dimarts, 28 de gener del 2014


VIDA PRIVADA


<b>El concepto vida privada no existe porque todo lo que se hace en secreto actúa como una ola expansiva que afecta a otras personas</b>

El comportamiento extra conyugal de <b>François Hollande</b> vuelve a poner sobre la mesa el controvertido tema de si las personas públicas tienen o no derecho a vida privada. La cultura occidental con su filosofía que concede un gran valor a la libertad personal se extralimita en esta libertad cuando rompe el freno ético. Al dar este paso la persona se dirige directamente a saltar del acantilado.

Cuando se habla del derecho a la vida privada se refiere a que el ser humano no tiene porque dar explicaciones a nadie de su comportamiento. Esta es una postura que puede adoptarse pero ello no significa que los principios éticos y morales que un Dios justo ha establecido para que el hombre funcione sin contratiempos se hayan evaporado. Todos los seres humanos sin distinción de raza, cultura, religión están obligados  al cumplimiento  de la Ley de Dios y sujetos a las consecuencia que su desobediencia comporta. Se puede no estar de acuerdo, pero la Ley de Dios sigue vigente . Romperla tiene sus consecuencias desagradables.

Entre los animales y el hombre les separa un abismo. Las bestias se rigen por el instinto que de manera inexorable dirige su comportamiento. El ser humano, en cambio, ha sido creado a imagen de Dios, hecho que lo distingue totalmente del mundo irracional. Además, ha sido dotado de libre albedrío, es decir, de tomar decisiones que marquen su destino: “Y mandó el Señor Dios al hombre, diciendo: de todo árbol del huerto podrás comer, pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás” (Génesis 2:16,17). Disponía del libre albedrío incontaminado. Haciendo uso de esta facultad decidió comer “del árbol de “la ciencia del buen y del mal” que se le había prohibido hacer. El resultado de dicha desobediencia fue la siembra de la muerte física , hecho que contemplamos a diario y perder la comunión con Dios   que significa que “estamos muertos en nuestros delitos y pecados” (Efesios 2:1). Si el hombre gozando de una perfecta comunión con Dios fue incapaz de guardar la Ley de Dios, ahora que del Creador le separa un abismo infranqueable, es imposible obedecerle. Pero el hombre no está abandonado a su suerte. Con las pieles de animales, que por el contexto bíblico tenían que ser de  corderos, con las cuales Dios cubrió la desnudez de Adán y Eva, implica derramamiento de sangre la cual, simbólicamente significa el perdón de los pecados. A la vez dichos sacrificios  son el primer anuncio profético de Jesús, el Cordero de Dios, muriendo en la cruz del Calvario por los pecados de los hombres. Entra en funcionamiento la misericordia divina. El hombre no se encuentra desamparado. Desgraciadamente los humanos se cogieron a la mano que les extendía Dios. La maldad se extendió rápidamente. El resultado fue el Diluvio Universal, la primera manifestación global de la justicia divina. No es cierto, pues que el hombre pueda hacer lo que mejor le parezca sin que sufra las consecuencias.

Volvamos al derecho a la intimidad. Se puede invocar como un triunfo democrático. Estoy de acuerdo. Nadie está legitimado a adentrarse en la intimidad ajena. El alma es un recinto cerrado en la puerta del cual cuelga un cartel en el que se lee: <i>Prohibida la entrada</i>.

Además el Creador ha dado un manual de instrucciones para que funcione perfectamente la obra de sus manos. Este texto se puede resumir en los llamados <i>Diez Mandamientos</i>. Es séptimo dice con toda claridad: <i>”No cometerás adulterio“</i>. (Éxodo 20:14). Aunque ciertos informes calificados científicos comparan el comportamiento humano con el de ciertos primates, Dios no creó al hombre polígamo, lo hizo monógamo. Ahora bien, es el pecado quien ha introducido en él tendencias polígamas. Como decíamos antes el ser humano diferenciándose de los irracionales está dotado de voluntad para decidir. Las decisiones que toma lo hace bajo la dirección de su naturaleza contaminada por el pecado que le ha perturbado su conciencia haciéndole decir que lo malo es bueno y a la inversa. Debido a que el corazón, la fuente de donde brotan los pensamientos está contaminada, los razonamientos que hace también lo están. Debido a ello llega a la conclusión de que con su vida privada puede hacer lo que mejor le parezca.

