diumenge, 27 de juliol del 2025

 

EXPERIENCIA PROXIMA A LA MUERTE

La muerte infunde temor, pero no debería

El médico de cabecera José Morales debido a una arritmia, le produjo una parada cardíaca que le duró 60 segundos. Explica: “Cuando recuperé la conciencia, había tenido una experiencia extraordinaria, para mí desconocida, pero estudiando el tema me he dado cuenta que es una experiencia común entre la EPM. Describe: “Me vi fuera de mi cuerpo, tirado en tierra, y fui arrastrado hacia un lugar luminoso, en donde había un entorno natural extraordinario, sentía una gran conexión, una comunión con el todo, y felicidad. Todos los sentidos estaban excitados: los olores, los sonidos, la visión. Me encontraba muy a gusto…Las personas que han tenido una EPM tienen cambios sustanciales en sus vidas y encuentran un nuevo significado.” El resultado de una EPM “es desarrollar la capacidad  de conectar con el todo, amar y comunicarse, perdonar al otro y a mí mismo, y después de haber revisado sus vidas, vuelven con un propósito…El propósito es una vida desde la autenticidad con aquello que uno encuentra valioso, para eso se necesita silencio. Veinte minutos de silencio al comenzar el día, una práctica simple de mindfulness. La vida nos iría mejor si tuviésemos más conexión con nosotros y con los otros, amor, perdón, propósitos. No estamos aquí para servirnos,  sino para servir”.

En el médico José Morales existía una duda: “Existen dos creencias: la que todo es materia, y la que existe trascendencia. Uno puede posicionarse, pero nadie te puede decir que tú te equivocas. No existen evidencias y todas tienen sus argumentos” (?). A pesar que el médico dice que “ha pasado de ser cristiano cultural a tener la convicción de que la muerte no es el final”, la duda respecto a qué hay después de la muerte la experiencia EPM no la resuelve. La respuesta se tiene que ir a buscarla, no en una experiencia sensorial EPM, sino en el campo espiritual.

Como era habitual, a Jesús le seguían multitudes. Junto al camino dos ciegos estaban  sentados pidiendo limosna. Al percibir que Jesús se acercaba se pusieron a gritar: “Ten piedad de nosotros, Señor, hijo de David”. Como no podía hacerlo de otra manera, Jesús los llama y les dice: “¿Qué queréis que haga por vosotros?”. Los dos ciegos sin pensárselo dos veces le dicen: “Señor, ábrenos los ojos”. Inmediatamente recibieron la vista. (Mateo 20: 29-34). Distinguiéndonos  de los ciegos del relato nosotros somos ciegos espirituales que al oír que Jesús se acerca a nosotros tendríamos que gritar con fuerza: “Señor, ábrenos los ojos”. Automáticamente nuestros ojos espirituales  serían abiertos y podríamos ver las realidades espirituales que la ceguera nos impide ver. Nos daríamos cuenta que el significado de las EPM no tenemos que ir a descubrirlo  en la ciencia, sino en el campo espiritual. La respuesta al interrogante que nos plantean las EPM forzosamente tenemos que ir a buscarla en la Biblia. No existe otra alternativa.

Satanás que es quien se encuentra detrás de las EPM  es muy astuto y no se presenta ante nosotros mostrando su rostro perverso. El apóstol Pablo describiendo a ese personaje maligno, escribe: “Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos  que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanàs se disfraza como ángel de luz” (2 Corintos 11: 13, 14).

Satanás que se disfraza como ángel de luz no se presenta ante Eva mostrando su rostro maligno. Escoge para encarnase a un animal de bello aspecto. La serpiente antes de ser maldecida por Dios y ser condenada a arrastrarse (Génesis 3: 14), era un animal que andaba de pie. Es  muy probable que Eva estuviese familiarizada con ella pues cuando se le acerca no da muestras de rechazo. Todo lo contrario. La serpiente no es Satanás. Es el envoltorio que utiliza para embaucar a Eva. Vayamos al escenario donde Satanás se encentra con Eva para analizar el parecido con una EPM. La primera cosa a destacar es que la serpiente habla. Esto es un hecho sobrenatural que pone de manifiesto que Satanás tiene poder de hacer milagros. Jesús lo describe con estas palabras: “como homicida desde el principio, y no se mantuvo en la verdad, porque en él no hay verdad. Cuando habla mentira, habla de lo que le es propio, porque es mentiroso y padre de la mentira” (Juan 8: 44).

