JOSUÉ: 9: 14
“Y los hombres de Israel tomaron de las
provisiones de ellos, y no consultaron al Señor”
Josué
que fue el dirigente que Dios escogió en sustitución de Moisés para introducir
el pueblo de Dios en la Tierra Prometida y dirigir su conquista. Josué fue un
gran hombre de Dios. De no haber sido así el Señor no lo hubiese escogido para
semejante empresa. El texto que comentamos de los gabaonitas nos muestra que
los grandes hombres de Dios no dejan de ser dioses con pies de barro.
Los
gabaonitas eran parte de los que
habitaban que vivían en la Tierra Prometida y que tenían que ser totalmente
destruidos. Nos puede parecer inhumana la orden de Dios de eliminar en su
totalidad a los habitantes de la tierra que el Señor de la Tierra diese esa
porción a los israelitas que se le había dado en heredad. Mañana, cuando todas
las cosas sean manifestadas descubriremos que la criminalidad de Dios no es tal
cosa sino estricta justicia. No juzguemos para que no seamos juzgados con la
misma medida que lo hagamos nosotros.
Habiendo
hecho este razonamiento volvamos al texto que comentamos. Los gabaonitas eran
conscientes de que tenían que ser eliminados. Se idearon una treta para engañar
a los hebreos, Enviaron una delegación que se hizo pasar como representantes de
un pueblo muy lejano para hacer con ellos un tratado de paz. Al cabo de tres
días descubrieron que vivían en la esquina. Los hebreos habían hecho un trato
en el Nombre del Señor, lo respetaron.
La historia de los gabaonitas ha quedado registrada en las páginas de la Biblia
para enseñanza nuestra. La enseñanza que aporta esta historia es que antes de
hacer algo tenemos que consultar al Señor para que nos dé su aprobación o no.
Hacerlo nos ahorrará de muchos dolores. Hacer
las cosas sin consultar con el Señor es señal de orgullo, de autosuficiencia.
Que me valgo por mí mismo. Cuando los desaciertos se acumulen y con ellos los
quebrantos, no culpemos al Señor de las consecuencias que caen sobre nuestra
cabeza.
La otra
enseñanza que se desprende de la historia de los gabaonitas es que cuando se
hace un trato y sus consecuencias nos sean desfavorables, tiene que cumplirse.
Se le tiene como persona digna de crédito. La persona de quien se le ha perdido
la credibilidad acostumbra a jurar por Dios, por sus hijos, de que hará lo que
promete. Si uno cae en la trampa sale escaldado.
Josué
como señor de ellos, los tomó como vasallos y les prometió protección. Cuando
llegó la hora de demostralo no vaciló en salir en defensa de ellos. “Sea vuestro hablar, sí, sí; no, no: porque lo que es más de esto, del Maligno
procede” (Mateo 5: 37)
DEUTERONOMIO 29: 29
“Las cosas secretas pertenecen al Señor
nuestro Dios, mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para
siempre, para que cumplamos todas las cosas de esta Ley”
El
texto que comentamos hace una separación de prioridades: las secretas y las
reveladas. Las secretas como dice el texto: “pertenecen
al Señor nuestro Dios”. Si Dios no las hace públicas, porque le pertenecen
a Él, significa que al hombre le está prohibido especular sobre ellas. Hacerlo nos lleva a toda clase de
lucubraciones heréticas que nos lanzan a los abismos infernales. La puerta que
da acceso a “Las cosas secretas que
pertenecen al Señor nuestro Dios”, está cerrada. Cuelga un cartel en el que
se lee: PROHIBIDA LA ENTRADA. Lo que pertenece al Señor dejémoslo para Él. Si
en el futuro el Señor abre la puerta, alabado sea Él. Si el Señor la mantiene
cerrada no especulemos en lo que allí se guarda porque hacerlo lleva a herejías
que ocasionan daños irreparables.
El
apóstol Pedro refiriéndose a los escrito del apóstol Pablo, escribe: “casi en todas sus epístolas, hablando en
ellas de estas cosas entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las
cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras,
para su propia perdición” (2 Pedro 3: 16).
No
especulemos sobre “Las cosas secretas
pertenecen al Señor nuestro Dios”. Reservemos el poco tiempo de que
disponemos para examinarlas e interpretarlas
con la ayuda del Espíritu Santo que es el verdadero Autor de las
Sagradas Escrituras. En los escritos de Pablo como en el resto de las Sagradas
Escrituras se encuentran enseñanzas difíciles de entender. Es lógico que sea
así porque se trata de las cosas reveladas que tratan de los profundos
pensamientos de que tienen que ver con la salvación de los hombres. Para
evitar torcer el significado las
Sagradas Escrituras prestemos atención al siguiente texto: “Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te
pueden hacer sabio para salvación por la fe en Cristo Jesús. Toda la Escritura
es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3: 15-17).
Las
Sagradas Escrituras a pesar de los muchos intentos de Satanás de hacerlas
desaparecer de la circulación, siguen estando al alcance de las personas que
buscan la Luz en la travesía por los lóbregos caminos de la terrenal existencia
humana.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada