2 SAMUEL 15: 3
“Entonces Absalón
le decía: mira tus palabras son buenas y justas, mas no tienes quien te oiga de
parte del rey”
Absalón hijo de David mata a su hermano Ammón
por haber violado a su hermana Tamar. Después de un tiempo de exilio se produce
la reconciliación con su padre y, en vez de agradecimiento por el perdón
recibido inicia una campaña de descredito hacia su padre con el propósito de
conseguir el trono y desbancar a su hermano Salomón que había sido escogido por
Dios para suceder en el trono de Israel
a David su padre.
¿Cómo se las arregla Absalón para
desprestigiar a su padre? se ponía a un lado del camino, se interesaba por los
transeúntes y cuando había acaparado su atención les decía las palabras del
texto que comentamos y les seguía diciendo: “¡Quien
me pusiera en la tierra para que vinieran a mí todos los que tienen pleito o
negocio, que yo les haría justicia…De esta manera hacía con todos los
israelitas que venían al rey a juicio, y así robaba Absalón el corazón de los de Israel” (v.
6).
El comportamiento de Absalón tiene un cierto
parecido con la política actual: El
comportamiento de la oposición con respecto al gobierno. Desgastarlo con falsas
noticias para que en las próximas elecciones los votantes voten a los
mentirosos. Desgastan al gobierno utilizando como arma la mentira. Minimizan lo
que hace bien y magnifican los fallos. En fin, descalificaciones que perjudican
al ciudadano porque cuando la oposición alcanza el poder no puede cumplir las
promesas prometidas con lo que la democracia pierde valor.
Partido significa parte. En cierto aspecto la
existencia de partidos es beneficiosa para la ciudadanía, pero son nefastos
cuando pierden de vista que forman parte de un conjunto. La división entre
izquierdas y derechas me parece una estupidez porque la justicia que debe
caracterizar al gobierno no pertenece ni a un bando ni al otro. El auge que
adquiere Vox en España y la extrema derecha en las democracias occidentales se
debe a que tanto las derechas como las izquierdas han perdido de vista la
justicia. Si los partidos políticos, sean de derechas o de izquierdas
practicasen la justicia, el populismo de VOX no sería ningún peligro para la
democracia.
El problema de la justicia es que no es de
fabricación humana. En esto yerran todos los partidos. Olvidan que es Dios
quien inocula en el corazón de los hombres el sentido de qué es la justicia. Si
no se da en política un retorno a Dios para que que los políticos aprendan a
hacer el bien, ¡Cuidado! En el horizonte se acercan negros nubarrones que nos
avisan de que os absolutismos están en la esquina
I REYES 3: 9
“Da, pues, a tu
siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo
bueno y lo malo, porque, ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?”
Salomón acaba de subir en el trono de Israel
y se da cuenta de la complejidad de gobernar. Cierto que los reyes tienen sus
consejeros, pero la decisión final le toca tomarla al monarca. Quien sino Dios
es el mejor consejero ya que Él es el Omnisciente. Salomón inicia su reinado
invocando a Dios para que le dé sabiduría. Salomón aun cuando se sienta en el
trono de una gran potencia no muestra altivez, sino una gran humildad: “Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo”.
La primera señal de que Dios le había dado un corazón entendido para juzgar se
manifiesta en el juicio en el que dos madres que se disputaban el niño vivo (1
Reyes 3: 16-28).
Salomón le pide a Dios sabiduría para discernir entre lo bueno y lo malo. El
hombre que prescinde de Dios está incapacitado para juzgar con justicia al
pueblo y tiene que saber escoger muy bien a los consejeros que le asesoren. Un
ejemplo de mala elección de consejeros fue su hijo Roboam. Tan pronto subió al
trono, los representantes del pueblo se presentaron ante él para exponerle sus
quejas: ”Tu padre agravó nuestro yugo,
ahora alivia algo de la dura servidumbre y del pesado yugo con que tu padre nos
apremió, y te serviremos” (2 Crónicas 10: 4). Pidió consejo a los
consejeros que había tenido su padre. No satisfecho con el consejo buscó
asesoramiento “con los jóvenes que se
habían criado con él y que estaban a su servicio” (v.8) que le aconsejaron
que agravase el yugo con que sus padre les había gobernado (v. 10). Roboam no
le pidió a Dios “corazón entendido para
juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo” Fue incapaz de contrastar los consejos que le
dieron ambos grupos de consejeros y sentenció mal: el resultado fue que diez de
las doce tribus se independizaron de Roboam.
Nuestro país va de mal a peor. Nuestros
gobernantes no le piden a Dios que les dé “corazón
entendido para juzgar al pueblo”. Así que no saben discernir entre lo bueno
y lo malo. Así nos van las cosas.
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