Dios autorizó a Adán a comer “de todo árbol del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal, no comerás, porque el día que de él comas ciertamente morirás” (Génesis 2: 16, 17). La serpiente se acerca a Eva para crearle dudas. “¿Con que Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?” (3: 1). La mujer comete el error de escucharle y dialogar con él. La serpiente le miente cuando le dice: “No moriréis, sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis  como Dios, sabiendo el bien y el mal” (vv. 4, 5). El árbol que hasta este instante había pasado desapercibido, de súbito adquiere protagonismo. (v. 6). En el mismo instante que Adán y Eva comen el fruto del árbol prohibido, “fueron abiertos los ojos de ambos y conocieron que estaban desnudos, entonces, cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales” (v. 7. El fruto que tenía aspecto de ser dulce como la miel realmente era amargo como la hiel. Al verse desnudos, reconocieron que habían muerto. La muerte espiritual fue instantánea. La física se postergó: Adán murió a los 930 años (Génesis 5: 5).

Una experiencia EPM es un engaño satánico que quiere hacer creer que la vida eterna puede recuperarse prescindiendo del Mesías que Dios en su misericordia anunció a Adán y Eva (Génesis 3: 14, 15). El Mesías que Dios anunció casi en el mismo inicio de la Historia, se hizo carne en la Persona de Jesús que es “el camino, y la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino por Mí” (Juan 14: 6). 

Octavi Pereña Cortina

 

SALMO 86: 11

“Enséñame, oh Señor, tu camino, afirma mi corazón para que tema tu Nombre”

El Salmista es un hombre de fe. De fe robusta. No deja de ser un hombre con todas sus debilidades. Pero te conozco Señor. Si no fuese así no te pediría que me enseñes. ¡Soy tan poca cosa! Tengo miedo que pueda extraviarme. Es por esto que te pido: “Afirma mi corazón para que tema tu Nombre. No permitas, oh Señor, que me vuelva a la vanidad. Sujeta el cabestro y tira de él. No permitas que me salga de tu camino y no vuelva a las tinieblas de las que no debería haber entrado nunca”. Con todas mis contradicciones, “te alabaré, oh Señor, Dios mío, con todo mi corazón”. Tú, Señor, que lo sabes todo de mí, conoces al dedillo mi fragilidad y debilidad. Es por esto que te pido que afirmes mi corazón para que tema tu Nombre. Estoy rodeado de enemigos que me incitan a abandonarte. Es por esto que te pido que seas mi escudo que me proteja de los dardos de fuego que Satanás lanza contra mí. Que no aparte de ti mis ojos porque Tú eres el Autor y Perfeccionador  de la fe  (Hebreos 12: 2).

Los antiguos que no tenían el conocimiento que hoy tenemos de Ti fueron liberados de la boca del león. ¡Cuánto más hoy podemos resistir los ataques de Satanás para que huya y nos deje tranquilos! Pero no descansa. Volverá al ataque. Y volverá a hacerlo. Es infatigable en su deseo de separarnos de Ti.

Hoy ya  sabemos quién es el Mesías que en el inicio de la Historia anunciaste a nuestros primeros padres: Adán y Eva. Sabemos que el camino que nos lleva a Ti es Jesús. Cuando los discípulos le dijeron a Jesús que les mostrase el camino que conduce al Padre, el Señor les dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida, nadie viene al Padre, sino por Mí” (Juan 14: 6). En el contexto de la resurrección de Lázaro Jesús dijo a su hermana Marta: “Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en Mí, aunque esté muerto vivirá. Y todo aquel que  vive y cree en Mí, no morirá eternamente” (Juan 11: 25, 26).

Hoy se celebran talleres para ayudar a los ancianos a recorrer la última etapa de su existencia terrenal. Los consejeros que puedan suministrarles la Administración son tan malos como aquellos amigos de Job que pretendían consolarle en la tribulación. Si Jesús por la fe habita en el corazón del lector, el Señor que resucitó en el tercer día de entre los muertos, es la garantía de quien cree en Él tiene vida eterna. ¿Existe algo mejor qué ofrecer a los ancianos?


 

PROVERBIOS 19: 18

“Corrige a tu hijo en tanto que hay esperanza, pero no dejes que tu alma se irrite hasta matarlo”

Joan Planelles, arzobispo de Tarragona, en una de sus glosas  dominicales, escribe: “He tenido la oportunidad de presenciar, en uno de nuestros pueblos, un partido de futbol de categoría infantil. ¡He quedado horrorizado! Y no por los niños, que juegan deportivamente con más o menos acierto, sino por los padres. Tensión, gritos, insultos, reprensiones…Esto es lo que he ido oyendo desde la pequeña grada donde me encontraba”.

