dissabte, 25 de maig del 2024

 

MES DE MARÍA

La virgen María es una de las piezas clave para la recuperación del paraíso perdido

La virgen María  es una de las piezas clave del proyecto diseñado por Dios antes de la creación del universo para salvación  de su pueblo. En Génesis se habla de la “simiente de la mujer” como siendo una sola quien aplastará la cabeza de la serpiente. Es el primer anuncio del Mesías que tenía que venir para la salvación del pueblo de Dios. (Génesis 3: 15). El profeta Isaías limita en una  mujer concreta: “He aquí que la  virgen concebirá, y dará luz un hijo, y llamará su nombre Emmanuel” (Isaías 9: 14). Sabemos que Emmanuel será descendiente del rey David y la madre de este Hijo se reduce a una sola cuando el ángel Gabriel la limita a una concreta cuando se presenta ante “una virgen desposada con un varón que se llamaba José de la casa de David” (Lucas 1: 27). “Y entrando el ángel en donde ella estaba, le dijo: ¡Salve muy favorecida! El Señor es contigo, bendita tú entre las mujeres” (v. 28). El ángel transmite a la virgen el mensaje que Dios quería darle: “Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un Hijo, y llamarás su Nombre Jesús. Éste será grande, y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David su padre, y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin” (vv, 31-33).

María acepta el encargo que Dios le hace llegar por medio del ángel Gabriel: “Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor, hágase conmigo conforme a tu palabra” (v. 38).

La descripción que el evangelista Lucas hace de María no da lugar a la extravagante interpretación que hace la Iglesia Católica. Juan Omella, arzobispo de Barcelona, en su escrito, “Santa María, testimonio fe” hace un elogio desmesurado de María que no encaja con lo que el texto sigue diciendo. Si el purpurado se limitase a comentar lo que dice el texto sagrado que por haber sido inspirado por el Espíritu Santo no escribiría las sandeces que dice en su escrito. Se deja guiar por la Tradición católica que al no ser palabra de Dios lo es de los hombres.

El saludo con el que el ángel se presenta ante María: ¡Salve muy favorecida! El Señor es contigo, bendita tú entre las mujeres” no da lugar a los edulcorados elogios con los que quiere ensalzar a María y más cuando  la virgen dice de sí misma: “Engrandece mi alma al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. Porque ha mirado la bajeza de su sierva, pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones. Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso, Santo es su Nombre”  (vv. 46-49).

A pesar que la Biblia católica se refiera como “llena de gracia, el contexto inmediato el contexto inmediato no nos permite interpretarlo como que la virgen esté “exenta de pecado”, ni “asunta al cielo en cuerpo y alma al final de su vida aquí en la tierra”. Ni que Jesús colgando en la cruz, al dirigirse a su madre le dijese: “Mujer, he aquí tu hijo” y volviéndose al apóstol Juan: “He aquí tu madre” (Juan 19: 26, 27), no da lugar a considerar que María es la madre espiritual de todos los creyentes y que se la considere intercesora ante su Hijo. A medida que la pendiente se hace más inclinada, los disparates se hacen más estrafalarios: “por esto es necesario que dirijamos nuestra mirada y nuestra plegaria en María. Pidiéndole que nos acompañe en nuestro “peregrinaje por esta vida camino hacia el cielo” con la fe firme y serena, en medio de las dificultades”.

El purpurado, me imagino que con la ayuda de un candil,  en su peregrinaje hacia el cielo, encuentra una valiosa perla, cuando escribe: “Los cristianos, de manera especial estamos destinados a conocer y amar a María, como la primera y más grande discípula de Jesús, y nuestra principal intercesora ante Dios”. Jesús dice, no María: “Venid a mí todos los que estáis cargados y trabajados, y yo os hare descansar, llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil y ligera mi carga” (Mateo 11: 28-30). Jesús dijo, no, María: “Yo soy el camino y la verdad y la vida: Nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14: 6). El dicho: “A Jesús por María”, es herejía.

El apóstol Pedro que para los católicos fue el primer papa y que sus seguidores en el papado se sientan en su silla, no obedecen la enseñanza que el apóstol impartió cuando ante el Sanedrín se le prohibió enseñar en el Nombre de Jesús. He aquí la lección magistral que impartió. “Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro Nombre  bajo el cielo dado a los hombres en  que podamos ser salvos” (Hechos 4: 11, 12).

Octavi Pereña Cortina

 

LUCAS 19: 2-4

“Y Zaqueo …procuraba ver quien era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura”

La fama de Jesús se extendía como reguero de pólvora. Atraía multitudes. Muchos de sus “fans” iban tras de Él para sacar tajada: Los alimentaba, curaba sus enfermedades. Los hosannas que entonaban a su paso no le hacían perder la cabeza ya que no se fiaba de ellos porque sabía lo que había en sus corazones. Lo secreto salió a la luz cuando después de alimentar a una multitud, Jesús entendió “que iban a venir  para apoderarse de Él y hacerle rey” (Juan 6: 15). Pero no todos sus seguidores eran unos aprovechados. Le seguían porque le amaban.

