dilluns, 30 de desembre del 2019


LA HISTORIA SE REPITE

<b>Ima Sanchís</b> le pregunta a <b>Pere Portabella<b>, director de cine y político: ¿Qué ha entendido del ser humano? El político responde: “Todas las especies se adaptan al cambio excepto nosotros. Somos instintivamente depredadores”. Este concepto que el director de cine tiene del ser humano no gusta a mucha gente que lo consideran bueno  por naturaleza y culpan al entorno de su perversidad. Si no existiese el instinto depredador en el ser humano no se hubiesen cometido los genocidios que se han cometido a lo largo de la historia hasta nuestros días. No se sabría nada de campos de exterminio. Ignoraríamos la existencia de campos de reeducación de disidentes políticos como los que constan en China y Corea del Norte. La aplicación de la tortura para hacer confesar delitos que únicamente se encuentran en las mentes de los torturadores. Los gulags soviéticos…
<b>Víctor-M. Amela</b>  le dice a <b>Martí Domínguez</b> entomólogo y periodista de manera afirmativa: No reincidiremos en esta barbarie, refiriéndose a los crímenes cometidos en la Alemania nazi. Parece ser que el reportero dude de que una situación parecida se pueda volver a repetir en nuestros días. <b>Martí Domínguez</b> le tiene que recordar que “biólogos, físicos, sicólogos…Sí. El nazismo dio soporte a la ciencia, porque financió sus departamentos en universidades…Y los científicos colaboraron a favor de la salud y la felicidad de los alemanes, hablaban del higienismo social, de eliminar individuos de <i>razas inferiores</i> ¡Y ayudaban a hacerlo!”!
¿De qué manera los científicos ayudaron a la felicidad y a la salud de los alemanes? <b>Martí Domínguez</b>, explica: “Unos defendían el <i>labensraum</i> (espacio vital), el derecho natural del pueblo alemán a más territorio. Otros el <i>labensborn</i> (fuente de vida), granjas de recién nacidos: Mujeres arias se dejaban embarazar…por oficiales de las SS. Entregaban a los niños arios a familias nazis, y niños rubios  en países eslavos. Y el doctor <b>Asperger</b> gaseó a niños <i>inferiores</i>”.
Volvamos a la duda que tiene <b>Amela</b> de que hoy se vuelva a producir algo tan cruel como lo que se produjo durante el nacismo. El “¿No?” con el que comienza la respuesta de <b>Martí Domínguez</b>, el entomólogo y periodista le está diciendo: ¿Estás seguro? Si la cultura nazi fomentó el genocidio y la cultura de la guerra, ¿crees que la nuestra evitará que se repita? Quien avisa no es traidor. El entomólogo se explica: “Aconsejo estar muy atentos para evitar que una idea te ilumine…y entres en una espiral hacia un solo punto de luz, igual que las polillas hacia la luz de una bombilla”. Para evitar quemarnos como lo hace la polilla cuando entra en contacto con la bombilla encendida, tenemos que alejarnos cuanto más lejos mejor de las ideas totalitarias que nos encandilan con las promesas de imposible cumplimiento  y que destruyen a quienes no las comparten. No tenemos que olvidar nunca lo que <b>Portabella</b> dice: los seres humanos somos instintivamente depredadores. ¿Qué hace que nos comportemos peor que las bestias?

El engendro de la  bestia se produce en  el Edén, con la desobediencia de Adán a la prohibición de Dios de que moriría si comiese el fruto del árbol prohibido. Desobedeció y murió espiritualmente en el acto. Físicamente vivió 930 años y murió. A pesar de que por la misericordia de Dios nació de nuevo como hijo de Dos por adopción, el germen de la muerte ha permanecido vivo en toda su descendencia. El primer acto que evidencia que el ser humano es portador del instinto depredador fue el asesinato de Abel, hijo de Adán, por su hermano Caín.
La radiografía que la Biblia hace del hombre como portador del instinto depredador lo hace con estas palabras: “Y vio el Señor que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Génesis 6:5). Las crónicas describen con detalle la perversidad humana manifestada en las guerras para dominar a los pueblos vecinos. Los genocidios cometidos durante la colonización de pueblos considerados inferiores y desgraciadamente los infligidos  en el nombre de Cristo.
El instinto depredador del hombre tiene un origen a lo largo de la historia. He aquí como lo describe el apóstol Pablo: “Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto. Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Romanos 1: 19,20). La creación habla del Creador que por su palabra hizo los cielos y la tierra, hecho que hace que el ateísmo sea inexcusable. Prosiguiendo su relato el apóstol dice que los hombres cambiaron la gloria de Dios por imágenes consideradas artísticas, hecho que hace que Dios deje al hombre sometido al libre albedrio. Dejado el hombre en esta condición, que se considera libertad, le lleva a cometer las maldades  que el alma sin freno le incita a realizar: “Toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad, llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños, malignidades, murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de malos, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia” (vv.29-31). Esta descripción que hace el apóstol Pablo del hombre alejado de Dios es lo que <b>Pere Portabella<b> denomina instinto depredador del hombre, que estando en activo, hace que la historia se repita y que el hombre no aprenda de sus tropiezos.
Octavi Pereña i Cortina


