dilluns, 28 de setembre del 2015


SE BUSCAN POLÍTICOS


<b>Gobernar significa rectificar. En el momento en que el político piensa que todo lo hace bien no corregirá sus decisiones erróneas y será un peligro para la nación</b>

Es evidente que la política que es la ciencia de gobernar  ha caído en el descrédito popular debido a que como decía <b>George Bernard Shaw </b> “la política es el paraíso de los bocazas”. <b>Hugo Grotius</b>, jurista y erudito holandés del siglo XVI escribió: “No puede gobernar un reino quien no sabe dirigir una provincia, no puede dirigir una provincia quien no sabe ordenar una ciudad, no sabe administrar una ciudad quien no sabe guiar un pueblo, tampoco un pueblo quien no sabe presidir una familia, este hombre tampoco sabe gobernar bien a una familia  si no sabe gobernarse a sí mismo si no es que su razón sea señor, la voluntad y sus deseos los de sus vasallos, nadie puede gobernar la razón si no la gobierna Dios, y le obedece”.

<b>Grotius</b> nos está cargando con la gran responsabilidad, porque estamos en una democracia, de escoger con mucha escrupulosidad a las personas que deben administrar los asuntos públicos en todos los niveles. Si los políticos son inmorales y carentes de ética, en buena parte la culpa recae sobre los electores que los hayan escogido con sus votos.

Los <i>westerns</i> nos han familiarizado con el cartel en el que se lee <i>wanted</i>, se busca, junto al dibujo que ilustra el rostro del delincuente y de la recompensa que se ofrece a quien lo entregue vivo o muerto. Ese “se busca” también es muy apropiado en el mundo de la política. Debemos afanarnos en buscar a un político porque la recompensa es mucho más valiosa que unos pocos dólares. Una buena administración será de gran bendición para todos los ciudadanos. Siguiendo el extraño comportamiento de <b>Diógenes</b> que iba por la calle con un candil encendido en pleno sol buscando a un hombre, nosotros tenemos que buscar a un político que no sea un bocazas, sino que sea gobernado por Dios y que no se meta en política exclusivamente por el lucro personal sino para el servició de toda la comunidad.

Busquemos desesperadamente a las personas a las que se les pueda confiar la administración pública. <b>Jim Collins</b> profesor de la universidad norteamericana de Stanford expone la diferencia existente entre líder y liderazgo: “Si te pongo una pistola en la cabeza puedo hacer  que hagas lo que no deseas hacer, pero no practico liderazgo: he  ejercido poder. El verdadero liderazgo únicamente existe cuando las personas siguen cuando tienen libertad de no hacerlo. Si las personas te siguen porque no tienen elección, entonces no las guías”. Hoy, en nuestro país no se ponen pistolas amenazadoras en nuestras sienes para obligarnos hacer lo que no deseamos realizar, pero sí que se nos amenaza con el miedo utilizando las instituciones del Estado para obligarnos a hacer lo que no deseamos.

La ciudadanía reclama con silencio un cambio urgente en la manera de hacer política. El buen gobierno no depende tanto de las leyes como de las cualidades personales de los gobernantes. La maquinaria del Estado siempre está subordinada a la voluntad de aquellos que la manejan. El buen o mal uso de este instrumento depende de la calidad moral de quienes lo manipulan. Por dicho motivo es tan importante la elección de los maquinistas.

Las personas nos podemos comportarnos como bocazas en determinadas ocasiones. Quien lo hace lo paga. Escuchando a los políticos cuando hablan de manera informal, especialmente si lo hacen creyendo que el micrófono esta cerrado, se descubre mucho de la personalidad del candidato a ser votado. En los discursos propagandísticos los políticos tienen el defecto de alabar el que han hecho y menosprecian les obras de los otros, y se tumban en el sofá una vez alcanzada la butaca que les da el poder. La grandeza de un político no se encuentra en el que ha hecho, sino en el que está haciendo. En el momento que se compara  con <b>Cristiano Ronaldo</b> y se considera el mejor  político del mundo, ser inicia el proceso de decadencia que lo lleva a la mediocridad.

Es muy fácil hacer leyes, a menudo injustas. Eso no es gobernar. Las leyes son como correas atadas  a un collar que cada vez que una persona se mueve en desacuerdo del que tiene la correa tira de la misma para poner al díscolo en el lugar que le corresponde. Las leyes son para ser obedecidas, sí, pero deben ser justas. Es así como los ciudadanos las respetarán.

Cada vez que un nuevo político llega al poder promete cumplir la ley. El presidente <b>Mariano Rajoy</b> siempre tiene en la punta de la lengua: “Haré cumplir la ley” y lo dice taxativamente. Pero no tiene presente que para que una ley tenga vigencia debe ser aceptada por la mayoría de los ciudadanos para los que ha sido promulgada. Los buenos políticos saben que la única manera de evitar su deterioro es anticiparse y corregirla e irla modificando para que pueda interpretar la realidad de cada momento.