Zaqueo que era jefe de los cobradores de impuestos. Al oír que Jesús andaba cerca abandonó el lugar donde cobraba los impuestos  porque quería ver a Jesús. Había oído hablar de Él, pero no le había visto nunca. Por el contexto sabemos que el deseo de Zaqueo de ver a Jesús era sincero. Era tan profundo el interés de Zaqueo de ver a Jesús que se puso de manifiesto cuando por ser pequeño de estatura la multitud no le permitía verle. Ni corto ni perezoso se avanzó al paso de la comitiva  que seguía al Señor para subirse en un árbol. Jesús llega donde Zaqueo estaba, se detiene y mirando hacia arriba, le dijo: “Zaqueo date prisa, desciende, porque hoy es necesario que me hospede en tu casa” (v. 5). Zaqueo no es un número. Es una persona concreta a la que Jesús llama por su nombre. Jesús a todos los que de verdad se interesan por Él, los saca del anonimato de la multitud. Los llama por su nombre.

Date prisa Zaqueo, es necesario que me hospede en tu casa. El texto no lo explicita, pero los que murmuraban contra Jesús  por haber ido a hospedarse en casa de un hombre pecador, bien seguro que fueron los sacerdotes y los fariseos que eran los mandamases en la lucha para desprestigiar a Jesús. Los murmullos sirven para esclarecer quien es Zaqueo. Jesús lo deja bien claro cuando dice: “Hoy ha venido  la salvación a esta casa, por cuanto él  también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido” (vv. 9, 10).

Los fariseos eran aquellos religiosos que cuando iban al templo se colocaban en un lugar bien visible para decirle a Dios que no eran como aquel despreciado cobrador de impuestos que  en un rincón del templo, apartado de las miradas de los asistentes confesaba sus pecados a Dios. Jesús cuando llamó a Mateo, otro cobrador de impuestos, dijo. “Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos…Porque no he venido a llamar, a justos, sino a pecadores al arrepentimiento” (Mateo 9: 12, 13).

Si el lector es un pecador despreciado por las ratas de sacristía, no te preocupes, cuidará de ti como lo hizo con Zaqueo, Mateo y a todos los pecadores que acuden a Él.


 

GENESIS 35: 1

“Dijo Dios a Jacob: levántate y sube a Bet-el, y quédate allí, y haz un altar al Dios que se te apareció cuando huías de tu hermano Esaú”

Debido el tema de la primogenitura Jacob tuvo que abandonar su casa para dirigirse a Padan-aran de donde procedía su madre rebeca. Pernocta en Bet-el y en sueños Dios le habla: “No te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho” (Génesis 28: 15). El fugitivo llega a la casa de la familia de su madre. Se casa con Lea y su hermana Raquel. Al cabo de unos años no exentos de dificultades emprende el regreso a la casa de sus padres. En el trayecto Dios le dice lo que está escrito en el texto que sirve de meditación en este comentario. Antes de llegar a Bet-el Jacob pernocta en Peniel en donde tuvo un encentro con el Señor  que acabó con su conversión  a Dios. (32:22-30). En Peniel Jacob nació de nuevo y comenzó a caminar en novedad de vida. En Padan-aran prevalecía la idolatría. Ahora que es una nueva criatura no puede seguir con esta práctica abominable al Señor. Dice a su familia: “Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, limpiaos, y mudad vuestros vestidos” (35: 2).

Al inicio de mi vida como cristiano festejaba con quien sería mi esposa. Creo que fue un día de Corpus. Como de costumbre contemplamos el paso  de la procesión. Al pasar el Santísimo donde nos encontrábamos los espectadores se arrodillaban ante su paso. No pude resistirme e hice lo mismo. La acción me hizo sentir terriblemente apesadumbrado.  Después de aquel incidente no he vuelto a inclinarme nunca ante una imagen. El Espíritu Santo me ha enseñado la lección.

Llegado a Bet-el Jacob “hizo un altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia, y ha estado conmigo en el camino que he andado” (v. 3).

A partir de la muerte y resurrección de Jesús se acaban los santuarios a los que tenían que acudir los fieles para adorar a Dios. Incluso el templo en Jerusalén que fue el lugar escogido por Dios, símbolo de su presencia entre su pueblo. Su desaparición la anuncia Jesús en la conversación que mantiene con la samaritana. La mujer le dice a Jesús: “Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar” (Juan 4: 20). Jesús le responde: “Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre…Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre es espíritu y en verdad, porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren” (Juan 4: 21, 23, 24).

Un motivo convincente para este cambio, además del hecho de que Dios es omnipresente, el creyente en Cristo se ha convertido, como dice el apóstol Pablo: “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”               (1 Corintios 3: 16). Allí en donde se encuentre el creyente en Cristo de manera especial está el Señor.

