diumenge, 29 d’octubre del 2023

 

SALMO 71: 3

“Sé para mí roca de refugio. A donde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, porque Tú eres mi roca y mi fortaleza”

El conocido Sermón del Monte, Jesús la acaba con estas palabras: “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa, y no cayó, porque estaba edificada sobre la Roca”  (Mateo 7: 24, 25). El apóstol Pedro desmintiendo que él sea la roca sobre la que se edifica la iglesia de Cristo, según la Iglesia Católica, escribe: “Acercándoos a Él (Jesús), piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas sed edificados como casa espiritual” (1 Pedro 2: 4, 5). El apóstol desplaza la mirada sobre su persona y la deposita en Jesús: el Autor y consumador d la fe” (Hebreos 12: 2).

Respecto de Jesús como la Roca tenemos que estar muy vigilantes porque en la iglesia se han introducido lobos rapaces cubiertos con piel de cordero que enseñan que la Roca es Pedro, que la iglesia se edifica sobre él como cimiento. No enseñan claramente que la fe que es don de Dios se tiene que depositar exclusivamente en Jesús que salva a su pueblo de sus pecados. Los falsos maestros para no espantar a las ovejas y vean en ellos lobos rapaces, ávidos de destruir que son, esconden su condición de lobos debajo de la piel de cordero Enseñan. Jesús y la Iglesia. Jesús y santos y vírgenes. Jesús y las buenas obras. Ponen a Jesús al nivel de “alguien o algo más”. Al rebajar a Jesús lo que realmente hacen es poner al “alguien o algo más” por encima de Jesús. Este mensaje engañoso inspirado por Satanás que el padre de la mentira repetido constantemente a lo largo de los siglos se ha convertido como verdadero.

Jesús habla con claridad meridiana: “Cualquiera que oye mis palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato que edificó su casa sobre arena, y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos contra aquella casa, y cayó, y fue grande su ruina” (Mateo 7: 26, 27). Satanás que es el padre de la mentira engatusa a los pecadores para que no pongan a mirada en Jesús que les perdona los pecados. Las dificultades de la vida que son muchas nos golpean con virulencia. Si edificamos nuestras casas sobre la Roca que es Jesús, permaneceremos firmes.

El lector tiene que escoger entre dos opciones: Entre Jesús que es la Roca o la arena que es las falsas doctrinas que enseña la Iglesia. La elección no puede esperar hasta mañana porque tal vez el mañana no existirá.


 

HABACUC 3: 17

“Aunque la higuera no florezca, ni en las viñas haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas san quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales”

Se podría describir el tiempo del profeta Habacuc con estas palabras: “Por lo cual la Ley está debilitada, y el juicio no sale según la verdad, por cuanto el impío asedia al justo, por esto sale torcida la justicia”  (1: 6). La injusticia de la justicia se debía a que los jueces no tenían en sus corazones la Ley de Dios. La justicia no imperaba en los tribunales. La opresión de los ricos sobre los pobres no se castigaba. El resultado era que “cada uno hacía lo que bien le parecía” (Jueces 21. 25). Nuestro tiempo es muy parecido al de los Jueces y de Habacuc. Los gobernantes que tienen que gobernar como representantes de Dios, no lo hacen. La justicia brilla por su ausencia. A los malos no se les castiga y el mal crece exponencialmente. Dios al ver la dureza de nuestro corazón,  que no queremos tenerlo en cuenta en nuestros caminos,  nos deja a nuestro libre albedrio y como nuestro corazón es ponzoñoso, la elección siempre es el mal. Lo que Dios ve desde los cielos es. “que la maldad de los hombres es mucha en la Tierra, y que todo designio de los pensamientos de ellos es de continuo solamente el mal”  (Génesis 6: 5). El imperio del mal en la Tierra afecta directamente al bienestar de las personas: la higuera no da higos, la vid no da uvas, los sembrados marchitos, los establos vacíos. El hambre domina. La hambruna afecta a la salud. Las enfermedades prevalecen. La vida se acorta y los dolores se multiplican. El imperio del mal afecta tanto a los impíos como a los justos. Los  primeros maldicen a Dios porque le consideran culpable de sus dolencias.  Como son muy desmemoriados, no recuerdan que cuando Dios les invitaba amorosamente a volver a Él con desprecio les respondían:   “No escucharemos”. La respuesta de Dios es: Ya tenéis lo que queréis.

Habacuc que comparte el territorio con los impíos y con ellos las carencias, a pesar de que comparte las escaseces colectivas, sí posee a Dios que es el tesoro de gran valor que se llevará consigo cunando emprenda el viaje hacia la eternidad. Mientras dure la penuria, con esperanza escribe: “Con todo yo me alegraré en el Señor, y me gozaré en Dios mi salvación. El Señor Dios es mi fortaleza, el cual hace mis pis como las ciervas, y en mis alturas me hace andar” (vv. 18, 19). La escasez no le roba el gozo del Señor en su corazón.