Es evidente que la democracia está en crisis debido a la existencia de una grave crisis moral. <b>Jacques Delors</b> que fue  presidente de la Comisión Europea  (1985-1995) ya explicó la causa de dicha crisis cuando dijo: “La espiritualidad debe revitalizar la sociedad. La crisis moral de la democracia en parte se debe al debilitamiento de la espiritualidad. Creo que a la espiritualidad que según <b>Delors</b> debe revitalizar a la sociedad le falta concreción. En el mundo existen muchas espiritualidades, ¿Cuál de ellas tiene poder de revitalizar a la sociedad? Las personas que son guiadas por el Espíritu Santo son las que merecen ser reconocidas como espirituales porque la espiritualidad procede del Espíritu. Es el Espíritu de Dios quien da el don de la fe para que se pueda creer en Jesús. El creyente en Cristo empieza a andar en la justicia. Esta andadura por fe es la que revitaliza a los individuos y si son muchas las personas que caminan con Jesús se revitaliza la sociedad que regenera la democracia.

Octavi Pereña i Cortina

 

SALMO 81:13


“¡Oh, si me hubiese oído mi pueblo, si en mis caminos hubiese andado Israel!”

Con voz suplicante y amorosa de un padre que exhorta a su hijo para que ande por sendas rectas, el Señor se dirige a su pueblo: “Oye, pueblo mío, y yo te amonestaré. Israel si me oyeres, no habría en ti dios ajeno, ni te inclinarás a dios extraño. Yo soy el Señor tu Dios, que te ha hecho subir de la tierra de Egipto, abre tu boca y yo la llenaré” (vv.8-10).

El Señor por la pluma del salmista suplica a su pueblo que se vuelva a Él y que abandone los senderos de perdición. Le recuerda a Israel que es Él quien lo sacó de la esclavitud de Egipto y que lo ha guardado durante los cuarenta años de peregrinaje por el desierto hasta que lo introdujo en la Tierra Prometida que fluye leche y miel. Bastaría con este recordatorio para que Israel se volviese al Señor su Salvador, “pero mi pueblo no oyó mi voz, e Israel no me quiso a mí” (v.11). ¿Cómo procede el Señor ante la obstinación de su pueblo? “Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón, caminaron en su propios consejos” (v.12). Dios ata con cuerdas de amor a su pueblo. Durante la travesía por el desierto con la nube durante el día y con la columna de fuego durante la noche, manifestó su amor eterno por su pueblo. Nunca le faltó la dirección del Señor que era la luz que alumbraba su camino. Dada la pertinaz desobediencia de su pueblo, Dios los abandona a su suerte para que lo guíe la dureza de su corazón y sus propios consejos erróneos. Cuando las iglesias se gobiernan por la dureza de los corazones de sus miembros y por sus propios consejos significa que el Señor ha sido destronado y el gobierno ha sido traspasado a Satanás que gobierna para mal de sus súbditos.

Más tarde, Jeremías como escriba del señor escribe: “Así dijo el Señor, parad en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cual sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma”. Ante la petición del Señor  por medio de Jeremías el pueblo respondió de la manera que ya nos tiene acostumbrados a hacerlo:”Mas dijeron: no andaremos”.

Israel como la iglesia tenemos el corazón endurecido e incircunciso. Por eso Dios persiste en invitarnos para que nos volvamos a Él para que las cosas nos vayan bien. Podemos responder a la invitación de que andemos por caminos de justicia con: “no andaremos”. El resultado será confusión. Si ello es así, que no se diga que Dios nos haya abandonado. Nos abandona porque previamente nosotros le hemos abandonado a Él. Observando el camino, como guardia que vigila, otea para ver si en la distancia distingue al hijo pródigo que regresa a la casa del Padre. Cuando percibe la diminuta imagen del hijo que regresa a casa, con los brazos extendidos sale corriendo para abrazarlo y llevarlo a casa para disfrutar del banquete que le tiene preparado.


MATEO 9:21


“Porque decía dentro de sí: Si toco solamente su manto seré salva”

Una mujer que durante doce años venía padeciendo un flujo de sangre que la mantuvo durante este período de tiempo en un estado de impureza ceremonial que requería purificaciones especiales según la ley mosaica. En la práctica, una mujer que se encontrase en estas circunstancias se la excluía de la sociedad en tanto durase el flujo de sangre. ¿Se imagina el lector la terrible condición en que vivió esta mujer durante doce largos años? No debe extrañarnos que esta mujer “que se había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había sido curada” (Lucas 8:43) no se atreviese a presentarse públicamente ante Jesús confesando su enfermedad. Dado el fanatismo de los judíos posiblemente hubiera sido lapidada.

El caso de esta mujer desesperada ilustra tantos casos de deshaucio que no han encontrado curación después de gastarse todo su patrimonio: drogadictos, alcohólicos, adictos al sexo, ludópatas y tantos otros que languidecen en el desespero al considerar imposible la curación de sus dolencias.

Los médicos y servicios sociales pueden llegar a la conclusión de: caso perdido. Se ha hecho todo lo humanamente posible para curar, pero sin resultado. Una persona que se encuentre en una situación parecida debe estar desesperada. En la desesperación se presenta la curación.