De vez en cuando, algo parecido a lo transcrito aparece en los medios de comunicación.  Lo que comentamos me ha llevado al Congreso en donde los políticos que deberían comportarse con buenos modales, se comportan como auténticos gamberros. ¡Cuán cierto es que el hábito no hace al monje!

El texto bíblico que comentamos tiene dos partes: La primera corrige a tu hijo. La segunda, el hombre demasiado iracundo tiene que ser castigado. El niño es como un arbolito recién plantado. Por ser tierno y flexible el tronco, el payés puede hacerle crecer en la dirección que desee. Previamente, pero, tiene que saber qué forma quiere que adquiera el árbol. En la educación de los hijos sucede algo parecido. Salvo excepciones, según sean los padres, así serán los hijos. El refrán dice: “de tal palo tal astilla”. Lo que los hijos ve en los padres así ellos imitarán. ¿Qué puede esperarse de unos niños que han mamado la violencia hacia sus educadores? No debe extrañarnos que cuando estos crios lleguen a la adolescencia se comporten como gamberros hacia sus compañeros que no son como ellos.

Cuando estos niños mal criados por el ejemplo nefasto de sus padres sean adultos,  y por la causa que sea se dediquen a la política, no debería extrañarnos que se comporten como auténticos groseros sedientos de poder. En vez de trabajar buscando el bienestar de sus conciudadanos lo único que les importa es el poder para beneficio propio. Así es como una generación de desvergonzados da paso a una nueva generación de su misma calaña. Ignorando que por encima de ellos existe el Dios justo que no considera inocente al culpable. Les pedirá cuenta de lo que han hecho según sus responsabilidades. Negar la existencia de Dios no significa que el Juez justo no exista.

 

diumenge, 20 de juliol del 2025

 

LUCAS 24: 5

“¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?”

A los discípulos que Jesús llevó consigo en el monte donde se transfiguró les dijo que no dijesen a nadie lo que habían visto, “sino cuando el Hijo del Hombre hubiese resucitado de los muertos” (Marcos 9: 9). No entendieron “aquello de resucitar de los muertos” (v.10).

Hoy, parece ser que la Iglesia Católica se encuentra en la etapa pre resurrección, no entiende qué significa “aquello de resucitar de los muertos”. La Semana Santa, la fiesta más emblemática que celebra la Iglesia se centra en la muerte de Jesús, como si el Señor no hubiese resucitado.

El primer día de la semana, algunas mujeres, muy de mañana fueron al sepulcro “trayendo las especies aromáticas que habían preparado  para amortajar el cuerpo de Jesús” (v.1). Estando perplejas al ver que el cuerpo de Jesús había desaparecido del sepulcro, “se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes, que les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló cuando aún estaba en Galilea, diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día” (vv. 6, 7). Abandonando el sepulcro dieron nuevas de todas estas cosas a los once y a todos los demás…Mas a ellos les parecían locura las palabras de ellas” (v. 11).

Me imagino que el lector es miembro de una Iglesia que con unas gotas de agua rociadas sobre tu cabeza cuando eras un recién nacido, te han enseñado que con esta ceremonia te convirtieron en cristiano. Si se te pregunta dirás que eres católico. Pero, ¿eres cristiano? ¿Crees que Jesús resucitó al tercer día como dice la Biblia?

Aun cuando  tu entierro pueda ser de lujo con varios sacerdotes oficiándolo. A pesar que con solemnidad los oficiantes reciten el Salmo 23: “El Señor es mi Pastor, nada me faltará/En lugares de delicados pastos me hará descansar, junto a aguas de reposo me pastoreará/Confortará mi alma, me guiará por sendas de justicia por amor a su Nombre/Aunque  ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo/Tu vara y tu cayado me infundirán aliento”.

Si para ti ser cristiano consiste que en tu funeral el oficiante con voz melosa  diga que en vida fuiste una persona encantadora, que fuiste un padre o una madre ejemplar, que tus hijos digan que te recordarán siempre. Si no has nacido de nuevo por la fe en Jesús, cuando abras los ojos en la eternidad te encontrarás envuelto de llamas que queman pero que no consumen.