 

 

EPIDEMIA DE SUICIDIOS

<b>La lectura de libros que no dan sentido a la vida  más pronto o más tarde llevan a la conclusión que la vida no vale la pena vivirla</b>

La periodista <b>Ima Sanchís</b> le pregunta a la escritora <b>Abigail Thomas</b>: “¿Cuál es la pregunta más terrible que se ha hecho”. La escritora que perdió a su marido en un accidente, responde: “Si pudiese volver atrás y hacer que el accidente de Rich no se hubiese producido, ¿lo haría?…Dudé y sentí que no merecía vivir”.

El 10 de septiembre se celebra el Día Internacional del Suicidio. En esta fecha los medios de comunicación se encargan de hablar de este tema hasta el cansancio. Después, el interés informativo decae hasta llegar al olvido. Silencio hasta el próximo 10 de septiembre  que es cuando se vuelve a hablar hasta el hastío del suicidio.

Coincidiendo con la celebración de este año 2023, “el Consejero de la Generalitat Manel Balcells dijo que quieren intensificar la prevención del suicidio y ha anunciado que ofrecerán atención sicológica a las familias de personas que se hayan suicidado y también a los que sobreviven” (Redacción de La Mañana, 8/09/2023). En el año 2022 en Cataluña se suicidaron 607 personas, un 5% más que en el año 2021. El Consejero Balcells dijo: “Nadie es capaz de decir qué pasa exactamente, pero estamos convencidos que tenemos que actuar al máximo para que no pase. Se dan manera de hacerlo, la prevención del suicidio es una de estas herramientas. Tenemos que intensificarlo y tener esta visión multifactorial”. “El hombre propone y Dios dispone”, dice el refrán.

La Biblia nos relata dos casos d suicidio y otros dos de intento. Cada uno de ellos aporta detalles que nos ayudan a entender por qué algunas personas se suicidan y otras lo intentan. <b>Ahitofel</b> fue consejero del rey David. Cuando <b>Absalón</b> hijo de David se rebeló para apoderarse del trono de su padre, Ahitofel se puso al servicio del hijo rebelde. “En aquellos días el consejo que daba Ahitofel era como cuando alguien consulta la palabra de Dios” (2 Samuel 16: 23). Ahitofel aconsejaba al usurpador del trono cómo poder derrotar a su padre fugitivo. El consejo que dio Ahitofel era el adecuado pero fue desechado por el que dio Huxiai. Entonces Ahitofel herido en su amor propio, “cuando vio que no se había seguido su consejo, albardó el asno y se levantó y se fue a su casa, y se colgó y murió” (2 Samuel 17: 23). El profeta <b>Elías</b> obtuvo una gran victoria sobre los profetas de Baal. La reina Jezabel le amenazó de muerte y huyó. “Se sentó debajo de un enebro, y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Señor, quítame la vida” (1 Reyes 19: 4). El nombre del profeta <b>Jonás</b> es bien conocido. Dios le envía a Nínive a predicar el mensaje de arrepentimiento. Al ver que la ciudad no iba a ser destruida, el profeta se enojó con Dios por haber manifestado misericordia a la ciudad impía: “Ahora pues, te ruego que me quites la vida, porque mejor me es la muerte que la vida” (Jonás 4: 3). <b>Judas</b> que vendió a Jesús por treinta monedas de plata, “al ver que había sido condenado tuvo remordimiento…lanzó las piezas  de plata dentro del santuario, se retiró, y se colgó” (Mateo 27: 3-5). El amor propio herido, el miedo, la rebeldía contra Dios, el remordimiento que no va acompañado de arrepentimiento, son sentimientos que inducen al suicidio o al intento.

E Consejero Balcells promete la prevención de los suicidios como herramienta para evitarlos. Tenemos que hacernos la pregunta: ¿Las herramientas sicológicas llegan al corazón del problema? Digo que no. Afectan al cerebro, sí, pero no al espíritu que es donde se forjan los pensamientos suicidas.

Si la naturaleza humana fuese la misma que tenía Adán antes de la Desobediencia, hoy no hablaríamos de suicidio. No existiría ninguna interferencia en nuestras relaciones con Dios porque el pecado que causa la separación con Dios no existiría. Tampoco Satanás que nos incita a hacer el mal no ejercería  ningún  poder en nosotros. Hoy, el paraíso sólo existe en la imaginación de las agencias de viajes que venden paraísos inexistentes. Tan pronto llegamos al paraíso por el que hemos pagado el precio que se nos ha pedido, exclamamos: ¡Caray, qué bonito! Pasado el impacto que nos ha provocado la belleza del paisaje por el cual hemos pagado el precio que se nos ha pedido, descubrimos que no es nada más que un bello paisaje que forma parte de la Tierra que Dios ha maldecido por el pecado de nuestro padre Adán.

Debido a que Adán desobedeció a Dios comiendo el fruto del árbol prohibido, el Señor dijo al insubordinado: “Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol del que te mandé diciendo: No comerás de él, maldita será la Tierra por tu causa, con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá” (Génesis 3: 17, 18). El sufrimiento, la guerra, la adversidad, el miedo…son inseparables como la propia sombra. Dios que es setenta veces siete misericordioso le dice a Eva que incitó a su marido a pecar: “Pondré enemistad entre ti (Satanás) y la mujer, y entre tu simiente (la de la serpiente) y la simiente suya, éste (Jesús) te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el talón” (Génesis 3: 15). Es  el primer anuncio del Salvador que en la persona de Jesús que es el Hijo de Dios moriría en la cruz para salvación del pueblo de Dios de sus pecados” (Mateo 1: 21):

Para los incrédulos la pesada carga que tienen que acarrear es demasiado pesada. La fe en Jesús como Salvador, no como mito folclórico, es el secreto para que el afligido goce de un banquete permanente. Este es el mensaje que la Iglesia tiene que proclamar en voz alta: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” (Mateo 11: 28, 29). Quien cree este mensaje la palabra suicidio ha sido borrada de su mente.

