirle comida. La respuesta fue iracunda: “¿Quién es
David, y quién el hijo de Isaí? Muchos siervos hay hoy que huyen de sus
señores. ¿He de tomar yo ahora mi pan, mi agua y la carne que he preparado para
mis esquiladores, y darla a hombres que no sé de donde son? (1 Samuel 25:
10,11). Uno de los testigos de la reacción iracunda de Nabal avisa a Abigail,
la esposa de su señor, de lo sucedido. Abigail se apresura a cargar unos asnos
con comida y parte para encontrarse con David. Cuando se ven la mujer le dice
al fugitivo y futuro rey de Israel: “No haga caso ahora mi señor de ese hombre
perverso, de Nabal, porque conforme a su nombre, así es. Él se llama Nabal, y
la insensatez está con él” (v.25).
En un mundo en que la palabra a menudo se
utiliza como arma para destruir al otro, nosotros debemos utilizarla como
instrumento de edificación del prójimo. En concreto, cuando las personas se
meten en política no deben ser insensatas como Nabal. Todo lo contrario, en
personas humildes, conscientes de la responsabilidad adquirida al convertirse
en servidores de los ciudadanos que los han votado. Los políticos que se
consideran amos del país se convierten en unos insensatos como Nabal que al
saber lo que su esposa había hecho “desmayó su corazón en él, y se quedó como
una piedra” (v.37). Diez días después murió. Su insensatez le mató.
El Señor Jesús avisa a los ciudadanos,
sin excluir a los políticos: “a que no sean insensatos como Nabal dejando
brotar de sus corazones pensamientos que se convierten en lenguaje grosero:
“Pero yo os digo que toda palabra inútil que digan los hombres, de ella darán
cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por
tus palabras serás condenado” (Mateo 12:36,37). “Es posible curar una herida de
bala, pero una herida causada por la lengua nunca cicatriza” (proverbio persa).
Octavi
Pereña i Cortina
18
de octubre 2016
EL MISTERIO DE LA MUERTE
<b>No se piensa con sensatez en la
muerte porque se desconoce la gloria que en Jesús espera al otro lado del
río</b>
Una estrofa de un poema de <b>Josep
Satorres</b> publicado en un recordatorio, dice: “La asistencia a un
funeral/ nos invita a meditar/ que, este mundo terrenal/ un día deberemos
dejar”.
Se dan dos estados distintos en la
existencia humana. Uno, vivir sin pensar en la muerte. Dos, vivir con la idea
de que te acercas a la muerte en cada hora de vida que transcurre. A pesar de
que en cada funeral que asistimos se nos recuerda “que, este mundo
terrenal/ un día deberemos dejar”,
vivimos como si la muerte nada tuviera que ver con nosotros. Está establecido
que el hombre muera una sola vez, después, ¿qué? A pesar que no hay ninguna
generación que haya sobrevivido a la muerte, nos comportamos como si no
existiese. Pero ahí está, agazapada en la esquina con la guadaña bien afilada
para segar nuestra vida.
Creer que el hombre es un animal
evolucionado, que es el producto de la casualidad, rebaja, a quien cree en
ello, que su existencia acaba como la de un animal que se le cubre de tierra,
dejando que la corrupción destruya el cuerpo inerte que estando vivos se le ha
cuidado con tanto esmero, es tener un concepto muy equivocado de lo que uno es.
El instinto, en general nos impulsa a resistir la llegada de la muerte. Los
avances médicos, con la longevidad que han aportado nos hacen creer que llegará
un día en que venceremos a la muerte. Esta creencia se disipa cuando la muerte
nos cubre con su hedor. En el momento que el último aliento ha salido por la
boca, ¿qué?
<b>William Shakaspeare</b>,
en una época en que la medicina se encontraba muy lejos de los progresos actuales,
escribió: “La vida puede alargarse con la medicina, pero la muerte se apodera
también del médico”. Es decir, quienes trabajan para conservar la salud de sus
pacientes no pueden impedir que la muerte también los alcance. Conservar la
vida no está al alcance del hombre. Pero deseamos vivir. Aun cuando nos
consideramos animales evolucionados, en el fondo no queremos morir como
animales. Aun cuando no sabemos qué, deseamos algo más. El anhelo de querer ser
más que un animal es lo que hace que la muerte nos provoque profunda inquietud
y desconcierto. Nos resistimos a ser como el perro de <b>José
Saramago</b> “que murió hace dos meses”.
