DOMINGO: REMEDIO PARA LA SOLEDAD
<b>Mil personas andando por un camino, mil soledades
andando juntas (proverbio hindú)</b>
Un reportaje titulado <i>Cuando el lunes es el mejor
día de la semana</i>, expresa de manera muy clara y documentado con
experiencias de afectados por la soledad y declaraciones de expertos en salud
mental, la trágica situación en que se encuentran muchas persona los fines de
semana cuando el viernes por la tarde abandonan el trabajo y no tienen que
reemprenderlo hasta el lunes.
<b>Javier Ricau</b>, autor del reportaje cita el testimonio de
<b>Peter</b>, hombre de 62 años “que tiene una vida laboral
atareada”. Para este hombre el sábado y el domingo son los peores días de la
semana. Como dice, queda atrapado “en un desierto emocional” del que no se
escapa hasta el lunes. Al contrario de lo que ocurre a muchas personas que el
lunes sufren el síndrome de fin de semana, para <b>Peter</b> el
lunes es el mejor día de la semana porque le toca volver a trabajar.
Una encuesta del periódico británico <i>The
Guardian</i> que hizo entre sus lectores “sorprende porque la mayoría de
las personas que respondieron confesaron que se sentían muy solas los sábados y
los domingos.
<b>Liz</b>, una mujer de 41 años que tiene un
buen empleo explica su experiencia de los fines de semana: “Entre semana soy
una persona feliz y satisfecha con lo que hago, el fin de semana me siento como
una paria solitaria”. Echa de menos a sus compañeros de trabajo con quienes
interactúa durante la semana y que tienen planes para el fin de semana “en
donde no hay lugar para una soltera”.
El siquiatra <b>Sergio Oliveros</b> dice que el
trabajo de <i>The Guardian</i> tiene mucho sentido si se tiene en
cuenta que se ha realizado en un país como Gran Bretaña: “<b>Theresa
May</b> creó en el 2018 una Secretaria de Estado para la soledad porque
consideró que era un problema de salud pública que podía afectar a más de la
quinta parte de la población británica y genera más morbididad cardiovascular que el tabaco, el alcohol o el
sedentarismo, como han demostrado
diversos estudios. Como un síndrome de
abstinencia a una substancia, en este caso el trabajo que ha mantenido intoxicado
al sujeto durante la semana laboral”. Las personas que afirman ser muy felices
de lunes a viernes y que pasan solas los sábados y domingos, “suelen divinizar
el trabajo y han convertido su entorno laboral en la única fuente de
gratificación”.
La divinización del trabajo como dice el siquiatra
<b>Sergio Oliveros</b> o convertirse en <i>adictos al
trabajo</i> como dicen los expertos en salud mental, por parte de quienes
viven solos los fines de semana, también de quienes tienen familia ya que
afecta negativamente las relaciones familiares.
El ser humano no puede ser feliz sin Dios, el Padre de
nuestro Señor Jesucristo. Los israelitas habiendo sido testigos del poder de
Dios manifestado en las plagas de Egipto y en la travesía en seco por el Mar
Rojo, ponen de manifiesto que la fe en el Todopoderoso era muy superficial. En
el momento en que dicen que no sabían que se había hecho de Moisés, que estaba
conversando con Dios en la cima del monte, convierten en un becerro de oro a
quien les había liberado de la esclavitud de Egipto y conducido a la libertad.
A pesar de su infidelidad, el Libertador
les da instrucciones que les guíen en el futuro a tomar decisiones
correctas. Los Diez Mandamientos resumen dichas instrucciones.
La primera orden que se lee en la tabla dice: “No tendrás
dioses ajenos delante de mí” (Éxodo 20: 3). Cualquier cosa que se interponga
entre Dios y el hombre es un dios que le está prohibido. La adoración a dioses
que no son Dios perjudica la salud espiritual y a la salud síquica del hombre.
Con el fin de abortar la tendencia idólatra Dios escribe este mandamiento que
tiene que ver con el trabajo: “Acuérdate del día de reposo para santificarlo.
Seis días trabajarás, y harás toda tu obra, mas el día séptimo es reposo para
el Señor tu Dios, no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu
siervo, ni tu sierva, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus
puertas. Porque en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y
todas las cosas que en él hay, y reposó
en el séptimo día, por tanto el Señor bendijo el día de reposo y la santificó”
(vv.8-11).
Un día de descanso semanal para dedicarlo exclusivamente al
Creador y Salvador es el antídoto que cura la adicción al trabajo, aporta
bienestar familiar y la salud del alma a quienes viven solos los fines de
semana.
El problema de la soledad que
<b>Theresa May vio tan grave hasta el punto de crear una
Secretaria de Estado para combatirla, su curación no costaría ni un euro a la
Sanidad Pública si los afectados decidiesen dedicar el domingo al Señor. Esto
significaría que durante los días laborables se miraría el trabajo con otros
ojos.
Octavi Pereña i Cortina
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