Se me podrá decir que son muchos quienes no han cometido adulterio tangible que puede gravarse en video. Hasta cierto punto es cierto. Téngase en cuenta los millones de euros que se gastan en el negocio del sexo. Pero Jesús va mucho más allá del acto carnal. Cuando dice: “Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” (Mateo 5:28). ¿Quién puede decir que no ha cometido adulterio espiritual? Se puede minimizar este adulterio porque es intangible. Hoy gracias a internet se ha expandido considerablemente porque con suma facilidad se puede descargar pornografía en la intimidad de la habitación que es donde se manifiesta la calidad de la vida privada, lejos de testigos indiscretos. Este pecado considerado inocuo, ¿qué consecuencias tiene? Este es el alcance de la trasgresión de este mandamiento de la  Ley de Dios “ :Porque cualquiera que guarde toda la ley, pero ofende en un punto, se hace culpable de todos” (Santiago 2:10).

Si hacemos una breve intrusión en los <i>Diez Mandamientos</i> descubriremos cuales son las consecuencias de este pecado que se pretende conservar como derecho a la vida privada: Abre la puerta a la idolatría, es decir a adorar a muchos dioses que no son Dios y a transgredir el descanso semanal en bien de la economía. Incuba la rebelión de los hijos ya que arrebata la autoridad de los padres. A la muerte se la minimiza considerándola un daño colateral. Los robos proliferan en todas las clases sociales y la justicia no actúa como debería hacerlo. La mentira es la esencia de la sociedad y la erosiona al arrebatar  la confianza mutua entre personas. La codicia de los bienes ajenos propicia la realización de los pecados que condena la Ley de Dios. Lo que se considera una nadería tiene el poder de encender una gran fuego. Siendo así la cosa, ¿se puede seguir diciendo que en la vida privada ni Dios puede meter la nariz?
Octavi Pereña i Cortina

dilluns, 27 de gener del 2014


JUAN 9:34


“Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿Y nos enseñarás a nosotros? Y le expulsaron

A un hombre ciego de nacimiento Jesús le abre los ojos y ve. El milagro asombró a los vecinos porque no es nada frecuente que una persona nacida ciega a la que Jesús untó sus ojos con lodo hecho saliva y un lavado con agua del estanque de Siloé, recuperase la vista. El milagro se propagó  llegando la noticia hasta los oídos de los fariseos, que tomaron cartas en el asunto porque el milagro se había realizado transgrediendo el reposo sabático, según su parecer. 

Investigan los fariseos. Preguntan al ciego y no se creen lo que les dice. Interrogan a sus padres que confirman que el ciego de nacimiento que ha recuperado la vista es su hijo. Por miedo a las autoridades religiosas que “habían acordado que si alguien confiesa que Jesús es el Mesías, fuese expulsado de la sinagoga” (v.22). Los padres dicen a los religiosos que si querían saber más de lo que había sucedido que se lo preguntaran a su hijo que ya era mayorcito.

Los fariseos con espíritu inquisitorial, que no por verdadero deseo de saber lo que había ocurrido, vuelven a hablar con quien había sido ciego. Ante la insistencia, el ex ciego dice a los interrogadores: “¿Queréis también vosotros haceros su discípulos?”  (v.27). ¡Qué impertinencia había dicho aquel ignorante! ¿Cómo se podía atrever aquel que no sabía de letras proponerles semejante despropósito a ellos que eran discípulos de Moisés, hacerse seguidores de un pecador que no respetaba el descanso sabático? Heridos en su amor propio le dicen: “Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y le expulsaron” (v.34).

Para los fariseos Moisés que era el líder indiscutible en materia de fe pasaron por alto un detalle de máxima importancia en cuestión de fe: “Y el Señor me dijo:…Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú, y pondré mis palabras en su boca, y Él os hablará todo lo que yo le mande. Mas cualquiera que no oiga mis palabras que Él hable en mi Nombre, yo le pediré cuenta” (Deuteronomio 18: 17-19). Moisés presenta a los israelitas al Mesías que les daría el reposo eterno. El salmo 2 anticipa el rechazo que Israel haría a este Profeta  anunciado por Moisés: “¿Por qué se amotinan las gentes, y los pueblos piensan cosas vanas? Se levantarán los reyes de la tierra, y príncipes consultarán unidos contra el Señor y contra su Ungido, diciendo: Rompamos sus ligaduras, y echemos de nosotros sus cuerdas” (v.1) Cuando Jesús dijo: “Para juicio he venido yo a este mundo, para que los que no ven vean, y los que ven sean cegados” (Juan 9:39), los fariseos se dieron por aludidos y le dijeron: “¿Acaso nosotros somos también ciegos? (v.40), estaban manifestando su deseo de no ver para no sujetarse al yugo del Mesías, de romper las ligaduras que los mantendrían unidos a El. Se cumplió la profecía cuando le acusaron de blasfemo y lo entregaron a Pilatos para que le crucificase.