 

diumenge, 19 de maig del 2024

 

JUAN 19: 10

“Entonces le dijo Pilato: ¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para crucificarte, y que tengo autoridad para soltarte?

¿Dónde radica la soberanía de los pueblos? ¿En el pueblo? ¿En la aristocracia? ¿En la monarquía? La respuesta la encontramos en la parodia judicial a la que se sometió Jesús. Pilato preguntó a Jesús: “¿De dónde eres tú?” Jesús no le respondió. Pilato creyendo ser un todopoderoso por ser el representante de Roma en Judea, le dice a Jesús las palabras que encabezan este comentario. Es entonces cuando Jesús abre la boca para decirle donde reside la autoridad: “Ninguna autoridad tendrías contra mí, si no te fuese dada desde arriba, por tanto el que a ti me ha entregado, mayor pecado tiene” v. 11). Con estas palabras Jesús certifica que tanto la autoridad del Sanedrín que le juzgó y condenó injustamente durante una  parodia de juicio amparado en nocturnidad y alevosía, reconoce que las autoridades por malvadas que sean han sido puestas por Dios para que hagan su voluntad, lo cual no quita la responsabilidad delos jueces que juzgan injustamente. Todo el curso de la Historia se ha ido desarrollando según los planes de Dios elaborados desde antes de la creación del universo para  que cumplan  en el momento establecido por Dios. La razón no lo entiende, pero la fe en el Señor reconoce que es así.

La Iglesia durante los siglos de oscurantismo enseñaba que los judíos habían matado a Jesús. Durante la Pascua enseñaban a los niños que hiciesen ruido con matracas  a la vez que pronunciaban sentencias antisemitas. Es cierto que las autoridades religiosas judías y las romanas fueron los autores materiales de la  cruel muerte a que se sometió Jesús. Las palabras que escribe el apóstol Pedro desvelan quién fue el verdadero causante de la muerte de Jesús: “Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros” (1 Pedro1: 18-20).

Como muy bien escribe el apóstol Pablo: “Sométase toda  persona a las autoridades superiores, porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas” (Romanos 13: 1). Pueden sorprendernos las palabras del apóstol. Puede que no las entendamos, pero certifican que Dios no ha abdicado de ser el Rey absoluto de la creación y que nada sucede sin su complacencia. Como demuestra la farsa del juicio contra Jesús, tanto las autoridades religiosas judías como las laicas romanas, ignorándolo, con sus actos perversos  estaban ejecutando la voluntad de Dios. Mucho nos duelen las injusticias de la justicia humana. Sabiendo que actúan como brazos ejecutores de la justicia divina, sólo podemos decir: Señor, hágase tu voluntad.


 

GÉNESIS 50: 19

“Y José les dijo: No tengáis miedo, ¿Es que estoy en el lugar de Dios?

La ley del Talión dice: “Ojo por ojo y diente por diente. No es una ley que legalice la venganza sino para mesurar la acción de la Justicia. Las sentencies que dicten los jueces tienen que ser proporcionadas a los delitos. Según la Biblia las únicas personas autorizadas para administrar justicia son los jueces instituidos por Dios por medio de las autoridades instituidas por los hombres. Los jueces humanamente instituidos tienen que reconocer que lo son por decisión divina. Ejercen, pues, una autoridad delegada y que cuando se sienten en el salón de justicia tienen que recordar quien les ha puesto en el lugar tan delicado en que  se encuentran, como lo es la administración de justicia. A su debido tiempo tendrán que responder a cómo han administrado justicia.

José, desde el punto de vista humano tenían motivos más que  suficientes para vengarse de sus hermanos que motivados por el odio que sentían por él le habían vendido como esclavo a unos mercaderes ismaelitas que a su vez le revendieron a Potifar, funcionario de Faraón. Los hermanos de José a su vez engañaron a su padre haciéndole creer que una bestia salvaje había descuartizado a su hijo. Antes de que José se convirtiese en visir de Faraón pasó unos diez años  de esclavitud muy dura.

Después de una serie de circunstancias controladas por Dios para que Egipto y las naciones vecinas no pereciesen de hambre, Jacob padre de José, sus hermanos y familiares se instalaron en Egipto. Jacob ya anciano falleció como les ocurre a todos los seres humanos. El texto que comentamos tiene que ver con la muerte de Jacob. Fallecido el patriarca sus hermanos se dijeron entre ellos: “Quizás nos aborrecerá José, y nos dará el pago de todo el mal que le hicimos” (v. 15). Es ahora cuando José da a sus hermanos la respuesta que comentamos. Como nos encontramos inmersos en un mundo contaminado por el pecado las relaciones humanas siempre son más o menos complicadas. Con mucha frecuencia son injustas. Podemos llegar a comprender pero jamás justificar el machismo de un hombre que para hacer sufrir  a su mujer mata a los hijos ante ella, luego lo hace con ella y al final se suicida. Este no es un caso muy frecuente, pero se da. Si es frecuente que unos hermanos no se hablen por cuestión de la herencia. Son muchas las personas que guardan rencor debido a una injusticia recibida. Quienes ocupan el lugar de Dios quieren hacer justicia en quienes le han perjudicado. Quien quiere administrar justicia sin ser juez reconocido por Dios.  El odio que guarda en el corazón se convierte en un boomerang que se vuelve contra él y le hace añicos. ¡Cuántas dolencias mentales no se padecen por permitir que el odio anide en el corazón!

