SUICIDIOS
<b>La
carencia de sentido de la vida conduce a un creciente número de personas a
intentar quitarse la vida</b>
El
suicidio de Verónica Forqué ha inundado
los medios de especulaciones salvajes sobré qué la podría haber llevado a
desear su desaparición. Siempre habrá personas devastadas por una variedad de
heridas y enfermedades mentales y físicas que harán la vida intolerable”
(<b>Teresa Sesé</b>, periodista).
En el
fondo, el problema de los suicidios se encuentra en la debilidad humana. Esta
impotencia no es exclusiva de los niños y adolescentes que intentan, o se
quitan la vida, debido al acoso sistemático al que los someten sus compañeros.
Las presiones que se convierten en pesadas cargas, además del educativo se dan
en el ámbito laboral: banca, industria, comercio, servicios, televisión,
música, teatro…Nunca son suficientes los beneficios. Cada año se tienen que incrementar.
Es una maratón que carece de línea de llegada. Las personas se queman. Muchas
se medican. Otras optan por quitarse la vida.
Cuando
nos fijamos en las revistas del corazón que exponen a los lectores las
magníficas mansiones de los astros y estrellas del cine, del teatro, la música,
el deporte, los magnates de la industria, nos ilusionamos de la opulencia que
disfrutan y de la vida regalada que llevan. Sentimos envidia de la prosperidad
de que gozan y creemos que no tienen fatiga ni aflicciones como el resto de los
mortales. A pesar de la prosperidad que gozan y los honores que reciben, no
quita que no san nada más que figuritas de porcelana que se rompen fácilmente.
Un
reportaje de <b>Begoña Corzo Suárez</b> titulado:
<i>Angustiados por el peso de la corona</i> y con el subtítulo
<i>La presión del rango pone en riesgo la salud mental de reinas y
princesas</i>. El esplendor que las rodea. La majestuosidad de sus
fiestas. Todo ello es un camuflaje para intentar esconder que de sangre azul
nada de nada. La tienen roja como el resto de los mortales y que no pueden
eludir las miserias que afligen a los plebeyos. Ni tampoco las enfermedades
mentales que como muy bien lo expone el reportaje mencionado.
¿Por
qué diantre se suicidan los famosos? Porque la fama no es una coraza que los
proteja de su debilidad.
<b>Joaquim
Puntí</b>, sicólogo de la área de salud mental del Hospital Parc Taulí de
Sabadell, dice: “Tenemos que comenzar desde abajo, con la prevención,
trabajando antes que aparezcan las conductas suicidas”. Las enfermedades
mentales que no sean de origen biológico son de carácter espiritual y no se
pueden tratar con fármacos porque las sustancias químicas que se suministran no
llegan al alma que es la que está enferma.
Gal·la,
la joven de 16 años que intentó quitarse la vida dos veces, manifestó que su
dolencia no era física a sino espiritual cuando da su testimonio: “Simplemente llegó un momento que sentí que me colapsaba.
Que había tocado fondo. Quería dejar de pensar. Dormir y no despertarme…Estaba
frustrada, y me encerré en mi misma. Dejé de pensar en los otros. No quise
compartir con nadie la tristeza que me atenazaba. Ni con la familia ni con las
amigas. Sé que fue un error, pero no veía salida. Estaba cansada, exhausta como
un juguete que se ha quedado sin pilas”
Si el
sicólogo <b>Joaquim Puntí</b> firma que tiene que hacerse una labor
preventiva para evitar que las personas que se sienten hastiadas de la
vida quieren quitársela, ¿cuándo y dónde
deben iniciarse las tareas de prevención? ¿Quién cuida de los hijos desde su
nacimiento? Los padres son quienes tendrían que realizar las tareas
preventivas. No pueden porque desconocen qué tienen que hacer. Debido a esta
desidia, la pandemia del Covid-19 ha hecho que las enfermedades mentales se hayan
disparado entre niños y adolescentes.
El
negacionismo vacunal tendría que
aplicarse en el campo del espíritu. Son muchos quienes niegan la existencia de
Dios que creó al hombre compuesto de cuerpo y alma. La negación de Dios hace
que muchos padres vean a sus hijos únicamente como polvo que vuelve a la
tierra. Es por ello que se preocupan exclusivamente de cuidar sus necesidades
físicas y descuidan las espirituales porque para los padres sencillamente no
existen. Jesús invita a todos los que como Gal·la se encuentran cansados y
exhaustos como juguetes que se han quedado sin pilas, diciéndoles: “Venid a mí
todos los que estáis trabajados y cargados y yo os haré descansar” (Mateo 11:
28). El profeta Isaías que anuncia a Jesús, el Mesías que tenía que venir en el
cumplimiento del tiempo, escribe: “¿No has sabido, no has oído, que el Dios
eterno es el Señor, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni
se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. Él da
esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los
muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen, pero los que
esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas,
correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán”( Isaías 40: 28-31).
Si los
padres de Gal·la le hubiesen hablado de Jesús que es el Médico que da vida a
los muertos, y ella los hubiese escuchado, jamás hubiese llegado al extremo de
sentirse hastiada de la vida, cansada y exhausta. Jamás la habría pasado por la
cabeza intentar quitarse la vida por dos veces.
Octavi Pereña i Cortina
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