dimarts, 22 de desembre del 2020

 

LUZ EN LA OSCURIDAD

<b>Andar de día y de noche son dos formas de vivir que se contradicen</b>

Encontrándose Jesús sentado en el monte de los Olivos se le acercan sus discípulos diciéndole: “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y que señal habrá de tu venida, y del fin del tiempo?” (Mateo 24.3). Les responde diciéndoles: “Mirad, que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi Nombre, diciendo: Yo soy el Cristo, y a muchos engañarán” (vv. 4,5). Aparecerán muchos salvadores que conducirán a sus seguidores a la perdición. Añade Jesús: “Y oiréis de guerras y rumores de guerras, mirad no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca, pero aún no es el fin” (v.6). El drama prosigue. “Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y habrá pestes y hambres, y terremotos en distintos lugares” (v.7). Si tenemos ojos para ver percibiremos que en nuestros tiempo se dan muchas de las señales que nos indican que el fin del tiempo se acerca.. Nuestra situación  es parecida a la que el político británico <b>Sir Edward Grey</b> describió el estado en que  se encontraba Europa al inicio de la Primera Guerra Mundial, que se suponía tenía que ser la última: “Se apagan las luces por toda Europa, no las volveremos a ver encendidas mientras vivamos”. Se dice que este conflicto bélico dejó 20 millones de muertos y otros 21 millones tullidos de diversa consideración. Fue un drama terrible como también lo fue la Segunda, y como lo son todos los conflictos guerreros  locales que estallan por doquier. ¿No es verdad que compartimos la opinión de <b>Sir Edward Grey</b> ampliada porque hoy la crisis es global? “Se apagan las luces por toda Europa, no las volveremos a ver encendidas mientras vivamos”. Corremos con incertidumbre, como golpeando al aire, en el intento de salir de la situación en que nos encontramos sin saber dónde está la puerta que nos permita salir de la oscuridad que nos ciega.  Las luces se apagan porque las centrales eléctricas no funcionan. Apretamos insistentemente los interruptores  y las bombillas siguen apagadas. ¿Estamos condenados a permanecer para siempre en tinieblas? De ninguna de las maneras.

El evangelio de Juan comienza con esta sorprendente declaración: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Éste era en el principio con Dios. Todas las cosas por Él fueron hechas, y sin Él nada de lo que hay ha sido hecho, fue hecho. En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella” Juan 1: 1-5). Juan 3: 19  deja claro el motivo por el que los hombres no creen que Jesús es la luz de los hombres: “Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz porque sus obras eran malas”

En el contexto de la mujer sorprendida en adulterio, Jesús hace esta declaración: “Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8. 12).

El salmista hace esta aportación: “Tu palabra (la de Dios) es lámpara a mis pies, y es la luz en mi camino” (Salmo 119: 105). De manera clara que no da lugar a la duda, el salmista expone la manera como se puede salir de la oscuridad que lo envuelve. Sin ningún ápice de duda asegura que la Palabra de Dios es la lámpara que ilumina el camino por el que transita. Envuelto por la oscuridad de la noche  la Palabra de Dios le muestra lo que tiene delante: los agujeros que pueden hacerle tropezar y los obstáculos que dificultan su avance, Le ayuda a evitarlos y a tomar decisiones correctas que le impiden caer en las redes que insidiosamente el diablo le pone en el camino. Da la impresión que las personas maltrechas debido a los múltiples encontronazos recibidos en su andar en las tinieblas dejarían gozosos que la Palabra de Dios iluminase su camino. Desgraciadamente no es así. 

Así de clara es la Palabra de Dios: “Y los otros hombres que no fueron muertos por estas plagas, ni aun así se arrepintieron de los hechos de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra, de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar, y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de sus hurtos” (Apocalipsis 9. 20,21). Prefieren permanecer en la antigua “normalidad” que los ha llevado a la situación en que se encuentran hoy. Situación que no gusta a nadie. El texto de Apocalipsis citado nos da la solución para salir de la catastrófica situación en que hoy nos encontramos: arrepentimiento ante Dios, no ante los sacerdotes, del pecado y abandonar el estilo de vida que nos ha llevado en donde estamos.

La mano misericordiosa de Dios continúa extendida a una humanidad que le desprecia. La más alta  manifestación de la misericordia de Dios hacia nosotros la recordamos de manera especial en las épocas navideñas en que se recuerda al Verbo de Dios que se hizo hombre en la persona de Jesús con el propósito de que los hombres abandonen las tinieblas para abrazar la luz que los guiará a un glorioso futuro eterno. Pero no, la mayoría prefiere dejarse guiar por el consumismo desmesurado que los mantiene atrapados en las tinieblas que los arruinan. Permanecen  sordos al mensaje que los ángeles anunciaron a los pastores: “No temáis, porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblos, que ha nacido hoy, en la ciudad de David, el Salvador, que es Cristo el Señor”

Octavi Pereña i Cortina

 

DEUTEONOMIO, 5: 29

“¡Quien diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y que guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre!”

El texto que comentamos es el lamento del Padre celestial que sufre al ver que su pueblo se aleja de Él. Quiere  lo mejor para sus hijos, pero estos, en vez de lamentar su pecado se vuelven ansiosos hacia otros dioses que además de ser incapaces de ayudarles, al adorar a Satanás en los ídolos que fabrican con sus manos, el diablo como padre de mentira y homicida que es desde el principio, les acarrea muchos males.