SALMO 94:4


“¿Hasta cuándo charlarán, hablarán con arrogancia, y se vanagloriarán todos los que hacen maldad?

El salmista pinta un cuadro muy realista de los necios. ¿Quiénes son los necios? En la Biblia los necios no son personas de pocas luces intelectuales, lo son quienes no tienen a Dios en sus vidas: “Dice el necio en su corazón: No hay Dios” (salmo 14:1) Quienes niegan a Dios, pero que tienen su Nombre a flor de labios se dan a conocer muy fácilmente. La charlatanería es la marca de su necedad.

El salmista se pregunta: “Hasta cuándo charlarán, hablarán con arrogancia, y se vanagloriarán todos los que hacen maldad?” A los necios, a los que no tienen a Dios en su corazón  además de la charlatanería, la arrogancia, la vanagloria, se les distingue por su maldad. Quebrantan al pueblo de Dios. Corea del Norte y Nigeria se caracterizan por quebrantar y afligir a la heredad del Señor. Pero son los mismos malvados, los necios de la Biblia los que matan a la viuda, y al extranjero y quitan la vida a los huérfanos. De tal comportamiento perverso nos tienen informados los medios de comunicación acompañados de horripilantes imágenes. Los necios se comportan de manera tan perversa porque en su corazón dicen: “No verá el Señor, ni entenderá el Dios de Jacob”. Afirman con rotundidad que hacen las fechorías que hacen porque como Dios no existe pueden impunemente cometerlas. Como para ellos no existe más allá y su existencia se acaba en el sepulcro disfrutan dando rienda suelta a la perversidad que se amaga en sus corazones.

El salmista, pero, quita el sueño a los necios cuando dice: “Entended necios del pueblo, y vosotros, fatuos, ¿cuándo seréis sabios?  El principio de la sabiduría nos dice la Biblia es el temor de Dios. La característica de los temerosos de Dios es ayudar a la viuda y al huérfano, amar a los enemigos y hacer el bien a todos los hombres según sus posibilidades. Aún cuando sea posible que no lo tengan presente cuando hacen el bien, lo hacen al mismo Jesús.

Necios, ¿cuándo seréis sabios? El que hizo el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no verá? El que castiga a las naciones, ¿no reprenderá?  El salmista termina su poema diciendo: “Y Él (Dios) hará volver sobre ellos su iniquidad, y los destruirá en su propia maldad, los destruirá el Señor nuestro Dios”

http://octaviperenyacortina22.blogspot.com

 

dilluns, 20 de gener del 2014


1 SAMUEL 28:6


“Y consultó Saúl al Señor, pero el Señor no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas”

Tal vez con el deseo de recuperar el favor de Dios que Saúl había perdido por su contumaz  desobediencia, había ordenado matar “a los evocadores y a los adivinos” (v.9). Saúl se enfrenta a una guerra contra los filisteos y ve que el panorama es muy negro. No sabe qué hacer. Nos dice el texto que Saúl consultó al Señor y que el Señor no le respondió. Buscó Saúl en el Señor respuesta a su dilema, pero el Señor no le dio respuesta.

El tema de la adivina de Endor es muy controvertido. Lo único que puedo decir al respecto es que el hecho de formar parte de la Palabra de Dios y ser ésta inspirada por el Espíritu Santo su enseñanza es verdadera y sirve para instrucción de quienes buscan en ella instrucción válida.

Saúl le dice a la adivina que consulte al profeta Samuel. La petición se hace realidad y Samuel aparece y le dice al rey: “Por qué me has inquietado haciéndome venir?” (v.15).Saúl le dice: “Estoy muy angustiado, pues los filisteos pelean contra mí, y Dios se ha apartado de mí, y no me responde más, ni por medio de profetas ni por sueños, por esto te he llamado, para que me declares lo que tengo que hacer” (v.15).  Samuel le dice: “¿Para qué me preguntas a mí, si el Señor se ha apartado de ti y es tu enemigo?” (v.16). Muy a menudo las personas se preguntan sobre el silencio de Dios: “Por qué no me responde Dios?” La respuesta se encuentra en las palabras que Samuel le dice a Saúl: “Si el Señor se ha apartado de ti y es tu enemigo”. Si Dios es nuestro enemigo no puede darnos respuesta a nuestras preguntas. Aunque lo hiciere no tendríamos en cuenta sus respuestas. Para que Dios pueda hablarnos y nosotros escuchar a sus palabras es preciso que dejemos de ser sus enemigos y nos convirtamos en amigos suyos. ¿Cómo puede hacerse este cambio?