Las adicciones que hemos indicado y la enfermedad son consecuencia del pecado. El pecado no puede curarlo el hombre. Jesús es el único Medico que puede hacerlo. Los desesperados no tienen porque continuar en el desespero. La mujer agobiada por la imposibilidad de curar su flujo sanguíneo ofrece la solución a aquellos que se encuentran en situación parecida. Temerosa sí, porque no se atreve a confesar públicamente su enfermedad, pero creyendo en la profundidad de su corazón que Jesús podía curarla. Dicho y hecho. Diciendo dentro de sí: “Si toco solamente su manto seré salva”. Se introduce entre la multitud y abriéndose paso se acerca a Jesús por detrás y toca el manto del Médico. “Y la mujer  fue salva desde aquella hora”

Desconozco la situación del lector. Ignoro si padece una enfermedad incurable o una adicción. Jesús no promete curarlo todo. Pero sí garantiza el perdón de todos los pecados por terribles que sean. La curación del pecado siempre le acompaña la sanidad del alma y con ello la recuperación de la comunión con Dios y con ello la esperanza segura de que el cuerpo mortal sujeto a la enfermedad y al dolor será revestido de inmortalidad y de incorruptibilidad.

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dilluns, 21 de setembre del 2015


¿POR QUÈ LOS NIÑOS NECESITAN SER ESPIRITUALES?


<B>Los niños necesitan ser verdaderamente espirituales para evitar que caigan en la brutalidad</b>

La psicóloga <b>Lisa Miller</b> dice que los niños que han sido educados en una robusta y bien desarrollada vida espiritual son más felices, más optimistas, más flexibles y más bien capacitados para afrontar las dificultades normales  y extraordinarias que aquellos que no lo han sido. Los adolescentes que tienen un sentido de trascendencia es menos probable que abusen del alcohol, de las drogas y del sexo. No existe ningún otro factor que proteja a los niños y a los adolescentes como un sentido personal de espiritualidad. En una cultura en que ganar montones de dinero, fama sin contenido y cinismo se han convertido en los valores tóxicos dominantes. Nuestros niños necesitan urgentemente padres que los apoyen transmitiéndoles valores espirituales bien fundamentados.

Recientemente la Asociación de Vecinos de la Bordeta, (barrio de la ciudad de Lleida) ha iniciado una campaña de concienciación con el propósito de que los padres que no evitan las actitudes incívicas de sus hijos corrijan sus maneras equivocadas de comportarse.  La presidenta de la Entidad <b>Mari Carmen Guerrero</b> dijo: “Es lamentable que haya niños que destrozan y ensucian los parques sin que nadie les diga nada”. El problema que denuncia la Asociación de Vecinos no es exclusivo de dicho barrio leridano. Todos los parques de la ciudad padecen el vandalismo infantil consentido por su madres que deben ser las primeras responsables de evitarlo. La señora <b>Guerrero</b> denuncia que la plaza del Esplai recientemente reformada “ya está destrozada, principalmente las jardineras de donde se han arrancado las plantas” La señora <b>Guerrero</b> también informa que cada mañana los servicios de limpieza del ayuntamiento la limpian pero que por la tarde “está llena de suciedad y de objetos que los niños tiran al suelo mientras sus madres están sentadas en las terrazas de los bares” charlando entre ellas y olvidándose de lo que hacen los niños.

Los padres no pueden dar a los hijos lo que no tienen. Si no son espirituales no les pueden transmitir la espiritualidad que los convierta en ciudadanos ejemplares. Comparto una vivencia personal. Iba en autobús sentado en la parte posterior del vehículo. En una parada sube una mujer acompañada de un niño. La criatura se sienta en el asiento de detrás del conductor. La seguía un hombre también acompañado de un niño. Por los movimientos deduzco que el hombre y la mujer discuten. De repente la mujer coge al niño y viene a sentarse donde yo estoy. Le pregunto: ¿qué ha pasado? Me dice que el hombre le exigía que su nieto abandonase el asiento porque aquel era el sitio que a su nieto le gustaba sentarse. El abuelo malcriaba a su nieto y lo convertía en un consentido, en un pequeño dictador que en el futuro le aportaría muchos problemas. Con una educación de este tipo no debe extrañarnos que las madres estén sentadas en las terrazas de los bares mientas sus hijos y nietos se entretienen haciendo diabluras que perturban la convivencia ciudadana. “De tal palo tal astilla”, dice el proverbio popular.

A finales de mayo de 2015 una noticia procedente de México hace poner la piel de gallina. Cinco chicos y dos chicas de entre 11 y 15 años mataron cruelmente a <b>Christopher Raymundo</b>  de 6 años jugando al <i>secuestro</i>. Los <i>secuestradores</i> infantiles reprodujeron en su juego la violencia que se respira cada día efectuada por las mafias de narcotraficantes y del crimen organizado. <b>Elisabet Sabartés</b>, corresponsal de la Vanguardia en México cita al fiscal que lleva el caso  “Más que un problema de policía este homicidio constituye un factor de descomposición social, de ausencia de valores”

<b>Lisa Miller</b> se refiere a una robusta y bien desarrollada vida espiritual“, <b>Elisabet Sabartés</b>a la “ausencia de valores”, como factores que promueven el gamberrismo infantil y adolescente del que se queja la Asociación de Vecinos de la Bordeta hasta la extrema gravedad que denuncia <b>Elisabet Sabartés</b>al citar al fiscal en su escrito <i>Jugando a secuestros</i>. ¿Dónde encontrar la espiritualidad y los valores que se necesitan para cortar de raíz el vandalismo creciente que en hechos puntuales terminan con casos como el que describe la periodista y que es el menú de cada día en la sociedad adulta?