Ya Adán y Eva se esconden ente los árboles del paraíso porque la vergüenza que les hacía sentir su pecado les hacía considerar indignos de hablar con su Creador. Vanamente intentan hacer desaparecer la vergüenza de verse desnudos haciéndose unos delantales cosidos con hojas de higuera. Pero la vergüenza se mantiene firme. Es el mismo Señor quien tiene que sustituir sus andrajosos vestidos con otros fabricados con las pieles de unos animales que sacrificó. La sangre de estos animales no podía borrar su pecado pero simbolizaban la de Jesús que sí borra todos los pecados. Hechas la paces con Dios por la fe en el Hijo que señalaban los animales sacrificados se restablece la comunicación con Dios que se había perdido.

Indiscutiblemente la salvación obtenida por la fe en Jesús no puede perderse. Nada ni nadie podrá separarnos del amor de Dios que es en Cristo Jesús. Ello no quita que pueda darse un infantilismo espiritual que el apóstol Pablo denuncia: “De manera que yo, hermanos, no puedo hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como niños en Cristo. Os di a beber leche y no vianda, porque aún no erías capaces, ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales, pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? (1 Corintios 3: 1-3). ¿No se dan celos, contiendas y disensiones en las iglesias? Nos comportamos como niños en Cristo a quienes se nos tiene que dar  a beber leche a pesar de los muchos años que llevamos como cristianos. No hemos madurado. Permanecemos en una anómala infancia espiritual que nos incapacita para comer vianda sólida que es la totalidad de la Palabra de Dios.

Si es esta nuestra condición ya es hora de que empecemos a reconocerlo. El procesos de abandonar la niñez espiritual y crecer hasta alcanzar la condición de adultos en la fe, se inicia con el arrepentimiento.. El reconocimiento de nuestra desnudez que nos avergüenza para que el Señor nos cubra con la túnica de lino blanco que significa que nuestros pecados has sido lavaos por la sangre de Jesús. No necesitamos volver a nacer  porque si de verdad hemos creído en Jesús como nuestro Señor y Salvador ya somos hijos de Dios aun cuando sigamos siendo pecadores. Por ello  necesitamos arrepentirnos diariamente  de nuestros pecados para no entristecer al Espíritu Santo. Si no nos arrepentimos, el Espíritu Santo no podrá fortalecernos y seguiremos siendo niños en la fe con lo que entristeceremos a nuestro Padre celestial.


 

DEUTERONOMIO 18: 11

“Ni quien consulte a los muertos”

“Cuando entres en la tierra que el Señor tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones” (v.9). el texto detalla las diversas prácticas que son abominables a los ojos del Señor. Gracias a Dios que en su misericordia la práctica de hacer pasar a los hijos por el fuego ha sido borrada de nuestra cultura. Otras, como “practicar adivinación, agorero, sortilegio, hechicería, encantador, adivino, mago “ (v. 11), persisten en nuestra sociedad. Las prácticas de consultar a los muertos están prohibidas por Dios porque son medios fraudulentos, inspirados por Satanás, el padre de la mentira, para conocer el futuro. Que Satanás es homicida desde el principio que se lo pregunten a Adán que debido a su desobediencia murió espiritualmente y más tarde físicamente. Satanás pretende que no creamos en Dios ni en su Hijo que vino al mundo para deshacer las obras del diablo.

Una explicación que nos haga comprender  porque el ocultismo,  consultar a los muertos, en sus diversas formas, está tan extendido en nuestros días. La adoración a los  santos y vírgenes, tan destacada en la Iglesia Católica y entre algunas denominaciones protestantes, a pesar de ser algo tan común y respetable, no deja de ser consultar a los muertos. La explicación la encontramos en el rey Saúl que debido a su desobediencia a Dios, Él se apartó del monarca rebelde. El texto nos dice que estando a punto de iniciarse el combate contra los filisteos, “cuando vio Saúl el campamento de los filisteos, tuvo miedo, y se turbó su corazón en gran manera. Y consultó Saúl al Señor, pero el Señor no les respondió ni por sueños, ni por Urim ni por profetas” (1 Samuel 28: 5, 6). El silencio de Dios desesperó a Saúl quien en  sus prisas por conocer de antemano el resultado de la batalla que iba a celebrase en breve dijo a sus consejeros: “Buscadme  una mujer que tenga espíritu de adivinación, para que vaya a ella y por medio de ella pregunte”  (v. 7). Encontrándose desamparado y aterrorizado, contradijo la orden que había dado de “cortar de la tierra a los evocadores y a los adivinos” (v.9). Saúl murió en la batalla. La Biblia nos dice cuál fue la causa de su muerte: “Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra el Señor, contra la palabra del Señor, la cual  no guardó, y porque consultó a una adivina” (1 Crónicas 10: 13).

El silencio de Dios debido a que el pecado corta la comunicación con Él, el medo se apodera de nosotros y pareciéndonos a Saúl buscamos en la adivinación, aun cuando sean santos y vírgenes, pero, de los labios de los adivinos, las vírgenes los santos, brotan mentiras que no desvelan  el futuro que está en las manos de Dios. En la Jerusalén celestial no entrarán “los hechiceros” (Apocalipsis 22. 15). Si los hechiceros no entran en el Reino de Dios es de suponer que tampoco entrarán los que practican cualquier tipo de adivinación. Mala decisión toman aquellos que en vez de buscar dirección en Dios, que es quien  conoce a la perfección el futuro, consultan a los muertos que no los pueden asesorar.