Hablando Jesús con sus discípulos encontramos la solución a la pregunta: “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando” (Juan 15:14). La obediencia a Jesús es el secreto. En el momento en que nos convertimos en amigos  de Jesús y por lo tanto de Dios, ya no tenemos necesidad de consultar a adivinos, nigromantes, porque Dios nos habla directamente por su Palabra escrita. Lo que Dios nos dice en ella es más que suficiente porque es todo lo que necesitamos saber para dar respuesta a nuestros interrogantes.


OSEAS 10:13


“Habéis arado impiedad, y segasteis iniquidad, comeréis fruto de mentira, porque confiaste en tu camino y en la multitud de tus valientes”

Oseas describe Israel como “una frondosa viña, que da abundante fruto para sí mismo, conforme a la abundancia de su tierra aumentaron sus ídolos” (v.1). Dios cuida a Israel, su viña: “La cercó de vallado, cavó un lagar, edificó una torre, y la arrendó a unos labradores, y se fue lejos” (Marcos 12:1). El propietario de la viña envía a  su tiempo a sus siervos para recibir la parte que le corresponde de los frutos que la viña proporciona. A unos los golpean, a otros los afrentan, a otros los matan. Por último envía a su hijo. A éste lo matan. Jesús pregunta a sus oyentes: “¿Qué, pues hará el Señor de la viña? (v.9). A la pregunta le acompaña la cita del salmo 118: 22,23: “La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza de ángulo. De parte del Señor es esto, y cosa maravillosa a nuestros ojos”. ¿Cómo reaccionaron los oyentes ante la cita del salmo? “Y procuraban prenderle , porque entendían que decía contra ellos aquella parábola” (v.12). Los oyentes de la Palabra de Dios tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento reaccionan de la misma manera: Rechazo de los profetas enviados por Dios y del Hijo de Dios.

La historia se repite. La iglesia cristiana es la heredera del antiguo Israel. El llamado pueblo de Dios sigue desechando a Cristo que es la piedra que desecharon los antiguos edificadores. El resultado de dicho rechazo es que la cristiandad siguiendo el modelo de los antiguos israelitas continua arando impiedad. La cosecha que resulta de tal siembra consiste en comernos fruto de mentira.

Seamos sinceros: la mentira forma parte del menú diario: los políticos mienten descaradamente, la publicidad para hacernos comprar miente con sus exageraciones, los ciudadanos mentimos en nuestras relaciones sociales y familiares. No es una casualidad que el engaño sea el plato estelar de nuestra dieta diaria. Al abandonar a Cristo que es la piedra del ángulo edificamos sobre arena nuestras vidas. El resultado es de que cuando soplan vientos y las lluvias provocan desbordamientos, lo que edificamos se derrumba. Sí, los responsables de nuestros quebrantos lo somos nosotros por haber abandonado a Cristo. 

 


 

dimarts, 14 de gener del 2014


MACHISMO DESMEDIDO


<b>El machismo que humilla a las mujeres, las arremete e incluso las mata, no es una expresión de virilidad sino de personalidad enfermiza que necesita la violencia para autoafirmarse</b>

<b>Miguel Lorente</b>, experto en violencia de género, forense y profesor de la Facultad de Medicina de la universidad de Granada es muy incisivo acerca de la violencia de genero: “La sociedad está enferma”.

El diario Segre de Lleida publica un reportaje que describe la convocatoria que se hizo en Tàrrega en protesta contra la violencia machista debido al asesinato de la joven Alba Martí de 14 años por su compañero de 18. Parece ser que la relación entre Alba y Míchel comenzó con mal pie. La pareja se fue a vivir con la madre de ella. El abuelo de Alba explica: “Al cabo de un año Míchel se fue de la casa y, finalmente Alba rompió la relación. De esto hace un par de semanas pero él no lo aceptó”. El reportaje sigue diciendo: “El lunes, al salir de clase  (Alba) se fue a casa, en donde se encontraba sola. Fue entonces cuando Míchel  fue a la vivienda produciéndose una discusión que acabó con la vida de Alba Martí”.

