LUCAS 12:56
“¡Hipócritas! Sabéis distinguir
el aspecto del cielo y de la tierra, ¿y cómo no distinguís este tiempo?
La verdad no quiere ser
escuchada. Los fariseos y saduceos van a Jesús y le piden que les muestre señal
del cielo. El motivo no era saber las verdad, sino tentarle para ver si le
cogían en algún motivo para acusarlo. Hoy, con la proliferación de servicios
meteorológico las personas quieren saber el tiempo que hará. Si desean hacer un
viaje consultan a los servios meteorológicos solicitando información del tiempo
que hará en el lugar de destino en la fecha programada. Las personas están muy
interesadas en saber la meteorología y siguen con sumo interés los espacios
informativos que da la televisión, pero muy pocas están deseosas de saber las “señales de los tiempos” .
Para Jesús lo más importante
es que las personas reconozcan que es el Mesías prometido. Es por ello que da
la señal del “profeta Jonás” (Mateo 16:4). Los tres días y las tres
noches que el profeta permaneció en el vientre del gran pez representan los
tres días y las tres noches que Jesús permaneció en la oscuridad del sepulcro que a la vez es
el anticipo de su regreso glorioso al final del tiempo para buscar a su pueblo
para que pase la eternidad junto a Él.
Señales que indican que se
acerca el fin del plazo que el Señor en su misericordia ha establecido para que
los hombres puedan arrepentirse y huir de la ira que se acerca: guerras y
rumores de guerras, multiplicación de movimientos religiosos no cristianos recubiertos de una
capa de barniz cristiano, crecimiento de la maldad…El abandono de Cristo es el
causante del incremento de la maldad y, ante tal evidencia, ¿qué hace la
iglesia manifestándose en la diversidad de iglesias locales? Imitando a la
mujer de Lot que en su huída se para mirar hacia Sodoma. No podía olvidar la
buena vida que se daba en Sodoma. Mirada impúdica que le ocasionó la muerte. La
iglesia, las iglesias, en líneas generales ha dejado entrar el mundo en su
seno. Se identifica con Sodoma. Por lo tanto se ve incapaz de alertar a sus
feligreses de la destrucción que les viene encima. Tiene los ojos en Sodoma
de la que tendría haberle dado la
espalda y no mirarla en su huída. Aparentemente vestida de moralidad y de
espiritualidad tiene el corazón puesto en el mundo impío. Esta iglesia,
iglesias, no saben distinguir las señales del tiempo y no siente interés en
hacer lo que los ángeles hicieron con Los y los suyos que los arrastraron fuera
de la ciudad que en breve iba a ser destruida por el fuego y azufre caídos de los
cielos. La iglesia, iglesias deben arrepentirse como lo hizo Nínive a la
predicación de Jonás si es que desea realizar la tarea encomendada por el Señor
de arrastrar fuera del fuego a los pecadores que serán abrasados si no se
arrepienten.
HEBREOS 12:2
“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”
El escritor sagrado no dice
a los lectores de su carta que pongan los ojos en Dios, en un dios genérico en
el que caben todas las religiones. Tampoco dice que pongan los ojos en la
iglesia institucional que apropiándose el poder de salvar que pertenece
exclusivamente a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, altaneramente
proclama que fuera de ella no es posible la salvación. El autor de la carta a
los Hebreos afirma que el lector tiene
que poner los ojos en Jesús pues fuera de Él no es posible la salvación, pues
Jesús es el único camino que lleva al Dios verdadero. Sin el menor asomo de
duda Jesús afirma categóricamente: “Yo soy el camino, y la verdad, y la
vida, nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6).
“Y cualquiera que haga
tropezar a alguno de estos pequeños que
creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de
asno, y que se le hunda en lo profundo del mar. ¡Ay del mundo por los tropiezo!
Porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien
viene el tropiezo!” (Mateo 18:6,7). No voy a tratar en este comentario
de la responsabilidad que tiene quien dice ser creyente en Cristo de no ser
tropiezo para nadie. La iglesia local por el hecho de estar formada por
verdaderos creyentes que siguen siendo
pecadores, pero redimidos y, por no creyentes recubiertos de una capa de barniz
cristiano, dejan mucho que desear.
Con mucha frecuencia el
comportamiento incorrecto de los miembros de las iglesias impide que nuevos
conversos aumenten sus filas. No quiero eludir la responsabilidad que tienen
los cristianos de vivir santamente para no ser piedras de tropiezo para nadie.
Me pongo al lado de quienes buscan a Jesús y no lo encuentran debido a las
muchas debilidades que ven en los cristianos. El escritor sagrado no dice a los
que buscan que pongan los ojos en los cristianos, verdaderos o falsos. Si lo
hacen así jamás podrán encontrar la salvación que se encuentra exclusivamente
en Jesús que con su sangre da la salvación y limpia de todos sus pecados a
quienes creen en Él.
Amigo, si buscas, no pongas
los ojos en cristianos por muy santamente vivan. Ponlos en Jesús. La fe en Él
impedirá que las debilidades de los cristianos
te alejen de Él. A tu lado muchos tambalearán y caerán, pero si tu
tienes los ojos puestos en Jesús edificarás tu vida sobre la Roca lo cual
impedirá que los tropiezos de los
cristianos te hagan tropezar a ti y no
alcances la salvación en “Jesús, el autor y consumador de la fe”.
http://octaviperenyacortina22.blogspot.com
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