 

 

dilluns, 14 de desembre del 2020

 

MATEO 9:28

“Y llegado a la casa, vinieron a Él los ciegos, y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto. Ellos respondieron: Sí, Señor”

A diferencia de Bartimeo que estaba sentado al lado del camino mendigando, en  este caso, al pasar Jesús por allí le siguieron dos ciegos. Desconocemos sus nombres. Mejor que sea así para que no pensemos que la curación únicamente la realiza en personas con nombre y apellidos. La salvación es universal. Está al alcance de todo aquel que cree en Él.

Una muchedumbre sigue a Jesús, pero únicamente dos ciegos le siguen gritando: “¡Ten misericordia de nosotros Hijo de David!”(v.27). Seguro que la multitud que seguía a Jesús le vitoreaba. Tal vez estaban pensando en hacerle rey porque  había multiplicado los pocos panes  y los escasos peces, así y todo había llenado las panzas de la multitud. También había curado las enfermedades de muchos. Pero estas multitudes enfervorizadas, cuando Jesús entra triunfante en Jerusalén que cubren  con ramas de árboles la calle por la que transitaba Jesús  montado en un asno engalanado, seguro que vitoreaban: “’¡Hosana! ¡Bendito el que viene en el Nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro Padre celestial que viene! ¡Hosana en las alturas!” (Marcos 11: 9,10). ¿Eran creíbles  estas hosannas? Pienso que no. Fue una alabanza insincera. Fue el fruto de seguir la corriente de la mayoría. Si el homenaje que se le rinde a Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén hubiese sido sincero, lo que sucedió durante la parodia de juicio al que se le sometió a Jesús no hubiera sucedido. Pilato “conocía que por envidia lo habían entregado (a Jesús) los principales sacerdotes” (Marcos 15: 10). Los principales sacerdotes como los titiriteros movían los hilos que daban vida a la multitud “incitaban a la multitud  para que les soltase más bien a Barrabás” (v.11). Si Pilato hubiese sido un hombre justo no se hubiera dejado manipular por los principales sacerdotes. Al dictar sentencia hubiera lo declarado: “Inocente”. Pero como era un hombre débil, a pesar de que era el representante del poder de Roma intenta huir de su responsabilidad al dirigirse a la multitud alborotada: “¿Qué, pues, queréis, que haga del que llamáis rey de los judíos?” (v.12). la respuesta fue: “Crucifícale”  (v.13). Pilato,  después de lavarse las manos en un vano intento de liberarse de su responsabilidad, ordenó crucificarle.

Volvamos a los dos ciegos, Jesús les pregunta: “¿Creéis que puedo hacer esto?” ”La pregunta tiene la finalidad de que los ciegos manifiesten su fe. Éstos dijeron. “Sí, Señor”. Verificada la fe, Jesús “les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe sea hecho”. Ya  que “de la abundancia del corazón habla la boca“(Mateo 12: 34). A pesar de que Jesús les había prohibido que hiciesen pública su curación, “salidos ellos, divulgaron la fama de Él por toda aquella tierra”. De la abundancia del corazón habla la boca. Las multitudes que seguían a Jesús que no habían sentido sanidad, de su corazón brotó. “Crucifícale”


 

MARCOS 7: 9

“Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición”

La mayoría d los judíos dl tiempo de Jesús eran muy tradicionalistas y acusaron a los discípulos d Jesús de romper la tradición de los ancianos porque “comían con manos inmundas” (v. 5), sin habérselas lavado. Debe diferenciarse el lavamiento de manos por motivos religiosos de hacerlo por motivos sanitarios como actualmente nos hemos habituado a hacerlo debido al Covid-19.

El lavamiento de manos por motivo religioso tiene efectos contraproducentes ya que afecta a la salud espiritual de quienes lo practican porque los aleja de Dios al depender de las enseñanzas de los hombres en vez de hacerlo en la Palabra de Dios. Los preceptos religiosos que se han introducido a lo largo del tiempo se convierten en leyes más valiosas que la Ley de Dios.

Al enterarse Jesús de la acusación que los fariseos presentaban contra sus discípulos, amparado por la autoridad que tenía por ser el Hijo de Dios encarnado, con  dureza les dice: “Hipócritas, bien profetizó Isaías(v. como está escrito” (v.6). Isaías no profetizó directamente contra los fariseos porque en su tiempo no existía esta secta religiosa. Pero sí que profetizó contra aquellos falsos profetas de su tiempo que anunciaban bendiciones de Dios que Éste no había autorizado porque había decidido castigar a su pueblo. Como las profecías de Isaías están escritas en la Biblia sus enseñanzas sirven para todos los tiempos, incluso los nuestros.

Textualmente el profeta escribió: “Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honran, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado” (29: 13).

La denuncia que hace Jesús utilizando lo dicho por el profeta Isaías no la hace literalmente, pero el contenido es el mismo: No puede enseñarse como Palabra de Dios palabra de hombres. A quienes lo hacen Jesús los acusa de hipócritas por aparentar ser lo que no son. Se presentan como  siendo ángeles de luz cuando realmente son siervos de Satanás. Cuando Jesús dice que los hipócritas enseñan como Palabra de Dios mandamientos de hombres, nos está diciendo que falsean la Verdad de Dios. Dada la trascendencia que tiene el cambio y que afecta a nuestra salvación eterna, tenemos que tener mucho cuidado con las enseñanzas de los hipócritas. Para desenmascararlos debemos mantener íntima comunión con Dios reconociendo nuestra condición de pecadores necesitaos de Él. La reflexión diaria del contenido da la Biblia y la súplica de que se nos otorgue la plenitud del Espíritu Santo para  recibir sabiduría de lo alto, nos capacitará para no caer en las redes de los mensajeros de Satanás.