dilluns, 23 de desembre del 2019


PRINCIPE DE PAZ

<b>Los Ángeles que anunciaban el nacimiento de Jesús cantaban: “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres”                        (Lucas 2:14)</b>
Una noticia lleva este título: <i>Unos ultras intentan boicotear el filme de Amenábar en Valencia</i>. Según la noticia: “España 2000 criticó la película por contar la historia y llena de errores históricos”. No entro a valorar si los motivos de la protesta son correctos o no. Existen, pero, otras maneras de disentir de las opiniones de otros que no sean violentas. Esta manera de proceder no va con la democracia. Lo que motiva a comentar la noticia es que quienes perturbaron el orden que reinaba en la sala en donde se proyectaba la película <i>Mientras dure la guerra</i> lo hicieron gritando “Viva Cristo Rey”. Esta proclama acompañada de disturbios  merece reflexionar sobre Cristo Rey.
Los magos de Oriente impulsados por la visión de la estrella que anunciaba el nacimiento de Jesús emprenden viaje hacia Jerusalén. Al llegar a la ciudad se informan: “¿Dónde está el Rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarlo” (Mateo 2. 2).  Los magos quieren ver al Rey de los judíos que ha nacido no para utilizarlo para sus propios intereses, sino para adorarlo. Rendirle el homenaje que se merece  como Dios encarnado, no solamente como Rey de los judíos, sino como Rey y Salvador de todo el pueblo de Dios constituido por judíos y gentiles. Este acontecimiento sucede al inicio de la historia terral del eterno hijo de Dios encarnado.
En el momento en que se aproxima el cumplimiento del propósito principal del ministerio de Jesús que es morir en la cruz para salvación de todo el pueblo de Dios, los dirigentes religiosos judíos le acusan de blasfemo por considerarse Hijo de Dios. Esta declaración implicaba que Jesús afirmaba ser Dios. La jerarquía religiosa judía quiere deshacerse de Jesús  porque su presencia era un peligro para sus intereses económicos. Como no pueden sentenciarlo a muerte como es su deseo lo conducen ante Pilato, el gobernador romano, para que sea el  brazo ejecutor de la sentencia. Como no pueden conseguirlo por la fuerza,  por coacción consiguen que haga lo que quieren de él. Los dirigentes sacerdotales se presentan ante Pilato y le dicen: “A éste hemos hallado que pervierte  a la nación, y que prohíbe dar tributo al Cesar, diciendo que Él mismo es el Cristo, el Rey” (Lucas 23: 2).
Con respecto a la realeza de Jesús es muy esclarecedor la conversación que Éste mantiene con Pilato: “Entonces Pilato volvió a entrar en el pretorio, y llamó a Jesús, y le dijo: ¿Eres tú el rey de los judíos? Jesús le respondió: ¿Dices esto por ti mismo, o te lo han dicho otros por mí? Pilato les respondió: ¿Soy yo acaso judío? Tu nación y los principales sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho? Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo, si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que no fuese entregado a los judíos, pero mi reino no es de aquí. Le dijo entonces Pilato: ¿Luego eres tú rey? Respondió Jesús: tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, yo para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz” (Juan 18: 33-37).
En la conversación que mantuvieron Jesús y Pilato éste le preguntó. “¿Qué es la verdad?” (v.38). hecha la pregunta, sin esperar respuesta el gobernador abandona la sala. Pilato se quedó sin saber qué es la verdad. Nosotros sí que podemos si es que estamos dispuestos a escuchar lo que Jesús tiene que decirnos: “yo soy el camino, y la VERDAD, y la vida, nadie viene al Padre si no es por mí” (Juan 14: 6).
Los ángeles que anunciaron a los pastores el nacimiento de Jesús en Belén les dijeron: “”¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” (Lucas 2. 14).
El Rey del pueblo de Dios es Rey de paz. Quienes pronuncian el Nombre: Cristo Rey tendrían que seguir el ejemplo de Jesús que dijo a sus seguidores: “Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo, antes cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra, y el que quisiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, dale también la capa, y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pide dale, y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses” (Mateo 5: 38-42). Palabras muy duras para aquellos que al grito de Cristo Rey cometen violencia. Celebran la Navidad, sí, pero desconocen quién es el niño que nació en Belén de una virgen. Quién es el niño que nació de manera sobrenatural, el profeta Isaías lo declara: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro, y se llamará su Nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, PRINCIPE DE PAZ” (9.6). El autor de Hebreos refiriéndose a Cristo Rey, escribe: “Mas  del Hijo dice: Tu trono oh Dios, por el siglo del siglo, cetro de equidad es el cetro de tu reino” (1: 8)
Octavi Pereña i Cortina



