dilluns, 16 de març del 2015


EL COLOR DE LA PIEL


<b>En las sociedades multirraciales las minorías étnicas se sienten impulsadas a semejarse a la etnia dominante supuestamente superior</b>

En una sociedad de mayoría blanca las minorías étnicas pueden ser tentadas a  “desracialarse” con el fin de atenuar la diferencia de color. La modelo y actriz australiana <b<Dominique Maber</b> de madre de Sri Lanka  y padre británico dice que cuando era adolescente se la molestaba por el color de su piel. Creció entre Sri Lanka y la pequeña ciudad australiana de Quensland. El color de la piel la marcó en ambos lugares. Contratando con los ciudadanos de Sri Lanka su piel era más clara y se la trataba como si fuese una princesa. Cuando regresaba a Australia se sentía deprimida y asediada. A los 12 años empezó a usar los peligrosos tratamientos de blanqueo de la piel en un intento de decolorarla para sentirse aceptada. Ahora que tiene 20 años interrumpe el tratamiento antes de que le provoque daños irreparables. A Sri Lanka los tratamientos blanqueadores de la piel se los considera tan inocuos como los dentífricos blanqueadores de las dientes. Ahora la modelo afirma que desearía hacer marcha atrás para decirle a aquella niña que no sea tan tonta . Esto no puede hacerlo pero siempre que tiene una oportunidad avisa a cualquier persona que desee cometer el error que ella cometió en su infancia  de los peligros que comportan los tratamientos blanqueadores de la piel.

<b>Anna Choy</b> actriz y presentadora de televisión australiana de ascendencia  china se da cuenta de la tendencia creciente de la cirugía estética para alterar las características raciales por todo el mundo. Dichos tratamientos cosméticos que son agresivos no están exentos de riesgo porque no son operaciones sencillas. En la investigación que hizo descubrió que existen personas dispuestas a pasar por el quirófano a pesar de los peligros que acompañan al bisturí. Después de investigar el concepto que las mujeres australianas tienen de la belleza <b>Anna Choy</b> viajó a Seúl, capital mundial de la cirugía estética en donde encontró que una de cada cinco mujeres pasa por el quirófano. En el distrito de Gangnam encontró 500 clínicas en donde se practica la cirugía estética, un área conocida como el <i>cinturón de la belleza</i> en donde las mujeres se transforman de pies a cabeza. 

Cuando <b>Anna Choy</b> regresa a Australia se encuentra con tres adolescentes de origen asiático que desean hacerse la cirugía estética. Una de ellas Katti, de 16 años le dijo que la decisión de hacerse la cara para transformarla en más occidental no la tomó ella sino sus padres. Este descubrimiento le hizo pensar: ¿Cómo puede ser que unos padres deseen que su hija cambie de cara para hacerle perder su identidad? El viaje que <b>Anna Choy</b> hizo a Seúl le despertó el sentido de identidad y a hacerse esta pregunta: “¿qué significa la apariencia y el sentimiento de sentirse australiana?”. Como madre está preocupada por el futuro de su hija mulata: “¿Qué futuro le espera?”  “Qué significa esto en una futura Australia multicultural?”

¿Qué es lo que motiva a que las personas deseen esclarecer el color de su piel? A pesar de que los productos blanqueadores de la piel son muy tóxicos atraen a muchas mujeres de color que quieren ser bien vistas por los blancos. El sueño de la blancura epidérmica es una herencia de la época colonial. La psiquiatra <b>Marie Moro</b> afirma que las más jóvenes que conocen los efectos secundarios de los productos blanqueadores de la piel, dicen: “Me quiero parecer a los que gobiernan”. El añadido: “porque tú lo vales” que acompaña a la publicidad de productos cosméticos debe analizarse con mucha cautela y sentido crítico. ¿Es que el valor de una persona se encuentra en el tono claro de la piel? El valor de una persona se encuentra en el hecho de que es un ser humano creado a imagen y semejanza de Dios  y que se la debe respetar y proteger sea cual sea el color de la epidermis, condición social, sexo, nacionalidad, idioma y cualquier otra característica diferenciadora.

Dios no mira la apariencia externa de las personas, se fija en su interior en donde se encuentra la auténtica humanidad. El color de la piel del prójimo no debe convertirse en un chivo expiatorio de nuestros males ni de nuestros sentimientos de impotencia ni de nuestra frustraciones. La vida aquí en la tierra es difícil tanto para los blancos como para las personas de color. Ambos grupos deben cultivar su humanidad fijándose en el modelo de hombre que es Jesús que con su muerte y resurrección derribó el muro del racismo sembrando en el corazón de la simiente del amor que derriba la muralla de la segregación racial.

Octavi Pereña i Cortina

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