 

 

 

 

 

MUNDO ENFERMIZO

<B>La enfermedad requiere un médico y un tratamiento para curarla</b>

“Siquiatras y sicólogos han tratado en España los efectos de una gran crisis económica (2008) y atendido a supervivientes de atentados terroristas con decenas de muertos y consolado a padres que terminan de perder a sus hijos en una cuneta. Esta vez con el Covid-19 que provoca la tempestad perfecta. La vida dominada por la incertidumbre, la muerte sin el duelo que dejan secuelas de culpabilidad  y las angustias laborales” (<b>Joaquín Luna</b>).

El sicoterapeuta <b>Luís Muiño</b> hace la siguiente declaración: “Son diversas crisis en una. He aquí el problema. Entre los “filosóficos” aparece el hundimiento de las certidumbres. Se dan personas que carecen de tolerancia a la incerteza. Viven convencidas de que si haces esto o aquello tienes garantizada una realidad determinada. La sociedad también creía que tenía un control de todas las cosas. Y este panorama se agrava porque no tiene respuesta a cuando va a terminar esto”. El Covid-1 ha sido beneficioso en el sentido de que ha hecho tambalear  las columnas sobre las que se sostiene nuestro mundo. En tanto las cosas iban relativamente bien confiábamos en una seguridad inexistente. Creíamos que estábamos construyendo nuestro mundo sobre la roca cuando en realidad lo estábamos haciendo sobre la arena. Esto es lo que nos permite comenzar a construir de otra manera  que no sea sobre la falsa seguridad. ¿Aprovecharemos la lección?

Cada 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental. Celebrar una jornada dedicada a la salud mental significa la existencia de una carencia. Los cristianos podemos contribuir a solucionar el problema si hacemos los deberes. Los cristianos somos los primeros responsables de haber contribuido a que la sociedad no edificase sobre la Roca  porque hemos abandonado el cimiento de la fe cristiana que es la muerte de Jesús el Hijo de Dios en la cruz del Gólgota por nuestros pecados y resucitado de entre los muertos para garantizarnos la vida eterna. Hemos abandonado la Roca y sustituido por tradiciones que son arena. Por esto, cuando los vientos nos son desfavorables y soplan con fuerza, no aguantamos las embestidas y nos hundimos. De grandes males se pueden sacar grandes bienes.  Si es que tenemos ojos para ver la envergadura de lo que nos sucede.

Tenemos que cambiar el chip mental si es que en verdad se desea enderezar la situación actual en que nos encontramos. Hemos estado construyendo la sociedad sobre el endeble cimiento del ateísmo lo cual ha servido para deshacernos de la colaboración  del Todopoderoso. Dicho abandono ha hecho que nos convirtiésemos en dioses con pies de barro lo cual hace que lo que construimos no aguante. Aún estamos a tiempo de deshacer lo que hemos venido haciendo mal.

Los problemas de salud mental que denuncia el Día Mundial de la Salud Mental tienen una raíz espiritual. Quienes los padecen no deberían dejarse guiar por los prejuicios y considerar si sus trastornos mentales no son consecuencia de su ateísmo/agnosticismo que ha hecho que en vez de construir nuestras vidas sobre la Roca que es Cristo, se ha hecho sobre la arena de la incredulidad. Las evidencias muestran que la <i>nueva normalidad</i> no se ha desligado de la antigua.

El salmista nos enseña a buscar la estabilidad emocional en un mundo enfermizo. El salmo 102 incluye una introducción que dice: “La plegaria del afligido que desfallece, y derrama su lamento ante el Señor”. Nos indica que Él es nuestro refugio en el tiempo de la angustia, de las incertidumbres y del dolor.

Para el salmista Dios no es un concepto filosófico para debatir entre intelectuales. Para el salmista Dios es un Ser real, alguien con quien se puede comunicar. Empieza el poema con estas palabras: “Señor, escucha mi oración, y llegue a ti mi clamor. No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia, inclina a mí tu oído” (vv. 1,2). El suplicante utiliza un lenguaje antropomórfico al dirigirse a Dios. A pesar de que Dios es incorpóreo utiliza un lenguaje corporal para describir al Invisible. ¡Qué abismal diferencia entre el antropomorfismo bíblico que nos presenta a Dios como teniendo oídos, ojos, pies, manos…con las esculturas idolátricas que tienen ojos que no ven, oídos que no oyen, manos que no acarician, pies que no se mueven y necesitan ser transportadas!

El Dios eterno cuyo recuerdo permanece de generación en generación “mira la plegaria del destituido y no ha menospreciado su súplica” (v. 17). El Invisible a quien cualquier persona, sin distinción de sexo, cultura, raza, posición social puede dirigirse a Él suplicando su favor ,se hace visible en la Persona de Jesús.

El mundo que ha enfermado para morir debido al pecado y que fuera de Jesús no tiene remedio, no curará su enfermedad espiritual si no permite que el Médico del alma le dé la vida eterna y que en medio del dolor “mira la plegaria del destituido y no la menosprecia”.

