¿QUÉ ES EL HOMBRE?
Todos somos el material con el que Satanás puede
trabajar.
El editorial de La Mañana
(24/06/2024) se cierra con estas palabras: “Según la Media Luna Roja, que
difundió estas imágenes, los israelitas impidieron que los equipos de la
organización prestasen los primeros auxilios a esta persona. Ya son demasiados
ejemplos de vulneración de los más elementales derechos humanos. Incluso las
guerras tienen normas”. Una universidad de Estados Unidos ha colgado en sus
instalaciones grandes carteles con el texto de los Diez Mandamientos. Tanto las
normas de la guerra como el texto del Decálogo son papel mojado a la hora de
prevenir la violencia porque el hombre es un lobo para el hombre. Porque la
moral y la ética no se encuentran en la mente sino en la conciencia. Si la Ley
de Dios no ha sido grabada en el corazón, el espíritu de lobo depredador
conserva toda su fortaleza aunque se le maquille con apariencia de bondad.
Según declaración de los Mossos, la policía catalana, el uso de armas de alta
gama crece entre las bandas criminales. La criminalidad crece. Sin el uso de armas
se multiplican los robos de cable de cobre, una media de dos cada día en las
comarcas leridanas, con todos los inconvenientes que generan en la ciudadanía.
Los delincuentes no aman a su prójimo como a sí mismos. Les importa un bledo el
bienestar de los ciudadanos.
Dai Sijie novelista y director de cine dice: “En la vida he visto cosas muy crueles
y concluyo que no entiendo nada del ser humano, soy incapaz de definirlo”. El
interrogante que plantea el cineasta, al
que no le encuentra respuesta, el salmista la da cuando escribe: “Cuando veo
tus cielos, obra de tus dedos, y la luna y las estrellas que tú formaste, digo:
¿Qué es el hombre, para que tú tengas memora de él, y el hijo del hombre para
que le visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, le coronaste de gloria
y de honra, le hiciste señorear sobre las obras de tus manos, todo lo pusiste
debajo de sus pies: Ovejas, bueyes, todo ello, y asimismo las bestias del
campo, las aves de los cielos y los peces del mar, todo cuanto pasa por los
senderos del mar. ¡Oh Señor, Señor nuestro, cuán grande es tu Nombre en toda la
tierra!” (Salmo 8: 3-9).
El salmista nos
transporta a los tres primeros capítulos de Génesis que desgraciadamente son
muchos que los consideran fábula. Si no se acepta que estos textos son historia
verdadera, es imposible que se llegue a entender qué es el hombre. Se es
analfabeto respecto a lo que significa ser humano. Es imposible decir que
estamos inmunes al virus del horror que se hace cada vez más virulento y
mortífero si no entendemos que somos material adecuado para que Satanás que es
padre de mentira y homicida des del principio (Juan 8: 4), nos utilice para
cometer los crímenes horrendos que los medios de comunicación se encargan de
introducir en nuestros hogares para que tengamos miedo. ¿Por qué los actos más
viles y horrorosos puedan cometerlos personas que consideramos buenas? “He
aquí, solamente esto he hallado: Que Dios hizo recto al hombre, pero ellos
buscaron muchas perversiones” (Eclesiastés 8: 29). ¿Por qué se comporta de esta
manera? Hoy crecen como hongos “influencers” que modelan el comportamiento
humano, siendo incapaces de erradicar el instinto de lobo depredador que
llevamos dentro. La razón de esta impotencia Jesús la desvela cuando trata la
hipocresía de los fariseos “influencers” religiosos. Los discípulos transmiten
a Jesús el malestar que produjo en los fariseos, los responsables de proteger
la moral pública la reprimenda que el
Señor les impartió. Esta reacción motivó que Jesús les respondiese: “Toda
planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada. Dejadlos, son
ciegos guías de ciegos, y si el ciego guía al ciego, ambos caerán en el hoyo”
(Mateo 15: 13, 14). Descubrir la causa de la maldad humana no se hará si se
confía en los sabios humanos que se conocen como “influencers”. Estos
sabelotodo que modelan a la sociedad se comportan como ciegos que guían a
ciegos. Ambos caen en el hoyo.
Los “influencers”
tendrían que reconocer que son ciegos como lo hizo el invidente Bartimeo que
gritaba: “Jesús ten misericordia de mí”. El Señor e pegunta: “¿Qué quieres que
haga por ti? El suplicante les responde. “Maestro que recobre la vista”. Jesús
le dijo: “Vete, tu fe te ha salvado. Y enseguida recobró la vista” (Marcos 10:
46-52). Olvidémonos de los “influencers” sociales para que sigan con su tarea
desinformativa. Centrémonos en los “influencers” religiosos que creyéndose
poseedores de la Verdad absoluta son más ciegos que Bartimeo por ser ciegos
espirituales por ignorar la verdad que imparte la Biblia. Al no querer
reconocer su ceguera siguen inmersos en profundas tinieblas espirituales, por
lo que no pueden gritar: “Señor, ten misericordia de nosotros”, Es por esto que
Jesús no les puede preguntar: “¿Qué queréis que haga por vosotros?”
¿Qué es necesario que el
hombre haga para dejar de cometer las vilezas que hace? Empezaré con los
“influencers” religiosos a que reconozcan su ceguera espiritual y griten con
fuerza: “Señor Jesús ten misericordia de nosotros” ¿Qué queréis que haga por
vosotros?, les dirá Cristo. Responderán los ciegos religiosos: “Que veamos”. Al
instante recuperarán la visión spiritual y dejarán de considera fábula los tres
primeros capítulos de Génesis. Los considerarán historia. Ahora reconocerán que
Dios hizo bueno al hombre y que éste por su desobediencia se ha convertido en la mala pieza que es. Ya
en vida de Adán se vieron los primeros frutos del pecado. Caín no tuvo reparos
en asesinar a su hermano Abel por motivos religiosos. Así será hasta el final
del tiempo. Ahora bien, los “influencers” religiosos que hayan abierto los ojos
a la verdad de la Biblia podrán contribuir a que candidatos a la condenación
eterna pasen de muerte a vida eterna al anunciar el perdón de Dios por la fe en
Jesucristo.
Octavi Pereña Cortina
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