dimarts, 18 de juny del 2013


PERFECCIÓN CORPORAL


 

<b>Buscar la perfección corporal sin tener en cuenta los límites es iniciar una carrera cuya meta es la autodestrucción</b>

 

El sastre que trabajaba para Lady Gaga dijo que la actriz admitía que no había comido durante semanas para poderse meter dentro de determinados vestidos. Wendy Starland, cazador de talentos, decía que la presión que se ejercía sobre ella para perder peso era muy fuerte. Su exmanager David Cienny, refiriéndose a las hospitalizaciones de Lady, afirma: “Cuando digo que estaba muy enferma quiero decir física y mentalmente”.

En una conferencia que dio en California auspiciada por Maria  Shriver, la ex del actor y expresidente de California Arnold Schwarzenegger, Gaga dijo: “el desorden alimenticio la había llevado muy cerca de perder la salud. En la conferencia comentó su bulimia, el desorden alimentario   causado por la ansiedad y por la excesiva preocupación por el peso y el aspecto físico.

En su adolescencia Gaga “quería ser una bailarina delgada, que era una italiana voluptuosa a quien su padre cada noche la hacía comer albóndigas”. Cuando regresaba a casa decía: “Padre, por que me das siempre esta comida? Quiero estar delgada. Él me decía: cómete los spaghetti” Para conservar la figura que consideraba ideal, “cuando iba al instituto acostumbraba a vomitar” Pero, sigue diciendo: “la bulimia  me perjudicaba la voz y dejé de vomitar porque el ácido es muy malo para las cuerdas vocales”.

Como decía al inicio del escrito Lady Gaga no está totalmente curada de los desórdenes alimentarios que la hacen enfermar física y mentalmente. Gaga no está bien con su cuerpo. Es un ídolo pop que debe cuidar con esmero su imagen: “El peso sigue siendo una lucha. En cada vídeo en que aparezco, en cada portada de revista, te adelgazan, te hacen perfecta. Esto no es real”. En su alma sigue existiendo el problema de aceptarse tal como es físicamente.

En la conferencia dirigida a la juventud que dio en California dijo a su auditorio: “Chicas, os tengo que decir esto: Deben finalizar las guerras de la dieta. Debemos ganarlas cada una de nosotras. Esto os afecta, chicas, y os hace sentir mal”. Se debe predicar con el ejemplo. Una cantante de fama mundial que la siguen millones de fans que la tienen como modelo, debe vigilar con esmero su forma de vida. No es suficiente reconocer lo que no está bien, debe manifestar lo que piensa con el ejemplo. La imagen real que se da es lo que impacta.

Catherine Allard, bailarina y coreógrafa belga residente en Catalunya, actual directora artística de la compañía  I T Dansa, dice: “Uno debe aceptarse tal como se es. Someterse a las presiones con el fin de conseguir una imagen corporal que no se tiene es demencial”. Los problema de Lady Gaga lo ponen de manifiesto. Hay un texto bíblico que puede servirnos de ayuda para aceptarnos tal como somos físicamente. Se encuentra en Salmo 139:13-18. El salmista nos transporta a las entrañas de su madre y da gracias a Dios “porque me has hecho tan formidablemente…Mi sustancia no fue escondida de ti cuando fui hecho en secreto y hábilmente formado…¡Y que preciosos son para mí tus designios, oh Dios! …” El salmista reconoce que su cuerpo tal como es, es obra de Dios, que la combinación genética de su ADN no es una casualidad del azar, sino el resultado de la voluntad del Diseñador. Reconocer el origen divino de una mismo ayuda mucho a aceptar las características con que el Escultor nos ha esculpido. Nos da confianza porque sabemos que lo que hace lo hace bien. Los vaivenes de la moda no deben convertirnos en excéntricos. En vulnerables por la moda. En inseguros porque la moda no es permanente. Hoy impera un color y mañana otro. Hoy las faldas llegan hasta los pies y mañana ponen al descubierto la ropa interior.

Octavi Pereña i Cortina

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