 

SE BUSAN LÍDERES

Encontrar un líder en quien confiar es como buscar una aguja en un pajar, es muy difícil hallarla.

Reproduzco el título que Albert Gimeno le da a su escrito que comienza así: “Uno de los grandes problemas que tenemos en Cataluña –añado España, Europa, el mundo entero- es el del liderazgo. Faltan líderes de verdad de las modalidades que a ustedes se les ocurran: Políticos, empresarios, el mundo de los deportes, en la sociedad en general”. Si los líderes que hoy ejercen liderazgo, ¿cómo es que son tan incompetentes? Muchos de ellos han pasado por los mejores centros educativos. ¿Cómo es posible que no hayan aprendido a ser líderes eficientes? La causa se debe a que en los centros de enseñanza superior solamente enseñan las técnicas de cómo se tienen que hacer las cosas, pero no educan para ser personas de moral contrastada. Parodiando la frase atribuida al filósofo Diógenes que dijo cuándo el rey Alejandro el Grande le preguntó por qué iba con un candil encendido por la calle cuando brillaba un sol espléndido. El sabio respondió: “Busco un hombre”. Antes de buscar líderes de fiar se tienen que encontrar personas de moral irreductible. Si estas personas no se encuentran, los políticos son lo que son. No dan la talla. A ello se debe que los políticos desprestigien la política.

¿Existe alguna escuela que enseñe a los alumnos a ser personas de moral a prueba de bombas? Sí existe. Tal vez el lector piense que me refiero a una escuela regentada por una confesión cristiana.  En parte tiene razón. La escuela a que me refiero es aquella en la que el Maestro es el mismo Dios. El único requisito necesario para poder matricularse en este centro educativo tan peculiar en donde se forman personas íntegras, es que hayan sido selladas con el Espíritu Santo y haber nacido de nuevo como hijo de Dios. Tan pronto como el Espíritu Santo sella al alumno como hijo de Dios, comienza el aprendizaje, que en algunos casos, conducirá a los alumnos a ser líderes.

José, hijo de Jacob es el modelo que nos enseña cómo funciona la escuela de Dios en donde se forman las personas íntegras. Vayamos a José y examinemos el proceso educativo al que fue sometido. A los 17 años comienza su historia pública. Tiene dos sueños que significan que tanto sus padres como sus hermanos se inclinarán ante él en señal de sometimiento. El adolescente no guarda para sí los sueños y su significado. Los comparte con los implicados lo cual crea en sus hermanos odio hacia él. A los 17 años José en un “niño en la fe” que todavía no se ha despojado del orgullo que le hace creer que es superior a sus padres y hermanos.

A los hermanos se les presenta la oportunidad de deshacerse del soñador sin despertar sospechas, el día en que Jacob envía a José a ver como se encuentran sus hermanos que están pastoreando el ganado. Al ver que José se acerca, sus hermanos maquinan el maquiavélico plan de venderlo como esclavo a unos mercaderes ismaelitas que se acercan. Con el fin de engañar a su padre, sus hijos manchan la túnica que han arrebatado a José con la sangre de una oveja sacrificada haciéndole creer a Jacob que una bestia salvaje a descuartizado a José.

Los mercaderes llegan a Egipto y venden a José a Potifar, funcionario del Faraón. En el dolor “el Señor estaba con José” (Génesis 32: 2). La mujer de Potifar se encaprichó de él e intentó seducirlo. José la rechazó. La dueña al sentirse menospreciada, al llegar su marido acusó a José de haber intentado violarla. El joven fue a parar directamente a la cárcel. Pero “el Señor era con él” (v. 41).

Dos funcionarios del Faraón son enchironados. Una noche ambos sueñan algo que les preocupa. Por la mañana José los ve preocupados y les pregunta la causa de su tristeza. Le cuentan sus sueños. José los interpreta y la interpretación su cumple. Al copero se le restituye al servicio en la casa del Faraón. Pero se olvida de José.

Transcurridos  dos años, el Faraón tiene dos sueños que le perturban. Consulta a los magos que no saben desvelarlos. Es entonces cuando el copero se acuerda de José. Explica al Faraón su experiencia en la cárcel. Deprisa y corriendo sacan a José de la cárcel y lo llevan a presencia del Faraón que le expone sus sueños. José los interpreta y su significado es que vendrán siete años de cosechas muy abundantes seguidos de otros siete de hambre canina. El Faraón ve en ello un grave problema de Estado. Y dijo a sus siervos: “¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios? Y dijo el Faraón a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido y sabio como tú. Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo, solamente en el trono yo seré mayor que tú” (Génesis 41: 38-40). Por la misericordia de Dios desde la mazmorra José se convierte en visir de Egipto.

