dilluns, 25 de gener del 2021

 

VICTORIA SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

<b>Las arrugas son indicadores fiables que el cuerpo debe morir</b>

En el escrito que <b>Arianna Eunjung Cha</b> publicó en <i>Washington Post</i>: <i>Titanes tecnológicos, último proyecto: desafío a la muerte</i>, describe los esfuerzos de <b>Peter Thiel</b> de rodearse de científicos innovadores, las investigaciones de los cuales se consideren radicales, incluso heréticas.

<b>Peter Thiel</b> que se considera posee una fortuna de 2,2 billones de dólares, emplea parte de su capital en buscar ideas que sirvan para hacer bien con su dinero. Presidiendo una reunión con 12 personas se trató de la crionización de los cuerpos, no dejando de lado el tema: “¿Es inevitable la muerte, o es un problema que puede solucionarse? Algunos de los asistentes en la reunión eran escépticos sobre conseguir la inmortalidad, pero, ¿puede la ciencia y la tecnología ayudar a vivir más años, por ejemplo150?. Consideraron que era un buen proyecto.

“Él y los titanes tecnológicos que fundaron Google, Facebook, eBay, Napster y Netscape, utilizan sus billones para volver a escribir la agenda de la ciencia de la nación y transformar la investigación biomédica. El objetivo es utilizar las herramientas tecnológicas, los chips, los programas software, los algoritmos y la base de datos que utilizan en la revolución de la información, para entender lo que consideran es la pieza más complicada de la maquinaria existente: el cuerpo humano. Los capitalistas están seguros que reconstruyendo, regenerando y reprogramando los órganos, miembros, células, DNA de los enfermos podrán conseguir que las personas vivan más tiempo y mejor”

Supongamos que después de haber sustituido todas las piezas defectuosa del cuerpo y esta persona “reconstruida” pueda vivir 150 años, después, ¿qué? “Está establecido que los hombres mueran una sola vez” (Hebreos 9: 27). “La paga del pecado es la muerte” (Romanos 6:23). “Ya que todos hemos pecado!” (Romanos 3: 23). Conclusión: todos moriremos. Nadie sobrevive a su generación.

El equipo de capitalistas presidido por <b>Peter Thiel</b> que está muy preocupado por el envejecimiento que lleva a la inevitable muerte, se esfuerza en preservar el cuerpo sin vida mediante técnicas como la crionización y el embalsamiento. Es una preservación sin vida. No es nada agradable contemplar un cuerpo embalsamado hace siglos. La Biblia nos da respuesta al deseo de preservar la continuidad física viva. Tiene un nombre. RESURRECCIÓN.

La resurrección no es una idea ni una filosofía. Es una realidad contrastada. Las resurrecciones efectuadas por los profetas del Antiguo Testamento y por Jesucristo y sus apóstoles en el Nuevo evidencian que la resurrección es posible. La resurrección de Jesús es la prueba necesaria para creer en ella. La resurrección no es una doctrina fácilmente aceptada. Los antiguos atenienses se burlaban de apóstol Pablo cuando les hablaba de ella, pero ni las burlas ni su negación la harán desaparecer. La resurrección de Jesús por el poder de Dios es un hecho comprobado. Muchos testigos oculares dieron fe de ello. Hoy, también quienes hemos creído en Cristo damos fe de su realidad por el Espíritu Santo que habita en nosotros. “Si Cristo no ha sido resucitado nuestra fe es inútil, todavía estamos en nuestros pecados. Entonces, también los que han dormido (muerto) en Cristo somos los más dignos de compasión de todos los hombres”. El grito de victoria del verdadero creyente: “Pero es totalmente cierto que Cristo ha sido resucitado de entre los muertos, siendo la primicia de quienes se han dormido (fallecido)” (1 Corintios 15:17-20).

El mismo día de su resurrección Jesús se presento ante sus discípulos en la sala en que estaban reunidos. Tomás que no estaba con ellos, no creía el testimonio que daban sus compañeros. Ocho días más tarde, reunidos los discípulos y Tomás con ellos, volvió a presentarse Jesús. Dirigiéndose al apóstol incrédulo le dice: “Pon aquí tu dedo, y mira mis manos, y acerca tu mano, y métela en mi costado, y no seas incrédulo, sino creyente”. Ante la evidencia, Tomás le dice a Jesús: “¡Señor mío y Dios mío!” Jesús le dice: “Porque me has visto, Tomás, creíste, bienaventurados los que no vieron, y creyeron” (Juan 20: 27-29).

Gracias a los avances en los distintos campos de la medicina, gozamos hoy de una calidad de vida nunca soñada. Quienes se dedican a la investigación en las diversas especialidades médicas, quizás ignoran que su ciencia es un don que han recibido de Dios. Los creyentes en Cristo damos gracias a Dios por ello, pero la calidad de vida que gozamos debido a los esfuerzos de los investigadores no nos distraen de la realidad que tenemos que morir y que en el día de la resurrección “los cuerpos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible sea vestido de incorruptibilidad, y esto mortal sea vestido de inmortalidad” (1 Corintios 15: 52,53).