Octavi Pereña i Cortina

 

 

dilluns, 7 de desembre del 2020

 

DICTADORES

<b>El poder de los dictadores se desvanece como el rocío a la salida del sol</b>

El libro Hechos de los Apóstoles describe la muerte del rey Herodes Agripa I cuando se encontraba en Cesarea. Perteneció a una familia que no se caracterizó por la justicia. Sus antecesores en el trono se mantuvieron en él gracias a las intrigas palaciegas y los asesinatos. Su abuelo Herodes el Grande intentó matar al niño Jesús por considerar que podría destronarlo. El relato dice. “Y Herodes estaba enojado contra los de Tiro y Sidón…pedían paz porque su territorio era abastecido por el rey. Y el día señalado, Herodes vestido de ropas reales, se sentó en el tribunal y los arengó. Y el pueblo aclamaba gritando: ¡Voz de Dios, no de un hombre! Al momento un ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios, y expiró comido de gusanos”                     (Hechos 12. 20-23).

El historiador judío Flavio Josefo que se puso al servicio de Roma, se refiere a Herodes Agripa I que se encontraba en Cesarea dando una fiesta en honor al emperador Claudio. Herodes vestía una túnica tejida con hilo de plata que reflejaba los rayos del sol. En medio de los aplausos de los presentes comenzó a encontrarse mal, siendo trasladado a su residencia en donde murió al cabo de cinco días.

Ambos textos coinciden en el vestido. El bíblico dice “vestido de ropas reales”, es decir no ordinarias. El de Flavio “túnica tejida con hilo de plata”. Los textos difieren en el comportamiento de los asistentes al acto. El bíblico dice: “El pueblo aclamaba gritando: “¡Voz de Dios y no de hombre!” El de Flavio: “En medio de los aplausos de los presentes”. Ambos textos coinciden en decir que Herodes murió pero no de la manera que sucedió. El texto bíblico dice: “Al momento un ángel del Señor le hirió por cuanto no dio la gloria a Dios, y expiró comido de gusanos”. El de Flavio. “Comenzó a sentirse mal, siendo trasladado a su residencia en donde murió al cabo de cinco días”. El texto bíblico dice que la muerte repentina de Herodes se debió a un acto de la justicia divina. El de Flavio que Herodes murió de muerte natural como la mayoría de las personas..

El lector que ha llegado hasta aquí se preguntará el motivo por el que he expuesto la muerte de Herodes explicada por dos fuentes. Me ha impulsado a hacerlo una breve nota d prensa que lleva por título: “Torturas y violaciones. El “inhumano” sistema de prisión en Corea del Norte”. Al texto le acompaña una fotografía del dictador Kim Jung-un ante un fondo que viene a representar un sol brillante. Todos los dictadores creen que tienen el  cargo por la “gracia de Dios” y por ello están autorizados a defender a capa y espada el cargo con toda clase de crímenes porque se sienten legitimados a cometerlos. Es cierto lo que dice el apóstol Pablo: “Sométase toda persona a las autoridades superiores, porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay por Dios han sido establecidas”. Si el texto bíblico terminas aquí podríamos entender que las autoridades están autorizadas a actuar como ancha Castilla. Hacer y deshacer a placer. Pero no, el texto sigue diciendo: “Porque las autoridades no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer a la autoridad? Haz lo bueno y tendrás alabanza de ella, porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios,  vengador para castigar al que hace lo malo” (Romanos 13: 1, 3, 4). Lo que está mal o bien no lo dictan los dictadores, lo determina la Biblia.  Las autoridades como servidores de Dios  deben gobernar guiados por los principios bíblicos de la justicia.

Debido al reyezuelo que todos llevamos dentro nos comportamos como pequeños dictadores en el hogar, convirtiéndolo en un infierno. La cosa va en aumento en la escuela haciendo muy difícil la convivencia con los compañeros por el carácter autoritario. La situación alcanza el disloque en el momento en que Dios dispone que un pequeño dictador obtenga el poder. “Estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad,  avaricia, maldad, llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños, malignidades, murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia” (Romanos 1. 29-31). Comportamiento que se manifiesta con más o menos intensidad en el ciudadano de a pie pero que se percibe de manera extrema en el dictador.

Un informe de Human Right Watch que acompaña la nota de prensa citada previamente, se puede aplicar con matices en todas las naciones, incluso en las que presumen ser “democracias consolidadas”. La investigación titulada: “Valemos menos que un animal”, habla de abusos y violaciones del debido proceso durante la detención preventiva en Corea del Norte, subrayando las lagunas del sistema penal y del marco jurídico del preso que resulta en la tortura generalizada y sistemática de aquellos que están  arrestados. El informe da varias recomendaciones al régimen para poner fin a la tortura endémica y degradante en centros de prisión preventiva e interrogatorios. Según la nota de prensa el informe es el resultado de entrevistas realizadas a 46 norte coreanos que habían sido detenidos.

A pesar de que los dictadores pueden terminar sus vidas no siendo “comidos por los gusanos” como le sucedió a Herodes Agripa I, no podrán justificar sus crímenes cometidos cuando tengan que presentarse ante el tribunal de Cristo y tengan que escuchar de los labios del Juez: “Os digo que no sé de dónde sois, apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad. Allí será el llanto y el crujir de dientes”                    (Lucas 13: 27,28). No les valdrá la excusa: “Tú nos has dado la autoridad y el poder”.