Octavi Pereña i Cortina 

 

dissabte, 21 d’octubre del 2023

 

SALMO 121: 1, 2

“Alzaré mis ojos a los montes, ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene del Señor que hizo los cielos y la Tierra”

Lo que no tiene que hacerse a la hora de buscar ayuda, con toda claridad lo expone el profeta Jeremías: “Así ha dicho el Señor: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta del Señor” (17: 5). Sabiendo lo que no tenemos que hacer, nos limitaremos a seguir las instrucciones que nos da el salmista. El poeta no duda. El texto que sirve de base a esta meditación lo afirma. ¿Quién es el más poderoso sino Dios, “el Señor que hizo los cielos y la Tierra? No seamos necios y prestemos atención a lo que nos dice el salmista: “No permitirá que tu pie resbale, ni se dormirá el que te guarda. He aquí no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel”  (vv. 3, 4). Para empezar nos dice que una de las características que tiene quien puede protegernos es que ni se adormece ni se duerme. Permanece despierto las 24 horas del día. Siempre de servicio en su observatorio observando todos nuestros movimientos y los peligros que nos acechan para prestarnos la ayuda necesaria.

“El Señor es tu guarda, el Señor es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche”  (vv. 5, 6). Los salmos son poesía. El lenguaje poético utiliza los símbolos como manera de expresarse, por ello no deben tomarse literalmente. Se tiene que saber interpretarlos. Cuando el salmista escribe: “el sol no te fatigará” no significa que en verano no sudaremos. Quiere decirnos que en los contratiempos el Señor estará a nuestro lado confortándonos. El poeta nos advierte también: “el Señor es tu sombra a tu mano derecha” certifica lo dicho anteriormente. Cuando las adversidades, que son muchas, nos abrumen, el Señor se interpone entre ellas y nosotros y nos da su paz. La fe en Jesús no significa que vaya a trasladarnos  al paraíso pre adámico.  Vivimos en la Tierra que debido al pecado de Adán Dios ha maldecido y en consecuencia producirá cardos y zarzas y que cultivarla nos será fatigoso. Pero la protección del Señor será permanente. De día y de noche vela por nuestro bien.

Las promesas del Señor son ciertas. Lo que promete cumple. El Señor no se comporta como el hombre que hoy dice blanco y mañana negro. “El Señor te guardará de todo mal, Él guardará tu alma, el Señor guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre” (vv. 7, 8).


 

PROVERBIOS 16: 24

“Panal de miel son los dichos suaves, suavidad al alma y medicina para los huesos”

La televisión nos muestra con frecuencia los bramidos de los políticos cuando disienten de sus oponentes. Pero no solamente vociferan los políticos. En reuniones de vecinos, por ejemplo, con gritos se responde a una propuesta presentada que no es de nuestro agrado. Asimismo en las asociaciones de gente mayor, los miembros de las juntas tienen que soportar la falta de educación de algunos socios que protestan sonorosamente cuando consideran que no se respetan sus derechos

Proverbios dice: “Aun el necio cuando calla, es contado por sabio” (Proverbios 17: 28). Pero los necios no saben guardar compostura y son incapaces de esconder su necedad: tienen que gritar para hacer notar su presencia. Debido al pecado, a pesar que la sangre de Jesús ha limpiado todos los pecados de los verdaderos creyentes, hasta que no venga Cristo en su gloria a buscar a su pueblo y hayan alcanzado la perfección el Padre celestial, siempre algo de necedad habrá en ellos. Así que los cristianos tienen mucha necesidad de controlar la necedad para evitar que sus bocas vomiten improperios, sapos y serpientes. Visto lo desagradable que es el lenguaje bronco y las fatales consecuencias para quienes se dejen llevar por él, pasemos a meditar la bendición que aportan los dichos suaves.

El lenguaje desagradable que destila hiel, hiere mortalmente a quien lo practica porte brota del corazón. Quien es el objeto del lenguaje soez puede molestarle escucharlo, pero si permite que entre por un oído y salga por el otro, no le afecta en nada. Pero las palabras que desprenden la fragancia del amor de Dios sí que benefician a quienes las pronuncian. Son como “panal de miel” que difunden dulzura en la propia alma. El texto que comentamos dice que las “palabras suaves dan suavidad al alma”. Quienes vociferan ponen de manifiesto que sus almas están llenas de amargura. El profeta lo dice con claridad. ”No hay paz para los impíos”. El hablar suave que es como panal de miel para el alma es el resultado de haberse hecho suya la paz que ofrece Jesús, el Buen Pastor,  que le lleva a pacer en lugares de delicados pastos y  junto a aguas de reposo. Pero hay más, los dichos suaves son “medicina para los huesos”. La paz de Dios que está aposentada en el espíritu del creyente en Cristo es la causante que los dichos suaves que brotan de su corazón sean medicina para sus huesos. “Hijo mío, no te olvides de mí Ley, y tu corazón guarde mis mandamientos, porque largura de día y años de vida y paz te aumentarán” (Proverbios 3. 1, 2).

