dilluns, 29 de juny del 2015

SALMO19:11

“Tu siervo es además amonestado con ellos (los preceptos del Señor), en guardarlos hay grande recompensa”
Dios le habla al hombre de dos maneras: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y  el firmamento anuncia la obra de sus manos” (v.1). El salmista está de acuerdo con lo que escribe el apóstol Pablo: “Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Romanos 1:20). Ambos textos ponen en entredicho  la filosofía que enseña que la creación es obra del azar. El apóstol Pablo afirma categóricamente que quienes no desean leer lo que dice el libro de la creación “no tienen excusa”, si afirman que Dios no existe. El salmista declara de manera contundente: “Dice el necio en su corazón: No hay Dios” (1:1). El diccionario define necio así: “Ignorante de lo que podía o debía saber. Imprudente u obstinado sin razón”. El necio que no ve la mano de Dios en la creación, además del dogmatismo científico que confunde a los no versados, es un ignorante porque no sabe lo que podía o debía saber. Para el creyente en Cristo “los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos”
El salmo 19 también nos expone la otra manera de hablar dios al hombre: por medio de la palabra revelada y que se ha conservado impresa sobre pergamino, papel y recientemente con soporte digital. Esta palabra revelada que ha sido transmitida por medio de la escritura con la participación de profetas y apóstoles, constituye las Sagradas Escrituras “las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:15-17).
El salmista denomina a las Escrituras: Ley del Señor, testimonio del Señor, mandamientos del Señor, preceptos del Señor, temor del señor. ¿Qué son para el Señor las Sagradas Escrituras que las presenta bajo distintos nombres que ayudan al hombre a entender la profundidad de la sabiduría que guardan  sus páginas? Lo dice con estas palabras: “Deseables son más que el oro, y más que el oro afinado, y dulces más que a miel, y que la que destila el panal” (v.10).
Entre otras cosas el salmista dice que “los mandamientos del Señor alegran el corazón” (v.8). Hoy, cuando hay evidencia de que existe mucha tristeza en el corazón, ¿no sería hora de que nos volviéramos a las Sagradas Escrituras que dan testimonio del Señor Jesucristo que alegra el corazón?




LUCAS 4: 18

“El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres, me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos”
Hoy es socialmente bien visto hablar de los pobres y de sus derechos. No estoy en contra de ello. La Escritura está al lado de la justicia social. Se debe procurar el bienestar de los socialmente desfavorecidos. Si nos tomamos la molestia de leer el Nuevo Testamento descubriremos que las iglesias apostólicas daban un alto valor a suplir las necesidades que se daban en sus comunidades. Debido a la degeneración doctrinal que hoy existe en la cristiandad el sentido de la pobreza prácticamente recae en la pobreza material en detrimento de la espiritual.
Hoy, a menudo se oye la expresión iglesia de los pobres. Se insta a aportar a la Iglesia católica la parte correspondiente en la declaración de la renta gracias a la publicidad que se viene haciendo sobre los esfuerzos y la aportación monetaria que hace en beneficio de los pobres. No me quejo de ello. Mi queja recae en el escaso énfasis que se pone en la pobreza espiritual de las personas. Olvido que es de censurar porque la pobreza espiritual no sólo afecta al bienestar temporal de las personas. Lo que es más grave, afecta  también a su eternidad. El texto que hoy comentamos es una cita que Jesús hace del texto de Isaías 61:1,2. No existe duda alguna de que el profeta se refiere a Jesús, el Mesías que tenia que venir, anuncio que el mismo Jesús se encarga de anunciar que se ha cumplido al finalizar la lectura del texto profético: “Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta  escritura delante de vosotros” (v.20).
En cierta ocasión Jesús disponiendo únicamente de cinco panes de cebada y dos pececillos alimentó a una multitud que, visto el milagro pretendía hacerle rey, pero Jesús se retiró al monte solo. La misión principal de Jesús no fue la de alimentar cuerpos, sino darse a sí mismo a la muerte porque por medio de ella  puedan encontrar los hambrientos en espíritu el pan de vida. Cuando los que comieron el pan de cebada salieron en busca de Jesús éste les dijo que no lo buscaban por las señales que habían visto sino porque comieron el pan que llenó sus vientres. La desnutrición de sus almas no les importaba. Sacaron a relucir el maná que a cada amanecer encontraban en el suelo. Le piden señal y Jesús  les dice: “El pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo” (Juan 6:33). Le dijeron: ¡Danos siempre de este pan porque así no tendremos que sudar para obtenerlo” Jesús saca de dudas a quienes tienen oídos para oír: “Yo soy el pan de vida, el que a mí vienen nunca tendrá hambre, y el que en mí cree, no tendrá sed jamás” (v.33). La bienaventuranza se cumple en “los pobres en espíritu,(los que tienen hambre y sed de Dios)  porque de ellos es el reino de los cielos” (Mateo 5:3)
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EL HIJO PRÓDIGO