SALMO 36:1

“La iniquidad del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos”
David observaba lo que sucedía a su alrededor. Contempla lo que hacen y lo que dicen las personas de su entorno. Llega a una conclusión sin matices: “La iniquidad del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante  de sus ojos”. Esta sentencia no significa que desde la perspectiva humana no hubiese buenas personas. Como hoy. Redacto el borrador de este comentario el lunes 19 de diciembre de 2019. En el día anterior se celebró la ya tradicional Marató de TV3. Este año dedicada a las enfermedades minoritarias. Hasta el día de hoy se han recaudado nueve millones de euros. El importe indica que existen en Catalunya miles de personas que sienten el dolor ajeno. Ello no quita la veracidad del texto que comentamos: No hay temor de Dios delante de los ojos de los impíos. Los impíos son personas que no han hecho las paces con Dios por la fe en el Nombre de Jesús. Humanamente hablando hay millones de excelentes personas que están enemistadas con Dios. Por ello están bajo el dominio de Satanás que es el padre de mentira y que es homicida desde el principio. Estas características satánicas con más o menos intensidad  se manifiestan en estas buenas personas que Dios considera necias porque en su corazón dicen que no hay Dios. “No hay temor de Dios delante de sus ojos” como dice el texto que comentamos.
Estas buenas personas lo son porque la misericordia de Dios impide que la maldad de sus corazones se exprese con su máxima intensidad. Esta bondad aparente hace que quienes la manifiesten se consideren buenas personas. Que no tienen temor de Dios, lo cual les impide acudir a Jesús que es el Medico del alma que con su sangre derramada en la cruz del Gólgota les limpie todos sus pecados que les son ocultos.
Los creyentes en Cristo a pesar de seguir siendo pecadores, Dios los considera justos, personas buenas de verdad, que han sido transformadas en árboles buenos que dan frutos buenos a los ojos de Dios. Los justos no son personas ciegas ignorantes de la maldad que se esconde en sus corazones. Este conocimiento de la realidad las impulsa a suplicar setenta veces siete el perdón de sus pecados a Jesús que es su Salvador. De ahí que a cada día que transcurre se van asemejando más a Jesús. Este proceso de santificación perdurará todo el tiempo que estén aquí en la Tierra. El temor de Dios las guardará durante el peregrinaje temporal. En el día de la resurrección alcanzarán la perfección a que han sido llamados.


DEUTRONOMIO 32: 1-4

“Escuchad, cielos, y hablaré, y oiga la tierra los dichos de mi boca. Gozará como lluvia mi enseñanza, destilará como rocío mi razonamiento, como llovizna sobre la tierra, y como las gotas sobre las plantas, porque el Nombre del Señor proclamaré, engrandeced a nuestro Dios, Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud”
Vivimos unos tiempos de máxima incertidumbre. El panorama político mundial es un caos. La situación empeora. No debe extrañarnos. Ciegos guiando a ciegos todos ellos terminan cayendo en el pozo. Jesús ya anunció que a medida que se vaya acercando el fin del tiempo las cosas irán de mal a peor. En medio de las espesas tinieblas espirituales que impiden ver un futuro esperanzador, un rayo de luz atraviesa la oscuridad que devuelve la esperanza en quienes la han perdido. Dios habla a quienes tienen oídos para oír. “Escuchad, cielos, y hablaré oiga la tierra los dichos de mi boca”. Dios no está ausente como algunos dicen. Dios se interesa por el bienestar de los hombres. ¿Nos comportaremos como los israelitas que ante los profetas que les hablan en Nombre de Dios, respondían: No escucharemos?
Debido al contumaz rechazo de Dios por nuestra parte, la Tierra se convierte en un inhóspito desierto. Las naciones se dan cuenta de que es urgente tomar medidas para frenar el cambio climático que se acelera y amenaza nuestra supervivencia. Pero los hombres en su necedad no atienden a la voz de Dios que los llama al arrepentimiento. La Tierra ha sido maldecida por Dios debido a nuestro pecado, y al llamado de Jesús: ”Arrepentíos que el reino de los cielos se ha acercado”, respondemos: No nos arrepentiremos. La Tierra a pasos agigantados corre hacia su destrucción. El antídoto contra el cambio climático que nos amenaza con  hambrunas, terremotos, inundaciones y otras catástrofes, nos lo ofrece Dios cuando nos pregunta: ¿Gozará como lluvia mi enseñanza, destilará como rocío mi razonamiento, como llovizna sobre la hierba, y como las gotas sobre las plantas”? La respuesta que le damos es: “No oiremos”. El fracaso de la cumbre  celebrada en Madrid en diciembre del 2019 para tratar el cambio climático, es la respuesta de Dios a nuestro “no oiremos”. Para los creyentes en Jesús que hoy sufren las consecuencias de una sociedad que niega la existencia de Dios, tienen la esperanza de que el paraíso de Edén perdido por el pecado de Adán, el día de la resurrección lo recuperarán  y gozarán de la presencia de Dios.



