SERPIENTE ANTIGUA
¡Ay la serpiente antigua que por no creer en ella
se le permite que campe a sus anchas haciendo el mal!
Del escrito de Llàtzer Moix Serpientes de todo el año extraigo unos textos que por ser jugosos
merecen ser comentados: “Por estas fechas estivales solían aparecer en la
prensa, puntuales, las serpientes veraniegas. Recibían este nombre las
informaciones, a menudo falsas, sobre asuntos vistosos, pero menores, que
animaban las páginas de una actualidad amodorrada bajo la canícula vacacional.
Y que desaparecían fugaces haciendo zigzag como las serpientes que cruzan el
camino para esconderse entre los márgenes herbosos…hoy esta serpientes se han
desestacionalizado. Son vivas todo el año. Además de expandirse por el
calendario han mudado la piel: ya no son extravagantes e inocuas, sino que las
impulsan poderes ignotos y malvados. También han cambiado su nombre, ya que
ahora se las conoce como cuentos o fake
news…Del submundo de la delincuencia este abuso censurable del cuento ha
pasado al de la política, donde las falsedades se utilizan sin ruborizarse,
para confundir a la población y, de pasada someter el concepto de verdad en una
sacudida que la deja irreconocible. Porque cuando la verdad yace desfigurada,
la mentira luce sus mejores galas…”
De verdad agradezco a Llàtzer Moix los jugosos textos que nos
sitúan tan bien en medio de la caótica situación actual. A pesar que se diga que estas serpientes
malvadas han venido para quedarse, no descubre quienes son estos estos poderes
ignotos y malvados. Si deseamos conocer a ciencia cierta quienes son estos
poderes perversos no nos queda otro remedio que acudir a la Biblia para
desenmascararlos. Jesús hace una declaración religiosamente incorrecta porque los poderes fácticos de la
religión se suben por las paredes al escucharla: “Vosotros sois de vuestro
padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido
homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay
verdad en él. Cuando habla mentira, de lo suyo habla, porque es mentiroso, y
padre de mentira” (Juan 8: 44). Estas palabras de Jesús que acusan a los
fariseos de ser hipócritas nos transportan al jardín de Edén en donde aparece
por primera vez en la Historia “la serpiente antigua, que se llama diablo y
Satanás, el cual engaña al mundo entero” (Apocalipsis 12: 9). Este sórdido
personaje que personifica la maldad lo hace “como león rugiente que anda
alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5: 8), no lo hace a cara
descubierta. Lo “hace disfrazado como ángel de luz” (1 Corintios 11: 14).
Satanàs es el primer hipócrita que aparece en la Historia. Tenemos a que acudir
a Génesis 3 para contemplar la escenificación satánica. Con estas palabras la
describe la Escritura: “Pero la serpiente era astuta, más que todos los
animales del campo” (Génesis 3: 1). Inicialmente la serpiente no era el animal
repulsivo que hoy conocemos. Gravados antiguos nos muestran que era una bestia de bella presencia que
andaba erguida. Debido a la reprensión del Creador por haber engañado a Eva, su
belleza inicial se convirtió en el repulsivo reptil que todos conocemos: “Y el
Señor Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita será entre
todas las bestias del campo, sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los
días de tu vida” (Génesis 3: 14). Este animal de atractiva presencia quizás
gozaba de la amistad de Eva. Externamente no había cambiado pero, estando
poseída por Satanàs que posee poder de hacer milagros le concedió la capacidad
de hablar. El padre de la mentira pronuncia el primer embuste. El Creador le
dijo a Adán: “Puedes comer de todo árbol del jardín”. Existe una excepción:
“Pero del árbol del conocimiento del bien y del mal, no comerás, porque el día
que de él comas, ciertamente morirás” (Génesis 2: 17. La mentira fue: “Con que
Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto” (3: 1). Eva comete el
error de dialogar con Satanás: “Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis,
sino sabe Dios que el día que comáis de él serán abiertos vuestros ojos, y
seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal” (3: 4, 5). La duda ha sido
sembrada y Eva se convierte en la madre de todos aquellos que anteponen la
mentira satánica a la verdad de Dios. Esta es la causa de que sean tantos
quienes de la Biblia no quieren ni oír hablar. El escrito de Llàtzer Moix expone una verdad
incuestionable, pero no llega a la raíz del problema. Esta es la razón de que
existan tantas serpientes venenosas que convierten el mundo en la antesala del
infierno.
Por nacimiento natural
todos nacemos siendo hijos del diablo. La solución pasa por dejar de ser hijos
del diablo para convertirnos en hijos de Dios por adopción. El cambio no se
produce masivamente porque siempre es una minoría la que cree en Jesús. Es a
esta minoría a la que el Maestro se dirige y lo hace por medio de la
conversación que Jesús mantiene con Nicodemo que de noche fue a visitarle. La
conversación gira alrededor del nuevo nacimiento: La mera como un hijo del
diablo se convierte en hijo de Dios. Jesús desconcierta a Nicodemo cuando le
dice: “De cierto, de cierto te digo, que el que no nace del agua y del
Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne,
carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles que te
dije: os es necesario nacer de nuevo” (Juan 3: 5-7).
Jesús recuerda a su
visitante que durante la peregrinación de los hebreos por el desierto y, debido
a su rebeldía dios envió una plaga de serpientes que causaban una gran
mortalidad entre el pueblo. Los díscolos se arrepienten y le piden a Moisés que
interceda por ellos ante Dios. Moisés acepta el encargo y Dios le dice que haga
una serpiente de bronce, que la fije en el extremo de un palo y que la alce.
Todos los que la mirarán curarán del veneno (Números 21: 4-9). Refiriéndose a
este suceso Jesús le dice a Nicodemo: “Como Moisés levantó la serpiente en el
desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre (Jesús) sea levantado para
que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:
14, 15). Génesis 3: 15 es el primer anuncio del Evangelio. La simiente de la
mujer (Jesús) aplastará la cabeza de la serpiente (Satanás). El anuncio
profético del Evangelio se cumple en el Calvario en donde Jesús muere y
resucita para salvación del pueblo de Dios. Satanás ha sido derrotado. De
momento goza de libertad restringida.
Momentáneamente lo vemos en las maldades que se cometen. “Sabemos que todo el
que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues aquel que ha sido engendrado
por Dios, Dios lo guarda y el Maligno no le toca”.
Octavi Pereña Cortina
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