<b>El hombre actual sensible a los engaños del diablo no es dado a convertirse en un hijo pródigo</b>
Todas las personas que hemos creído que Jesús  es el camino que lleva al Padre nos reconocemos  <i> hijos pródigos</i> que regresan a la casa del Padre porque en un momento u otro nos hemos sentido impulsados a sentarnos a un lado el camino y reflexionar sobre si las algarrobas que el mundo nos da para comer son el alimento que verdaderamente necesitan nuestras almas. Si esta reflexión se hace con sinceridad, lo más probable es que no. El materialismo con el que nos nutrimos no nos satisface.
Se dan hijos pródigos que son unos desconocidos y su conversión a Cristo no tiene impacto mediático. Otros, por el hecho de que su abandono de la casa del Padre les ha llevado a escalar la cumbre de la popularidad y a convertirse en estrellas mediáticas, su retorno a la casa del Padre indiscutiblemente los medios de comunicación se hacen eco de ello. Uno de los astros de la música, el rokero <b>Alice Cooper</b> que en los momentos estelares de la fama se convirtió para los cristianos en una encarnación de Satanás, dejando a <b>Marilyn Manson</b> como algo parecido a un coro de ángeles. <b>Coopr</b> se hizo muy famoso por sus vestiduras, caracterizaciones diabólicas y por sus macabras representaciones en el escenario que incluían simulacros de suicidio y degüellos de muñecas, entre otras payasadas.
A finales de los 1980 regresó a sus raíces cristianas. Rechazó hacer excesiva publicidad del evento pues como dice: “Es muy fácil atraer la atención sobre <b>Alice Cooper</b> y no a <b>Cristo</b>. Considero que aún me falta mucho para llegar a ser un cristiano bien formado. Así que no busquéis respuestas en mi”.
En una entrevista publicada en YouTube se le preguntó por su regreso al cristianismo basado en la  Biblia  Respondió diciendo que a pesar de la fama y la riqueza conseguidas rápidamente, había un gran vacío en su vida. “Cuando no estás con Cristo, cada coche, cada casa y algo más, comprendes que no es suficiente. Hay un gran nada fuera. Así que el materialismo no significa nada. Muchas personas que en el corazón existe un gran vacío de Dios y que cuando se llena están totalmente satisfechas. Aquí es donde ahora me encuentro”.
<b >Cooper</b> explica que su retorno a Cristo se produjo cuando intentó y finalmente consiguió a finales e los 1980 abandonar su adicción al alcohol y a la cocina.: “Dejé de beber y regresé a la iglesia. Cada mañana vomitaba sangre. Cuando dejé de beber y retorné a la iglesia con mi esposa. Allí en Phoenix había un pastor que era <i>fuego de infierno</i>. Allí había 6000 personas pero cada domingo me hablaba a mí. No lo hacía pero me crucificaba. Cada fin de semana salía de allí agotado. Cuando salía me decía: no volveré. Era como si me torturaran. Pero siempre regresaba.
<b>Cooper</b> decía que el pastor de la iglesia de Phoenix a donde iba era <i>fuego de infierno</i>. Me lo imagino un <b>Savarnola</b> del siglo XXI. Las iglesias de hoy son incapaces de producir <i>hijos pródigos</i> porque no predican la enseñanza bíblica de la condenación eterna si no se arrepienten las personas. ¿Cómo se puede persuadir a los pecadores a que se arrepientan si se les predica un Dios bonachón que finalmente perdonará a todo el mundo? “Al final comprendí que tenía que ir a un lugar o a otro. Tenía que tomar la decisión porque me sentía tan culpable. El Señor me culpabilizó diciéndome: Mira ha llegado la hora en que tienes que toma una decisión porque me sentía tan culpable.. Dije. Sí, y me uní a una iglesia que se llamaba <i>Camelbak Bible</i>, que es done asisto. Es una iglesia que realmente tiene una buena doctrina, una iglesia con una muy buena doctrina bíblica”.
Refiriéndose a como su vida ha cambiado para bien,<b>Cooper</b> dice: “Antes solamente piensas en ti. Todo es para ti. Y te haces dioses asquerosos. Pienso que los humanos nos hacemos dioses asquerosos. Necesitamos que Dios sea Dios y que nosotros seamos lo que somos. Pienso que esto es lo que cambia: A quien sirves. No te sirves a ti. Sirves a Cristo”.
La Biblia habla de la santificación, el proceso que se inicia en el momento de la conversión a Cristo y durará todo el tiempo que el creyente vivirá aquí en la Tierra y que tiene la finalidad de que el creyente se vaya asemejando cada día más a Jesús. Así describe <b>Cooper</b> la santificación: “Dios descorteza tu vida intentando siempre hacerte más parecido a Él. Esto es ser cristiano, una persona a la que Dios modela y le da forma durante toda la vid. Pienso que Dios espera que hagas lo mejor en su Nombre. Tuve que luchar durante mucho tiempo con el rock and roll. Comprendí que realmente no es la música. Es lo que se decía de la música. Así que pienso que debes ser muy cuidadoso con lo que escribes y lo que representas.”.
Ser cristiano no es una balsa de aceite. Refiriéndose  a las tentaciones que te hace este mundo <b>Coopper</b> se pregunta: “¿De qué está hecho el mundo? Está hecho de esto. El mundo no nos pertenece. Es de Satanás. Vivimos en este mundo. Se nos bombardea cada día”. Jesús no engaña a quienes dudan en seguirle. No les dice que si se deciden por Él la vida les va a ser un mar en calma con un sol reluciente en el horizonte. Les dice: “Seréis aborrecidos de todos por causa de mi Nombre, mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo” (Mateo10:22).
Octavi Pereña i Cortina