dilluns, 16 de desembre del 2019


IDOLATRIA VENCIDA

<b>”Es cierto que existen dioses pero lo que la multitud cree de ellos no es cierto” (Epicuro)</b>
Un breve escrito titulado <i>Madre de Dios alcaldesa</i> me lleva transcribir esta cita del profeta Jeremías: “Así dice el Señor, ¿qué maldad hallaron en mí vuestros padres, que se alejaron de mí, y se fueron tras la vanidad, y se hicieron vanos?” (2:5). Vanidad en lenguaje bíblico significa idolatría. Israel tan pronto como fue liberado de la esclavitud egipcia, cuando según el pueblo, no sabía que se había hecho de Moisés, el guía humano que los condujo durante la travesía del desierto, porque tardaba en descender de la cumbre del Monte Sinaí en donde se había retirado para recibir instrucciones de Dios y recibir las tablas de la Ley. El pueblo que no tenía ojos para ver la Invisible dijo a Aarón. “levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros, porque Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya sucedido. Y Aarón les dijo: “Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos. Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas  y los trajeron a Aarón, y él tomó de sus manos y le dio forma con el buril, e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses que te sacaron de la tierra de Egipto” (Éxodo 32:1-4).
La Biblia enseña que el pueblo de Dios tiene que andar por fe, no por vista. En el momento en que la fe desaparece surge la necesidad de hacerse imágenes que pretenden representar a la divinidad. Lo mismo le ha sucedido a la Iglesia. En el momento en que los apóstoles dejaron este mundo, siguiendo el ejemplo de Israel a la muerte de Moisés, el virus de la idolatría se fue introduciendo en ella de manera solapada hasta que el emperador Constantino proclamó el edicto de Milán en el año 313, en que se concedió al cristianismo carta de derecho legal. Este edicto facilitó la entrada masiva en la Iglesia de personas paganas y con ellas se introdujo la diversidad de deidades que se cristianizaron y a las que se les rindió culto. Abominación a los ojos del Señor que ha persistido hasta nuestros días: “No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté en cima en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás, porque yo soy el Señor tu Dios, fuerte celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen” (Éxodo 20: 3-5).
La idolatría se comporta como un virus que se extiende por todo el tejido social. No se limita a hacer estragos en el seno eclesial. Sale de sus entrañas e influye en quienes abiertamente se declaran no cristianos. Por  mimetismo hacen actos de reverencia a las imágenes prohibidas por Dios. Sale del ámbito privado para instalarse en el institucional. De ello  tenemos ejemplos diversos. Recientemente se ha dado un nuevo caso en el municipio de Sant Vicenç dels Horts  que en el pleno municipal celebrado el 24 de noviembre de 2019 se aprobó nombrar <i>alcaldesa perpetua</i> a la Virgen de la Soledad “para conmemorar  los 20 años de la cofradía local, la del Cristo de la Soledad  y nuestra Señora de la Soledad, y reconocer todas las acciones que  ha venido haciendo para <i>engrandecer la semana Santa del municipio</i> (El Nacional, 27/11/2019).
El apóstol Pablo escribiendo a la iglesia de Roma, redacta: “Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración por Israel, es para salvación. Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a sabiduría” (Romanos 10.12).
Al referirse el apóstol al celo de Dios de Israel, es muy posible que tuviera en mente su pasado fariseo ultraconservador, que su celo sin sabiduría, lo impulsaba  a perseguir a los  cristianos para encarcelarlos o matarlos como en el caso de Esteban, el primer mártir de la era cristiana. El apóstol sigue escribiendo algo muy interesante, que de entenderse, conseguiría que el idólatra abandonara la  vanidad de la idolatría sin que nadie se lo prohibiese. Si alguien se convierte en hijo de Dios por adopción por la fe en Jesús, con sólo pensar en arrodillarse ante una imagen se le removerían las entrañas. He aquí lo que dice el apóstol: “Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han  sujetado a la justicia de  Dios” (v.3). Traducido significa que el idólatra ignora que Dios salva a los pecadores únicamente por la fe en Jesús muerto y resucitado y busca la salvación implorando a cristos, vírgenes, santos. En el momento en que cree en Jesús como el único camino que lleva a Dios, Dios por la sangre derramada de su Hijo en el Gólgota, borra todos sus pecados. El perdón que Dios concede a quienes creen en su Hijo, pulveriza la idolatría almacenada en su corazón. Amanece a una nueva vida llena de esperanza.
Octavi Pereña i Cortina



ROMANOS 10: 17

“Así que la fe es por el oír, y el oír por la Palabra de Dios”
La Iglesia católica con su ecumenismo exagerado, a pesar que mantiene que es la Iglesia instituida por Jesús, y que es el camino de salvación, afirma que todas las religiones tienen algo de verdad y que los fieles de las religiones no cristianas también pueden obtener la salvación. La Iglesia católica no es la verdadera porque niega lo que Jesús dijo de sí mismo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida, nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14: 6). La doctrina apostólica sigue la misma enseñanza. Cuando Pedro y Juan comparecieron ante el Sanedrín  para dar cuenta de autoridad  con que predicaban y hacían milagros, con valentía respondieron: “Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro Nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podemos ser salvos” (Hechos 4: 12). No existen diversos caminos de salvación, solamente hay uno y este es JESÜS. Cuando la Iglesia católica habla de evangelizar no significa lo mismo que enseña la Biblia que afirma que evangelizar consiste en anunciar la salvación de los pecadores,  exclusivamente por la fe en Jesús muerto y resucitado.
El texto que sirve de base a esta meditación afirma: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios”. Así que, ni el Corán, ni los libros sagrados de otras religiones pueden despertar la fe que salva. Es muy taxativo. Excluye a todos los libros sagrados que no sean las Escrituras cristianas. Descarta  asimismo a los judíos porque en su creencia exclusiva del Antiguo Testamento, no atienden a toda la Palabra de  Dios, con lo cual excluyen a Jesús que es el único Nombre que puede salvar. Solamente una parte de la Biblia no sirve para salvar. “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en  justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3: 16,17).
El hombre no puede ir a espigar fuera de la Viña del Señor esperando encontrar lo que únicamente se halla en la Palabra de Dios que ha sido inspirada por el Espíritu Santo. Sus hojas contienen la Verdad eterna para salvación del hombre. En otros textos pueden encontrarse verdades pero no la Verdad que es Jesús.


