dimecres, 15 de maig del 2013


ALMA TURBADA


<b>Los ansiolíticos y similares no sirven para calmar al alma perturbada por los agravios de la vida</b>

La actriz Demi Moore ingresó en urgencias después de haberse desmayado mientras celebraba una fiesta en su residencia de Beverly Hills. Según se sabe por <i>agotamiento</i> y por <i>toda su salud</i>. La revista Life & Style informa que ha sido tratada de algo mucho más serio: su adicción a las drogas. Michael Levina, que fue su publicista ha declarado. “Es horrible y triste lo que le ha sucedido. Indica la naturaleza de la adicción. Siempre te estás recuperando sin estar nunca realmente recuperado. Representaba Demi desde que tenía 19 años, en los 1980. Era guapa, inteligente y muy ambiciosa. En aquella época ya era adicta a las drogas. Se supone que el recién ingreso de la actriz  se debe a una crisis por inhalación de óxido nitroso, también conocido como gas hilarante , muy popular entre los jóvenes porque permite colocarse a buen precio. Necesita cuidarse. El trabajo lo tiene siempre. Conozco a Demi. Sigue siendo muy ambiciosa. Necesita poner el trabajo en un segundo plano”.

Las cosas empezaron a empeorar cuando la actriz presentó una demanda de divorcio a su marido Ashton Kutcher, después de unas semanas de incertidumbre y de noticias de las infidelidades de Ashton. Después de la ruptura empezó a preocuparse por la pérdida de peso y a celebrar grandes fiestas. En esta situación estresante no debe extrañarnos que en el botiquín de la actriz se encontrasen anfetaminas.

A Demi Moore no se la puede presentar como un modelo de sensatez.…divorcios y excesos acompañaron a su vida artística. No debe, pues, extrañarnos que su fortaleza se derrumbase y se viera obligada a echar mano de la química para seguir manteniéndose activa. No todo el mundo tiene el lastimoso privilegio de que los problemas personales se ventilen en las revistas del corazón. Ya que los informes médicos alertan del aumento considerable de medicamentos para combatir el estrés, el insomnio, las preocupaciones…, que conduce a graves crisis de salud, no nos iría nada mal hacernos una mirada introspectiva y pensar en lo que llevamos en el bolso o en la cartera de mano. ¿Contiene productos para combatir el estrés, la ansiedad, el agotamiento crónico? ¿Van estos productos acompañados de la ingesta de alcohol y del consumo de otras drogas? Si es así, ello debe ser motivo de preocupación y de un sincero deseo de cambiar el estilo de vida. ¿Qué es más importante, el éxito social y vivir arruinado como persona o, no tener una posición social destacada y sentirse mejor con uno mismo i recuperar el afecto familiar que se había perdido por querer pagar el desmesurado precio del triunfo?

El estilo de vida agobiante que llevamos nos impulsa al consumo de química para mantener la vitalidad  y la energía que se desvanecen, para seguir conservando la posición social conseguida. ¿Vale la pena desear mantenerla al elevado precio de perder la salud física y mental y las buenas relaciones familiares?

El rey de Judá Asa enfermó muy gravemente de los pies. El texto nos dice. “Y en su enfermedad no buscó al Señor, sino a los médicos” (2 Crónicas 16:12). Este texto no significa que el enfermo deba prescindir de la ayuda médica. Esta cita apartada del contexto general de la Biblia puede llevar al extremo de prescindir de la ayuda de los servicios médicos cuando sean necesarios. Algunos movimientos cristianos enseñan la <i>curación por fe</i>. El enfermo no necesita al médico ya que solamente con la fe se puede curar. Esto no lo enseña la Biblia. Lo que hizo el rey Asa es prescindir totalmente de Dios en el momento que lo necesitaba. No teniéndolo en cuenta en su dolencia. Se equivocó. Esto no es bueno para quienes sufren trastornos mentales debido a la manera de vivir estresante que llevan. Dios es la Roca sobre la que edificar la personalidad.