 

 

CRECIMIENTO HARMÓNICO

<b>”El hijo sabio recibe el consejo del padre, mas el burlador no escucha las reprensiones” (Proverbios 13: 1) </b>

“Creo que la digitalización y su capacidad de difundir conceptos de forma gratuita, universal e instantánea está degradando la capacidad de nuestro debate intelectual y, por lo tanto nuestro progreso”  (<b>Gal Deckerman</b>, ensayista).

En el siglo XVI bien seguro que la posibilidad de leer un libro estaba limitada a una ínfima parte de la población. Con la aparición de la imprenta y la publicación de los escritos del monje Martin Lutero que divulgaban las enseñanzas bíblicas aportaron luz espiritual en la población despertándola de la beatería en que la habían  sumida las enseñanzas católicas   que giraban alrededor de supuestos milagros de santos y de vírgenes y de otras fábulas y de doctrinas anti bíblicas. Con la traducción al alemán de la Biblia que hizo Lutero y el abaratamiento de los costes de edición, la población tenía a su alcance la posibilidad de adquirir un ejemplar de las Sagradas Escritura en un idioma que entendía, lo cual dio pie al debate religioso.  La Biblia se tradujo en las distintas lenguas europeas y con ella la difusión de los comentarios bíblicos. Gracias a ello el pasotismo religioso dio paso al activismo generalizado.

Nos encontramos en la era digital. Las ideas se transmiten a velocidad vertiginosa. Antes de que hayamos asimilado una, las redes sociales ponen otra sobre la mesa. La excesiva información sin digerir nos deja en el infantilismo. En el siglo XVI con Lutero y los otros reformadores que iban apareciendo por toda Europa no fue necesario que las autoridades hiciesen planes para fomentar la lectura. Lo que impulsó a la población con escasos recursos económicos a comprar la Biblia y los comentarios de los reformadores fue el hambre y la sed que su alma sentía por la Palabra de Dios que libera de la esclavitud satánica. “Si el Hijo os libera seréis verdaderamente libres” (Juan 8: 36). La lectura pausada de la Biblia además de liberar de la opresión satánica desmiente la idea de que “la religión es el opio del pueblo”. Certifica que la difusión y asimilación de las enseñanzas bíblicas condujo a la instauración de las democracias occidentales.

Se valora mucho la educación como medio de liberar a la sociedad de las pesadas cargas que son la violencia machista, la corrupción política, el incivismo, la injusticia de la justicia y tantos otros inconvenientes que genera el hombre. Descubrimos que el sistema educativo con los millones de euros que se invierten en él es incapaz de eliminar la infinidad de males que producimos. La causa del fracaso de la educación en hacer que la sociedad sea más justa se debe a que ignora que el ser humano es una dicotomía: Cuerpo y alma/espíritu. Debido a la incredulidad se margina a Dios y el resultado de dicha supresión en que se guarda el alma/espíritu en el fondo de un cajón en donde se muere de asco. Mientras no se recupere el concepto que el ser humano es cuerpo y alma/espíritu que es lo que le hace semejante al Hijo de Dios encarnado, no se encontrará solución a la infinidad de problemas políticos y sociales que convierten la existencia en un infierno.

Los médicos, especialmente los nutricionistas, nos avisan del peligro que representa para la salud consumir excesivamente alimentos basura fabricados por la industria alimentaria. Aconsejan consumir productos de proximidad, de Km. 0. Del campo a la mesa. Se persigue mimar al cuerpo para evitar la presencia de dolencias.

Debido a la proliferación de las llamadas enfermedades mentales una infinidad de falsas religiones/terapias invaden el mercado esperando hacer el agosto vendiendo sus productos. Como   el resultado no es satisfactorio se produce un flujo constante de personas que las abandonan porque el resultado de los tratamientos no son satisfactorios.  Dan paso a otras que esperan encontrar en ellas remedio a los trastornos mentales que son fruto de la impotencia que sus espíritus/almas encuentren la paz que provocan los inconvenientes de la existencia.

Intentaré introducirme en el corazón del problema. Según la Biblia el hombre es dual. En la educación se olvida que los alumnos además de ser cuerpo son alma/espíritu, lo cual hace que la educación cojee y no de los frutos que se espera de ella. Hay un texto que para mí es clave para entender la dicotomía humana: “Porque la manera de pensar de la carne es muerte”. Generalmente  cuando mencionamos “carne” nos referimos al conjunto de músculos del cuerpo. En este texto “carne” no se refiere al cuerpo, sino a la condición de la persona caída en pecado, que es muerte espiritual, no  vivificada por el Espíritu Santo que se recibe por la fe en el Nombre de Jesús. Es decir la existencia sin tener en cuenta al Salvador. “La manera de pensar de la carne es enemistad contra Dios”. Es fácil adivinar que la mayoría de las personas no muestran amistad con Dios a pesar que puedan ser muy religiosas. “No se sujetan a la Ley de Dios, ni tampoco pueden”. La condición carnal del ser humano le impide ser amigo de Dios. “Si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia” (Romanos 8: 6-10).  La vida eterna que Cristo da a quienes creen en Él. La muerte física es universal, por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3: 23). Las obras de quienes son carnales son. “Adulterios…enemistades…pleitos, iras contiendas, disensiones…” (Gálatas 5: 19-21). El fruto del Espíritu Santo es: “Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza”. (Gálatas 5: 22, 23). La incredulidad impide que en la sociedad florezca la justicia.