El anhelo hoy tan acusado de luchar contra el envejecimiento será satisfecho cuando Dios nos resucite: “Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está  oh muerte tu aguijón? ¿Dónde oh sepulcro tu victoria?, ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo” (vv. 54-57)

Octavi Pereña i Cortina

 


 

MATEO 15: 9

“Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres”

El contexto inmediato de estas palabras de Jesús se encentra el hecho de que se le acercaron ciertos escribas y fariseos de Jerusalén quejándose de que sus discípulos quebrantaban la tradición de los ancianos  porque no se lavaban las manos cuando comen pan. Esta denuncia da pie a que Jesús les diga: “Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios de honrar a vuestro padre y a vuestra madre, invalidando el mandamiento de Dios por vuestra tradición? A los tradicionalistas les es muy fácil acusar a quienes no pertenecen a su grupo a la vez que infringen sus propios preceptos. Jesús que conoce al dedillo las interioridades del alma, con toda justicia bien se merecen que les llamase “hipócritas”: “Bien profetizó Isaías de vosotros cuando dijo: Este pueblo de labios me honra, mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honráis, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres” (vv. 7-9).

La apostasía no se presenta de manera repentina. Es un proceso lento del que uno no se da cuenta. Es un lento y pausado abandono de la Palabra de Dios hasta sustituirla por mandamientos de hombres. Los apóstatas dejan de verse tal cual son y encuentran placer en acusar a su prójimo de las motas que hay en sus ojos y no ven las vigas que hay en los propios.

Los religiosos a los que Jesús denuncia como hipócritas han existido en todos los tiempos.  El nuestro tampoco se libra de su presencia. El comportamiento de los políticos es una muestra de ello. Las iglesias tampoco se libran de tal veneno. Es una verdad incontestable. Los verdaderos cristianos tienen que apechugar con ello. El trigo y la cizaña andan juntos en todas las iglesias de la misma manera que se daba en la iglesia judaica. No es factible desarraigarla del todo hoy. No será posible hasta el día que Jesús hará la separación definitiva. En tanto no llegue el día del juicio de Cristo en que se efectuará la separación perfecta y definitiva, los verdaderos cristianos, que son trigo, deberán permanecer fieles al Señor, buscando en Él la fuerza para perseverar sin desfallecer ante la persistente presión que la cizaña ejercerá sobre ellos. Jesús nos da ejemplo de resistir ante la persecución que los hipócritas ejercieron sobe Él. Que los verdaderos cristianos se mantengan fieles a la Verdad de la Palabra de Dios fortaleciéndose en Él.


 

1 CRÓNICAS 28: 9

“Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario, porque el Señor escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú lo buscas, lo hallarás, pero si lo dejas, Él te desechará para siempre”

La política actual transita por un desierto de confusión. Los políticos no tienen las ideas claras. Piensan poco y hablan demasiado. Actúan compulsivamente como si estuviesen conectados a unos electrodos que intermitentemente transmiten descargas eléctricas.

El rey David, padre de Salomón  que se convirtió en el rey de Israel más preclaro, cuando llegó la hora de traspasar el trono en su hijo, el padre, a pesar de la fama adquirida, entre otras cosas gracias a sus hazañas como soldado, la gloria no se le subió a la cabeza. Casi siempre mantuvo los pies erguidos sobre la Roca que es Jesús que era quien realmente ganaba las batallas. A pesar de que fue un hombre de Dios, era un mortal pecador como todos los hombres. Su condición de pecador le hizo cometer errores que se convirtieron en aguijones que le dañaron mucho. Unos de sus desaciertos fue no reprender las malas inclinaciones de sus hijos que le ocasionaron graves problemas familiares y políticos.

La Biblia nos relata dos de los pecados mayúsculos que cometió: El adulterio con Betsabé  y el asesinato de su esposo en el intento de esconder su pecado a los ojos de los hombres, y el censo que ordenó hacer con el propósito de conocer cuál era el poder militar que tenía. La Biblia también nos habla de su arrepentimiento y de su restauración que le siguió. David fue un gran hombre de Dios pro con pies de barro. Por la fe se fortaleció en el Señor todopoderoso. Dado que David fue un hombre que conocía a Dios podía decir. “Yo sé en quien he creído”. No conocía a Dios de oídas. Por el Espíritu Santo moraba en su corazón.

La familiaridad que mantenía con su Salvador hizo posible que al acercarse la hora de su fallecimiento para presentarse ante la presencia de Dios aconsejase a su hijo Salomón: “Reconoce el Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario”

David a lo largo de su reinado tuvo a su lado a profetas que como Natán le aconsejaban. Hoy la esterilidad política se debe a que quienes son los protagonistas su único contacto con la Religión es puntual y de carácter  rutinario, tradicional. Los arzobispos y cardenales, los clérigos únicamente dejan oír su voz cuando sus intereses materiales se sienten amenazados. Están incapacitados para ofrecer asesoramiento espiritual a los políticos. ¡Tienen tanta necesidad de luz! Si siguen manteniéndose en tinieblas los políticos continuarán siendo un desastre. Se comportan como ciegos que guían a otros ciegos. Ambos caen en los agujeros que hay en el camino de la vida.