Refiriéndose a la actriz Demi Moore, Michael Levine dice de ella: “ Siempre te estás recuperando, sin estar realmente recuperado” Continuamente entrando y saliendo del consultorio médico sin que se produzca la añorada curación. Es un continuo dar vueltas que conduce al empeoramiento. El salmista se hace esta pregunta que seguramente también nos hacemos nosotros: “Por qué te abates, oh alma mía, y por que te turbas dentro de mí? Espera en Dios, porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío” (Salmo 42:11). Vivimos en un mundo de aflicción. Quizás no pasaremos por graves crisis, pero se nos presentan multitud de pequeñeces que nos angustian y nos hacen perder las ganas de vivir. Jesús nos hace esta invitación: “Venid a mí todos los que estáis cargados y trabajados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para vuestras almas” (Mateo 12:28,29). Jesús es el médico del alma que cumple la promesa de dar paz al angustiado.

Octavi Pereña i Cortina

dimarts, 14 de maig del 2013


1 SAMUEL 28:6


“Y consultó Saúl al Señor, pero el Señor no le respondió, ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas”

Saúl empezó bien su reinado pero el poder se le subió a la cabeza y no tuvo inconveniente alguno de dejar de buscar la dirección del Señor en la toma de decisiones políticas que afectaban al bienestar de sus súbditos. En su delirio por el poder   no le temblaba la mano a la hora de usurpar la responsabilidad sacerdotal que era la única autorizada para consultar a Dios. Al llegar al final de este proceso de desobediencia contumaz llegó el silencio definitivo de Dios. El Señor enmudeció y cuando esto ocurre, la más absoluta soledad envuelve a quienes durante el tiempo en que  la gracia de Dios estaba a su disposición, finaliza.

Enloquecido Saúl por el silencio de Dios pone de manifiesto las espesas tinieblas espirituales en las que estaba sumergido su corazón rebelde cuando dice a sus servidores: “Buscadme una mujer que tenga espíritu de adivinación , para que yo vaya a ella, y por medio de ella pregunte”. Lo curioso del caso es que previamente, en un estallido de religiosidad legalista Saúl había ordenado “cortar de la tierra a las evocadoras y a los adivinos”.

El silencio de Dios no hace que los hombres dejen de ser religiosos, al menos, aparentemente. Pocas horas antes de morir en el campo de batalla Saúl consulto al Señor. Hay muchos cristianos que cumplen religiosamente el precepto dominical de asistir a un servicio religioso. Oyen la lectura de un texto bíblico y a la predicación que se hace sobre el mismo. Pero no hay arrepentimiento en estos cristianos que no atienden los consejos de Dios cuando éste les habla. Siguiendo el ejemplo del religioso Saúl se vuelven a personas que ”tengan espíritu de adivinación” porque no pueden resistir el silencio de Dios.

¿Qué es lo que pone de manifiesto el silencio de Dios en una sociedad religiosa de formas pero que mantiene el corazón sumergido en un pozo de tinieblas espirituales? La proliferación de adivinos que no se esconden, sino que anuncian su actividad satánica en los medios de comunicación para que los que están envueltos en el silencio de Dios puedan encontrar un guía que los encamine a su destrucción eterna.

Todavía hay tiempo para el arrepentimiento. Una vez llegada la muerte ya no se puede cambiar el destino de condenación eterna. Las oraciones que se dicen durante los servicios fúnebres para que los difuntos sean guiados hacia el paraíso no sirven sino para engañar a los vivos  que asisten a los mismos, haciéndoles creer que pueden vivir de espaldas a Dios y que al final de la vida terrestre  una oración a su favor y unas gotas de agua bendita cambiará su destino eterno.

Hoy es el día de la salvación. No esperes a que Dios cierre la puerta a la manifestación de su gracia.  Saúl buscó a Dios cuando ya no podía ser hallado. La desobediencia contumaz a Dios sella un destino eterno de condenación.