Octavi Pereña i Cortina DICTADORES

<b>El poder de los dictadores se desvanece como el rocío a la salida del sol</b>

El libro Hechos de los Apóstoles describe la muerte del rey Herodes Agripa I cuando se encontraba en Cesarea. Perteneció a una familia que no se caracterizó por la justicia. Sus antecesores en el trono se mantuvieron en él gracias a las intrigas palaciegas y los asesinatos. Su abuelo Herodes el Grande intentó matar al niño Jesús por considerar que podría destronarlo. El relato dice. “Y Herodes estaba enojado contra los de Tiro y Sidón…pedían paz porque su territorio era abastecido por el rey. Y el día señalado, Herodes vestido de ropas reales, se sentó en el tribunal y los arengó. Y el pueblo aclamaba gritando: ¡Voz de Dios, no de un hombre! Al momento un ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios, y expiró comido de gusanos”                     (Hechos 12. 20-23).

El historiador judío Flavio Josefo que se puso al servicio de Roma, se refiere a Herodes Agripa I que se encontraba en Cesarea dando una fiesta en honor al emperador Claudio. Herodes vestía una túnica tejida con hilo de plata que reflejaba los rayos del sol. En medio de los aplausos de los presentes comenzó a encontrarse mal, siendo trasladado a su residencia en donde murió al cabo de cinco días.

Ambos textos coinciden en el vestido. El bíblico dice “vestido de ropas reales”, es decir no ordinarias. El de Flavio “túnica tejida con hilo de plata”. Los textos difieren en el comportamiento de los asistentes al acto. El bíblico dice: “El pueblo aclamaba gritando: “¡Voz de Dios y no de hombre!” El de Flavio: “En medio de los aplausos de los presentes”. Ambos textos coinciden en decir que Herodes murió pero no de la manera que sucedió. El texto bíblico dice: “Al momento un ángel del Señor le hirió por cuanto no dio la gloria a Dios, y expiró comido de gusanos”. El de Flavio. “Comenzó a sentirse mal, siendo trasladado a su residencia en donde murió al cabo de cinco días”. El texto bíblico dice que la muerte repentina de Herodes se debió a un acto de la justicia divina. El de Flavio que Herodes murió de muerte natural como la mayoría de las personas..

El lector que ha llegado hasta aquí se preguntará el motivo por el que he expuesto la muerte de Herodes explicada por dos fuentes. Me ha impulsado a hacerlo una breve nota d prensa que lleva por título: “Torturas y violaciones. El “inhumano” sistema de prisión en Corea del Norte”. Al texto le acompaña una fotografía del dictador Kim Jung-un ante un fondo que viene a representar un sol brillante. Todos los dictadores creen que tienen el  cargo por la “gracia de Dios” y por ello están autorizados a defender a capa y espada el cargo con toda clase de crímenes porque se sienten legitimados a cometerlos. Es cierto lo que dice el apóstol Pablo: “Sométase toda persona a las autoridades superiores, porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay por Dios han sido establecidas”. Si el texto bíblico terminas aquí podríamos entender que las autoridades están autorizadas a actuar como ancha Castilla. Hacer y deshacer a placer. Pero no, el texto sigue diciendo: “Porque las autoridades no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer a la autoridad? Haz lo bueno y tendrás alabanza de ella, porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios,  vengador para castigar al que hace lo malo” (Romanos 13: 1, 3, 4). Lo que está mal o bien no lo dictan los dictadores, lo determina la Biblia.  Las autoridades como servidores de Dios  deben gobernar guiados por los principios bíblicos de la justicia.

Debido al reyezuelo que todos llevamos dentro nos comportamos como pequeños dictadores en el hogar, convirtiéndolo en un infierno. La cosa va en aumento en la escuela haciendo muy difícil la convivencia con los compañeros por el carácter autoritario. La situación alcanza el disloque en el momento en que Dios dispone que un pequeño dictador obtenga el poder. “Estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad,  avaricia, maldad, llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños, malignidades, murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia” (Romanos 1. 29-31). Comportamiento que se manifiesta con más o menos intensidad en el ciudadano de a pie pero que se percibe de manera extrema en el dictador.

Un informe de Human Right Watch que acompaña la nota de prensa citada previamente, se puede aplicar con matices en todas las naciones, incluso en las que presumen ser “democracias consolidadas”. La investigación titulada: “Valemos menos que un animal”, habla de abusos y violaciones del debido proceso durante la detención preventiva en Corea del Norte, subrayando las lagunas del sistema penal y del marco jurídico del preso que resulta en la tortura generalizada y sistemática de aquellos que están  arrestados. El informe da varias recomendaciones al régimen para poner fin a la tortura endémica y degradante en centros de prisión preventiva e interrogatorios. Según la nota de prensa el informe es el resultado de entrevistas realizadas a 46 norte coreanos que habían sido detenidos.

A pesar de que los dictadores pueden terminar sus vidas no siendo “comidos por los gusanos” como le sucedió a Herodes Agripa I, no podrán justificar sus crímenes cometidos cuando tengan que presentarse ante el tribunal de Cristo y tengan que escuchar de los labios del Juez: “Os digo que no sé de dónde sois, apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad. Allí será el llanto y el crujir de dientes”                    (Lucas 13: 27,28). No les valdrá la excusa: “Tú nos has dado la autoridad y el poder”.