dilluns, 22 de juny del 2015

HAGEO 1:5,6


“Pues así ha dicho el Señor de los ejércitos: meditad bien sobre vuestros caminos. Sembráis mucho, y no os saciáis, bebéis y no quedáis satisfechos, os vestís, y no os calentáis, y el que trabaja a jornal recibe su salario en saco roto”
Un cierto número de judíos regresaron de Babilonia a  Jerusalén con la obligación de restaurar el culto al Señor que se había perdido debido a la destrucción del templo. El profeta hablando en nombre del Señor les advierte de que se han preocupado de instalarse confortablemente pero que se olvidaron de lo más importante: “¿Es para vosotros tiempo para vosotros de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta? Pues así ha dicho el Señor de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos” (vv. 4,5).
¿Qué había llevado a los judíos al destierro a Babilonia? El profeta Jeremías que fue testigo de la destrucción de Jerusalén  y del templo denunció el adulterio de su pueblo con otros dioses. Les anticipa la catástrofe que se les acercaba, diciéndoles: “Así dijo el Señor: paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cual sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos” (Jeremías 6:16). Si se hubiesen arrepentido y se hubiesen vuelto a Dios que los había establecido en la Tierra  Prometida  no habrían pasado por la vergüenza de ver su tierra destruida y el templo símbolo de la presencia de Dios entre ellos, arrasado.
Finalizado el plazo de los setenta años que Dios había fijado que duraría el destierro, el profeta Hageo tiene que amonestar a quienes habían regresado del destierro: “Buscáis mucho, y halláis poco, encerráis en casa, y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué? Dice el Señor de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa”  (v.9).
Tanto Hageo como Jeremías denuncian que el pueblo de Dios había abandonado los caminos del Señor y le exhortan a volver a las sendas antiguas. Los oídos de ambos profetas oyeron: “No andaremos”. Lo que está escrito en el antiguo Testamento es Palabra de Dios. Toda la Escritura es palabra de Dios y toda ella debe meditarse y obedecerse. Ante el caos social que nos envuelve, las densas tinieblas espirituales que nos cubren, ante los errores que se cometen porque nos hemos extraviado, ¿nos hemos parado en el camino y preguntado por las sendas antiguas por las que transitaron los patriarcas que nos llevan por el buen camino para que andemos en él? No es suficiente con honrar a Dios de labios y tener el corazón puesto en las cosas materiales que nos obsesionan. No podemos servir a dos señores a la vez porque siempre resulta que es el Señor que resulta aborrecido.
¿Nos hace reflexionar la crisis actual? ¿Nos hace pensar que tal vez parte de la culpa sea nuestra que nos  consideramos cristianos  porque a pesar de honrar a Dios con nuestros labios no hemos preguntado por las sendas antiguas, ni indagado por el buen camino para seguirlo?


MARCOS 5:15

“Vienen a Jesús, y ven que el que había sido atormentado del demonio, y que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio cabal”
Alice Cooper que alcanzó la fama en el mundo del rock duro, se destacaba por sus disfraces y demoníacos maquillajes y macabras representaciones en el escenario que incluían simulacros de suicidio y decapitación de muñecas, entre otras payasadas, no se avergüenza de su fe en Cristo y afirma que “el mundo no nos pertenece, es de Satanás. Vivimos en esto. Cada día se nos bombardea con esto”. La Biblia confirma que el dueño de este mundo es Satanás a partir del momento en que Adán comió el fruto del árbol prohibido. La autoridad de Satanás no es absoluta, es limitada, ya que está atado a una cadena que no le permite ir más allá de su longitud. A efectos prácticos la sociedad está satanizada porque los habitantes de la Tierra quieren hacer los deseos de su padre el diablo.
El texto que motiva nuestra meditación es uno de los muchos que nos dicen que el poder de Jesús está por encima del del diablo. Una persona extremadamente violenta  a la que no se la podía mantener sujeta porque rompía las cadenas que lo inmovilizaban, se encuentra sentada a los pies de Jesús, vestida y escuchando atentamente las palabras del Señor.
La nuestra es una sociedad tremendamente violenta. Se dan grados de violencia, es cierto, pero no deja de ser violencia. Son muchas las muestras de violencia domestica, algunas terminan con la muerte de un conyugue o hijo o con el suicidio de quien la genera. Abundantes son los estallidos violentos que se producen en los estadios y fuera de ellos cuando se celebra una victoria sonada del club del que uno es hincha. ¿Qué hemos de decir de los gritos malsonantes que se dicen contra jugadores  de otra raza o contra los árbitros? ¿No es violencia la paz que se pretende conquistar por medio de la guerra con la excusa de defender los derechos y el honor patrios? La lista de actos violentos es interminable. Ello pone de manifiesto que la sociedad en la que nos toca vivir es satánica aún cuando no se quiera reconocerlo.
 La posesión satánica no es permanente, tiene un tiempo limitado. La evidencia de que tiene fecha de caducidad lo es la liberación que hace Jesús  del endemoniado de gadareno que nos expone el texto. Jesús es el Exorcista que verdaderamente expulsa demonios: “Mas si por el dedo de Dios, echo yo fura los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros” (Lucas 11:20). “Y Él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivíamos…(Efesios 2:1-3). Jesús es el Otro más fuerte que nos libera de las garras de Satanás por la en su Nombre.
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HONRAR A LOS PADRES