PROVERBIOS 6:6


“Vé a la hormiga, 0h perezoso, mira sus caminos y sé sabio”


Este texto es muy adecuado para los actuales ni-ni que no estudian ni trabajan. Indiscutiblemente no puede aplicarse a quienes queriendo trabajar no pueden hacerlo debido a la crisis. Pero contiene el principio que la prosperidad económica no puede darse sin el trabajo persistente y silencioso. El texto nos pone a la hormiga como ejemplo. Nos hemos auto impuesto el modelo de trabajar poco y ganar mucho dinero. De acogernos a la baja por enfermedad sin causa justificada. De trabajar lo mínimo legal para poderse acoger al paro…Nuestra sociedad no sigue el ejemplo de la hormiga que la Palabra de Dios nos pone como advertencia. Así nos van las cosas.

Creo que a este texto también se le puede dar otra aplicación. ¿Ponemos el ejemplo de la laboriosidad de la hormiga en el campo del espíritu? En general me temo que no. Se da mucho infantilismo espiritual en quienes deberían ser personas maduras por los muchos años de ser cristianos. La ociosidad intelectual nos ha convertido en cristianos que vamos de un lado para otro según la dirección que tome el viento. Somos inestables. Nos derrumbamos porque no somos obedientes a las palabras que brotan de los labios de Jesús y edificamos nuestras vidas sobre la arena.

El que me oye mis palabras y las hace, dice Jesús, edifica su vida sobre la Roca que soy yo. Las tempestades de la vida  no tienen nada que hacer en quienes edifican sus vidas sobre cimiento tan firme.

Refiriéndose a la Biblia el Libro Común de Oración dice: “Bendito sea el Señor, que ha hecho que todas las Escrituras se hayan escrito para nuestro aprendizaje, haz que podamos escuchar, leer, subrayar, aprender, digerirlas interiormente, y que con paciencia y que con el consuelo de tu Santa palabra, podamos abrazar y coger con fuerza la bendita esperanza de la vida eterna”.

Este texto nos insta a imitar a la hormiga en el campo del espíritu. De ser pacientes y abnegados lectores de la Biblia que la digieren para alimento de nuestras almas para que la esperanza de la vida eterna esté firmemente arraigada en nuestra alma.

 

 

 

dilluns, 6 de maig del 2013


MAL USO DE LA LENGUA


<b>Es curioso detectar como el prejuicio puede asumir una actitud hostil hacia un colectivo sin haberse relacionado nunca con una persona perteneciente al grupo injuriado</b>

La diversidad  de culturas es una de las causas por las que se debe temer que existan siempre guerras, porque la cultura implica diferencia, la diferencia provoca superioridad y la superioridad lleva al predominio. Debido a nuestra condición humana manchada por el pecado la diferencia cultural crea prejuicios y, como dijo <b>Albert Einstein</b>: “¡Triste es nuestra época! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio”.

En el vestíbulo del Museo de Arte Popular de México, <b>José Antonio Marina</b> dice: Leo una expresión de bienvenida escrita en doce idiomas diferentes hablados por los antiguos pueblos de la zona…Salgo del mueso intrigado por el rechazo de entenderse las distintas tribus…El menosprecio hacia quienes hablan otra lengua no es exclusivo de los antiguos pueblos mexicanos, sino una manía atávica y universal”.

El idioma sirve de cohesión social a la vez que es un factor disgregador porque separa a los pueblos al dificultar que puedan entenderse (no es el idioma el que hace difícil que las personas puedan comprenderse si los hombres que no quieren hacerlo). La diversidad lingüística es el resultado de la decisión divina de confundir a la única lengua que se hablabas en la antigüedad prediluviana con la finalidad de impedir el propósito de los hombres de edificar una “ciudad  y una torre cuya cúspide llegue al cielo, y hagámonos un nombre para que no seamos esparcidos sobre la faz de toda la tierra”(Génesis 11:4).. La diversidad de lenguas impidió que los hombres se concentrasen en un punto geográfico y empezaron a extenderse por sobre toda la tierra. Era el propósito de Dios para evitar la unanimidad a la hora de hacer el mal.