Octavi Pereña i Cortina

 

dissabte, 14 d’octubre del 2023

 

ISAÍAS 48: 18

“¡Oh si hubieses atendido mis mandamientos! Fuera entonces tu paz como un rio, y tu justicia como las ondas del mar”

Una súplica empapada de sudoroso amor es la que el Padre celestial le hace llegar a su pueblo rebelde por medio del profeta Isaías.  Escuchas a los falsos profetas que yo no he enviado y que te anuncian una paz que yo no les he ordenado que anuncien. Si la paz de los falsos pastores no llega significa que su mensaje ha sido concebido por Satanás el padre de la mentira. Un mundo saturado de mentiras significa que las personas que las transmiten son guiadas por Satanás.

Judá, si prestases atención al mensaje que te hago llevar por medio de mi siervo Isaías “fuera entonces tu paz como un rio, y tu justicia como las ondas del mar”. En nuestros días muchos profetas religiosos o seculares –políticos- anuncian a bombo y platillo la paz. Pero el mundo en que nos encontramos está en llamas. Guerras y rumores de guerras entre las naciones. En el ámbito privado, conflictos matrimoniales que no encuentran solución. Las relaciones pacíficas entre padres e hijos no se encuentran. Se incrementan los suicidios y los intentos por no encajar en este mundo tan conflictivo. En el ámbito internacional los cabecillas económicos y políticos se reúnen para encontrar solución a los graves problemas económicos que asfixian a las personas, para llegar a tomar acuerdos de mínimos que no resuelven el drama. Los medidores se desplazan en las zonas en tensión para evitar que se activen nuevas guerras y las que ya existen, ¿cómo detenerlas? En muchas regiones las guerras se han hecho crónicas.

Paz, paz, se anuncia por doquiera, pero la paz no llega. El motivo: los corazones están saturados de enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, envidias, homicidios y cosas parecidas a estas.  La naturaleza humana pecadora  impide que la paz prevalezca. “No hay paz para los malos, dice el Señor” (Isaías 48: 22).

A pesar de que los humanos como hijos rebeldes que somos no queremos saber nada del Padre celestial, Éste, por medio de su Hijo nos ofrece la reconciliación que permitirá que nuestro corazón en vez de engendrar odio produzca el amor divino que derriba todos los muros de separación: ”Venid a Mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de Mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso  para vuestras almas, porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” (Mateo 11: 28-30).

Jesús antes de abandonar la Tierra para ascender al cielo ordenó a sus seguidores que su mensaje de paz fuese  proclamado por toda la Tierra. La razón por la que todos quienes lo escuchan no lo crean se debe a lo que Jesús dice en oración a su Padre: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la Tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó” (Mateo 11: 25, 26). El engreimiento es la causa que el mensaje de la paz de Dios penetre y se quede en el corazón.

SALMO 116: 15

“Preciosa es en los ojos del Señor la muerte de sus santos”

La muerte de los santos es preciosa a los ojos de Dios porque por ellos el Hijo de Dios dio su vida para salvar a su pueblo de sus pecados (Mateo 1: 21). A pesar que los creyentes en Cristo tengan que morir a no ser que antes vega Jesús en su gloria a buscar a su pueblo. Jesús que es la resurrección y la vida, “el que cree en Él, aunque esté muerto vivirá. Y todo aquel que vive y cree en Él, no morirá eternamente” (Juan 11: 25, 26). Valga la redundancia: la muerte de los santos es preciosa a los ojos del Padre celestial porque tuvo que pagar un alto precio para que sus hijos vivan eternamente.

El salmista inicia el salmo 49 con estas palabras: “Oíd esto, pueblos todos, escuchad habitantes todos del mundo” (v. 1). “Mi boca hablará sabiduría y el pensamiento de mi corazón hablará sabiduría” (v. 3). Dejemos a los santos protegidos en el seno del Padre celestial y aprendamos qué tiene que decir de aquellos que no son sus hijos. Los incrédulos, los que “su íntimo pensamiento es que sus casas serán eternas…dan sus nombres a sus tierras. Mas el hombre no permanecerá en honra, es semejante a las bestias que perecen” (vv, 11, 12). A pesar de que los funerales de los impíos puedan ser muy elaborados y costosos, de hecho no se diferencian de la muerte de los animales que en muchos casos son pasto de las aves rapaces. “Como rebaños que son conducidos al sepulcro, y la muerte los pastoreará” (v. 14). A pesar que el entierro se haga al amparo de la religión, si no se cree en Cristo que es la resurrección y la vida, la capa de la religiosidad no engaña a Dios.