 

 

dilluns, 18 de gener del 2021

 

BOTELLÓN

<b>Los neurólogos confirman que el alcohol cierra la parte crítica del cerebro impidiendo pensar correctamente</b>

El 1 de noviembre de 2016, una niña de 12 años de San Martín de la Vega falleció después de sufrir un desmayo cuando participaba en un <i>botellón</i>.La autopsia confirmaba que la niña moría debido a un coma etílico. En tanto niños de 12 ó 13 años ingresen en los hospitales debido a comas etílicos, no podemos mirar hacia otro lado. Ante el consumo desordenado de alcohol, que va en aumento, en niños de 12 ó 13 años, la ministra de Sanidad Dolors Montserrat, ha dicho: “Queremos progresar con paso firme y decidido en el objetivo común de consumo cero entre los menores”. Es evidente que las medidas <i>anti botellón</i> adoptadas por diversos municipios han fracasado a la hora de cerrar el acceso al alcohol y su consumo entre los menores.

El director general de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción Ignacio Calderón, asegura que las medidas que quiere tomar el Ministerio de Sanidad son un primer paso, pero que no es suficiente, se necesita “la sensibilización de la sociedad ante la gravedad del problema y ante la responsabilidad colectiva para enfrentarse es clave”.

Hace más de 3.000 años que la Biblia alerta de los peligros del alcohol: “Oye a tu padre, aquel que te engendró, y cuando tu madre envejezca, no la menosprecies…¿Para quién será el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas en balde? ¿Para quién lo amoratado de los ojos? Para los que se detienen mucho en el vino, para quienes van buscando la mistura. No mires el vino cuando rojea, cuando resplandece su color en la copa. Se entra suavemente, mas al fin como serpiente morderá, y como áspid dará dolor” (Proverbios 23: 22, 29-32).

Cuando el <b>Dr. Willot</b> dice: “Conviene dar más importancia al desequilibrio mental que impulsa a beber que los graves accidentes que provocan los bebedores empedernidos”, nos recuerda que antes de atacar las consecuencias de beber en exceso debe irse a a raíz del problema, que es mucho más profundo que un desequilibrio mental ya que es el resultado de un desbarajuste espiritual.

“Los menores son el futuro de nuestra sociedad, bien preciado que debemos cuidar, y la ingesta de alcohol puede tener consecuencias para la salud en dos tiempos. Por un lado, consecuencias inmediatas, en ocasiones graves, por los efectos directos del alcohol sobre su organismo.  Pero también hay efectos perjudiciales a largo plazo. El alcohol afecta al menor durante una etapa en la que su cerebro está todavía en pleno desarrollo, interfiriendo en que alcance su plenitud física, psíquica y mental” (<b>Beatriz Azkunaga</b>, médico adjunto del Servicio de Urgencias de Pediatría del Hospital Universitario de Cruces, Vizcaya).

La sociedad ve con buenos ojos el consumo moderado de alcohol. Está socialmente aceptado: celebraciones familiares, inauguraciones, comidas de empresa…El alcohol es omnipresente en sus diversas formas de presentarse. ¿Con qué autoridad moral  puede aconsejar una sociedad así a un niño que se mira en sus padres? Alguien ha dicho. “Verdaderamente el alcoholismo no comienza con una copa, pero sí que empieza con una copa bebida  sin darle importancia”. Los padres además de ser un referente por lo que hace al consumo de alcohol, deben serlo también en el aspecto espiritual, pues, la espiritualidad de los hijos no es sana, con más o menos intensidad manifiestan los desequilibrios mentales  de que nos habla el  <b>Dr. Willot</b>

La verdadera espiritualidad no consiste en la práctica religiosa, aun cuando sea sincera y no impuesta. La religión no hace del ser humano una nueva criatura. Puede suavizar la aparición de las pasiones del alma, pero no eliminarlas. Los hijos no viven en un ambiente estéril. La atmosfera en que se mueven está contaminada de pecado. Si solamente se les enseña a practicar una religión, ¿cómo se las arreglarán para no dejarse influenciar por lo que se respira entre sus compañeros? La educación que los padres deben impartir a sus hijos tiene que ser mucho más profunda que la práctica rutinaria de la religión. La instrucción que tienen que aportarles tiene que afectar a sus almas. He aquí dos preguntas clave: ¿Son los padres un modelo de espiritualidad para sus hijos? ¿Están capacitados para instruirlos en la auténtica espiritualidad?