<b>El respeto que se les debe dar a los padres se va perdiendo, el vacío se llena abandonándolos a su suerte</b>
“Una investigación de la consejería de salud de la Generalitat de Catalunya ha puesto de manifiesto que en el año que en el 2014 unas 10.500 personas de más de 65 años han sido víctimas de molestias por parte de las personas más cercanas, sus cuidadores, y/o sus familiares…Es evidentes que las sociedades modernas han relegado a las personas mayores, un sector de la población  que crece por los avances en sanidad, a un papel secundario al menospreciarse sus conocimientos y experiencia y ser vistos como personas dependientes e improductivas. Además de las necesidades económicas y de ocio, el individualismo creciente, la vida urbana en viviendas pequeñas, las nuevas formas sociales  con la práctica desaparición de la familia extensa y la emergencia de la monoparental o las dificultades de conciliación laboral son entre otras, las causas de aquella relegación de las personas mayores …Debe elogiarse la iniciativa tomada por la Conserjería de Interior  de analizar a fondo la cuestión y poner los cimientos legales y presupostarios porque las personas mayores vivan con la dignidad que merecen. Pero también es necesario que la sociedad tome buena nota de la enorme injusticia que supone marginar a las personas mayores, cuando el comportamiento cívico y ético sería otorgarles un papel mucho más activo y respetuoso en la sociedad”.
Este extracto del escrito <i>Personas mayores maltratadas</i> pone de manifiesto un problema social mucho más grave que las 10.500 personas mayores de 65 años que son víctimas de  malos tratos  según la Consejería de Sanidad. La causa de esta injusticia social que son los malos tratos físicos y psicológicos de las personas mayores va mucho más allá de las condiciones sociales que se dan en el siglo XXI.
Hace unos 7.000 años cuando Israel peregrinaba por el deserto en dirección a la Tierra Prometida, Dios por medio de Moisés da este mandamiento que no está limitado por el tiempo ni por el escenario social: “Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo el Señor” (Levítico19:32). La sociedad israelita de aquella época era muy religiosa. Así y todo a los israelitas se les tenía que recordar el deber de honrar a las canas, ¿cómo no va a ser necesario que se nos lo recuerde a nosotros hoy cuando el nombre  de Dio ni tan siquiera está en la punta de la lengua?
Los siglos transcurren y llegamos a la era cristiana. Jesús el Hijo de Dios encarnado predica la doctrina que de ser escuchada y obedecida hace mucho bien. La vejez con sus problemas también forman parte de su ideario educativo. La sociedad judía de su tiempo también era muy religiosa por no decir fanática y se le debe recordar la responsabilidad de honrar a los ancianos. A Jesús se le acercan los escribas y fariseos quejándose de que sus discípulos no guardan la tradición de los antiguos de purificarse antes de las comidas lavándose las manos. Jesús no se muerde los labios y con toda claridad les dice: “¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición. (Mateo 15:3).
¿Qué mandó Dios que tenían que hacer con sus padres? Les dijo: “Honra a tu padre y a tu madre, y: El que maldiga al padre o a la madre, que muera irremisiblemente”. Aquí Jesús cita juntos  Éxodo 20:12 y 21:17. Les recuerda a los tradicionalistas que no existe impunidad para quienes quebrantan la Ley de Dios.
A continuación Jesús denuncia la tradición de los ancianos que justificaba que no se honrase a los padres. Muy a menudo las personas muy religiosas hacen voto de dar algo a Dios. Según la tradición de los ancianos en el caso de que los padres necesitasen ayuda prevalecía el voto a Dios antes que atender a los padres. Jesús, a los escribas y fariseos que enseñaban tal barbaridad, les dice: “Pero vosotros decís: Cualquier que diga a su padre o a su madre: es mi ofrenda a Dios, todo aquello con que pudiera ayudarle, ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. ¡Hipócritas!
Honrar a los padres es una prioridad. “El individualismo creciente” (equivale a egoísmo) es causa de los malos tratos  a las personas mayores. Actualmente prevalece la actitud cainita de decir a Dios que no se sabe el paradero de su hermano Abel a quien acababa de asesinar, diciendo: “¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?” (Génesis 4:9). La carencia de amor de Caín hacia su hermano Abel no queda sin castigo. Dios, el Juez supremo dicta sentencia: “Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano” (v.11). Dios es exigente: Honrar al padre y a la madre prevalece por encima de cualquier otro interés. La sentencia que dicta Dios contra quienes no honren a los padres es clara: “El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente”. No hay excusa que valga: ni las religiosas ni las de cualquier otra índole. La sentencia es inapelable a no ser que se cambie de actitud y se dé a los padres el honor que se les debe.
Octavi Pereña i Cortina


dilluns, 15 de juny del 2015

MUERTE: ¿DÓNDE ESTÁ TU MIEDO?

<b>Es evidente a todos que al final del camino nos espera la muerte. ¿Qué nos aguarda en el más allá?</b>
Hace unos años, como si fuese un anuncio profético vi una película en la que había una escena en la que se veía una multitud dirigiéndose hacia un edificio muy moderno. El interior era aséptico. Las personas se dirigían hacia unas habitaciones individuales decoradas al gusto de los clientes y ambientadas con su música preferida. Una vez confortablemente acomodadas y relajadas se les facilitaba una muerte sin dolor. Después se procesaba a los cadáveres que salían por la puerta posterior convertidos en pastillas que alimentaban a una multitud famélica.
Vista la deshumanización de la medicina el Dr. Jordi Campamà, especialista en enfermos en fase terminal, dice: “Los médicos terminarán administrando la muerte con frialdad. De hecho, des de 1998 ya sucede en la clínica suiza <i>Dignitats</i> en donde personas de diversas nacionalidades acuden a ella para que se les suministre la dosis letal y cierren los ojos sin darse cuenta. “Este es nuestro futuro, y no me gusta”, explica el Dr. Campamà. La ciencia ficción hecha realidad.
La muerte da miedo. Lo provoca por la sencilla razón de que el ser humano se encuentra aquí en la tierra atrapado y el materialismo que lo envuelve no le da respuesta satisfactoria  para después del traspaso. Debido a que vive por la vista, es decir, que solamente contempla las cosas materiales que le muestran los ojos, no encuentra consoladores genuinos que le aligeren el miedo que atormentan a los enfermos que se encuentran en fase terminal. Cuando se les intenta consolar diciéndoles que no tengan miedo, que todo  irá bien. Allá te encontrarás con tus familiares y con tus amigos seguirás jugando a la petanca que tanto te gusta hacer. Son palabras que no tranquilizan porque en el fondo no suavizan la angustia y el miedo que se esconde dentro del alma del enfermo terminal.
Simplificamos el problema de la muerte y no le damos respuesta  cuando decimos que todos los seres vivos mueren. Es ley de vida. Es un suceso normal que debemos enfrontar con toda normalidad. Pero no se da respuesta a la pregunta que inquieta: Por qué existe la muerte? Alguien ha dejado escrito: “Cuanto más alejes tu vida del dominio material y te apropies de lo que es espiritual menos miedo tendrás a la muerte. Una persona que vive una verdadera vida espiritual no teme a la muerte”. Según este autor anónimo si se desea vivir sin miedo a la muerte no debe olvidarse la dimensión espiritual que hay en el ser humano. Para descubrir la dimensión espiritual del hombre que lo distingue del resto de seres vivos es aceptar que es una creación especial de Dios en la que el Creador  “sopló en su nariz aliento de vida, y que el hombre es un ser viviente” (Génesis 2:7). Todavía no se ha dado respuesta a la pregunta: ¿Por qué existe la muerte? Debemos avanzar en la lectura del relato bíblico para encontrarla. La ingestión del fruto prohibido del árbol del conocimiento del bien y del mal (Génesis 2:17) es la causante. Con la desobediencia el hombre perdió la comunión con Dios. Esto es la muerte espiritual y esta siempre va seguida de la muerte física. En el momento en que Adán come el fruto prohibido pierde la comunión con Dios y, a pesar de que sigue siendo un ser espiritual su espiritualidad queda deformada y considera espiritual la filosofía barata. Ahí se debería ir con mucha prudencia pues se considera espiritual toda actividad humana, filosófica o religiosa que tenga que ver con el misterio de la dimensión desconocida que es esconde en el más allá.
El hombre recupera la espiritualidad perdida en el momento en que vinculado con la fe en Jesucristo el Espíritu Santo toma posesión de una persona: “¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?” (1 corintios 3:16). En el momento en que una persona tiene la experiencia de que Dios habita en él por el Espíritu Santo se descorre el velo que le impide ver lo que existe en el más allá. Esta visión está escondida a los que no son de Cristo. De ahí que los incrédulos en Jesús consideren orgullosos a los creyentes que afirman poseer la seguridad de su salvación y, aún cuado es como mirando a través de un espejo vislumbran lo que hay más allá de la muerte.
Desconocemos cuándo y cómo moriremos. Algunos mueren antes de nacer. Otros en la infancia / adolescencia. Otros siendo adultos después de un largo calvario. Otos se van a hacer la siesta o a dormir y ya no se despiertan. A todos ellos con más o menos intensidad les preocupa el problema de la muerte. Para evitar la angustia que provoca el desconocimiento de lo que se esconde en el más allá debe tenerse la certeza de lo que hay.
Un ejemplo muy alentador, si se le tiene en cuenta, es el de la muerte de Esteban, el primer mártir cristiano que murió lapidado por dar testimonio de su fe en Jesús. El relato del martirio es más largo pero para el tema que nos preocupa tenemos suficiente: “Él lleno del Espíritu Santo, miraba fijamente hacia el cielo y vio la gloria de Dios y Jesús de pié a la derecha de Dios. Y dijo: He aquí veo los cielos abiertos y el Hijo del Hombre a la derecha de Dios…Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta su pecado. Y habiendo dicho esto, durmió” (Hechos 7:55-60). La cruel muerte no le impidió morir viendo en una visión a Jesús glorificado. La certeza que le daba su fe le permitió perdonar a sus verdugos y abandonar este mundo dando gloria a Jesús que le reservaba una plaza a su lado en el reino de los cielos.

Octavi Pereña i Cortina

SALMO 105

“Hasta que se cumplió su predicción: La palabra del Señor lo refinó”
Cuando Dios por medio del profeta Isaías habla y dice: Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo el Señor. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (55:8,9), nos viene a decir que a pesar de que en Cristo somos adoptados como hijos suyos y somos participantes de la naturaleza divina por el Espíritu Santo que habita en nosotros, Dios nos es incomprensible. Creerlo despierta en nosotros la humildad necesaria para depender completamente de de Él.
¿Quién se podía imaginar que aquel joven José a quien su padre Jacob “amaba más que a todos sus hermanos” y que vestía “una túnica de diversos colores” que lo distinguía de sus hermanos, llegaría a ser el hombre más importante de Egipto después del faraón? Quienes llevamos un cierto tiempo en el evangelio conocemos l historia de José: que fue venido como esclavo por sus hermanos a unos mercaderes que lo condujeron a Egipto en donde fue de bendición para su señor, que por mantener su pureza sexual se le encarceló. Privado de libertad, Dios le siguió bendiciendo hasta que un día el copero del faraón a quien José había interpretado su sueño se acordó de él y le dijo al faraón que el hebreo encarcelado le podría interpretar el sueño que tanto le angustiaba. Así fue. José interpretó el sueño del faraón y el esclavo fue encumbrado hasta la cúspide del poder de Egipto. ¿Quién se lo podría haber imaginado? Nadie
El salmo 105 nos aporta unos detalles de la vida de José que nos ayudan a entender que las penalidades por las que pasó tenían sentido. José había recibido de Dios el don de interpretar sueños. En su adolescencia tuvo dos que tenían que ver con sus relaciones familiares. Ambos indicaban que tanto sus padres como los hermanos tendrían que inclinarse ante él. Los sueños se cumplieron pero el uso que hizo de ellos provocó la enemistad de sus hermanos. Podríamos decir que José era un engreído. La esclavitud a la que se vio sujeto sirvió para moldear su carácter. De un petulante se convirtió en una persona humilde que amaba a sus hermanos a pesar del mal que le habían hecho. Creo que hay algo más. Dios castiga la falta de santidad no para destruir sino para hacer bien a la persona que disciplina. A la vez, el pecado que un hijo suyo cometió, Dios lo utilizó para que se cumplieran sus propósitos. Sin el orgullo del joven,  José no habría ido a Egipto y no hubiese podido preservar a su familia de morir de hambre. Un pecado permitió que se pudiesen cumplir los propósitos de Dios. ¿Quién puede entender los planes de Dios antes de que se cumplan? ¡La mente de Dios es insondable!


SALMO 119:24

“Tus testimonios son mis delicias y mis consejeros”
La Biblia le da mucha importancia a los buenos consejeros pues de ellos depende a prosperidad de las familias, los reinos, las iglesias. Todas estas instituciones tienen la responsabilidad de proveerse de buenos conejeros pues allí en donde no hay buen consejo, se desintegran.
El texto que comentamos hoy tiene que ver con los individuos, aún cuando también puede aplicarse a las comunidades.
El salmista, cuando escribe el texto que comentamos estaba pasando por un situación difícil: “Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí” (v.23). El salmista  deja entrever que además de los poderosos tal vez también había personas de capas sociales inferiores, quizás conocidos suyos que se reunían para hablar mal de él.  Dejemos las especulaciones y permitamos que nos hable el texto puesto que también tenemos enemigos que hablan mal de nosotros. ¿Qué hace el salmista cuando los príncipes se sentaron a hablar mal de él? A nosotros, lo más probable es que ello nos irritaría y diríamos palabrotas contra aquellos  que nos desprestigian. Si fuésemos de clase principesca los amenazaríamos con llevarlos a los tribunales, si no rectifican y piden disculpas públicamente. Pero el salmista no hace lo que nosotros haríamos en una situación parecida. Nos dice: “Mas tu siervo meditaba en tus estatutos”. En  vez de llenar el vaso de alcohol para mitigar su pena o salir corriendo hacia el despacho del abogado  para preparar una defensa judicial, el salmista comete según el pensar de muchos, la sandez de meditar los estatutos de Dios que además de producirle deleite le aportan la luz que alumbra su camino, lo cual, le permite sortear los obstáculos que se le presentan.
¡Cuántos conflictos no evitaríamos si los testimonios del Señor fuesen motivo de nuestra meditación diaria y ocupasen un lugar preferente en nuestras vidas! La vida familiar sería más plácida.  Las relaciones sociales sin sobresaltos porque el engranaje no chirriaría al estar ungido por el Espíritu Santo. Los empresarios verían con otros ojos a los trabajadores y no los tratarían como esclavos sin derechos laborales ni de cualquier otra índole y les proporcionarían sueldos justos. Los trabajadores por su parte pondrían todo su empeño en conseguir que las empresas funcionen bien porque es un bien para todos. Los políticos tomarían decisiones justas, promulgando leyes beneficiosas para todos los ciudadanos. Conscientes de que existe un Dios que  lo ve todo, incluso los pensamientos más recónditos, se lo pensarían dos veces antes de poner mano en las arcas públicas para provecho propio. Para todos será un buena decisión que los testimonios del señor fuesen nuestras delicias y nuestros consejeros.
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dilluns, 1 de juny del 2015


ANTÍDOTO CONTRA EL ABURRIMIENTO


<b>El aburrimiento cuando se comparte es un estímulo para hacer fechorías</b>

Entre el 21 de junio y el 24 de agosto de 2012 el municipio de Roses fue sacudido por diversos incendios forestales. Dos adolescentes de 16 años, vecinos de Roses fueron acusados de una serie de incendios forestales. Los acusados dos estudiantes que estaban de vacaciones y miembros de familias estructuradas y acomodadas. Su perfil es el de unos jóvenes de los que nadie hubiera sospechado que hubiesen provocado los incendios. No tenían antecedentes. Posiblemente hubiesen seguido con su aventura destructiva si no hubiese sido por un hecho fortuito y el narcisismo de querer inmortalizar en imágenes sus gamberradas. Se da por descartado que tuviesen algún  tipo de problema mental.