 

JUAN 12: 35

“Entonces Jesús les dijo: Aún por un poco está la luz entre vosotros, andad entretanto que tenéis la luz, para que no os sorprendan las tinieblas, porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va”

¿A qué luz se refiere Jesús cuando les habla de la luz? Indiscutiblemente no se refiere a la oscuridad que se necesita encender una linterna para no tropezar. El contexto inmediato gira alrededor de Jesús clavado a la cruz para salvar al pueblo de Dios de sus pecados.

En aquel entonces los discípulos todavía no habían recibido el Espíritu Santo por lo cual eran carnales y no podía entender las osas espirituales. Se está acercado el día D y la hora H de la salvación: “Ahora es el juicio de este mundo, ahora el príncipe de este mundo será echado fuera” (v. 31). El príncipe de este mundo no es otro que Satanás, el cabecilla de aquel grupo de ángeles que se rebelaron contra Dios. Tal como enseña el libro de Job el diablo no puede hacer todo el mal que su maldad le impulse a hacer. Dios mantiene a Satanás atado a una cuerda y no puede alargar el brazo más allá de lo que la longitud de la cuerda se lo permita. “Ahora es el juicio de este mundo, ahora el príncipe de este mundo será echado fuera”. ¿Tiene presente el lector la sentencia que Dios dictó contra la serpiente el diablo, por haber incitado a Eva a comer el fruto del árbol prohibido? “Y pondré enemistad entre ti i la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya, ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el talón” (Génesis 3: 19). Jesús es la simiente de la mujer que hirió a la serpiente en la cabeza y, ésta a su vez la que hirió a Jesús en el talón estando en la cruz. Jesús  anuncia a sus discípulos la proximidad del cumplimiento de esta profecía: “Y yo, si fuese levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo, dando a entender de qué muerte iba a morir” (vv. 32, 33).

“Después de esto, sabiendo Jesús que todo estaba consumado, dijo para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed…Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu” (Juan 19: 28-30). Aparentemente el diablo había ganado la partida, pero, “Cristo murió por nuestros pecados, conforme a la Escrituras, y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras”(1 Corintios 15: 3, 4). ¡Cristo curó de la herida que la serpiente le había hecho en el talón y con su resurrección hirió mortalmente a la serpiente en la cabeza!

 

 

EL ODIO EN POLÍTICA

Cuanto más encumbrado uno esté más trascendencia tiene el odio

A pesar que la práctica religiosa ha descendido mucho en España y lo que queda es tradicional, sigue siendo superficialmente religiosa. Fijémonos en las grandes multitudes que arrastra como es Semana Santa. Los partidos hacen muchas zalamerías a la Iglesia Católica porque políticamente les interesa. A pesar de la catolicidad del Estado español, sus ciudadanos son huérfanos de Cristo. La orfandad espiritual se manifiesta en la proliferación del discurso del odio.

La escritora Inés Martín redacta unas palabras muy jugosas que dan para mucho: “Si no te amas a ti mismo, no sabrás amar a nadie”. Estas palabras nos recuerdan la Regla de Oro que Jesús dijo al escriba que le preguntó: “¿Cuál es el primero de los mandamientos?” (Marcos 12: 28). Jesús le responde: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos” (Marcos 12: 30, 31). El vacío que deja la ausencia de amar al prójimo con la intensidad que exige la Regla de Oro lo ocupa un espíritu maligno por la ausencia del espíritu de Dios. (Mateo 12: 43-45).

Ramón Aymerich escribe: “”Un hater” es una persona  que difama, menosprecia, descalifica al contrario. Puede odiar por motivos políticos, religiosos, de género o raza, o simplemente por motivos personales, todo y que lo más habitual es que las víctimas sean miembros de colectivos y minorías. Siempre ha habido personas con ansias de odiar”.

Mariano Gundel escribe: “En vez de apostar por la reconciliación para hacer frente a los grandes retos geopolíticos, nos dejamos arrastrar por el enfrentamiento y el odio. El tono que utilizan los políticos y los medios de comunicación cada vez son más peligrosos”

El periodista Eusebio Val le pregunta a la filósofa Carlota Casiraghi: “¿Qué pasión maligna le inquieta más?” La respuesta que da la sabia es: “El discurso del odio se nos filtra por todas partes. Comienza por pequeñas frases burlonas, estigmatizaciones. Es lo que me inquieta más: excluir de la humanidad a una parte de las personas. Porque se llega a pensar   que a los otros no se les tiene que aplicar los derechos humanos”.

