SALMO 143:8
“Hazme oír por
la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado, hazme saber por el camino
por donde ande”
¡Qué mejor
manera de empezar el día que orando! ¿Sabe el lector qué es iniciar el dia
sabiendo que la misericordia de Dios le acompañará durante toda la jornada? Son
muchos quienes al despertar, sea por la radio o por internet, conectan para
saber qué sucede en su ciudad o en el resto del mundo. Las buenas noticias son
muy escasas en los medios de comunicación y si alguna de buena transmiten, es
un mero conocimiento de algo bueno que ha sucedido. En el momento de escribir
este comentario ya se sabe que el Brexit ha ganado en Gran Bretaña. Inglaterra
se sale de la Unión Europea. La bolsa ha dado un gran bajón. Iniciar el día con
noticias de este tipo, se ha fastidiado la jornada. Son muchas las noticias que
al iniciar el día destrozan la jornada.
El salmista
inicia el día con el deseo de saber la buena noticia de la misericordia de
Dios. Al hacerlo se inmuniza contra todas las malas noticias que le llegarán a
través de sus oídos. David se fortalecía en el Señor que era el castillo que le
protegía de todos sus enemigos. Cierto es que en determinados momentos decaía
su ánimo, pero el hecho de conocer a Dios que es misericordioso, con su ayuda levantaba
su ánimo decaído.
El salmista le
pide a Dios que por la mañana le haga oír su misericordia y nos aclara como es
posible que le haga al Señor su petición: “Porque en
ti he confiado”. Para el
salmista Dios no es Alguien que le conoce de oídas. Le conocía personalmente.
No era como el dios desconocido de los atenienses al que adoraban por
si acaso se habían olvidado alguno de los muchos dioses que veneraban y como
tenían malos instintos, su olvido no despertase su ira.. David mantenía una
relación tanto o más íntima que la que mantenía con su amigo Jonatán.
La vida es como
un laberinto en que te encuentras con muchos caminos que no llevan a ninguna
parte. Para David no había incertidumbre: “Hazme
saber por el camino por donde ande”. Dios está en los cielos y desde allí observa todo lo que pasa en la
Tierra. De alguna manera sobrevuela el laberinto terrestre y por medio del
Espíritu Santo le ayuda a escoger el camino que lleva a lugar seguro. “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Salmo 119:101). Y Jesús dice: “Yo soy la luz del mundo, el que me sigue, no andará en tinieblas,
sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).
Buscar por la
mañana la misericordia de Dios tiene la recompensa de saber en cualquier
situación el camino que debe seguirse.
EZEQUIEL 16:28
“Fornicaste
también con los asirios, por no haberte saciado, y fornicaste con ellos y
tampoco te saciaste”
Vivimos en un
mundo de insatisfacción continuada. Las personas viven amargadas. Nada las hace
felices. El texto que comentamos nos da la clave para solucionar el problema de
la infelicidad.
Con palabras
muy duras el profeta dice que Judá ha fornicado con Egipto y con los pueblos de
Canaán y, como con ninguno de ellos sus expectativas fueron saciadas buscó
satisfacerlas con los asirios. No debemos entender aquí que la fornicación de
Judá fuese física. Fue espiritual. En vez de adorar a Dios que le había sacado
de la esclavitud egipcia y que a lo largo de toda su historia fue su Ayudador,
lo abandonó. A pesar del rechazo, el amor de Dios por su pueblo no disminuyó.
Con los brazos extendidos y con dolor en el corazón buscaba su regreso a Él.
Pero Judá no quiso. Me has abandonado a
mí que he satisfecho todas tus necesidades materiales y espirituales y te has
ido a dioses que no pueden darte nada de lo que necesitas. No hay paz para los
impíos. Su corazón es como un mar embravecido cuyas aguas arrojan lodo. Por
haber abandonado a Dios su Salvador, la condición de los judíos se hizo
insostenible.
El fracaso de
Judá fue consecuencia de su idolatría de haber convertido en dioses lo que no son Dios. La historia del fracaso de Judá ha sido
registrado para instrucción nuestra. También hoy el hombre fornica, no con
imágenes abominables, a pesar de la belleza artística con que se hayan labrado.
Hoy, incluso la idólatra Iglesia católica ha reducido el uso de las imágenes
hasta el punto que muchos talleres de imaginería de Olot han tenido que cerrar
puertas porque las ventas ha disminuido muchísimo. Ello no implica que la
idolatría haya disminuido. Hoy, los ídolos son las estrellas de la música y del
deporte que son venerados por multitudes de personas enfervorizadas.¡ Qué no
son también ídolos el culto que se rinde a los viajes, al móvil, al vientre! La
idolatría chapucera que aún se resiste a morir en el mundo occidental se ha
sustituido por la que ha introducido la Tecnología. Pero los nuevos dioses
tampoco sacian a las almas que realmente están hambrientas de Dios.
Si no queremos
ser destruidos como primero lo fue Israel y después Judá, debemos sentarnos
junto al camino para reflexionar y pedirle a Dios que abra nuestros ojos y
podamos entender que por nuestra necedad nos encontramos en la situación
caótica en que nos hallamos, que no es otra que haber sustituido al Dios único
y verdadero que en su Hijo Jesucristo nos salva y con ellos recuperamos la
felicidad y la esperanza que no nos han proporcionado los dioses que adoramos
en el siglo XXI
http://octaviperenyacortina22.blogspot.com
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