SALMO 36: 2

El impío “se lisonjea por tanto, en sus propios ojos, de que su iniquidad no será hallada y aborrecida”
El texto que comentamos da respuesta a la pregunta que nos hacemos a menudo: ¿Por qué las personas persisten en sus fechorías sabiendo que están mal? Porque piensan  “que su iniquidad no será hallada y aborrecida”. Erróneamente creen que sus malas acciones no las sabrá nadie. Puede ser posible que los hombres no lleguen a conocerlas nunca porque se ha tenido la precaución de mantenerlas ocultas. Como no quieren reconocer la existencia del Dios de la Biblia que conoce las intenciones del corazón,  piensan que con su astucia permanecerán ignoradas para siempre. Ello hace que se lisonjeen de sus fechorías. Todos nos hemos encontrado en la condición que denuncia el texto que  comentamos.
Dios ha sido y sigue siendo muy paciente con nosotros esperando el momento en que nos sentemos a reflexionar en nuestra condición. La paciencia de Dios la ilustra el padre del hijo pródigo. Desde el momento en que el hijo coge la herencia y se marcha a un país lejano malgastando viviendo disolutamente los bienes recibidos, el padre, diariamente otea la lejanía esperando ver  al hijo arrepentido que aparece en el camino.
El padre de la parábola indiscutiblemente representa a Dios que desde el inicio de la Historia, cuando en Adán decidimos abandonar la casa del Padre, Él no se ha cansado de enviar al mundo a sus siervos los profetas para invitar a los hijos pródigos a que se arrepientan de sus pecados y regresen al Hogar abandonado. Jesús recuerda que los mensajeros de las Buenas Noticias no fueron bien recibidos. A pesar de ello siguió enviándolos hasta que a su debido tiempo envió a su Hijo unigénito a morir por sus hijos pródigos. Unos pródigos lo mataron porque no querían saber nada de Él. Porque su  presencia denunciaba la impiedad de que se lisonjeaban. Ignoraban, pero, que al sr levantado en la cruz como si fuese un malhechor  hicieron que se cumpliese el  proyecto eterno del Padre de atraer a los pecadores a Él. Uno de los pródigos que colgaba en una cruz a su lado, reconoció que era el Salvador  y, humildemente se dirigió a Él para decirle: “Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino” (Lucas 23: 42). Gran gozo hubo en el cielo porque un hijo que se había perdido había regresado a la casa del Padre


dilluns, 9 de desembre del 2019


MUSICOTERÁPIA

<b>La música, elemento cultural de gran difusión, ¿sirve para llevar la paz al mundo?</b>
El diccionario define así musicoterapia: “La utilización de la música como tratamiento de ciertas neurosis”. La música como tratamiento de neurosis no es un descubrimiento moderno. Hace unos 3.800 años, en el antiguo Israel, ya se utilizaba la música para tratamientos mentales. La Biblia lo documenta.
Debido a la contumaz desobediencia del rey Saúl a Dios “el Espíritu del Señor se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de parte del Señor” (1 Samuel 16:14). En el momento en que el Espíritu de Dios abandona a una persona, un espíritu maligno entra a ocupar el vacío producido, “y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero” (Mateo 12:45). La posesión satánica de Saúl se hizo evidente a los ojos de sus sirvientes, que le dicen: “He aquí ahora, un espíritu malo de parte de Dios te atormenta” (v.15). Es entonces cuando le presentan la música como remedio al mal espíritu que le atormentaba: “Diga, pues, nuestro señor a sus siervos que están delante de ti, que busquen a alguien que sepa tocar el arpa, para que cuando esté sobre ti el espíritu malo de parte de Dios, él toque con su mano y tengas alivio” (v. 16). No es necesario decir que la respuesta del monarca fue inmediata: “Buscadme, pues, ahora alguien que toque bien, y traédmelo” (v.17). ¿Dónde  encontraremos a este hombre? Se preguntaron. Uno de los sirvientes de Saúl abrió a boca para decir: “He aquí yo he visto a un hijo de Isaí de Belén, que sabe tocar, es valiente y vigoroso, y hombre de guerra, prudente en sus palabras, y hermoso, y el Señor está con él” (v.18). El rey no duda ya que el trastorno mental lo perturbaba: “Y Saúl envió mensajeros a Isaí, diciendo: Envíame a David tu hijo, el que está con las ovejas” (v.19). David deja las ovejas a cargo de un sirviente y se traslada a la residencia de Saúl. El texto sigue diciendo: “Y cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David tocaba el arpa con su mano, y Saúl tenía alivio y estaba mejor, y el espíritu malo se apartaba de él” (v.23).
Con el tiempo David se convirtió en un soldado admirado por el pueblo y alabado por las mujeres con cánticos al regreso victorioso de las batallas contra los filisteos: “Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían: Saúl hirió a sus miles, y David a sus diez miles” (18:7). El orgullo del monarca no podía soportar que alguno de sus subordinados fuese más bien valorado por el pueblo que él. “Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David. Aconteció al otro día, que un espíritu malo de parte de Dios tomó a Saúl y él desvariaba en medio de la casa. Y David tocaba con su mano como los otros días,  y tenía Saúl la lanza en la mano, diciendo: Enclavaré a David a la pared. Pero David lo evadió dos veces” (vv. 9-11). Los celos podían más que las victorias de David sobre los filisteos. Lo enviaba a misiones peligrosas esperando que los filisteos acabasen con él en alguna de las batallas. “Y David se conducía prudentemente  y el Señor estaba con él” (v. 14).
La musicoterapia es útil para calmar las neurosis leves, pero no para curar los trastornos mentales originados por el odio que se amaga en el corazón.
El director de orquesta Zubia Metha dice que hace medio siglo que se dedica a promover la paz en Oriente Medio con sus aportaciones musicales. Respondiendo al entrevistador dijo: “Mire, ya hace seis años que estuve con la Orquesta Estatal de Baviera en Cachemira en donde por primera vez  hindús y musulmanes se sentaron juntos a escuchar música. Y sonrieron escuchando Beethoven  y Txaikovski. Imagíneselo, era mi sueño hecho realidad. Salta a la vista que no ayudó a solucionar el conflicto. No, mi sueño de paz por medio de la música no se ha cumplido”.
La Biblia es elocuente. No hay paz para el impío. El hombre no puede fabricarla porque en el fondo de su corazón se encuentra agazapado el odio esperando la oportunidad de poderse manifestar con más o menos intensidad. La condición en que se encuentra el mundo es la evidencia de que la paz está lejos del alcance del hombre. Creemos que con pactos, negociaciones, promesas…podremos hacer desaparecer la enemistad que se encuentra en nuestro interior. Es una quimera que se escurre de entre los dedos. Jesús nos dice. “La paz os dejo. Yo os la doy, no  como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14: 27).
Octavi Pereña i Cortina