La conocida Ley del Talión: “El que cause lesión en su prójimo, según hizo, así le sea hecho. Rotura por rotura, ojo por ojo, diente por diente, según la lesión que haya hecho a otro, tal se le hará a él” (Levítico 24:a Ley ten19-21). Inicialmente esta Ley tenía la  finalidad de que la Justicia no se extralimitase en sus sentencias. Con el tiempo se la ha desfigurado hasta el punto que hoy se la ha convertido en una autorización legal para la venganza personal avivada por el odio. Una autorización legal a la venganza como hoy lo hace Israel. El ataque de Hamás fue un error que tiene sus consecuencias. Las represalias de Israel   no le exculpan de su responsabilidad.

Charles Baudelaire  tiene una manera muy peculiar de ilustrar la sed de venganza atizada por el odio: “El odio es el borracho que en el fondo de la taberna constantemente renueva su sed con más bebida”. El odio jamás se apaga. Todo lo contrario, se le aviva así que en la hoguera se le van echando prejuicios. Los resentimientos que se acumulan debido a los malos pensamientos que produce el corazón no hecho bueno por la fe en Jesús, avivan el odio.

Quien odia como no sabe cómo defender sus sentimientos malvados, vomita vulgaridades. Este tipo de lenguaje es el utilizan un día sí y otro también los políticos. Isabel Díaz Ayuso y Alberto Nuñez Feijó, son dos ejemplos claros de políticos que utilizan un lenguaje grosero para desprestigiar a sus oponentes políticos. Presumen de centralidad política y no se dan cuenta que el odio que almacenan sus corazones los lleva a extremismos que les impide entenderse por la falta de diálogo sincero. La guerra civil española de nefasto recuerdo fue el resultado del odio sembrado por ambos bandos  en la sociedad.

Hoy 10 de junio he escuchado por la radio que el Banco de España dice que quienes nos han llevado al caos actual no pueden sacarnos de él. Mientras la crispación sea el lema de los líderes políticos no saldremos del lodazal en el que nos han metido. Para que puedan hacer algo provechoso se tienen que transformar en personas nuevas con pensamientos nuevos. Si los políticos siguen siendo los mismos perros con el mismo collar, no nos salvaremos del naufragio que se avecina.

Se impone pues la necesidad de abandonar la religión tradicional que es incapaz de hacer buenas a las personas que son malas. Es obligado que nos acerquemos a Jesús y hagamos como aquel publicano que en un rincón del templo para no ser visto por los asistentes, no se atrevía a alzar los ojos al cielo sino que se golpeaba el pecho, diciendo: “Dios, sé propicio a mí, pecador” (Lucas 18: 13). Esta suplica hecha con humildad y sinceridad tiene el poder de arrastrar hasta el fondo del mar el odio que carcome las entrañas y sustituirlo por el amor de Dios que convierte en amigo a la persona que se la tenía por enemiga. El amor de Dios controlando a los políticos hará posible que la enemistad se convierta en amor que edifica y no destruye. Si eso ocurriese, dejaría de tener sentido  la sentencia del Banco de España que afirma que los partidos políticos que nos han llevado al caos actual no nos pueden sacar de él.

Octavi Pereña Cortina

diumenge, 13 de juliol del 2025

 

CORRUPCIÓN ARRAIGADA

¡Qué difícil es eliminar las malas hierbas!

En uno de los apuntes al natural, JL. Martin muestra al orador pontificando desde la estrada. “¡No todos los políticos son corruptos!” Desde platea, el representante del público le dice: “De acuerdo. La pregunta es: ¿Por qué los corruptos siempre llegan a la cúpula de los partidos?” Interesante pregunta, ¿verdad?

En “Las dos caras de la humanidad”, Albert Montagut escribe: “La información científica obtenida en Chile y las consecuencias del conflicto de Oriente Medio nos dan una idea de lo que somos capaces de desarrollar, pero a la vez desnuda al ser humano y nos muestra las dos caras y que alguna cosa no funciona en nuestra civilización. Después de miles de años de desarrollo,el gen de la maldad sigue latente en el ADN de la humanidad. Incluso hoy mismo, cuando la inteligencia artificial nos muestra que la creación del conocimiento todavía tiene un recorrido larguísimo, somos incapaces de controlar el instinto de la maldad”.