La espiritualidad y los valores que le faltan a la sociedad actual que son necesarios para hacerla más justa no son de fabricación humana. Los buenos propósitos de las personas se degradan hasta situaciones extremas como se encargan de recordárnoslo los medios de comunicación.

El Dios que mediante la obra de la creación nos dice “estoy aquí”, nos ha hablado de diversas maneras mediante los profetas de la antigüedad y en los últimos tiempos mediante su Hijo Jesucristo, ha dejado constancia de sus dichos en la Biblia: “Escucha,  pueblo mío, mi ley, inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca. Abriré mi boca en proverbios, hablaré cosas escondidas desde tiempos antiguos las cuales hemos oído y entendido, que nuestros padres nos las contaron. No las encubriremos a sus hijos , contando a la generación venidera las alabanzas del Señor y su potencia, y las maravillas que hizo” (Salmo78: 1-4). Este texto nos muestra la importancia que tienen los padres a la hora de transmitir la espiritualidad y los valores que pueden darle la vuelta a la tendencia actual hacia el incivismo y el vandalismo infantil y adolescente” La neutralidad no cabe en el campo de una sana educación.

Octavi Pereña i Cortina

 

PROVERBIOS 14: 29


“El que tarda en airarse es grande en entendimiento, mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad”

La ira es un mal incorregible siempre dispuesto a estallar en el hombre pecador. Moisés de quien la Escritura dice. “era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra” (Números 12.3), explotó de ira ante el comportamiento del pueblo que pedía agua por segunda vez en la sequedad del desierto. En esta ocasión Dios le mandó que hablara a la peña. Lo que hizo fue golpearla dos veces con el bastón que llevaba. Este pecado le impidió poner los pies en la  Tierra prometida. Si Moisés que era el hombre más manso de todos los hombres no pudo controlar su ira, ¿podremos dominarla nosotros que no lo somos? Alguien ha dicho: “Una persona airada no sólo hace mal a los otros, también a sí mismo”. Un estallido de ira dirigido contra otra persona es como un boomerang que se vuelve contra quien lo lanza. El apóstol Pablo no da este sabio consejo: “No os venguéis a vosotros mismos, sino dejad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el señor”  (Romanos 12:19).

La ira es una reacción violenta a lo que se considera un ataque al amor propio. Es más de lo que se puede soportar. Se debe defender la dignidad del amor propio, da la honorabilidad. La ira es pues, una trampa que nos tiende el amor propio y la honorabilidad. Una manera de intentar esconder debajo de la alfombra las propias carencias. Se equivoca quien actúa de esta manera. Consigue todo lo contrario: pone al descubierto la debilidad de quien aparenta ser fuerte con el despliegue de la violencia, aunque sea verbal. Quien permite que la ira afee su carácter despierta el rechazo de quienes son testigos  de sus estallidos airados. A menudo son desproporcionados ante la ofensa  que cree haber recibido.

El dicho popular dice: “Dime con quien andas y te diré quien eres”. Las compañías influyen, para bien o para mal. Sus maneras de ser se reproducen en los otros. Jesús nos enseña: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso  y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” (Mateo 11: 29,30). Jesús nos dice que debemos aprender de Él. Para aprender del Maestro debemos vivir en íntima comunión con Él a fin de que su humildad y mansedumbre vayan suavizando nuestro carácter orgulloso y dado a los estallidos de ira que tanto lo afean.

“Puestos los ojos en Jesús”, nos dice Hebreos 12:2, “el Autor y consumador de la fe”. Para llegar a ser, si no el más manso de los hombres de la tierra, sí más que ayer y menos que mañana, debemos tener puestos los ojos en Jesús que es medicina para nuestras almas orgullosas.


PROVRBIOS 15:


“Todos los días del afligido son difíciles, mas los de corazón contento tienen un banquete continuo”

La aflicción no discrimina entre creyentes y quines no lo son. Una inundación no distingue los unos de los otros. Un incendio forestal que amenaza a un núcleo  poblado no separa las casas de los fieles de las de los infieles. Así podríamos seguir hablando de epidemias  de género diverso, de enfermedades, de accidentes de coche, de desahucios…Ante la aflicción todos somos iguales. Lo diferente es la manera como los unos y los otros se enfrentan a la aflicción y al dolor.

El texto nos dice: “Todos los días del afligido son difíciles” en contraste con “el de corazón contento tiene un banquete continuo”. ¿Por qué son difíciles los días del afligido? Por una razón muy sencilla: no tiene fe en el Todopoderoso que da fuerzas al cansado y concede paz a su corazón. Su falta de fe le impide que el Omnipotente le de las alas de águila que le transportan al reino de la paz. No hay paz para el impío. ¿A dónde puede ir el incrédulo a pedir ayuda? A menudo se apoya en el hombre, una caña cascada que le atraviesa la mano. Su aflicción no la puede compartir con el Único que se lo puede mitigar siendo ungido con el aceite de la gracia divina. No puede encontrar consuelo en persona alguna porque ésta, también está afectada por la aflicción.