Octavi Pereña i Cortina


 

DICTADORES

<b>El poder de los dictadores se desvanece como el rocío a la salida del sol</b>

El libro Hechos de los Apóstoles describe la muerte del rey Herodes Agripa I cuando se encontraba en Cesarea. Perteneció a una familia que no se caracterizó por la justicia. Sus antecesores en el trono se mantuvieron en él gracias a las intrigas palaciegas y los asesinatos. Su abuelo Herodes el Grande intentó matar al niño Jesús por considerar que podría destronarlo. El relato dice. “Y Herodes estaba enojado contra los de Tiro y Sidón…pedían paz porque su territorio era abastecido por el rey. Y el día señalado, Herodes vestido de ropas reales, se sentó en el tribunal y los arengó. Y el pueblo aclamaba gritando: ¡Voz de Dios, no de un hombre! Al momento un ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios, y expiró comido de gusanos”                     (Hechos 12. 20-23).

El historiador judío Flavio Josefo que se puso al servicio de Roma, se refiere a Herodes Agripa I que se encontraba en Cesarea dando una fiesta en honor al emperador Claudio. Herodes vestía una túnica tejida con hilo de plata que reflejaba los rayos del sol. En medio de los aplausos de los presentes comenzó a encontrarse mal, siendo trasladado a su residencia en donde murió al cabo de cinco días.

Ambos textos coinciden en el vestido. El bíblico dice “vestido de ropas reales”, es decir no ordinarias. El de Flavio “túnica tejida con hilo de plata”. Los textos difieren en el comportamiento de los asistentes al acto. El bíblico dice: “El pueblo aclamaba gritando: “¡Voz de Dios y no de hombre!” El de Flavio: “En medio de los aplausos de los presentes”. Ambos textos coinciden en decir que Herodes murió pero no de la manera que sucedió. El texto bíblico dice: “Al momento un ángel del Señor le hirió por cuanto no dio la gloria a Dios, y expiró comido de gusanos”. El de Flavio. “Comenzó a sentirse mal, siendo trasladado a su residencia en donde murió al cabo de cinco días”. El texto bíblico dice que la muerte repentina de Herodes se debió a un acto de la justicia divina. El de Flavio que Herodes murió de muerte natural como la mayoría de las personas..

El lector que ha llegado hasta aquí se preguntará el motivo por el que he expuesto la muerte de Herodes explicada por dos fuentes. Me ha impulsado a hacerlo una breve nota d prensa que lleva por título: “Torturas y violaciones. El “inhumano” sistema de prisión en Corea del Norte”. Al texto le acompaña una fotografía del dictador Kim Jung-un ante un fondo que viene a representar un sol brillante. Todos los dictadores creen que tienen el  cargo por la “gracia de Dios” y por ello están autorizados a defender a capa y espada el cargo con toda clase de crímenes porque se sienten legitimados a cometerlos. Es cierto lo que dice el apóstol Pablo: “Sométase toda persona a las autoridades superiores, porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay por Dios han sido establecidas”. Si el texto bíblico terminas aquí podríamos entender que las autoridades están autorizadas a actuar como ancha Castilla. Hacer y deshacer a placer. Pero no, el texto sigue diciendo: “Porque las autoridades no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer a la autoridad? Haz lo bueno y tendrás alabanza de ella, porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios,  vengador para castigar al que hace lo malo” (Romanos 13: 1, 3, 4). Lo que está mal o bien no lo dictan los dictadores, lo determina la Biblia.  Las autoridades como servidores de Dios  deben gobernar guiados por los principios bíblicos de la justicia.

Debido al reyezuelo que todos llevamos dentro nos comportamos como pequeños dictadores en el hogar, convirtiéndolo en un infierno. La cosa va en aumento en la escuela haciendo muy difícil la convivencia con los compañeros por el carácter autoritario. La situación alcanza el disloque en el momento en que Dios dispone que un pequeño dictador obtenga el poder. “Estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad,  avaricia, maldad, llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños, malignidades, murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia” (Romanos 1. 29-31). Comportamiento que se manifiesta con más o menos intensidad en el ciudadano de a pie pero que se percibe de manera extrema en el dictador.

Un informe de Human Right Watch que acompaña la nota de prensa citada previamente, se puede aplicar con matices en todas las naciones, incluso en las que presumen ser “democracias consolidadas”. La investigación titulada: “Valemos menos que un animal”, habla de abusos y violaciones del debido proceso durante la detención preventiva en Corea del Norte, subrayando las lagunas del sistema penal y del marco jurídico del preso que resulta en la tortura generalizada y sistemática de aquellos que están  arrestados. El informe da varias recomendaciones al régimen para poner fin a la tortura endémica y degradante en centros de prisión preventiva e interrogatorios. Según la nota de prensa el informe es el resultado de entrevistas realizadas a 46 norte coreanos que habían sido detenidos.

A pesar de que los dictadores pueden terminar sus vidas no siendo “comidos por los gusanos” como le sucedió a Herodes Agripa I, no podrán justificar sus crímenes cometidos cuando tengan que presentarse ante el tribunal de Cristo y tengan que escuchar de los labios del Juez: “Os digo que no sé de dónde sois, apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad. Allí será el llanto y el crujir de dientes”                    (Lucas 13: 27,28). No les valdrá la excusa: “Tú nos has dado la autoridad y el poder”.

