¿EL HUEVO O LA
GALLINA?
<b>Para
hablar primero se tiene que saber qué es lo que se va a decir </b>
Las
atenciones en salud mental se han disparado desde la pandemia, también por
conducta suicida. En el Hospital San Juan de Dios de Lleida, las desviaciones a
Urgencias del Hospital Santa María por conductas suicidas en niños y
adolescentes se han multiplicado por cuatro de promedio. Si antes de la covid
se atendían entre uno y dos casos a la semana, ahora son entre uno y dos casos
al día” (Redacción de Segre).
La
sicóloga clínica <b>Sara Marco</b> señala que también ha bajado la
edad de estos menores atendidos en el programa de riesgos del centro
hospitalario hasta los 10 años. La sicóloga apunta que los factores más
inmediatos pueden ser las redes sociales y la frustración que ha generado el
confinamiento. Según <b>Marcos</b> los niños y los adolescentes “se sienten solos, desconectados de todo. Las
redes sociales ejercen su influencia, contenidos que muchas veces no tienen la
madurez de procesar”. Según datos aportados por la Asociación Española de
Pediatría, la pandemia ha provocado un aumento de hasta el 47% en los
trastornos en salud mental en los pequeños.
Ante
estos datos tan preocupantes es conveniente afrontar la realidad sin
prejuicios. No se deben poner límites a la hora de intentar descubrir qué es lo
que ocurre en los niños y adolescentes. Es bien conocido que los niños y
adolescentes se comportan con extrema crueldad. El recién nacido que es muy
mono. Que parece un angelito. Con el paso del tiempo se va manifestando el
demonio que lleva dentro, que es la manifestación del pecado en que fue engendrado.
“Conducta suicida cada vez más precoz” es el título del reportaje a que me
refiero. Es la evidencia de que los recién nacidos pueden ser físicamente
sanos, pero espiritualmente están muertos. El lector podrá escandalizarse con
lo que voy a escribir: Nacemos manchados “en las ofensas y pecados” (Efesios 2:
1). Desde la concepción la nueva criatura nace muerta espiritualmente y
físicamente a la edad que Dios determine. Es un error tratar el tema que nos
ocupa exclusivamente como una cuestión de salud mental que puede tratarse
medicamente como cualquier otra dolencia orgánica.
El
presidente de la Generalitat de Catalunya Pere Aragonès se equivoca cuando
refiriéndose a los mellizos de Sallent que se lanzaron desde el balcón, una
gravemente herida y la otra muerta, cuando dijo: “Cada joven que se quita la
vida es un fracaso colectivo como sociedad”. Si en el aspecto humano existe
algún responsable éste lo son las iglesias cristianas, según el grado de
influencia social que ejercen porque no predican en toda su pureza el Evangelio
de nuestro Señor Jesucristo.
¿Qué
fue primero: el huevo o la gallina? En el caso de los humanos, ¿quién fue
primero: los padres o los hijos? Por creación los padres ya que el Creador
primero hizo a Adán y Eva, dotándolos de la capacidad reproductiva: Engendraron
a Caín, Abel, Set, que son los más conocidos. Y al resto de hijos. Así fue y
así será hasta el final del tiempo
Los
Diez Mandamientos los escribió Dios en dos tablas de piedra. En la primera
trata de la autoridad suprema de Dios. La segunda que trata de las
responsabilidades humanas la encabeza el mandamiento que dice: “Honra a tu
padre y a tu madre para que tus días se alarguen en la tierra que el señor tu
Dios te da” (Éxodo 20. 12). La sociedad actual se caracteriza por ancha es
Castilla. Cada uno hace lo que mejor le parece. Así nos van las cosas. Los Diez
Mandamientos no autorizan esta anarquía. Dios delega en los padres el principio
de autoridad que tienen que manifestarse en la sociedad. Si la autoridad de los
padres recibida de Dios se tambalea se
produce el caos. La recién ley sobre el aborto que acorta la autoridad de los
padres sobre los hijos es un mal presagio.
¿Cómo
tienen los padres que ejercer su autoridad? ¿Cómo los hijos tienen que tratar a
sus progenitores? Existe un dicho que dice: “La letra con sangre entra”, es
decir, que los padres tienen que emplear la violencia a la hora de educarlos.
La disciplina es conveniente. La fuerza bruta no. La relación padres-hijos la
describe con mucha claridad el apóstol Pablo cuando escribe: “Hijos, obedeced
en el Señor a vuestros padres porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu
madre, que es el primer mandamiento con promesa, para que te vaya bien, y seas
de larga vida sobre la Tierra. Y vosotros padres, no provoquéis a ira a
vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor” (Efesios
6: 1-4), Este texto nos viene a decir que tanto los padres como los hijos
tienen que tener en cuenta la autoridad suprema de Dios, a la que tendrán que
dar cuenta. Tratar a la baqueta a los hijos no educa. Todo lo contrario crea
rebeldía y distanciamiento de los padres.
El
incremento de trastornos mentales en niños y adolescentes en edades cada vez
más jóvenes, según la sicóloga, las redes sociales contribuyen a ello. La raíz
del problema se encuentra en los padres que no educan como deban a los hijos.
En muchos casos los dejan abandonados a su suerte. En lo que afecta la salud mental de la prole los padres tienen
la obligación de educarla en el temor del Señor. Si los padres no son temerosos
de Dios no pueden transmitir esta reverencia en los hijos. Esta carencia los
deja indefensos ante las inclemencias de la vida. El muro protector que es el
Padre de nuestro Señor Jesucristo está en ruinas. Se encuentran impotentes ante
las inundaciones y huracanes que se lanzan contra ellos. Las dolencias mentales
aparecen y hacen estragos. No os desaniméis. Si le pedís a Jesús perdón por
vuestros pecados expulsará los demonios que perturban vuestra mente. Jesús que
ahuyentaba demonios, hoy sigue dispensando sanidad mental.
Octavi Pereña i Cortina
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