Mariano Guindal, en su escrito: “Medio siglo de corrupción política”, aporta unos datos que cabreará a muchos: La corrupción política tiene un coste de 2000€ por contribuyente. Algunos juicios por corrupción siguen pendientes de resolver 20 ó 30 años después. Guindal finaliza su escrito con esta perla: “Están interrelacionados y no es fácil distinguir si el origen es en la política o en la economía. Lo que queda claro es que es urgente regenerar la vida política y económica, recuperando ética y valores, y superar la crisis de las instituciones restaurando la independencia y el papel de contrapoder del poder político”. Lo que tiene claro Guindal es: “que es urgente regenerar la vida política y económica, recuperando ética y valores”. Guindal parte de una premisa errónea: Considera que el ser humano es bueno por naturaleza y que con solo enseñarle ética y valores cambiará su tendencia a la corrupción. ¿Qué nos dice el salmista? “No te impacientes a causa de los malvados, no tengas envidia de los que traman iniquidad, porque como hierba verde se secarán”(Salmo 37: 1, 2).

Los medios de comunicación difunden las corruptelas de los políticos porque saben que ello vende. Muchos lectores son masoquistas y se deleitan informándose de corrupciones del prójimo. Se gozan de los deslices ajenos porque razonan mal. Hablando entre dientes se dicen: “Yo no soy como estos malnacidos que nos roban. Soy una buena persona que busca la dirección de la ética y de los valores.

Amanece. Jesús está sentado para enseñar al auditorio. Se le acercan unos escribas y fariseos, por cierto, bellísimas personas en sus propios ojos, para presentarle “una mujer sorprendida en adulterio” (Juan 8: 3). ¿Qué pretendían estos defensores de la moral pública? Que condenara aquella mujer  a ser lapidada según la Ley de Moisés. “Y como insistían en preguntarle, se enderezó y les dijo: “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojarle la piedra  contra ella”  (v. 7). ¿Cuál fue el resultado de esta respuesta? “Ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno” (v. 9). ¿Qué lección se puede sacar del juicio a una mujer sorprendida en adulterio? Que los moralistas, que según ellos son estrictos cumplidores de la Ley de Dios, Jesús, sin acusarlos abiertamente, les hace ver que ellos también son pecadores lo que no les permite que se conviertan en justicieros. En el tema de la corrupción que tratamos si Jesús dice a los políticos que vociferan anticorrupción: “El que de vosotros esté limpio de corrupción sea el primero en arrojar la piedra”. Los justicieros acusados por su conciencia se retirarán del escenario cabizbajos. ¿Dónde irán a quejarse?

El rey David cometió adulterio con la esposa de un militar que se encontraba en el campo de batalla. No hubo testigos del adulterio. Dios que observa todo lo que sucede en la tierra contempló la infidelidad real. Intervino en el asunto porque no le gustó lo que vio. Envía al profeta Natán para que amoneste al adúltero (2 Samuel 12: 1-14). El resultado de la visita del profeta fue que David escribió el Salmo 51. El rey expone sus sentimientos y describe su condición de pecador: “Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos” (v. 4).

No podemos cerrar este escrito sin volver a encontrarnos con aquellos escribas y fariseos que se retiraron del escenario con el rabo entre las piernas y con la conciencia que los acusaba. ¿Qué ocurriría si Jesús dijese a Aznar, Rajoy, Feijóo, Ayuso: “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra”? Si Jesús es quien lo dice, siendo el Único que puede entrar en la conciencia, si no fuesen unos insensatos creyendo que son rectos en sus propios ojos y si escuchasen a Jesús, serían sabios y no abandonarían el escenario avergonzados, sino como sabios y como tales se pondrían un candado en los labios para mantener la boca cerrada. Ya no volvería a escucharse la cancioncilla: “¡Pedro Sánchez, dimite!” El silencio aportaría serenidad en la política que mucha falta le hace.

Octavi Pereña Cortina

 

NEHEMÍAS 8: 7, 8

“Y los levitas…hacían entender la Ley, y el pueblo estaba atento en su lugar. Y leían en el Libro de La Ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura”

El texto que sirve de base de este comentario tendría que despertarnos de la somnolencia que nos embota los sentidos cuando nos relacionamos con Dios. Mucha de la predicación que se considera cristiana porque  sale de los labios de un pastor evangélico o de  un sacerdote católico, en el fondo se trata de un humanismo cristiano que es tan perjudicial como el laico. Esta predicación humanista puede brotar de unos labios expertos en oratoria que pueden impulsarnos a asentar con la cabeza las barbaridades que proclaman.