Antes del Diluvio los hombres aprendieron a forjar el bronce y el hierro (Génesis 4:22). Esta habilidad perfeccionada la utilizaron los postdiluvianos en sus empresas bélicas y empezaron a construir imperios con el propósito de concentrar en unas pocas manos el dominio de grandes extensiones de territorio. Además   de utilizar las armas de destrucción masiva de la época, utilizaron la lengua como instrumento de dominio. Cuando un pueblo subyuga a otro intenta rematar la victoria bélica desculturizando al vencido haciendo que su cultura y tradiciones populares fuesen substituidas por las del vencedor. Así se termina de rematar la humillación del vencido. Bajo el terror de Antíoco IV Israel sufrió una profunda helenización que fue acompañada de las profanación del templo en Jerusalén. El resultado de tan agresiva opresión fue lo que se conoce como la revuelta de loa Macabeos que se resistieron a perder su identidad nacional.

Desde el año 1714 en que Catalunya fue definitivamente vencida por las tropas del Borbón Felipe V, basándose en el Decreto de Nueva Planta, España intenta hacer desaparecer el catalán, símbolo de la identidad nacional de Catalunya, prohibiendo su uso en la administración pública y haciendo del castellano la lengua utilizada en la escuela y en la catequesis. Después de 300 años de opresión, España no ha podido españolizar a Catalunya. A pesar de que la Constitución vigente declara que “las riquezas de las diversas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección” (3.3), la lengua que es un instrumento de comunicación para que los hombres se puedan entender se convierte en un instrumento para hacer todavía más dura la opresión porque se roba el alma que identifica a los pueblos. La actitud política de los gobernantes de Madrid pone en evidencia que no es la Constitución, que se convierte en papel mojado, lo que desestabiliza a la Democracia, sino la manera de ser de los políticos de turno que son los primeros en incumplirla.

El escritor <b>John Steinbeck</b> redactó: “En cualquier pedacito de escrito honesto que se hace en el mundo, aparece un tema común. Intenta comprender a los hombres, si se entienden serán mutuamente amables. Conocer a un hombre nunca lleva a odiar, casi siempre a amar”. Los psicólogos nos dirán que para comprender a los hombres, conocerlos, se necesita empatía – ponerse en la piel del otro – para que la lengua no sea un factor desestabilizador de las relaciones interculturales. Es una tarea casi imposible de hacer ponerse en la piel de quien es diferente. Ni el cristianismo que enseña a amar al prójimo lo consigue. No lo obtiene ni en las relaciones internacionales ni en las interpersonales. Derribar el muro de separación que lo es el idioma es necesario que las relaciones humanas estén empapadas de amor, no del amor erótico, pasional, hoy tan de moda, sino del amor de Dios, muy comentado pero poco conocido, derramado en el corazón humano es el que hace que las personas busquen mutuamente hacerse el bien a pesar de las diferencias lingüísticas. El resultado de estas relaciones desinteresadas es el enriquecimiento mutuo y el crecimiento en humanidad. El resultado final de esta relación provocada por el amor de Dios  manifestado en Jesucristo es que la imagen de Dios que se perdió en el Edén se reproduce en quien ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo. No existe otra manera de conseguir una paz genuina entre culturas.

 

MATEO 10:51


“Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro que recobre la vista”

La Biblia nos enseña a orar los unos por los otros. Lo dice porque como miembros de la familia humana y debido al pecado todos tenemos carencias. Al orar por otras personas nos identificamos con ellas e intercedemos por ellas ante el trono de la gracia de Dios. La oración intercesora fomenta la auténtica empatía. Como somos egoístas y pensamos exclusivamente en nosotros mismos orar por los otros es una tarea un tanto olvidada. Este olvido debería ser motivo de reconocimiento y de confesión de este pecado. Es pecado porque es desobedecer una orden de Dios.