ISAÍAS 43: 11

“Yo soy el Señor, y fuera de mí no hay quien salve”
El texto que comentamos es una declaración de Dios que no da lugar a dudas. No existen diversos medios de salvación. Cada reconocimiento de un nuevo camino de salvación, según el Dios de la Biblia, es falso. Según este Dios fuera de Él no hay quien salve a los pecadores. Los hombres pueden negar que Jesús sea el único camino al Padre porque “en ningún otro hay salvación, porque no hay otro Nombre bajo el cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos” (Hechos 4: 12). Dicha negación no expulsa a Jesús del escenario. Sigue siendo “la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo” (v.11). Lo es porque con su muerte y resurrección  destruyó el aguijón de la muerte que es el pecado.
El papa Francisco en la homilía que pronunció el 1 de octubre  de 2019, en la apertura del mes de las misiones dijo mucho sobre el bautismo que no coincide con lo que la Biblia dice al respecto: “Esta vida (la sacramental) se nos concede en el bautismo, el cual nos otorga el don de la fe en Jesucristo, el Vencedor del pecado y de la muerte”. El apóstol Pablo desmiente la opinión del papa de que la fe se nos concede en el bautismo, cuando, escribiendo a los cristianos en Roma, dice: “Así que la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios”  (Romanos 10:17). Cuando Jesús iba a ascender a los cielos  recordó a la iglesia incipiente  cuál sería su misión en un mundo envuelto de tinieblas espirituales: “Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones. Las iglesias locales tienen como principal objetivo predicar del Evangelio para que los perdidos, por el don de la fe que el Espíritu Santo concede a los elegidos, puedan creer  en el único Nombre bajo los cielos, dado a los hombres, en que puedan ser salvos”. A partir de este momento en que las personas son salvas por la fe en el Nombre de Jesús es cuando deben bautizarse en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo 28: 19).
La tarea de las iglesias no finaliza con hacer discípulos y bautizarlos. El encargo de Jesús prosigue: “Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado” (v.20).
Como la voluntad del diablo es introducirse en el seno de las iglesias camuflado de ángel de luz, la responsabilidad de los pastores es recordar una y otra vez a los fieles que fuera de Jesús no existe salvación posible y que el bautismo es el testimonio del bautizado que ha creído en Jesús muerto y resucitado. La salvación es por fe, no por obras, para que nadie se vanaglorie. Muchos bautizados no entrarán en  el Reino de Dios porque el agua bautismal no ha limpiado sus pecados. Tengamos la certeza de que la sangre de Jesús nos haya limpiado todos nuestros pecados.


JEREMÍAS 8:8

“¿Cómo decís nosotros somos sabios, y la Ley del Señor está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado la pluma mentirosa de los escribas”
El Señor por medio del profeta Jeremías dice a los israelitas: ¿Cómo os atrevéis a decir que sois sabios? ¿Cómo podéis afirmar  que la Ley del Señor está con vosotros? Es una afirmación categórica la que la que a continuación escribe el profeta: “Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas”. Los escribas que eran los encargados de copiar metódicamente la Ley que guardaban cuidadosamente los sacerdotes, en vez de transcribir la verdad de Dios la convertían en mentira. Los escribas contribuyeron a la destrucción de Israel con la propagación de la mentira. Los cristianos tenemos que convertirnos en atalayas de nuestra propia salvación porque en las iglesias el diablo se encarga de colocar a sus lacayos que se presentan con la apariencia de ángeles de luz con el propósito de torcer el camino de los elegidos de Dios.
Los sacerdotes y escribas del antiguo Israel presumían de tener a Dios a su lado. Era una presunción de aquellos que tenían el Nombre de Dios en los labios pero no en el corazón. Honrar a Dios de labios no significa que la Verdad vaya a salir de sus bocas. Por ello, los cristianos tenemos que ser precavidos y atesorar la Palabra de Dios en nuestros corazones que sirva de escudo que impida que los dardos de fuego de Satanás no hagan diana en nuestros corazones y nos dañen.
  Conociendo las artimañas de Satanás no debemos dejarnos seducir por las palabras dulces como la miel  que proclaman sus lacayos y contrastar con la Palabra de Dios la veracidad de lo que se diga desde el púlpito y de los departamentos de enseñanza de las iglesias. Cada cristiano es responsable de su propia salvación, debe vigilar que nada que no sea la verdad de Dios penetre en su mente y en su corazón. Debemos comportarnos como los cristianos de Berea que contrastaban con las Escrituras si lo que el apóstol Pablo decía era cierto o no.
Cada cristiano tiene que convertirse en atalaya de su propia persona y de los demás. Debe por tanto adquirir el serio compromiso de velar por la pureza doctrinal que se enseñe en la iglesia. Israel fue desechado por permitir que la mentira contaminara a la mayoría del pueblo. Las florecientes iglesias de Asia (hoy Turquía)  y las del norte de África, son hoy un vago recuerdo de un pasado glorioso. No permitamos que la mentirosa pluma de los escribas emponzoñe la vida de los cristianos de hoy. Las muestras de la ira de Dios hacia a un Israel infiel no las detalla la Biblia para llenar papel. Se han escrito para enseñanza nuestra, para que no caigamos en el mismo error que el pueblo de Dios infiel del pasado.