Los santos, a pesar que gozan de la vida eterna, mientras esperan la venida de Jesús para gozar plenamente de la vida eterna, son frágiles y débiles. El Señor les avisa que no se dejen seducir por las riquezas de los potentados, el tren de vida que llevan, por las mansiones lujosas que poseen, por los entierros ostentosos con que abandonan este mundo. No te dejes seducir cuando alguien “se enriquece, cuando aumenta la gloria de su casa, porque cuando muera no llevará nada, ni descenderá con él su gloria. Aunque mientras viva, llame dichosa a su alma, y sea loado cuando prospere, entrará en la generación de sus padres, y nunca más verá la luz. El hombre que está en honra y no entiende, semejante es a las bestias que perecen” (vv. 16-20).

¿Qué le ocurrirá al rico opulento que banqueteaba a diario y al miserable Lázaro que “ansiaba saciarse con las migajas que caían de la mesa del rico”? El mendigo, no por ser mendigo, sino por la fe en Jesús “fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán”. El rico, no por ser rico, sino por su incredulidad  “fue sepultado y en el hades alzó sus ojos estando en tormentos” (Lucas 16: 19-31). El refrán dice: “Quien ríe último ríe mejor”  

 

 

SECTARISMOS DESPIADADOS

<b>Los sectarismos políticos en parte proliferan por el vacío existente en las personas que les impide encontrar solución a sus problemas</b>

La lucha ideológica existente con respecto al concepto Patria puede acabar siendo un drama si en la contienda no se instala el sentido común. El sectarismo es lo que prevalece en la confrontación ideológica. Sectarismo proviene de secta, conjunto de personas que profesan una doctrina religiosa que no se ajusta a la practicada mayoritariamente. En política los partidos se comportan como sectas religiosas. Cada uno de ellos tiene una idea distinta d lo que es nación. Cada uno lo concibe a su manera.  Ninguno de los partidos políticos posee la verdad absoluta. Desgraciadamente, creen que su parte de verdad tiene que defenderse a capa y espada. Santiago, el escritor sagrado hace diana cuando escribe. “¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis, matáis y  ardéis de envidia, y no podéis alcanzar, combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites” (Santiago 4: 1-3).  El sectarismo político como el religioso son de índole espiritual y es en este campo en donde debe irse a buscar la solución.

El sectarismo es tanto o más nocivo que el Covid-19. Infecta a las multitudes anulando su sentido crítico. Las convierte en ovejas conducidas dócilmente al matadero. Lo más grave del caso es que a estas ovejas que se les ha robado el sentido crítico se convierten en transmisores del virus. Esto puede ser una de las causas que un personaje tan oscuro como <b>Donald Trump</b> que a pesar de haber perdido las elecciones  haya conseguido doce millones más de votos que en las elecciones del 2016. Se necesita mucho sentido común para evitar que el sectarismo político extremista nos lleve a una situación de la que todos vamos  a salir perdedores.

El sectarismo político extremista idolatra el concepto Patria, Nación y lo objetiva alrededor de un símbolo: la bandera, que no es nada más que un trapo de diversos colores hasta el punto de divinizarlo. ¿Qué es besarla sino convertirla en un dios? Este dios, que no es el Padre de nuestro Señor Jesucristo que es Dios de amor, utiliza la bandera para sembrar odio en los corazones de quienes la veneran. El salmista intenta abrirnos los ojos para que nos demos cuenta de lo insensato que es divinizar el concepto Patria y a la bandera que la representa: “Levántate, oh Señor, no se fortalezca el hombre, sean juzgadas las naciones delante de ti. Pon, oh Señor, temor en ellos, conozcan las naciones que no son sino hombres” (Salmo 9: 19,20). Según el salmista el concepto Patria es una entelequia, una cosa imaginaria y perfecta que no tiene realidad objetiva. Es decir, no hace falta la confrontación para defender algo inexistente. “Hay un camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte”                      (Proverbios 16: 25).

El orgullo que ciega los corazones de los extremismos políticos es un mal consejero a la hora de la toma de decisiones de Estado que deberían tender al bien común sin excluir a nadie. Debido a que el sectarismo extremista es de origen espiritual, se tiene que ir la Padre de nuestro Señor Jesucristo que es AMOR destruya el odio que caracteriza el sectarismo despiadado.

<b>Bernard Shaw</b>  hizo esta declaración: “Jamás existirá un mundo tranquilo hasta que no se extermine el patriotismo de la raza humana”. Pienso que esta declaración debería matizarse. El patriotismo sensato, que no es excluyente, que respeta las opiniones del otro como desea que las suyas también sean respetadas es enriquecedor y beneficioso para las naciones que lo aceptan y lo practican, por la sencilla razón de que la verdad absoluta no es patrimonio de ningún ser humano. Siendo todos cortos de vista, la colaboración ayuda a ver con mayor claridad la problemática y facilita encontrar soluciones  que beneficien a todas las partes. La precipitación a la hora de tomar decisiones con el propósito de derrotar al opositor político puede  enaltecer el amor propio, pero no es bueno para solucionar los problemas que afectan a rodos los ciudadanos.