La palabra espiritual se aplica a diversos campos culturales. La espiritualidad a que me refiero  es la que es fruto del Espíritu Santo que Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo otorga a quienes creen en su Hijo como único Salvador. Los padres que poseen esta espiritualidad están en condiciones de encaminar a sus hijos por los caminos del Señor. Si los hijos creen en Cristo, además de la salvación eterna, reciben por la presencia del Espíritu Santo en sus almas la fuerza necesaria para no dejarse arrastrar hacia las concentraciones en donde el <i>botellón</i> sea el imán que atraiga. En Cristo, el menor, el adolescente, el adulto, encontrarán sentido a sus vidas y no necesitarán el alcohol que esclaviza y destruye.

Octavi Pereña Cortina

 

PROVERBIOS 21. 3

“Hacer justicia y juicio es al Señor más agradable que sacrificio”

La tendencia de las personas religiosas no convertidas al Señor para perdón de sus pecados es el barroquismo, el gusto por una liturgia exuberante y recargada y de muy mal gusto. El barroquismo religioso es un show espectacular en el que se da importancia a los más pequeños detalles con el propósito de acaparar la máxima atención de los asistentes a las ceremonias. De alguna manera doparlos con el fin de que sientan la necesidad de asistir una y otra vez a las ceremonias carentes de sentido. Al Señor no le place la religiosidad pandereta. Convertir la ceremonia en un espectáculo que gratifica los sentidos pero no aporta vida al alma.

¿Qué es lo que agrada al Señor? “Hacer justicia y juicio”. Las celebraciones religiosas tienen que tener un objetivo claro: que los asistentes aprendan a amar la justicia y el juicio. ¿Cómo alcanzar esta meta?  En primer lugar los cutos deben caracterizarse por la sencillez con el fin de que los asistentes no se distraigan con cosas superficiales, sino que fijen su interés en lo esencial que es escuchar la predicación. Pero no cualquier tipo de predicación. Sino la que hace comprensible el contenido de la Biblia a las perdonas más sencillas. Una iglesia que tenga este objetivo colocará el púlpito en el centro de la plataforma, lo cual indica que la centralidad de la Biblia es su objetivo. No cederá el púlpito a predicadores que se distingan por su oratoria fina, únicamente, sino a personas que destaquen por su fidelidad a la Palabra de Dios y por su santidad. El predicador showman (como los telepredicadores),  que encandila a los asistentes con lo que no les conviene.

Con el fin de evitar los cultos espectáculo que es lo que gusta al cristiano carnal y a los que se consideran ser cristianos sin haberse convertido a Jesús, consiste en destacar la condición de pecadores de todos los asistentes, sean cristianos verdaderos o no. Ello conlleva exaltar a Jesús que anuncian los evangelios, que es el Jesús que ama a los pecadores. A los pequeños y a los brandes pecadores. Todos ellos necesitados de recordar o de saber que la sangre que Jesús derramó en la cruz del Gólgota limpia todos los pecados. Las mentiras piadosas y las fechorías más graves. Pero no exclusivamente acciones. También los pensamientos antes de que se conviertan en acciones.

Una predicación centrada en Jesús de los evangelios jamás dejará de acaparar la atención de los asistentes porque afectará la necesidad básica de los asistentes de que sus pecados sean perdonados y  así recibir la paz de Dios que excede a la comprensión humana. Entonces florecerá la justicia y el juicio que agrada al Señor.


 

MATEO 3: 11

“Y yo a la verdad os  bautizo en agua para arrepentimiento”

El bautismo que predicaba Juan el Bautista tenía un propósito claramente definido: “Una voz clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas” (v.3). Siempre los predicadores de la justicia divina han sido voces que claman en el desierto. Las personas de su entorno no quieren saber nada del mensaje de arrepentimiento que proclaman. A pesar de la aparente pérdida de tiempo de “predicar en el desierto” el anuncio del Evangelio debe seguirse haciendo porque se desconoce el resultado de la predicación. La Escritura asemeja la predicación a la siembra de grano. El payés si a su debido tiempo no siembra porque las condiciones climáticas no son óptimas, seguro que no cosechará. Siembra y deja el resultado en las manos de Dios.

Como muy bien dice el profeta Isaías: “Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve y no vuelve allá, sino que riega la tierra y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca, no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada para aquello que la envié” (Isaías 55: 10,11). El predicador siguiendo las instrucciones de Quien lo envía, siembra la Palabra. Una parte de la semilla cae junto al camino, otra en pedregales, otra entre espinos, otra en buena tierra  (Mateo 13: 18-28).

De cada tres semillas sembradas, tres se pierden. Sólo una germina, crece y da fruto. El predicador lanza al azar la Palabra. se pierde mucha semilla. Los escogidos que son buena tierra se arrepienten, reciben el Espíritu Santo, creen en Jesús y dan fruto de diversos porcentajes.

Las multitudes que escuchaban la predicación de Juan  ”eran  bautizadas en el Jordán, confesando sus pecados” (v.11). El bautismo no es para todos los oyentes de la predicación. “Al ver él” (Juan) “que muchos de los fariseos y saduceos  venían a su bautismo, les decía ¡generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced frutos dignos del arrepentimiento”  (vv. 7,8). El predicador no tiene capacidad para leer el interior de las personas que solicitan bautizarse. Le pueden dar gato por liebre y bautizar a personas no idóneas. Pero sí debe resaltar que el agua bautismal no limpia los pecados. Llegado el momento se verán obligados a escuchar de los labios del Juez supremo: “¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Al Juez supremo no se le puede dar gato por liebre.