dilluns, 2 de desembre del 2019


¿QUIÉN ES MI PRÓJIMO?

<b>Amarás a tu prójimo como a ti mismo</b>
<b>Geraldine Schwarz</b>, ensayista franco alemana utiliza la palabra alemana <i>mitlaufer</i>, un seguidor más. Pienso que es la clave para entender la extensión del populismo de la extrema derecha. El periodista <b>Lluís Amiguet</b> le pregunta a Geraldine si su abuelo se hizo nazi exclusivamente por dinero. La ensayista responde: “Y por comodidad y seguidismo, como millones de alemanes. Un ir dejando que el nacionalismo excluyente los halagase primero, y después les hiciese traspasar la línea roja. Desde la violencia sistemática al genocidio hasta destruir el país que decían amar.
¿Cómo consiguió Hitler la adhesión de millones de alemanes? Así responde <b>Geraldine</b>: “Repartió con astucia el botín expropiado a los judíos y así compró sus conciencias y complicidad. También halagó sus sentimientos de superioridad con grandes desfiladas y propaganda. A los mediocres les encanta la épica. Pero ante todo se repartían el botín”
<b>Geraldine</b> dice que se combate el nacionalismo excluyente “con cultura política”. <b>Jane Addams</b>, reformadora social y pacifista norteamericana afirma que “el futuro de América lo determina el hogar y la escuela. El niño se convierte en lo que se le enseña” para bien o para mal, “he aquí porque hemos de ser exigentes con lo que enseñamos y cómo vivimos” <b>Geraldine</b> acierta cuando dice: “hemos de ser exigentes con lo que enseñamos y cómo vivimos”. Aquí se presenta el gran dilema ya que no se encuentran modelos fiables que compartir con los hijos para que cuando sean adultos y adquieran responsabilidades públicas las ejerzan con decoro y no siguiendo el modelo nefasto de los políticos de hoy.
Si no existe Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que es la filosofía imperante hoy, los padres no pueden enseñar la ética y la moral que iluminen las conciencias de sus hijos. Tampoco pueden ser para ellos modelo de buen comportamiento. Moisés dirigiéndose al pueblo para instruirlo en los caminos del Señor que los había liberado de la esclavitud egipcia, les dice: “Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como el Señor mi Dios  me mandó para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para tomar posesión de ella. Guardadlos, pues, y ponedlos por obra, porque esto es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo lo sabio y entendido, nación grande es esta. Porque, ¿qué nación hay que tenga dioses tan cercanos  a ellos como lo está el Señor nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios como es toda esta Ley que pongo hoy delante de vosotros? Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida, antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos” (Deuteronomio 4: 5-9).
<b>Jane Addams</b> afirma que el futuro de América se encuentra en el hogar y la escuela y dice que tenemos que ser exigentes en lo que enseñamos y cómo vivimos. El anhelo de la pacifista norteamericana se encuentra  en Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo que es la Verdad. Los padres tenemos que inocular en los corazones de nuestros hijos las enseñanzas divinas que no tienen fecha de caducidad, que hacen, si los hijos las reciben en sus corazones, puedan contribuir a que su pueblo sea admirado  por los extraños y digan: “Ciertamente pueblo sabio y entendido nación grande  es esta”. Actualmente no existe ninguna nación que merezca este calificativo.
La falta de auténticos valores morales y éticos se deja ver en el comportamiento de los ciudadanos y de los gobernantes. Dicha carencia nos ha conducido al caos generalizado que produce desengaño y frustración en la mayoría de los ciudadanos. El desengaño general debido a la incompetencia de los políticos desencadena el auge de partidos de extrema derecha que cargan contra inmigrantes, mujeres, homosexuales, fomentan el racismo…La extrema derecha es un nacionalismo excluyente que lleva a la destrucción de las naciones que dicen amar. Un ejemplo elocuente es el final de la Alemania nazi.
A pesar de que los afiliados a partidos de extrema derecha se hayan cubierto con un barniz cristiano, los hechos no coinciden con la enseñanza de Jesús: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente…Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22: 37-40).
Un doctor de la ley que quería justificarse a sí mismo preguntó a Jesús: “¿Y quién es mi prójimo? (Lucas 10:29). Jesús le responde narrando la parábola que se conoce con el nombre del Buen samaritano. Un hombre malherido yace en el camino, dos religiosos que transitaban por él ven al hombre necesitado de ayuda. Pasan de largo sin auxiliarlo. Un samaritano, mal visto por los judíos por motivos religiosos y raciales, ve al hombre tendido en el suelo herido por unos bandoleros, se para y auxilia al hombre necesitado de ayuda. Jesús pregunta al doctor de la Ley que quería saber quién es su prójimo: “¿Quién, pues,  de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?” El interpelado responde: “El que usó de misericordia con él”. Sin andarse  con chiquitas Jesús le dice: “Vé, y haz tú lo mismo”. ¿Con qué ojos puede ver Jesús a los arios de extrema derecha?
Octavi Pereña i Cortina



