METÁSTASIS MALIGNA
El pecado es
una dolencia espiritual maligna
El
periodista Donat Puitx entrevista a Paco Ibañez, cantautor para preguntarle:
“¿Cómo ve el mundo? Se lo pregunto pensando en cosas como el aumento de la
extrema derecha por todas partes. La respuesta que da el cantante es muy
acusadora. “Lo que cuentas es una dejadez de la sociedad, que lo deja pasar todo.
Estamos en un período de agonía. Agonía no mental, pero sí moral. ¿Cómo puede
ser que la gente no reaccione con lo que está pasando en Oriente Medio? Para
empezar el ataque de Hamás a los israelitas en octubre de 2023 no se puede
aceptar, pero la respuesta israelita contra los palestino se ha convertido a
los ojos de todos en un genocidio sin perdón…Decir rabia es poco. No puede
permitirse que el mundo esté parado, como si no si no pasase nada. Y
después…Mira, yo no estoy en contra del futbol, pero basta de esportizar tanto
la vida y la existencia. Fíjate qué
están haciendo los americanos, que en el fondo borran conciencias llenando estadios con propuestas musicales ya no ligeras,
sino casi asesinas, se puede decir. Alimentan la ignorancia y el menosprecio de
lo que es el mundo, de lo que es la creación, de lo que es llamarse artista. Da
vergüenza”.
María
José Diez-Aguado, catedrática de
Sicología de la Educación es suficiente clara cuando dice: “Cuando los medios
informan de un caso de asedio suelen pedir si se ha aplicado el protocolo.
Encuentro a faltar que se pregunte: “¿Había un plan de prevención? El asedio
escolar es la punta de un iceberg profundo donde está la sociedad entera. Una
cultura ancestral de dominio y sumisión en que el poder se ejerce sometiendo”.
Comentando
el periodista con Jean-Abdou Arbach, arzobispo sirio, las atrocidades de la
guerra, el clérigo le dice: “Ustedes en la UE se creen seguros, pero tienen el
enemigo dentro” ¿Es una alusión al incremento de la extrema derecha por todas
partes? Si es así, el clérigo se equivoca de enemigo´. La extrema derecha como los partidos que se
consideran democráticos o liberales, tienen en común al mismo padre espiritual:
“Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis Hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha
permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de
suyo habla, porque es mentiroso y padre de mentira” (Juan 8: 44). Es de suma importancia prestar atención a lo
que a continuación Jesús dice a sus
oyentes: “¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad,
¿por qué vosotros no me creéis? El que es de Dios las palabras de Dios oye, por
esto no la oís vosotros, porque no sois de Dios” (vv. 46, 47).
Judas
Iscariote que vendió a Jesús a sus
enemigos por treinta monedas de plata ilustra perfectamente la causa de que
exista la metástasis de la maldad humana que hace que no exista ni pedagogo, ni
sicólogo ni siquiatra capaz de erradicarla porque la enfermedad no está ni en
el cuerpo ni en la mente, sino en el alma.
En las
Bienaventuranzas Jesús dice a sus seguidores
que son la sal de la tierra y la luz del mundo (Mateo 5: 13-15). La
enseñanza del texto. “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que
vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los
cielos” (v. 16).
Judas
Iscariote es un claro ejemplo de cómo Satanás manipula a las personas para que
cometan las maldades que tanto nos indignan. En el grupo de los Doce, Judas era
el tesorero. Tenía la bolsa (Juan 12: 6). No era lo bueno que aparentaba: “Era
ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella” (v. 6). Era
un ladrón de guante blanco. ¡Aparentaba ser tan buena persona se dijeron el
resto de los apóstoles al descubrirse al ladrón! Jesús que escudriña los
corazones conocía de antemano quien era
realmente Judas. Judas, aun cuando nadie sospechase de él, su verdadero padre
espiritual era el diablo que le hacía hacer las maldades que su padre le mandaba
hacer. “Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas
Iscariote que le entregase” (v. 2). El traidor, aparentemente era uno de los
Doce. De súbito, Jesús “se conmovió en espíritu y dijo: De cierto de cierto os
digo, que uno de vosotros me va a entregar. Entonces los discípulos se miraron
los unos a los otros, dudando de quien hablaba. Y uno de sus discípulos, al
cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús. A éste, pues, hizo señas
Simón Pedro, para que preguntase quién era aquel de quien hablaba. Él,
entonces, recostado cerca del pecho de Jesús, le dijo: Señor, ¿quién es? Respondió Jesús: A
quien yo dé el pan mojado, aquel es. Y mojando el pan, lo dio a Judas. Y
después del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: lo que va a hacer hazlo
pronto. Pero ninguno de los que estaban a la mesa entendió porque le dijo esto.
Porque algunos pensaban, puesto que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía:
Compra lo que necesitamos para la fiesta, o que diese algo a los pobres. Cuando
él, pues, hubo tomado el bocado, salió, y era ya de noche” (Juan 13: 21-30). La
muerte de Jesús en la cruz la decidió el Padre celestial antes de la creación:
“A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de Él” (Mateo 26: 24).
La pregunta que nos hacemos es: ¿Fue Judas responsable de su traición? Jesús
responde la pregunta: “Mas, ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del
Hombre es entregado! bueno le fuera a este hombre no haber nacido” V. 24b). En
la metástasis maligna contribuimos todos los hombres. Todos tendremos que dar
cuenta de nuestras obras cuando compareceremos ante el tribunal de Cristo.
Octavi Pereña Cortina
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