TODOS CONTRA VOX
La política no puede ejercerse con armas carnales
sino con espirituales
La política se ha
convertido en una olla de grillos. El respeto ha desaparecido. Los cabecillas
de los partidos se caracterizan en ver quien la dice más gorda. La palabra
verdad ha desaparecido de los manuales. La mentira se ha convertido en la
columna vertebral de la política. Esto nos lleva a una escalada de violencia
verbal que inevitablemente nos llevará a
convertirnos en una república bananera regida por la violencia física y el
imperio de las armas. El coco de la película es VOX que se ha convertido en el
enemigo público de todos los partidos que se autodenominan democráticos. ¿Por
qué tanto miedo? Como escribe el periodista Enric Serra “estos partidos” (los
de la ultraderecha) “hicieron un serio aviso hace cinco años y ahora podrían
dar la campanada. ¿Qué se ha hecho en estos cinco años para contrarrestar el
discurso ultraderecha? Poco o nada”.
Esta situación la
describe con mucha pulcritud y con pocas palabras muy entendedoras JLMartín en
una de sus viñetas. En el estrado un orador representando a toda la clase
política supuestamente democrática, con actitud pomposa vocifera: “Paremos a la
ultraderecha”. En el patio de butacas, un representante de la ciudadanía,
pregunta: “¿Cómo?” El político sabelotodo responde diciendo una y otra vez:
Paremos a la ultraderecha”. Argumento, ni uno. Camuflado, el mensaje del miedo.
¿Quién es realmente el
encargado de escoger a los políticos y colocarlos en el puesto que ocupan? El
apóstol Pablo se encarga de decírnoslo: “Porque no hay autoridad que no venga
de Dios…Porque la (autoridad) es un servidor de Dios para tu bien” (Romanos 13:
1, 4). Quienes están en el poder en los distintos niveles de la Administración
Pública tienen que hacerse un sincero
autoexamen de conciencia para que se den cuenta de quiénes son realmente. La
viñeta de JL Martín tendría que llevar a los políticos a hacerse una revisión
exhaustiva para corregir las deficiencias ocurridas durante el ejercicio de su
cargo para impedir que la política sea escarnecida e impedir que la extrema
derecha siga ganando posiciones.
Todos los partidos, sin
excluir a los de la ultraderecha, tienen que descubrir que la degradación de la
política se debe a una causa espiritual que no se ha corregido. Es en el campo
de la espiritualidad donde se tiene que ir para
regenerar la política tan maltrecha.
Por nacimiento espiritual
todos nacemos siendo ciegos espirituales, incapaces de saborear la
espiritualidad genuina. Es por ello que es necesario que el Espíritu Santo nos
abra los ojos para poder valorarla. Para empezar tiene que hacer que nuestro
espíritu obtuso recupere la lucidez. Pienso que para que los políticos
recuperen el sentido común que tanta falta hace, tendrían que tener en cuenta
las palabras de Jesús: “No juzguéis para que no seáis juzgados. Porque con el
juicio que juzgáis seréis juzgados, y con la medida que medís, os será medido.
¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la
biga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la
paja de tu ojo, y he aquí la biga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la
biga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar a paja del ojo de tu
hermano” (Mateo 7: 1-5).
Otro paso muy importante
que tiene que darse para que la regeneración política sea un hecho, es descubrir
quién es su verdadero enemigo. Mientras los políticos sigan siendo ciegos
espirituales sólo ven lo que los ojos de la cara contemplan. ¿Qué es lo que
observan? Que el enemigo es el otro partido al que se le tiene que destruir
cueste lo que cueste. Este procede conduce al fracaso y a la ciudadanía a la
que dicen servir es la gran perjudicada. Los problemas no se resuelven y los
ciudadanos sufren. Mucho bla, bla, pero pocas nueces.
El verdadero enemigo del
político y del hombre en general se le tiene que ir a buscar en el campo del
espíritu. Únicamente se le puede descubrir con el ojo de la fe en Cristo. Nos
lo desvela cuando Jesús dice a sus enemigos. “Vosotros sois de vuestro padre el
diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde
el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él.
Cuando habla mentira, de suyo habla, porque es mentiroso y padre de mentira”
(Juan 8: 44). La batalla espiritual contra Satanás la describe el apóstol Pablo
cuando escribe: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra
principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de
este siglo, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”
(Efesios 6: 16). No podemos enfrentarnos
a ellos a pecho descubierto como los legionarios porque son infinitamente más
fuertes que nosotros. Solamente podemos vencerlos “siendo fortalecidos en el
Señor y en el poder de su fuerza” (v. 10). VOX no queda excluido a la hora de
contribuir a la regeneración política.
Octavi Pereña Cortina
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