dimarts, 24 de març del 2015


ÉXODO 1:17


“Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños”

Declaración contundente: “Sométase toda persona a las autoridades superiores, porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se oponen a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste, y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos” (Romanos 13:1,2). Si la Escritura no dijese nada más seguiríamos siendo gobernados por monarquías absolutistas que con la excusa de haber sido establecidas por Dios podrían gobernar sin los mínimos principios de justicia social. Cierto es que Dios pone y depone monarcas. La Biblia nos ofrece muchos ejemplos de la autoridad que tiene Dios para deshacerse de monarcas impíos

¿Debe entenderse al pie de la letra que la obediencia de los ciudadanos a las autoridades establecidas por Dios debe ser total e incondicional? Los ejemplos bíblicos nos impiden entenderlo de esta manera. Las parteras desobedecieron a la orden del faraón de matar a todo niño varón que naciese. “Y Dios hizo bien a las parteras”. Los amigos de Daniel desobedecieron  la orden del rey Nabucodonosor de adorar a la imagen que el rey había hecho y salieron ilesos del horno de fuego, y fueron puestos en lugar de honor en el gobierno. Daniel desobedeció la orden de Darío que prohibía adorar a quien no fuese él.  Daniel salió del foso de los leones sin ningún rasguño. A los apóstoles se les prohibió que enseñasen en el Nombre de Jesús. Los apóstoles respondieron a las autoridades judías: “Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que Dios”.

Vivimos en un mundo convulsivo. El pecado hace estragos. Satanás incita a hacer el mal. Las autoridades que Dios ha puesto para castigo de malhechores y para alabanza de los que hacen bien, protegen a los delincuentes y giran la cara haciendo ver que no ven las injusticias que se cometen, y, imitando a los malhechores acarrean condenación para sí mismos A los cristianos se nos enseña a que no seamos indiferentes ante las injusticias. Las personas que viven como si Dios no existiese combaten la injusticia quemando coches, contenedores, destrozando mobiliario público, rompiendo cristales de comercios y oficinas bancarias. Nosotros los cristianos debemos luchar contra el mal en su raíz: “Ante todo, que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres, por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador” (1 Timoteo 2: 1-3).


NÚMEROS 27: 16,17


“Entonces respondió Moisés al Señor diciendo: Ponga el Señor, Dios de los espíritus de toda carne, un varón sobre la congregación, que salga delante de ellos, que los saque y los introduzca, para que la congregación del Señor no sea como ovejas sin pastor”

Se acerca el momento del traspaso de Moisés. Pronto dejará de andar por fe como viendo al Invisible, para ver su rostro. A pesar de los disgustos  que Israel le ha proporcionado a su dirigente, Moisés ama a su pueblo. Al llegar el momento en que debe dejar este mundo Moisés siente preocupación por Israel para que no sean ovejas sin pastor. Otro hombre debe ocupar el sillón bacante, la posición de líder. En su ruego al Señor Moisés dice: “Ponga el Señor, Dios de los espíritus de toda carne, un varón sobre la congregación”.

Un concepto erróneo que se tiene del gobierno de las iglesias es que sea democrático. Tantas cabezas tantos votos. Este sistema de gobierno es un guirigay. Las democracias caminan como ovejas sin pastor. Las iglesias adoptan el sistema democrático de gobierno porque es el que está de moda y se hunden en el lodazal del pecado. El gobierno de las iglesias no es democrático: es teocrático, es decir el gobierno de Dios. Dios delega su autoridad en un hombre que Él escoge. De ahí que Moisés en su súplica diga: “Ponga el señor…un varón sobre la congregación, que salga delante de ellos, que los saque y que los introduzca”. Sin mencionarlo por su nombre Moisés estas pidiendo que su substituto en el gobierno de Israel sea un pastor. Moisés en una etapa de su vida fue pastor de las ovejas de su suegro Jetro. Sabía, pues, por experiencia que el pastor va delante de las ovejas para conducirlas a lugares de delicados pastos y las guía junto a aguas de reposo. Las ovejas escuchan la voz de su pastor y le siguen confiadas.

Dejadas solas las ovejas tienden a desperdigarse. Israel poseía también dicha tendencia. Es por ello que Moisés le pide al Buen Pastor que ponga “un varón sobre la congregación, que salga delante de ellos” para que la congregación del Señor no sea como ovejas sin pastor.

Es urgente que lasa iglesias se vuelvan al sistema teocrático de gobierno si es que en verdad desean salir del atolladero en que se han metido por haberse desentendido de la guía  del Buen Pastor. Deben reconocer que el Señor es la Cabeza de la iglesia y que deben dejarse guiar por su Palabra. Deberían recuperar el “Así dice el Señor”. que no elijan ellas a sus pastores sino que les dé sabiduría para reconocer quienes son los hombres que Él ha escogido para pastorearlas y acepten su autoridad. Cierto es que los pastores escogidos por Dios son personas falibles que pueden errar. Esta realidad exige que las ovejas les den soporte con sus oraciones, estando a su lado en situaciones críticas. Haciéndolo así el varón escogido por el Señor y reconocido por la iglesia será apto para, durante la travesía por el desierto, conducirlas a lugares de delicados pastor y guiarlas junto a las aguas cristalinas y refrescantes que dan reposo al alma.

http://octaviperenyacortina22.blogspot.com

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