dissabte, 7 de juny del 2025

 

EFESIOS 5: 24

“Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, también las casadas lo estén a sus maridos en todo”

Machismo y feminismo están envueltos en una confrontación perpetua, y, como todas las disputas, son perjudiciales para ambas partes. ¿Tiene solución la confrontación que comentamos? La tiene si ambas partes tienen ojos para ver y oíos para oír. ¿Están ambas partes dispuestas a escuchar y poner de su parte para que una paz duradera se establezca? La paz permanente se establecerá cuando hombres y mujeres tengan en cuenta  este principio general: “Someteos unos a otros en el temor de Dios” (v. 21).

El matrimonio no es una futilidad. La biblia lo pone como modelo de la relación de Cristo con su iglesia: “Las casadas estén sujetas a sus maridos como al Señor, porque el marido es la cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y Él es su Salvador. Así como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo” (vv. 22-24).

En la analogía que comentamos, ¿tiene algo que ver el marido con el machismo desenfrenado que somete a la mujer porque es quien manda y ordena y cree que puede hacerle lo que le pase por los cojones? Nada de eso es así: “Maridos, amad a vuestras mujeres así como Cristo amó a su iglesia, y se entregó a si mismo por ella…Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer a sí mismo se ama” (vv. 28, 29).

En el matrimonio los conyugues son mutuamente el prójimo más cercano. ¿Qué enseña Jesús cómo se debe tratar al prójimo? “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón…y a tu prójimo como a ti mismo” (Lucas 10: 27). Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer a sí mismo se ama”.

Si no es que alguien haya perdido la razón, nadie se autolesiona. Volviendo al matrimonio. El texto dice que el marido y la esposa son miembros del cuerpo de Cristo: “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y ambos serán una sola carne. Grande es este misterio, mas yo dije esto respecto de Cristo y de su iglesia” (vv. 31, 32).

El texto que describe el misterio de la relación que existe entre Cristo y su iglesia, dice: “Por lo demás, cada uno e vosotros ame también a su mujer como a sí mismo, y la mujer respete a  su marido”  (v. 33). Por lo general lo terminado de escribir es como pedir peras al olmo. Pero, siempre puede haber un lector/a que esté preocupado por la condición en que se encuentra su matrimonio y desee poner fin a la toxicidad que generan.


 

MATEO 12: 42

“Y la reina de Sur se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará, porque ella vino de los fines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón  en este lugar”

Así se expresa la reina del Sur a Salomón: “Verdad es lo que oí en mi tierra de tus cosas y de tu sabiduría, pero yo no lo creí, hasta que he venido, y mis ojos han visto que ni aún se me dijo la mitad, es mayor tu sabiduría y bien, que la fama que yo había oído” (1 Reyes 10: 6, 7).

Las universidades deslumbran a los futuros universitarios con sus ofertas para que puedan alcanzar la excelencia en las materias que ofrecen. La excelencia atrae tanto como la miel a las moscas. Hoy, la excelencia que prometen las universidades, peligra. ¿Por qué romperse los sesos estudiando si la tenemos a mano con un clic en el ordenador, y sin ningún esfuerzo? Aun así, todavía se encuentran estudiantes dispuestos a alcanzar la excelencia  en la materia escogida rompiéndose los codos.

La sabiduría con la que Salomón deslumbró a los sabios de su tiempo Dios se la concedió porque se la pidió para poder gobernar a su pueblo. No pidió riquezas ni la vida de sus enemigos. La capacidad de alcanzar la excelencia en la materia que uno escoja es don de Dios que da a quien se la pide. Salomón obtuvo una admirada sabiduría porque puso todo el empeño en obtenerla, aunque la recibió de quien es SABIDURÍA. Si no hubiese sido por el empeño que puso en alcanzarla Salomón hubiese queda en el anonimato y hubiese sido un rey más en las crónicas de los reyes de Israel.

Los grandes hombres que han hecho historia en sus respectivas disciplinas, muchos de ellos han sido ateos, así y todo, han recibido sabiduría   de quien es SABIDURIA.

Tenemos que prestar atención a la segunda parte del versículo que es la base de esta reflexión: “y he aquí más que Salomón  en este lugar”. Salomón fue nada más que un candil que reflejaba la luz que recibía de Jesús “el Sol de Justicia” (Malaquías 4: 2). Si nos fijamos en quienes brillan con sabiduría descubrimos en ellos muchos claroscuros propios de su condición de pecadores. El salmista escribe: “lámpara a mis pies es tu Palabra, y lumbrera a mi camino”  (Salmo 119: 105) La Palabra que se ha hecho carne de le Persona de Jesús es la clave para alcanzar la verdadera sabiduría.  

 

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada