dilluns, 18 de novembre del 2019


MATEO 16:11

“¿Cómo no entendéis que no fue por el pan que os dije que os guardarais de la levadura  de los fariseos y de los sacerdotes?
A mendo se busca fuera de las iglesias a los enemigos. Es la manera más fácil de sacudirse las pulgas. Los enemigos del cristianismo salen de entre sus filas. La Biblia lo deja bien claro en multitud de textos. Debido a los avisos bíblicos dejemos de mirar al exterior para descubrir a los enemigos de la fe que se han infiltrado en las iglesias y hagamos una mirada introspectiva tal como aconseja la Sagrada Escritura.
“Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros que introducirán encubiertamente herejías destructivas, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina” (2 Pedro 2:1).
“Como te rogué que te quedases en Éfeso, cuando fui a Macedonia para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina” (1 Timoteo 1:3).
“Mas os ruego hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que habéis aprendido y recibido, y que os apartéis de ellos. Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos” (Romanos 16: 17, 18).
De la misma manera que en el  Antiguo Testamento los profetas del Dios Altísimo se veían obligados a denunciar a los falsos profetas que inducían a los israelitas  a adorar a falsos dioses, también en el Nuevo los apóstoles se veían obligados a avisar a las iglesias de la presencia de falsos pastores que buscan engordarse a sí mismos a costa de los incautos que con zalamerías los inducen a alejarse del Señor para perdición de sus almas.
El versículo que sigue al que sirve de  base a esta meditación, dice: “Entonces entendieron que no les había dicho que se guardasen de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos”  (v.42). ¿Cómo pueden los cristianos del siglo XXI guardarse de la doctrina de fariseos y saduceos que se han infiltrado en las iglesias cubiertos con pieles de ovejas? Solamente existe una manera de hacerlo: Siendo conocedores de la letra de toda la Biblia e interpretada  bajo la dirección del Espíritu Santo que  fue quien inspiró a hombres de Dios a escribir lo que es Palabra de Dios. No olvidemos que la interpretación de la Biblia no es cuestión privada.


NEHEMÍAS 8: 10

“Porque día santo es a nuestro Dios, no os entristezcáis porque el gozo del Señor des vuestra fuerza”
El pueblo estaba reunido en la plaza como un solo hombre: “Y el sacerdote Esdras trajo la Ley delante de la congregación, y leyó en el libro en presencia de todos los que podían entender, y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la Ley” (v.3). El contexto del versículo que comentamos nos indica la buena predisposición de escuchar atentamente la lectura de la Ley que hacía el sacerdote Esdras ante el pueblo reunido en la plaza.
No era fácil la vida de los judíos que habían regresado de Babilonia para reconstruir el templo y la ciudad de Jerusalén. Esdras y sus colaboradores que le ayudaban en la tarea de hacer entender la Ley al pueblo, les dijeron: “No os entristezcáis, porque el gozo del Señor es vuestra fuerza”. Los oídos prestos a escuchar la Palabra de Dios tiene la consecuencia de producir gozo en el oyente que escucha atentamente, actitud que lleva a recibir fuerza para enfrentarse a las dificultades del día a día.
Las circunstancias adversas de  la vida pueden llevarnos al desánimo. Los que reconstruían las murallas de Jerusalén además del esfuerzo físico que requería la reconstrucción, se debe añadir los enemigos de Israel que querían impedir que la reconstrucción del templo y de la ciudad se completase. El oír atento de la Palabra siempre conduce al gozo del Señor que es nuestra fortaleza.
¿Estamos tristes, desengañados frustrados, porque vientos adversos nos traen desolación? El Maligno, por todos los medios que pueda imaginar intenta conseguir que consideremos que nuestras vidas son un fracaso. Intenta conseguir que los molinos de viento se conviertan en gigantes invencibles. Ante ellos nos vemos como enanos. No temáis hombres de poca fe: “El gozo del Señor es nuestra fortaleza”. Si los entorpecimientos de la vida los afrontamos confiando en Jesús saldremos victoriosos de los encuentros. El cuerpo a cuerpo entre Goliat y David parecía la lucha entre un gigante y una pulga. La pulga se fortaleció en el Señor con lo que consiguió que se debilitase la fuerza física del gigante y la debilidad de la pulga recibiese la fuera de Sansón. El invencible fue derrotado por la pulga revestida del poder del Señor. Con Jesús a nuestro lado somos más que vencedores.
Si nos encontramos desalentados, entristecidos, escuchemos atentamente la Palabra de Dios que nos dará el gozo del Señor que es nuestra fuerza.



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