Los levitas que “leían en el Libro de la Ley de Dios claramente, y ponían el sentido de modo que entendiesen la lectura”.  Toca los corazones de los oyentes hasta tal punto que se veían obligados a decirles: “Dios santo es el Señor nuestro Dios, no os entristezcáis, ni lloréis, porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabra d la Ley” (v. 9). Finalizado el acto, los asistentes regresaron a sus casas “a gozar de grande alegría, porque habían entendido las palabras que les habían enseñado” (v. 12).

La predicación cristiana es una predicación de esperanza basada en una esperanza real. La predicación cristiana no está pensada para ser pronunciada ante un auditorio de personas que se consideran justas. Por un lado se dirige a un público que consiste de personas redimidas por la sangre de Jesús y que no han perdido su condición de pecadores. Por el otro, a unas personas que todavía no han nacido como hijos de Dios.

La predicación evangélica es mixta. Se dirige tanto a creyentes como incrédulos. Ambos tipos de personas se encuentran entre la concurrencia. Ambos necesitan su porción alimenticia. El ABC del Evangelio para los que buscan, leche para los recién nacidos y vianda sólida para los adultos. Todos abandonan la asamblea gozosos porque han sido bendecidos por el Señor.


 

JOB 12: 13-25

Un texto que transcribo sin comentario alguno que da respuesta a muchos de los interrogantes que nos hacemos:

“Con Dios está la sabiduría y el poder, suyo es el consejo y la inteligencia/Si Él derriba no hay quien edifique, encerrará al hombre, y no hay quien le abra/Si detiene las aguas, todo se seca, si las envía destruyen la tierra/Con Él está el poder y la sabiduría, suyo es el que yerra, y el que hace errar/Él hace andar despojados de consejo a los consejeros, y entontece a los jueces/Él rompe las cadenas de los tiranos, y les ata una soga a sus lomos/Él lleva despojados a los príncipes, y trastorna a los poderosos/Priva del habla a los que dicen verdad y quita a los ancianos el consejo/Él derrama menosprecio sobre los príncipes, y desata el cinto de los fuertes/Él descubre las profundidades de las tinieblas, y saca a la luz la sombra de la muerte/Él multiplica las naciones, y Él las destruye, esparce a las naciones, y las vuelve a reunir/Él quita el entendimiento a los jefes de los pueblos de la tierra, y los hace vagar como por un yermo sin camino/Van a tientas, como en tinieblas sin luz, y los hace errar como borrachos”

Este texto nos muestra la soberanía absoluta de Dios. Nada ocurre sin su consentimiento. Algo tan insignificante como aplastar un mosquito contra la pared no se hace sin su permiso. Para empezar tenemos que reconocer que Dios es justo y no hace nada que vaya contra su justicia. Nosotros que tenemos un conocimiento tan limitado podemos cuestionar porque Dios permite que las cosas sean tal como son. Como Dios es infinitamente justo sus razones tendrá. Lo cierto es que no hace nada caprichosamente.

Quienes fuimos escolarizados finalizada la Guerra Civil Española se nos hizo aprender de memoria el Padrenuestro y a recitarlo como loros. Pero no se nos enseñó a exprimir el jugo que contiene. Respecto al tema que hoy analizamos  el Padrenuestro dice: “Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6: 10). ¿Se ha parado el lector a reflexionar alguna vez en este texto? Aceptar esta enseñanza de Jesús es medicina para el alma porque dejamos en manos de Dios lo que está fuera de nuestro alcance. Aporta una paz indescriptible.

 

diumenge, 6 de juliol del 2025

1 JUAN 3: 1

“Mirad cual amor nos ha dado el Padre, para que seamos hijos de Dios, por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él”

¿Cuál es el secreto de que el ser humano ame a Dios? El apóstol Juan responde esta pregunta: “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación de nuestros pecados” (1 Juan 4: 10). El ser humano está espiritualmente muerto. Dios toma la iniciativa: “Y nos dio vida cuando estábamos muertos en nuestros delitos y pecados” (Efesios 2: 1). Debido  a que Dios nos ha dado vida estando muertos en nuestros delitos y pecados es por lo que hoy tenemos necesidad de Él. No es el hombre muerto en sus delitos y pecados quien toma la iniciativa de buscar a Dios. Es Dios quien toma la decisión. Por medio de la predicación de la Biblia los escogidos de Dios oyen, creen y se salvan por la fe en Jesús que es don de Dios. A semejanza del ciego Bartimeo que cuando oyó que Jesús estaba cerca de él, se levantó y se abalanzó hacia Él a la vez que le pedía: Devuélveme la vista. Jesús le escuchó y recuperó la vista.