SALMO 37: 39

“Pero la salvación de los justos es del Señor, y Él es su fortaleza en el tiempo de la angustia”
La salvación desde el inicio hasta el final pertenece a Dios.  El ser humano no interviene para nada en su obtención. Únicamente participa cuando cree en Jesús como su único y suficiente Salvador. No debe olvidarse nunca que la fe es un regalo de Dios. El creyente en Cristo no puede vanagloriarse de la fe porque no es suya. El genio y figura hasta la sepultura se convierte en humildad desde el momento de su conversión hasta el día en que el Señor tenga a bien llamarlo a su presencia.
El texto que comentamos nos habla de la salvación de los justos. Tenemos que preguntarnos quiénes son los justos. Desde antes de la fundación del mudo Dios ha escogido a unos para salvación. Como decía antes la salvación se origina en Dios. Algo incomprensible a nuestra mente limitada que desconoce los designios del Señor. Tenemos que ir al profeta Isaías para que ilumine nuestra incapacidad de entender los propósitos de Dios: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni  vuestros caminos mis caminos, dijo el Señor. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (55: 8,9).
¿Puede el vaso discutir con el alfarero que lo moldeó? Que no se nos encuentre altercando con Dios respecto a cómo le ha placido hacerla. Reconozcamos nuestra ignorancia y pidámosle fe para creer en la salvación tal como Dios la ha diseñado y realizado por su Hijo Jesús.
Un aspecto muy importante de la salvación de Dios realizada por su Hijo unigénito, lo da a conocer Jesús cuando dice en el contexto de su declaración de ser el Pastor de la ovejas: ”Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre” (Juan 10: 29). Las ovejas que el Padre ha dado a su Hijo para que las pastoree en su peregrinaje por el valle de sombra de muerte no tienen que temer mal alguno porque el Buen Pastor está con ellos y la vara y el cayado les infunde aliento. Con Buen Pastor como lo es Jesús, no tenemos por qué temer mal alguno porque es el escudo que nos protege de los dardos de fuego que el maligno lanza contra nosotros.
El Buen Pastor es nuestra fortaleza en tiempo de dificultad. Quienes forman parte del rebaño que Jesús pastorea no deben temer por su futuro. Aun cuando la travesía por el valle de sombra de muerte sea larga, el enemigo de nuestras almas no tiene nada que hacer: “Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre” (Juan 10: 29). Los pensamientos del Señor son más altos que los nuestros. Aceptémoslos tal cual han sido revelados.


ISAÍAS 43: 11

“Yo soy el Señor, y fuera de mí no hay quien salve”
El texto que comentamos es una declaración de Dios que no da lugar a dudas. No existen diversos medios de salvación. Cada declaración de ser una camino de salvación, según el Dios de la Biblia, es falso. Según este Dios fuera de Él no hay quien salva a los pecadores. Los hombres pueden negar que Jesús sea el único camino al Padre porque “en ningún otro hay salvación, porque no hay otro Nombre bajo el cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos” (Hechos 4: 12). Dicha negación no expulsa a Jesús del escenario. Sigue siendo “la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo” (v.11). Lo es porque con su muerte y resurrección  destruyó el aguijón de la muerte que es el pecado.
El papa Francisco en la homilía que pronunció el 1 de octubre  de 2019, en la apertura del mes de las misiones dijo mucho sobre el bautismo que no coincide con lo que la Biblia dice al respecto: “Esta vida (la sacramental) se nos concede en el bautismo, el cual nos otorga el don de la fe en Jesucristo, el Vencedor del pecado y de la muerte”. El apóstol Pablo desmiente la opinión del papa de que la fe se nos concede en el bautismo, cuando escribiendo a los cristianos en Roma, dice: “Así que la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios”  (Romanos 10:17). Cuando Jesús iba a ascender a los cielos  recordó a la iglesia incipiente  cuál sería su misión en un mundo envuelto de tinieblas espirituales: “Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones. Las iglesias locales tienen como principal objetivo predicar del Evangelio para que los perdidos, por el don de la fe que el Espíritu Santo concede a los elegidos, puedan creer  en el único Nombre bajo los cielos, dado a los hombres, en que puedan ser salvos”. A partir de este momento en que las personas son salvas por la fe en el Nombre de Jesús es cuando deben bautizarse en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo 28: 19).
La tarea de las iglesias no finaliza con hacer discípulos y bautizarlos. El encargo de Jesús prosigue: “Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado” (v.20).
Como la voluntad del diablo es introducirse en el seno de las iglesias camuflado de ángel de luz, la responsabilidad de los pastores es recordar una y otra vez a los fieles que fuera de Jesús no existe salvación posible y que el bautismo es el testimonio del bautizado que ha creído en Jesús muerto y resucitado. La salvación es por fe, no por obras, para que nadie se vanaglorie. Muchos bautizados no entrarán en  el Reino de Dios porque el agua bautismal no ha limpiado sus pecados. Tengamos la certeza de que la sangre de Jesús nos haya limpiado todos nuestros pecados.