 

 

 

dilluns, 11 de gener del 2021

 

INMOBILIARIAS ECLESIALES

<b>”Seguid…la santidad sin la  cual nadie verá al Señor” (Hebreos 12: 14)</b>

<b>Peridis</b> en una de sus viñetas nos muestra al papa Francisco sentado en su trono conversando con uno de sus colaboradores que debe ser un experto en negocios inmobiliarios. De la boca del papa brota esta declaración. “No podemos parecer una empresa inmobiliaria”. El asesor financiero del papa le responde: “Es una fundación que gestiona donaciones”. Los labios infalibles del papa dicen: “La imagen, Carlos, la imagen”. Las inmatriculaciones, la apropiación indebida de  bienes ajenos que se ha hecho legal con el consentimiento del Gobierno que no requiere justificación, corroe las entrañas de quienes las efectúan y afean a la Institución que debería caracterizarse por la transparencia de la santidad. El espíritu capitalista que recorre las alcantarillas de la Iglesia Católica que se quiere limpiar autoproclamándose “la Iglesia de los pobres” y que tanto empeño tiene en poner en sus labios la palabra “pobre”, se presenta públicamente con la imagen de lo que no es.

Según las palabras que  <b>Peridis</b> pone en los labios del papa Francisco la Iglesia tiene que cuidar la imagen para presentarse ante la opinión pública bajo un aspecto agradable que inspire confianza. Aparentar ser lo que no se es se llama hipocresía.

La hipocresía es un pecado extendido globalmente y que se manifiesta sin tapujos. Se muestra en el día a día en las relaciones sociales. Sin enrojecer los políticos la exponen en sus intervenciones públicas. Que la hipocresía sea un pecado universalmente reconocido y aceptado como herramienta para alcanzar objetivos políticos, no acredita a la Iglesia católica la utilice para alcanzar sus objetivos terrenales. Dar al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios debería quedar claramente delimitado en la Iglesia Católica. Si el reino de Cristo no es de este mundo como dejó claro Jesús ante Pilato, debería desentenderse de todo aquello que la hace tan terrenal. y priorizar todo aquello que la caracterice como representante del reino de Dios que se está formando en este mundo. Aparentar lo que no se es religiosamente hablando es abominación en los ojos de Dios al que dice servir: “No habitará dentro de mi casa al que hace fraude, el que habla mentira no se afirmará delante de mis ojos” (Salmo 101: 7).

El apóstol Pablo escribiendo a la iglesia en Roma  refiriéndose a los judíos como pueblo de Dios, por el hecho de que lo que escribe ha quedado registrado en la Biblia sirve para instrucción del pueblo de Dios de todos los tiempos: “He aquí, tú tienes nombre de judío, y te poyas en la Ley y te glorias en Dios, y conoces su voluntad, e instruido por la Ley apruebas lo mejor, y confías con que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas, instructor de los indoctos, maestro de niños, que tienes en la Ley la forma de la ciencia y de la verdad. Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que enseñas que no se ha de robar, ¿robas? Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio? Tú que te jactas de la Ley, ¿con la infracción de la Ley deshonras a Dios? Porque como está escrito, el Nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros” (Romanos 2: 17-24). Jesús que supervisa el comportamiento de su pueblo tiene algo que decir respecto a la hipocresía de quienes se dicen ser sus representantes. A pesar de que se refiere a los fariseos que presumían ser estrictos cumplidores de la Ley de Dios en el aspecto legal, pienso que es perfectamente legítimo hacer una lectura aplicada a los cristianos que son el pueblo de Dios por la resurrección de Jesús. El Señor pronuncia una serie de ayes dirigida a los religiosos profesionales  con el propósito de denunciar su comportamiento incorrecto que tiene consecuencias negativas en las personas que instruyen.

 “Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno es vuestro Padre que está en los cielos. Ni seáis llamados maestros, porque uno es vuestro Maestro, el Cristo” (vv.9, 10).

“Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren entrar” (v. 13).

“¡Ay de vosotros escribas y fariseos hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones, por esto recibiréis mayor condenación” (v. 14).

“¿Ay de vosotros escribas y fariseos  hipócritas! porque recorréis  mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros” (v. 15).

“¡Guías ciegos! que coláis el mosquito, y tragáis el camello” (v. 24).

”Así también vosotros, por fuera a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad” (v. 28).

“¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?” (v.33).

