dimarts, 12 de novembre del 2013


¿QUÉ ES EL YOGA?


 

El Dr. K. P. Yohannan, de origen hindú dice que encontrándose en una habitación de un motel, mientras se instalaba se fijó en el gran televisor que presidía la habitación. Explica: “Lo que veía en la pantalla me sorprendió más que todo lo que había visto en América. En un color excelente aparecía una atractiva mujer que sentada en posición de loto enseñaba yoga. Cautivado, miraba fascinado como alababa los beneficios que aportaban a la salud las prácticas respiratorias y otros ejercicios de esta práctica religiosa oriental. Lo que los teleespectadores desconocen es que el yoga está pensado para un único propósito – abrir la mente y el cuerpo a los falsos dioses procedentes de Oriente. Debido a que esta yogui americana vestía chándal y pregonaba su doctorado en filosofía y que se dedicaba a la enseñanza por televisión, pienso que muchos de los televidentes estaban engañados creyendo que esto no era nada más que la exposición de unos ejercicios inocuos. Pero quienes hemos nacido en naciones dominadas por poderes de las tinieblas, sabemos que centenares de religiones orientales se promocionan en Estados Unidos y Canadá bajo marcas inocuas de aspecto científico”. Se puede pensar que dicha exposición es partidista porque la hace un cristiano que defiende su religión. No es así.

La enciclopedia en línea Wikipedia nos dice que posturas devocionales del yoga sirven para conseguir la unión del alma individual con la divinidad (Brahman, Siva, Kali, etc.), dándonos la etimología de la palabra yoga: “La palabra yoga procede del sánscrito que a la vez viene del verbo insh: poner el yugo a dos bueyes para uncirlos, concentrar la mente, absorberse en la meditación, recordar, juntar, conectar, atrapar, etc. El verbo insh es de la misma raíz indoeuropea de las palabras castellanas yugo y  conyugal.

El médico Moisés Broggi, que cualquier parecido con el cristianismo es pura coincidencia, nos ofrece detalles muy claros de que el yoga es mucho más que técnicas respiratorias y ejercicios físicos que sirven para combatir el estrés. Que es una religión lo expone con estas palabras: “A primera vista, el yoga puede parecer que sólo es una serie de ejercicios físicos más o menos difíciles de efectuar. Detrás de estos ejercicios se encuentra una filosofía de gran trascendencia y profundidad…En la práctica del yoga se intenta mantener la atención, la conciencia en los asanes y en el interior de uno mismo con el propósito de llegar al propio conocimiento…Los fundamentos del yoga vienen de tiempos lejanos. Las prácticas del yoga se citan en algunas Upanishads como sistemas de purificación y de perfeccionamiento. En realidad el yoga no es un fin sino un medio que intenta y puede   ayudarnos a avanzar en el conocimiento de nuestra propia alma y de la divina realidad”

El médico Moisés Broggi dice que el yoga “puede ayudarnos a avanzar en el conocimiento de nuestra propia alma y de la divina realidad”. La meditación introspectiva que promueve el yoga jamás puede conducir al conocimiento de la propia alma  propia porque “engañoso es el corazón más que todas las cosas y perverso” (Jeremías 17:9). Según Jeremías el corazón humano es engañoso y confiar en él para encontrar la sabiduría y el conocimiento de uno mismo es lo mismo que fiarse de una brújula defectuosa que guía al barco a embarrancar en unos arrecifes con las funestas consecuencias que ello conlleva para los pasajeros y la tripulación. Acto seguido el profeta sigue diciendo: Yo el Señor, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras”. El Señor nos conoce mejor que nosotros a nosotros mismos.

Según Wikipedia la práctica del yoga lleva al alma a unirse con la divinidad multiforme. Debido a ello el yoga es una práctica prohibida a los cristianos: “No tendrás dioses ajenos delante de mí…No te harás ninguna  estatua ni  ninguna imagen…No te postrarás ante ellos ni los servirás, porque yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso…” (Éxodo 20:3-5).

Un sueño utópico es implantar el paraíso aquí en la tierra en las condiciones actuales. Teresa Pons expresa. “Por otro lado se dice que con la meditación se consigue limpiar la mente y tener más paz interior. Un maestro experto en meditación zen, Taisen Deshimarn, en el libro “Preguntas a un maestro zen”, escribe: “Debemos crear el paraíso aquí y ahora. Si sufrimos, si dudamos, todo puede convertirse en un infierno”. El hombre no puede crear el paraíso porque revuelto en sus mejores pensamientos se encuentra el pecado que impide alcanzar ahora la paz perfecta. El yoga enseña a mirarse a uno mismo y lo que descubre es corrupción espiritual. Es un espejismo la unión con el absoluto que promueven las religiones orientales. El Evangelio mueve al hombre a hacer a Dios esta pregunta: “muéstrame a mí mismo”, es decir, hazme ver mi corrupción y mi pecado y la necesidad que tengo de Jesús el Salvador que en el día final, cuando regrese en su gloria introducirá a los suyos en el reino de Dios en el que morará plenamente  la justicia y la paz mental.

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