¿QUÉ PODEMOS HACER EN TIEMPO DE CRISIS?
”Tu fe te ha
salvado, ve en paz”
Estamos viviendo un
tiempo de desinformación, confusión y miedo. Todo ello inspirado por el “padre
de mentira”, Satanás que desde el inicio del tiempo persigue dos objetivos:
Crear división entre Dios y el hombre y, entre el hombre y el hombre. Lo
consigue. Sus propósitos malignos se ven claramente en los enfrentamientos
raciales y de sexo. Las diferencias políticas causadas por el odio. Creencias
religiosas que se distinguen por el desprecio hacia aquellos que no son del
mismo redil. En definitiva: Enfrentamiento de los unos con los otros con el
propósito de destruir al adversario. Dicha situación no debería extrañarnos
porque es la característica de los últimos tiempos (2 Timoteo 3: 1-5).
En estos tiempos de
Covid-19, pandemia de alcance mundial y de confusión política y cultural, nos
sumergimos en un crecimiento exponencial del sufrimiento debido a que somos
impactados cada vez más por acontecimientos imprevistos que ensombrecen el
futuro llenándolo de incógnitas que nos agobian. Familiares y amigos que han
sido infectados por la Covid-19, algunos de los cuales han pasado una larga
temporada ingresados en un hospital y algunos de ellos fallecidos. Los
desahucios que no cesan. La pobreza
creciente. El crecimiento desorbitado del precio de la energía y el combustible. El famoso
cambio climático y los desórdenes ambientales que ocasiona…Todo ello hacen que
la vida diaria se haga insostenible. El resultado de todos estos impactos
negativos hacen intensificar los sentimientos de ansiedad, miedo,
incertidumbre. ¿Cómo nos enfrentamos a este presente y futuro tan incierto?
La causa más importante
del descalabro que nos amenaza es el hecho de haber abandonado a Dios el Padre
de nuestro Señor Jesucristo que nos envía su luz que nos permite navegar por las rutas marinas
envueltos de espesas tinieblas espirituales sin chocar con los arrecifes que
aparecen en nuestro navegar . El padre de la mentira, Satanás, la serpiente antigua
antes mencionado, ofusca nuestras mentes llenándolas de incredulidad, lo cual
nos lleva a la descreencia y por lo tanto a abandonar a Dios que tendría que
ser la Roca sobre la que edificar nuestras vidas y así poder resistir los
embates de las aguas turbulentas sin que se derrumben nuestras vidas. “Los que
esperan en el Señor recibirán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas,
correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán” (Isaías 40: 31).
¿Cómo afrontar las crisis
que nos afectan sin que nos trituren? Filipenses 4: 6,7, nos enseña cómo
superarlas victoriosamente: “Para nada estéis afanosos, sino sean conocidas
vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de
gracias. Y la paz de Dios que supera todo entendimiento, guardará vuestros
corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.
Previamente hemos
mencionado que Satanás es el padre de la mentira y nos hace dudar de la bondad
y misericordia de Dios manifestada en su Hijo Jesús. De ninguna de las maneras
desea que nos deshagamos del tentáculo de los sentimientos homicidas que ha
inoculado en nuestros corazones. La palabra homicida incluye todo aquello que
nos induce al pensamiento negativo.
El Dr. Nancy Fresure,
especialista del corazón, dice. “No sabemos cómo cambiar los pensamientos
negativos”. Se publican infinidad de libros sobre pensamiento positivo. Si no
sabemos cómo cambiar los pensamientos
negativos que espontáneamente nacen en nuestras mentes, ¿de qué sirven
los esfuerzos desesperados para cambiar nuestra forma de pensar?
Viendo un paciente una
Biblia encima de la mesa de su siquiatra, le preguntó: “¿Vosotros los
siquiatras leéis la Biblia? El Dr. Smiley Blanton le respondió: “No solamente
la leo, la estudio” Y añadió: “Si las personas absorbiesen su mensaje muchos
siquiatras perderían su trabajo”
La depresión y las
enfermedades mentales que no tengan un origen biológico, alguien ha dicho que
son “como una habitación en el
infierno”.
“El mensaje de la Biblia
por lo que hace a la fe es claro. No tiene sentido preocuparse de todo aquello
de la vida que no se puede controlar. Lo que sí se puede controlar es de qué
manera damos respuesta a los desafíos y en dónde ponemos nuestra confianza. No
se puede controlar la vida, pero sí podemos controlar la respuesta que le
demos” (Jeff Monroe).
¿Cómo podemos controlar
lo que no se puede controlar? Jesús nos dice que no podemos servir a dos
señores a la vez. No se puede festejar con Satanás y a la vez estar a bien con
Dios. Ambos señores son tan incompatibles como el día y la noche. Tenemos que
decidirnos por uno de ellos. Si elegimos a Satanás nos será imposible salir de
la situación que tanto daño nos ocasiona. Si elegimos a Jesús y le consideramos
Señor de nuestras vidas, los tentáculos de Satanás que nos obligan a pensar en
negativo se romperán. Ya nos hemos liberado de su dominio. Como el mundo en el
que vivimos hoy está dominado por Satanás “el príncipe de este mundo” (Juan 12:
31) significa que está envuelto de tinieblas espirituales. Quienes están en
Cristo ya no se encuentran bajo el yugo satánico. Ello no significa que las
travesuras que efectúa en el mundo que domina no afecten indirectamente a los
verdaderos cristianos. Éstos, pero, como el salmista que al sentirse afectado
por los acontecimientos pueden levantar al cielo esta plegaria: “Cuando yo
decía: Mi pie resbala, tu misericordia, oh Señor, me sustenta. Entre la
multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones me alegraban mi
alma” (Salmo94: 18, 19). Cualquier creyente en Cristo, en los momentos de
adversidad puede fortalecerse en el Señor, y el poder de su fuerza (Efesios 6:
10)
Octavi Pereña i Cortina
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