Con estos ayes  y correcciones Jesús reprende a aquellos escribas y fariseos que públicamente se presentaban bajo la apariencia de piedad y santidad. El Señor descube lo que se escondía en su interior con un terrorífico ay: “¡Ay, escribas y fariseos hipócritas!  Porque sois semejantes a sepulcros blanqueados  que por fuera, a la verdadse muestran hermosos  mas por dentro están llenos de huesos  y de toda inmundicia” (v.27). “El que formó el ojo no verá? (Salmo 94: 9)

Octavi Pereña i Cortina

 

 

 

JUAN 4: 18

“Porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes, no es tu marido, esto has dicho con verdad”

A partir de la caída de Adán en pecado el ser humano, en el aspecto sexual no ha cambiado en lo esencial. Los escenarios varían según los cambios sociales, pero el comportamiento de los actores sigue siendo el mismo. El pecado ha alterado el orden de los valores, Amar a Dios sobre todas las cosas que es la esencia de la Ley de Dios se ha sustituido por un amarme por encima de todo. Esto da pie a todo tipo de desenfreno.

Vayamos a la creación del hombre: “Y de la costilla (de Adán), que el Señor Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre”. Adán reconoce que “esto es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne”. ¿Qué tiene que decir Dios al respecto? “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” (Génesis 2: 22-24). Es interesante saber cómo interpreta Jesús estas palabras para poner la cuestión sexual en el lugar que le corresponde. A la pregunta capciosa  que le hicieron los fariseos: “¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? Jesús transporta a sus inquisidores a Edén: “No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que ya no son ya más dos, sino una sola carne, por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”.

La conversación que los fariseos mantuvieron con Jesús no fue con el ánimo de aprender, sino de tentar a Jesús con el fin de atraparle en algún equívoco. Con este propósito le preguntan: “¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla? Jesús les responde: “Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres, mas al principio no fue así. Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera, y el que se casa con, la  repudiada, adultera” (Mateo 19: 1-9).

Es admite que el matrimonio no es para romperlo. Así es como el apóstol Pablo considera que el matrimonio ha finalizado. “La mujer casada está ligada por la Ley mientras su marido vive, pero si su marido muere, libre es para casarse con quien quiera  (1 Corintios 7. 39). Es de entender que a la inversa sucede lo mismo. El marido por ley está ligado a su mujer mientras viva su esposa. Únicamente pueden volverse a casar cuando uno de los conyugues fallezca. La samaritana que tiene cinco maridos y el que ahora tiene no es su marido (Juan 4: 18), nos enseña que el ser humano sin Dios no tiene ley que le señale su pecado. De ahí el desbarajuste sexual de nuestros días.


 

HECHOS 19: 20

“Y así crecía y prevalecía poderosamente la Palabra del Señor”

Pablo se halla  en Éfeso y  se encuentra con unos discípulos que no habían recibido el Espíritu Santo cuando creyeron bautizándose en el bautismo que  Juan enseñaba “al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es en Jesús el Cristo” (v. 4). “Cuando creyeron esto fueron bautizados en el Nombre del Señor Jesús…vino sobe ellos el Espíritu Santo, y hablaban en lenguas y profetizaban” (vv.5,6).

En la misma ciudad se encontraban unos judíos exorcistas que intentaban invocar el Nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos “y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos” (vv13,14). Este suceso provocó que quienes lo vieron “tuvieron temor todos ellos y era magnificado el Nombre del Señor” (v. 17). La predicación el apóstol Pablo acompañada de la manifestación del poder del Señor Jesús consiguió que “muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos, y echa la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata” (v. 19). “Y así crecía  y prevalecía la palabra del Señor” (v.20).

El salmista hace esta declaración: “Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder” (Salmo 110:3). Esta manifestación del poder de Dios para salvación de los pecadores se manifiesta cada vez que un pecador se convierte de verdad a Cristo. Dios manifestó su gran poder cuando habló y apareció la maravilla de la creación y lo sigue manifestando cuando la sostiene. No es inferior el poder de Dios a la hora de dar vida a los muertos al librarlos de las garras del diablo convirtiéndolos en hijos suyos por adopción. Como dice el apóstol Pablo. “¿Quién es que condenará? Cristo es el que murió, más aun que también resucitó, el que además está sentado a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?” (Romanos 8: 34, 35).

La respuesta a la pegunta ¿quién nos separará? La responde el mismo apóstol: “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo porvenir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús, Señor nuestro”    (vv. 37-39). El amor de Dios que no tiene fecha de caducidad es lo que nos mantiene unidos a Él. Cuando el Maligno te incite a pensar que no eres merecedor de su amor, recuera: “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación de nuestros pecados      (1 Juan 4: 10).

dilluns, 4 de gener del 2021

 

MATEO 2: 16

“Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén, y en todos sus alrededores”

Algunos niegan la autenticidad de este texto porque los otros tres evangelios no lo mencionan, ni lo hace tampoco el historiador judío Flavio Josefo en su obra “La guerra de los judíos”. Para los cristianos que creemos que toda la Escritura ha sido inspirada por Dios nos basta para creer que este hecho es histórico. No una falsa noticia como dice Pilar Rahola que se inventó para agrandar el martirologio católico que se bautizó con  el pomposo nombre de la muerte de los Santos Inocentes.