Las vicisitudes por las que atravesó José los incrédulos las consideran azarosas. Pero no lo son porque todo lo que ocurre en la Tierra está bajo el estricto control de Dios. He aquí como lo interpreta el salmista: “Trajo hambre sobre la tierra, y quebrantó todo sustento de pan. Envió un varón delante de ellos, a José, que fue vendido por esclavo. Afligieron sus pies con grillos, en la cárcel fue puesta su persona. Hasta la hora que se cumplió su palabra, el dicho del Señor le probó. Envió el rey, y le soltó. El señor de los pueblos, y le dejó libre. Lo puso por señor de su casa, por señor de todas sus posesiones, para que reprimiera a sus grandes como él quisiese, y a sus ancianos enseñara sabiduría” (Salmo 105:16-22). La prueba a que fue sometido lo convirtió en un líder de fiar.

Màrius Carol, ante la proliferación de libro digital escribe: “La tecnología ha cambiado profundamente nuestra manera de leer y de pensar, pero nos queda el libro para que arraiguen unos valores que son el soporte de la democracia”. Sólo existe un libro que puede hacer que este deseo del escritor se haga realidad: La Biblia que comunica todo lo que el lector necesita saber para convertirse en una persona  de moral probada que ama la justicia que enaltece la nación.

Octavi Pereña Cortina

dissabte, 11 de maig del 2024

 

LUCAS 1: 38

“”Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor: Hágase conforme a tu palabra”

Las palabras de María transcritas en este texto certifican la aceptación de la “virgen desposada” de ser la madre del Mesías. No dan lugar a la interpretación extravagante que la Iglesia Católica hace de María. Juan Omella, arzobispo de Barcelona, en su escrito: “Santa María testimonio de fe” elogia a María de manera que no corresponde a lo que el Evangelio dice de ella. Si se limitara a reflejar lo que la Biblia, que es la Palabra de Dios inspirada por el Espíritu Santo, no diría las bobadas que escribe en el artículo mencionado. Se deja aconsejar por la Tradición que son palabras humanas contrarias a la verdad de Dios.

El saludo que el ángel le hizo a María: “¡Salve muy favorecida!”. (“llena de gracia!”), en versión católica, “el Señor es contigo, bendita entre las mujeres” (Lucas 1: 28), no da lugar a los elogios desmedidos que el arzobispo hace de ella y más cuando la virgen escribe de sí misma: “Engrandece mi alma al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador, porque ha mirado la bajeza de su sierva” (vv. 46, 48).

Aunque la versión católica de la Biblia diga “llena de gracia”, la interpretación de acuerdo al contexto inmediato es un pretexto. No puede decirse: “Preservada de todo pecado”, “asunta al cielo en cuerpo y alma al final de su vida en la tierra”. Ni porque Jesús colgando en la cruz dijese a su madre. “Mujer, he aquí a tu hijo” y al apóstol Juan que estaba a su lado: “He ahí tu madre” (Juan 19: 26, 27), no da lugar a que se la pueda considerar madre espiritual de todos los creyentes. A medida que la pendiente se hace más empinada, los disparates que dice el clérigo son más absurdos: “Por esto, es bueno y necesario que dirijamos nuestra mirada y nuestra plegaria a María. Pidámosle que  nos acompañe en “nuestro peregrinaje por la vida camino hacia el cielo” con la fe firme y serena, en medio de las dificultades”.

El purpurado encuentra, me imagino que con la ayuda de un candil a plena luz del sol, una valiosa perla, escribe: “Los cristianos de manera especial estamos destinados a conocer y a amar a María, como la primera y más grande discípula de Jesús, y nuestra principal intercesora delante de Dios”. Jesús y no María dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11: 28). Jesús lo dijo y no María. “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida, nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14: 6). El dicho “A Jesús por María” es un embuste colosal.

El apóstol Pedro a quien los católicos consideran el primer papa y que sus seguidores se sientan en su supuesta silla, no se hacen  suya  la instrucción que el apóstol Pedro impartió cuando los sacerdotes le exigieron que dejase de anunciar el Nombre de Jesús. Ante tal exigencia el apóstol les dijo: “Este Jesús es la Piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro Nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”  (Hechos 4: 11, 12)


COLOSENSES 3: 22

“Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios”

Muchos son los que se quejan del aburrimiento qe produce el trabajo. Algunos quieren huir de él con triquiñuelas. Este comportamiento no es agradable a los ojos de Dios: “Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma”  (2 Tesalonicenses 3: 10).

