dilluns, 13 de febrer del 2017

NEHEMIAS 8:8
“Y leían en la Ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendían la lectura”
Un grupo de judíos deportados a Babilonia regresa a Jerusalén y se enfrasca en la reconstrucción de las murallas y el templo. Bajo la dirección de Esdras y el pueblo concentrado en la plaza se leyó el libro de la Ley de Dios y, “ponían el sentido, de modo que entendían la lectura”. Entender la Biblia es de capital importancia para las personas que quieren crecer en el conocimiento de Dios. Para ello es preciso que en las iglesias se encuentren personas dotadas por el Espíritu Santo para hacer comprender el significado dela Biblia a quienes se congregan para oír la palabra de Dios. Cristo ascendido a los cielos “dio dones a los hombres” (Efesios 4:8).  “Y El mismo constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra de ministerio para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (vv.11-13).
El ministerio cristiano no es de elección humana. Es el Señor quien escoge a las personas que deben desempeñarlo aun cuando lo hace por la instrumentalidad humana. La iglesia incipiente cuando se vio en la necesidad de llenar en el grupo de los apóstoles la vacante dejada por la muerte del traidor Judas, “orando dijeron: Tú Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido” (Hechos 1: 24).
La iglesia no es un partido político, ni una asociación sin ánimo de lucro que pueden elegir a la ligera las juntas directivas. La iglesia debe escoger a sus pastores y diáconos de manera muy seria porque tiene que ver con la gloria de Dios y la salvación de los pecadores.
La iglesia cuando se reúne para elegir a sus pastores debe tener muy claro que la finalidad de los elegidos es “perfeccionar a los santos, para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe  y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida y a estatura de la plenitud de Cristo”.
Desconozco si la iglesia en la que se congrega el lector se encuentra en el momento de tener que elegir pastor. Según los textos empleados en este comentario, el futuro de la iglesia depende de la idoneidad de las personas escogidas para gobernar a la iglesia. La elección de quienes deben instruir al pueblo para que entienda la palabra de Dios debe hace bajo la dirección del Espíritu Santo.


OSEAS 14: 9
“¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos del Señor son rectos, y los justos andarán por ellos, mas los rebeldes caerán en ellos”
¿Por qué hay tantas personas que cuando se refieren al Antiguo Testamento acusan  a Dios de injusto y cruel por ordenar la muerte de homosexuales, violadores del sábado, de hijos rebeldes…?  Porque estas personas no son salvas, no entienden, no son prudentes para saber.
Antes que nada se debe tener presente que para entender correctamente la Biblia, el intérprete debe poseer el Espíritu Santo. Sin su presencia al hombre le es totalmente imposible entender el pensamiento de Dios que debe ser analizado espiritualmente. Cuando se analiza el Antiguo Testamento con la ayuda del Espíritu Santo, se entiende que las órdenes aparentemente injustas y crueles que da Dios las da según su justicia sin mácula. Dios castiga a los pecadores según la gravedad de su pecado. No debe olvidarse que la justicia de Dios es perfecta  y que todos los hombres deben enfrentarse a ella en un momento u otro. De manera definitiva cuando deberá enfrentarse al tribunal de Cristo en el día final.
Volvamos al presente: “¿Quién es sabio para que entienda, y prudente para que lo sepa?” Quienes son sabios y entienden que los caminos del Señor son rectos, el texto nos dice que son los justos. Los justos, los que han sido salvados por la fe en Jesús  son los únicos capacitados para entender que las supuestas injusticias y crueldades de Dios son actos de su justicia. Los caminos del Señor son rectos y los justos andarán por ellos. Transitan por el camino estrecho que es Jesús que conduce al Padre y a la vida eterna.  Lo que preocupa a los justos no son los juicios de Dios, sino la rebeldía de los hombres que en su obcecación persisten en enfrentarse a Dios. Desconocen lo que es el arrepentimiento y la humildad para reconocer que son pecadores merecedores de oír la sentencia del Juez justo: CULPABLE.
Los juicios de Dios son justos y verdaderos. Cuando los rebeldes abran los ojos en el reino de la muerte descubrirán que lo que ellos consideraban injusticias y crueldades de Dios no lo eran. Lo descubrirán cuando será demasiado para arrepentirse.
Hoy es el día de la salvación. Todavía está abierta la puerta que está abierta para que el pecador ande por la fe por el camino estrecho que es Jesús que conduce a la vida eterna. Es una decisión que el rebelde no puede dejar para mañana porque es posible que el mañana no dé lugar al arrepentimiento.

           http://octaviperenyacortina22.blogspot.com


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