El de corazón contento tiene un banquete continuo. No dice que la aflicción y el dolor no vayan a afectarle. Se enfrenta a la adversidad, a la aflicción, al dolor, con corazón contento. ¿Cómo puede tener un corazón contento se si ve afectado por el dolor y la aflicción? Sencillamente por la fe. Fe, no en el hombre,  ni n los poderosos de este mundo. No fe en la iglesia ni en sus mandatarios que no dejan de estar afligidos como el desconsolado que en ellos busca consuelo. Solamente la fe en Jesús puede hacer que el corazón dolorido se convierta en un corazón contento. El corazón contento no puede impedir que ataquen la aflicción y el sufrimiento. Lo que hace es que en medio de las tormentas, de los terremotos, de los incendios, de las enfermedades y otras adversidades, la fe en el señor Jesucristo le proporciona el contentamiento que necesita para afrontarlas con la esperanza de que al final del tiempo, Satanás,  el dios de este mundo, que es el responsable de que existan las diversas calamidades, sea lanzado en el abismo infernal Entonces cuando Jesús reinará públicamente en su reino solamente entonces gozara plenamente de una existencia sin dolor.

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dilluns, 14 de setembre del 2015


ABSURDIDAD DE LA VIDA


<b>Muchos suicidios se producen porque la vida no merece ser vivida.¿Se puede encontrar sentido a la vida?/b>

<i>Basta de hablar sobre la salud mental haced algo</i>es el título del escrito que <b>Lanai Scarr</b> redacta para tratar el espinoso problema de la salud mental que padece Australia y por extensión se puede aplicar a España. <b>Scarr</b> perdió a su madre cuando tenía siete años. Se suicidó gaseandose con el tubo de escape de su automóvil. La mujer durante muchos años tuvo que luchar con su enfermedad mental. Desengañado del sistema sanitario mental <b>Scarr</b> dice: “Lo que todavía es más triste es que después de veinte años mi historia no es única. Familias de toda Australia siguen sufriendo lo mismo”. Un gobierno tras otro gobierno dicen que debe encontrase solución, pero no hacen nada.

La actual ministro de Sanidad australiana <b>Sussan Ley</b> ha dicho que debe apedazarse el sistema sanitario roto: “Todo el mundo debe llevar la carga de responsabilidad y trabajar juntos para corregir la situación. No podemos seguir poniendo cinta adhesiva al sistema de salud mental y esperar que se cure por si solo”.Talvez, sí que el sistema sanitario australiano, como el nuestro, no funcione bien. ¿Es que existe algo que funcione a las mil maravillas? Quienes pretenden perfeccionar al cien por cien el sistema sanitario persiguen una quimera. Esto no significa que no deba trabajarse para mejorarlo. Así y todo siempre aparecerá alguien que venda prótesis defectuosas que afecte el bienestar de quienes las llevan. Vayamos paso a paso. El problema de los suicidios no se lo puede atribuir exclusivamente a los defectos del sistema sanitario. Se buscan exclusivamente soluciones externas cuando también deben tenerse en cuenta la condición espiritual de los enfermos. Desgraciadamente es más fácil medicar a las personas que padecen trastornos mentales, convirtiéndolas en zombis, personas ausentes y sin voluntad, nada tolerantes al dolor, que tratarlas como se merece la dolencia.

La periodista Núria Escur le pregunta al escritor libanés <b>Amin Maalouf</b>: ¿Entiende porque Stefan Zweig acabó suicidándose?  La respuesta que recibe es: “Pienso mucho en él. Es un escritor a quien admiro y siento lo que él sintió: No podía aceptar en lo que se ha convertido el mundo. Pero difiero de su decisión final…No podemos dejarnos llevar por la ceguera de la desesperación”. <b>Maalouf</b> remite el problema de los suicidios al interior del hombre.

El caos en que se ha convertido el mundo lleva a la desesperación de muchos que buscan la solución fácil en el suicidio. La vida se ha convertido en un absurdo para un creciente número de personas, no limitado por la edad ni el sexo, que opta por el suicidio como huída de un mundo en el que no vale la pena permanecer.

La era digital permite que muchas personas estén conectadas con desconocidos. Esta peculiaridad hace que las relaciones sean muy superficiales, vinculadas con temas que poco tienen que ver con el crecimiento personal. Son adictos a las pantallitas, pero sin recibir ni dar la amistad que saque del aislamiento a los interlocutores. El resultado es el vacío emocional que favorece el suicidio debido a que la conexión digital no contribuye a la salud del alma.

Una adolescente de 17 años que intentó suicidarse después de haber padecido acoso en la escuela, dijo: “Me siento sola y aislada, no soy feliz. El acoso me persigue por todas partes y realmente no tengo escapatoria. Pensaba: ¿Qué importa vivir si no gusto a nadie? Pensaba: ¿Por qué estoy aquí, si de todas maneras todos tenemos que morir? Qué importa si lo hago ahora”.

La muerte por suicidio sobrepasa a la de los accidentes de transito. En el año 2012 en España murieron 3.539 personas por suicidio ante las 1.915 en accidentes de transito. Se calcula que cada 40 segundas una persona se suicida en algún lugar del mundo.

La lectura puede prevenir o favorecer los suicidios. La generalización del libro como fuente de cultura no es cierta. Hay libros que hacen bien. Son muchos, pero, los que perjudican a la salud mental de los lectores. Los amigos de Nathan Austin que se suicidó, dijeron: “Los libros que leemos en el institutos son oscuros, Parece ser que cada libro que leemos nos diga que la vida no tiene sentido y que el final no importa. Estos libros contribuyen a hacer que la vida no tenga sentido”.

Los prejuicios hacen que el Libro que puede dar sentido a la vida y que enseña que vale la pena vivirla sea el menos leído. La Biblia gira entorno a la persona de Jesús el Hijo de Dios encarnado que da fuerza al acosado, impidiendo que el menosprecio le puedan despertar sentimientos suicidas que en algunos casos llevan al suicidio real. La persona para quien la vida no tiene sentido encontrará en la Biblia el mensaje que le hará revivir y, a pesar de las calamidades de todo tipo que se ven en este mundo, la vida tendrá sentido para ella. En una sociedad en la que existe tanta marginación y sufrimiento la amistad con Jesús borra la soledad depresiva que perjudica a la salud mental. Jesús es la Fuente de la Vida que hace que merezca vivir la vida.

Octavi Pereña i Cortina

 

 

SALM 65:4


“Bienaventurado el que tú escoges y  atraes a ti, para que habite en tus atrios, seremos saciados del bien de tu casa, de tu santo templo”

Este texto me ha llevado a la parábola del sembrador y de la semilla esparcida que cayó en cuatro tipos de terreno. En uno se la comieron las aves del cielo. En otro se secó porque no tenía humedad. En otro la ahogaron los espinos al crecer. La semilla, nos dice Jesús, es la Palabra de Dios que los diversos siervos del Señor esparcieron en los lugares que les fueron destinados. Los oyentes, por diversas razones rechazaron la Palabra que les fue anunciada y perecieron.

Otra parte de la semilla “cayó en buena tierra, y nació y llevó fruto a ciento por uno” (Lucas 8:8). Cuando Jesús interpretó el sentido de la semilla que cayó en buena tierra, dice: “Estos son los que con corazón bueno y recto recibieron la palabra de vida, y dan fruto con perseverancia” (v. 15). ¿Por qué una parte de la semilla cae en buena tierra? A mi entender la pregunta la responde el texto que comentamos: “bienaventurado el que tú escoges y atraes a ti, para que habite en tus atrios”. Por nacimiento todos somos tierra que rechaza la voz de Dios. Si no hubiese sido por la intervención divina todos pereceríamos en nuestros delitos y pecados.

Nos ayuda a entender quienes son aquellos que Jesús considera que tienen corazón bueno y recto el texto que presenta a Jesús como el Pan de Vida. Los oyentes le preguntaron: “¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?” (Juan 6:28). Jesús responde: “Esta es la obra de Dios, que creáis en el que Él ha enviado” (v.29). Sólo una tierra produjo fruto permanente: “Todo el que el Padre me da, vendrá a mí, y el que a  mi viene, no le echo fuera” (v.37). Más adelante Jesús sigue diciendo: “Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me da, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero”  (v.39). Para terminar de remachar el clavo, Jesús sigue diciendo: “Y esta es la voluntad el que me ha enviado: que todo aquel que ve al Hijo, y cree en Él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré  en el día postrero”  (v.40).

¡Que consoladoras son las palabras del salmista:”Bienaventurado el que tú escoges y traes a ti, para que habite en tus atrios”! En la incertidumbre que siembran quienes no conocen a Dios porque no saben quien es Jesús, el salmista considera bienaventurados aquellos que por el amor eterno de Dios Padre han sido escogidos para eterna salvación porque “nadie nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro”! (Romanos 8:39)


JOSUÉ 9:14


“Y los hombres de Israel tomaron de las provisiones de ellos, y no consultaron al Señor”

La autonomía con respecto a Dios des una mala compañera de viaje. La orden del Señor era inapelable: destruiréis a todos los habitantes de la tierra. Así lo hizo con todos los ciudadanos de Jericó (excepto Rahab la ramera que fue salvada por la fe), y los de la ciudad de Hai. Los gabaonitas fueron astutos  y enviaron a unos hombres que fingieron ser embajadores de un lejano país: “Tomaron sacos viejos sobre sus asnos, y cueros viejos de vino, rotos y remendados, y zapatos viejos y recosidos en sus pies, con vestidos viejos sobre sí, y todo el pan que traían para el camino era seco y mohoso” (vv. 4,5).  El texto sigue diciendo: “Y los hombres de Israel tomaron provisiones de ellos .Y no consultaron al Señor…Y Josué hizo paz con ellos, y celebró con ellos alianza…” (vv. 14,15). Años más tarde, durante el reinado de Saúl se presentó un problema con los gabaonitas. Pero eso s harina de otro costal.

Lo que deseo hacer resaltar de la historia de los gabaonitas es el peligro que representa tomar decisiones sin consultar al Señor. Debemos tener presente que Satanás es el padre de la mentira que se disfraza de ángel de luz para tomar ventaja de nosotros. Si tuviéramos siempre presente que Satanás es muy astuto no olvidaríamos sus maquinaciones y buscaríamos la dirección del Señor siempre.