El texto que comentamos hoy nos enseña a pedir por nosotros. El ciego Bartimeo estaba sentado junto al camino mendigando. Cuando oye que Jesús está pasando cerca de él empezó a gritar, diciendo: “¡Jesús, Hijo de David ten misericordia de mí”. Al pedirle “ten misericordia de mí”  le está pidiendo a Jesús algo muy indefinido. Jesús, por el hecho de ser Dios sabe con certeza lo que Bartimeo necesita. Pero quiere que se lo pida. Para poderle ayudar quiere que le pida lo que necesita. De ahí la pregunta que le hace Jesús: “Qué quieres que te haga?” La respuesta del invidente: “Que recobre la vista”. Jesús le dijo: “Vete, tu fe te ha salvado”. “Y enseguida recobró la vista”.

“Qué quieres que te haga?, nos pregunta Jesús a ti y a mí. ¿Qué necesitamos? Dejemos de monsergas. No vayamos por los cerros de Úbeda diciendo que es egoísta pedir por uno mismo. Jesús nos dice: “Qué quieres que te haga?”  Cada uno tiene que responder por sí mismo. Quien está en el paro y padece las consecuencias de no poder pagar la hipoteca y se enfrenta al desahucio, quien padece una enfermedad crónica…A cada uno de nosotros Jesús nos pregunta “¿Qué quieres que haga por ti?” La respuesta que le demos pone de manifiesto que creemos en Él. Que Jesús no es un ser mitológico, sino el Hijo de Dios que se hizo hombre, que padeció como hombre  y que puede compartir con nosotros todas nuestras tribulaciones.

Nos encontramos sentados junto al camino de la vida mendigando. Jesús pasa junto a nosotros. No permanezcamos mudos. Gritemos fuertemente: “¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!” A la respuesta de Jesús: “¿Qué quieres que haga por ti?”, digámosle nuestra /as necesidades por sus respectivos nombres y esperemos a que se haga según su voluntad.


PROVERBIOS 24:10


“Si flaqueas en el día de la angustia significa que tu fuerza es poca”


Hoy se han puesto de moda los gimnasios en donde las personas acuden para fortalecer sus músculos, El objetivo principal de las tales es adquirir un vigor físico que el apóstol Pablo considera sirve para bien poca cosa porque el ejercicio físico no puede impedir el envejecimiento acompañado de la decrepitud física que se instalan al paso de los años. Pero hay algo más, la fuerza física no sirve para hacer frente al día de la angustia porque no es con ella como se supera el día malo.

La fuerza que necesitamos para no flaquear en el día de la angustia es espiritual. No cualquier filosofía que se la considere espiritual – hoy se llama espiritualidad a todo – sino la espiritualidad que nace del Espíritu Santo.

“En los salmos encontramos la referencia de que el Señor es la Roca en la que el salmista encuentra las fuerzas necesarias para superar el día de la angustia cada vez que se le presenta. La Roca en la que busca protección el salmista no es otro que Jesús de Nazaret el Unigénito Hijo de Dios encarnado.

Al final del llamado Serón de la Montaña Jesús dice a sus oyentes que existen dos tipos de cimientos sobre los que edificar una casa. Es de destacar. “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca” (Mateo 7:24). Es de destacar que la persona prudente es la que oye y pone en práctica las palabras de Jesús. No es prudente el cristiano dominguero que se limita a asistir pasivamente a los cultos dominicales permitiendo que la predicación le entre por un oído y salga por el otro sin que no le quede un recuerdo en el alma. No, la tal persona no es prudente. El creyente no practicante flaquea en el día de la angustia.

Quien oye las palabras de Jesús y las practica es la única persona que fortalece su vida espiritual y sale vencedora en el día de la angustia. Nos son muy familiares las palabras del salmo 23: “El Señor es mi Pastor, nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar, junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma, me guiará por sendas de justicia por amor de su Nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo, tu vara y tu cayado me infundirán aliento”

Si el Señor es tu Pastor en el día de la angustia no flaquearás.