Indiscutiblemente debe amarse el terruño en que uno ha nacido y ha forjado su identidad. El amor a la patria chica en la que se ha nacido no debe excluir a nadie que desee asentarse en él. La recepción de forasteros exige un requisito. Los recién llegados deben aclimatarse a los usos y costumbres de los nativos. Con la aportación del recién llegado se va formando, sin convulsiones peligrosas, una identidad que se renueva permanentemente para beneficio d todos. El amor de Dios es el antídoto contra el odio que envenena las relaciones sociales impidiendo que la convivencia se convierta en un campo de batalla del cual todos salen perdiendo. La que no edifica destruye. Más pronto o más tarde los sectarismos despiadados arruinan a los pueblos a los que dicen amar.

Octavi Pereña i Cortina

 

diumenge, 8 d’octubre del 2023

 

JEREMÍAS 31: 37

“Así ha dicho el Señor: Si los cielos arriba se pueden medir, y explorar abajo los fundamentos de la Tierra, también yo desecharía toda la descendencia de Israel, por todo lo que hicieron, dice el Señor”

¿Existe algo fiable que dé seguridad? Entre los hombres, no. Hoy blanco. Mañana negro. Se cambia de opinión según sople el viento. La inestabilidad se manifiesta de manera clarísima entre los políticos. Con la ayuda de las hemerotecas tenemos constancia de los cambios de pensar que niegan rotundamente. Los temas que no se podían tratar porque según la Constitución lo impide, los resultados electorales lo hacen ver de otro color.

El texto que comentamos dice. “Si los cielos arriba se pueden medir, y explorarse abajo los fundamentos d la Tierra”. La respuesta a esta declaración es NO. Ni la profundidad del insondable espacio sideral es explorable ni tampoco lo es las profundidades de la Tierra. Las sondas espaciales que se envían no llegan a alcanzar los límites del universo.  La imposibilidad de poder medir los confines del espacio y de los fundamentos de la Tierra pone de manifiesto que los pactos de Dios con los hombres son inmutables. En Dios se encuentra la estabilidad que no se halla en ningún otro lugar. “El Señor con sabiduría fundó la Tierra, y afirmó los cielos con inteligencia. Con ciencia los abismos fueron divididos, y destilan rocío los cielos” (Proverbios 3: 19, 20). Contemplar el poder de Dios manifestado en la obra de la creación debería impulsarnos a escuchar sus palabras. ”Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos, guarda la Ley y el consejo, y serán vida a tu alma, y gracia a tu cuello. Entonces andarás por tu camino confiadamente, y tu pie no tropezará. Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás, y tu sueño será grato. No tendrás temor de pavor repentino, ni de la ruina de los impíos cuando venga. Porque el Señor será tu confianza, y Él preservará tu pie de quedar preso”  (vv. 21-26).

“Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre para que le visites?” (Salmo 8: 3, 4). La respuesta a esta pregunta la da Jesús cuando dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda mas tenga vida eterna” (Juan 3: 16). El amor del Señor es lo que hace que Dios se acuerde del lector.


 

LUCAS 7: 30

“Mas los fariseos y los intérpretes de la Ley desecharon los designios de Dios respecto de sí mismos, no siendo bautizados por Juan”

El apóstol Pablo dirigiéndose a los judíos en la sinagoga de Antioquia de Pisidia, refiriéndose a Juan el Bautista, les dijo: “Juan predicó el bautismo de arrepentimiento a todo el pueblo de Israel”  (Hechos 13: 24). El Bautista desde el inicio de su ministerio público predicaba: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se  acercado” (Mateo 3: 2). Quienes  se acercaban a Juan “eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados” v. 6). Quienes se bautizaban eran los cobradores de impuestos, las prostitutas, el pueblo llano, a quienes los fariseos y los sacerdotes  menospreciaban considerándoles chusma. Juan, con la percepción que le concedía el hecho de ser lleno del Espíritu Santo le permitía ver la dureza de los corazones los fariseos, de los saduceos, que venían a su bautismo, con palabras nada conciliadoras: “¡Generación de víboras,! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?” (v. 7).

El texto que sirve de base a esta meditación nos dice que los fariseos, la secta más estricta del judaísmo, y los intérpretes de la Ley, “desecharon los designios de Dios respecto de sí mismos, no siendo bautizados por Juan”. Los fariseos y los intérpretes de la Ley que acudían a bautismo de Juan tenían oídos para oír pero no oían. Como la mayoría de los judíos de todas las épocas dijeron. No oiremos.

Jesús comenzó su ministerio público anunciando un mensaje de arrepentimiento. La iglesia apostólica predicó el mensaje del arrepentimiento. Con el tiempo el mensaje se fue diluyendo hasta desaparecer de los púlpitos. Los pecadores más groseros piden entrar en la Iglesia y ésta les abre la puerta sin pestañear. Si la Iglesia predicase el mensaje de arrepentimiento con la autoridad que concede Dios, quienes ahora desean entrar en la Iglesia Católica por la puerta grande, dirían: NO QUEREMOS ENTRAR.

Los fariseos y los intérpretes de la Ley con el tropel de pecadores que quieren entrar en la Iglesia sin arrepentirse desechan los designios de Dios de salvarlos. Al oír el mensaje de arrepentimiento y desecharlo pierden poseer el tesoro de gran valor que los ladrones no pueden robar ni el orín corroer. Nada ni nadie puede robar ni malmeter el precioso tesoro de la salvación y del perdón de los pecados por la fe en el Nombre de Jesús.

