JUAN 16:13
“Pero cuando venga el Espíritu de
verdad, Él os guiará a toda verdad”
Cuando nos referimos a la verdad
debemos preguntarnos. ¿qué es la verdad? Existen muchas verdades, pero ¿qué es
la verdad? Existen verdades científicas que son irrefutables. Son verdad
acontecimientos irrefutables. Prosigamos con la pregunta: Qué es la verdad?
Lo que perseguimos es descubrir la verdad que es de suma importancia
para nuestras vidas. La Biblia habla de luz y tinieblas. Dos situaciones
contrapuestas que jamás pueden ir juntas. La una hace desaparecer a la otra.
Luz y tinieblas espirituales que nos pueden afectar para bien o para mal. Las
verdades temporales tienen una importancia relativa porque negarlas o
ignorarlas poco importa. Lo que verdaderamente importa es la verdad absoluta
que para bien o para mal afecta a nuestro destino eterno: salvación o
condenación y que también para bien o para mal tiene que ver con nuestra
felicidad en el tiempo presente.
Debido al pecado, el tiempo presente se caracteriza por la confusión
existente cuya presencia se debe al dominio que Satanás ejerce en el hombre,
confusión que por cierto no se sabe como desprenderse de ella. Ello se debe a
que las tinieblas espirituales que llenan el corazón impiden encontrar la luz
que las despeje y puedan encontrar el camino recto que debe seguirse.
El texto que comentamos hoy nos presenta al Espíritu de verdad que guía
a toda verdad. ¿Qué es la verdad? O mejor dicho: quién es la verdad a la que
debe guiarnos el Espíritu de verdad? Hay un texto que aporta luz a la pregunta:
“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida” (Juan 14:6)., afirma Jesús.
Jesús es la verdad absoluta a la que guía el Espíritu de verdad, que da
testimonio de la Verdad, que da testimonio de la Verdad y que nos recuerda las palabras de Jesús para
que no seamos huérfanos perdidos en medio de las espesas tinieblas espirituales
que nos envuelven. Cuando Jesús dice: “Angosto es el camino que lleva a la
vida, y pocos son los que lo hallan” (Mateo 7:14), se está refiriendo a sí
mismo que es el Camino que lleva al Padre. El Espíritu da testimonio de la
Verdad pero son pocos los que lo encuentran porque no se dejan guiar por el
Espíritu. De ahí la confusión existente. Las tinieblas que confunden siguen
haciendo su trabajo porque los hombres en su tozudez permiten que sea
Satanás que siga manteniéndoles en la
mentira que confunde.
JEREMÍAS 17:7
“Bendito es el hombre que confía
en el Señor, y cuya confianza es el Señor”
Adán y Eva no necesitaban esperanza porque no les faltaba nada de lo que
necesitaban.. Además tenían el privilegio de charlar cara a cara con el Señor.
Vivían en el Paraíso. Pero la existencia paradisíaca de Adán y Eva estaba
condicionada a la obediencia de un mandato dado por el Creador: “Mas del
árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que de él
comas, ciertamente morirás” (Génesis 2:12).La prueba a la desobediencia se
presentó cuando Satanás disfrazado de serpiente apareció ante Eva sembrándole
la duda respecto al mandato de Dios diciéndole que no moriría si come del árbol
de la ciencia del bien y del mal. Eva miró al árbol y vio que el fruto era
apetecible, y comió. Después la mujer indujo a Adán a hacer lo mismo. Les
fueron abiertos los ojos y descubrieron que estaban desnudos. Habían muerto y
con la muerte la necesidad de esperanza, la esperanza de que su culpabilidad y
vergüenza desaparecen y la felicidad hasta ahora sentida y marchita,
recuperada.
Navidad es la época de la esperanza que la Serpiente pretende, y lo
consigue en muchos, hacer desaparecer. En vez de poner los ojos en la Simiente
de la mujer que aplastaría la cabeza de
la Serpiente. Ésta induce a los hombres a poner los ojos en las cosas
materiales. La Navidad se ha convertido en un intercambio de regalos, muchas
veces de un coste superior a las posibilidades. En vez de ser la Navidad un
tiempo de esperanza se convierte en una época de desilusión, de frustración,
que afecta de manera especial a quienes se encentran solos o ingresados en
hospitales y residencias de ancianos.
El profeta Hageo anuncia que
“vendrá el Deseado de todas las naciones” (2:7), venida que se realizó
hace 2000 años en Belén cuando la virgen María dio a luz al Niño que se
llamaría Emanuel que significa Dios con nosotros y Jesús
que significa Salvador. Cuando los ojos se ponen en el Deseado de
todas las naciones, quien lo hace le liberará de la
potestad de las tinieblas, y le trasladará al reino de su amado Hijo”
(Colosenses 1:13).La tinieblas con las que la Serpiente envolvió haciéndole
errar el camino, Jesús, el Deseado de todas las naciones hace resplandecer la luz de Dios en los
corazones de quienes creen en Él. Para los verdaderos creyentes en Jesús la luz
divina que resplandece en sus corazones convierte en oscuridad las
resplandecientes luces navideñas que guían a los hombres a las compras
compulsivas y los alejan de Jesús, el Deseado de todas la naciones que
guía a los hombres a la vida eterna.
http://octaviperenyacortina22.blogspot.com
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada