diumenge, 26 de març del 2023

 

ISAÍAS 6: 8

“Después oí la voz del señor que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?

<b>Juan Planellas</b> arzobispo de Tarragona, coincidiendo con el día del Seminario, escribe: “No podemos  dejar de hablar, evidentemente de vocaciones…Jesús te llama, ¿lo sabes? Jesús es el gran despertador que quita el sueño de los ojos para hacernos ver la realidad, y la realidad es Dios”.

Las vocaciones pastorales tan necesarias en tantas iglesias que carecen de pastor que en representación de Jesús, el Buen Pastor, guíen a los fieles a descansar en delicados pastos. La vocación pastoral no depende de la voluntad humana. Es el resultado de la elección del Buen Pastor que escoge a los hombres que en representación suya tienen que pastorear a las iglesias.

La elección del profeta en el ministerio pastoral es el modelo que se tendría que seguir hoy a la hora que las iglesias elijan a los hombres que tienen que pastorearlas.

El profeta  tiene una visión  de la gloria de Dios: ”Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto, porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Señor de los ejércitos” (v. 5). Los pastores tienen que ser hombres que tengan un auténtico conocimiento de Dios. No un conocimiento intelectual adquirido en las aulas de los seminarios, sino que previamente hayan experimentado un genuino conocimiento del Señor de la iglesia, es decir, hombres que hayan nacido de nuevo y que sean guiados por el espíritu Santo. Este conocimiento es el que produce en quienes el Señor escoge para pastorear a su pueblo un verdadero conocimiento de ser pecador: “¡Ay de mí! que soy muerto, porque siendo hombre inmundo de labios!”

El siguiente paso que conduce a la elección al pastoreado es: “Uno de los serafines, tomando en su mano un carbón encendido, cogido del altar con unas tenazas, dijo. He aquí, esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpiado tu pecado” (vv. 6, 7).

Una vez el profeta fue purificado de sus pecados es cuando el Señor se dirige a  Isaías y le dice: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? En respuesta a la pregunta del Señor Isaías le dice: “heme aquí, envíame a mí” (v. 8). Una vez el profeta acepta el encargo de ser un heraldo del Señor es cuando Jesús el Señor de la Iglesia le dice: “Anda, y di a este pueblo: oíd bien y no entendáis, ved por cierto, mas no comprendáis” (v. 9).  La gente oirá pero no creerá. No andarán por los caminos del Señor. El profeta en Nombre del Señor les dirá que se arrepientan, pero no lo harán. Seguirán sus propios senderos. El éxito del heraldo del Señor no está en contabilizar multitud de conversiones sino en ser fiel al mensaje recibido del Señor de la viña.

 MATEO 1: 20, 21

“José hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su Nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados”

Dios en su propósito de salvar a los elegidos por la fe en el Nombre de su Hijo Jesús utilizó a cinco mujeres: Eva por la que el pecado entró en el mundo. Tamar que se hizo pasar por prostituta y mantuvo relación sexual con su suegro. Rahab la prostituta gentil que recibió a los espías. Rut, la moabita y Betsabé  que adulteró con David. En el cumplimiento del tiempo a la virgen María que confiesa ser pecadora cuando dijo: “Engrandece mi alma al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador, porque ha mirado la bajeza de su sierva” (Lucas 1: 46-48). Si María pudiese ver y oír lo que ocurre aquí en la Tierra, ella que “mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador, porque ha mirado la bajeza de su sierva”, ¿qué pensaría al ver que la han divinizado hasta el punto de considerarla haber sido concebida sin pecado original y colocarla en la parte alta del pódium, por encima de su Hijo que es su salvador y convertid en corredentora con Él? A Jesús por María es el lema. Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, escribe: “Salgamos de nosotros mismos para ir a buscar a aquel que nos necesite. Pidámosle a María que nos guie en este camino cuaresmal, que ella nos anime a conocer y a amar cada día más a Jesucristo, muerto y resucitado”.

El apóstol Pedro refiriéndose a la sabiduría que le ha sido dado al apóstol Pablo, escribe: “Casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas, entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición”. (2 Pedro 3: 15, 16). A continuación el apóstol Pedro  añade un fuerte aviso de alerta: “Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error, caigáis de vuestra firmeza” (v. 17).

El apóstol Pablo escribiendo a la iglesia en Éfeso, es dice: “Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad” (6: 14). Cristo es la Verdad de Dios hecha carne y la Biblia es la  Verdad  de Dios que los hombres inspirados por el Espíritu Santo para salvación nuestra. Seamos imitadores de los cristianos de Berea “recibieron la Palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así” (Hechos 17. 11).

 

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada