PROVERBIOS 30:6
“No añadas a sus palabras, no
sea que te reprenda, y seas hallado mentiroso”
Casi al final de la Biblia,
leemos en el libro de Apocalipsis: “Yo testifico a todo aquel que oye las
palabras de la profecía de este libro: Si alguien añade a estas cosas, Dios
traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quita
de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de
la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro” (Apocalipsis 22:18,19).
Desde la primera página de
Génesis hasta la última de Apocalipsis es Palabra de Dios y como dice el
apóstol Pablo “toda la Escritura es inspirada por Dios” (2 Timoteo
3:16). A pesar de la participación humana en la redacción de la Biblia, su
Autor es Dios. La autoría divina de la Biblia hace que este libro no pueda
mirarse con los mismos ojos con que se mira cualquier otro libro, por
beneficiosa que sea su lectura.
Dado que el verdadero Autor
de la Biblia es Dios y siendo Dios nuestro Creador y en Jesús nuestro Salvador,
no debe extrañarnos que contenga declaraciones como “no añadas a sus
palabras”. El texto original de las Escrituras es intocable. Deben
revisarse las versiones en lenguas vernáculas debido a que con el paso del
tiempo algunas palabras caen en desuso o cambian su significado. El texto
original no puede alterarse. Los textos que comentamos hoy así lo afirman. La
Palabra de Dios es Verdad des del principio hasta el final porque su autor es
la Verdad y en él no hay engaño. La Escritura por ser Palabra de Dios “es
escudo a los que en Él esperan” (Proverbios 30.5). Cuando alguien se aparta
de las directrices de la Palabra queda desprotegido porque se hace pedazos el
escudo que le protege de las artimañas del diablo.
Jesús, cuando el diablo le
tentó en el desierto lo derrotó citando a las Escrituras: “No sólo de pan
vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo
4:3). Cuando el apóstol Pablo dice a los cristianos de Efeso que sus enemigos
no son personas, sino principados, potestades, gobernadores de las tinieblas de
este siglo, huestes espirituales de maldad en las regiones celestes y les
ordena “vestirse de toda la armadura de Dios para que puedan estar firmes
contra las asechanzas del diablo”, una de las piezas que formaban parte del
equipo del soldó cristiano era la Palabra de Dios: “Ceñidos vuestros lomos
con la verdad” (6:14).
Según al mitología griega,
Aquiles sería inmortal porque al nacer fue sumergido en las aguas que conferían
inmortalidad. Aquiles, pero, tenía un punto débil: el tobillo porque fue el
lugar que se le cogió para sumergirlo en el agua. Murió por una flecha que le
dio en el tobillo. Si la palabra no
cubre los lomos del soldado cristiano esta parte del cuerpo queda desprotegida
y los dardos de fuego del maligno encuentran el punto débil por donde poder
dañarnos. No dejemos de proteger nuestros lomos con la Palabra de Dios si
pretendemos salir victoriosos de nuestra lucha contra el diablo.
SALOM 119:9
“¿Con qué limpiará el joven su camino?
Con guardar tu palabra”
La universidad de Aberyswth
retirará de sus dependencias las Biblias porque más de la mitad de los
estudiantes consideran su presencia inaceptable i molesta. John David
Morgan, el estudiante que se destacó en el caso dijo que la Biblia era “inapropiada
en una universidad multicultural”. El hecho de que
muchos estudiantes consideran que la presencia de la Biblia en las
universidades sea considerada inaceptable y molesta, nos mueve a
hacernos una pregunta: ¿Se debe al hecho de que el Libro de Dios denuncia la
inmoralidad existente en los campus universitarios?
Martha C. Nussbauan denuncia: “que
ha habido un grave y silenciado problema de agresiones sexuales en campus a lo
largo y ancho del país…De manera que ahora sabemos que prácticamente el
conjunto de campus de los Estados Unidos esconden el lugar de su crimen. …Si
combinamos esto con el extendido tema de abusos sexuales dentro del ejército en
donde una vez más los superiores han optado por encubrir en vez de denunciar,
encontramos que las mujeres de los Estrados Unidos se enfrentan a un generoso
número de obstáculos”.
“Con qué limpiará el joven
su camino?”, se plantea el salmista. Él mismo responde su pregunta: “Con guardar tu palabra”, la de Dios. El
escritor sagrado considera la Biblia como “lámpara es a mis pies tu palabra,
y lumbrera a mi camino” (Salmo
119:105).
Jesús dice unas palabras que
deberían movernos a la reflexión: “La lámpara del cuerpo es el ojo, así que,
si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz. Pero si tu ojo es
maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay
es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?” (Mateo 6: 22,23). A
través de los ojos se enciende la lascivia que denuncia Marha C. Nussbauan.
Si la luz que desprenden las páginas de la Biblia alumbra el corazón de un
joven, ”todo su cuerpo estará lleno de luz”. Entonces el joven no mirará
con lascivia a las mujeres ni en sus corazones tomarán fuerza los
pensamientos deshonestos que desembocan en violaciones o en visitas a
prostíbulos, para apagarlos.
Es cierto que los
pensamientos deshonestos nacen espontáneamente en el corazón. Pero Jesús dice: “Porque
os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con
ella en su corazón” (Mateo 5:
27,28). El Señor sigue diciendo: “Si tu ojo derecho te es ocasión de caer,
sácalo y échalo de ti”. El ojo en si es neutro, ni bueno ni malo, es el
corazón que dicta al ojo a mirar con lascivia
o de manera limpia a una mujer. Si lo que hay en el corazón son
tinieblas debemos convertirlas en luz. La única manera de conseguirlo es
guardando la Palabra de Dios. La obediencia a los mandamientos de Dios limpia
el corazón y, el pecado sexual tan extendido desaparecerá a medida que más
hombres y mujeres limpian su camino guardando la Palabra de Dios.
http://octaviperenyacortina22.blogspot.com
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