PROVERBIOS 24:30-34
“Pasé junto al campo del hombre
perezoso, y junto a la viña del hombre falto de entendimiento…”
La pereza es el enemigo número uno de la prosperidad. Sin esfuerzo no
se consigue nada provechoso. El resultado de la pereza en la agricultura el
autor del texto lo describe a la perfección al escribir: “Y he aquí por toda
ella habían crecido los espinos, ortigas habían cubierto ya su faz, y su cerca
de piedra estaba destruida” (v.31). La descripción de la viña del hombre
perezoso manifiesta desolación y fealdad. Por propio conocimiento tenemos
constancia de lo desagradable que es a la vista ver el deterioro que presentan
campos antaño fértiles y de buen ver, hoy por diversas causas, abandonados y
presentando un aspecto como el que describe el texto que comentamos.
Proverbios es un libro que de manera muy especial trata de la sabiduría
en su sentido espiritual. El texto de la viña del hombre perezoso quiere
también transmitirnos una enseñanza espiritual. La iglesia es la viña del
Señor. A diferencia del hombre perezoso de Proverbios el Señor es muy diligente
a la hora de conservarla en buenas condiciones: “La había cercado y
despedregado y plantada de vides escogidas, había edificado en medio de ella
una torre, y hecho también en ella un lagar, y esperaba que diese uvas, y dio
uvas silvestres” (Isaías 5:2). El Viñador divino se lamenta: “¿Qué más
se podía hacer a mi viña que yo no haya hecho por ella?¿Cómo esperando que
diese uvas , ha dado uvas silvestres?” (v.4). Las vides de la parábola no
son plantas, son personas que representan al pueblo de Israel apóstata. Dios
envía profetas a Israel para decirles
que si no se arrepienten serán destruidos por Nabucodonosor el rey de Babilonia
que dejará desierta la viña del Señor.
La historia se repite des de Adán hasta nuestros días. El Señor no se ha cansado de enviar a sus
siervos anunciando un mensaje de arrepentimiento para que la viña que es su
iglesia no sea destruida. Pero los llamados cristianos han hecho y hacen oídos
sordos al mensaje que Dios transmite por medio de sus siervos. Nuestro tiempo
se caracteriza por una crisis acompañada de una
profunda crisis espiritual. La cizaña y los espinos ahogan la espiritualidad que le debería
caracterizar. Desolación y fealdad se extienden por doquier. La fealdad que
representa la cizaña y los espinos, que son las falsas doctrinas que se
predican, se pretende cubrirlas con una
capa de barniz haciendo obras que mejoren la estética de los
edificios, pero la cizaña y los espinos siguen afeando la viña del Señor.
¿Atenderemos a los siervos que el Señor envía tan amorosamente para que nos
arrepintamos y abandonemos nuestra rebeldía y nos volvamos a Él para que
desbroce a su viña?
1 JUAN 1:7
“Y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo
pecado”
¿Quién es la persona a la que la sangre de Jesucristo la “limpia de
todo pecado? El contexto nos dice quien es esta persona privilegiada cuyos
pecados le han sido perdonados. Nos dice: “Dios es luz y en Él no hay
ningunas tinieblas”. Ahora es cuando debemos prestar mucha atención: “Si
decimos que tenemos comunión con Él, y andamos en tinieblas, mentimos y no
practicamos la verdad” (v.6). Se puede especular sobre lo que es tinieblas.
Todo lo que sea contrario a los Diez Mandamientos o al resumen que Jesús hace
de la Ley: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón” …y “amarás
al prójimo como a ti mismo” (Mateo 22: 33,39), es caminar en tinieblas. A
los tales la sangre de Jesucristo no los limpia de sus pecados. “Si andamos
en luz, como Él está en luz” porque reconocemos nuestro pecado y se lo
confesamos a El y nos esforzamos en vivir en la luz con la ayuda del Espíritu
Santo, entonces sí que la sangre de
Jesucristo nos limpia de todo pecado. Es una promesa de Dios que nos asegura
que todos los que viven en la luz todos sus pecados han sido borrados por la
sangre que Jesús vertió en el Gólgota. La promesa del Señor es vida eterna para
todos aquellos que creen en Él.
Con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebró en
Brasil el pasado julio de 2013, las personas que siguieron por Internet los
eventos del viaje papal podrán participar de la indulgencia papal y recibirán
un acortamiento de su estancia en el Purgatorio después de que sus pecados
hayan sido perdonados por un sacerdote. Con la doctrina del Purgatorio se pone
en duda que la confesión auricular pueda realmente perdonar pecados. Si la
confesión auricular no es convincente, porque deja pecados sin perdonar ¿quién
nos garantiza que los largos años sufriendo tormentos parecidos a los del
Infierno servirán para eliminar cualquier resto de pecado que la confesión
auricular no haya conseguido?
Jesucristo es el único camino que lleva a Dios y a la vida eterna. No
se puede elegir otro sendero que no existe. Si el lector quiere eliminar sus
dudas sobre su salvación sólo lo conseguirá creyendo en Jesús como a su
Salvador personal y haciendo creíble su fe caminando en la luz de Dios. A Dios
no se le puede engañar porque conoce lo
que hay escondido en las profundidades del corazón.
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