MATEO 16:11
“¿Cómo
no entendéis que no fue por el pan que os dije que os guardarais de la
levadura de los fariseos y de los
sacerdotes?
A mendo se busca fuera de las iglesias a
los enemigos. Es la manera más fácil de sacudirse las pulgas. Los enemigos del
cristianismo salen de entre sus filas. La Biblia lo deja bien claro en multitud
de textos. Debido a los avisos bíblicos dejemos de mirar al exterior para
descubrir a los enemigos de la fe que se han infiltrado en las iglesias y
hagamos una mirada introspectiva tal como aconseja la Sagrada Escritura.
“Pero hubo también falsos profetas entre
el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros que introducirán
encubiertamente herejías destructivas, y aun negarán al Señor que los rescató,
atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina” (2 Pedro 2:1).
“Como te rogué que te quedases en Éfeso,
cuando fui a Macedonia para que mandases a algunos que no enseñen diferente
doctrina” (1 Timoteo 1:3).
“Mas os ruego hermanos, que os fijéis en
los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que habéis
aprendido y recibido, y que os apartéis de ellos. Porque tales personas no
sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres y con suaves
palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos” (Romanos 16: 17,
18).
De la misma manera que en el Antiguo Testamento los profetas del Dios
Altísimo se veían obligados a denunciar a los falsos profetas que inducían a
los israelitas a adorar a falsos dioses,
también en el Nuevo los apóstoles se veían obligados a avisar a las iglesias de
la presencia de falsos pastores que buscan engordarse a sí mismos a costa de
los incautos que con zalamerías los inducen a alejarse del Señor para perdición
de sus almas.
El versículo que sigue al que sirve
de base a esta meditación, dice:
“Entonces entendieron que no les había dicho que se guardasen de la levadura
del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos” (v.42). ¿Cómo pueden los cristianos del siglo
XXI guardarse de la doctrina de fariseos y saduceos que se han infiltrado en
las iglesias cubiertos con pieles de ovejas? Solamente existe una manera de
hacerlo: Siendo conocedores de la letra de toda la Biblia e interpretada bajo la dirección del Espíritu Santo que fue quien inspiró a hombres de Dios a escribir
lo que es Palabra de Dios. No olvidemos que la interpretación de la Biblia no
es cuestión privada.
NEHEMÍAS 8: 10
“Porque
día santo es a nuestro Dios, no os entristezcáis porque el gozo del Señor des
vuestra fuerza”
El pueblo estaba reunido en la plaza como
un solo hombre: “Y el sacerdote Esdras trajo la Ley delante de la congregación,
y leyó en el libro en presencia de todos los que podían entender, y los oídos
de todo el pueblo estaban atentos al libro de la Ley” (v.3). El contexto del
versículo que comentamos nos indica la buena predisposición de escuchar
atentamente la lectura de la Ley que hacía el sacerdote Esdras ante el pueblo
reunido en la plaza.
No era fácil la vida de los judíos que
habían regresado de Babilonia para reconstruir el templo y la ciudad de
Jerusalén. Esdras y sus colaboradores que le ayudaban en la tarea de hacer
entender la Ley al pueblo, les dijeron: “No os entristezcáis, porque el gozo
del Señor es vuestra fuerza”. Los oídos prestos a escuchar la Palabra de Dios
tiene la consecuencia de producir gozo en el oyente que escucha atentamente,
actitud que lleva a recibir fuerza para enfrentarse a las dificultades del día
a día.
Las circunstancias adversas de la vida pueden llevarnos al desánimo. Los que
reconstruían las murallas de Jerusalén además del esfuerzo físico que requería
la reconstrucción, se debe añadir los enemigos de Israel que querían impedir
que la reconstrucción del templo y de la ciudad se completase. El oír atento de
la Palabra siempre conduce al gozo del Señor que es nuestra fortaleza.
¿Estamos tristes, desengañados
frustrados, porque vientos adversos nos traen desolación? El Maligno, por todos
los medios que pueda imaginar intenta conseguir que consideremos que nuestras
vidas son un fracaso. Intenta conseguir que los molinos de viento se conviertan
en gigantes invencibles. Ante ellos nos vemos como enanos. No temáis hombres de
poca fe: “El gozo del Señor es nuestra fortaleza”. Si los entorpecimientos de
la vida los afrontamos confiando en Jesús saldremos victoriosos de los
encuentros. El cuerpo a cuerpo entre Goliat y David parecía la lucha entre un
gigante y una pulga. La pulga se fortaleció en el Señor con lo que consiguió
que se debilitase la fuerza física del gigante y la debilidad de la pulga
recibiese la fuera de Sansón. El invencible fue derrotado por la pulga
revestida del poder del Señor. Con Jesús a nuestro lado somos más que
vencedores.
Si nos encontramos desalentados,
entristecidos, escuchemos atentamente la Palabra de Dios que nos dará el gozo
del Señor que es nuestra fuerza.
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