Habiendo recibido vida espiritual, el apóstol Juan nos impulsa a mirar al amor del Padre celestial que en su misericordia nos convierte en hijos suyos. Juan nos estimula a seguir leyendo: “Amados, ahora somos hijos de Dios”. En la cristiandad decadente  de nuestros días no es habitual que en los sermones se diga que los verdaderos creyentes en Cristo son hijos de Dios. Pues sí. La Palabra de Dios no miente. Los verdaderos creyentes en Cristo dejan de ser hijos del diablo para convertirse en hijos de Dios por adopción. Pero, la condición de hijos de Dios por adopción es solo el anticipo de una condición eterna infinitamente mejor de la que actualmente gozan. El apóstol Juan afirma que hoy los creyentes en Cristo son hijos de Dios. Pero no se queda ahí. Asegura que los profetas de la antigüedad anunciaron cosas que sus ojos no habían visto ni oído escuchado, son las que Dios tiene preparadas para aquellos que le aman. El apóstol Juan nos abre los ojos y los oídos a estas cosas preparadas de antemano para quienes aman a Dios: “Amados, ahora somos hijos de Dios”. Esta es la condición que gozan los verdaderos creyentes en Jesús. Ahora viene lo mejor: “Y aun no se ha manifestado lo que hemos de ser, pero sabemos que cuando Él se manifieste, seremos semejantes a Él, porque le veremos tal cual Él es” (1 Juan 3: 2). No existen palabras para describir como seremos a partir del día de la resurrección: cuerpos inmortales, ausencia de pecado, poder contemplar cara a cara a Jesús nuestro Dios y Salvador. No nos lo podemos imaginar pero por medio de la fe que es don de Dios, es una esperanza que hoy ya es nuestra.


 

ESDRAS 7: 10

“Porque Esdras había preparado su corazón para estudiar la Ley del Señor y para practicarla, y para enseñar a Israel el estatuto y el juicio”

Quienes se consideran médicos del alma recetan el silencio para recargar la batería del alma para enfrentarse a las tareas diarias con todos los impredecibles que les acompañan. El silencio que recetan, ¿en qué consiste? Antes de salir de casa por la mañana, dedicar 30 minutos al silencio total. ¿Qué hacen durante estos 30 minutos totalmente aislados del mundanal ruido? El vacío absoluto no puede conseguirse. Si se intenta vaciarse del todo, el espacio libre que queda lo ocupa un espíritu maligno, con lo cual empeora la condición de la persona que en el silencio busca mejorar su personalidad.

Esdras nos ofrece un modelo a imitar para cuando sintamos deseos de retirarnos a un lugar tranquilo alejados del mundanal ruido para buscar a Dios. Esdras, nos dice el texto “había preparado su corazón”. Todo intento de recargar la batería para enfrentarse a una nueva jornada, empieza por el examen del propio corazón. “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida” (Proverbios 4: 23). Si no se inicia la jornada con un examen del corazón no se irá lejos. La manera de preparar Esdras su corazón nos aporta un detalle que tiene mucha importancia: Prepara su corazón para estudiar la Ley del Señor. La manera de Esdras de preparar su corazón lo hace en un lugar que no es estéril. Esdras reconoce que Dios existe y que se ha manifestado por medio de los profetas que escribieron siendo inspirados por el Espíritu Santo. Es por esto que Esdras prepara su corazón para estudiar la Ley del Señor.  ¿Con qué finalidad Esdras prepara su corazón para estudiar la Ley del Señor?  No para presumir de conocimientos. En la iglesia terrenal se encuentran muchos doctores en Teología que no viven lo que saben. A tales personas Jesús las considera hipócritas. Esdras no es uno de esto teólogos presumidos que alardean de tener lo que no poseen. Prepara su corazón para estudiar la Ley del Señor. Para atención, lector, Esdras prepara su corazón para estudiar la Ley del Señor para PRACTICARLA. No para presumir de conocimientos vanos. Quien vive la Ley del Señor  no significa que esté sin pecado. Todo el tiempo que el Señor lo retenga “en este valle de sombra de muerte”, cada día se verá obligado a pedirle al Señor: “Dios, sé propicio a mí, pecador” (Lucas 18: 13). La suplica del publicano tiene que ser la que todo creyente en Jesús tiene que hacer encerrado en su habitación antes de empezar la jornada laboral.