ÉXODO 1:17
“Pero las parteras temieron a
Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la
vida a los niños”
Declaración contundente: “Sométase
toda persona a las autoridades superiores, porque no hay autoridad sino de
parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien
se oponen a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste, y los que
resisten, acarrean condenación para sí mismos” (Romanos 13:1,2). Si la
Escritura no dijese nada más seguiríamos siendo gobernados por monarquías
absolutistas que con la excusa de haber sido establecidas por Dios podrían
gobernar sin los mínimos principios de justicia social. Cierto es que Dios pone
y depone monarcas. La Biblia nos ofrece muchos ejemplos de la autoridad que
tiene Dios para deshacerse de monarcas impíos
¿Debe entenderse al pie de
la letra que la obediencia de los ciudadanos a las autoridades establecidas por
Dios debe ser total e incondicional? Los ejemplos bíblicos nos impiden
entenderlo de esta manera. Las parteras desobedecieron a la orden del faraón de
matar a todo niño varón que naciese. “Y Dios hizo bien a las parteras”.
Los amigos de Daniel desobedecieron la
orden del rey Nabucodonosor de adorar a la imagen que el rey había hecho y
salieron ilesos del horno de fuego, y fueron puestos en lugar de honor en el
gobierno. Daniel desobedeció la orden de Darío que prohibía adorar a quien no
fuese él. Daniel salió del foso de los
leones sin ningún rasguño. A los apóstoles se les prohibió que enseñasen en el
Nombre de Jesús. Los apóstoles respondieron a las autoridades judías: “Juzgad
si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que Dios”.
Vivimos en un mundo
convulsivo. El pecado hace estragos. Satanás incita a hacer el mal. Las
autoridades que Dios ha puesto para castigo de malhechores y para alabanza de
los que hacen bien, protegen a los delincuentes y giran la cara haciendo ver
que no ven las injusticias que se cometen, y, imitando a los malhechores
acarrean condenación para sí mismos A los cristianos se nos enseña a que no
seamos indiferentes ante las injusticias. Las personas que viven como si Dios
no existiese combaten la injusticia quemando coches, contenedores, destrozando
mobiliario público, rompiendo cristales de comercios y oficinas bancarias.
Nosotros los cristianos debemos luchar contra el mal en su raíz: “Ante todo,
que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos
los hombres, por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que
vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es
bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador” (1 Timoteo 2: 1-3).
NÚMEROS 27: 16,17
“Entonces respondió Moisés al
Señor diciendo: Ponga el Señor, Dios de los espíritus de toda carne, un varón sobre
la congregación, que salga delante de ellos, que los saque y los introduzca,
para que la congregación del Señor no sea como ovejas sin pastor”
Se acerca el momento del
traspaso de Moisés. Pronto dejará de andar por fe como viendo al Invisible,
para ver su rostro. A pesar de los disgustos
que Israel le ha proporcionado a su dirigente, Moisés ama a su pueblo.
Al llegar el momento en que debe dejar este mundo Moisés siente preocupación
por Israel para que no sean ovejas sin pastor. Otro hombre debe ocupar el
sillón bacante, la posición de líder. En su ruego al Señor Moisés dice: “Ponga
el Señor, Dios de los espíritus de toda carne, un varón sobre la congregación”.
Un concepto erróneo que se
tiene del gobierno de las iglesias es que sea democrático. Tantas cabezas
tantos votos. Este sistema de gobierno es un guirigay. Las democracias caminan
como ovejas sin pastor. Las iglesias adoptan el sistema democrático de gobierno
porque es el que está de moda y se hunden en el lodazal del pecado. El gobierno
de las iglesias no es democrático: es teocrático, es decir el gobierno de Dios.
Dios delega su autoridad en un hombre que Él escoge. De ahí que Moisés en su
súplica diga: “Ponga el señor…un varón sobre la congregación, que salga
delante de ellos, que los saque y que los introduzca”. Sin mencionarlo por
su nombre Moisés estas pidiendo que su substituto en el gobierno de Israel sea
un pastor. Moisés en una etapa de su vida fue pastor de las ovejas de su suegro
Jetro. Sabía, pues, por experiencia que el pastor va delante de las ovejas para
conducirlas a lugares de delicados pastos y las guía junto a aguas de reposo.
Las ovejas escuchan la voz de su pastor y le siguen confiadas.
Dejadas solas las ovejas
tienden a desperdigarse. Israel poseía también dicha tendencia. Es por ello que
Moisés le pide al Buen Pastor que ponga “un varón sobre la congregación, que
salga delante de ellos” para que la congregación del Señor no sea como
ovejas sin pastor.
Es urgente que lasa iglesias
se vuelvan al sistema teocrático de gobierno si es que en verdad desean salir
del atolladero en que se han metido por haberse desentendido de la guía del Buen Pastor. Deben reconocer que el Señor
es la Cabeza de la iglesia y que deben dejarse guiar por su Palabra. Deberían
recuperar el “Así dice el Señor”. que no elijan ellas a sus pastores
sino que les dé sabiduría para reconocer quienes son los hombres que Él ha
escogido para pastorearlas y acepten su autoridad. Cierto es que los pastores
escogidos por Dios son personas falibles que pueden errar. Esta realidad exige
que las ovejas les den soporte con sus oraciones, estando a su lado en
situaciones críticas. Haciéndolo así el varón escogido por el Señor y
reconocido por la iglesia será apto para, durante la travesía por el desierto,
conducirlas a lugares de delicados pastor y guiarlas junto a las aguas
cristalinas y refrescantes que dan reposo al alma.
http://octaviperenyacortina22.blogspot.com
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