DIA DE LA REFORMA
<b>El Día de la Reforma no debe ser un día más en el
calendario que nos recuerda vagamente su significado. Debe ser el despertador
que nos abra los ojos para ver que sin Dios es imposible la renovación
espiritual necesaria para salir de la crisis de valores que nos
arruina</b>
La reforma religiosa que inició Martín Lutero no fue un
hecho aislado de un loco visionario. Antes de Lutero, en Florencia apareció el
monje Girolamo Savoranola que murió en la hoguera. Su pecado fue predicar contra
la corrupción papal y de los Médicis. En Inglaterra surgió Wycliffee y en
Bohemia Huss, ambos juzgados por herejes y condenados a muerte. En Europa
hervía un caldo de cultivo que reclamaba con urgencia y a gritos la reforma de
la Iglesia.
En el año 1506 el papa Julio II hizo derribar la deteriorada
basílica de San Pedro para erigir un edificio majestuoso. Promulgó una
indulgencia para recaudar fondos para su construcción. El papa León X, el 31 de
marzo de 1515 extendió una bula que permitía la predicación de la indulgencia
en diversos parajes de Alemania para destinar la recaudación a la construcción
de la nueva basílica de San Pedro.
En el año 1510 Martín Lutero fue enviado a Roma para tratar
asuntos de la orden. Lutero se escandalizó en ver la corrupción que había en
los lugares considerados santos. Subió de rodillas la <i>escalera
santa</i> que se decía fue transportada por ángeles de Jerusalén a Roma,
diciendo un Padrenuestro en cada escalón. De súbito le vino a la memoria la
declaración del profeta Habacuc que dice: “El justo vivirá por su fe” (2:4). Se
dio cuenta que todas aquella penitencias y plegarias no valían nada. En el año
1512 recibió el título de Doctor en Sagrada Escritura que le otorgó la
universidad de Erfurt. Poco después aceptó enseñar Teología en la recién
fundada universidad de Wittemberg. Pronto se dio cuenta que era imposible
reconciliar los principios doctrinales de la teología antigua con el
descubrimiento liberador de que “el justo vivirá por su fe”. Así transcurrieron
cinco años de fuertes conflictos internos.
En el año 1517 llega a los alrededores de Wittemberg el
monje Juan Tetzel predicando la indulgencia extendida por león X, afirmando que
cuando sonaba el clinc de una moneda cayendo dentro de la caja una alma era
liberada del Purgatorio. Esto fue la gota que hizo verter el vaso. Lutero no
pudo seguir manteniendo en secreto la fe que había recibido de la lectura de la
Biblia. El 31 de octubre clavó en la puerta de la iglesia de Wittemberg
las 95 tesis. Eran temas de discusión para
conseguir la renovación de la Iglesia corrupta. Esta fecha se conoce en el
mundo evangélico como el Día de la Reforma.
No fue fácil la consolidación de la nueva fe. Estallaron
guerras que produjeron muchos desastres y sufrimientos. La interpretación errónea
de las Escrituras hizo explotar la revuelta de los campesinos contra sus
señores. Es cierto que la consecuencia lógica de la libertad que el ser humano
adquiere en Cristo aleja el miedo al hombre. Aún cuando los opresores sigan
esclavizando a los oprimidos, éstos no deben tomarse la justicia en sus manos.
Los cristianos se refugian en el Señor que les da la fuerza para no desfallecer
ante los tiranos. La simiente del Evangelio se extiende y en el momento
oportuno da fruto, a treinta, a sesenta, a cien.
La expansión del Evangelio por Europa no fue nada fácil.
Roma no quería perder el dominio sobre la población. Muchos evangélicos,
luteranos se les llamaba en aquella época, decidieron abandonar Europa y buscar
la libertad religiosa en las colonias americanas que tenía Inglaterra. La
llegada de emigrantes ingleses, llamados <i>peregrinos</i> a bordo
del Mayflower en tierras americanas en el año 1620 en lo que hoy es
Massachussets está bien documentada. Estos
<i>peregrinos</i> constituyeron el embrión de las que serían las
trece colonias que fueron los cimientos de lo que hoy es Estados Unidos. Los
padres de la Constitución americana fueron fervientes cristianos que ponían a
Dios y a su Palabra delante de todo.
La democracia americana con el paso del tiempo se ha ido
devaluando porque el espíritu cristiano de sus fundadores se ha ido diluyendo
al mezclarse con las filosofías anticristianas ambientales. De manera semejante
a los antiguos israelitas que mezclaban la fe en el Dios que los había liberado
de la esclavitud egipcia adoptando como propios a los dioses de los pueblos que
tenían prohibido mezclarse con ellos, perdieron el favor de Dios, cayendo bajo
la tiranía de dichos pueblos. Estados Unidos ha dejado de ser la democracia que
ensalzaba Tocqueville, dejando de ser un modelo parea el resto del mundo.
Las iglesias evangélicas recuerdan el 31 de octubre como el
Día de la Reforma. Dicha celebración
debería recordarnos que la libertad política va asociada a la obediencia
a Dios y a su Palabra. Si España quiere consolidarse en la justicia y la
libertad que son imprescindibles para la prosperidad, sólo podrá hacerlo si sus
ciudadanos son libres y justos. La justicia y la libertad son un regalo de Dios
que se obtiene gracias a la obediencia a Dios y a su Palabra. Es preciso
recuperar el lema “el justo vivirá por su fe”,que la Iglesia con el instrumento
de la Inquisición se encargó de hacerlo desaparecer del suelo patrio porque no
quería que los españoles se uniesen a los europeos para alcanzar la libertad que Cristo otorga a
quienes confían plenamente en Él.
Octavi Pereña i Cortina
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