Según el abuelo de Alba, Míchel no aceptó que su nieta rompiese con él. Situaciones como ésta en que una mujer rompe la relación de convivencia con un hombre a menudo es el origen de agresiones que pueden conducir a la muerte  de la mujer y a la convocatoria de manifestaciones anti violencia machista que no conducen a ninguna parte porque persiste el goteo de mujeres que mueren violentamente a manos de sus exparejas. El <b>Dr. Miguel Lorente</b> afirma: “No es un discurso nuevo, es el discurso de hace siglos, propio de hombres que ven a sus mujeres como un objeto sexual, que han de hacer lo que ellos digan para satisfacerlos porque sus deseos prevalecen por encima de los de ellas. Son los machistas elevados a la enésima potencia, la cara más dura y cruel de una ideología mantenida en el tiempo”.

El periodista <b>Juan Cal</b> comentando la muerte de la joven Alba, dice: “Quien la practica lo hace movido por atavismos culturales que se remontan al tiempo en que las mujeres pertenecían a sus hombres y eran ellos quienes lo decían todo sobre ellas…” Según <b>Cal</b> la violencia de género es una cuestión cultural. Esta teoría no se sostiene porque la violencia machista se manifiesta en todas las clases sociales: las iletradas y las ilustradas.

El <b>Dr. Lorente</b> expone: “Muchas personas mirarán de atribuirles un problema mental para explicar los delitos cometidos y buscarán en el pasado de aquellos diablos en un intento desesperado de entender”. Ante los casos de violencia machista que terminan con la muerte de la mujer, los vecinos se muestran sorprendidos de haber convivido durante tantos años junto  a un monstruo. Son incapaces de entender como un hombre tan afable, educado y de comportamiento normal haya podido hacer algo tan repugnante.

El siquiatra <b>Pere Planas Casas</b> cree haber encontrado la causa de la violencia machista al escribir: “El maltratador como sujeto tiene unas condiciones generales de base, es inseguro, busca su afirmación, poder, seguridad, satisfacción. Resumiendo, es afirmación de su ego de la única manera que puede conseguirlo. Es el déspota. No puede dialogar, no tiene capacidad ni argumentos para convencer. El maltratador es esclavo de sus limitaciones. Su brutalidad física o síquica es el reflejo de su ignorancia. Ante sus frustración es cuando aparecen las manifestaciones más primarias y por este mecanismo recurre a la fuerza. El maltratador psíquico se mueve por las mismas coordenadas: se sustituye la violencia física por el dominio psicológico, creando el sentimiento de inutilidad , impotencia e incapacidad en la otra persona”. En definitiva, lo que engendra la violencia machista es un trastorno de personalidad. La pregunta que nace es: ¿Qué crea el trastorno de personalidad? Según la Biblia, abandonar a Dios abre la puerta a la idolatría que es la adoración de dioses que no son Dios. La idolatría no consiste únicamente en adorar imágenes, también lo  es poner en primer lugar al ego al cual se le debe satisfacer sea como sea. El resultado del <i>egocentrismo</i>, entre otras cosas es convertirse en personas “necias, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia” (Romanos 1:31). El abandono de Dios   puede llevar a la pandemia que se conoce  como <i>violencia machista</i>.

Octavi Pereña i Cortina

dilluns, 13 de gener del 2014


1 REYES 17:18


“Y ella dijo: ¿Qué tengo yo contigo varón de Dios? ¿Has venido a mí para traer memoria de mis iniquidades, y para hacer morir a mi hijo?”

Una hambruna persistente asolaba a Israel y a los pueblos vecinos. Dios habla a Elías y lo envia a Serepta de Sión porque ha mandado a una viuda que le sustente. La mujer desconoce lo que entre bastidores Dios se propone hacer con ella. Elías, en obediencia al mandato divino emprende el camino hacia Serepta. En Israel había muchas viudas que pasaban hambre, pero el Señor envía al profeta a encontrarse con una viuda gentil. Al llegar a la puerta de la ciudad se encuentra con la mujer que Dios había preparado para sustentarlo. La mujer estaba recogiendo leña para cocer la torta con la poca harina y el escaso aceite que disponía y, esperar la muerte con su hijo.

