PUERTA A LA ESPERANZA
<b>La incredulidad es la llave que
cierra la puerta a la esperanza</b>
<b>Oghosa Ovienriola</b>
adicta a la pornografía desde la adolescencia asegura “que puedo ayudar a otros
que estén enganchados. Hablar de sus problemas es su primer paso. La adicción
al sexo por internet es una forma de adicción sexual y es importante tener a
una persona con quien poder hablar de
tus sentimientos”. Para poder hablar de los problemas se debe ser consciente de
que existen y de que realmente uno se quiera liberar de ellos.
En un contexto diferente al de la
pornografía pero que sirve, Jesús dirigiéndose a un paralítico que le habían
llevado para que le curase, le dice. “Ten confianza, hijo, tus pecados te son
perdonados” (Mateo 9:2). Estas palabras
sentaron muy mal a los escribas que las oyeron porque las consideraron
blasfemas. Jesús que leyó sus pensamientos les dijo: “¿Por qué pensáis mal en
vuestros corazones? Porque, ¿qué es más fácil decir: los pecados te son
perdonados, o decir: Levántate y anda. Pues para que sepáis que el Hijo del
Hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados, dice entonces al paralítico:
Levántate, toma tu camilla, y vete a tu casa” (vv.4-6).
Una de las características de que Jesús
es el Hijo de Dios es poder hacer curaciones tangibles e intangibles.
Inmediatamente después de esta curación encuentra a “Mateo sentado en el banco
de los tributos, y le dijo: “Sígueme. Y le siguió” (v.9). En agradecimiento por
haberle llamado, Mateo invitó a Jesús y a sus discípulos a comer en su casa. “Y
aconteció que estando Él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos
cobradores de impuestos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente
a la mesa con Jesús y sus discípulos. Cuando vieron esto los fariseos dijeron a
los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los cobradores de impuestos y
los pecadores? Al oír esto Jesús les dijo: Los sanos no tienen necesidad de
médico, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia
quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar justos, sino pecadores al
arrepentimiento” (vv.10-13).
Se le podría
aplicar perfectamente a Mateo, el cobrador de impuestos que es el autor del evangelio que lleva su nombre, lo que le
sucedió a Zaqueo, perteneciente también al gremio de los cobradores de
impuestos. En este caso Jesús se auto invita. Los fariseos como de costumbre
murmuran diciendo que “había entrado a posar en casa de un hombre pecador.
Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis
bienes doy a los pobres, y si algo he defraudado a alguien, se lo devuelvo
cuadruplicado. Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa, por
cuanto él también es hijo de Abraham (verdadero hijo de Dios). Porque el Hijo
del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19: 1-10).
Tanto a Mateo como a Zaqueo Jesús los salvó del amor al dinero que es una droga
que también mata
A
<b>Raúl Eguía</b>Jesús lo ha salvado de la adicción a la
pornografía. He aquí lo que nos dice: “Desde los cinco años tuve acceso a la
pornografía…Piensas que la pornografía es inocua y quedas atrapado. La ciencia
hoy reconoce la adicción sexual como una de las peores. En mi caso de cara a
fuera todo iba bien, una carrera brillante, pero era presa de un gran
sufrimiento. Era un esclavo, no podía controlarme y cada vez necesitaba cosas
más fuertes. Hasta que llegué a plantearme seriamente el suicidio”
<b>Raúl</b> dice que estaba casado “pero era mi secreto, vivía en
la mentira…Yo era un ateo combativo, y sentía un odio visceral contra las
religiones y contra la vida…Las adicciones crean una ansiedad fuertísima y yo
me encontraba en plena crisis. Una noche a punto del suicidio, grité: Si
quieres quítame ahora…Sí, borré todo contacto y se lo conté todo a mi mujer.
Entonces vinieron los remordimientos de todo el mal que había hecho, entonces
tuve la experiencia del amor de Dios, fue como si me quitasen una losa…Desde
entonces ayudo a familiares y a personas
con adicciones y depresiones. Así empecé a ver milagro tras milagro.
Personas que experimentan el amor de Dios y curan de raíz como ocurrió en el
Evangelio de Mateo 8, cuando el leproso se acerca a Jesús y le dice:”¡Quiero.
Curado!” Lo mismo me ocurrió a mí pero en Nueva York en el siglo XXI”
Jesús
resucitado vive. No un Jesús que se le recuerda muerto durante Semana Santa. Un
Jesús muerto no tiene poder para curar. Jesús resucitado tiene poder para curar
la lepra del corazón que hace que personas como <b>Raúl y
Oghosa</b> curen de la adicción a la pornografía. Jesús está a la puerta
de tu corazón y llama para que la abras. Si atiendes a la llamada y haces caso,
Jesús entrará en tu corazón y curará tu adicción.
“Dios”, dice
<b>Raúl</b> “acude siempre y te toca, pero la gente no se deja
tocar porque tenemos problemas de rencor, de perdón. Te tienes que entregar. El
corazón es una puerta que se abre desde dentro. Todo se resume en que todo el
mundo necesita ser amado, reconocido y cuando esto no se da las personas sufren
una y otra vez. La experiencia de Dios es dejarse amar por Él, así de sencillo.
Tenemos una coraza tan grande que nos impide que se nos ame gratuitamente, y esto
es lo que hace Jesús, se acerca y te toca, es una experiencia tangible, y tú no
tienes que hacer nada, solamente dejarte amar, y sentir que alguien te
escucha”.
Lector, ¿estás
enganchado en alguna adicción? Jesús llama a la puerta de tu corazón. Ábrela. Déjale
entrar y serás limpio de la opresión de la adicción. La fe es la llave que abre
la puerta. Si no tienes fe clama con fuerza: “Señor ayuda mi incredulidad”
(Marcos 9: 24). Al instante te sentirás liberado y aliviado de la angustia de
la adicción. La puerta a la esperanza se ha abierto.
Octavi Pereña i Cortina
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