El salmista recordando la murmuración de los judíos en el desierto que dudaban que el Señor pudiera proveerles de agua en el sequedal, escribe: “Si oyereis hoy su voz no endurezcáis vuestro corazón como en Meriba…, donde me tentaron vuestros padres…y dije: Pueblo es que divaga en su corazón…Por tanto juré en mi furor que no entrarían en mi reposo” (Salmo 95: 7-11). Que el lector no haga lo mismo que hicieron los fariseos con Jesús que habiendo visto los milagros que hacía, que le acreditaban como el Mesías esperado, le rechazaron y no entraron en el reposo de Dios.  

 

 

EL DIFÍCIL ARTE DE CURAR

<b>Jesús, el Médico, cura las enfermedades del alma</b>

Se habla mucho del dolor y del sufrimiento, pero por ignorancia se silencia la causa que lo origina. Una sociedad mayoritariamente evolucionista enseña que el ser humano es el resultado de un azaroso acontecimiento que dura millones de años a partir de una célula que no se sabe cómo apareció y que se enseña como verdad científicamente  contrastada. <b>E. Galeano</b> ha escrito algo que además de curioso es sorprendente: “El futbol es la única religión que no tiene ateos”. Para los evolucionistas el ser humano es ni más ni menos que un animal que ha evolucionado hasta llegar a ser lo que hoy es: Un animal racional que se diferencia de los irracionales. Como se considera que el cerebro humano es ni más ni menos que un cerebro animal, evolucionado, somos incapaces de entender el tema de la enfermedad y del dolor.

Dios creó al hombre “sin defecto de fabricación”. El dolor apareció más tarde debido a desobedecer Adán la prohibición de comer el fruto del árbol prohibido que de hacerlo le acarrearía la muerte (Génesis 2: 17).Adán  comió y murió.  La muerte tiene dos aspectos: la espiritual, que fue instantánea y la física que se presentó al cabo de 930 años (Génesis 5: 5). En el instante en que Adán  murió espiritualmente se inoculó el virus de la enfermedad que además del dolor avisa que la muerte acecha en la esquina.

El<b>Dr., Fernando Martínez-Pintor</b>, dice que se remedia el dolor “con tratamientos que no son solo farmacológicos, por ello es imprescindible saber neurociencia”. El doctor citando a Baselga, dice: “La mayoría de los cánceres tienen detrás una persona que sufre”. Sin la intención de practicar intrusismo hago caso a lo que Jesús dice. “Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos” (Marcos 2: 17). Al ver un paciente sobre la mesa de su siquiatra una Biblia le dijo: “¿Vosotros los siquiatras leéis  la Biblia?” El <b>Dr. Smiley Blanton</b>, le respondió: “No solo la leo, la estudio. Si la gente absorbiese su mensaje, muchos siquiatras irían al paro”.

El<b>Dr., Fernando Martínez-Pintor</b>, le dice al periodista que le entrevista: “Lo que decía <b>Voltaire</b>: “He decido ser feliz porque es bueno para mi salud”, y esto requiere tener una ideación positiva y ponerle un filtro al catastrofismo imperante”. ¿Quién mejor que Jesús para ser el filtro? “Por esto” dice Jesús, “no os afanéis por vuestra vida” (Mateo 6: 23). Son muchas las situaciones que nos  agobian. Unas son privadas: la adicción a las drogas de un hijo/a, la separación del hijo/a, la muerte del padre o de la madre, de un familiar o la de un amigo íntimo…Otras afectan a la comunidad: La calidad de los gobernantes, la corrupción política, la amenaza de guerra, la inflación, las hipotecas…Ante tantas situaciones que nos secan los huesos y que nada podemos hacer, Jesús nos dice: “No os afanéis”. No os dejéis llevar por el pánico. Cuando una situación nos afane no nos dejemos atraer por ella como el imán atraer el hierro. Ensanchemos el horizonte levantando los ojos al cielo y nos daremos cuenta de que el Padre celestial alimenta a las aves y viste con espléndida belleza a los lirios del campo. El afán por el presente y el que alimenta el futuro incierto fomentan la multitud de trastornos mentales que en un principio son de carácter espiritual. Como el alma y el cuerpo están interconectados, los trastornos del alma afectan al cerebro. Esta relación los evolucionistas la ignoran y se limitan a buscar la sanidad en la neurociencia y en los fármacos. Jesús nos dice: “Vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas…Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6: 25-34). Jesús que es el Enviado del Padre para hacernos llegar su amor, nos dice: “La paz os dejo, mi paz os doy, yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14. 17).

La fe del salmista puede sernos de ayuda para cuando los afanes nos ahoguen encontremos la fuerza para salir de ellos victoriosos: “Ahora conozco que el Señor salva a su ungido. Lo oirá desde sus santos cielos con la potencia salvadora de su diestra. Estos confían en carros, y aquellos en caballos, mas nosotros del Nombre del Señor nuestro Dios tendremos memoria. Ellos flaquean y caen, mas nosotros nos levantamos y estamos en pie” (Salmo 20. 6-8).

Octavi Pereña i Cortina