Un vecino encontró una tarjeta de memoria de  teléfono móvil. Al ver que contenía fotografías y videos en que aparecían los dos jóvenes encendiendo fuego en zonas forestales alertó a la policía. Este hallazgo fue la clave de la investigación porque puso a la policía sobre la pista.

La policía después de haber analizado las imágenes llegó a la conclusión que los jóvenes posiblemente pretendían romper la monotonía del verano, los días sin tener nada que hacer se les hacían muy largos. Si el aburrimiento fue el causante de que los dos jóvenes abandonasen los videojuegos y los recorridos en moto por el encendedor, nos detendremos en el aburrimiento.

<b>José Antonio Marina</b> al respecto dice algo muy interesante: “Me intriga (el aburrimiento) porque es el malestar que siente quien no es desdichado. Quien sufre no está aburrido. Está sufriendo. El aburrimiento es el sentimiento de no estar recibiendo un nivel adecuado de estímulos. …Cuando estamos aburridos buscamos nuevas salidas. Si nos preocupamos en divertir al niño, lo condenamos a la pasividad. La sociedad del espectáculo es una sociedad de pasivos…El culpable del aburrimiento a la vez es su víctima. Mis alumnos se irritan cuando les digo: <i>”No estáis aburridos porque las cosas sean aburridas, sino al contrario. Las cosas son aburridas porque estáis aburridos”.</i>Les recomiendo que tengan proyectos, hacen interesante la realidad. El aburrido necesita <i>matar el tiempo</i> porque no tiene con que llenarlo. I por esto consuma una conducta suicida, ya que el tiempo es nuestra única riqueza. La creación aunque sea minúscula, cuotidiana, es el antídoto contra el aburrimiento. Por esto el epígrafe de esta columna es <i>crear.</i>

El aburrimiento según  <b>Marina</b>, es un estado emocional inactivo porque le falta creatividad. El aburrido está desilusionado. Nada le importa. Lo que cuenta es matar las horas sea como sea. A los dos adolescentes de Roses los días veraniegos se les hacían muy largos y como no eran creativos se dedicaron a encender fuegos forestales, cosa que los emocionaba. En lugar de creatividad, destrucción. No todos los aburridos se convierten en Nerón que para inspirase para hacer una loa a Roma le prendió fuego. Da en el blanco <b>Marina</b> cuando escribe: <i>La sociedad del espectáculo es una sociedad de pasivos</i>. Las ilusiones que despierta la sociedad del espectáculo son como un fuego de virutas que despierta emociones y antes de haberlas disfrutado ya han fenecido. Y así indefinidamente. La sociedad del espectáculo que hemos creado para mantenernos despiertos nos aburre. Nos mata emocionalmente. He aquí la necesidad de emociones cada vez mas fuertes para alcanzar la misma intensidad. Podemos llegar a convertirnos en incendiarios.

Según <b>Marina</b> el antídoto contra el aburrimiento es la creatividad. Veamos lo que nos dice el libro de Eclesiastés: “Yo el Predicador fui rey sobre Israel en Jerusalén. Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo, este penoso trabajo dio Dios a los hijos de los hombres para que se ocupen en él. Miré todas las obras que se hacen debajo del sol, y he aquí todo ello era vanidad y aflicción de espíritu” (1:12-14). Al final del libro aconseja a su hijo: “Ahora, hijo mío, a más de esto sé amonestado. No hay fin de hacer muchos libros, y el mucho estudio es fatiga de la carne” (12:12). Lo que nos viene a decir Salomón es que todo aquello que no tiene trascendencia eterna no satisface a quien se esfuerza porque “es vanidad y aflicción de espíritu”. Lo que no tiene sentido, por importancia que se le de, aburre. Si lo que hace el hombre es intrascendente, ¿debemos conformarnos con el aburrimiento? De ninguna de las maneras.

El hombre ha sido creado por Dios y la plena realización la obtiene cuando por la fe en Jesús y su obra redentora recupera la amistad con Él perdida en el paraíso por el pecado de Adán que ha sido transferido a toda su posteridad. Cuando alguien se encuentra con Jesús pone toda su diligencia en crecer en el conocimiento de Dios. El apóstol Pedro nos asegura que “si estas cosas están en vosotros y abundan no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo”          (2 Pedro 1:8). El creyente en Cristo a partir del momento de su conversión entra en un proceso de perfeccionamiento espiritual que le impulsa a querer alcanzar la perfección del Padre celestial a la que ha sido llamado  alcanzar. Esforzarse por entrar en el reino de los cielos es el trabajo que jamás recompensa con “vanidad y aflicción de espíritu”. Esta labor es placentera porque todo aquello que tiene que ver con la trascendencia eterna jamás decepciona.