Tal vez Josué y los ancianos de Israel se confiaron con las victorias conseguidas sobre Jericó y Hay, que no fueron suyas sino del Señor y se olvidaron de que las victorias obtenidas lo fueron del Señor. El apóstol Pablo refiriéndose a las debilidades de Israel que les ocasionaron muchos perjuicios y, teniendo en cuenta de que el Antiguo Testamento ha sido escrito para que de él podamos obtener sabiduría provechosa, dice a los cristianos de Corinto: “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga”          (1 Corintios 10:11).

Cuando nos creemos fuertes dejamos de fortalecernos en el Señor y, cuando no lo hacemos, el vaso de barro que somos se rompe en mil pedazos y, el diablo con sus embustes nos hace creer que estamos en el buen camino. La realidad debe recordarnos lo equivocados que estábamos. Pero, …¿qué hacemos del arrepentimiento? Si no nos arrepentimos  y no dejamos nuestra autonomía orgullosa en el desván, no podremos gozar de las bendiciones del Señor y recogeremos fracaso tras fracaso.

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dilluns, 7 de setembre del 2015


JOSUÉ 6:17


“Y la ciudad será consagrada al Señor, con todas las cosas que están en ella, solamente Rahab la ramera vivirá, con todas las cosas que están en la casa de ella, por cuanto escondió a los mensajeros que enviamos”

Hebreos 11:33 nos dice: “Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz”. El apóstol Pablo escribe a los cristianos en Roma en estos términos: “Así que la fe es por el oír, por la Palabra de Dios” (10:11). ¿Cuándo oyó Rahab la Palabra de Dios? Cuando los espías llegaron a su casa Rahab y creía. La misericordia de Dios guió a los espías porque no deseaba que muriese junto con los desobedientes. Ningún ciudadano de Jericó debía quedar vivo.  Repitamos la pregunta: ¿Cuándo fue que Rahab escuchó la Palabra de Dios? No la oyó de ningún predicador judío enviado a Jericó de la manera como Jonás fue enviado a Nínive. Fueron los mismos paganos quienes hicieron llegar a sus oídos la Palabra de Dios que salva. He aquí lo que Rahab dice a los espías: “Sé que el Señor os ha dado esta tierra, porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país ya han desmayado por causa de vosotros. Porque hemos oído que el Señor hizo secar las aguas del Mar Rojo… (Josué 2:9-12). Rahab creyó el mensaje que Dios le enviaba por medio de la transmisión oral de los hechos maravillosos que Dios iba haciendo con los israelitas desde  la liberación  de la esclavitud de Egipto hasta el paso en seco del Jordán.

Rahab manifiesta su fe en su Salvador cuando dice a los espías: “Os ruego pues, que me juréis por el Señor, que como he hecho misericordia con vosotros, así haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis señal segura” (v.12). Al despedirse, los espías le dicen a Rahab: “Atarás este cordón de grana a la ventana por la cual nos descolgaste, y reunirás en tu casa a tu padre y a tu madre, a tus hermanos y a toda la familia de tu padre. Cualquiera que salga fuera de las puertas de tu casa, su sangre será sobre su cabeza y nosotros sin culpa” (vv.18,19).  

Rahab no esperó. Tan pronto partieron  los espías Rahab se apresuró en colgar el cordón de grana en la ventana, garantía de que la vida de ella y de toda su familia sería preservada. El cordón de grana nos recuerda la sangre que por fe los israelitas untaron los postes i dintel de las puertas, y la muerte pasó de largo. “Sin derramamiento de sangre no se hace remisión (de los pecados) (Hebreos 9:22). Así que, cuando se derrumbaron las murallas de Jericó y todos sus habitantes perecieron por la espada, Rahab y su familia conservaron la vida.

La historia de Rahab nos recuerda que quienes no son pueblo de Dios por la fe en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo son  hechos pueblo de Dios entran a formar parte de él y participantes de la salvación eterna y ciudadanos del Reino de Dios.


JOSUÉ 7:12


“Porque son como aquello destinado al exterminio, ni estaré con vosotros si no destruís aquello dedicado al exterminio de en medio de vosotros”

Este texto tiene que ver con Acán y su pecado. “Los hijos de Israel cometieron anatema”, es decir, se apoderaron de algo puesto aparte y consagrado irrevocablemente a Dios. De momento el pecado de Acán permanecía escondido a los ojos del pueblo pero no a los de Dios. Israel sufrió una humillante derrota cuando intentaron conquistar la ciudad de Hai. El pueblo se lamenta y Dios le dice a Josué: “Levántate, ¿por qué te postras sobre tu rostro? Israel ha pecado, y aún ha quebrantado mi pacto que yo les mandé, y también han tomado del anatema…” (v.10). Israel debe descubrir al trasgresor. Guiados por el Señor sale elegida la tribu de Judá y de de esta tribu fue escogida la familia de Zera y de esta familia, Acán.  Siguiendo el mandato del Señor Acán junto con su familia y todas sus posesiones fueron consumidos por el fuego (v.15). La desobediencia al Señor no debe darse en su pueblo. El pecado de una sola persona tiene el poder de poner en peligro a todo el pueblo. Es duro tener que castigar al transgresor, pero el bien colectivo requiere que el tal sea castigado como ordena el Señor.

