dilluns, 24 d’agost del 2015


NÚMEROS 33:55


“Y si no echáis a los moradores del país de delante de vosotros, sucederá que los que dejaréis de ellos serán por aguijones en vuestros ojos y por espinas en vuestros costados, y os afligirán sobre la tierra en que vosotros habitareis”

La Tierra Prometida que es alegoría del reino de Dios eterno, simbólicamente era el lugar en donde los israelitas encontrarían la paz que no habían disfrutado en Egipto. En el cielo no se encontrará nada inmundo. Los dioses que se hacen los hombres no habrá lugar para ellos en él. Canaan por lo que significaba tenía que ser un lugar santo. Por dicho motivo el mandato del Señor era que ninguno de sus habitantes debía permanecer en él  y debía desaparecer todo vestigio de paganismo. Desde la perspectiva pagana de nuestros días el mandato divino dado a los israelitas que debían exterminar a todos los moradores de la tierra que iban a ocupar les hace pensar en un Dios cruel. Pero Dios es un Dios justo que no permitió que los israelitas pudiesen entrar en la Tierra Prometida hasta que el vaso de la maldad de sus habitantes colmase y ya no hubiese posibilidad de hacer marcha atrás den su perversidad. Quienes acusan a Dios de cruel por ordenar la matanza de todos los moradores de Canaan son los mismos que hoy lo culpan de carente de amor por decir que existe un infierno en el que pasarán la eternidad quienes no creen en Él y no se hayan arrepentido de sus pecados.

En el cielo no se encontrará nada inmundo pero en la Tierra Prometida símbolo del Reino de Dios, la cosa no era así. En la Tierra Prometida símbolo del reino de Dios existía pecado como existe pecado en la iglesia terrenal. Tanto en el antiguo Israel como en la iglesia de hoy, justos y pecadores andan juntos y, como en el pasado, si no se echan fuera de la iglesia a los injustos su presencia en ella “serán como aguijones en nuestros ojos y por espinas a nuestros costados”. Ya se sabe que hoy junto con el trigo se encontrara la paja. Es inevitable esta mezcla pero ello no justifica que las iglesias no deben esforzarse en echar de su seno a  los impíos. Si no e actúa así, las iglesias no podrán ser sal ni luz en un mundo plagado de corrupción. Una iglesia que no resplandece entre las tinieblas espirituales es una iglesia que ha perdido su rumbo. Si no se arrepiente de su negligencia de no andar en santidad, que tanto le da ser frío o caliente, que permanece en la tibieza, le espera que el Señor la vomite de su boca. No es una buena consejera  permitir que la cizaña ande suelta en la iglesia haciendo estragos entre los fieles.


2 CORINTIOS 6:14


“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos, porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?”

Para el lector, ¿qué es la Biblia? ¿Es palabra de Dios desde la primera letra de Génesis hasta la última de Apocalipsis?, o cree lo que dicen algunos que contiene palabra de Dios entre un montón de textos que no lo son y que el lector debe intentar descubrir el trigo que hay en ella por medio su estudio crítico. En este caso, el lector crítico decide lo que es y no es palabra de Dios

El texto que comentamos, qué es para el lector? ¿Es autoritario porque es palabra de Dios? Si el lector pertenece al grupo de los críticos que tiene n potestad de decidir qué es trigo y que es paja, ¿qué piensa de 2 Corintios 6:14? Dada la manifiesta decadencia de la iglesia actual no nos queda la más mínima duda de que la mayoría de quienes se consideran cristianos pertenecen al sector crítico que se ha auto otorgado la capacidad de realizar la imposible tarea de separar el trigo de la paja.

El texto que comentamos es palabra de Dios como lo son todos los que tratan el tema del matrimonio. Con claridad meridiana la Biblia prohíbe los matrimonios mixtos: un creyente verdadero con uno no creyente o infiel. El no cumplimiento de este mandamiento produjo muchos perjuicios nacionales al antiguo Israel. Su incumplimiento los sigue produciendo en la iglesia de hoy  debido a que pastores, diáconos, maestros de catequesis no tienen claro la autoridad absoluta  que tienen textos como el mencionado. La falta de convencimiento lo diluyen con un vago: Si Jesús viviese hoy, ¿qué haría? Es manifiesta la respuesta que le harían decir: Libertad de decisión. Si se aman ¿qué importe si el futuro conyugue del creyente lo sea o no?

Aquí nace una pregunta: ¿Está la iglesia legitimada para celebrar dichos enlaces matrimoniales? Según al Biblia en general NO. Según el texto que comentamos NO. Dada la permisividad actual que permite que la luz mantenga comunión con las tinieblas es preciso que se produzca un arrepentimiento colectivo con la confesión de los pecados y el firme propósito de enmienda. En general la iglesia mantiene un yugo desigual con los incrédulos y mantiene compañerismo entre la justicia y la injusticia. La iglesia además de creer en Jesús como Salvador debe crecer que también es su Señor. Debe decidir a quien sirve: a Dios o a Satanás 

                                  Octaviperenyacortina22.blogspot.com

 


 

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