Que Herodes fue capaz de ordenar el asesinato de unos pocos niños de Belén y alrededores con el deseo de matar a Jesús es de acorde con el carácter del monarca. Téngase en cuenta que cualquier persona que Herodes considerase que pudiese usurparle el trono no tenía reparos en hacerle matar. Así lo hizo con sus propios hijos Alejandro y Aristóbulo. A pesar que la matanza de los niños fue anunciada por el profeta Jeremías, el cumplimiento de la misma fue el resultado de la maldad y crueldad de Herodes por el hecho de que “entró Satanás en él” (Lucas 22: 3), como lo hizo después con Judas que traicionó al Señor.

Cuando los magos llegaron a Jerusalén para adorar al Rey de los judíos que había nacido, preguntaron: “¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido?” (v. 2). “Oyendo esto el rey Herodes se turbó” (v.3). Comprendió que el recién nacido era alguien que podía interponerse en el trono y decidió matarlo. Siendo Herodes ateo no contaba con la posible intervención de Dios en el asunto que desbaratase sus planes. Este intento de asesinar a Jesús en su tierna infancia fue el primero. Durante su ministerio público los judíos instigados por Satanás lo intentaron en diversas ocasiones, sus planes fracasaron porque todavía no había llegado la hora de su muerte.

El hecho de que al niño se le llamó Jesús no fue porque José y María lo consideraron así. Les fue revelado el Nombre por un ángel del Señor “porque salvará a su pueblo de sus pecados” (1:21). El Padre protegió a su Hijo a lo largo de su vida hasta que siendo “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Juan 1. 29), fue sacrificado como Cordero pascual en la cruz del Gólgota para salvación del pueblo de Dios. No fue la voluntad de los judíos que mató a Jesús aun cuando fueron hombres quienes lo hicieron. No fue la voluntad de Satanás que instigó al sumo sacerdote y sus compinches a ejecutarlo. Fue la voluntad de Dios el Padre que decidió “antes de la fundación del mundo (sacrificarlo) para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él” (Efesios 1: 4).


 

PROVERBIOS 16: 12

Abominación es a los reyes hacer impiedad, porque con justicia será afirmado el trono”

Dios desde los cielos observa el quehacer de los hombres en la tierra. A todos los hombres. También a los poderosos. Los mecanismos de control del Estado a menudo están tan corrompidos como lo están los ciudadanos a quienes quieren controlar. “A los grandes despachos” dice El Roto, “se llega por las alcantarillas”. El dibujante de viñetas nos viene a decir que la corrupción ensucia las altas instituciones del Estado por lo que es muy difícil, por no decir imposible, limpiarlas. Así que, ancha Castilla a la corrupción.

Dada la condición humana, ser pecadora,  la corrupción desciende desde las más altas instancias de Estado hasta el último mono de la ciudadanía. Siendo así es por lo que mutuamente  ente nos tapamos las vergüenzas.

El texto que comentamos que ha sido redactado por inspiración divina nos está diciendo cual es el pensamiento de Dios con respecto al ser humano. Nos dice que el hombre es corrupto por naturaleza y que la corrupción ensucia a todas las clases sociales sin excepción: “Abominación es a los reyes hacer impiedad”. No solamente los reyes y  los poderosos deben aborrecer la impiedad. También deben hacerlo los presidentes de gobiernos. Las altas instancia económicas. El poder judicial. En pocas palabras afecta a toda la Administración pública. El poder judicial estando entrelazado con  el poder político y económico, la balanza está desequilibrada y las sentencias que dicta no se ajustan a lo que la  justicia requiere. Dios no es como el hombre. Dios es justo en su máxima expresión. En Él no existe ni el más mínimo atisbo de injusticia y por ser omnipresente conoce al dedillo los más secretos pensamientos humanos. Cuando llegue su hora los reyes, los presientes, jueces y fiscales, los altos ejecutivos de las empresas…tendrán que comparecer ante el tribunal de Cristo para rendir cuentas de todo lo que hayan hecho, sea bueno o malo. Entonces oirán de los labios divinos: “Echadlos al juego eterno”

“Los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo…Porque es servidor de Dios para tu bien…Pero si haces lo malo, teme, pues no es en vano que lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo”  (Romanos 13. 1-7).

Cuando los servidores de Dios escogidos para administrar justicia comparezcan ante el tribunal de Cristo  no encontrarán excusa para exculparse de cómo han administrado justicia siendo representantes suyos en la tierra.

 

 

BELLEZA DEL ALMA

<b>La belleza que contemplan nuestros ojos se desvanece. La belleza del alma es eterna</b>

<b>Joan-Enric Vives</b>, arzobispo de Barcelona, en su escrito: <i>Catalonia Sacra: “Todo está aquí</i>, hace un llamamiento a visitar el patrimonio cultural y arquitectónico que posee la Iglesia Católica con el convencimiento de que la belleza es el camino “hacia la verdad, hacia el bien, hacia Dios”. La invitación que el purpurado hace para que nos interesemos por el patrimonio arquitectónico y cultural que posee la Iglesia Católica es porque la belleza contemplada nos lleva a Dios, Se podría decir. “A Dios por la cultura”.