En el Nuevo Testamento, el apóstol Pablo escribiendo a los cristianos de Corinto trata un caso de fornicación: “Y tal fornicación cual ni aún se nombre entre los gentiles, tanto que alguno tiene a la mujer de su padre” (1 Corintios 5:1). Parece ser que la condescendencia de la iglesia con aquel pecador no daban importancia a tal conducta y permitían que el infractor participase en la Cena del señor cuando la iglesia se reunía para celebrarla. Palabras del apóstol a aquella iglesia: “Y vosotros estabais envanecidos. ¿No deberíais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio e vosotros el que cometió tal acción?” (v.2). El apóstol sigue diciendo: “Ciertamente yo, como ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, y como presente he juzgado al que tal cosa ha hecho. En el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo, el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús” (3-5).

La levadura según la Biblia es un símbolo de pecado: “¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa? Limpiaos, pues, de la vieja levadura para que seáis nueva masa, sin levadura como sois, porque nuestra pascua que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros” (vv. 6,7).  Pablo indica en la carta que los hermanos no deben juntarse con los fornicarios que lo sean llamándose hermanos. Con los tales la orden es contundente: “Con el tal ni aún comáis Porque a los que están fuera, Dios los juzgará. Quitad, pues, a este perverso  de entre vosotros” (vv. 11,13). Es difícil ser juez de esta envergadura. El bien de la iglesia requiere que tal operación se efectúe cuando la ocasión lo precise.

 

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LA TRAMPA DEL SEXO


<b>No eres culpable de tus deseos sexuales pero sí que eres responsable de la manera como los canalizas</b>

Auque no son un problema de salud pública las infecciones de transmisión sexual crecen de manera alarmante. Según una noticia un 130% durante el período 2010-2013. La posibilidad de contagio de una infección de transmisión sexual es como jugar a la ruleta rusa, “no son necesarios demasiados contactos, Sólo con uno es suficiente. Las infecciones de transmisión sexual no son exentas de problemas graves de salud en general y de salud sexual en particular” Antoni Mateu, secretario de Salud Pública)

Según la noticia “Una buena parte de los afectados son jóvenes, lo cual preocupa al colectivo sanitario porque implica que son muchos quienes no utilizan los preservativos”. El incremento de casos de infecciones de transmisión sexual y de embarazos no deseados de adolescentes, acompañados en muchos casos de abortos, pone en evidencia el fracaso de las campañas de educación sexual que se han hecho con el propósito de prevenir las funestas consecuencias del sexo fuera del matrimonio.

El lema <i>Con mi cuerpo hago lo que quiero</i>, no es una buena filosofía. Visto el resultado que acompaña a la lascivia quizás seria interesante reflexionar seriamente sobre las relaciones sexuales descontroladas, la cultura de ama a tu cuerpo para gratificarlo sin límites es el resultado del <i>hombre carnal</i> que no tiene valores espirituales dignos de este nombre. <i>Hombre carnal</i>, según la Biblia lo es toda persona desvinculada del Dios  eterno porque no cree en su Hijo unigénito Jesucristo, tiene un corazón del que brotan pensamientos que contaminan: “Porque del corazón salen los malos pensamientos…adulterios, fornicaciones” (Mateo 15:19). El apóstol Pablo suscribe lo que dice Jesús cuando escribe: “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia” (Gálatas 5:19). A la persona no convertida a Cristo es lógico que le atraiga todo aquello que está relacionado con el sexo porque su corazón inconverso se lo pide. Como sea que la mayoría de la población, a pesar de que se considera cristiana no practicante, no cree verdaderamente en Cristo. No debe extrañarnos que las actividades relacionadas con el sexo proliferen: prostíbulos, pornografía…Tampoco debe asombrarnos que las personas que controlan la industria del sexo sean individuos sin conciencia, deshumanizados, que no les preocupa lo más mínimo  el dolor que ocasionan a las esclavas del sexo y a sus familiares, que con engaño se las introduce en el circulo infernal de la prostitución. Leyes permisivas. Políticos y policías que miran hacia otro lado fingiendo no ver nada y junto a la lascivia de los clientes hacen que este inhumano negocio del sexo genere millones de euros de beneficio, a pesar de la crisis. El deseo sexual es uno de los más devastadores de los deseos ya que nunca tiene bastante y cuanto más se le da más demanda. Una sociedad que se construye sobre el culto del sexo es una comunidad que vive en un estado de permanente frustración y en una desvalorización del otro porque se le considera un objeto de usar y tirar.

Para poder cambiar la tendencia que tiene el <i>hombre carnal</i>de satisfacer a cualquier precio sus deseos sexuales deben convertirse en <i>hombre espiritual</i> en el que el deseo sexual deja de ser una prioridad ya que en él se encuentra el deseo de buscar las cosas celestiales que mitigan los deseos pecaminosos que impulsan a hacer un mal uso del sexo.

Sentencias  bíblicas como: “El hombre que ama la sabiduría alegra a su padre, pero el que frecuenta rameras perderá los bienes” (Proverbios 29:3). De momento estas palabras no le dicen nada al <i>hombre carnal</i> pero por la gracia de Dios se pueden transformar en un rayo de luz que le hagan ver que ha caído en una trampa y le lleven a exclamar: “Señor ten piedad de mí que soy un pecador”.

Octavi Pereña i Cortina