Una de las consecuencias de la maldición sobre la Tierra debido al pecado de Adán, fue: “Espinos y cardos te producirá…Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra” (Génesis 3: 15, 19). Ello nos da a entender que antes del pecado, Dios lo puso en el jardín de Edén fue “para que lo labrara y lo guardase”  (Génesis 2: 15) en condiciones óptimas. Se entiende que el trabajo no es una consecuencia del pecado.

Dios no está ocioso. Trabaja continuamente preservando la creación. Si hemos sido creados a imagen de Dios la ociosidad no tendría que ser la protagonista. Una de las consecuencias del subsidio del paro tal como está constituido fomenta el ocio. A los beneficiarios del subsidio del paro se les tendría que mantener ocupados en actividades sociales. “Si alguien no quiere trabajar, tampoco coma” (2 Tesalonicenses 2: 1). En el antiguo Israel este problema lo tenían resuelto.

Volvamos a lo nuestro: el tedio que produce el trabajo. El apóstol Pablo refiriéndose a los esclavos que se habían convertido a Cristo, que en aquella época se les trataba peor a que los animales y en la nuestra hay muchos lugares  muy parecidos, les dice: “Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo” (Efesios 6: 5).

El hastío que produce el trabajo como consecuencia de la maldición de Dios se debe a que no se enfrenta correctamente el problema. Las relaciones laborales son cuestión de dos: el empresario y el obrero. Hoy, por lo general son mucho mejores que las que se daban en la época del apóstol Pablo. Siendo mucho mejor  persiste en ser fatigoso debido que a la relación laboral debería ser : “No sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón  haciendo la voluntad de Dios, sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres” (vv. 6, 7).

En la parábola de los talentos el señor premia  a los siervos que habiendo gestionado bien cierta cantidad de dinero con esta aprobación: “Bien, buen siervo y fiel  sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré, entra en el gozo de tu señor” (Mateo 25: 21, 23). Las relaciones laborales dejan mucho que desear, pero, el cristiano que trabaja para el Señor y no para el hombre siempre sale recompensado.

 

 

JUSTICIA DESCALIFICADA

Sin justicia la calle se convierte en inhabitable

Ermengol, en una de sus ilustraciones críticas, sin texto,  solo la imagen que habla por sí misma, expone una gran verdad, a pesar que los políticos no se atreven  a  hablar de ello abiertamente. La ilustración muestra a la Justicia sentada sobre una columna   arrojando al vacío a un juez. La pregunta que tenemos que hacernos es: ¿Qué es la Justicia? Es la acción de Dios que es el Juez justo por excelencia. El Juez supremo delega en unas personas el derecho de ejercerla en la Tierra: “Por mí…los magistrados promulgan justicia” (Proverbios 8: 16). Ermengol denuncia a los jueces injustos lanzándolos fuera de las Audiencias por incompetentes: “Hasta cuando juzgaréis injustamente?” (Salmo 82: 2), es la pregunta que se hace el salmista. El apóstol Pablo expone con claridad meridiana  cual es la función de los magistrados. “¿Quieres, pues, no temer a la justicia? Haz lo bueno, y tendrás el elogio de ella. Pues es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme, pues no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo” (Romanos 13; 3, 4).

Muchos jueces creen que por haber sido enaltecidos en una posición de honor creen que pueden hacer y deshacer a su antojo. No tienen que olvidar nunca que son servidores de Dios y que a Él tendrán que rendir cuentas cuando serán llamados a comparecer ante el tribunal de Cristo. Como la administración de justicia recae en personas pecadoras es muy fácil que se confundan. La Justicia no es ni de derechas ni de izquierdas, De Justicia solo existe una, la de Dios, que es Justo sin la más mínima mácula de pecado. ¿Cómo puede saber el legislador si las leyes que promulga son justas? El juez, ¿cómo puede saber que las sentencias que dicta se ajustan a la Ley de Dios? Dios no habla directamente con ellos. Dios ha inspirado por medio del Espíritu Santo a unos hombres concretos haciéndoles saber cómo tienen que comportarse los hombres. La voluntad de Dios ha quedado registrada en las páginas de un libro que conocemos como Biblia, que, a la vez es la plomada que dictamina si las leyes que promulgan los legisladores y las sentencias que dictan los magistrados se ajustan a la Ley de Dios. Como no se utiliza la plomada a la hora de legislar ni al tiempo de juzgar, no tiene que extrañarnos que la Justicia se haya convertido en un estercolero repleto de corrupción. No debe sorprendernos, pues, que la ausencia de justicia que enaltece a la nación, el pecado la afrente                               (Proverbios 14: 34).

