EL HIJO PRÓDIGO
<b>El
hombre actual sensible a los engaños del diablo no es dado a convertirse en un
hijo pródigo</b>
Todas
las personas que hemos creído que Jesús
es el camino que lleva al Padre nos reconocemos <i> hijos pródigos</i> que
regresan a la casa del Padre porque en un momento u otro nos hemos sentido
impulsados a sentarnos a un lado el camino y reflexionar sobre si las
algarrobas que el mundo nos da para comer son el alimento que verdaderamente
necesitan nuestras almas. Si esta reflexión se hace con sinceridad, lo más
probable es que no. El materialismo con el que nos nutrimos no nos satisface.
Se
dan hijos pródigos que son unos desconocidos y su conversión a Cristo no tiene
impacto mediático. Otros, por el hecho de que su abandono de la casa del Padre
les ha llevado a escalar la cumbre de la popularidad y a convertirse en
estrellas mediáticas, su retorno a la casa del Padre indiscutiblemente los
medios de comunicación se hacen eco de ello. Uno de los astros de la música, el
rokero <b>Alice Cooper</b> que en los momentos estelares de la fama
se convirtió para los cristianos en una encarnación de Satanás, dejando a
<b>Marilyn Manson</b> como algo parecido a un coro de ángeles.
<b>Coopr</b> se hizo muy famoso por sus vestiduras,
caracterizaciones diabólicas y por sus macabras representaciones en el
escenario que incluían simulacros de suicidio y degüellos de muñecas, entre
otras payasadas.
A
finales de los 1980 regresó a sus raíces cristianas. Rechazó hacer excesiva
publicidad del evento pues como dice: “Es muy fácil atraer la atención sobre
<b>Alice Cooper</b> y no a <b>Cristo</b>. Considero que
aún me falta mucho para llegar a ser un cristiano bien formado. Así que no
busquéis respuestas en mi”.
En
una entrevista publicada en YouTube se le preguntó por su regreso al
cristianismo basado en la Biblia
Respondió diciendo que a pesar de la fama y la riqueza
conseguidas rápidamente, había un gran vacío en su vida. “Cuando no estás con
Cristo, cada coche, cada casa y algo más, comprendes que no es suficiente. Hay
un gran nada fuera. Así que el materialismo no significa nada. Muchas personas
que en el corazón existe un gran vacío de Dios y que cuando se llena están
totalmente satisfechas. Aquí es donde ahora me encuentro”.
<b
>Cooper</b> explica que su retorno a Cristo se produjo cuando intentó
y finalmente consiguió a finales e los 1980 abandonar su adicción al alcohol y
a la cocina.: “Dejé de beber y regresé a la iglesia. Cada mañana vomitaba
sangre. Cuando dejé de beber y retorné a la iglesia con mi esposa. Allí en
Phoenix había un pastor que era <i>fuego de infierno</i>. Allí
había 6000 personas pero cada domingo me hablaba a mí. No lo hacía pero me
crucificaba. Cada fin de semana salía de allí agotado. Cuando salía me decía:
no volveré. Era como si me torturaran. Pero siempre regresaba.
<b>Cooper</b>
decía que el pastor de la iglesia de Phoenix a donde iba era <i>fuego de
infierno</i>. Me lo imagino un <b>Savarnola</b> del siglo
XXI. Las iglesias de hoy son incapaces de producir <i>hijos pródigos</i>
porque no predican la enseñanza bíblica de la condenación eterna si no se
arrepienten las personas. ¿Cómo se puede persuadir a los pecadores a que se
arrepientan si se les predica un Dios bonachón que finalmente perdonará a todo
el mundo? “Al final comprendí que tenía que ir a un lugar o a otro. Tenía que
tomar la decisión porque me sentía tan culpable. El Señor me culpabilizó
diciéndome: Mira ha llegado la hora en que tienes que toma una decisión porque
me sentía tan culpable.. Dije. Sí, y me uní a una iglesia que se llamaba
<i>Camelbak Bible</i>, que es done asisto. Es una iglesia que
realmente tiene una buena doctrina, una iglesia con una muy buena doctrina
bíblica”.
Refiriéndose
a como su vida ha cambiado para bien,<b>Cooper</b> dice: “Antes
solamente piensas en ti. Todo es para ti. Y te haces dioses asquerosos. Pienso
que los humanos nos hacemos dioses asquerosos. Necesitamos que Dios sea Dios y
que nosotros seamos lo que somos. Pienso que esto es lo que cambia: A quien
sirves. No te sirves a ti. Sirves a Cristo”.
Ser
cristiano no es una balsa de aceite. Refiriéndose a las tentaciones que te hace este mundo
<b>Coopper</b> se pregunta: “¿De qué está hecho el mundo? Está
hecho de esto. El mundo no nos pertenece. Es de Satanás. Vivimos en este mundo.
Se nos bombardea cada día”. Jesús no engaña a quienes dudan en seguirle. No les
dice que si se deciden por Él la vida les va a ser un mar en calma con un sol
reluciente en el horizonte. Les dice: “Seréis aborrecidos de todos por causa de
mi Nombre, mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo” (Mateo10:22).
Octavi Pereña i Cortina
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