Quien busca, encuentra, dijo Jesús. Pero
debemos buscar en el lugar apropiado para poder hallar lo que anhelamos. La
vida es como el oro, debe buscarse allí en donde se encuentra. ¿Dónde ir a
buscar la vida? Jesús lo deja bien claro: “Yo soy la resurrección y la vida,
quien cree en mí, aun cuando muera vivirá, y todo el que cree en mí no morirá”
(Juan 11: 25,26). Terminado de decir estas palabras, Jesús le pregunta a Marta
con quien hablaba: “¿Crees esto?” A la pegunta Marta responde: “Sí, señor, yo
sé que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo” (v.23).
Esta conversación Jesús la mantuvo con una mujer que hacía cuatro días había
enterrado a su hermano lázaro. Cuando Jesús ordena que se quite la piedra que
cerraba el acceso al interior de la tumba en donde yacía el difunto, Marta le
dice: Señor, hiede, porque es de cuatro días” (v. 39). En el instante que se
quitó la piedra el hedor de la corrupción llegó a las narices de los
asistentes. Luego, Jesús gritó con voz fuerte: “Lázaro, ven fuera” (v.43). La
muerte no pudo resistirse a la orden de Jesús: “Y el que había muerto salió
atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario”
44).
La muerte y resurrección de Jesús es la
garantía de que “sorbida es la muerte en victoria” (1 Corintios 15:54). Debido
a ello el apóstol Pablo puede hacer unas preguntas que resuelven el misterio
que envuelve la muerte que tanto nos angustia: “¿Dónde está, oh muerte, tu
aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? Ya que el aguijón de la muerte es el
pecado, y el poder del pecado, la Ley. Pero gracias sean dadas a Dios, que nos
da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo” (vv. 55-57).
Los asistentes a un funeral escuchan como
el mosén de turno habla de la resurrección de los muertos y de la vida eterna
que hay en Jesús. Desgraciadamente los asistentes a los funerales lo hacen por
deber social. Tienen oídos que oyen pero no escuchan porque cuestiones banales tienen prioridad. Es así como dejan
escapar la oportunidad de resolver el misterio de la muerte que tanto les
angustia.
Octavi
Pereña i cortina
1 de
noviembre 2016
EUTANASIA
<b>Hay personas que desando morir
se quitan la vida porque desconocen Quien es la Vida</b>
Hace años, recuerdo haber visto una
película cuyo nombre no recuerdo una escena que me impactó. Una larga cola de
personas se forma ante un edificio de moderna arquitectura en el que se
practica la eutanasia sin restricciones legales. Quienes deseaban morir podían
hacerlo a su gusto. Es posible que la nueva ley que se gesta en Holanda sea un
paso más hacia la eutanasia sin restricciones que pronosticaba la película en
cuestión.
Holanda plantea llevar más lejos la ley
el 2002 permitiendo que las personas que
“ya han completado su vida”, puedan tener acceso al suicidio asistido. La idea
del Gobierno es que las personas mayores con un fuerte deseo de morir, aun
cuando no estén sujetas a un fuerte sufrimiento físico o sicológico
insoportable, puedan recibir ayuda
profesional para hacerlo de manera digna. La propuesta de la ley holandesa “se
refiere a personas mayores que ya no sienten deseos de continuar con sus vidas,
que tienen dificultades para aceptar el final de su autonomía personal o la
movilidad reducida o que se sienten solas por la pérdida de un ser querido”. La
proposición de ley no concreta la edad a la que se podrá acceder a la ayuda
para morir, pero indica que debería hacerse “bajo estrictas condiciones”.
“La frase la han dicho muchos familiares
de personas mayores: “Hace tiempo que está así, quiera Dios que se lo lleve
pronto”. Algunas de aquellas personas la vida de las cuales ya no importa ni
por quienes más las aman consiguen explicar este deseo por sí mismas, terminan
con ”escuche, doctor, ya está”. “No es que deseen que se las mate, que se les
quite la vida, pero sí que explican que por su parte ya se ha terminado”.
Es interesante lo que dice el
<b>Dr. Germán Diestre</b>, médico responsable de sicogeriatría del
centro socio sanitario Albada, en el hospital Pare Taulí de Sabadell: “La
extensión del derecho de quienes no son enfermos terminales pero que desean
poner fin a su vida porque les resulta insoportable por otros motivos, como su
deterioro, su dependencia o su salud, sería más difícil resolverlo
jurídicamente. Pero es un deseo real que no necesariamente se soluciona
tratándolo como una depresión”.