Octavi Pereña Cortina

 

diumenge, 5 de maig del 2024

 

MIQUEAS 7: 8

“Tú, enemiga mía no te alegres de mí, porque aunque caí, me levantaré, aunque ande en tinieblas, el Señor será mi luz”

Creo que el profeta habla consigo mismo. En vez de observar a los otros para sacar a relucir sus pecados, se auto observa. Contempla todas las impurezas que ensucian su alma. No tiene una biga en el ojo que le impida ver su propio pecado. La luz de Cristo ha resplandecido en su corazón lo que le permite ver la inmensidad de su pecado. Es muy posible que Miqueas se viese a sí mismo como Pablo lo hizo: Soy el primero de los pecadores. Cuando Pablo se consideró un pecador tan grande es muy posible que se recordase de los crímenes que cometió en su época de fariseo, furibundo perseguidor de cristianos. También es posible que se observe tal como era en su etapa de cristiano en que tiene que luchar contra las pasiones que nacen en su alma para que no arraiguen  y ahoguen la vida en Cristo. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece, puede afirmar con rotundidad.

Volvamos a Miqueas y al diálogo consigo mismo: Tú, enemiga mía, no te alegres de ser como soy. Reconozco que soy un pecador muy débil “aunque caí, me levantaré”. Antes me consideraba ser un santo impoluto, que siempre estaba levantado. Ahora me considero ser una persona permanentemente arrodillada y constantemente cogida de la mano de Jesús para que me levante cuando le pido perdón por mis pecados. Me levanto, sí,  pero es Jesús  quien lo hace cuando me dice: coge la camilla y anda.

La segunda parte del texto que comentamos sigue siendo muy importante: “Aunque more en tinieblas, el Señor será mi luz”. No olvidemos que los creyentes en Cristo son personas que aspiran a ser perfectos como el Padre celestial es perfecto. Ahora, en las actuales condiciones los creyentes en Cristo son personas que siguen produciendo tinieblas. Cristo por el Espíritu Santo mora en el creyente, Él irradia  la luz que desvanece las tinieblas que intentan oscurecer el camino. Es así como podemos andar en novedad de vida. “Yo soy la luz del mundo”, dice Jesús, “el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8: 12)


 

ÉXODO 10: 7

“Entonces los siervos de Faraón dijeron: ¿Hasta cuándo será este hombre un lazo para nosotros? Deja ir a estos hombres para que sirvan al Señor su Dios. ¿Acaso no sabes todavía que Egipto está destruido?”

Faraón sometió a los hebreos a una dura esclavitud durante 350 años. Los esclavos clamaron al Señor para que los librase de tan dura servidumbre. Dios escuchó el clamor de su pueblo y se propuso liberarlos de la férrea esclavitud. Dios instruyó a Moisés respecto a lo que tenía que decirle al Faraón: Tenía que obedecer a la palabra de Dios y las consecuencias si desobedecía. Son muchos quienes conocen las Diez plagas que arruinaron Egipto. La película los “Diez  mandamientos se ha encargado de popularizarlas. Cada vez que Moisés lo ordenaba la plaga desaparecía. El Faraón desobedecía y una nueva plaga caía sobre Egipto. Así sucesivamente.

El pueblo egipcio sufría tanto debido a las plagas que finalmente se atrevieron a ir al Faraón a pedirle que dejase marchar a los hebreos: “¿Acaso no sabes todavía que Egipto está destruido?” El relato de las Diez plagas y la tozudez del Faraón ha quedado registrado en la Biblia para instrucción nuestra. Por lo que nos dice la Biblia respecto al sufrimiento del pueblo de Israel hasta nuestros días, la desobediencia a Dios es el causante. Cuando veas la barba de tu vecino afeitar pon la tuya a remojar. Dios les enviaba profetas para que se arrepintieran. La respuesta era siempre la misma: No lo haremos. Seguiremos nuestros caminos. Lo que queda de aquel pueblo que fue infiel a su Dios es el resto del templo en Jerusalén que se conoce como el ”muro de las lamentaciones”. A pesar de esta memoria histórica los judíos no han aprendido la lección, siguen su camino alejados de Dios

Estamos viviendo tiempos muy convulsos: guerras y rumores de guerras. Un cambio climático que se manifiesta en la elevación de la temperatura acompañado de cataclismos naturales: sequias, lluvias torrenciales, terremotos, plagas que afectan tanto a los animales como a las plantas, sin olvidarnos del hombre. Somos tan tozudos como Faraón y los antiguos hebreos. No escucharemos haremos lo que nos plazca. Ya que es eso lo que queremos no culpemos a Dios de las consecuencias de nuestras rebeldías.  

 

HIGIENE SOCIAL

¿Se puede frenar la escalada de violencia infantil y de adolescentes? ¿Qué ejemplo dan los adultos al respecto, si las diferencias las resuelven con guerras?