Encontrándose la mujer es situación tan desesperada Elías le manda que le traiga un poco de agua y “un bocado de pan en tu mano”. Antes de comer la mujer y su hijo tenía que comer Elías. Dios estaba probando a la mujer para que naciese en ella la fe necesaria. Tal como había prometido el Dios de Israel la harina de la tinaja no escaseó ni el aceite de la vasija disminuyó. Poco después una grave enfermedad hizo que el hijo de la viuda muriese.

Creo que ahora viene el propósito del relato  de la viuda de Serepta de Sión. Por un lado descubre  la soberanía de Dios que controla los acontecimientos y hace que las cosas ocurran según sus propósitos. Ante la muerte del hijo la mujer estalla: “¿Qué tengo yo contigo varón de Dios?” El milagro de la tinaja siempre llena de harina y de la vasija siempre rebosante hizo que la mujer se convenciese de que Elías era un siervo de Dios. La presencia de los hijos de Dios en la sociedad no debería pasar desapercibida entre los ciudadanos. La pregunta que me hago es: ¿Ven en nosotros los no cristianos que somos verdaderos hombres y mujeres de Dios? Es una pregunta que debería movernos a la reflexión. La otra enseñanza del relato es que sin reconocimiento de los pecados no puede haber perdón de los mismos. “¿Has venido a mí” dice la mujer, “parea hacer memoria de mis iniquidades?”Nuestra presencia en el mundo debería caracterizarse por nuestra santidad. Las personas con las que nos relacionamos, ¿contemplan la santidad con que nos ha revestido Dios por la fe en el Nombre de Jesús? Si no es así, difícilmente les podremos hacer ver su pecado aunque les hablemos que deben arrepentirse. El que las iglesias estén vacías ¿tiene algo que ver con nuestra falta de arrepentimiento y que no manifestemos la santidad que debería hacer ver su pecado a las personas que nos observan?  Recordemos que Jesús no vino a buscar hombres justos sino pecadores al arrepentimiento. Los predicadores del Evangelio, ¿nos hemos arrepentido de nuestros  pecados y los hemos lanzado al fondo del mar para no acordarnos de ellos?


JUAN 4: 17,18


“Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido, porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido, esto has dicho con verdad”

Viqui Molins, monja teresina que vive en el Raval de Barcelona, en donde trabaja con los marginados explica que una prostituta embarazada con la que estuvo a su lado en el momento del parto y que siempre había dado a luz sola, le dijo: “He tenido muchos hombres, pero ahora sé que ninguno de ellos me ha amado”. Al leer esta declaración me vino a la mente las palabras que Jesús le dijo a la samaritana: “Bien has dicho: no tengo marido, porque estos cinco maridos que has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido”. El texto no dice nada de lo que empujó a esta mujer a vivir la vida que vivió, pero la prostituta del Raval barcelonés nos da una pista que puede ayudarnos a entender porque algunas mujeres viven una vida tan miserable: Se unen a hombres buscando amor. Uno tras otro no las han amado. Tal vez recaían esperando que éste sí que las amaría con lo que se pondría fin a la carrera de sufrimiento  buscando a un hombre que las amara de verdad. 

La búsqueda de amor fue lo que condujo a la mujer del Raval barcelonés a tener muchos hombres y es muy posible que la samaritana sintió el mismo deseo de tener seis maridos no siendo ninguno de ellos un verdadero marido.

La historia de la samaritana nos revela que esta mujer carecía del agua de vida que apaga la sed del corazón. Buscando amor en los hombres resulto que en vez de beber agua viva bebió agua salada que intensificaba la frustración de su alma que la condujo a la soledad  ya que las vecinas no querían acompañarla al pozo a buscar agua por miedo a contaminarse.

Junto al pozo la samaritana se encontró con Jesús que la esperaba para ofrecerle el agua viva que apagaría definitivamente la sed que marchita al corazón. Al encontrarse con Jesús y beber el Agua Viva que es Él, se produjo un cambio radical en la mujer. Vino al pozo a buscar agua que no satisface plenamente. Después de beber el agua viva que le ofreció Jesús salió corriendo hacia el pueblo a comunicar a sus conciudadanos el hallazgo   que había hecho. Un río de agua viva brotaba de su corazón que desbordaba de tal manera que sirvió también para apagar la sed espiritual de sus conciudadanos. El amor que la samaritana encontró en Jesús cambió su vida. El amor de Dios cuando halla un lugar en el corazón humano cambia la vida de quien lo recibe y le hace desear que los sedientos vayan también a Jesús a apagar su sed espiritual.