Octavi Pereña i Cortina

 

 

 

JUDAS 24,25

Y Aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria i majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén

La necesidad de buscar ayuda fuera de uno mismo pienso que se encuentra en todas las personas. Muchos que no creen en Dios buscan ayuda en el hombre y en los avances tecnológicos de nuestro tiempo. Otros que creen en el mundo de los espíritus la buscan en videntes que dicen ser capaces de ponernos en comunicación con los muertos y pedirles ayuda. Otros que creen en Dios pero que tienen una idea muy vaga de quien es debido a la mala información que han recibido de sus maestros espirituales, la buscan por medio de santos y vírgenes.  El texto que comentamos se desentiende de los intermediarios mencionados en donde se va buscar ayuda, y nos presenta al Único que verdaderamente puede oír nuestras súplicas y darles respuesta de la manera más conveniente para quienes se la piden. Es la alabanza a Dios que Judas, no el Iscariote que traicionó a Jesús,  pone al final de su breve escrito. Es a Dios a quien tenemos que implorar directamente sin necesidad de intermediarios.

La fragilidad del ser humano es inmensa. Lo malo es que no queremos reconocerlo. Judas es uno de los pocos que lo reconocen. Es por esto que la doxología con la que termina su breve escrito nos lleva  a Aquel que es poderoso para guardarnos sin caída” .Aun cuando en nuestra debilidad podemos tropezar y caer y hacernos daño, la misericordia del Señor es tan grande que nos tiende la mano, nos levanta y vuelve a ponernos en el amino estrecho que nos lleva a Él.

Algo muy importante que nos preocupa  y que nos consume. La cuestión del pecado. Excepto Jesús, no ha existido ningún ser humano exento de pecado. La mitología católica puede presentarnos a María la madre de Jesús como concebida sin pecado original. Es pura mitología que no tiene ningún parecido con la realidad. El pecado nos impide presentarnos ante la presencia de Dios tres veces santo, pero la sangre de Jesús derramada en la cruz limpia todos nuestros pecados. Es por ello que Aquel que es poderoso puede “presentarnos sin mancha delante de su gloria con gran alegría”. El encuentro por fe con Jesús restablece nuestra comunicación con Dios es lo que hace que dejemos tirada en la cuneta la tristeza que nos agobia y prosigamos gozosos el camino.

Para el verdadero cristiano hay un Único y Sabio Dios y un único Salvador y un único Espíritu Santo que grava en el corazón la verdad de la doxología que comentamos: “Sea (a Él) gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén”.

Quiera el Señor  que el lector crea plenamente la  verdad de las palabras de Judas. La gloria a Dios lo requiere y nuestra salvación lo exige. No se puede creer a medias. Eso sí, aquello no. Se cree o no se cree. El término medio no existe.


 

NÚMEROS 27: 15-17

“Entonces respondió Moisés al Señor, diciendo: Ponga el Señor, Dios de los espíritus de toda carne, un varón sobre la congregación, que salga delante de ellos y que ande delante de ellos, que los saque y que los introduzca para que la congregación del Señor no sea como ovejas sin pastor”

Esta súplica Moisés la hace cuando el Señor le hizo subir al monte Aboim desde el cual podría contemplar la Tierra Prometida que no le fue permitido pisarla. Entiende que ha llegado el momento de dejar este mundo para ir a la presencia de Dios a quien había servido durante tantos años. Moisés, a pesar de tantos quebraderos de cabeza que le había dado aquel pueblo duro de cerviz, que por el poder de Dios había sacado de Egipto y había guiado durante cuarenta años en la travesía por el desierto, a pesar de ello, lo amaba.

El profundo amor que Moisés sentía por su pueblo le impulsa a pronunciar la oración que sirve de base a esta meditación. Los pastores que tienen que pastorear a las iglesias no son eternos. Cuando llega la hora establecida por Dios de tener que dejar este mundo para partir hacia la presencia del Señor. Otros, por distintos motivos, tienen que dejar las iglesias en estado de “sede vacante”.  Desgraciadamente, con demasiada frecuencia se hace la sustitución un tanto a la ligera. Se busca consejo a instituciones para producir el relevo. O se le pide al pastor saliente que facilite el nombre de un sustituto. ¡Quién mejor que él que conoce el mercado para ayudar! Se olvida buscar ayuda en quien conoce los corazones de las personas para que haga ver cuál es la persona adecuada para ocupar el púlpito vacante.

Moisés imploró la dirección del Señor y Éste le respondió indicándole quien era la persona que Él había escogido para sustituirle: “Toma a Josué, hijo de Nun, en el cual hay espíritu y pondrás tu mano sobre él” (v. 18).  La imposición de la mano no significa transmisión del Espíritu Santo, sino el reconocimiento de alguien que se considera escogido por Dios para pastorear a la iglesia.

Al inicio de la iglesia cristiana se presentó el problema de tener que cubrir la vacante que se había producido en el grupo de los 12 apóstoles, la de  Judas que había traicionado a Jesús. De entre el grupo de creyentes se escogieron dos nombres. ¿Quién de ellos tenía que ser el sustituto de Judas? El texto nos dice: ”Y orando dijeron: Tú Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos has escogido” (Hechos 1: 21). El modo de hacer la elección es lo de menos. Lo importante es que sea el Señor que por el Espíritu Santo haga la elección y lo muestre a la iglesia. Votar, según nos enseña el sistema político democrático no es la manera de escoger a los pastores y dirigentes de las iglesias. No debe perderse jamás de vista que el gobierno de las iglesias es teocrático, es decir que es Dios quien las gobierna, no el hombre.