Octavi Pereña i Cortina

 

PROVEDRBIOS 28:26


“El que confía en su propio corazón es necio, mas el que camina en sabiduría será librado”

Se nos vende el yoga y las técnicas de meditación oriental como la panacea para los trastornos psicológicos que afectan a la sociedad opulenta. El yoga y sus parientes se basan en la mirada introspectiva, el aislamiento del exterior para encontrar el dios que según dicen se encuentra en cada una de las personas. Los gurús  de la meditación siguen el engaño de Satanás en el que ha caído la humanidad desde un principio: dejarse embaucar por la serpiente y dejarse guiar por el engaño de que seríamos como Dios sabiendo el bien y el mal si comían del árbol que se les había prohibido comer.

La meditación cristiana es parecida a la que enseñan los gurús orientales. En el fondo no tienen ningún parecido. La meditación cristiana es objetiva. Mira hacia fuera de sí mismo. Su objetivo es Dios y la revelación  dada por medio de los profetas, apóstoles y el mismo Jesucristo para que los creyentes se dejen guiar por ella y dejen de caminar en las tinieblas espirituales que les confunden.

El texto que comentamos lo dice bien claro: “El que confía en su propio corazón es necio”. Las filosofías orientales nos dicen que la  introspección, la mirada hacia el interior de uno mismo da la sabiduría. La Palabra de Dios nos dice que es un necio quien lo hace. La segunda  parte del texto que comentamos dice: “Mas el que camina en sabiduría será librado” (de la necedad). Si el confiar en el propio corazón produce necedad, caminar en sabiduría es hacer todo lo contrario, mirar a Dios y reverenciarle: “El principio de la sabiduría es el temor del Señor” (Proverbios1:7). Al mirar hacia Dios tres veces santo uno descubre no al  dios que supuestamente se esconde en su alma sino al depredador que se agazapa en ella y del que no puede prescindir porque forma parte de su naturaleza espiritual contaminada  por el pecado porque ha sido concebido en pecado por ser descendiente de Adán.

Adán y Eva inútilmente intentaron esconder su pecado haciéndose unos delantales cosidos con hojas de higuera. Hoy, los delantales cosidos con hojas de higuera se han convertido en las diversas técnicas de meditación. Inútilmente se intenta   esconder la propia miseria practicándolas. Dios cubrió la desnudez de Adán y Eva con unos vestidos confeccionados con pieles de animales que el mismo Dios sacrificó. Los animales sacrificados por Dios representan a Jesús, el Cordero de Dios que con su sangre derramada en el Gólgota limpia  todos los pecados de quienes creen en Él. Simbólicamente los cubre con vestiduras de lino blanco porque sus pecados han sido limpiados por la sangre de Jesús.


PROVERBIOS 18:14


“El ánimo del hombre soportará su enfermedad, mas, ¿quién soportará el ánimo angustiado?”

¿Cómo soportar la enfermedad, la adversidad, las situaciones difíciles que debido al pecado se nos presentan a menudo con más o menos intensidad? El texto que comentamos nos dice: “el ánimo del hombre”, lo conseguirá. Demos una ojeada a nuestro alrededor y descubriremos que el ánimo del hombre que ayuda  soportarlas brilla por su ausencia. ¿Es que Dios que inspiró al escritor sagrado  a redactar este texto, nos engaña? ¿Es que Dios quiere que creamos en falsas esperanzas para ir trampeando las dificultades de la vida sin tener el ánimo que nos permite afrontarlas victoriosamente?

La segunda parte del texto que comentamos dice: “mas, ¿quién soportará el ánimo angustiado?  Las personas angustiadas son legión. Estas multitudes no pueden soportar la angustia que hay en sus almas.¿La causa? Sólo una: el pecado. El pecado aleja al hombre de la fuente de poder que es Dios. Fijémonos en Adán y Eva. Tan pronto pecaron el miedo entró a formar parte de sus vidas. Sin que nadie les dijese nada, a pesar que cubrieron su desnudez con los delantales cosidos con hojas de higuera, tuvieron miedo. Su invento no les no les sirvió de nada porque el miedo siguió acompañándolos. “¿Qué habéis hecho”?, les dijo Dios. En su misericordia  cubre la desnudez de Adán y Eva con las pieles de unos animales que previamente había sacrificado. Dios es el primero en derramar sangre sobre la tierra, la sangre que significaba la que Jesús derramaría milenios más tarde. La sangre de Jesús al limpiarnos todos nuestros pecados nos devuelve la comunión con Dios  y con ello recuperamos el poder de Dios desaparecido. Todavía no somos lo que tenemos que ser porque la salvación todavía no ha sido plenamente realizada: falta la resurrección. Es por ello que el apóstol Pablo nos recomienda: “Hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza” (Efesios 6:10). En Filipenses nos aconseja: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (4:13).

En Cristo, el debilitado por el pecado recibe el ánimo que le permite soportar con serenidad y  confianza la enfermedad y todas las situaciones aflictivas que se nos puedan presentar. Las personas afligidas no necesitan tratamientos sicológicos sino a Jesús que es la fuente de poder ilimitado. El hombre está asediado por penalidades sin fin que le hacen malvivir, pero los creyentes en Cristo somos “más que vencedores por medio de Aquel que nos amó” (Romanos 8:37).

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