La invitación que hace el clérigo nos viene a decir que sobra la Biblia. Si el ser humano que es pecador e injusto puede convertirse en una persona buena, que puede presentarse ante Dios por el mero hecho de admirar la belleza creada por el hombre, no se necesita a Jesús que es el camino que conduce a Dios (Juan 14: 6).

El templo en Jerusalén fue una maravilla por su belleza y por lo que representaba para el pueblo judío. Albergaba en el lugar santísimo el arca del pacto que simbolizaba la presencia de Dios entre su pueblo. La belleza arquitectónica acompañada del simbolismo espiritual no hizo buenas personas a los sacerdotes que diariamente sacrificaban ovejas que señalaba al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, ni a los fieles que asistían en las ceremonias.

Jesús cumpliendo las profecías se presentó en el templo y expulsó del santuario a los que vendían los animales que se necesitaban para los sacrificios y tumbó las mesas de los cambistas que cambiaban la moneda extranjera por la que se utilizaba en el templo. Indignado por lo que vio, dijo: “Escrito está: Mi casa, casa de oración será, mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones” (Mateo 21: 13).

Debido a la denuncia que hizo Jesús del comportamiento sacerdotal al permitir que la casa de oración se convirtiese en un mercado en el que se celebraban negocios en el nombre de Dios, lo odiaban a muerte. No pararon hasta que gritaron a Pilato: “Este hombre no merece vivir. Crucifícalo”. El arte no convierte en buenas personas a quienes son árboles malos. La belleza cultural no cambia el corazón de los hombres. A menudo los convierte en asesinos. Recordemos la Inquisición que en el Nombre de Dios cometió asesinatos., hoy se diría genocidios. Lo que los religiosos hicieron con Jesús muestra que la apariencia de belleza esconde una fealdad terrorífica.

Juan el Bautista, el precursor del Mesías, que bautizaba en la orilla del Jordán decía a aquellos que venían a él a bautizarse. “Arrepentíos porque se ha acercado el reino de los cielos” (Mateo 3:2). “Al ver el Bautista que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía. ¡Generación de víboras! ¿Quién os ha enseñado a huir de la ira venidera. Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento” (vv.7,8).

Jesús al inicio de su ministerio público empezó a predicar. El mismo mensaje que el Bautista: “Arrepentíos porque se ha acercado el reino de los cielos” (Mateo 4:17). A Jesús le encanta la fealdad espiritual porque de ella puede crear la belleza del alma que glorifica al Padre celestial.

El ser humano debido al pecado de Adán ha malmetido la belleza espiritual en que fue creado y la fealdad resultante intenta esconderla con afeites  y adornos externos. En las ceremonias religiosas los oficiantes se visten muy ostentosamente. Quienes intentan esconder la fealdad del alma no son la clase de personas que Jesús ha venido a buscar para restituirle la belleza espiritual perdida en el paraíso.

Sea como sea, se intenta esconder la condición de pecador porque avergüenza serlo. Este fue el gran error que cometieron los sacerdotes, fariseos y saduceos. Jesús para mostrarles el gran error que cometían cita la parábola del fariseo y del cobrador de impuestos. El propósito de la parábola es mostrar a estos religiosos  que pretendían ser personas de espíritu bello, esta actitud les llevaba a menospreciar a las otras personas por considéralas pecadores menospreciables. No se daban cuenta de la biga que tenían en sus ojos.

Dos hombres suben al templo a orar. Uno fariseo el otro cobrador de impuestos. El fariseo puesto en pie para que todos los presentes pudieran verlo y alabasen su piedad, ora a Dios en estos términos: “Dios te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este cobrador de impuestos, ayuno dos veces a la semana, doy diezmo de todo lo que gano”. La plegaria muestra su supuesta superioridad moral sobre el resto de los mortales. El fariseo presumía de una belleza moral de la que carecía.

“Mas el cobrador de impuestos, estando lejos (se supone en un rincón para no ser visto), no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que golpeaba el pecho, diciendo: Dios, se propicio a mi pecador”.

El fariseo y el cobrador de impuestos invocan al mismo Dios. Lo importante es saber qué es lo que piensa Dios de ellos. Refiriéndose al cobrador de impuestos Jesús dice: “os digo que éste descendió a casa justificado”. Es decir, la fealdad de su alma se había convertido en belleza espiritual porque sus muchos pecados habían sido perdonados por su fe en Jesús. La fe en Jesús no pasa desapercibida a Dios.. Dice de él “El que se humilla será enaltecido”.

Por lo que respecta al fariseo tan orgulloso de su religiosidad, Jesús dice de él: “Cualquiera que se enaltece  será humillado”. Decirle a alguien que es un fariseo quiere decir que se le considera un hipócrita. El fariseo de la parábola subió al templo para exhibir su religiosidad. El Señor que conoce  la interioridad de su corazón no le da gato por liebre. Salió del templo con la fealdad del alma intensificada debido a pretender engañar a Dios. (Lucas 18: 9-14).

Octavi Pereña i Cortina