El problema de vivir o morir es un motivo
de fe. Se puede dar el caso que algún creyente en Cristo de débil fe desee que
se le aplique la eutanasia o “suicidio asistido”. Quien posea una fe firme en
Jesús, capaz de decir: “Yo sé en quien he creído”, rechazará quitarse la vida
aun cuando sea de manera legal. ¿Por qué no lo hará? Porque su fe en Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo le dará la fuerza necesaria en los momentos
de extrema debilidad. La fe en Cristo otorga una esperanza que no se marchita
porque la vida eterna que da no se deshace como un bolado. La certeza de la vida
eterna no quita que durante la estancia en este mundo de pecado el creyente en
Cristo pase por situaciones verdaderamente dramáticas.
<b>David Ropero</b> esperaba
ansioso el día de su jubilación para poder disfrutar de sus hobbys. Dice: “Una
combinación de factores adversos y una neuropatía me puso a empujar un
caminador. No puedo hacer senderismo. No puedo pescar. No puedo hacer muchas de
las cosas que me producían placer…No tengo idea de lo que Dios tiene preparado
para ti y para mí, no debería preocuparnos. Nuestro deber es aceptar las cosas
tal como son, sabiendo que el amor, sabiduría y providencia de Dios esta
situación es tan buena como pueda serlo cualquier otra”.
El Salmo 102 es la <i>oración del
que sufre, cuando está angustiado, y delante del Señor derrama su
lamento</i>. Indiscutiblemente para sacar provecho de las enseñanzas que
aportan este poema es preciso creer en Dios, el Padre de nuestro Señor
Jesucristo, pues, si no se cree en Él, ¿cómo se le podrá implorar su socoro en
tiempo de angustia?
“Señor, escucha mi oración, y llegue a Ti
mi clamor. No escondas de mí tu rostro en el momento de mi angustia, inclina a
mí tu oído, apresúrate a responderme en el día que te invoque” (vv. 1,2). Una
de las causas de la eutanasia es la soledad. Uno puede encontrarse rodeado de
personas y morirse de aburrimiento porque no tiene con quien hablar. Aun cuando
se tenga alguien con quien hacerlo el interlocutor no puede llegar al fondo del
alma que es donde está enraizada la aflicción que al no creyente le hace decir:
“Quiero morir”, “no puedo más”. “Mi corazón está herido y seco como la hierba,
por lo cual me olvido de comer mi pan” (v. 4). El poeta reconoce que su
aflicción no es algo externo, físico, es su corazón el que está herido y esta
aflicción del alma lleva al salmista a “olvidarse de comer su pan”. ¿No es
cierto que ante la angustia muchos son quienes pierden el apetito?
El salmista no es de los que creen en
Dios de labios y su corazón está atrapado por las cosas materiales. Por esto
puede escribir: “Porque miró desde lo alto de su santuario, el Señor miró desde
los cielos a la tierra, para oír el gemido de los presos para soltar a los
sentenciados a muerte” (vv. 19,20). Es totalmente imposible erradicar el
sufrimiento en su diversidad de tonalidades. El pecado de Adán es el causante
de su existencia y nosotros, sus descendientes somos sus herederos. Por qué
unos sufren mucho y otros poco no está en nuestras manos resolverlo. Lo que sí
podemos afirmar es que en el momento oportuno recibimos el socoro que
necesitamos. De lo que no hay duda alguna es que los creyentes en Cristo, hayan
sufrido mucho o poco aquí en el tiempo gozaremos plenamente de la presencia de
Dios en el cielo, lugar en donde no habrá muerte, ni sufrimiento, ni
injusticia, ni de cualquier otra cosa de las que hoy nos dañan. El paraíso
perdido en Edén será recuperado para no perderlo jamás estando en la gloria de
Dios.
Para quien hoy sufre el dolor es una
realidad. En la oscuridad de la adversidad puede encontrar consuelo saber que
el Señor Jesucristo, por el Espíritu Santo no nos ha abandonado dejándonos
huérfanos. Habita en lo profundo de nuestra alma recordándonos que en la cruz
fue abandonado por el Padre para que nosotros en nuestro dolor podamos sr
consolados por Él.
Octavi
Pereña i Cortina
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