Francesc Peirón, corresponsal de La Vanguardia en Nueva York, comienza su artículo titulado: Condena histórica a los padres del pistolero menor de edad de Michigan: “La jueza Cheryl Matthews ha hecho historia desde la estrada. La magistrada del condado de Okland, Michigan, impuso de 10 a 15 años de cárcel a James y Jennifer Crumbley, los padres de Ethon, que el 30 de noviembre de 2021 mató a tiros a cuatro compañeros del instituto de la ciudad de Oxford. Hacía una semana que sus progenitores le habían comprado la pistola, regalo anticipado de Navidad. Los expertos destacaron que los fiscales de todo el país tomaron nota de este caso como un precedente a aplicar para que los padres tengan presente que su conducta importa”. Ya era hora que los jueces corresponsabilicen a los padres de los delitos de sus hijos si no los han frenado de sus tendencias malvadas y más cuando loa centros educativos avisan a los padres del peligro que representan sus hijos como así ha sido en el caso de Ethon.

El principio educativo que los padres deberían tener presente es: “Y vosotros padres no exasperéis a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6: 4). Desgraciadamente este principio educativo no se aplica de manera generalizada porque los padres no creen en Jesús. La incredulidad parental no permite que los hijos se les eduquen en “la disciplina y amonestación del Señor”. Desde la más tierna edad los niños ya dan muestras de indocilidad e indisciplina. En vez de corregirlos según la edad, los halagan con carantoñas. Si no se les concede lo que piden lloriquean y patalean. Agradecen a los padres con gritos ensordecedores. Para no oírles les conceden lo que piden  a pesar de que lo que piden no sea lo que más les convenga. Se ha sentado un precedente y los hijos saben cómo derribar las defensas paternas. En la muralla defensiva se ha abierto un boquete por el que entrarán los hijos siempre que quieran. ¿Tuvo algo que ver  con esta actitud infantil que los padres de Ethan le comprasen la pistola con la que mató a sus cuatro compañeros del instituto?

Los magistrados deberían tomar buena nota de la sentencia condenatoria que la jueza Cheryl Matthews  de castigar a los padres que con su pasotismo permiten que sus hijos cometan actos incívicos que perjudican a la sociedad.

La Biblia cita el supuesto caso de unos padres que tenían problemas con un hijo obstinado y rebelde que no entraba en razón. El propósito del relato es instruir a los padres que se encuentren en un caso real: “Si alguien tiene un hijo  contumaz y rebelde. Que no obedece a  la voz de su padre ni a la voz de su madre, y habiéndole castigado, no les obedece, entonces lo tomarán  su padre y su madre, y lo sacarán ante los ancianos de su ciudad, y a la puerta del lugar donde vive, y dirán a los ancianos de la ciudad: este hijo nuestro es contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz, es glotón y borracho. Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán y morirá, así quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel oirá y temerá” (Deuteronomio 21: 18-21)

Los siglos han transcurrido. Las costumbres han cambiado. La enseñanza del texto sigue vigente no para tenerlo impreso en un pergamino y colgado en un lugar preferente del hogar, sino para ser creído y practicado. La contumacia y la rebeldía del hijo tenían que ser desmesuradas para que los ancianos de la ciudad lo condenasen a pena de muerte. Las sentencias van de menos a más. Si los jueces quieren ser justos tienen que aplicarlas. Hoy como se ha perdido de vista que Jesús es el Juez supremo es políticamente correcto escurrir el bulto. La justicia es una y no hay más que una. Cada ilegalidad merece su castigo. ¡Ancha es Castilla! La incivilidad que se considera una falta leve queda impune. Las autoridades que  han sido establecidas por Dios para imponer orden giran la cabeza fingiendo no ver nada. Así es porque existe tanta suciedad en las vías públicas que produce asco. Los hurtos persisten y como no se les pone freno, los delincuentes se envalentonan y se convierten en más violentos.

A menudo paso por una calle donde los contenedores están envueltos de suciedad. Con el barrendero que cubre la zona charlamos del tema. Me asombró que me dijese que tiene identificados a los responsables de la suciedad. ¿Lo ignoran las autoridades? ¿O es que prefieren que la cosa siga así pera evitarse problemas? Las promesas electorales son para cumplirse. Cuando se aproximan las elecciones los partidos presentan sus listas con los nombres de los candidatos por ellos escogidos. Al lector sólo se le permite escoger una papeleta y ponerla en la urna. Esto puede hacer pensar que la elección es democrática. Que el pueblo ejerce su soberanía. Es un error creerlo porque detrás de la acción humana se encuentra Dios que es quien guía la confección de las listas y quien controla el resultado electoral. “Sométase toda persona a las autoridades superiores, porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas” (Romanos 13: 1). El control soberano de Dios en las elecciones no significa que los que han sido democráticamente elegidos  pueden hacer y deshacer a su antojo. “Son servidores de Dios para bien de los ciudadanos. Pero si hacen lo malo teman, porque no en vano llevan la espada, pues son servidores de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo” (v. 4). Si las autoridades no hacen el bien a los ciudadanos y no castigan a los infractores de la ley tendrán que dar cuenta de su negligencia cuando tendrán que presentarse ante el tribunal de Cristo para dar cuenta de su mayordomía.

Octavi Pereña Cortina